Hinata despertó en mitad de la noche gritando que los Saps venían por su carne. Lo hizo al menos unas cinco veces, y a él le costó mucho tiempo tranquilizarla. Después de la segunda vez, Naruto aprendió a identificar los síntomas previos; su pequeño cuerpo se apretaba contra el suyo y empezaba a sudar excesivamente, los latidos de su corazón se aceleraban a tal punto que llegó a pensar que ella moriría en medio de esa penumbra mental que la rodeaba. Después de eso, venían los gritos y el llanto.
Naruto maldijo en silencio y juró destruir el planeta Saporima de una vez por todas. Antes los odiaba solo por la naturaleza de los Saps de destruir cada ecosistema habitable que encontraban, no lo tomaba como algo personal porque los Saps nunca habían estado cerca del Valhalla. Las batallas entre los Viks y los Saps siempre ocurrían en el espacio o en planetas que aún se podían salvar, pero ahora, con el cuerpo de Hinata empapado de miedo envuelto a su alrededor, tomó una decisión; no descansaría hasta destruirlos a todos. Destruiría cada rastro del planeta Saporima, quemaría y derrumbaría sus cimientos. Empezando por ese tal comandante TOOTSK. Hinata lo había nombrado varias veces, como si su recuerdo la persiguiera. En algún punto Naruto tuvo que zarandearla por los hombros para que reaccionara.
-Los mataré a todos- juró, apretándola contra su cuerpo. Miró hacia la ventana sin sorprenderse del hecho de que estuviera amaneciendo. Se sentía un poco cansado, pero eso era lo de menos. Hinata no había dormido lo suficiente y necesitaba descansar antes de que sus nuevas manos fueran implantadas. Su pequeño cuerpo ya había pasado por mucho estrés. - ¿Hinata? - le acarició la espalda desnuda, - ya amaneció- Ella se removió un poco, pero no despertó. Naruto tenía miedo de abandonarla y que sufriera un nuevo ataque estando lejos de su alcance. -Tengo que cocinar para ti, pero no quiero dejarte sola - reconoció, aunque sabía que probablemente ella estaba muy cansada para oírlo -te llevaré hasta la sala de entretenimiento para que descanses sobre mis pieles mientras preparo tu alimento—. Naruto era consciente de que no necesitaba su autorización, él hacía lo que quería casi siempre, sin embargo, con Hinata era diferente. -Aquí vamos – se puso de pie lentamente, maniobrando con mucho cuidado el cuerpo inconsciente de su compañera. Hinata se quejó un poco en el proceso antes de, finalmente, envolver sus brazos y piernas alrededor de su cuerpo. Caminó con ella hasta el primer nivel, miró su silla de descanso y la recostó suavemente, envolviéndola entre las pieles más suaves y finas que poseía. -Þik hefja- susurró sobre sus labios antes de levantarse. Jamás le haría nada estando ella inconsciente, ni siquiera cuando la dureza de su polla amenazaba con romper la tela con la que era cubierta. -Comunícame con Tsunade- ordenó a su void a la vez que sacaba todos los ingredientes necesarios para alimentar correctamente a su hembra.
- ¿Diga? - Respondió casi de inmediato.
-Tsunade - Saludó primero, empezando a cortar - ¿Pasaste una buena noche? -
-Claro que sí - La voz de Dan no sorprendió a Naruto. Una sonrisa se formó en su rostro, después de tanto tiempo, Tsunade merecía ser feliz - ¿Cómo va tu compañera? - La sonrisa en su rostro se agrandó y, sin querer evitarlo, sus ojos se desviaron hasta la figura femenina que dormía plácidamente.
- Aun duerme - Un poco de su buen humor se disipó. - Su sueño se vio perturbado durante la noche - Soltó un pequeño gruñido. - Dan, sé que es tu terreno, pero...
- Está bien Naruto - Aceptó de inmediato. - Iré con las niñas - Naruto oyó unos labios uniéndose antes de que los pasos de Dan se alejaran y se lo agradeció mentalmente; la situación de Hinata solo le correspondía saberla a él y a Tsunade. Nadie más.
- ¿Fue tan mala? -
- Fue peor de lo que te puedes imaginar - encendió unos cuantos leños antes de colocar la vasija de cocción sobre una pequeña parrilla. Uno a uno fue agregándolos, primero los vegetales verdes y luego un poco de Bif que él mismo había cazado. - Se despertó durante la noche gritando, tuve que tranquilizarla, pero su mente parecía estar en otro lugar - Tsunade soltó un suspiro. - Sé que me advertiste lo que podría pasar, aun así... vivirlo fue una pesadilla - Empezó a revolver. - Si yo lo pasé mal no quiero ni pensar en cómo pudo ser para ella - Aunque ahora permanecía dormida profundamente, su rostro mostraba signos de cansancio. - ¿Cuánto tiempo tardará en estar bien?
- ¿Honestamente? No lo sé, Naruto. Han jugado con ella desde que era una cría. El veneno que le inyectaban solo calmaba el dolor en su cabeza cuando llegaba a niveles que podrían suponer un peligro para el cargamento. Los nanobots en su sistema trabajan al máximo ritmo. Su cuerpo tardará un poco en recuperarse, pero su mente es lo que más me preocupa - Naruto maldijo-. Lo que le hicieron es macabro. Dejaron su conciencia ahí, hubiera sido mejor... - Tsunade no se atrevió a decirlo. Nadie en su sano juicio provocaría la ira de Naruto, mucho menos en el estado que estaba. - Sé que es imposible, y tal vez sea un atrevimiento de mi parte preguntar, pero...
- Tienes razón, Tsunade. No te atrevas a preguntarlo - El cuerpo de Naruto se crispó -. Jamás tocaría a otra hembra, lo supe en cuanto la vi - Naruto tomó varias bocanadas de aire. Pensar en otra hembra le producía náuseas -. Hinata es mi todo, si tengo que esperar para montarla lo voy a hacer. Llevo toda una vida esperando por ella, unas cuantas semanas no me matarán - Revolvió la comida -. ¿Ya están listas? - Decidió cambiar de tema por uno menos tenso.
- Sí - Una parte de la presión sobre sus hombros se liberó. Esa pequeña respuesta significó la vida para él -. Los del laboratorio tardaron toda la noche, pero lo consiguieron - Su voz sonó un poco cansada -. Iré inmediatamente a tu terreno. Creo que lo mejor es hacer el implante en la bahía médica de Kyubi, así no tendré que sanar a ningún macho solo porque se cruza por tu camino.
- Ven al atardecer, quiero alimentarla primero.
- Está bien, pero... ¿Naruto? Necesitas saber algo: Hinata era alimentada por medio de un tubo que conectaba una parte del tracto digestivo a, lo que supongo, era la silla de piloto de su nave - Su cuerpo se puso tenso. ¿Cuánto más habían experimentado con ella? - Los resultados que arrojaron los nanobots demuestran que la única sustancia en su cuerpo que se podría calificar como alimento era una pasta blanca e insípida que, más que alimentarla, engañaba todo su organismo para que funcionaran con mucho menos de lo necesario - La mujer al otro lado de la línea tragó saliva. - El tubo fue retirado sin muchas complicaciones, lo único que creo que será un problema es que tendrás que enseñarle a masticar y tragar - Naruto contó mentalmente hasta diez; justo en ese instante, lo único que le impedía iniciar un bombardeo masivo al planeta Saporima era el hecho de tener a Hinata durmiendo pacíficamente sobre sus pieles- y, posteriormente, debes enseñarle cómo aliviar sus necesidades fisiológicas.
- ¿Algún alimento que deba evitar? -
- No, su cuerpo debe estar listo para asimilar cualquier tipo de comida que quieras ofrecerle; tampoco debería haber inconvenientes por la cantidad de comida. Haz que se alimente, pero sin hacerla sentir abrumada. Si dice que no desea comer más, no le des más ¿Está claro? -
- Está bien, nos veremos en la tarde. Descansa un poco, preséntale mis saludos a Dan y a las gemelas - Naruto sonrió tras recordar a las jóvenes guerreras de cabello plateado que amenazaban con destruir todo el planeta con cada una de sus travesuras.
- ¡Naruto, espera! Olvidé decirte una cosa - Naruto la oyó tragando saliva. - Sé que suena contradictorio con lo que te dije antes, pero, a estas alturas, Hinata correrá un riesgo extra si esperas hasta que su cuerpo sane por completo - Ella dudó varios segundos antes de continuar. - Mi punto es que... deberías tomarla antes de que tu esperma esté totalmente maduro, de lo contrario, estarás demasiado fuera de ti cuando lo hagas y podrías lastimarla. Dudo mucho que un macho la hubiera probado antes... - Eso definitivamente causó un espasmo en su polla; hasta el momento, los antiguos amantes de Hinata lo tenían sin ningún tipo de cuidado. Su ego era lo suficientemente grande como para reconocer que sería el mejor amante que ella pudiera llegar a encontrar, pero saber que iba a ser el primero...
- El cuerpo de Hinata presenta un tejido en su aparato reproductor que no sirve para nada, pero que, me imagino, es la prueba de que todavía está sin probar. Al momento de la penetración, quizás le duela y sangre un poco, por eso deberías hacerlo antes de... -
- ¿Entrar en celo? - Pronunció las palabras que le resultaban difíciles.
- Sí - Tsunade se aclaró la garganta. - Tu celo iniciará en menos de un ciclo. Móntala pronto; de esa manera, tu parte más primitiva se calmará y ella terminará el ciclo de calor ilesa, cargada con tu descendencia, pero totalmente ilesa – Ahora fue su turno de tragar saliva; imaginar a Hinata redonda por su semilla casi lo puso de rodillas. - Trabajaremos en cómo sobrellevar el embarazo cuando suceda, mientras tanto...
- Debiste guardarte esa información - Refunfuñó entre dientes. - Envíale saludos a tu familia de mi parte - Cortó la comunicación, tomó una bocanada de aire antes de terminar de cocinar. Una vez estuvo todo en su punto, le sirvió un enorme cuenco de estofado que, estaba seguro, le iba a encantar. - ¿Hinata? - Caminó hasta ella y le sacudió suavemente los hombros. - Tienes que despertar.
- Hmmm - Hinata estiró su cuerpo y después levantó la cabeza con cierta dificultad antes de dejarla caer otra vez; sus ojos perlados ni siquiera consiguieron abrirse - ¿Naruto? - Murmuró.
- Sí, soy yo - Respondió emocionado - Preparé comida deliciosa para ti.
- ¿Comida? - Hinata se despertó de inmediato - ¿Tienes comida para mí? - Naruto sintió un poco de lástima al oír el anhelo en su voz - ¿Comida de verdad?
- Sí, sí y sí - Antes de darle tiempo a reaccionar, la tomó en brazos y caminó con ella hasta dejarla sobre la encimera - Te alimentaré hasta que tus manos sean implantadas - Una mueca de algo parecido al miedo iluminó el rostro de Hinata - No tienes que temer nada, Ástminn - La abrazó contra su cuerpo - Hablaremos después de que te alimente, yo te enseñaré todo - prometió.
Naruto jamás imaginó que la simple tarea de alimentar a alguien pudiera ser tan gratificante. Hinata comió todo y repitió medio cuenco después. Los primeros intentos de tragar la habían puesto nerviosa, pero logró hacerlo tras varios minutos sin ninguna dificultad. Ahora bebía hiel recién extraída a la vez que hacía pequeños ruidos de satisfacción.
- ¿Quieres más? - Preguntó cuando terminó de beber.
- Mi estómago se siente lleno - Respondió tímidamente - No creo que pueda - Naruto sonrió orgulloso. Esa parte suya, más primitiva que cualquier otra cosa, se sentía poderosa al suplir todas las necesidades que su hembra requería - Gracias.
- No tienes que agradecerme - Naruto recogió los platos y los puso en la máquina de limpieza - Que mi Ástminn esté satisfecha es la mejor de las recompensas.
- ¿Tu... Ástminn? - Esa palabra no fue traducida por el nuevo implante de su oído - ¿Qué significa? - Los pómulos de Naruto se pusieron un poco colorados.
- Te lo diré después... - Carraspeó un poco antes de darse la vuelta y organizar todos los utensilios de cocina que había ensuciado - ¿Cómo te sientes?
- Bien, un poco... no sé cómo describirlo, pero creo que es algo bueno - Hinata sonrió inconscientemente. El rubio se giró y la tomó en brazos otra vez - ¿Naruto?
- Te llevaré a la sala de entretenimiento mientras preparo un baño para ti - La puso suavemente donde había dormido antes, una especie de sillón gigante cubierto de pieles suaves y cálidas - Espérame un momento, no tardaré - Le dio un beso en la frente antes de salir por una puerta que se cerró automáticamente.
Hinata observó la habitación distraídamente. Todavía parecía todo muy irreal. La penumbra que siempre estaba en su cabeza ya no existía. Ahora era libre de tener cualquier pensamiento sin temor a sufrir un dolor indescriptible. Se sentía... bien. Ni siquiera el hecho de tener unos implantes tras sufrir la pérdida de sus extremidades superiores la perturbaba. El futuro, aunque todavía era muy incierto, parecía menos tenebroso de lo que esperaba una vez hubiera aterrizado en el planeta Saporima. Aun desconocía las verdaderas intenciones del enorme macho Viks que la estaba tratando como si se fuera a romper en cualquier momento, pero, por algún extraño motivo, sentía que era el único ser en el que podía confiar plenamente, sin temor a ser traicionada. En ese punto, si Naruto le pedía su cuerpo a cambio de protección, comida y seguridad, ella estaba dispuesta a dárselo. Había oído rumores de hembras que intercambiaban su cuerpo a cambio de algo. Ella se sentía preparada para hacerlo, aunque eso significara un poco de dolor y sufrimiento. Los Saps habían inculcado en su cerebro diferentes imágenes de métodos de apareamiento, y todas le resultaron repulsivas. En muchas de ellas, era el macho quien iniciaba el encuentro, estuviera la hembra dispuesta o no. Y lo que sucedía a continuación era... brutal.
- ¿Hinata? - La voz grave de Naruto la sacó de sus pensamientos, rápidamente la tomó en brazos y empezó a caminar - Te encantará la habitación de lavado - Le pasó los brazos por los hombros. Naruto había reaparecido con una capa gruesa de ropa y una manta que mantenía "ocultos" los cuernos que se asomaban por su cráneo - Sé que tienes muchas dudas, pero es necesario tomar una ducha primero. Todavía soy capaz de oler el miedo en ti y eso me está enloqueciendo.
- ¿Miedo? -
- Sí... me está estimulando - Llegaron a un cuarto increíblemente grande donde todo parecía natural, hasta la pequeña cascada que salía de una de las paredes y caía en una laguna artificial que ocupaba la mitad de la habitación - ¿Te gusta? Porque si no es así, podemos cambiar lo que quieras.
- Es hermoso - En realidad lo era.
- Te quitaré la prenda que tienes puesta sin mirar y te dejaré sola para que laves tu cuerpo. Luego de eso, hablaremos. El agua que cae de allí limpiará tu piel y cabello. Solo tienes que pararte allí el tiempo que quieras y masajearlo con tus... oh Voks... perdona - Naruto parecía nervioso - En ocasiones puedo llegar a ser muy torpe - La depositó suavemente en el suelo.
- Está bien - Hinata miró el lugar donde deberían estar sus manos - Creo que es un pequeño precio por estar en este paraíso.
- Eso no es... - Rápidamente maniobró fuera la única prenda del cuerpo de Hinata, evitando a toda costa mirar otra parte diferente a su rostro - Llámame cuando termines, disfruta el tiempo que quieras.
-Espera... - Naruto se maldijo mentalmente. Su vara nunca había estado tan dura como ahora. Era una tortura estar cerca de la pequeña humana, olerla constantemente y no poder estar enterrado en ella hasta las bolas. Cada fibra de su cuerpo le exigía montarla hasta perder la cordura; eso era una clara señal de que su calor estaba más cerca de lo que Tsunade creía. Necesitaba hablar con ella, explicarle un poco cómo funcionaba su especie y luego... tomarla hasta el cansancio - ¿Naruto? - La tenue voz de Hinata era como un afrodisíaco para él- L-Lamento molestar, p-pero... ¿p-puedes ayudarme c-con t-todo? - Naruto quería golpearse la cabeza contra la pared. ¿Cómo lo había olvidado? Ella necesitaba de su ayuda - R-Rara vez los S-Saps nos permitían tomar una d-ducha; yo no... - Él respiró profundamente, iba a hacer acopio de todo su autocontrol para no follarla como una bestia en el piso de la habitación de lavado - P-Perdón por ser una m-molestia.
- ¡No! - Gritó un poco más fuerte de lo que quería. Hinata se encogió sobre sí misma y él quiso clavarse sus propios cuernos en el pecho - No, no me temas. Jamás te lastimaré de nuevo - La abrazó apretándola contra su cuerpo - Hinata, hace rato me preguntaste el significado de Ástminn -Susurró - Creo que en tu idioma natal significa "mi amor" - Ella soltó una pequeña exclamación - Eso eres para mí, bruja. Eres mi Ástminn, mi amor, mi otra mitad. Es difícil en estos momentos explicarte cómo funciona el Valhalla, pero trataré de enseñarte lo esencial ¿Quieres oírlo, Hinata? ¿Quieres conocer un poco cómo funciona la raza a la que pertenece tu macho? - Aguantó la respiración hasta que ella asintió - Somos guerreros de sangre caliente, vivimos por y para pelear. Bullimos por dentro cada vez que una lucha se aproxima y nos entregamos siempre a su llamado. También tenemos la horrible costumbre de reclamar premios; cada cosa que ves en mi terreno perteneció a uno de mis enemigos muertos en batallas, son trofeos de guerra - Hizo una pausa - Tenía unas cuantas cosas producto de peleas con los Saps, pero las destruí mientras Tsunade te curaba. He luchado infinidad de veces en muchos planetas y nunca he perdido – Se humedeció los labios – Peleamos en cada oportunidad que tenemos, anhelamos blandir una espada más que cualquier otra cosa – Hizo una breve pausa – O es así hasta que encontramos a ese ser…
- ¿Ser? – Preguntó con un pequeño hilo de voz.
- Para cada Viks es diferente, porque solo tenemos un compañero de vida. Los libros sagrados lo denominan Andlitsvinur, pero creo que, en tu idioma, eso significa "alma gemela" – Ella gimió bajito – Las escrituras dicen que existe un solo Andlitsvinur para cada guerrero – La separó de su cuerpo para mirarla a los ojos directamente – y tú eres el mío.
- ¿Qué? –
- Solo con mirarte mis cuernos cobraron vida, están tan duros que siento como palpitan cada vez que estoy cerca de ti – La abrazó contra su cuerpo sin poder resistirse ni un segundo más en tenerla lejos – Eso eres para mí, eres mi alma gemela. Te mantendré a mi lado hasta que mi corazón deje de latir, te daré todo lo que me pidas, te cuidaré, te amaré y te daré una familia tan grande como las estrellas del firmamento – Para reafirmar lo dicho anteriormente le presionó el abdomen plano con la palma de la mano – Ahorita quiero salir corriendo porque en lo único en lo que puedo pensar es en tomarte de todas las formas posibles, quiero arrancar cada trozo de tela de tu cuerpo y hacerte mía – El ronco sonido de su voz envió un escalofrío por toda la espalda – Y sé que lo último que necesitas es precisamente eso – Una protesta se quedó congelada en los labios de Hinata cuando Naruto la soltó como si quemara – Tu cuerpo está débil, lo que los SAPS te hicieron es una atrocidad y, aunque poseemos la tecnología necesaria para restaurar cada parte de ti, tomará algo de tiempo recuperarte totalmente – Le tomó el rostro con una mano para mirarla directamente a los ojos – Llámame cuando te sientas satisfecha, toma todo el tiempo del mundo que necesites para sentirte bien – Y se fue de allí, dando pasos agigantados, dejándola sola una vez más –
Naruto corrió a la planta de abajo como si su vida dependiera de ello. Hinata reaccionaba a su toque como ninguna otra hembra lo había hecho. Recordar cómo se estremecía entre sus brazos lo ponía tan cachondo que sentía como líquido transparente se filtraba por su ropa interior. Incluso sus colmillos superiores sobresalían más de lo normal, listos para ser enterrados en la parte blanda del hombro femenino. Minato, su padre, le había explicado los síntomas que podría presentar al momento de descubrir su otra mitad. No podía negar que los tenía todos. Por eso Kurama le había permitido pasar por debajo y por eso ni siquiera había sido capaz de desintegrar su nave en las muchas oportunidades que tuvo.
-Maldición – Con desespero sobó la parte interna de sus muslos. El único lugar que aún le producía cierto placer – J-Joder – Sabía que su semilla no iba a salir, su cuerpo ahora funcionaba por y para ella. La única forma en la que encontraría la liberación sería en el interior de Hinata, por lo que intentar eyacular de otra manera solo le produciría dolor –
- ¿N-Naruto? – La tenue voz de su compañera lo puso de rodillas, creyó que estaba alucinando, porque solo llevaba menos de cinco minutos en el cuarto de aseo, pero un segundo llamado confirmó que realmente se trataba de ella – Y-Ya t-termine… c-creo –
-E-Está bien – Se aclaró la garganta poniéndose de pie – Todavía no he encargado cubiertas para ti, lo olvidé. Por eso tendrás que vestir mis prendas mientras tanto. Puedes salir de la habitación y caminar hacia el ala izquierda, en la segunda puerta encontrarás con qué cubrirte –
-N-No q-quiero incomodarte, y-yo… – Naruto sabía que ella tenía muchas dudas, que debía sentirse atemorizada, pero ahora lo único que podía hacer para mantenerla a salvo era conservar la distancia – l-lo lamento, n-no sé qué decir –
-No tienes que decir nada – Su voz sonó un poco más brusca de lo que quería – Solo ve a la habitación –
-…- Ella no respondió, pero Naruto casi que podía oír su errática respiración por medio del intercomunicador – N-No s-sé cómo salir –
- Maldición – El rubio cerró los ojos al notar que lo había dicho en voz alta –
-Quería saber cómo s-se sentiría p-pero– La comunicación quedó muerta unos segundos hasta que el Viks notó algo que lo paralizó por completo… eso era… ¿Acaso ella estaba? ¡Imposible! Un simple chapoteo bastó para que todo su cuerpo se pusiera en alerta; sus piernas se movieron por inercia, intensificándose con cada paso que daba. Abrió la puerta de un solo empujón y su alma lo abandono parcialmente cuando la encontró sumergida en el lago artificial, con su rostro hacia arriba intentando respirar. Corrió hasta ella y poco o nada le importo saltar sobre el agua para rescatarla.
-o-o-o-o-o
Hinata supo que era una muy mala idea intentar meterse en la enorme cuenca artificial en cuanto sus pies a penas si tocaron el fondo de esta. Intento convencerse de que tal vez el macho Viks se enojaría con ella por contaminar el agua que parecía emanar naturalmente del suelo, pero la visión del lago fue tan provocativa que no dudo un segundo en saltar para disfrutar por primera vez la sensación de nadar libremente en aguas limpias. Aquello fue un error, principalmente porque su falta de manos le impedían aletear correctamente y porque los implantes en su cerebro que le indicaban como nadar ya no estaban allí. Estaba intentando pedirle ayuda a Naruto, sin parecer una total inútil y mantener la calma mientras se las ingeniaba para poder salir por su cuenta, cuando el enorme cuerpo de este cruzo la puerta y salto junto a ella haciéndole perder el equilibrio. Todo fue un caos a partir de eso, su cuerpo fue maniobrado rápidamente por el macho y, la siguiente vez que fue plenamente consciente de su entorno, el Viks estaba ingresando oxigeno por medio de su boca mientras presionaba arrítmicamente su pecho.
- Resiste, vamos, resiste – Repetía en cada pausa mientras hacia las contracciones hoscamente. Hinata no podía respirar y no era precisamente porque hubiera liquido en sus pulmones, sino por el hecho de que Naruto la dejaba sin respiración cada vez que presionaba el lugar incorrecto con sus enormes -y algo torpes- manos, por lo que espero a que él uniera sus labios antes de morderlo fuertemente – ¡Auch! ¿¡Que demo?! –
-P-Para – Pidió como pudo, tratando por todos los medios de levantarse – Me v-vas a romper algo – El ceño de Naruto se frunció un poco antes de relajarse y estrecharla contra su cuerpo. Hinata todavía no estaba familiarizada con esas muestras de afecto, por lo que tardo unos segundos en corresponderle de la misma manera –
- ¡¿Acaso te volviste loca?!– Naruto sabía que su comportamiento era irracional, pero ver como se hundía en las aguas de su estanque favorito casi lo hace perder la cordura – ¿Por qué te metiste si no sabias nadar? ¿Acaso quieres morir matándome a mí en el proceso? – Naruto la sacudió de los hombros suavemente. El rostro de Hinata se oscureció de temor por un instante; Naruto estuvo a punto de arrancarse un cuerno para enterrárselo él mismo en el pecho, sin embargo, la expresión de su compañera se cambió totalmente mientras sus bellas facciones se pintaban de un tono carmín –
- ¡Se nadar tan bien como se pilotear! – Hinata intento levantarse negándose a recibir cualquier tipo de ayuda; al momento de conseguirlo se puso de rodillas e hizo lo que ninguna criatura viva se había atrevido a hacer; lo encaro – ¡Soy una excelente nadadora! ¡Lo que sucede es que destruí mis malditas manos intentando entrar a este planeta! – Naruto nunca había visto una hembra tan enojada-su madre no contaba-, ya que, generalmente, siempre estaba rodeado de hembras dispuestas a complacer hasta el más mínimo de sus caprichos. Eso lo puso en… ambiente –
- ¡Ja! Si nadas como piloteas cargueros espaciales, entonces hice bien en salvarte antes de que te hundieras – La pequeña boca de Hinata se abrió llena de indignación y el aprovecho para unir sus labios a los de ella. Dioses como había extrañado su sabor. La estrecho entre sus brazos queriendo fusionarse con ella. Hinata correspondía tímidamente a sus caricias, pero pasados unos segundos, se volvió osada y fue ella misma quien busco el contacto con su lengua, eso hizo que su polla se estremeciera atrapada entre sus cuerpos – ¿Tienes idea de lo que pasará ahora si no nos detenemos? – Se separó unos centímetros de ella antes de ponerse de pie. Hinata lo miró con los ojos muy abiertos, todo en el parecía haber sido esculpido por los dioses. Desde la punta de sus cuernos hasta la punta de… ¡Todo en Naruto era grande! – Ven aquí – La tomó en brazos, de nuevo, y juntos salieron de la habitación – Voy a tomarte, antes que nada, si no lo hago ahora creo que moriré –
- ¿T-Tomarme? – Vio como tragaba saliva – ¿a qué te refieres? – Una sonrisa arrogante se asomó en las facciones masculinas de Naruto – ¿Acaso estas pensando en…? – Sintió como su rostro se calentaba – ¡P-Pero eres enorme! –
-No debiste decir eso – La voz del Viks se torno tan ronca como el gruñido de un animal – Te voy a follar tantas veces que pondré a mi hijo en tu útero –
Okey, sé que estarán pensado: ¿Pero esta mujer loca no estaba haciendo una adaptación? Efectivamente, pero como ya dije anteriormente, estoy esperando no tener ningún problema porque ya me borraron una cuenta por hacer algo parecido. Estoy dándole un poco de tiempo mientras adapto los demás capítulos antes de publicarlos porque no quiero perder otra cuenta XD. Mientras tanto, me llegó la inspiración de golpe y escribí este capitulo que esta como el pit* de mi ex "cortito pero sabroso"
Gracias por todo el apoyo, por sus comentarios y buenos deseos. Los aprecio mucho.
