Academia St. Michael's de Magia y Hechicería
Capítulo 0 – La Ceremonia de Asignación de Casas
Parte 1
Expreso de Saint Michael's
Unos minutos más tarde de que hemos abordado, el tren sale de la estación y ahora observamos los hermosos paisajes verdes y el cielo azul que se ven desde la ventana.
– Vengan, aquí hay lugar.
Al abordar, encontramos un gabinete vació donde nos sentamos y acostamos un rato para descansar.
Unas horas más tarde cuando la señorita de las golosinas se acerca, nos despertamos y Sara es la primera en acercarse con ella.
– Buenas tardes, hermosas niñas ¿Gustan algunas golosinas?
– Seguro, vamos a querer... 3 ranas de chocolate, 3 pastelillos de calabazas, 2 varitas de regaliz y unas grageas de todos los sabores. Yo invito.
Nos dice Sara orgullosa, mostrando su tarjeta de crédito del banco nacional de Gringotts.
– Increíble.
Al haber trabajado desde niña como modelo profesional de revistas del mundo mágico, Sara es quien más dinero tenía de nosotras.
Tras pagar las golosinas, la señora del carrito se va y Sara pone las golosinas sobre los asientos del tren.
– Tomen lo que quieran chicas.
– ¡Sugoi!
Todas tomamos una rana de chocolate y un pastelillo de calabaza para degustar.
Al ser desde niña una gran fanática de los dulces, no puedo evitar estar encantada con esto.
– ¡Esto esta delicioso!
– ¡Probemos tomar una gragea, chicas!
Todas tomamos una gragea de la cajita y la saboreamos en nuestros labios.
– Me tocó de hamburguesa.
– Me tocó de canela.
– ¡PUAH! – exclama Risa escupiendo la suya – Me tocó de moco.
Las tres reímos y nos recostamos para descansar nuestra comida.
– Que emocionante, en verdad no puedo creer que estemos en camino a convertirnos en unas orgullosas brujas de Saint Michael's. Hemos esperado tanto este momento.
– Tengo entendido que esta noche es la ceremonia de asignación de casas ¿No? – les pregunto.
– ¡Así es! ¿A cuál casa les gustaría entrar? – pregunta Sara emocionada
– No creo que tenga caso preguntarnos eso – responde Risa – El sombrero seleccionador nos colocará en la casa a la que pertenecemos.
– Pero seguro que tienes una casa favorita ¿Verdad? Vamos chicas, si no estuviera el sombrero y ustedes mismas fueran quienes decidieran su casa ¿A cuál les gustaría entrar?
– Bueno, si habláramos de ese caso hipotético – lo piensa Risa – Me gustaría mucho entrar a Ravenclaw, aunque también pienso que sería muy feliz en Hufflepuff.
– ¡Kyaaa! Yo también quiero estar en Hufflepuff – le responde Sara – Aunque claro que también pienso que podría destacarme mucho como una atractiva estudiante de Slytherin.
– Sara – me le quedo viendo con algo de miedo.
– ¿Qué nos dices tú, Nanami?
– Yo también desearía estar en Hufflepuff.
Y sin duda alguna. No soy lo suficientemente inteligente para Ravenclaw, Slytherin me da mucho miedo, y Gryffindor…
No hay manera que el sombrero ponga a una chica tan miedosa y cobarde como yo en Gryffindor, la casa de la valentía.
No, Hufflepuff es la casa ideal para mí. No hay ninguna otra.
– ¡Kyaaaa! Qué emoción ¿Se imaginan que las tres termináramos en Hufflepuff? Pasaríamos todos los días y todas las clases y todas las noches juntas ¡Sería lo más emocionante de la vida!
– Tranquila, Sara. No te emociones de más – le dice Risa – recuerda que esa decisión no depende de nosotras.
– Ya lo sé, pero prométanme una cosa. Sin importar en que casa quedemos, las tres seguiremos estando juntas ¿Lo prometen?
– Seguro.
– Totalmente, Sara.
– Chicas ¡Las quiero mucho!
Sara nos abraza y pasamos el resto de esa tarde platicando y observamos como el sol se oculta detrás de las colinas tras la ventana.
La noche llega y unos minutos después suena el anuncio que tanto esperábamos por el alto parlante.
"Nos estamos acercando a la estación del tren de Saint Michael's. Favor de ponerse sus uniformes escolares antes de llegar. Estudiantes de primer año, favor de bajar primero al llegar a la estación".
– ¡Ya estamos llegando! ¡Vamos rápido a cambiarnos!
– ¡Seguro!
Nos cambiamos las tres juntas ahí en el gabinete, mientras el tren poco a poco se acerca a la estación hasta que se detiene por completo.
Estación de Saint Michael's – Noche
Al detenerse el tren, las de primer año somos las primeras en bajar. Es fácil distinguirnos gracias a nuestros uniformes estándar color negro con el escudo de la escuela.
– ¡Chicas de primer año! ¡Chicas de primer año, por aquí!
Al bajar, nos espera una profesora de aspecto amable y bondadoso. De cabello naranja, ojos color verde y pecho voluptuoso vistiendo una túnica verde escarlata y lámpara en la mano.
– Buenas noches chicas, yo soy la profesora Suminoe Takako y seré su guía hacia el castillo esta noche. Por favor síganme y procuren no separarse, puesto que sí lo hacen, podrían no volver a aparecer.
– Kowai.
Trago algo de saliva cuando la escucho decir eso y Sara me toma de la mano.
– Descuida, si nos tomamos de las manos, ninguna de nosotras se perderá.
– Chicas – conmovida.
– ¡Síganme y no se separen! ¡Los botes están por acá!
Tal y como nos dice, la seguimos cuesta abajo y en unos minutos llegamos a la orilla del mar donde se encuentran los botes que llevan al castillo.
Risa, Sara y yo compartimos el mismo bote y a la indicación de Takako, los botes comienzan a moverse por si solos hacia el mar.
– ¡Wow! – reacciono asustada cuando el bote empieza a moverse.
– ¿Dónde están las demás? – le pregunto a Risa.
– Las chicas de segundo y tercer año llegan al castillo por medio de carruajes que se mueven solos. Sólo las estudiantes de primer año tienen el privilegio de llegar en los botes y ver desde lo lejos el castillo en su máximo esplendor.
– Increíble.
Todas las de primer año volteamos a ver hacia arriba esperando ver el castillo en cualquier momento, pero la enorme niebla que nos rodea cubre el castillo por completo y no nos deja ver nada.
– Uh.
Noto que varias otras estudiantes a nuestro alrededor comienzan a decepcionarse, hasta que la maestra Takako alza su varita y recita un simple conjuro.
– Meteolojinx Encanto.
Una luz sale disparada al aire y poco a poco la niebla se empieza a despejar, revelando tras de ella…
– ¡Increíble!
– ¡No puede ser!
El impresionante castillo de Saint Michael's.
– ¡Es impresionante! ¡No puedo esperar más para entrar!
– Tampoco yo.
Hemos llegado a casa.
Castillo de Saint Michael's – Noche
Al llegar a la orilla de la isla donde se encuentra el castillo, bajamos de los botes y notamos que nuestras pertenencias ya se encuentran allí.
– Sus maletas y mascotas serán llevadas a su habitación una vez tengan asignada su casa, si necesitan tomar algo de su maleta, ahora es el momento para hacerlo.
Aunque yo realmente no tengo nada que necesite de mi maleta, me acerco a donde están mis pertenencias para despedirme de mi gatita.
– Nos vemos al rato, Hanpen.
Le acaricio la cabeza y cuando se acaba el tiempo, subimos las escaleras para entrar al castillo.
Una vez dentro, observamos a nuestro alrededor los impresionantes pasillos llenos de pinturas vivas y escaleras movedizas, además de una que otra fantasma paseándose por ahí.
– Que miedo – me digo a mi misma al ver mi primer fantasma, ocultándome detrás de Risa, quien me sonríe.
– Descuida Nanami, son amigables y completamente inofensivas. No nos pueden hacer nada.
– Excepto salir de la nada y espantarnos.
– ¡Kowai!
Seguimos subiendo hasta que llegamos a las puertas cerradas del gran comedor de la escuela.
Al llegar, Takako se da la vuelta y nos indica.
– Un momento, por favor. Antes de comenzar la ceremonia de asignación de casas, es mi deber informarles sobre las posibles casas en las que pueden quedar ¿De acuerdo?. Durante la ceremonia, el sombrero seleccionador las asignará a la casa donde mejor puedan desarrollar mejor sus habilidades en base a sus valores, talento y personalidad. Esta casa se convertirá en su hogar durante los siguientes 3 años y estas son: La casa de la valentía representada por un león sobre rojo escarlata, Gryffindor; la casa de la lealtad representada por un tejón sobre amarillo ámbar, Hufflepuff; la casa de la sabiduría representada por un águila sobre azul real, Ravenclaw; y la casa de la ambición representada por una serpiente sobre verde escarlata, Slytherin. La decisión del sombrero es final y ningún cambio será permitido. Pero no tienen de que preocuparse, ya que es seguro que la casa en donde queden será la mejor para ustedes. Sólo deben confiar en ello.
Trago saliva al escuchar eso, pero no importa. Yo sé en mi corazón que sólo existe 1 casa para mí.
– Muy bien, dicho eso, el gran momento ha llegado. Síganme.
Takako abre las puertas y todas entramos en fila al gran comedor.
Gran Comedor
Al ingresar, las chicas de primer año caminamos en fila por el pasillo central mientras observamos maravilladas el gran salón a nuestro alrededor
Hay cuatro mesas paralelas largas y rectangulares a lo largo del salón donde nuestras senpais de las cuatro casas, ahora se encuentras sentadas.
Las observamos mientras caminamos al igual que las ventanas que dan hacía del cielo nocturno y el techo encantado con velas flotantes y un cielo resplandeciente de estrellas.
– Ese cielo no es real – menciona Risa mientras caminamos – esta encantado para que simule ser el cielo nocturno. Lo sé porque leí la historia de Saint Michael's.
– ¿De verdad? Increíble.
Al llegar al frente, vemos que hay una sola silla esperándonos con un sombrero de punta de aspecto antiguo encima de ella. Y detrás, se encuentra la mesa donde están sentadas las profesoras de la escuela.
La directora de la escuela sentada al centro de la mesa, Houraisen Rena-senpai, se levanta de su asiento cuando todas hemos llegado al frente y levanta los brazos para empezar a hablar.
– Sean todas bienvenidas a un nuevo año en la Academia de Magia y Hechicería para chicas de Saint Michael's. Como cada año, este año tenemos la fortuna de tener con nosotras a un montón de nuevas y sexys estudiantes que se unen a nosotras. Por favor, todas trátenlas muy bien y recíbanlas con calidez en la casa donde queden, como las adorables y buenas senpais que son. Cuento con ustedes, chicas.
Rena guiña el ojo y todas las chicas quedan encantada con ella. No estoy segura de que tan apropiado sea que la directora coqueteé con sus estudiantes, pero será mejor no cuestionarla.
– Así que no perdamos más tiempo y comencemos con la ceremonia de asignación de casas. Les deseo la mejor de las suertes, linduras.
Terminado su discurso, Rena vuelve a tomar asiento y Takako toma el sombrero con una mano y un largo pergamino con la otra.
– Cuando diga su nombre, pasarán al frente, se sentarán y el sombrero determinará cuál es su casa – Takako lee el primer nombre de la lista y llama a – ¡Azumi Risa-san!
Risa abre los ojos como platos cuando escucha que su nombre es el primero de la lista y nerviosa empieza a subir los escalones.
– Ay no. Tranquila, relájate.
– Tú puedes, Risa-chan – Susurro mientras Risa llega a la silla y se sienta en ella.
Una vez sentada, Takako le pone el sombrero en la cabeza y por arte de magia comienza a hablar.
– Ya veo, una Azumi, la hija de Azumi Rie ¿No es así?
– Así es, sombrero-kun.
– Ya veo, veo que tienes inteligencia, responsabilidad, muchas posibilidades para brillar y liderazgo. La mejor casa donde podrás desarrollar tus habilidades es… ¡Hufflepuff!
Al escuchar esto, las chicas Hufflepuff se levantan de su lugar y Risa baja de la silla para dirigirse alegre a su nueva casa.
– Logró quedar en una de las dos casas que deseaba, ojalá suceda lo mismo conmigo.
Takako lee el siguiente nombre de la lista y llama a...
– ¡Ayase Miya-san!
Cuando Risa baja de la silla, sus ojos se cruzan con los de la chica a la cual la profesora Takako acaba de llamar.
Una chica de cabello negro y ojos color tinto a quien por alguna razón, Risa se queda viendo mientras baja.
La chica apenas le dirige la mirada y sube determinada a la silla.
Tan pronto como Takako le coloca el sombrero, grita.
– ¡Slytherin!
Las chicas Slytherin celebran, mientras Miya se dirige a su nueva mesa. Antes de llegar, voltea a ver a Risa quien la está viendo.
Se ven a los ojos y Miya le dedica una pequeña sonrisa, guiñándole el ojo y ocasionando que Risa se sonroje demasiado y le desvía la vista.
La siguiente chica a la que Takako llama al frente es.
– ¡Shirakawa Hufflepuff Sayuki-san!
Una chica de cabello y ojos rosados, de aspecto lindo y bonita como una princesa, se dirige hacia la silla cuando mencionan su nombre y todas las chicas del salón voltean a verla entre susurros. Y con justa razón.
– Es la hija única de la exitosa familia de magos Shirakawa, además de una descendiente directa de la fundadora de su casa, Helga Hufflepuff por parte de su madre y abuela.
– ¿De verdad? Increíble.
Como la refinada dama que es, Sayuki toma asiento en la silla y tras ponerle el sombrero, este grita.
– ¡Hufflepuff!
Sayuki baja de la silla alegre y se dirige a la casa a la que alguna vez perteneció su madre, su abuela y toda su ascendencia desde su fundadora.
– Que suerte debe ser ya tener una casa predestinada.
– De cierta manera ¿Acaso no todas ya la tenemos?
Me quedo pensando en aquello que dice Sara, cuando llaman a la siguiente chica.
– ¡Shinozaki Rikka-san!
Una chica de aspecto humilde y tímida, de ojos marrones y cabello azul amarrado en una cola de cabello, emerge de entre le multitud con algo de dificultad, ya que le da miedo pedir que la dejen pasar.
– Eh… disculpen, con permiso, lo siento, debo pasar.
Finalmente Rikka llega al frente, bastante apenada por haber tenido que pedir permiso para llegar y se sienta bastante nerviosa sobre la silla.
Al verla tan frágil y pequeña como yo, no puedo evitar sentir pena por ella.
– Ojalá le asignen una buena casa.
Le colocan el sombrero y este empieza a hablar.
– Ah, ya veo. Así que provienes de una familia de muggles ¿Eh? Veo en tu corazón que tienes una gran valentía y coraje por pelear por lo que crees y defender a quienes amas. Por todo esto, creo que la mejor casa para ti será… ¡Gryffindor!
Las chicas Gryffindor se levantan bastante alegres y celebran con gran escándalo la bienvenida a su nueva compañera de casa.
Sin embargo, Rikka no se ve muy feliz, al contrario, se ve algo asustada, pero traga saliva y armándose de valor, se dirige hacia su nueva casa donde la reciben entre aplausos.
– Ojalá sean buenas con ella.
La ceremonia sigue su curso y ahora, la siguiente en ser llamada es.
– ¡Kitajima Sara-san!
– ¡Esa soy yo! Deséame suerte, Nanami.
Me susurra Sara antes de subir alegre las escaleras y sentarse en la silla de inmediato.
– ¡JA! ¿Otra Kitajima?
– Así es, sombrero-kun. Mi madre trabaja aquí como profesora de Saint Michael's. ¡Hola Mamá!
Sara saluda a su madre, Sarasa, sentada en la mesa de profesoras.
– Ya veo, ya veo. Así que aún no lo sabes ¿Eh? Bueno, no tardarás en darte cuenta – riendo – Por lo pronto, veo que tienes un corazón bastante puro y bondadoso. Ves lo mejor en todas las personas y también lo entregas todo en tu trabajo, buscando que las demás se diviertan. Sí. Tu casa será… ¡Hufflepuff!
Las chicas Hufflepuff vuelven a celebrar ante la llegada de su nueva compañera y Sara toma asientos con ellas a un lado de Risa quien la recibe con un abrazo.
Aunque al principio me alegra verlas así, después me entra un enorme miedo al pensar que ahora quizás no terminé con ninguna de las dos.
– Descuida, lograrás entrar a Hufflepuff. Estoy segura de ello.
Takako toma su lista y la siguiente que llama es.
– ¡Oda Nanami-san!
El corazón se me para cuando escucho mi nombre resonar en el gran comedor y con el corazón en la mano, empiezo a subir los escalones hacia la silla del sombrero seleccionador.
Al sentarme, la profesora Takako coloca el sombrero sobre mi cabeza y dice.
– Interesante, muy interesante. Veo que tienes demasiado potencial oculto dentro de ti, aunque lo ocultas no deseando destacar y vivir una vida tranquila ¿No es así?
– Yo… no estoy muy segura de eso, sombrero-kun.
– Ya veo, ya veo, me pregunto en que casa te podrás destacar mejor y alcanzar el máximo potencial que veo en ti. Veamos, te pondré en…
Aprieto los dientes pensando en todos los posibles escenarios.
"Definitivamente no será Ravenclaw, no cuento con esa inteligencia o sabiduría, Slytherin me da mucho miedo, y Gryffindor… jamás pondrán a una chica tan cobarde como yo en la casa de la valentía. Tiene que ser Hufflepuff, por favor".
Me preparo para escuchar la elección del sombrero y entonces grita.
– ¡Gryffindor!
– ¡¿QUÉ?!
