Lo cierto es que no estaba muy segura sobre cómo seguir con esta historia, ni tampoco en qué punto debía o deba terminarla, así que le había estado sacando la vuelta... ¿sugerencias? Por otro lado he estado teniendo muchos problemas de salud y eso me reduce/altera mis tiempos de escritura... sniff...

Gracias a Murderleo38 por darme un norte =)

Agradecimientos especiales a Natsumivat, Tomatito, Inverse L. Reena, que son lectoras constantes =)

Y tmb a todos los lectores que han dejado un review stilent, sandy844, w4k0, Cebes52, DreamedSilverWings, Maria Espinosa, Tokha chan, MoonHarker, RukiaMoon14, Erciel, kleinegirl87, Ishy-24, Vatsiaiana, KattytoNebel.

Esta historia es posible gracias a todos ustedes =)

Disclaimer: Miss americana pertenece a una de las mejores story teller de este siglo, Taylor Swift.


CAPÍTULO 9

Oficialmente un adolescente.

Tres años habían pasado en un parpadeo.

Rukia apenas y podía creer que había pasado tanto tiempo sin verse. ¿Seguiría igual que la última vez que lo vio? Se preguntaba. Aquello era un absurdo, sin duda, pero no podía evitar preguntarse e imaginar las distintas posibilidades.

...

It's been a long time coming, but...

...

-¡Rukia! ¡Vas a llegar tarde!

La pelinegra se deja caer nuevamente en la cama entonces. Había estado sentada mirando el paisaje tras de su ventana, en un pequeño intento de prolongar lo inevitable. No quería tener que salir de la cama, al menos no ese día, y probablemente tampoco el siguiente, ni el siguiente a ése. Tal vez por el resto de la semana, y si se extendía a un mes pues ni qué hacerle.

-¡Rukia! -Volvió a insistir la voz.

Se desesperó.

-¡Ya voy! ¡Ya voy! -Gruñó la morena, levantándose en el acto.

Rukia suspiró molesta. Sentándose a la cama y con el puchero en los labios, desvió la mirada y sus ojos cayeron sobre el calendario en la pared. El 15 de julio estaba a tan sólo dos días de distancia.

El corazón se le oprimió en el pecho.

¿De verdad hacía tanto tiempo?

-¡Rukia!

La vena le saltó en la frente.

-¡Ya voy Rangiku! ¡No tienes que ser tan pesada!

Hacía tres años que había comenzado la escuela de actuación tras que la descubrieran durante un festival cultural. No, no había estado actuando entonces, pero había estado haciendo el cosplay de una Yuki Ona y el busca talentos había quedado maravillado de su belleza; su rostro parecía el de la mismísima blancanieves, cabello negro azabache, labios rojos, piel blanca de porcelana y ojos de un azul amatista.

En un principio se había resistido, la escuela estaba después de todo en Tokyo y estar lejos de su familia le causaba ansiedad. Pero al final, y con el apoyo de todos, había terminado aceptando.

-Sigues con la cabeza en las nubes -señaló Rangiku dándole su desayuno.

Rukia apenas si asintió.

Rangiku era su compañera de cuarto, ambas estaban rentando la misma casa junto con otros dos compañeros que de momento estaban ausentes; sólo Rangiku estudiaba lo mismo que Rukia, y era apenas un año mayor que ella.

-No tengo ánimos -contestó la morena -no es nada grave, tan sólo cosa de una mala noche.

La rubia la analizó, antes de sentarse a comer con ella.

-Mmm... Para mí que es tu pronto regreso a casa lo que te tiene así.

Rukia arrugó el gesto, mas no contestó. Su amiga sabía después de todo lo que había sucedido casi dos años atrás.

-¿Cuánto hace ya? -preguntó. -Dos años es un largo tiempo. Aunque por como dices es tu familia, no deberías tener nada de qué preocuparte. Tal vez él ni siquiera esté ahí y tú te estás preocupando por nada.

La morena suspiró.

"ichigo" Pensó para sí. El recordarlo le causó dolor en el pecho.- Tal vez.

-¡Ánimo! Son vacaciones. Si al final decides que no quieres ir, siempre puedes quedarte aquí. -le dijo su compañera con una sonrisa sincera -Toshiro puede que sea un gruñón pero no tendrá problemas en que nos acompañes.

-Lo pensaré -respondió Rukia.

...

Rukia se despidió de Rangiku momentos después y se dirigió al centro de la ciudad, directo al café en el que trabajaba de medio tiempo; Rangiku por su parte, se dirigió a la universidad.

Tras subirse al autobús, se colocó los audífonos y puso música en su celular, se dedicó a mirar a través de la ventana con la mente perdida en ensoñaciones.

...

"You know I adore youI, 'm crazier for you

Than I was at Sixteen, lost in a film scene,

waving homecoming queens, marching band playing

I'm lost in the lights"

...

A veces era imposible el negarse a la melancolía... Pensó.

El autobús avanzó sin prisa a través de las concurridas calles, dejando atrás altos edificios y montones de establecimientos. Rukia veía sin verdadero interés el pasar de aquellas imágenes, enfocándose en uno que otro traseunte cuando el rojo del semáforo obligaba al vehículo a detenerse. Entonces su ojos veían los rostros de las personas al pasar, mientras su corazón seguía buscando por una silueta que no encontraría...

Un par de días más y volvería a ser ése día, pensó.

"Un par de días más".

¿Cuánto tiempo desde la última vez?


Tres años atrás.

-¡Ichigo! -Exclamaron las voces de su familia al tiempo en que estallaban las serpentinas-. ¡Feliz cumpleaños!

Catorce años bien cumplidos, el 1 y el 4 al lado del otro para hablar de una década más cuatro años.

¡Mi hijo finalmente es un adolescente! -Lloraba Isshin, mientras Hisana le palmeaba la espalda y sonreía divertida.

Aún ahora tal escena le seguía dando escalofríos a Ichigo, aunque dentro de sí sabía lo que no quería reconocer, entendía perfectamente ya los sentimientos de Hisana san. O al menos eso sentía.

-¡Felicidades Ichigo kun! -Le felicitó la mujer, dándola un abrazo que él correspondió.

Durante el último año las líneas se habían ido diluyendo aún más, al grado de que cuando Yuzu comenzó a decile "mamá" a Hisana, nadie lo vio como algo extraño; incluso Karin le hizo segundo días después. Ichigo era el único que seguía llamándola por su nombre de pila, aunque su razón no era porque no la mirase ya también como una figura materna...

-¡Felicidades, hermano! -Exclamaron Yuzu y Karin con un fuerte abrazo.

Rukia fue la última en abrazarlo. Su sonrisa provocó el que al pelinaranjo las mejillas se le tiñeran de rojo.

-Felicidades Ichigo.

-Gracias -Respondió abochornado.

Aquel año su cumpleaños había caído en domingo, por lo que habían podido salir todos a celebrar con un desayuno en uno de los mejores restaurantes de Karakura, que era además el favorito del cumpleañero. Cerca del medio día volvieron a casa. Ichigo entonces partió a reunirse con sus amigos en el centro de la ciudad, habían decidido celebrar en la arcada.

-¿Rukia chan, no irás con ellos? -Cuestionó Isshin al notar a la morena en el porsche de la casa, mirando en dirección hacia donde Ichigo avanzaba con Sado y Keigo.

-Todavía tengo que prepararme para el examen, Isshin san -Respondió ésta.

-Oh, vaya -exclamó el hombre-. No puedo creer que vayas a dejarnos tan pronto.

La morena sonrió.

-Descuide. Vendré en cada oportunidad que tenga -prometió.

Isshin sonrió satisfecho y la conversación se desvió hacia otros temas de menor importancia. Rukia trató de ignorar la caja que llevaba Isshin en sus manos, no porque no le gustara la idea de que tras su partida su mamá fuese a vivir con los Kurosaki, sino por los cambios que marcaría tal evento. Así que se enfocó en prepararse para recibir a Ichigo una vez volviese de su festejo.


Presente

El autobús se detuvo en su parada y Rukia se vio forzada a despertar de sus recuerdos. Se bajó del vehículo y comenzó a andar rumbo al café en el que trabajaba "Ojos de Gato". Llevaba cierto tiempo de ventaja por lo que se animó a descansar a una banca en el pequeño parque que debía atravesar para llegar a la plaza en la que se encontraba el café.

La morena suspiró una vez más.

Sacó su celular de la pequeña bolsa que llevaba y se detuvo un instante mirando el colgante de chappy. A pesar de los años, estaba bastante bien conservado. Sus ojos miraron con melancolía el objeto, antes de abrir la app de mensajes y decidirse a mandar aquél mensaje que tanto le costaba.

-Cabeza de Zanahoria- Decía el contacto. Abrió la conversación y se preparó para mandar un audio.

Entonces tres cosas pasaron al tiempo.

"American glory faded before me

Now I'm feeling hopeless, ripped up my prom dress

Running through rose thorns, I saw the scoreboard

And ran for my life (ah)"

Uno.

Una pareja se atravesó por delante de ella, ambos evidentemente molestos el uno con el otro. La joven tenía lágrimas en los ojos además, y el muchacho se veía desesperado.

Dos.

Aquella pareja había alterado al grupo de palomas que habían estado picoteando el suelo de adoquín por delante de ella. Su vuelo había decorado aquella escena, logrando activar un recuerdo.

Tres.

De pronto ya no eran dos extraños, sino ella e Ichigo quienes peleaban. De pronto era una escena diferente la que veía.

Se levantó de pronto y salió corriendo hasta salir del parque.


Tres años atrás

Un año se había ido en un parpadeo, pensó Rukia mientras se permitía un descanso de sus estudios. Si quería asistir a la escuela de actuación debía concluir con sus estudios de preparatoria. A pesar de que se iría un semestre antes de terminar, Rukia había decidido que quería presentar el examen de graduación sin importar el que tuviese de todas formas que transferirse a la preparatoria en Tokyo, la cual había sido asignada por el estudio que la había descubierto. Cierto era que no se iría sino hasta diciembre, pero quería tener el tiempo libre para poder pasar más tiempo con Ichigo.

Tras de que Renji se fuera, Ichigo había sido fiel a su palabra y le había dado a Rukia el espacio que ésta había dicho necesitar. Poco a poco, había sido la misma joven la que se había vuelto a acercar a él hasta volver al anterior ritmo de su relación.

Pero no habían pasado de ser mejores que amigos y menos que amantes, según Keigo, quien hay que decirlo, moría de envidia.

Y ahora con el cambio de residencia...

La puerta de enfrente se abrió entonces y Rukia supo que Ichigo había regresado. Hisana seguía en casa de los Kurosaki, así que ella e Ichigo estaban solos en su casa. Rukia salió a recibirlo, bajando las escaleras de dos en dos. Apenas eran las siete de la noche.

Ichigo estaba en el recibidor quitándose los zapatos, ya se había quitado la chamarra que aún estaba húmeda por la lluvia.

-Volviste temprano -Señaló Rukia sonriendo.

Ichigo puso los ojos en blanco.

-Mañana es día de escuela -dijo a modo de explicación. -Y sé que tienes el examen a primera hora.

-Vaya, qué considerado de tu parte, Ichigo kun -canturreó, e internamente rio de satisfacción al ver la expresión de molestia en el rostro del chico.

-Cuando menos hoy podrías evitarte el tonito -se quejó.

Ella rio con ganas, después lo tomó de las manos y lo jaló hacia las escaleras.

-¡Oi! -Le dijo él mientras intentaba seguirle el paso -¿por qué la prisa?

Rukia sonrió.

-Voy a darte tu regalo. -Le dijo, detuvo sus pasos al pie de las escaleras para tener toda su atención. -Pero debes demostrarme que lo mereces.

Ichigo sintió consquillas en la espalda.

-¿No puedes darme una idea de qué es? -Cuestionó en su lugar, pues jamás admitiría el tipo de pensamientos que había cruzado por su mente tras aquella declaración, sin importar el que sus mejillas sonrojadas lo evidenciaran un tanto.

Rukia negó todavía sonriendo.

-Mmm, mmm. -Exclamó. Y luego subió las escaleras con él detrás de ella, siguiéndola.

...

"No cameras catch my pageant smile

I counted days, I counted miles

To see you there, to see you there

It's been a long time coming, but..."

...

-¿Qué rayos es esto? -Exclamó el pelinaranjo al mirar el colgante que Rukia había puesto en su mano.

Adiós a los sueños de rodar por la cama como rodarían dos niños al lanzarse de una ladera.

Adiós a la ilusión de compartir un abrazo que los llevaría inevitablemente a besarse en los labios.

Adiós ilusiones vanas.

Hola horrible mono que simulaba ser un conejo de ojos pequeños y cola esponjada.

-Es Chappy -Declaró ella sonriendo.

-¿Uh? -Exclamó él, todavía molesto.

Aquello parecía más un regalo para ella que para él. La joven, sin tomar verdadera nota del sentir del chico, se acercó a su escritorio y levantó su celular para mostrárselo luego asu compañero; este también tenía un colgante.

-Es un juego, ves? -Le dijo ella extasiada, juntanto ambos dijes. El de él era negro, el de ella era blanco. -El año que entra estaré en la universidad. Así que pensé que sería una buena forma de que me recuerdes.

-Una foto hubiera sido mejor. -Gruñó el por lo bajo.

Rukia rodó los ojos evidentemente irritada.

-Siempre tienes que ser tan odioso, eh! -Se quejó arrebatándole el dije en el acto.

-¡Oí! -Se quejó ahora él, intentando en vano recuperar el pequeño objeto.

Rukia fue más rápida sin embargo, presionando la pequeña maleta que sujetaba el conejo disfrazado de estudiante, ésta se abrió revelando que era un camafeo.

-¡Mira! -Le dijo, mostrándole lo que había adentro.

-¡Ah! -Los ojos del pelinaranjo se abrieron en asombro, volvió a tomar el dije y se quedó en awe mirando la fotografía que descansaba en el centro.

Una foto en sepia de Rukia, su rostro le sonreía en aquella imagen.

-Tú papá me ayudó a ajustarla. -Le dijo sonriendo con suficiencia, mas tras notar el silencio del muchacho se removió incómoda. -¿No te gusta? -Cuestionó nerviosa.

Pero entonces Ichigo levantó el rostro y la mirada que le dedicó a la morena casi hace que a ésta el corazón se le salga del pecho.

-Es perfecto, Rukia. -Dijo.

Y luego se abalanzó hacia ella, tomándola en sus brazos, la besó en el acto.

Rukia no le rechazó...

"It's you and me, that's my whole world

They whisper in the hallway, "She's a bad, bad girl" (okay)

The whole school is rolling fake dice

You play stupid games, you win stupid prizes"

Habían sido doce meses exactos desde su último beso que aquel contacto se había sentido sublime.

Ichigo se abrazó a Rukia por la cintura y la atrajó hacia él mientras ponía más énfasis en el beso. La morena apenas y pudo sujetarse a él por los hombros, mientras se cuestionaba cuándo había sido que el chico había vuelto a crecer... Pronto sus brazos acabaron por aferrarse a su compañero rodeándole el cuello; él la abrazó esta vez con ambos brazos...

Y pronto aquél encuentro terminó entre las sábanas de la morena.

Rukia sonrió al notar el nerviosismo de Ichigo a través del tremor de sus manos, como parecía preguntar apenas rozando su piel antes de decidirse a tocarla con seguridad. Aquel encuentro únicamente estuvo dominado por besos mientras se sujetaban el uno al otro en un abrazo...

Pero la joven había sentido una conexión con su compañero que sobrepasaba lo físico.

...

Hora y media después, y tras que Hisana volviera de casa de los Kurosaki, Rukia despedía a Ichigo a la entrada de su casa. El dije de chappy negro colgaba ahora de su celular.

El pelinaranjo se debatió un instante antes de mirar a su compañera de frente, directamente a los ojos.

Tenían ahora casi la misma estatura.

-Rukia -Le habló con el rostro serio.

-¿Mmm? -Preguntó ésta sonriendo.

Ichigo se irguió, sacando el pecho y poniendo los hombros atrás.

-Quiero que seas mi novia. -Declaró.

La morena parpadeó primero confunsa y luego molesta. "El colmo con este niño" Pensó. -Siempre tan demandante, Kurosaki. -Se quejó.

Él arrugó el entrecejo sudando frío.

-¿Éso es un no? -Preguntó contrito, quizá debió haber usado palabras diferentes, pensó.

Ella lo miró un segundo antes de enderezarse y tomar la puerta por el borde.

-Es un "pídemelo bien, zanahoria parlante". -Reclamó y justo después le cerró la puerta en la cara.

-¡Oi! ¡Rukia! -Se escuchaba su voz por detrás de la barrera.

La morena sonrió para sí antes de irse rumbo a su habitación.

-Feliz cumpleaños, Ichigo.

It's you and me, there's nothing like this

Miss Americana and The Heartbreak Prince (okay)

We're so sad, we paint the town blue

Voted most likely to run away with you"


Presente

-Llegaste demasiado temprano -fue lo primero que le dijo Hiyori tan pronto la vio -Mira, ni siquiera Yoruichi ha llegado.

-No importa -Contestó Rukia, ya no quedaba evidencia de su arrebato de hacía unos minutos -Para este tipo de situaciones fue que me dejó la llave -Señaló, enseñando dicho objeto y luego dedicándose a abrir la cortina del establecimiento.

Hiyori, quien era su compañera de guardia, bufó.

-¿Ah sí? Yo pensé que era para evitarse el tener que venir -se burló.

Rukia sonrio al oirla.

-Sí, también eso -dijo.

Yoruichi era la dueña del establecimiento y era bien sabido que era un tanto holgazana. En demasiadas ocasiones habían tenido que abrir tarde debido a esto; por lo que al final Rukia se había tomado la libertad de pedir una copia de la llave, y la mujer no había podido negarse. Dado a que el café estaba justo en la plaza estudiantil, constantemente tenían clientela, por esto era que Rukia prefería el atender temprano.

Tan pronto abrieron el lugar, ambas chicas se pusieron manos a la obra. Uno a uno fueron llegando los demás trabajadores: dos de cocina, la cajera, y dos meseros, uno de éstos últimos saludó a Rukia con un detalle al llegar, una bolsita de gomitas de fresa.

-Gracias, Ashido -agradeció ella.

Hiyori la miró con intención entonces.

-¿Cuándo piensas por fin ceder a sus avances? - Le preguntó tan pronto el joven se fue.

-No tengo intenciones de salir con nadie -contestó la morena.

La rubia se rio.

-Seguro que hay un segundo en discordia, no? -Bromeó y luego se fue a preparar las órdenes que llegaron.

"Lo había" Pensó la morena. "Dos años atrás... lo había." Lamentó.

...

Entonces habían sido meses de noviazgo que pasaron entre cortas citas e intercambios en línea. Rukia se había ido en diciembre y ninguno de los dos lamentó aquella partida, pues su relación se sentía mucho más fuerte tras aquellos meses compartidos.

Con el paso del tiempo, sin embargo, y tras la evidente distancia, era difícil mantenerse al tanto de lo que ocurría en la vida del otro. Siendo jóvenes y egoístas y viviendo además experiencias relativamente diferentes, habían discutido en más de una ocasión deseando tener la atención del otro y odiando los aspectos que ya no compartían.

Mas tan pronto volvían a verse, aquellos problemas se resolvían en cuestión de horas, y dedicaban el resto de los días de descanso a compaginar sus historias nuevamente.

Excepto que conforme el grupo de amigos de ambos fue creciendo y cambiando, de pronto ya no resultó tan sencillo.

My team is losing, battered and bruising

I see the high fives between the bad guys

Leave with my head hung, you are the only one

Who seems to care

...

Sucedió durante el primer año de preparatoria de Ichigo. Había una nueva estudiante en su clase, Senna.

La chica era muy parecida a Rukia. Era extrovertida, no tenía pelos en la lengua, su estatura era muy similar y también tenía una obsesión con chappy. Excepto claro que el color de ojos era diferente, y que además, carecía de la elegancia que caracterizaba a Rukia, sin mencionar su popularidad. Senna era un tanto más brusca.

Rukia notó el cambio el día que había llegado con ventaja en su visita mensual, tras ver a Ichigo llegar acompañado de su compañera, la misma colgada del brazo de éste.

-¡Rukia!

Sobra decir la sorpresa con la que el pelinaranja la había visto.

Pero no se comparaba a lo que había sentido la morena al escuchar a la otra joven.

-¿Es otra de tus hermanas? -Había preguntado Senna.

-¿Hermanas? -Había preguntado Rukia en su tonito de fangirl.

Sin embargo, por aquella vez Ichigo no se notaba realmente molesto.

-No sabía que mi estatus se había vuelto tan familiar, Ichigo kun.

...

American stories burning before me

I'm feeling helpless, the damsels are depressed

Boys will be boys then, where are the wise men?

Darling, I'm scared

...

A partir de ahí las cosas simplemente habían ido en picada. Desde una presentación incómoda, hasta un Ichigo tratando de defenderse de aquel malentendido. Y Rukia lo entendía, no en vano lo conocía desde pequeño... Pero igualmente, también había sido capaz por lo mismo de descubrir aquellos sentimientos que el muchacho no había querido reconocer.

"Te gusta." Le había señalado.

Ichigo no había dicho que sí...

Pero tampoco había dicho que no...

...

Y Rukia, siendo tan malditamente dadibosa, había acabado por terminar con él por teléfono tras volver a Tokyo.

Ichigo había intentado arreglar las cosas, por supuesto, a su manera. Mas Rukia no le había dado tregua. Además, dada su edad y sus responsabilidades el pelinaranjo había tenido que conformarse por hacer todo en la distancia.

Y en ésta, su voz se perdió.


Presente

El día terminó sin mayor imprevisto. Rukia terminó su turno cerca de las 5 de la tarde. Normalmente salía hasta las 6 pero ese día había decidido no tomar descanso. Quería un tiempo para sí misma.

Volviendo a la misma banca en la que a la mañana estuviese por mandar aquel mensaje, la morena se dispuso a grabar y mandar aquella felicitación. Aunque no había vuelto a Karakura, había sido puntual en las felicitaciones familiares, e incluso había invitado varias veces a las gemelas a pasar los descansos escolares con ella; hasta Isshin había llegado a visitarla.

El único que tenía prohibido a voces el ir a verla había sido Ichigo.

...

No cameras catch my muffled cries

I counted days, I counted miles

To see you there, to see you there

And now the storm is coming, but

...

Nadie lo mencionaba cuando la visitaban y ella no quiso nunca preguntar. Sentía que su corazón no lo soportaría. Y aunque sabía que se estaba haciendo ideas, prefería la incertidumbre.

-Hey, Ichigo -Comenzó. -¡Feliz cumpleaños número 17! -Exclamó, dando un ánimo que en realidad no sentía. -Sé que faltan un par de días pero quise hacerlo así para avisarte que este año estaré en Karakura... y pensé que tal vez... podríamos -Su voz se fue apagando. -Pasar el día juntos...

Su voz se ahogó.

Un sentimiento de tristeza la envolvió al pensar en Ichigo en compañía de alguien más, con planes ya establecidos que con seguridad no la incluirían, menos aún tras haberle practicamente ignorado durante poco más de un año.

Eliminó el mensaje, bloqueando su celular en el acto, se dejó caer sobre el respaldo de la banca.

Tenía ganas de llorar.

Y quizá lo habría hecho a pesar de dónde se encontraba.

Excepto que entonces su celular comenzó a sonar incansablemente.

Sorprendida, Rukia contestó antes de mirar el remitente.

-¿Moshi, moshi?

Un latido, un suspiro y despúes una voz grave le habló.

-¿Por qué no mejor me lo dices de frente?

El corazón le brincó en el pecho.

-¿Eh? -Cuestionó confusa.

Aquella voz, aunque diferente, ella la conocía.

Se levantó de golpe y miró alrededor.

-Atrás de ti, enana. -Volvió a hablarle la voz al otro lado de la bocina.

Rukia giró al instante.

...

It's you and me, that's my whole world

They whisper in the hallway, "She's a bad, bad girl" (okay)

...

A un par de metros de distancia, recargado de lado sobre el tronco de uno de los árboles de ciruelo, estaba un muchacho alto de ojos chocolate y cabello naranja. Su uniforme evidenciaba el que era estudiante de preparatoria.

Rukia apenas si podía creer lo que veía.

-Yo! -Saludó él.

...

The whole school is rolling fake dice

You play stupid games, you win stupid prizes

...

Colgando el teléfono y avanzando hasta ella, el muchacho que no era otro más que Ichigo, la miró con una sonrisa en los labios, tras comprobar que ahora él era dos cabezas más alto que ella.

-Lo sabía -dijo él -Eres una enana.

...

It's you and me, there's nothing like this

Miss Americana and The Heartbreak Prince (okay)

...


AN: Tenía que hacer valer el largo tiempo de espera por capítulo nuevo =x