CAPÍTULO UNO: PUNTO DE PARTIDA
¿Pertenecemos al lugar o el lugar nos pertenece?
Heme aquí empacando todo de nuevo, estoy acostumbrada a mudarme, simplemente no me aferro a ningún lugar pues estoy consiente que será momentáneo, aún así creo que a mis 17 años sigo esperando algo que valga la pena en cada lugar al que vamos mamá y yo.
-¿Hija terminaste de empacar todo ? Grito con fuerza mi madre desde el pasillo del apartamento
- ¡si, estoy terminando las últimas cosas!
- Bien, yo ya terminé de empacar voy al hospital a firmar últimos documentos, dejare indicaciones y me despediré de algunos pacientes, regreso en unas horas ¡Cuídate no tardo ! Tomo sus llaves mientras de colocaba su abrigo y cerró la puerta mientras se marchaba a prisa
Me quede sola terminando de empacar, me recosté en la cama y mirando hacia al techo me preguntaba que estará haciendo papá en estos momentos; mis padres son médicos y se conocieron en su residencia en el mismo hospital se enamoraron después de recibir su cédula profesional se casaron, no están divorciados, pero no viven juntos debido a sus trabajos, mi madre es cardióloga y papá está de misión ayudando a víctimas de la guerra en oriente, no lo veo en persona desde que tengo 12 solo hacemos videollamada, me escribe e-mails o llama cada que le es posible, para mamá eso es suficiente paternidad y me dice que está bien, al parecer ellos siguen enamorados a distancia se admiran mutuamente como una especie de héroes que persiguen sus sueños o al menos es lo que me responden cuando pregunto a cerca de su relación.
Mañana viajaremos a Inglaterra pues mamá fue transferida a un nuevo hospital, al parecer viviremos ahí por un tiempo indefinido, tal vez pueda estar tranquila en un solo lugar hasta que decida a cual universidad iré y que estudiaré, realmente la manzana no cayo tan lejos del árbol, me gusta la medicina, pero no sabia que gana estudiar incluso no decido la especie que quiero ayudar, me gusta la idea de tratar personas, pero no quiero abandonar la de curar a los animales, supongo que lo sabré más adelante.
Me puse la pijama, apague la luz y me recosté.
-Ok a dormir, Inglaterra por favor no me desagrades.
La mañana siguiente estaba mirando por la ventana del avión con mi madre a un costado, faltaban varias horas para llegar al destino así que me puse los audífonos y reproduje mi Playlist, mientras yo cerraba los ojos mi madre tomó mi mano, entonces me quite un auricular para escuchar sus palabras:
-Tranquila, no es la primera vez que lo hacemos juntas, ya verás que todo saldrá bien, conocerás personas increíbles que te cambiarán y tú las cambiarás, el ser humano esta evolucionando y adaptándose, ve ahí y sorpréndelos con tu esencia.
-Lo nuevo no siempre es sinónimo de bueno, mamá solo quiero tranquilidad no quiero cambiar a nadie ni que lo hagan conmigo, siempre estás cambiando el lugar donde vivimos, al menos déjame decidir en mi lo que deseo ser o no, crees que como mínimo yo pueda intentar tener el control de lo qué pasa en mi. Respondí defensivamente mientras soltaba su mano
-De acuerdo hija tranquila, solo quiero que no estés asustada y hacerte lo más fácil posible esta mudanza, no te alteres por favor, ¿traes tu inhalador en tu bolsa? Sabes que no puedes salir sin él porque...
La interrumpí antes de que siguiera la frase
-Si mama, si aquí lo tengo y desde mi último episodio he estado bien no he tenido que utilizarlo
-Está bien, hay que dormir un poco todavía faltan algunas horas de vuelo para llegar al destino
-Ok descansa mamá
Seguí escuchando música y al mismo tiempo pensaba las palabras de mamá, ¿Cambiar? me rehuso a más cambios en mi vida, es por ello que evito tener relaciones profundas, no tengo muchos amigos y los pocos que considero realmente no pienso que seamos muy unidos, no les cuento muchas cosas personales, sueños, metas, miedos, problemas y ni hablar del amor, me han gustado chicos, recordando solo he tenido dos novios nada serio ni duradero en realidad, mi primer beso fue a los 11 con el hijo de una enfermera que trabajaba en el mismo hospital que mamá en aquel entonces, era tierno contábamos historias de fantasía, estábamos en sintonía pues teníamos la misma edad, pero realmente no recuerdo ese primer beso ni los siguientes que recibí como algo mágico que cambia la vida de una persona y te revolotean mariposas en el estómago, como esos cliché románticos. Es por ello que evito enamorarme profundamente, no sería lógico evaluando mi situación seminómada, hay muchas cosas del amor que desconozco y siendo honesta me aterra descubrirlas de la peor manera posible, he escuchado lo destructivo que es una mal romance; así que soy fiel creyente que es mejor ser un simple espectador.
