¡UNA ADVERTENCIA!:

Esta historia no es para menores, no es una historia de amor. Quien quiera leerlo adelante, pero ya lo he advertido.


Kasumi y su desamor.

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Cinco años desde que Akane murió. Cuatro de que sus asesinas fueron ajusticiadas. Tres de que Ranma mató a Cologne en defensa propia. Dos desde que se casó de nuevo. Uno desde que su nueva mujer le dio descendencia.

Yo, Kasumi, he resumido la vida de Ranma en segundos, lo he empezado a hacer desde que mi hermana pequeña fue asesinada, la mataron las otras tres prometidas de Ranma, fue en la noche de boda. Para Ranma fue el día más feliz de su vida… y el más triste.

Él como venganza se dedicó a cazar a las asesinas de su mujer y entregarlas a la justicia. Aunque Ranma quería vengarse, pensó que sería más cruel, que fuesen juzgadas y condenadas. Fu el propio Ranma que pidió la pena máxima para quien lo dejaron viudo, y ese deseo le fue concedido.

La muerte de Akane fue un incidente internacional, una chica extranjera con ayuda de dos japonesas, asesinó a la campeona mundial de artes marciales, la noticia apareció en los informativos de todo el mundo. Y Shampoo y las dos chicas que asesinaron a Akane fueron lapidadas por esos medios.

Fue el mismo Ranma quien las entregó, ella fueron a buscarlo, y él no tuvo el menor remordimiento de entregarlas a la policía. Esas chicas se sintieron traicionadas por mi cuñado, y se lo echaron en cara.

-Yo matar a chica violenta por ti. Tú deber estar agradecido a Shampoo- le dijo esa asesina a Ranma, este miró a Shampoo con desprecio y le giró la cara y se dirigió a la policía.

-¡Llévense a esta asesina!- dijo mi cuñado a la policía-.Harán un bien a la humanidad si ella es encarcelada, no podrá hacer daño a nadie más.

Shampoo no se esperaba esta traición, no esperaba que Ranma la entregase a la ley, y no esperaba que su pretendido Airen la odiase a tal nivel.

Ranma hizo lo mismo a las otras dos chicas, las atrajo y las entregó a la ley. Las tres se vieron presas, comprobaron lo cruel que fue Ranma para entregarlas, ninguna de las tres le importó nada. Su venganza fue peor que matarlas, su venganza fue ignorarlas una vez presas, y en el juicio pedir la pena máxima para ellas.

Ellas lloraron y suplicaron a Ranma que las perdonase, que lo amaban, que quitaron del medio a Akane porque esta no se lo merecía. Mi hermano se giró y les deseó que tuviesen un mal viaje al infierno, que quería que desapareciesen rápido del mundo, que el mundo sería mejor sin ellas.

Las tres jóvenes se quedaron blancas al saberse despreciadas por el que creían su amor. Lloraron y suplicaron que las salvase, pero Ranma ni se digno a contestarles, se giró y salió de la sala donde se realizó el juicio.

Las tres fueron ejecutadas el día que cumplió un año de la muerte de Akane, ese día fue cogido expresamente, para castigo de las asesinas. Ese fue el día que Ranma pidió para que esas tres murieran. Con esa petición mi cuñado… el viudo de mi hermana demostró el poco afecto que sentía por las asesinas de su mujer.

Cuando el joven recibió la noticia de las muerte de las tres jóvenes, invitó a la familia a comer, ¡celebró las muertes de esas asesinas como una buena noticia!. Aunque nosotros lo mirábamos como si estuviera loco, él aparentaba estar contento, pero su ojos estaban triste, inmensamente triste. Una tristeza que lo invadió la noche que Akane murió, una tristeza que no le ha abandonado en estos cinco años.

Él joven alegre y despreocupado murió con Akane, el nuevo Ranma era una persona taciturna y seria, que sonreía en contada ocasiones, aunque no era una auténtica sonrisa.

Yo me fui preocupando de él poco a poco, lo fui cuidando, y con el tiempo me fui enamorando de él, aunque ese joven no me miraba. Aunque muerta, Ranma seguía amando a mi hermana, y aún hoy, la ama.

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Cologne esperó un año para vengarse de Ranma, el día que se cumplió un año de la muerte de Shampoo… y dos del asesinato de Akane, apareció la mujer que preparó la muerte de Akane. El auténtico cerebro que orquestó la muerte de mi hermana.

Esa mujer quería matar a mi hermano, pero él estaba preparado. No se iba a dejar matar tan fácilmente.

Cologne llegó cuando comíamos, y mirando a Ranma.

-¡Traidor!- Le gritó.

-¿Traidor?, ¿Por qué?- Ranma simuló ignorancia, simuló no entender el requerimiento de la anciana.

-¡No te hagas el tonto!. Te cásate con Akane, esa mujer no te iba a hacer feliz, no te daría hijas fuertes. Cuando Shampoo te libró de ella, ¿ Como se lo agradeciste?,- la mujer estaba rabiosa- ¡La entregaste a la policía y pediste que la mataran!- gritó la mujer- ¡tu deber era casarte con mi nieta!. ¡NO TRAICIONARLA!. Desobedeciste las leyes de nuestro pueblo a casarte con Akane, con eso la condenaste a muerte, como dicta la ley. Akane murió por tu culpa.

Ranma se puso rojo de la ira.

-¡ Vieja de los cojones!. ¡ Me casé con Akane por que la quería!, ¡ No soy de su pueblo!, ¡Soy japonés!, ¿ Me ha oído bien? ¡Japonés!- Ranma gritaba- ¡Sus putas leyes no me obligan a nada!. ¡No tengo la culpa de la muerte de mi esposa!. La tienen usted, y esa la gata callejera de su nieta. A su nieta la entregué a la policía, como era mi deber. Como hoy la entregaré a usted.

Cologne miró a su rival con confianza, creyéndose ganadora. No tuvo en cuenta que Ranma seguía estando furioso, y no iba a actuar como esa mujer creía, Ranma deseaba venganza, y en especial de esa mujer.

-Te mataré y así cumpliré las leyes, ¡Por traicionar a Shampoo!, ¡Por traicionar nuestras leyes! ¡Por se culpable de la muerte de Shampoo!.

Y atacó a Ranma… y al resto de la familia. Mi cuñado contratacó, no se estuvo quieto, no era una persona que se quedase quieta cuando lo atacaban, y sabía desde el primer día, desde que entregó a Shampoo a la justicia, que Cologne lo atacaría.

-No consiento que una bruja como usted me dé órdenes, no debo seguir las órdenes de su pueblo, ¡Soy japonés!.

-¡Desde que venciste a Shampoo eres miembro de mi tribu!, ¡todo aquel que vence a una mujer amazona debe cumplir nuestra leyes!, sea del país que sea. Y toda mujer que vence a una amazona debe morir, aunque la venza en un torneo.

Todos nos quedamos blancos, ahora entendíamos por qué habían muerto varias campeonas después de ganar a amazonas en torneos internacionales.

-Akane hubiera muerto de todas formas, venció en el Campeonato Mundial a varias amazonas-Nabiki siempre tan perspicaz- esa forma de deshacerse de los rivales es rastrero, cuando se sepa su pueblo estará condenado, muchos países protestaran.

-Son nuestras leyes, nadie debe estar por encima de nuestras campeonas- Cologne sonrió siniestra- Akane fue condenada a muerte por nuestras matriarcas, por vencer a nuestras campeones, por robarle el Airen a Shampoo.

Ranma sintió mucha rabia, igual que mi padre.

-Estúpido pueblo, haré todo lo posible para que desaparezca. Haré publico esto- esta vez fue Ranma quien sonrió siniestro- no va podré detenerme.

Ranma y su atacante se estaban peleando, se daban golpes. Pero Cologne tenía ventaja, tenía más edad, y por eso más experiencia. Y mi cuñado era más inocente, creía que esa mujer tendría una batalla justa. Las peleas con las amazonas no le habían enseñado a no fiarse.

En un momento Cologne, lanzó una bola al suelo y de ella salió un humo apestoso que nos llenó los ojos de lágrimas. Cologne rió.

-¡Ahora mataré a toda tu familia! Lo dita las leyes de mi pueblo. ¡Matar a la familia de un condenado!. ¡Matar a su familia delante suyo!, ¡Para que sufra!. Y después matarlo a él.

La anciana llevaba un pañuelo tapándole la nariz, asín se protegía del humo lacrimógeno, la primera persona que atacó fue Nodoka.

Y cuando iba darle el golpe mortal, delante de ella, entre ella y tía Nodoka se interpuso Ranma.

-He estado estudiando sus leyes y costumbres desde que murió Akane- Ranma la miró con odio- He estado esperando su ataque desde que entregué a Shampoo. Sabía que usaría ese apestoso lacrimógeno.

Ranma también se tapaba la nariz con un pañuelo.

Cologne reaccionó al instante, fue rápida, pero no lo bastante como para detener el ataque de Ranma, el viudo de mi hermana la atacó con una versión nueva del ataque que esa mujer le enseñó. Ranma usó un ataque de las castañas más contundente, más mortal. Cuando acabó Cologne cayó al suelo, de su cuerpo salía humo.

-¡Maldito!- chilló esa mujer-¿Qué me has hecho?

-El ataque de las castañas al puro fuego.

Y de golpe Cologne empezó arder. Y se volvió ceniza, fue rápido, esa mujer no tuvo tiempo ni para gritar.

Ese hecho volvió a ser un incidente internacional, muchas campeonas, habían sido asesinadas, después de luchar contra amazonas, había incluso luchadoras chinas. Todo el mundo se puso contra ese pueblo y las autoridades chinas actuaron contra ellas. Fueron obligadas a vivir en distintos puntos del país, algunas serían exiliadas, y no podían volver a reunirse nunca, olvidar sus leyes, ese pueblo se negó a ese decreto y declararon la guerra al mundo entero. Las supervivientes fueron obligadas a exiliarse del país, Japón no aceptó ninguna.

Con eso acabó la pesadilla para nuestra familia… menos para Ranma, para él continúa la pesadilla, y continuará toda su vida, para mí cuñado toda vida sin Akane es una pesadilla.

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Meses después, una nueva tormenta se abatió sobre el dojo Tendo. Una tormenta que nos implicaría a Ranma… y a mi. Y nos llevaría a un matrimonio forzado a los dos, un matrimonio no deseado, un matrimonio que nos haría infelices a los dos.

Todo empezó días después del ataque de Cologne, aunque mi padre y El tío Gemma lo llevaban planeando desde el entierro de Akane, ya que está había muerto necesitaban una sustituta, y la elegida fui yo.

-Quiero hablar con toda la familia- mi padre nos miró serio, estábamos comiendo, tío Gemma asintió.-Después de comer nos reuniremos en el dojo-Me miró- Kasumi ya lavarás los platos más tarde, esto es más importante.

-Otra tontería más- Ranma se mostró apático- alguna idea sin sentido.

Ranma desde la muerte de su mujer no parecía tener sentimientos, ni buenos ni malos. Sólo se enfurecía cuando se le llevaba la contraria. Hablaba de las cosas como si no le afectasen, sólo le afectaba cuando se hablaba de Akane. Iba cada semana al cementerio, a la tumba de Akane. Ni mi padre ni los tíos Saotome habían podido convencerlo que no hiciera tantas visitas.

Yo veía a mi cuñado con dolor, me hacía mucho daño verlo hundirse. Ya estaba profundamente enamorada de él. Y veía que él añoraba a mi hermana, me di cuenta que si seguía así pronto buscaría una forma de reunirse con Akane.

Conversé con él, pero no me hizo caso, estaba cerrado en su mundo.

Me puse a llorar delante suyo, tanta amargura que desprendía me hizo daño. Él me miró y me limpió las lágrimas.

-No llores Kasumi, no malgaste lágrimas conmigo, no valgo la pena. No quiero verte llorar, y menos por mi, no merezco tus lágrimas, ni las de nadie. – agachó la cabeza- no merezco nada. No fui capaz de proteger a lo valioso para mí.

Por primera vez me enfurecí, ese comentario fue lo más que pude aguantar y lo abofeteé. Él me miró con esos ojos vacíos de sentimientos, sonrió a la vez que se tocaba la mejilla.

-Eres igual que tu hermana, ella también me golpeaba igual de fuerte cuando se enfadaba.

Se giró y salió de la cocina. Yo me dejé caer al suelo, y de rodilla lloré, de pena, de ver como mi amado se estaba dejando morir, lloré de rabia por no saber salvarlo, por no curar su alma. Lloré durante mucho tiempo hasta que encontró Nodoka.

Me tiré a su brazos llorando.

-¡Ranma…!, ¡Ranma…!- no pude contarle más.

-Lo sé hija, lo sé- ella sabía de mi sentimientos hacía su hijo, de mi dolor de como ver que el chico caía al abismo, un dolor que ella también sentía. Y allí las dos lloramos por Ranma, y por como lo destruyeron.

Volviendo al día que mi padre y tío Gemma quisieron contarnos algo importante, nos reuniremos en el dojo. Todos nerviosos, menos Ranma que miraba apático, como si no le importase lo que iban a decir.

-Ya han pasado casi dos años de la muerte de Akane, es hora de seguir adelante- mi padre tragó saliva, tenía miedo de lo que iba a decir, de la reacción de Ranma a la decisión que tomaron los dos patriarcas, que no fue la decisión correcta, todo lo contrario, fue una decisión que los dos hombres se arrepentirían.- hemos decidido que Ranma se casará con una de vosotras- mi padre nos miró a mi hermana y a mi- es más serás tú, Kasu…

No pudo continuar, Ranma lo interrumpió.

-¡No me casaré!, ¡No me volveré a casar!- Ranma gritó enfurecido, era en ese estado cuando enseñaba su único sentimiento, la rabia, el único sentimiento que le quedaba, los demás sólo los dejaba ver delante la tumba de Akane, cuando él estaba solo.- no os haré caso. Sólo he querido a una persona, sólo he amado a Akane… y no amaré a nadie más.

Ese chico sin saberlo, sin ni siquiera proponérselo me rompió el corazón en mil pedazos. No lo culparé, tampoco lo iba a acosar como hicieron esas chicas que mataron a Akane y al corazón de mi cuñado.

Supe en ese instante que Ranma no sería mío. No lloré, al menos delante de todos, sonreí como siempre hago, aunque tenía ganas de llorar y gritar de dolor. Pero esperaría a que fuese de noche, a estar en mi cama para desahogar mis penas, como siempre hice. Porque mi eterna sonrisa es una máscara que aleja el dolor de mis días, mientras por las noches soy la verdadera Kasumi, una mujer que sufre y llora.

Mi padre y el padre de Ranma se miraron, sentí un escalofrío, planeaban algo terrible.

-Si no quieres casarte con Kasumi, o con Nabiki. Las echaré de casa, las desheredaré, y no tendrán nada.

-Yo echaré a tu madre de mi lado, no tendrá donde ir- el padre de Ranma fue tan cruel como el mío- he vendido nuestra casa, ella se quedará sin nada.

Yo y Nabiki nos miramos asustadas, dependíamos de lo que dijera Ranma. Aunque decidiera lo que decidiera… yo saldría perdiendo.

Ranma cerró los puños, y miró a su padre con odio.

-¡Acepto!, pero este chantaje emocional lo pagareis caro- Ranma se tuvo que sacrificar por nosotras. De ese momento en adelanto dependíamos de Ranma, si no hacía lo que los dos patriarcas querían… nos veríamos en la calle.

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Al cumplirse tres años de la muerte de Akane, me casaron con mi cuñado, no fue una boda deseada, él no me quería, para Ranma fue como ir a un sacrificio, no como su boda con Akane, yo si fui ilusionada, ilusión que se rompió al ver a mi futuro esposo, en ese instante debí cancelar la boda, pero no lo hice. Quise salvar a Ranma de su infierno personal, lo quise atraer a mi… fracase, no logré nada, para mí ese matrimonio fue un fracaso, un barco condenado a hundirse, pero no abandoné mi sonrisa eterna, aunque por dentro lloraba, como hacía cuando me quedaba sola.

Ranma me miraba, como se mira a alguien que se le ha fastidiado la vida. Una mirada de rabia, de odio hacía él mismo, mi marido creía que yo no merecía tener a un marido como él, alguien que nunca me daría amor.

-No tenías que haber aceptado el chantaje de tu padre- la noche de boda, Ranma, fue claro conmigo- debía haberte casado con alguien mejor que yo. Alguien que te quiera de verdad. Seguro que tienes cientos de hombres que te aman de verdad. Sabes que aunque te quiera como una hermana no te veo como a mi esposa- aunque hablaba conmigo, sus pensamientos estaban centrados en mi difunta hermana- yo sólo amé a Akane, y no amaré a nadie más. No consumaré el matrimonio contigo, y en un mes te podrás librar de mi. Pide el divorcio, yo no pondré objeción. Serás libre de buscar a quien ames- se giró- siempre dijiste que te gustaban los hombres mayores que tú.

Me daba la libertad, y a la vez me destrozaba. Yo lo quería desde meses después de que llegara, cuando su relación con Akane se había vuelto amor, me enamoré de él, cuando Akane y Ranma ya se amaban.

Por primera fui egoísta, no me divorciaría de él, lo quería para mi. Era mío. Tal vez fue el carácter de mi hermana, tal vez Akane me contagió su amor posesivo por Ranma. Pero la noche de boda lloré, por la falta de amor de mi esposo hacía mí.

Los días fueron pasando y Ranma seguía siendo un alma en pena, su carácter no mejoró después de la boda, seguía triste y apático. Para mí dolor, cumplió con lo prometido y no me tocó. Yo deseaba que me hiciera el amor, como se lo hacía a Akane, se lo hacía desde semanas después de la boda fallida. Pero Ranma no me tocaba, no cumplía su deber conmigo. Y para empeorar, por las noches hablaba en sueños y siempre salía un nombre de sus labios, Akane, ¡ MI ESPOSO ME ERA INFIEL CON MI HERMANA MUERTA!, Y yo no podía competir con ella, Ranma había idealizado a Akane.

Por las noches dormía dándome la espalda, nunca me abrazaba, ni me besaba. Empecé a odiar mi vida, a Akane, odié a alguien que quise toda mi vida. Pensé que si ella no hubiera nacido, yo hubiera sido la prometida de Ranma, yo me hubiera casado con él.

-Y ahora tú estarías en la tumba en lugar de Akane- me contestó mi marido cuando llorando se lo dije- esas locas te hubieran matado a ti. No odies a Akane, si quieres odiar a alguien ódiame a mi, odia al marido con quien te han obligado a casarte.

Me di cuenta que no podía odiar a Ranma y menos Akane por no ser yo la elegida. Aunque me hubieran escogido como prometida de Ranma… él y Akane hubieran acabado amándose, estaban destinados a amarse.

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Nunca hubo divorcio, nuestros padres no lo permitieron, nos volvieron a chantajear, como cuando nos obligaron a casarnos, es más nos dieron un ultimátum para tener el heredero.

Nos obligaron a tener relaciones sexuales con el fin de tener descendencia, el esperado heredero se hizo esperar, los dos patriarcas se impacientaron por la tardanza en quedarme embarazada. Me echaron las culpas, pensaban que era estéril, pensaban divorciarme, está vez sí, y casar a Ranma con Nabiki. Me di cuenta que sólo querían a Ranma para tener un heredero, por que si yo tenía un hijo debía ser un niño, no una niña. Ni Ranma ni yo debíamos desobedecerlos en eso, el primer hijo de Ranma tenía que ser un hombre.

Yo pensaba que no tenía hijos por otro motivo. Ranma y Akane fueron obligados a ser prometidos, y acabaron amándose, pero en mi caso eso no pasó ni pasará, me obligaron a casarme con alguien que ni me ama, ni me amará. Ranma aunque me hacía el amor, me lo hacía sin ganas, no quería tener descendencia, sólo hubiera dado hijos a Akane. Mi esposo era cruel en ese sentido. No me quería y por esa razón no me daba hijos.

Sé que a él le costaba hacerme el amor, yo notaba que no disfrutaba del acto, que no quería ensuciarme. Sé que me consideraba demasiado pura. Pero lo que él no sabía que me devoraba la pasión por él, que yo sí disfrutaba cuando me hacía el amor. No sabía que desde que lo conocí soñaba con él. Y que en esos sueños, la Kasumi de esos sueños era la verdadera Kasumi, una Kasumi dedicada por entero a darle placer al Ranma de mi sueños, que era un hombre que sólo vivía por mí, y mis deseos.

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A los pocos meses de mi boda, quedé embarazada. Ranma me dio un hijo, ¡un hijo de Ranma y mío!, ¡Él hijo que siempre deseé!,!El hijo del pecado! Según Ranma. Un hijo que para disgusto de los patriarcas fue niña. Mi esposo siempre consideró nuestras relaciones sexuales obligadas, como una violación. Sé que desde la primera vez que me hizo el amor odió tener que amarme. No lo hizo por placer ni por gustó, lo hizo para que mi padre no nos echara a la calle.

Conozco a mi esposo y sé que se prometió vengarse, vengarse de tener que hacerme el amor, y sé que algún día mi padre y el suyo se arrepentirán, y yo no evitaré esa venganza, pero para mi hacer el amor con Ranma es llegar al placer que siempre deseé, aunque hubiera deseado que me amará sin ser obligado.

Mi hija nació el mismo día que se cumplieron cuatro años de la muerte de Akane, como esperaba Ranma no fue al parto, estaba visitando a mi hermana en el cementerio. Fue la señal que no me quería ni a mi ni a nuestra hija. Apareció horas después, miró a su hija, se giró y se fue sin decir nada.

Desde ese día no ha vuelto a tocarme ni hablarme. Los días que duerme conmigo, que son pocos, lo hace dándome la espalda. Nunca coge a nuestra hija, ni siquiera la mira. No sabe el nombre de nuestro retoño.

Mis días son amargos, prácticamente no soy nada para Ranma, mi hija tampoco, estamos abocados a la destrucción, sé que Ranma planea irse y no volver, ya nada lo retiene aquí, ni yo, ni nuestra hija, ni siquiera sus padres.

Los dos patriarcas lo han amenazado y han salido heridos, se ha negado ha volver a tener relaciones conmigo, dice que ya tienen la heredera, que la entrenen para ser la sucesora, por qué él no volverá a tener hijos.

Se acerca el día que me abandoné, sé que él no es feliz conmigo, ni lo será con nadie, la única que conseguiría hacerlo feliz le fue arrancara hace casi cinco años.

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Ranma dejó caer el diario de Kasumi, en ese libro estaban escrito los desamores de Kasumi, el daño que le provocó por sus desprecios.

El joven de la trenza se dejó caer de rodillas al suelo.

-¡Que he hecho!, ¿ Como puedo ser tan maldito?- por primera vez en cinco años lloró-¿ en que maldito monstruo me he convertido?, ¡AKANE! ¿Cómo me he permitido hacer tanto daño? , ¡Akane, ayúdame, sálvame… de mi mismo!

Golpeó el suelo hasta hacerse daño y sangrar. Lloró todas las lágrimas no lloraras en cinco años. Dejó salir todo el dolor deprimido durante cinco años.

Volvió a mirar el diario de su esposa. No era la letra perfecta de Kasumi, a esa mujer le había temblado el pulso a escribir. Había páginas manchadas, el joven adivinó que su esposa lloró mientras escribía.

Supo que debía cambiar, que no podía seguir así.

-De seguir por este camino aparecerá ante mi el espíritu de Akane y me dará con su mazo- rió por primera vez en año-¡Akane!, ¿Dónde has estado estos años?, ¿ Por qué no has aparecido con tu mazo?, ¿ Por qué no me has dado el golpe de mazo que me he merecido?. ¡Te echo tan a faltar. Te necesito tanto, eras la chica perfecta para mi. La única persona que me comprendía. Te fallé y por eso morirte. No haré lo mismo con Kasumi.

Se levantó y fue al bañó y se miró al espejo. Necesita un corte de pelo, afeitarse la barba, un buen baño. Y sobretodo alimentarse bien, ganar peso y volver a hacer ejercicio. Debía volver a ser quien fue.

El diario de Kasumi fue una buena bofetada, la que necesitaba, una bofetada que le hizo sentir más dolor que si hubiera sido una bofetada real.

Después de ducharse y afeitarse volvió a su habitación, dejó el diario de su esposa donde lo encontró, pero seguía pensando que debía cortarse un poco el pelo.

-¿Y si me dejo el pelo largo como Soun?- y se imaginó siendo un clon de Soun, tuvo un escalofrío y negó con la cabeza- mejor no.

Se vistió con ropa limpia, y salió en dirección a la peluquería.

Kasumi llegó al dojo, iba asustada. Se había dejado su diario a la vista de todos, ¿Y si lo encontraba Nabiki? Sería chantajeada, en ese diario ponía sus secretos más íntimos desde que tenía catorce primaveras, secretos que destruirían la imagen que tenían de ella los demás. O peor, ¿Y si lo encontraba Ranma?, tembló, si su marido lo encontraba, descubriría sus pasiones de juventud, que aunque fue él quien le robó la virtud. No fue el primero que la besó. Descubriría que estuvo dispuesta a entregarle la virtud a un compañero del instituto, sólo para que Tofu dejara de ser tan cobarde.

Su esposo descubriría el daño que le hizo sufrir por sus desprecios. Ese diario era peligroso y debió destruirlo como le dije Akane, nunca supo por qué lo conservó y por que siguió escribiendo en él. Aunque Akane no supo todo lo que había escrito en ese diario.

Dejó la compra y subió corriendo a su habitación, donde había dormido hasta que se casó con Ranma, y vio el diario donde lo dejó, lo escondió y salió de esa habitación y bajó y guardó la compra.

Buscó a Ranma y no lo encontró, se alarmó y pensó que ya se había ido, que su marido se había fugado, salió corriendo de la cocina y encima de la mesa del comedor vio un nota.

-"He salido unas horas, volveré para comer."

RANMA.

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Kasumi suspiró, al menos su esposo estaría un par de días más con ella.

Estaban toda la familia comiendo cuando el joven regreso, iba cantando, era la canción preferida tanto de Akane como de Kasumi. La familia se temió lo peor, y eso pasó.

El chico entró contento, con ropa nueva, afeitado y con el pelo con la trenza. Miró a la familia.

-Tenéis cinco minutos para iros- los amenazó- quiero el dojo para mí, para mí esposa y mi hija durante una semana. No os quiero ver en ese tiempo. Ni que llaméis por teléfono- miró a Nabiki- te puedes imaginar lo que te pasará si encuentro una cámara oculta tuya, si me intentas chantajear- puso cara siniestra- te echo a la calle desnuda, no es la primera vez que lo hago.

Nabiki trago saliva, en estado actual de Ranma, con el humor que ahora tenía el joven cumpliría con su palabra, nadie sabía que el chico se aprovechaba del genio que había tenido los últimos cinco años para asustar a la familia.

-No nos podemos ir, no hemos acabado de comer- Soun se quería imponer.

-¡Fuera!- dijo Ranma de forma categórica, usó un tono que no admitía réplica. La familia dejó la mesa, se fueron sin acabar de comer, sabían que si le llevaban la contraria a Ranma, tendrían problemas.

Ya libres de molestias, Ranma miró a Kasumi y sonrió, el joven se dio cuenta que su mujer era muy bonita, era una preciosidad. Le recordaba las fotos que había visto de la madre de ella, Kasumi se parecía a la madre de ella, como también se parecía Akane.

Kasumi lo miró asustada, no había visto a Ranma alegre y sonriente desde que murió Akane.

-¿Qué te pasa Ranma? – preguntó la mujer.

-Nada, que he despertado de una pesadilla, una pesadilla que ha durado cinco años.

-¿Cinco años?- Kasumi estaba cada vez más espantada.

El chico asintió.

-Si, cinco años, he estado cinco años encerrado en el infierno. Cinco años que he hecho sufrir a mucha gente entre ellos a ti- miró a la mujer -a ti más que a nadie.

-No te entiendo Ranma- contestó la mujer.

-He leído tu diario.

Kasumi se llevó las manos a la boca para evitar gritar, notó como los ojos se le llenaban de lágrimas, estaba acabada, ahora Ranma…

-¡Que pillina que eres!, nos has engañado a todos-Ranma rió divertido- no te preocupes no se lo diré a nadie. ¡Que deseos tenías de joven!, Eras igual que todos, yo tenías deseos parecidos con Akane y los hice realidad. Tú debías haber hecho lo mismo, yo no te hubiera reprochado nada.

Kasumi lloraba Ranma la miró asustado.

-Lo siento Ranma, no fui tan pura al matrimonio, si has leído el diario…

-¿Qué no fui el primero en besarte?, ¿ Que alguien te tocó el culo antes que yo? – Ranma le quitó importancia- eso fue antes de casarte conmigo, no me debes explicar nada, eso pertenece a tu pasado, es tuyo y yo no debo meterme en eso.

-Pero yo…

-Tampoco fui virgen al matrimonio con Akane, ella y yo tuvimos relaciones antes de casarnos. No me entregaron puro a ti… pero tú si eras virgen. No me importa que no lo hubieras sido.

-Tú nunca me has querido, para ti sólo existe Akane, sólo tienes a ella en tu corazón.

Ranma la miró con tristeza.

-Hasta hoy sólo tenía sitio para Akane en mi corazón, pero he descubierto que ese en corazón mío, caben más personas, nuestra hija y tú. Akane fue muy importante para mí, la única mujer que me entendió, ella dio significado a mi vida, llenó el vacío que había en mi vida. Cuando murió… no supe concebir la vida si ella. Me dejó vacío… hasta hoy no he superado su pérdida, y no la superaré nunca.- miró a Kasumi- no sé vivir sin ella, me falta todo- el chico lloró como un niño- no soy nada sin ella, pero… ahora te tengo a ti y a nuestra hija, que podéis llenar el vacío que ella me dejó. Sólo te pido que me des una segunda oportunidad, si quieres.

Kasumi miró a su marido, lo quería, y tanto que le daría una segunda oportunidad, ella haría cualquier cosa por él, no lo dejaría escapar.

-Te daré esa segunda oportunidad, pero no debes contar a nadie lo que pone en mi diario, y deberás aprender el nombre de nuestra hija.

-Se llana Akemi, nuestra hija se llana Akemi. Lo sé desde que nació.

-Y ¿Por qué no le hiciste caso?.

-Por qué se parece mucho a tu madre y a tu hermana. Al verla me pareció ver a Akane renacida, tan pequeña, tan guapa. Me dolió ver un clon de tu hermana. Me dolió tanto- el joven sonrió con tristeza- verla fue una tortura para mí. Ver una copia de tu hermana- Ranma volvió a llorar- y no tener a la original a mi lado. Pero ahora sé que tengo a tu hermana a mi lado a cada momento. Ahora sé que ella está enfadada conmigo, por como me he comportado contigo, con nuestra hija, con todos.

Kasumi vio el dolor del joven. Ese joven necesita ayuda para salir del pozo y ella le brindaría esa ayuda.

-Ya ha pasado Ranma, yo estaré contigo siempre, yo te ayudaré siempre. Como lo hubiese hecho Aka…

-No Kasumi, no como Akane, eres Kasumi, no eres su sustituta. Me ayudarás como Kasumi. Eres mi esposa, y yo tu esposo. Debemos construir un futuro entre los dos y ser felices.

El chico acarició la cara de su esposa y la besó. Ella se quedó congelada, ese beso estaba lleno de amor, estaba lleno de ternura. Era el beso que había deseado… pero seguramente Ranma la estaba besando y pensando en Akane, se iba a deshacer de ese beso cuando se dio cuenta de algo, su cuerpo deseaba ese beso y no la obedecía. Se había abrazado a su esposo y le devolvía el beso. Notó como las manos de él se deslizaba hacia abajo, llegaron a las nalgas y las apretó.

Si no fuera por que Ranma la estaba besando Kasumi hubiera lanzado un suspiró. Notó caliente la entrepierna, estaba deseando que su hombre le diese pasión. ¡Si, su hombre! Por qué ahora sabía que era suyo, suyo y de nadie más. No se lo daría a nadie. Si los dos patriarcas la querían separar de él, pues esos dos hombres lo tendrían mal, por que lucharía por su marido con uñas, dientes y sartenes.

Notó las inquietas manos de Ranma bajar levantarle la falda y meterse por debajo de las braguitas, acariciarle el culo.

-¡Este culo es mío!- proclamó el joven- todo tu cuerpo me pertenece, como mi cuerpo te pertenece, a ti y sólo a ti. Eres mía Kasumi, soy tuyo..

-Si, eres mío, y sólo mío. No te dejaré a nadie.

-Que posesiva eres. Me gusta que lo seas, por qué no dejaré que nadie te quite ese derecho de ser tuyo.

Ella se abalanzó sobre los labios de su marido, notó la pasión que él ponía al devolverle el beso.

Ranma bajó braguitas de su esposa que cayeron al suelo, ella pasó los pies se la quitó, y de una patada las mandó a medio de la cocina. Días después la encontraría Nabiki. Esa mercenaria sonrió, tenía una ocasión para chantajear a la pareja, ese chantaje le salió caro a ella, no consiguió nada y le tocó cocinar y comprar durante tres meses.

Ranma cogió a Kasumi en brazos.

-Vamos a nuestra habitación, creo que te sobra la ropa, no necesitas llevar nada de ropa, te ayudaré a quitártela. Yo tampoco necesito ropa, necesito que tú me ayudes a quitármela.

La chica le pasó los brazos por el cuello y lo besó.

-Y tanto que te ayudaré a quitarnos la ropa.

Ranma la subió a la habitación de matrimonio. Él la dejó en el suelo y procedió a quitarle las molestas ropas a su mujer. Ella hizo lo mismo, no le gustaba ver a su marido con ropa, lo quería ver desnudo.

Ya desnudos, Ranma la cogió por la manos la llevó a la cama e hizo que ella se acostara. Se tumbó encima de esa y la besó, sus besos fueron bajando, la barbilla, el cuello, hasta llegar a los pechos. La boca de Ranma chupó esos pezones, grandes y duros, Kasumi excitadísima y con la intimidad mojada no paraba de gemir a gritos. La parte aún cociente de la mujer agradecía que no hubiese nadie en la casa, que estuviesen solos.

Después de que Ranma se hubiese saciado de los grandes pechos de Kasumi, volvió a besarla, bajando de nuevo hasta llegar a la intimidad de la chica.

-¡Eres una pervertida Kasumi!- la chica se sonrojó- la tienes afeitada-¿esperabas visita? Espero que sea para mi, como haya otro que quiera jugar contigo lo liquido.

Kasumi cogió la cabeza de Ranma y la apretó contra su intimidad.

-¡Haz tú trabajo! Sigue- gimió la chica- eres mi marido, sólo debes darme placer a mi, a nadie más que a mi. No te voy a dejar a nadie-lanzó un gemido- que bien trabajas, Akane te entreno bien. Como vea a otra mujer que mira…- lanzó varios gemidos- es mujer muerta.

Ranma una vez acabó de jugar con la intimidad de la chica y que esta tuviera un orgasmo, siguió besando el perfecto cuerpo de su esposa, sus piernas, sus brazos.

-Ranma es perfecto- pensó Kasumi- esta hecho para darme placer, y yo no puedo ser menos debo darle placer. Para eso he leído tantas revistas de sexualidad.

Los pensamientos de la mujer pronto desaparecieron, fueron sustituidos por la parte primitiva de los humanos que sólo quería gozar del acto sexual.

El joven estaba gozando del acto después de cinco años, las otras veces, no sintió nada, sólo asco, asco de que lo obligasen a tener sexo con Kasumi, asco de su padre y suegro por chantajistas y asco de si mismo por acceder a ese maldito chantaje.

Kasumi era la mujer perfecta, necesitaba al hombre perfecto, alguien que la amase, y él… se volvería el hombre perfecto para Kasumi.

Después de que ambos hubiesen gozado a manos del otro, Ranma la penetró, entró en ella, lo hizo con suavidad, aunque dominado por el deseo. Aunque no fue la primera vez que hicieron, las demás veces no se centraron, fueron obligados a hacerlo. Esa veces para ambos era su primera vez, las otras veces serían olvidadas.

Acabados y cansados, acostados en la cama, él abrazando a su mujer, y ella acurrucada contra el cuerpo de su marido.

-Esta vez es nuestra primera vez, eres excepcional Kasumi, no me creo que yo sea tu primer vez. Nunca pensé que fueras vvirgep, deberías tener miles de chicos persiguiéndote.

-Todos querían lo mismo, alardear que se habían acostado con la inocente Kasumi. Yo quería a alguien especial, alguien que me hiciera vibrar, en cuerpo y mente, en el instituto no lo encontré, sólo chicos dominados por sus bajas pasiones. Hasta que llegó Tofu, que me quería, pero no se atrevió a dar el paso. Yo estaba a punto de darle celos con otros hombres para que se lanzará, pero desapareció. Y me fijé en ti, pero tú ya estaba perdido, en Akane sólo tenía ojos para ella. Cuando ella murió… seguías perdido, perdido en su recuerdo. Cuando me casaron contigo… no conseguí nada, seguías pensando en ella yo no significaba nada para ti.

Ella estaba llorando recordando esa época.

-No llores Kasumi, eso ha cambiado. No te lo negaré, Akane sigue en mi corazón, nadie la quitará de ahí. Pero tú también lo estás, y tampoco nadie te sacará de allí. Cuando mi vida acabe- miró al techo de la habitación- sólo habrá dos mujeres en mi vida, Akane y tú. Las demás serán un recuerdo, un mal recuerdo que me gustaría olvidar, pero salen en mis peores pesadillas.

-No olvides a Akane, sé que es y será tu gran amor. Sé que la sigues amando, espero que habrá un rinconcito en tu corazón para mi.

Ranma la miró y la besó.

-Te lo he dicho, en mi corazón…- la besó- …hay suficiente espacio…- la volvió a besar- …para ti…- la besó por tercera vez- ..y para tu hermana. Puede que ella ya no esté, que la obligasen a dejar el mundo de los vivos, pero para mi sigue presente, la notó a cada momento, y no quiero enfadarla, y creo que ya lo está, no quiero que me pegué con su mazo. Y lo hará si no mejoró mi aptitud contigo. Creo que quiere que siga mi vida, que no pierda la vida recordándola a cada segundo, que no la olvide, pero que no muera por estar con ella. Quiere que sea feliz, y quiere que lo sea contigo. Y pienso hacerle caso, seré feliz y lo seré a tu lado, y te haré feliz.

-Ya soy feliz contigo, pero hay algo te me entristece, que estás conmigo porque ella murió, si ella estuviese viva…

-Eso será en otro mundo. En ese mundo, los Ranma y Akane de allí serán felices y estarán juntos. Pero en este mundo, tú y yo estamos juntos. No olvidaré a mi primera esposa, pero ahora tú y yo seguiremos el camino juntos.

Ella se alegró y lo besó, y cuando estaban a punto de volver a hacer el amor un potente alarido los detuvo.

-¡Ahora no!- maldijo Ranma- nuestra hija es inoportuna, debe ser que tiene células de su tía Nabiki. Debemos curarla de esa enfermedad, no quiero que sea como la arpía de tu hermana.

En un restaurante Nabiki estornudó. Todos la miraron con miedo, esa tarde esa chica volvió a estornudar varías veces, en el dojo Tendo una pareja se recordaba de ella continuamente, y no para el bien.

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Ranma cambió el pañal a su hija, ver y oler lo que había en ese pañal casi le hace vomitar.

-Comes como una Saotome, pero lo que lanzas fuera de tu cuerpo no huele a rosas- bromeó el joven padre.- deberé contactar a tu tía Nabiki, así aprenderá lo que es un trabajo honrado.

Kasumi llegó poco después con el biberón y se lo dio a Ranma, y este le dio de comer a su hija, la madre de esa niña lloró al ver a su marido en esa actitud tan dulce y cariñoso. No parecía el joven orgulloso que conocía.

Ranma después de darle de comer la acunó para dormirla mientras le cantaba una canción, Kasumi lo miró y se estremeció, esa canción la conocía, se la cantaba su madre, la cantaba la señora Tendo a sus hijas para que se durmiesen. Era una canción que sólo conocían en su familia.

-¡Ranma, ¿Dónde aprendiste esa canción?- preguntó la joven.

El joven se la quedó mirando.

-No lo sé- contestó intrigado el joven- me ha venido a la cabeza, es como si alguien me la hubiera cantado a mi.

No supieron donde ni de quien aprendió esa nana, no supieron que Akane se la cantaba al joven por las noches, cuando acababan de hacer el amor… cuando Akane estaba viva. Fue de su prometida de quien aprendió esa canción, Ranma aprendió esa canción que el amor de su vida le cantaba mientras él caía en el mundo de los sueños.

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Habían pasado los años, y el matrimonio de Ranma y Kasumi era muy feliz. El joven Saotome no había olvidado a su marimacho, y cada aniversario de su muerte acudía al cementerio con su familia.

Era un día triste para todos, sobretodo para el joven Saotome, que oraba y lloraba delante el lápida de su difunta esposa.

-Hola marimacho, ya hace diez años desde que te fuiste. Me dejaste muy triste, pero Kasumi me ha ayudado estos años a salir del bache. Se que estarás celosa, pero también sé que tú hubieras querido que yo volviera a buscar a alguien. Y tu hermana es la mejor elección, sé que estarás contenta, y celosa- el chico sonrió- como sabes tenemos dos hijos. Akemi es la mayor, y Akira el menor. Son amables como su madre y orgullosos como su mejor tía, tú. Están siempre peleándose, como tú y yo.

El chico siguió hablando.

-Mami, ¿Con quien habla papi?- preguntó Akemi, había heredado la curiosidad de su tía Nabiki, enfermedad que Ranma, Kasumi y Nodoka se habían propuesto erradicar.

Kasumi miró a su hija, cada año le hacía la misma pregunta.

-Es tu tía. Tu tía Akane.

-¿Y donde está? Yo quiero verla- pidió la niña.

Kasumi no supo que responderle.

-Tu tía Akane se fue, se fue muy lejos. Y no puede volver nunca más.

-¡Pues llamarla y que vuelva!- Akemi se estaba enfadando, quería ver a su tía y no atendía a razones.

-No podemos llamarla- Akemi trago saliva, su padre era muy riguroso, la niña sabía que no debía llevarle la contraria.

-Pero yo quiero ver y conocer a mi tía Akane…- Su padre le cerró la boca poniéndole un dedo.

-Yo también quiero verla, la quiero ver desde hace diez años- Ranma la miró con tristeza, pero al sitio donde fue tu tía no se puede volver.

-¡Pues vez a buscarla y tráela!, ¡Yo quiero conócela!-exigió la niña.

-Si hubiese una forma de traerla ya estaría aquí- dijo Ranma- ya hubiese ido a buscarla.

La niña era tozuda, como su padre, como su difunta tía.

-¿ Estás muerta?, ¿Por qué no los dice?- chilló la niña.

-¡Si está muerta!, ¡ Y fue por mi culpa!, tu tía murió por que yo la quería-gritó Ranma y se puso a llorar, y abrazó a la niña- yo quería a tu tía y unas mujeres malas me la quitaron y me dejaron solo.

-Pero mamá te encontró y te curó.

-Si, tu madre me curó, pero sigo queriendo a tu tía.

-¿Y a mamá y a mi no?.

-También os quiero a vosotras.

-¿A quien quieres más a la tía Akane o a mamá y a mi?

-¡Akemi!- Kasumi la miró seria- eso no se pregunta.

Ranma cerró los ojos, tarde o temprano le debían contar su historia a sus hijos, pero aún era pronto, debían pasar algunos años más, sus hijos eran muy jóvenes, y Kasumi estaba embarazada, y de gemelos. Por otra parte la herida dejada por el asesinato de Akane aún sangraba, y lo haría toda vida.

-Akemi, yo quería mucho a Akane, fue mi novia y me casé con ella, unas brujas me la quitaron y la mandaron donde yo no pude rescatarla. Yo hice que esas brujas, fueran castigadas. Cuando seas mayor, cuando seáis mayores tú y tus hermanos os contaré todo, aún sois muy jóvenes.

La niña miró a su padre sin comprender.

-Pero yo quiero saber la verdad. Quiero ver a mi tía Akane.

-Tu tía Nabiki tiene video de Akane, y me ha dicho que nos lo dejará, y que lo hará gratis.

-Eres tonto papi, tía Nabiki no deja nada gratis.

-Esta vez es diferente, si no nos deja lo videos os contaré como tu tía Akane y yo la dejamos desnuda en el Furinkan.

-No puede demostrar que eso ocurriese- Nabiki no se dejaría chantajear, Ranma no tenía capacidades para hacerlo- no tienes pruebas de eso.

-¿De verdad que no recuerdas?- la pregunta de Ranma fue irónica-te hicimos fotos, aún las tengo. - miró a su cuñada- era invierno, había nevado, tiritabas de frío. Recuerdo que días después cogiste un buen resfriado - miró a su hija-¿ quieres ver a tu tía Nabiki desnuda?

-¡Si!- contestó la niña alegre.

-¡Nooo!- fue la respuesta de Nabiki.

-¿Nos dejarás los video de tu hermana?- preguntó Ranma, sonriendo con sarcasmo.

-No, nunca, te la puedo vender, pero no te las prestaré gratis.

-¡Pues cuanto llegaremos al dojo veremos fotos de Nabiki desnuda gratis, y cuando te lanzamos al río, y cuando te llenamos de barro, y cuando…

-Vale, te dejaré esos videos- lo cortó la mujer, se dio cuenta que Ranma había aprendido de ella, pero me los tendrás que devolver.

Ranma la miró y sonrió.

-Me los cederás de forma indefinida- la mujer fue a protestar- ¿o quieres ver fotos de cuando Akane y yo te metimos en el congelador de la escuela?.

Nabiki no tuvo más remedio que claudicar y dar los videos.

Ya en el dojo, en lugar de entrenar, Ranma contó a sus hijos algunas de las aventuras que vivió con Akane, las más inocentes, en esas historias no metió a las tres brujas que mataron a su pareja.

-Tú y tía Akane viviste muchas aventuras, yo también quiero tener muchas aventuras como vosotros- la niña estaba emocionada, le gustó lo que vivió su padre de adolescente .

-¡Os lo prohíbo!, ¡nada de aventuras!, nada de relacionados ni con brujas, tampoco con brujos.-Los dos niños lo miraron asustados. – es lo mejor, tener una vida tranquila y sin ningún tontos que os moleste.

La tarde siguió tranquila y sin sobresaltos, desde que desaparecieron esas tres ya no había problemas, los tres chicos se alejaron de Ranma, después de la muerte de Akane, ese joven se volvió muy violento y sus golpes muy fuertes. Nunca intentaron vengarse de él por lo que hizo a las presuntas prometidas.

Ya era de noche, los niños dormían y Ranma estaba limpiando y poniendo flores en el altar de Akane, cuando Kasumi le trajo una taza de té.

Ranma la cogió y bebió. Se quedó mirando a la chica, Kasumi delante de la familia era amable, simpática, y sonriente, sólo el conocía el verdadero carácter de la chica, la mujer en que se convertía cuando estaban a solas.

-¿Cómo estás Ranma?- y abrazó por detrás a su marido.

-Bien- se encogió de hombros-¿ a quien quiero engañar?, a ti no, me conoces mucho. No estoy bien. Ya hace diez años que murió Akane, parece que fue ayer, aún recuerdo el último sitio donde fuimos, nuestra última cita. Lo pasábamos tan bien juntos. Hoy les he contado a nuestros hijos tantas cosas, tantos recuerdos.. siguen doliendo- se abrazó a Kasumi- aunque tú has curado el dolor, la cicatriz aun esta aquí- se señaló el corazón- Kasumi para mi has sido una bendición, me salvaste de mi mismo. Siempre has sido un ángel y siempre lo serás.

-Sabes que durante años mantenía la fachada de niña buena, sabes que esa sonrisa perene mía es una máscara. Tú eres el único que me conoces. – suspiró- durante años deseé un hombre, alguien que me rescatase de mi vida de ama de casa- se rió- creí que los hombres más jóvenes que yo eran aburridos, pero tú me hiciste cambiar, vi como hacía feliz a mi hermana, como dabas diversión a su vida. La envidié y deseé estar en su lugar. Cuando me casaron contigo tú seguías pensando que Akane volvería y te cerraste al mundo. Yo fracase en hacerte feliz, y cuando estaba a punto de denunciar, viniste a mi. Para mi fue un sueño hecho realidad. Desde ese momento me has hecho feliz. Sé que sigues amando a Akane, pero sé que a mi también.

Ranma la miró y rió.

-Tengo ganas de ducharme- se levantó de suelo, tendió su mano a Kasumi- y me gustaría que mi esposa se bañara conmigo.

Kasumi se levantó y cogidos de la mano fueron al baño.

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Fin


Notas del autor:

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Hola:

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Quien ha leído mis historias sabe que siempre he tenido un gusto de Ranma x Kasumi. Es la única relación que veo si no existiera Akane. He hecho una Kasumi más liberada que en el manga, tanto en este como en el anime es demasiado pura, como si sólo sirviese para cuidar de la familia. En otras historias mías, la opinión de Ranma y Akane era que debía librarse de las ataduras de la familia y buscar alguien que la amase.

He creado a un Gemma y un Soun más machistas, autoritarios que en el anime. Oprimían a su familia para satisfacer su deseo de tener un heredero, sin importarles que nadie estuviese de acuerdo.

¿He matado a Akane para casar a Ranma y Kasumi? Si, no lo voy a negar. Para justificarme diré que también he matado y encerrado en el psiquiátrico a las otras tres prometidas, para casar a Ranma con Akane.

¿Un Ranma x Nabiki?, la hermana mediana de Akane es pérfida, una arpía, no me cae bien. A Nabiki la he casado con Ryoga y con Kuno, y a Kasumi con Mousse, este último es mi pareja preferida para Kasumi.

Gracias a quien ha leído esta historia.