30. La maldición y la fiesta de la diosa

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Disclaimer: Los personajes que se desmiembran o cambian de personalidad a lo largo de la historia pertenecen a la obra del célebre Mangaka Hiro Mashima. Este Fanfiction está basado en una serie derivada y secuela de su Manga principal Fairy Tail, llamada Fairy Tail: 100 Years Quest. Contiene varios hechos canónicos dentro de la obra. No obstante, varios personajes, personalidades, habilidades y escenarios puede que estén fuera de este.

NOTA: Este cap usa marcas de tiempo específicas para situar los hechos en tiempo y espacio, se recomienda prestar atención a las fechas para mantener la coherencia a la hora de leer.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Reino de Fiore, 18 de diciembre, año X792…

Las zonas rurales del reino, la Fiore profunda, están principalmente constituidas de villas masomenos autosuficientes y dedicadas a la agricultura, dónde la reciente crisis se sumó a la ya preocupante situación postguerra...

La tardanza del gobierno para asistir a las gentes que vivían en estas zonas mostraba una gran miopía política, pues a diferencia de lo que creían, los principales partidarios de la reina y del viejo sistema estaban precisamente en esas regiones.

En su lugar, la jóven e idealista Hisui prefería codearse con los intelectuales modernistas y profesionales liberales que vivían en las ciudades, pues ella también suscribía muchas de esas ideas. Siempre se había propuesto ser "Una reina moderna", como si tal cosa existiera. Cuando la chica intentaba entrar en estos círculos, se veía tan patética como un anciano que intenta actuar y vestirse como jóven.

A ojos de los intelectuales republicanos, Hisui y su régimen era poco más que un dinosaurio al que había que terminar de extinguir.

"... ¡Acabad con el viejo régimen!… "

Muy por el contrario, las zonas rurales todavía eran regidas por caciques que respondían a la vieja nobleza, que a pesar de no estar para nada contentos con la nueva reina, todavía mantenían sus zonas libres de ideas "peligrosas".

"... ¡¿Qué demonios está haciendo esa niña que tarda tanto en mandar ayuda?!... "

La desorganización y el desabastecimiento en las regiones fronterizas era tal, que los soldados de la reina se "autopagaban" saqueando y abusando de las aldeas rurales. Llegaban rumores alarmantes que la guardia fronteriza al mando de Zash cometía asesinatos y vejaciones contra los civiles que no colaboraban, cosa que ni siquiera habían hecho los hombres de Zeref durante su intento de invasión.

Durante su paso por Fiore, el ejército de Álvarez había requisado todo el grano y los alimentos para alimentar a las tropas, pero al menos no había cometido atrocidades entre los campesinos.

"... ¡Los invasores nos lo robaron todo, pero al menos nos dejaron vivos!… "

Está grave situación había sido advertida por Arcadios meses antes, por lo que antes de partir había convencido a la reina de poner un marcha un plan de recuperación para el campo, proveyendo semillas y caballos para que el reino recobrará su capacidad de autoabastecerse de alimentos.

Incluso decidieron ir un paso más allá y tomaron la oportunista decisión de promocionar nuevamente la vieja religión del reino, el culto a la diosa Agnes, sabedores de que la mayoría de los antigüos fieles vivían en las villas rurales.

De manera que, con el anuncio de la celebración de la "Fiesta de la Diosa", muchas de estas personas olvidaron sus quejas contra la corona y se sumergieron de vuelta en un fervor religioso e hicieron grandes preparativos para la celebración, mucho más ominosas que las de las ciudades importantes…

—¡Esta será una linda fiesta!—anunció una señora de mediana edad, mientras hablaba con sus vecinos—En verdad que ha pasado tiempo desde la última vez… ¡Estoy muy contenta de que su majestad haya abrazado nuevamente nuestra fe!

—Todo indica que nuestras oraciones fueron escuchadas y aunque tomó mucho tiempo, los herejes de Zentopia pasarán a la historia...—replicó un hombre igualmente mayor mientras celebraba que la caída de Zentopia diera lugar al regreso de las viejas costumbres...

—Buenos días, Sra. Ranoa,—saludaron a una mujer recién llegada, que transportaba un cántaro con vino—¿Cómo está nuestra huésped?

—Buenos días Sra. Fitts y a usted también, Sr. Bazz—respondió la mujer—les alegrará saber que nuestra "doncella caída del cielo" está muy bien y mucho más activa de lo esperado…

—¿En serio? Porque cuando la rescatamos anoche, ella estaba muy ebria.

—Oh, al contrario, ahora mismo está en mi pensión, comiendo y bebiendo de forma muy entusiasta…—dijo la Sra. Ranoa.

—Pues vayamos a visitarla—dijo el hombre—apuesto que todo el pueblo ya debe haberse hecho eco de la noticia...

—¿Ella ya les dijo su nombre?—cuestionó la Sra. Fitts.

—Ella dice llamarse Aurora…

La doncella caída del cielo. La noche anterior, una estrella fugaz cayó en las afueras de la aldea, asustando a todos. Cuando se acercaron a ver, se sorprendieron enormemente cuando en lugar de un meteorito, encontraron a lo que sólo pudieron describir como la mujer más hermosa que jamás hubieran visto...

La joven de exótico cabello azul claro estaba completamente alcoholizada y muy desorientada, por lo que se apresuraron a guarnecerla bajo techo, temiendo lo que pudiese pasarle a un ser de tal belleza en semejante estado de vulnerabilidad.

La Sra. Ranoa se ofreció a alojarla y por la mañana, recibió visitas de todos los curiosos, atraídos por la historia de su llegada. Los lugareños no eran ajenos a este tipo de manifestaciones sobrenaturales, pues vivían entre gremios de magos. La atracción era más que todo por la increíble belleza de la joven…

—Me sorprendes, Aurora-chan—le dijo una mujer—¡Nunca había visto a nadie beberse una botella entera de vino con tanta facilidad!

La joven no sólo parecía recuperada, sino que comía y bebía con una energía que no coincidía con su delicada apariencia. Despedía también una extraña aura y su sola presencia hacía que las personas se sintieran contentas, lo que retroalimentaba la curiosidad de los visitantes. Por todo esto, los pueblerinos la consideraron una señal del cielo en la víspera de la fiesta de la diosa…

—... Estuvimos conversando, Aurora-chan—dijo un hombre mayor—Y nos gustaría que nos acompañaras para la fiesta de la diosa este 20 de diciembre…

¡Coff-coff!—la chica se atragantó al beber—¿Fiesta de la diosa?

—De la diosa Agnes—respondió la mujer mayor con una sonrisa—¡Será un hermoso festival!

¿Todavía celebran eso? No he conocido mucha gente religiosa últimamente…—comentó Aurora con algo de nostalgia. Su voz era dulce y cautivadora.

—Nuestros hijos ya no son tan devotos como nosotros—comentó un señor—los mayores nos esforzamos por preservar nuestras costumbres, pero la influencia del culto de Zentopia estuvo a punto de acabar con ellas…

—Pero nos alegra tanto que nuestra reina haya decidido salvar nuestra tradición—dijo la señora Fitts—al comienzo teníamos dudas por lo jóven que era la señorita y por sus primeras acciones, pero creo firmemente que ahora está reencauzando el camino del país...

Las opiniones del pueblo eran diametralmente opuestas en las ciudades y el campo, con los últimos teniendo una cauta mejora en sus percepciones. Era todavía pronto para considerar un éxito la medida de rescatar la religión, pero ya se notaban los primeros efectos positivos.

—Nos hubiera encantado aún más si su majestad hubiera decidido dar el privilegio de su presencia para la celebración principal a las villas del interior del país…—dijo el señor Bazz—¡Los ciudadanos de Magnolia son muy afortunados!

La elección de Magnolia no era casual. Hisui fue informada de los terribles incidentes con los Kardos y las violentas protestas republicanas. Magnolia tenía un significado especial para la reina. La gran popularidad de Fairy Tail había hecho a la ciudad muy conocida y le había dado un estatus especial, a pesar de no contar con un puerto o recursos importantes.

Aurora se quedó muy callada y dejó de comer, lo cual llamó la atención de todos:

—¿Sucede algo malo, Aurora-chan?

Nada, es sólo que el 20 de diciembre también es mi cumpleaños…—susurró Aurora con un sonrojo en la cara.

—¿En serio?—se alegró la Sra. Ranoa—¡Qué suerte la tuya! Debe ser un verdadero honor cumplir años el mismo día de la fiesta de la diosa…

«… ¡Definitivamente es una señal del cielo!… » Los pueblerinos se convencieron por su propia superstición.

—Siendo así, querida—le dijo una señora mayor—¿Nos harías el honor de ser la reina que encabezará el desfile y la procesión?

Aurora se sorprendió por la oferta y se puso muy incómoda, buscando de inmediato zafarse de ello:

M-m-me halagan con su ofrecimiento, pero siento que no sería justo para las jóvenes que viven en su aldea… ¡Después de todo, como ustedes dijeron, la celebración es para que los jóvenes se reencuentren con sus raíces!

Los mayores y los ancianos, todos muy supersticiosos, negaron con la cabeza y totalmente convencidos de que se trataba de una señal del cielo, no quisieron perderla:

—... La mayoría de nuestros hijos se fueron a trabajar a la ciudad y actualmente quedan muy pocos jóvenes dispuestos a continuar con nuestro modo de vida—se lamentó un señor con bastantes canas—por eso te lo pedimos.

—... Y hay que decirlo, Aurora-chan, ninguna de las jóvenes que quedan en la aldea igualarían tu belleza...—la elogió otro hombre—No te lo tomes a mal, pero estaba por presentarte a mi hijo soltero, je-je…

Aurora era una joven de muy hermosa apariencia: Ojos y el cabello color azul claro, atado en una coleta con una cinta adornada con dos esferas amarillas y una azul. Llevaba un vestido azul que resaltaba una figura delgada con senos amplios, piernas largas, caderas anchas y cabello azul hasta la cintura. También lleva una cinta turquesa con bordes amarillos y un broche con una piedra azul y mangas sueltas color blanco. Usa sandalias blancas con tirantes hasta los tobillos.

... Realmente me halagan, pero hay una razón muy especial por la que no puedo aceptar ninguna de sus nobles propuestas… Soy viuda…—Aurora concluyó con un poco de tristeza y la cabeza gacha.

—¡Oh, lo siento mucho, querida!—se disculpó la señora Fitts—no queremos presionarte, perdónanos si lo entendiste así...

«… Pobrecilla, enviudar tan jóven… »

Si bien los alegres aldeanos desistieron de su intento de hacerla parte principal de los festejos, le siguieron suplicando que no se fuera y pasara la fiesta con ellos, como atontados por ella. Ninguno de los que la llegaron a conocer se preguntaron el porqué estar cerca de la joven les afectaba de esa manera.

—•○•—•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

🌕⌛…

«… ¿Uh? ¿Dónde estoy… »

Natsu Dragneel tuvo la vista brumosa y sintió un particular mareo que lo mantenía muy desorientado…

"... ¡Hermanito! ¡Sujétate! ¡No te vayas a soltar!... "

Escuchó una voz familiar, un grito ahogado proveniente de la nada, pues su vista era muy escasa y a parte del mareo, no podía sentir su propio cuerpo.

El primero de sus sentidos en volver fue el tacto, tomando consciencia de su propio cuerpo y de su propia mano, siendo agarrada fuertemente. Sintió también el cuerpo inusualmente "pequeño"...

Posteriormente, su vista regresó lentamente y se llevó un gran susto al encontrarse cara a cara con la cabeza de Zeref en el cuerpo de un niño, una versión infantil de Zeref, que tenía una mirada aún más asustada que la suya propia…

Natsu se asustó al darse cuenta que él también era un niño e instintivamente se sacudió con desesperación. Zeref reforzó el agarre en su mano y volvió a tirar de él, causándole dolor y haciéndole tropezar de la superficie donde apoyaba los pies… ¡Se quedó colgado hacia el vacío, con Zeref llorando para no dejarlo caer!

¡Grrr… ¡Natsu, por favor deja de moverte, por favor! ¡No aguanto más!—el hermano mayor lloraba.

Esta vez el temor de Natsu fué tan grande que se quedó paralizado. El cuadro completo era aterrador: Ambos hermanos colgando de un profundo barranco, con Zeref sosteniéndose de una raíz con una mano y a Natsu con la otra. Debieron haber resbalado del borde o quizá sólo Natsu, que fuera salvado por Zeref, pues estaban ya varios metros por debajo del borde y por más que Zaref intentaba, estaban ya muy lejos de poder subir por su propia cuenta…

«… ¡Mierda! ¡¿Qué está pasando aquí?!… »

El pequeño Zeref hacía grandes esfuerzos por mantenerlos a salvo mientras el hermano menor recién reaccionó y cooperó al buscar anclar sus pies de alguna manera a las rocas del precipicio…

¡Natsu, Zeref! ¡Mis bebés!—ahora la voz desesperada de una mujer se escuchó desde arriba. Al subir la cabeza, Natsu logró divisar a una mujer de rulos negros asomarse desde el borde del barranco e intentando extender su mano hacia ellos…

¡Mamá!—Zeref chilló entre lágrimas—¡Mamá, ayúdame!... ¡Me resbalo!

¡Sujétate mi amor! ¡ya voy por ustedes!...—dijo la madre mientras ella misma intentaba bajar un poco para alcanzarle su mano a Zeref…

Natsu estaba completamente mudo, sintiendo verdadero miedo al olvidarse de sus dudas de que esto fuera una alucinación. El miedo a caerse era muy real y el niño de pelo rosa también hacía grandes esfuerzos por querer trepar con su mano y piernas libres. No conseguía hacer ni un gramo de fuerza y eso aumentó su desesperación…

«… ¡Mi cuerpo! ¡¿Por qué me siento tan débil y pequeño?!… » Natsu no terminaba de aceptar que en ese momento y lugar, no era más que un infante común y corriente.

La mujer se arrancó su propio vestido hasta quedar desnuda e improvisó con la tela una soga que ató a una roca y el otro extremo amarró a su esbelta cintura. Empezó a bajar por las rocas del barranco, sin importar lastimar su expuesto cuerpo…

¡Mamá, ya no puedo!—Zeref chilló.

¡Sujétate un poco más, sólo un poco más!—la mujer le suplicó.

Su madre ya estaba muy cerca y con su mano ya prácticamente al alcance de su hijo mayor. Incluso Natsu se alivió al ver eso, pero el caprichoso azar volvió a oponerse. La raíz de la que Zaref se sujetaba, se rompió abruptamente y ambos niños cayeron al vacío…

«… ¡Carajo!… » Natsu sintió orinarse en los pantalones.

¡NOOOOO!…—la mujer gritó de forma desgarradora mientras veía impotente a sus hijos caer a su muerte…

Natsu era cortado por el aire y escuchaba a su hermano gritar de terror a pocos metros de él…

«… Esto… ¡Esto no está bien!... Esto… ¿Uh?… »

¡FLAT!

Natsu sintió que algo lo golpeó o mejor dicho, algo lo cogió en plena caída. Al segundo siguiente abrió ambos ojos y se encontró en brazos de un adulto desconocido, junto a Zeref. Fueron elevados de vuelta a tierra firme e incluso unos metros más. Desde allí, Natsu ahora vió a la mujer llorar y postrarse en el suelo, como si adorara a una deidad.

«… ¡Alguien dígame qué es lo que sucede!… »

¡FLAT-FLAT!

Natsu escuchó las angelicales alas del hombre mientras era transportado y algunas plumas mágicas desprenderse. Sintió una sensación aterradoramente familiar…

¡Glubs!—Natsu tragó nerviosamente y giró la cabeza para encarar a su "salvador"...

«… ¡¿HYRUM?!… »

Tembló de miedo al reconocer la máscara de zorro amarillo y el uniforme del ángel de Ankhseram…

Su piel se erizó. Su respiración se agitó. Sus latidos se aceleraron tanto que el corazón amenazaba con salirse del pecho. Natsu tenía un ataque de pánico mientras jadeaba en los brazos del ángel…

⌛…

¡Ahj-ahj-ahj!

Un jadeante Natsu se levantó de un salto. Miró a todos lados, se encontró en el mismo lugar donde habían acampado con Ophis y Happy. Se tocó todo el cuerpo y con alivio sintió nuevamente su forma de adulto. Un verde prado le hacía cosquillas en las palmas y los tobillos, al sentarse encima de él… Hacía una bellísima mañana de otoño.

«… ¡Oh, maldita sea, me quedé dormido con la maldita luna morada!… »

—... Levántate de una veraz, tonto…—una malhumorada Ophis alzó la voz, mostrándose ante Natsu. Happy también estaba junto a ella.

—Ay Natsu, al final de todas maneras te quedaste dormido…—comentó el Exceed con pena.

¡Yaaawn!... ñam-ñam… —El jóven bostezó un poco y se frotó los ojos con insistencia, en un intento de espabilar, a la vez que se ponía de pié. Sus ojeras lucían reforzadas mientras Natsu se estiraba igual que un perro recién levantado.

—¿Soñaste algo interesante?—Ophis levantó una ceja.

Natsu se puso tieso ante la pregunta. Tenía la mirada vacía y esperó un poco para responder negando con la cabeza:

No. Nada importante en verdad…

—•○•—•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Magnolia, Reino de Fiore, 18 de diciembre, año X792…

Por la mañana, ambas amigas se encontraron en el patio trasero del gremio, o mejor dicho, Lucy la acorraló allí.

Muy temprano, Levy se había levantado primero y salió de la casa con la esperanza de refugiarse en el gremio y coger un trabajo a las apuradas y no tener que revelarle su secreto a su amiga. No lo consiguió y Lucy logró atraparla antes que pudiese salir de misión.

Aquel avance por parte de la rubia podía verse como draconiano y claramente no hizo caso a Mirajane cuando le dijo que "Este es un asunto de pareja, así que lo mejor será que lo resuelvan ellos", pero lo que Lucy se había visto obligada a ver la noche anterior le conferían el derecho a ser la ofendida y a demandar por ello un explicación.

A pesar de su justificado enojo, Lucy tuvo el suficiente tino para elegir el patio trasero del gremio, tras el depósito, donde podían cerrar la puerta para estar solas y al menos estaba la verja de hierro trasera que confería una mínima intimidad respecto al exterior del edificio…

—¿Y bien?—Lucy habló casi autoritaria—quiero saberlo todo...

¡Glubs!—Levy tragó nerviosamente—Bueno… ¿por dónde empiezo?—ahora mostró una expresión muy avergonzada—¿Cómo decirlo?... Sucede que Gajeel y yo ahora estamos más que solo "juntos"...

—No entiendo cómo eso hace que te pongas… ¡Como te pusiste anoche! ¡Conmigo justo al lado!—Lucy chilló avergonzada al recordar el momento.

Levy se puso colorada y sus manos temblaban…

emm… ¿Somos uno?—Levy volvió a dar una respuesta vaga.

Lucy lo asoció de inmediato a alguna referencia a las novelas de romance que solía leer. En aquellas historias no sólo se hablaba de príncipes caballerosos y doncellas puras, sinó también de amores apasionados y eternos, donde las parejas se proferían toda clase de juramentos y declaraciones melancólicas…

Últimamente, las más exageradas de estas historias ya no le parecían tan "románticas", sino más bien dignas de gente enloquecida y enferma de la cabeza.

—Mira, he escuchado mucho eso de que los recién casados viven una montaña rusa de emociones y altibajos… ¡Pero no hasta el punto de enfermarse o hacer eso que hiciste ayer!—Lucy chilló.

—... No, Lu-chan, no estás entendiendo—Levy acotó—Literalmente, ahora Gajeel y yo estamos conectados de una manera tan íntima que Porlyusica cree que es algo sobrenatural, algo de naturaleza mágica…

Lucy recién entró un poco en materia al oír esa última declaración y arqueó las cejas. Una última vez pensó la posibilidad de que Levy estuviera exagerando, porque de ser cierto, significaba que su amiga había caído atrapada en algo peligroso:

—¿Puedes ser un poco más específica, Levy-chan?—Lucy ahora fue más educada, motivada por la curiosidad.

—Él y yo, ahora es como si fuéramos una sola persona… de momento no tengo otra forma de decirlo—Levy dijo con honestidad—Lo que él siente, yo lo siento también… si tengo miedo o digo una mentira, de alguna manera él se puede dar cuenta con solo mirarme y de la misma forma yo puedo leerlo a él…—dijo Levy—Sé que va a sonar raro, pero a veces es como si pudiéramos leernos los pensamientos…

Lucy se llevó la uña de su dedo gordo a la boca procesando la información. ¿Acababa de oír lo que acababa de oír? Levy le estaba diciendo que literalmente ahora ella y Gajeel compartían cuerpo y mente, como si las palabras y declaraciones de novelas y votos matrimoniales se hubieran materializado: "Un solo cuerpo y una sola alma". Una elucubración macabramente hecha realidad de la mano de la magia…

«… ¡Dios mío, Levy-chan, ¿Qué fué lo que te pasó?! ¡¿Qué fue lo que Gajeel te hizo?!… » Lucy se puso a la defensiva y tuvo una reacción visceral a la noticia, no pudiendo evitar sentir mucha pena por lo que le había ocurrido a su amiga.

—Eso es algo un poco…—Lucy no pudo terminar su frase, pues dudaba que adjetivo usar para continuar. ¿"Desventajoso"? ¿"Inconveniente"? ¿Una "maldición"?. De ninguna manera quería ofender a Levy pero no podía evitar pensar cosas negativas de aquella noticia…

—¿Escalofriante?, ¿Escabroso?. Si… lo es…—Sorprendentemente, Levy fue brutalmente honesta respecto al asunto.

Esta nueva actitud completamente abierta de Levy hizo que Lucy dejara de sentirse incómoda y excesivamente prudente, por lo que se animó a seguir interrogando a su amiga. Llegados a este punto, Levy entendió que era inútil intentar seguir ocultándolo…

—Y… ¿Cómo se contagia?—Lucy preguntó—¿Cómo pasó?

—No sabemos cómo pasó—Levy negó con la cabeza—simplemente sucedió y a medida que pasaba el tiempo, se hizo tan fuerte como para ser consciente de ello…

—¿Eso fué lo "único" que te hizo notarlo?—Lucy preguntó con ironía disfrazada. Levy pronto entendió a qué se refería su amiga y se apresuró a responderle:

—¡Oh!, te refieres a la marca…

—Quiero verla—dijo Lucy con voz firme.

Levy sintió sobre ella la penetrante y exigente mirada de su amiga, que claramente le comunicaba que no cedería en su interrogatorio. La chica miró a ambos lados para determinar si no había nadie más viendo, y al comprobarlo, se levantó el corto vestido naranja y enseñó la parte baja de su abdomen a Lucy…

Lucy centró su mirada en las carnes de su amiga y esta vez, corroborando sus sospechas, vió que la marca negra estaba ubicada en un lugar diferente de la última vez. Ahora se encontraba muy cerca de la cicatriz de Levy, en la zona de la unión entre su pelvis y su abdomen y casi en el límite de sus braguitas blancas.

—¿Puedo?—Lucy pidió permiso de tocar con su dedo índice ya haciendo el ademán de acercarse a la piel de Levy.

—Bien… ¡Pero sé delicada! ¿quieres?—Levy le recomendó. Estaba sonrojadísima y muy avergonzada de una forma un tanto rara, como si algo dentro de ella le dijera que no debiera permitir que nadie más que Gajeel la tocara sin permiso…

Lucy comprobó los trazos repasando delicadamente con la punta del dedo, descubriendo que efectivamente se trataba de una versión esquemática y muy simplificada de la silueta de la cabeza de un dragón de hierro con la cabeza cuadrada, la mandíbula mecanizada y el cuello rematado en una cola fina que rodeaba la figura para intentar envolverla en un círculo. De lejos, parecería que la marca formaba un pequeño redondo, no más grande que la sección de un pepinillo…

«… ¡Lo sabía! No es un tatuaje mágico como los de Joy… ¡Definitivamente se parece al dragón metalicana!… »

La rubia se llevó un susto cuando en cierto momento, la marca empezó a moverse en la piel de Levy, como si al tocarla se hubiera molestado a un animal vivo…

¡Ugh!—Lucy retiró su dedo casi en un reflejo—¡Esa cosa se movió!.

—Es un poco simpático ¿No creés?—bromeó Levy de forma un tanto siniestra.

«… ¡Para nada! ¡Es aterrador!… » Lucy pensó mientras se limitaba a lanzar una mirada perturbada.

Levy torció un poco su expresión graciosa y subió los iris de sus ojos hacia una expresión de aburrimiento o resignación… Al final, la chica de pelo azul volvió a bajar el vestido a la normalidad y Lucy retomó el interrogatorio.

—¿Quién más lo sabe?—Lucy preguntó. Tenía dudas por la extraña respuesta de Mirajane el día anterior.

—Porlyusica y Wendy….

—¡¿Wendy?!—Lucy se escandalizó—¿No es algo pequeña para ver estas cosas?

—Como ella se convirtió en una especie de "asistente" de Porlyusica en estas cosas "médicas" fué inevitable que se enterara cuando Gajeel y yo nos hicimos la revisión…

—y… ¿Cómo funciona?—Lucy volvió a la carga.

—Aún lo estamos descubriendo…

Inevitablemente, en la cabeza de Lucy las ideas negativas seguían creciendo, asociando el asunto de la marca con el ganado, con propiedad… no era la mejor forma de contarle que ahora le pertenecía a alguien como si fuera un objeto o algo pero las explicaciones tan vagas de Levy le dieron el incentivo para pensar justo eso…

«… ¡¿Cómo pudiste hacerle eso, Gajeel?!… ¡No es una oveja o una vaca para ponerle una maldita etiqueta de propiedad!… » Lucy pensó furiosa.

Si era verdad todo aquello, entonces ¿Por qué Levy no se quejaba de ello? ¿Gajeel acaso ahora podía husmear en su cabeza?

Para alguien que se esmeraba por ser tan "liberal" (al menos en apariencia), aquello sonó a sacrilegio: Lucy entendió que Levy ya no estaba a salvo ni en su mente y que había perdido una parte muy personal de sí misma y que Gajeel ahora la poseía…

La expresión de la rubia debió ser tan penosa que Levy se apresuró a poner paños fríos:

—... No es tan grave como crees…—Levy minimizó.

—¡¿No te parece grave el ya no ser dueña de tus propios sentimientos?! ¡¿El haber perdido esa parte tan privada de tí misma?!—Lucy se oía indignada, y con razón—Si dices que ahora Gajeel prácticamente puede leerte los pensamientos…

«… ¡Es una maldición! ¡Levy-chan, ahora estás maldita con Gajeel para siempre!… » Lucy no se atrevió a decir eso en voz alta y lo dejó en su cabeza.

—¡No!, quiero decir, no es que suceda "todo el tiempo"... —Levy se apresuró a explicar—es más fuerte en ciertas ocasiones… cuando peleamos mucho, cuando nos separamos por mucho tiempo… ¡O a veces simplemente sucede sin poder evitarlo!... Sé lo que piensas, pero creéme que para Gajeel tampoco está siendo nada fácil acostumbrarse a esto…

Lucy se calmó un poco pero no pudo evitar dejar de mirarla con lástima.

—¿Y sobre lo que te pasó anoche?...—Lucy deslizó con cautela.

—Bueno… algunas veces, bueno… pasa eso… también… —Levy hablaba muy atropellada y casi tartamudeando por la incómoda pregunta—supongo que nos ¿"extrañamos mucho"?... ¡Ay por favor, Lu-chan, no me hagas hablar de eso que me muero de vergüenza!—Levy terminó con un chillido muy agudo.

—¡¿Me lo dices a mí que tuve que verlo todo?!—Lucy respondió casi en protesta e igualmente avergonzada y roja. El recuerdo de la patética imagen de su amiga teniendo un orgasmo en el piso de su habitación la perseguiría por un largo tiempo…

—¡Te pido mil disculpas por eso! ¡Esta mañana estaba tan avergonzada que no podía mirarte a la cara!...—Levy chilló mientras se agarraba las sienes y sacudía su cabeza.

Lucy no tuvo que pensarlo mucho para perdonarla. Eran amigas muy cercanas y con el distanciamiento previo desde la boda, lo último que la rubia quería era alejarla más, por más irrespetuosos que fueran los actos de Levy…

N-no te preocupes… ¡Tienes razón, mejor olvidémonos de que eso pasó!

—¡Te lo agradezco mucho, Lu-chan!

Intercambiadas las disculpas y ya reconciliadas, Lucy tomó una posición más comprensiva, pasando de los reclamos a la búsqueda de una solución:

—Y… ¿Se puede deshacer?—dijo Lucy con temor.

—No lo sé… quiero decir, aún no tenemos idea si esta cosa se puede controlar, todo es netamente instintivo…

«… Pobrecilla… » Lucy no pudo evitar pensar.

Lucy seguía en la dinámica de compadecerse de Levy, pero inesperadamente, la peliazul suspiró ensoñadora y puso una sonrisa en su cara. Se veía muy hermosa de esa forma, con la mirada nublada en sus pensamientos.

—... No es tan malo, ¿Sabes?—dijo Levy—Tal vez no entienda esto del todo, pero si hay algo en esto que me hace feliz, es sentir que ahora la otra persona te pertenece PARA SIEMPRE…

«… ¡Levy-chan, casi no te reconozco!… » Aquello sonó tan escalofriantemente posesivo que asustó un poco a Lucy, haciéndole cuestionar por primera vez, quien poseía a quién dentro la relación

Repentinamente, Levy se tensó de pies a cabeza y sus muslos empezaron a temblar incomprensiblemente.

—¿Todo bien, Levy-chan?

Lo siguiente que pasó le hizo entender su reacción. La puerta de la verja trasera del gremio crujió y de ella salió un hombre corpulento y de larga cabellera negra…

—Gajeel…—susurró Lucy.

Sorprendentemente, el dragon-slayer de hierro entró directamente por la puerta trasera sin pasar por la sala del gremio, como si supiera que Levy estaba allí. El tipo tenía una expresión fría y cansada, con unas ojeras tremendas de no haber dormido en días, secuelas del efecto de la luna morada. Gajeel se quedó plantado a escasos 5 metros de ellas. Pronto Lucy se dió cuenta de que ambos esposos intercambiaban miradas.

«… Están haciendo "esa cosa rara" de nuevo… » Lucy se dió cuenta que probablemente la conexión de la que ahora era consciente también estaba trabajando: Primero la expresión de Levy era dura y de reproche, para luego girar los ojos con el cuello rígido para señalar a Lucy. Gajeel puso una cara de susto y se sonrojó ligeramente. Levy culminó con un gesto de puchero y brazos cruzados, cruzando a su vez su pierna. Gajeel finalmente se acercó a su esposa.

—Coneja—le habló a Lucy pero sin dejar de mirar a Levy—¿Te importa?...

Gajeel ni siquiera se molestó en dirigirle palabra a su esposa y directamente le pidió a Lucy dejarlos a solas. ¿Ese simple intercambio de miradas bastó para que ambos esposos se saludaran mutuamente?

Lucy dudó por un momento, pues ahora miraba a Gajeel de forma un tanto despectiva por lo que le había hecho a Levy sin querer. Levy tuvo que hacerle una señal a su amiga para que hiciera caso al pedido.

—Los dejaré solos para que arreglen sus asuntos…

Lucy entró por la puerta trasera del gremio y ya dentro del depósito, cerró por dentro las puertas que comunicaban a otras habitaciones del gremio, de donde ya escuchaba las voces ruidosas de sus compañeros. Una vez aislada y segura, Lucy pegó su oreja a la puerta para espiar la conversación…

—Yo… —Gajeel habló

—Tu…

—Lo siento—Gajeel dijo en forma fría pero honesta—Yo sólo quería darte un hogar, pero supongo que me equivoqué al pensar que lo que para mí es un hogar también lo es para tí…—su firmeza y la conexión le ayudó a comunicar su arrepentimiento sin un discurso elaborado o la necesidad de humillarse ante Levy…

—Supongo que yo también exageré un poco…—Levy confesó—No tienes que intentar ser como mis padres… Fue un poco ingenuo de mi parte creer que podría volver a tener de adulta lo que tuve de niña…

—¿Un poco?—replicó Gajeel con ironía.

—No presiones…—Levy lo frenó con gesto severo.

Gajeel le contestó con una sonrisa canalla, entrando en el juego de provocarla. Levy se dió cuenta y volvió a poner el puchero en su cara, olvidando su enojo previo. Lucy apenas podía escuchar cosas detrás de la puerta pero fue suficiente para ponerla inconforme sobre cómo Gajeel estaba logrando hacerla ceder con pasmosa facilidad.

«… ¡Levy-chan, recuerda tu firmeza!… »

—... También sé lo que hiciste anoche…—Levy le dijo con rabia ardiendo en sus ojos—¡Me lo hiciste a mí también y me avergonzaste frente a Lu-chan!—Levy tenía la cara colorada de vergüenza.

—Te extrañaba… —Gajeel puso un gesto burlón y se justificó de manera sinvergüenza.

—¡Díselo a Lu-chan, que ahora debe pensar que soy una pervertida por tu culpa!—Levy recobró la firmeza y refrescó su enojo, para satisfacción de Lucy, que oía pegada a la puerta.

«… ¡Eso es, Levy-chan, no se pongas tan fácil!… »

Gajeel entonces cambió su gesto burlón por uno serio y humilde, que de inmediato volvió a ablandar a Levy:

—Sobre esa cosa hipotética…—Gajeel reanudó la conversación.

—Hipoteca—lo corrigió Levy con amabilidad.

—¡Eso! Hipoteca…—Gajeel replicó—tal vez podríamos pedir esa hipoteca para mejorar la casa en la que vivimos ahora…

Levy puso una gran sonrisa en su cara y asintió rápidamente con la cabeza mientras Gajeel se la acariciaba como a una mascota.

—¡Me encantaría!…—Levy aceptó.

Del otro lado de la puerta, Lucy dejó de oír sus voces, como si se hubieran callado y esa última declaración hubiese zanjado el conflicto. Si bien la solución intermedia entre vender la casa y la hipoteca parecía muy salomónica y era justa con las expectativas de ambos esposos, a Lucy le preocupó la facilidad con la que Gajeel doblegó el enojo de Levy…

«… ¿Por qué tardan tanto en entrar esos dos?… » pensó Lucy con interés.

La rubia encontró una grieta en la pared y asomó la vista por dicha rendija. Lo que descubrió la puso incómoda y sonrojada de inmediato, pues vió las piernas de su amiga cruzadas alrededor de la cintura de Gajeel y éste sosteniéndola del trasero, aprovechando para manosear allí…

«… ¡Diablos, Levy-chan!... ¡Pero si apenas se están reconciliando!… » Lucy chilló en su mente.

Cuando Lucy escuchó la queja de Levy, "¡Ese tonto quiere resolverlo todo con sexo!", no se le ocurrió que tal vez sucedía siempre así porque alguien estaba dispuesta ceder la mayoría de las veces…

—•○•—•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Cuando Lucy se dió cuenta que Gajeel y Levy se darían mucho más que sólo unas pocas caricias (dados los cada vez más fuertes gemidos que oía tras la puerta) y que para ello seguramente se encerrarían en el depósito que ahora ella ocupaba, la rubia se apuró de salir de allí y volver a la sala principal del gremio, teniendo la precaución de advertirle a Mirajane para que bloqueara la entrada y así nadie se llevara un susto al ver a los recién reconciliados esposos en pleno acto.

De paso aprovecharía también de comunicarle a Mirajane la buena noticia…

—¿En serio así de rápido?—Mirajane se impresionó un poco—¡Qué apasionados!—comentó la jóven con una gran sonrisa en su rostro—Lo mejor será no molestarlos…

«… Espero que encuentren la colchoneta que solíamos usar Laxus y yo, para estar más cómodos… » pensó Mirajane con nostalgia.

Lucy también se impresionó por la desvergüenza de Mirajane y cómo no sólo no se molestaba por cómo Gajeel y Levy le faltaban el respeto al edificio, sinó que más bien parecía alentarlo…

«… ¡Santo dios, Mira-san!… » Lucy pensó escandalizada.

¡KRAK!

La puerta principal se abrió por una fuerte patada, que llamó mucho la atención…

¡ES ERZA!—gritó alguien.

Erza Scarlet apareció por la puerta, causando gran conmoción entre todos los presentes. La pelirroja llevaba meses desaparecida…

"¡Es Erza!. Erza regresó…"

"¿Dónde estuvo todo este tiempo?"

"¡¿Qué le pasó a tu ropa?!"

La mujer espadachín estaba escasamente vestida, con su blusa hecha añicos, prácticamente convertida en top y únicamente llevando una tanga negra. Nadie siquiera pensó en animarse a mirar demás o hacer algún comentario subido de tono, pues nadie era tan tonto como para arriesgarse a provocarla, especialmente por la expresión dura que tenía la mujer. Parecía una amazona recién salida de la jungla.

Erza traía consigo un gran saco de monedas de plata, el justo pago por un trabajo de clase superior y bajo el brazo derecho sostenía una especie de casco de caballero, otro botín de su última misión…

—¡Erza!—Lucy exclamó feliz, mientras se lanzaba a abrazarla.

Era como la primera vez que Lucy la había visto al unirse a Fairy Tail. Erza destilaba ese mismo aire intimidante y aguerrido, recién llegada de lo que seguro había sido un peligroso trabajo clase "S".

—Hola, Lucy. ¡Ha pasado un tiempo!—Respondió Erza con una sonrisa y voz grave, sonando muy solemne.

Lucy la buscó con la mirada y notó algo raro en sus ojos, como si estuvieran vacíos de la firmeza que mostraba y escondiera una emoción diferente… pronto tuvo que dejar de adivinar, pues un fuerte y nauseabundo aroma golpeó la nariz de la rubia…

¡Ugh!, ¿Qué es esto?—Lucy chilló mientras se hacía a un lado.

No fue la única. Muchos de los magos sentados en mesas aledañas también se llevaron las manos a la nariz con un gesto de desagrado.

—¡Qué penetrante olor!—se quejó Nab mientras sus ojos lagrimeaban.

¿Eh? ¿Acaso tengo algo malo? sniff-sniff—comentó Erza de forma despreocupada mientras alzaba el brazo y se olisqueaba la axila.

—¡No sólo malo! ¡Apestas!—ahora fue Max quien protestó.

—Erza, ¡¿Dónde te metiste?!—preguntó Lucy intentando no mostrar los mismos gestos de asco de los demás para no ofender a su amiga.

Lejos de enojarse, Erza se lo tomó con mucho humor, y entre bromas empezó a relatar:

—... ¡Oh!, debe ser por la batalla que tuve con ese monstruo en Minstrel—dijo la pelirroja en tono vanidoso—Fué inevitable quedar bañada con sus vísceras cuando le dí el golpe de gracia.

—¡¿Fuiste hasta el reino de Minstrel sólo para cazar un monstruo?!—Lucy exclamó confundida.

Ajá—dijo Erza en tono cantante, presumiendo—Fue un rival muy duro, debo admitirlo. No muy seguido me encuentro con una criatura digna de mi poder… ¡Fue un combate interesante!

Lucy sospechó aún más al sentir el exagerado y poco natural actuar de Erza, parecía una persona distinta, pues la pelirroja ya no era tan vanidosa a la hora de demostrar su estatus superior dentro el gremio.

—¡¿Y por qué diablos no te bañaste antes de volver!?—Nab protestó.

—... O te conseguiste ropa nueva…—complementó Max, tapándose la nariz.

Sin hacerles el menor caso, Erza siguió respondiendo con el ego inflado:

—Porque inmediatamente después, tomé otro trabajo muy desafiante. La paga no era mucha pero el reto lo valía—anunció Erza con una sonrisa maliciosa y cerrando el puño.

—¿De ahí viene el casco?—preguntó Lucy señalando el otro objeto que Erza traía.

—Correcto.

—¿Con quién peleaste, Erza?—cuestionó Lucy, mientras intentaba recordar si conocía algún criminal o mago poderoso que usara un casco como el que Erza traía: Un yelmo muy decorado con temática de dragón. La mismísima visera intentaba emular la mandíbula de dichas criaturas…

Nah-nah-nah, Lucy—bromeó Erza negando con la cabeza—Es una misión secreta…

Mmm, ya veo…—respondió Lucy, respetando el deseo de Erza—¡Sea como sea, me alegra muchísimo volver a verte! Tengo tanto que contarte…

Erza bajó recién el tono ególatra y dejó su actitud vanidosa mientras correspondía el gesto de camaradería de Lucy. En ese momento, Mirajane se acercó a ellas, saludando a la recién llegada:

—Bienvenida, Erza—dijo Mirajane con gran amabilidad pero con voz nasal. Mira ya llevaba un gancho en su nariz para cubrirse de la peste de Erza.

—¿Qué hay?, Mira…—Erza saludó de vuelta.

—Ya empezábamos a pensar que no llegarías para las fiestas de fin de año—dijo Mirajane con su habitual sonrisa.

—No me perdería la oportunidad de pasarla con mis amigos… ¡Repetiremos la divertida fiesta del año pasado!—anunció una eufórica Erza, mientras cogía a Lucy del cuello y la presionaba contra su busto—¿Verdad, Lucy?

¿E-eeh?... Si… será genial…—Lucy respondió casi tartamudeando y con una sonrisa fingida. El sólo recordar el comportamiento de Erza y su "juego del maestro" del año anterior le revolvía el estómago a la rubia (también por la peste de Erza)…

«… ¡Por favor, no de nuevo!… » Lucy se lamentaba mentalmente.

Luego, Erza liberó a Lucy de su agarre y la rubia aprovechó para hacerse a un lado un par de pasos mientras la pelirroja volvía a hablar con Mirajane.

—... Entonces, Erza—Mirajane le contestó—Mejor descansa un poco del viaje y toma un baño, no olvides que como es tradición, el gremio apoyará en los detalles finales para arreglar la catedral de Kardia. Con Natsu y Gray ausentes, necesitaremos toda la ayuda posible…

—¿Gray también salió en un viaje largo?—Erza levantó una ceja.

—Te contaré los detalles en otro momento—le dijo Lucy.

Erza asintió con la cabeza y se dirigió a la puerta trasera.

—... De acuerdo, dejaré este casco en el depósito trasero, Mirajane—Erza anunció—Por favor entrégaselo a Porlyusica cuando pase por el gremio, es importante…

Mirajane y Lucy recordaron quienes estaban en el depósito y se apresuraron a detener a la pelirroja:

—¡No, al depósito trasero NO!—chilló Lucy en forma instintiva.

¿Eh?

—Es que sucede—Mirajane habló con más calma—que el depósito ahora está muy ocupado y no hay espacios disponibles, lo siento…

—Sí, tienes razón—Erza se lo creyó—Como es importante, se lo daré a Porlyusica en persona yo misma...

Gurj-gruj…

Justo cuando todo parecía cubierto, un ruido de maderas crujiendo se escuchó.

—... ¿Y ese ruido qué?—Erza observó—proviene del depósito…

—De seguro algo se cayó. Nada grave…—dijo Mirajane con tranquilidad, vigilando a Lucy para que no perdiese la calma y arruinara la coartada.

Mmm, ¿Okay?...—Erza sospechó un momento—Te veré luego, Lucy. Me voy a casa por el resto del día…—anunció Erza mientras se despedía de todos (quienes buscaban huirle por su olor nauseabundo) y salía de nuevo por la puerta principal.

«… ¡Uff!, que alivio… » Lucy pensó.

Una vez Erza fuera del edificio, la vida recobró su cauce normal y Lucy se le acercó a Mirajane:

—¿No notaste nada raro en Erza?—dijo Lucy.

—Por supuesto que lo noté. Es lo esperable…—respondió Mirajane mientras cerraba los ojos y se entretenía secando un vaso.

Lucy se sorprendió lo rápido que Mira lo entendió y más aún por cómo le restó importancia.

¿Eh?—Lucy dudó—¿Y no vamos a hacer nada?

—Mira, Lucy, todos aquí tenemos nuestros "asuntos sin resolver" y así ha sido por años, mucho antes de que te unieras—le explicó Mirajane con amabilidad—Y cuando te digo que lo mejor es dejar que Erza esté tranquila, es porque la conocemos y porque ya lo hemos intentado todo.

«… Aunque, debo reconocer que desde que tú te uniste, esos tres recuperaron mucho de su vieja amistad… » reflexionó Mirajane en secreto, sobre cómo Natsu, Gray y Erza se habían acercado gracias a Lucy.

—¿Estás segura?—Lucy replicó—lo digo porque en el caso de Natsu y Gray, Natsu nunca se rindió con él hasta convencerlo de dejar sus ideas raras y autodestructivas…

—El caso de Erza es muy diferente. La conozco desde que éramos niñas. La he visto muy bien así como la he visto muy mal…—insistió Mirajane—creéme, cuando necesite ayuda o quiera hablar, ella misma te lo hará saber…

—De acuerdo. Si tú lo dices…—respondió Lucy no muy convencida.

—No esperes que se quede aquí por mucho, a lo mejor sólo vino a pasar las fiestas, ya sabes, a desahogarse un poco…—dijo Mirajane—Y ya imagino que puedes intuir de qué, o mejor dicho, de quién se trata…

—Por supuesto—Lucy asintió—Pero todavía creo que deberíamos hacer algo… Erza se está sobrecargando de trabajo y eso no le hará bien a su salud—Lucy temía que Erza entrase en un espiral autodestructiva igual que Cana con el alcohol.

—Ya sabes cuál es el acuerdo colectivo que todos hicimos con ese tema ¿Verdad?—Mirajane le hizo recordar—Si Erza y Jellal se deciden a estar juntos por sí mismos, nosotros le abriremos la puerta del gremio a Jellal y facilitaremos todo para que estén tranquilos. Más allá de eso no nos corresponde intervenir, porque ya son dos adultos ¿Te das cuenta?

La rubia asintió con la cabeza, sin ganas de discutir más.

«… Jellal, eres un idiota… » Lucy pensó con mal humor.

—•○•—•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Magnolia, Reino de Fiore, 20 de diciembre, año X792…

El día veinteavo, la comitiva real llegó a la ciudad de Magnolia. Confirmando las sospechas de los periodistas, la imposición de la celebración religiosa por la fiesta de la Diosa Agnes estaba destinada a dejar atrás el recuerdo de los penosos incidentes violentos del 15 de diciembre, donde decenas de personas habían muerto, de uno y otro bando.

Los pocos fieles de la vieja Fé quedaron maravillados por el sorpresivo giro religioso de la reina, aunque este fuera oportunista. Muchos que antes ocultaban su fe ahora lanzaban flores y vítores al desfile organizado por la reina, quien saludaba a sus ciudadanos desde su carruaje completamente hecho de fino marfil…

Entre la multitud de curiosos, estaban algunos miembros de Fairy Tail, atraídos por lo vistoso del desfile cívico-militar y para entretener a la pequeña Asuka Connell…

—¡Hay flores y colores por todas partes!—chilló Asuka con alegría, subida en los hombros de Alzack.

Se trataba de algo meramente anecdótico para la mayoría de ellos, que no eran devotos de fé alguna.

Lucy Heartfilia también estaba allí, todavía vestida con su uniforme de periodista, cubriendo el desfile. La acompañaban Mirajane, Erza, Max, Nab y otros muchos miembros del gremio…

... uh-oh, problemas—dijo Mirajane, mientras señalaba a algunas personas que se metían con fuerza entre la multitud.

La fiesta pronto fue opacada por los opositores republicanos, que discretamente se colaron entre los asistentes al desfile. Los partidarios de la reina también se dieron cuenta y una tensa calma se impuso.

«… ¿De verdad se atreverán a alborotar con la reina aquí presente? O incluso, algo peor… ¡Glubs!… » Lucy recordó un macabro paralelismo con el asesinato de la abuela de la reina, en una situación muy similar.

La reina todavía se mostraba muy tranquila y ceñida al protocolo, escoltada por soldados adelante y atrás de la comitiva. Todavía se sentía segura sin sospechar que estaba caminando entre serpientes, encarnadas en activistas republicanos y fanáticos de Zash Caine que ya sumaban en una peligrosa mayoría entre los asistentes al desfile.

Por su parte, los magos presentes se limitaban a disfrutar del espectáculo preocupándose únicamente de autocontrolarse y controlar a sus compañeros ruidosos, para el caso de Fairy tail, con Mirajane y Erza encargadas de mantener el órden entre los miembros del gremio presentes. Esta nueva rutina había sido instruida por el consejo Mágico, sabedor de los recientes problemas políticos del reino Fiore. El organismo rector del consejo mágico buscaba mantener su neutralidad a toda costa, y no iba a permitir que Fairy Tail volviera a arruinar la sana convivencia entre los magos y el estado.

¡Su majestad se acerca!—anunció una señora mayor con entusiasmo. Generalmente, los más viejos eran los más leales a la monarquía.

Primero pasaron los sacerdotes de la órden de Renhet, seguidos por el ejército regular, vestido en sus galantes armaduras para la ocasión. La molestia empezó a mostrarse en la multitud cuando apareció un tercer grupo de soldados montados a caballo, con uniformes distintos y unas gorras papajas de piel en lugar del sombrero militar habitual…

¡Malditos! ¡Asesinos!—los republicanos empezaron a gritar consignas e insultos ante este último grupo de soldados.

El primer síntoma de caos se dió cuando los opositores empezaron a lanzar tomates contra los soldados de gorras negras. Uno de ellos recibió directo en la cara, siendo manchado. Todo indicaba que los soldados iban a hacer honor a la fama de sanguinarios que se habían ganado…

«… No-no, ¡No ahora!… » Lucy se puso nerviosa.

Sorprendentemente, los soldados de gorra de piel se contuvieron tras mirar a su majestad a pesar que ya tenían las manos en sus sables listos para desenvainar. La frustración en sus caras era muy evidente.

Aquella actitud llamó la atención de las personas:

—¿Quiénes son estos?—dudó Max.

—Son los soldados que reprimieron la manifestación del otro día…—replicó Lucy.

Naturalmente, la desconfianza de los ciudadanos de Magnolia a estas milicias recién incorporadas era palpable, dado que la ciudad no estaba acostumbrada a tal violencia. Si bien Fairy Tail causaba escándalo frecuentemente, nunca llegaba al punto de derramar sangre en las calles de forma tan desenfadada…

—... Son los Kardos Karlistas—Montada en los hombros de su marido, Levy apareció junto a sus compañeros de gremio. Dada su baja estatura, Gajeel la tuvo que subir como a un niño, con el frecuente inconveniente de tener que enseñar las piernas y el trasero por el corto vestido naranja que la chica insistía en usar. El dragon-slayer de hierro ya se había pasado un buen rato asustando a los mirones…

—¿"Kardos"? No los conozco—replicó Vijeteer—Llevan uniformes que nunca había visto. ¿De dónde salieron?... no recuerdo haberlos visto antes…

... ustedes los jóvenes no conocen la historia de su propio país. Es una pena…—Un señor de avanzada edad les reclamó su ignorancia. Los miembros de Fairy Tail se lo tomaron con humor:

—No necesitamos conocer la historia—comentó Max burlonamente—¡Para eso tenemos a nuestros ratones de biblioteca: Levy & Lucy!

¿Disculpa?—Lucy se giró con molestia y el propio Gajeel también, con Levy montada en sus hombros. Acribillaron a Max con la mirada, especialmente Gajeel, que intimidó mucho a Max…

Emm, ¿"gatitas"? ¿"conejitas"?...—Max intentó rectificar con varias opciones alternas, motivado por el temor a Gajeel…

—Mejor cierra la boca y déjalas explicar…—le dijo Mirajane en tono tranquilizador—si es que ellas quieren hacernos el favor…—Mirajane animó a Lucy a comenzar.

Lucy le agradeció a Mirajane y tras aclarar la garganta, empezó a relatar:

... Los Kardos son un pueblo que vivía en lo que ahora es la zona limítrofe entre Fiore y el ahora caído país de Seven. Son semi-nómadas y algo "primitivos" para los estándares actuales. Originalmente su territorio era completamente parte del reino de Fiore, pero hoy está dividido entre Fiore y Seven. Fueron la guardia privada de los monarcas de Fiore por casi un siglo, pero cayeron en desgracia durante el reinado del bisabuelo de la reina actual…

—¿Qué pasó?—Erza preguntó—Porque si antes eran famosos pero ahora la gente de nuestra generación no sabe ni quienes son, debió ocurrir algo para que fueran olvidados.

... Ellos son soldados muy eficientes y fanáticamente leales a la corona de Fiore, pero de carácter demasiado belicoso para el estilo de país que es Fiore—juzgó Lucy—Durante el reinado del Rey Edward E. Fiore, causaron un incidente internacional con el país de Seven cuando masacraron a unos exploradores que buscaban oro en sus tierras—Lucy relató—Entonces, el rey decidió que los tiempos habían cambiado y ya no había lugar para los Kardos en el reino. La opinión pública se volcó contra ellos y se quedaron aislados en su territorio, una tierra de nadie donde el propio gobierno no tenía mucho control…—Lucy hizo una pausa—Por su alianza con los primeros reyes de Fiore durante las diversas crisis que pasó el país mientras se establecía, los Kardos fueron adoptados como una guardia de élite por la corona a finales del siglo quinto… Los Kardos eran bien conocidos por su destreza militar y la confianza que tenían en sí mismos. Sus bondades (o crueldades) han sido descritas por los historiadores de la siguiente manera: "Estos aventureros regimentados, después de despojar a los prisioneros, los llevaban casi desnudos a su campo, en donde los hacían sufrir todo tipo de males imaginables".

En resumidas cuentas, se trataba de un grupo étnico conservador, tradicionalista y monárquico. No por nada su lema era Diosa, Patria y Rey, haciendo referencia a su fuerte inclinación religiosa a favor de Agnes, pero no necesariamente a un patriotismo integrista del reino de Fiore, pues habían convertido su territorio en una suerte de republiqueta autogestionada. Hombres pertenecientes a un mundo que desaparecía, pero que se negaban a adaptarse.

—Eso suena muy mal para ellos. No parecen ser unas personas pacíficas y el perder una parte de su tierra los obligará a adaptarse a los tiempos modernos…—dijo Max—A todo esto, ¿Por qué actualmente su territorio está dividido en dos países?

«… Si no fuera así, estos locos no vendrían a la ciudad y se quedarían en su sitio… » Max tuvo un pensamiento egoísta.

... Después de la guerra Bosco-Seveniana, el territorio se repartió de tal forma que Fiore cedió una parte al reino de Seven a cambio de la Isla Foglie, en el centro del mar que forman nuestros vecinos orientales—Lucy habló de nuevo.

—¿Participamos en esa guerra para que eso pasara?—Erza cuestionó.

No—respondió Levy—Cuando la guerra terminó, se celebró una gran conferencia entre todos los países, no sólo para firmar el tratado de paz, sino que también aprovecharon para prevenir futuras guerras al permitir que los países que tenían problemas territoriales previos, negociaran en paz…

—Así es, muy bien, Levy-chan—Lucy la felicitó—... El reino de Fiore ya tenía discusiones con Seven por los Kardos que estaban justo en la frontera, y la reina de ese entonces, Karlota. E. Fiore, fue a esa reunión—Lucy se puso seria—la reina recibió una propuesta de intercambio del reino de Seven, que de inmediato rechazó…

—¿Y por qué se hizo el intercambio de todos modos?—Nab preguntó.

—Ella no aceptó, pero al poco de la conferencia, murió en un atentado, organizado por un grupo de la isla…—Lucy dijo.

—¡¿Por qué hicieron eso si ella no quería meterse con ellos?!—Gajeel comentó con estupefacción—¿Eran tontos o qué?.

—Fué una gran confusión y un grave error—Lucy explicó—los grupos nacionalistas de la isla creyeron que el reino de Fiore SI estaba interesado en la propuesta, y como la decisión de la reina aún no se había hecho pública, ellos acabaron matándola por nada… ¡Fué un gravísimo incidente internacional por aquella época!

—El nuevo y jóven rey, el padre de la reina Hisui—Levy continuó—recibió la propuesta de Seven, y por el odio que tenía a la isla, decidió aceptar sólo para oprimir a los habitantes de la isla en venganza por la muerte de la reina… fué una decisión equivocada…

«… Esa parte no la conocía… Se supone que el intercambio se aceptó por el gran potencial comercial-estratégico de la isla Foglie… » Lucy reflexionó con algo de decepción. Naturalmente, dentro de un ambiente tan conervador como el que su padre le había impuesto, a Lucy se le habían enseñado ciertos hechos históricos de manera un poco diferente y nunca en contra del sistema.

—Claro que lo fué. Mira que decidir algo así sólo por rabia… que inmadurez—Mirajane se quejó.

—No sólo por eso—Levy añadió—Luego se descubrió que en el territorio intercambiado, había mucho oro y minas de piedras preciosas. El gobierno de Seven ya lo sabía de antemano y por eso hizo la propuesta.

—... Al final, lo único que ha conseguido la corona es un problema crónico: El gobierno de Fiore nunca ha podido controlar esa isla—Mirajane comentó.

—Es verdad—Lucy esta vez estuvo de acuerdo—ha habido un total de 3 intentos de rebelión desde que la isla pasó a ser de Fiore—dijo Lucy.

—¡Se nota que no quieren ser parte del país y nos detestan…!—Vijeteer habló.

—No solo ellos—Mirajane habló seria—Cuando era niña, mis padres me enviaron a una escuela. Estaba muy de moda el tema de isla y siempre nos decían que las personas que vivían allí eran unos traidores y unos terroristas…

El momento de rebelión y violencia política que Fiore vivía estaba teniendo un interesante efecto al causar que se rescataran discusiones enterradas por el propio sistema y motivando a los ciudadanos a mirar con otros ojos su propia historia, incluso entre los más indiferentes al tema político, como podían ser los magos.

—Tú también sabes mucho de esa isla ¿Verdad, Mira-chan?—Nab le dijo.

—Un poco. ¿Sabían que yo estuve a punto de mudarme a esa isla?—replicó Mirajane.

—¿En serio?

—Si. Por esa época, la corona intentó una política de "asimilación y mestizaje" para la isla. Querían que una gran cantidad de personas se fueran a vivir a la isla para hacerla más parecida al resto de Fiore—explicó Mirajane—Cuando nos quedamos huérfanos, el gobierno nos ofreció a mis hermanos y a mí mandarnos a la isla y pagar nuestros gastos hasta que fuéramos mayores… ya habíamos aceptado pero luego tuve el encuentro con el demonio que me dió mis poderes…

«… y luego todo se derrumbó. Todos nos abandonaron… » Mirajane recordó con tristeza el rechazo que su familia sufrió antes de llegar a Fairy Tail.

«… El gobierno de Fiore quería sustituir a la población local por una leal a Fiore… por eso nos odian… » Lucy reflexionó.

—¿Por qué estos Kardos locos se hacen llamar "Carlistas"?—dudó Max.

—Se escribe con "K"—Lucy corrigió—Y es en honor a la abuela de la reina, Karlota E. Fiore. Ellos la querían mucho porque estuvo a punto de devolverles el estatus y la posición que el rey anterior les quitó… Pero la reina fué asesinada justo antes de que eso ocurriera…

«… Obviamente ahora intentan acercarse a la reina Hisui con el mismo objetivo… »

—¡Oh, ya entiendo!—dijo Vijeteer—¡Por eso les dicen, "Los KK's"! ¡Je-je-je!—se rió por la broma de mal gusto, que compraba a estos hombres con el excremento.

La pequeña Asuka se rió también al oír el chiste pero sus padres reclamaron a Vijeteer para que no dijera esas cosas frente a su hija.

—... Desde entonces, los Kardos siempre han intentado acercarse al rey de turno para recobrar su posición—Lucy observó—El padre de la reina ya los rechazó en el pasado pero ahora parece que la reina Hisui lo está considerando…

«… Se aprovechan que su gobierno está débil… » Lucy criticó.

—Así es. Esta vez están apostando fuertemente—afirmó Levy—Creo que ni siquiera están siendo pagados por su reciente apoyo a la reina…

—Y les está funcionando—acotó Mirajane con preocupación—En los papeles del maestro, leí que el nuevo ministro de defensa es el líder Kardo…

¿Eh?

«… ¿Y qué pasó con Arcadios?… » Lucy dudó.

Llegó un momento en el que las voces opositoras se hicieron muy fuertes y el caos se desató cuando un tomate golpeó de lleno a la reina…

¡Splash!

A pesar de que la reina no recibió gran daño, el simbolismo del acto fue demoledor: La pasividad y temblorosa actitud de la monarca envió una fuerte sensación de debilidad. Los pocos partidarios que le quedaban se sintieron aún más pesimistas cuando vieron que la chica no reaccionaba. Los religiosos de la diosa Agnes también se exasperaron al ver que la reina no ordenaba imponer el orden.

La situación fue aún más incómoda para los magos presentes, prohibidos de intervenir en política. El grupo de Fairy Tail también quedó atrapado en el medio.

"... Quédense juntos y mantengan la calma, recuerden que no debemos interferir… " Erza y Mirajane mantuvieron el orden en sus propias filas.

Al poco se oyó un grito de protesta e indignación entre la multitud:

—"¡Abajo Hisui la sangrienta!"—El grito hizo referencia a los violentos incidentes de los días previos. Con esta declaración, el desfile religioso se convirtió en una penosa retirada de las fuerzas reales, que inexplicablemente se permitieron ser correteadas por los Zachistas y los republicanos envalentonados…

¡Delenda est Monarchia!

CONTINUARÁ…

Siguiente: Especial de Navidad X792

—•○•—

¡Gracias por leer hasta aquí y no olvides dejar tu review!

NOTAS DEL CAP

¡Con esto concluímos la maratón de tres capítulos!

Espero que les haya gustado el contenido que les preparé para esta ocasión. Saben que son libres de expresar sus opiniones en este espacio (o funarme si es que no les gustó el tema de Gajeel y Levy).

Me gustaría que la siguiente actualización sea pronto, pero como ya saben, el trabajo y mis otras obligaciones a veces me superan😅.

Con esto ya entramos al Climax del que ahora llamo "Arco del golpe de estado en Fiore". Llegados a este punto, me preocupa que nos estemos excediendo con el contenido y no entre todo en este volúmen 2😟. Tenía planeado que también entre en este volúmen el arco de Natsu y concluir el segundo libro con eso, pero ahora no sé bien si eso pasará. Todo dependerá de que tanto tomen las batallas individuales de los miembros del gremio en la parte que sigue. ¿Estarían dispuestos a que este volúmen tenga 50 caps o más o prefieren que llevemos el contenido del arco de Natsu al volúmen 3?

En cuanto a lo que sigue, si, leyeron bien, el siguiente Cap será un especial de navidad, una suerte de homenaje a la OVA 9: "Fairies' Christmas". Si se preguntan por qué escojo publicarlo en una fecha tan rara, el tema es que según mis planes iniciales, se suponía que este capítulo debía ser publicado en diciembre del año pasado. ¡Para que vean cuán atrasados estamos con la historia!. Me tendrán que disculpar, pero escribo al ritmo más rápido que puedo… ¡Prepárense para un capítulo lleno de fanservice de parejas y erótico al más puro estilo Fairy Tail XD!

PD: Mashima sigue antojando mucho en Edens Zero y creo que Rebecca ya destronó a Lucy en fanservice :3

¡Espero que nos veamos pronto!

¡Gracias a todos los que leen y dejan sus reviews! Los tengo presentes siempre.