Aún recuerdo en ese entonces las palabras que todos susurraban a nuestro alrededor, aquellas palabras cargadas de diversos significados, aquellos comentarios que siempre provocaban un mar de dudas en ti.
Ella es hermosa.
Parece una muñeca.
Es sólo otra niña mimada como las que siempre se follan.
¿Qué la hace diferente?
Es tan perfecta.
Y es que aún recuerdo cuando éramos unas niñas, jugando todo el tiempo, sonriendo mientras no podíamos quedarnos quietas ni un segundo. Aún nos recuerdo corriendo bajo los rayos de sol de aquel verano, había tanta inocencia en aquella imagen.
Y recuerdo todo como si fuese hoy.
Recuerdo como prometimos estar juntos.
Y también como todas nuestras promesas se convirtieron en polvo.
Recuerdo como nos destruiste uno por uno.
Como Nos separaste.
Nos olvidaste, y aún siete años después es imposible olvidarte.
Y sonrío, sonrío al llevar la fina taza de porcelana a mis labios, la cafetería se encuentra repleta de gente, entre tantos rostros desconocidos, cara poco familiares mezcladose a mi alrededor. Hoy hace una tarde perfecta para recordar el pasado, para recordarla a ella
Es que cuando éramos niños la vida parecía tan fácil, creíamos que las promesas se mantendrían por siempre
¿Nos equivocamos?
No, tu te equivocaste
Con el transcurrir del tiempo nuestras situaciones fueron cambiando, nuestras ideas, nuestros intereses, cada uno fuimos tomando un camino distinto.
Eras tan jodidamente perfecta, lo suficiente para llegar a odiarte.
Tan bonita e inolvidable.
Tan tonta y rota.
Tan podrida y perversa.
Tal vez aún me duela admitirlo, pero, añoro tu sonrisa, aquella brillante cabellera que descansaba en tu espalda de ese extraño tono rosado que nunca podría tan siquiera olvidar, la elegancia al caminar y el aire de exótica fragilidad que tanto te caracterizaba, pero algo que nunca olvidaría serian tus ojos, aquellos ojos de un profundo color semejante al Jade que se escondían detrás de espesas pestañas rosadas.
Esa mirada que tanto odié.
El brillo de aquellos ojos siempre deteste.
Esos ojos con los que siempre nos, me mentiste.
Cada una de tus mentiras, la manera tan singular en la que sonreías, en la que decías quererme, la forma en la que besabas a mi prometido a mis espaldas.
Y si,
Aún recuerdo todo de ti, Sakura.
Mi mirada descansa en el espejo, me permito recoger mi cuerpo, los años han cambiado lo que era mi cuerpo de aquel entonces. Este diminuto baño me recuerda al tamaño de mi antiguo departamento. Debería sentirme feliz, después de todo en mi dedo se encuentra la joya que perteneció a su familia por generaciones, muy pronto seré yo quien se casé con él
Debería...
Debería odiarlo, él nunca me amará de la misma forma en la que juró amarte a ti.
Y es que debería odiarlo, debería hacerlo Sakura.
Es que es una lástima el no que pueda.
Todavía puedo percibir su aroma, entre mis dedos descansa el aroma de aquellas rosas que tanto te gustaban; el echo de haber visitado tu tumba horas atrás nunca consigue aliviar mi resentimiento, ni la nostalgia en tus acciones.
Hipócrita, es lo que soy.
Me pregunto cuando podré olvidarte, quizás nunca lo haga, después de todo en unos meses me casaré con uno de los hombres que tanto amaste.
¿Sabes algo ?
Él aún te ama,
Naruto sigue estando tan enamorado de ti como en ese entonces.
Yo solo fui su segunda opción.
Siempre fue así...
