Te fuiste sin decirle nada a nadie, ¿y lo mejor que se te ocurrió para intentar disculparte es una llamada telefónica? - Le reprocho Runo, aunque por su tono de voz Dan no podía descifrar si estaba enojada, preocupada o decepcionada.

Eso caló dentro del peleador Pyrus, anteriormente había tenido que dejar a Runo para salvar al mundo, esta vez el mundo ya había sido salvado (probablemente para siempre) y aún así decidió irse sin decirle a nadie.

Intento responder, pero ella continuo hablando - ¿Por qué no me dijiste nada, Dan? Aunque no hubiera estado de acuerdo, si me lo explicabas, yo lo hubiera entendido.

Lo peor es que tenía razón, Runo siempre había sido comprensiva con su situación (a veces demasiado).

Tal vez por eso no le había dicho, daba por sentado que ella lo entendería, a veces daba demasiadas cosas por sentado.

Es algo que tenía que hacer - finalmente hablo - he salvado al mundo (más de un mundo) tantas veces, pero nunca he podido conocer dicho mundo cómo me gustaría, las batallas siempre serán importantes para mi, pero quiero averiguar quien es Dan Kuso fuera de ellas.

¿Y es algo que necesitas hacer por tu cuenta? Pude haber ido contigo.

No quería responder a eso.

No había tenido tiempo para pensar en ello, tampoco quería sentarse a reflexionar y llegar a la conclusión de que abandonar a sus amigos era algo necesario.

O que su novia, con quien suponía que quería compartir su vida, no tenía cabida en esta nueva aventura.

No hace falta que contestes - su voz lo saco de sus pensamientos - Si de verdad necesitas hacerlo no te detendré, no es cómo si pudiera hacerlo o cómo si fueras a hacerme caso.

Dan estaba convencido de que lo había dicho a propósito (estaba bien, se lo merecía).

Runo, yo ... de verdad no se que decir - se sincero con ella y consigo mismo por primera vez desde que había iniciado su viaje.

No digas nada - ahora su voz reflejaba la tristeza que debía estar sintiendo desde el otro lado del teléfono - Ya no hay nada que decir.

No podía verla, pero aun con tanta distancia entre ellos sabía que sus ojos estaban llenándose de lagrimas.

La idea de haberla hecho llorar le dolió más que cualquier insulto que ella pudo haberle dicho.

Dan - prosiguió, su voz más baja que antes - Por favor, cuídate.

Lo haré, lo prometo - Tal vez no era el mejor momento para promesas - Tengo que colgar, Te Quiero.

Lo sé, salúdame a Drago. - Y así, sin despedirse, termino la llamada.

"Lo sé"

No era la respuesta que quería, pero era más de lo que se merecía y con eso le basta.

Suspiro, más que nada para intentar absorber todo lo que había pasado en lugar de hacerlo para quitarse un peso de encima.

Supongo que no salió cómo esperabas - volteo a ver a su acompañante, quien se había mantenido en silencio durante toda la conversación.

La verdad no sabía que esperar - se sincero por segunda vez en lo que llevaban de viaje - pero creo que resulto mejor de lo que pude haber pedido, por cierto, Runo te manda saludos.

Las relaciones son complicadas, Dan. Pero aunque ninguno se atreva a decirlo, ambos se preocupan por el otro y eso es algo muy hermoso.

Supongo que tienes razón, ¿Desde cuando eres tan sabio? - una pequeña sonrisa se empezaba a formar en los labios de Dan.

Siempre lo he sido, pero nunca me haces caso - respondió el Bakugan - ¿Qué quieres hacer ahora?

Descansar - no dudo en contestar - hay muchas cosas en las que quiero pensar.

Una de ellas, la más importante, era una chica de pelo azul.

Fin.