RinMakoto. Por el momento no habrá más secretos, al menos por ahora, mientras tanto, Ramón ha conseguido el poder del Sol y bueno, podemos decir que esto es el inicio de algo.

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Sin más, comencemos…

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La batalla por la captura de Lucy acabó, no solo eso, sino que Ramón, quien había sido herido mortalmente, acabó por recuperarse, no solo eso, sino que la radiación de la tormenta solar que hubo ese día mutó su cinturón de transformación haciendo que este también cambiara.

Su cuerpo se volvió a llenar de vida, era como si su cuerpo ahora reaccionara con el poder del astro padre. Y así pasó un momento hasta que todo se puso en paz y este tuvo que dar explicaciones.

- ¡Eso fue genial amigo!

- Parecías como Gokú cuando Shenlong le daba sus poderes de vuelta, solo que esta vez fue el Sol – los chicos le decían al peli negro quien solo bebía un poco de soda.

- La verdad no me esperé que el Sol me daría poder, aunque esto suena como todo un cuento de hadas, en serio, pero me siento mejor que nunca – este decía – pero pensé que sería visto como un fenómeno o algo.

- Por favor, sabes que no deberías pensar así – Hikari decía – ya has salvado a todos junto con los demás, por lo que debes sentirte orgulloso de eso.

- Lo sé, aunque…

- Por cierto, ¿ella era la única que sabía de tu transformación? – Shinonome preguntó a ambos peli negros, aunque ella era la pareja de Ramón, no tenía idea de que este poseía poderes.

- Sí, aunque las Puellas se dieron cuenta de mi poder en parte ¿no? – Madoka y las demás asintieron ante eso.

- Aunque no pensé que realmente fuera algo que estaba viendo, pero sus poderes son tan altos como los de los demás – Homura decía – supongo que mi poder de tiempo sería inútil contra él.

- Bueno, eso es extraño, aun así, es genial que tengamos personas que nos protejan – decía Tsubasa en nombre de los demás, todos los restantes pasajeros lo pensaron un poco y era cierto.

Al final no pasó nada y todo quedó como un incidente más.

La vida volvió a la normalidad por ese día en el barco, aun así, se dejó informado de que los sistemas de rastreo se estropearon por la batalla, por lo que hasta que no llegaran a puerto en Nueva York, no estaría arreglado del todo al no disponer de las herramientas necesarias.

Unos momentos después, se estaba hablando sobre los que tendrían que relevar a Aoi y Yasmina que seguían arriba, no hubo mucha discusión y se decidieron los dos que se irían allá.

- Si Aoi pudo, entonces yo también puedo – Yoshimi decía con una sonrisa estando al lado de Akira – mi grandulón y yo lo haremos ¿verdad?

- B-Bueno, si tú lo dices Yoshimi.

- Esa es la actitud, así que vamos allá – el peli negro asintió y fueron al puesto de vigía en donde ya bajó la otra pareja.

Aoi y Yasmina venían un poco helados, esto por las bajas temperaturas que hacía en esa zona del Atlántico, aunque ahora podrían relajarse.

Mientras tanto, Hikari se había reunido con Ramón, esto para llevar a cabo más entrenamientos ya que la mitad inglesa sentía que no era lo suficientemente fuerte para proteger a las suyas.

- Muy bien Hikari, tengo que decir que posees una movilidad bastante buena – decía el hondureño – a todo esto, ¿Qué tan fuerte crees que puedas llegar a ser?

- No lo sé, lo sabré una vez que lo haga – Ramón asintió, aunque no contaban que las amigas de la Butai Shoujo estaría viendo.

- ¿Qué hará Hikari-chan?

- Siento que entrenará con Ramón-han para hacerse más fuerte – Kaoruko decía, luego de eso susurró – vamos, yo tengo mejor cuerpo que ella, podría pasar más tiempo conmigo.

- ¿Qué piensas Kaoruko?

- Nada de nada – de vuelta con estos dos, cabe decir que estaban en la popa del Titanic por lo que poseían más espacio que en el interior del buque.

- Muy bien Hikari, pasaremos a la práctica de habilidad, esto lo quiero probar ya que también quiero ver como son los nuevos poderes de mi transformación que obtuve con el poder del Sol.

- De acuerdo, entonces voy a hacerlo – la peli negra se lanzó a batallar contra su amigo, este bloqueó su intento y la logró derribar usando su pierna desestabilizándola.

Hikari no acabaría ahí ya que rodó evitando ser tomada y se levantó de golpe, casi logra conectar un golpe derecho a su cabeza, pero el peli negro logró esquivarlo y tomarla de su brazo haciéndola caer al suelo.

- Guau, realmente es muy bueno para hacer caer a Hikari-chan – Karen decía.

- Ni cuando peleamos por el Starlight ella caía de esa manera – Maya decía, siendo la mejor de Seisho, sabía de qué se trataba esto.

- Aunque tengo que decir que alguien que cambió de esa forma no pareció afectar a Hikari, debe ser que como dijo él, Hikari fue la persona a quien le confió ese secreto.

- Me pregunto por qué Hikari-chan – Mahiru susurró.

- A lo mejor confió en ella por qué lo vio transformándose – Junna exclamó.

- Puede ser, pero solo esperemos a que esto se ponga interesante – con las palabras de Nana, el encuentro entre ambos peli negros se reanudó siendo que ahora Hikari tomó la iniciativa.

El hondureño decidió atacar también, la rapidez de este era superior a la de Hikari quien tenía problemas en seguirle el ritmo, aun así, no se daba por vencida.

En un determinado momento, la nipo-inglesa lo tomó del brazo lanzándolo al suelo, aunque parecía una pequeña victoria, no duró nada ya que el chico la tomó con los pies lanzándola al lado de él.

- Es bueno en la pelea uno a uno.

- Parece que lo derriba, pero de la nada te tira.

- Quiero intentarlo – Kaoruko dijo y fue tras estos dos.

- Oye Kaoruko, ¡no hagas algo estúpido! – a pesar de la advertencia que le dio Futaba, al final la peli azul fue hacia donde estaban ambos.

- Creo que tenemos compañía – Hikari se dio cuenta de eso al ver a la peli azul bajar.

- Sé que están batallando y todo, pero ¿Por qué ella sabe de tus secretos y yo no? – reclamó esta al hondureño.

- Oye, no es como que sea algo que se pueda contar, así como así, ¿me hubieras creído si te dijera que poseía poderes? ¿O acaso hubieras aceptado que estuviera así? – Kaoruko se quedó en silencio pensando en algo.

- P-Pues… p-puede ser que sí, no es como que sea idiota o algo así.

- Kaoruko, te recuerdo que tuviste que estudiar día y noche conmigo para pasar un examen que según tú era difícil… y resultó ser de cultura japonesa, justo cosas que tú sabes perfectamente.

- B-Bueno… ¡no me cambies el tema Futaba-han!

- Al son de esto, ¿Qué tan hábiles son las Butai Shoujos? – preguntó el chico.

- Depende como lo digas, tenemos entrenamientos duros, desde canto, baile, arreglo floral, muchas cosas que nos hacen más fuertes – Karen decía.

- Entiendo, entonces son actrices, pero con más preparación o algo por el estilo – decía este – por cierto, ¿vieron el entrenamiento de Hikari?

- Sí, Kagura-san es alguien experta en movimientos de ese tipo, su agilidad la ayuda bastante – Maya decía – aun así, Maldonado-san, tus movimientos son más fluidos y con más respuesta instintiva.

- Puede que se deba a los poderes míos, aunque no lo uso en momentos así, solo cuando es necesario, a mí me gusta jugar limpio y sin trampas – decía este el cual sin más lanzó un golpe hacia Hikari, pero esta logró hacerse a un lado evitando el impacto.

- ¡¿Y eso qué fue?! – reclamaron las demás, aunque la mitad inglesa solo sonrió.

- Sencillo, lo hiciste para probar mis instintos ¿no?

- Así es, vaya que reaccionaste rápido.

- No por algo tengo un maestro – esta exclamó la cual sin perder tiempo lanzó un puñetazo hacia este quien de la nada lo esquivó, la tomó del brazo y la tiró al suelo – demonios.

- Muy lenta Hikari, además, se miró como te movías para atrás para soltar el golpe.

- Eres bueno en lo que haces – Futaba exclamó – por cierto, yo sé artes marciales, no es por nada, pero soy buena.

- ¿En serio? – la peli roja asintió – quiero probarlo, anda, peleemos.

- Bueno, si tú lo dices.

- Futaba-han, ¿Qué crees que haces?

- Dale Futaba, yo te apoyo – Claudine decía, las demás se hicieron a un lado para el combate.

Futaba era experta en artes marciales como el kendo y algunas disciplinas iguales, por otro lado, Ramón no era experto en artes marciales, pero si podía batallar cuerpo a cuerpo.

- Espero que tengamos buen combate – Futaba hizo una reverencia a lo que el hondureño replicó, aunque solo lo hacía para seguir la costumbre.

- ¡Peleen! – Junna la hacía de jueza y así comenzó la pelea.

La peli roja atacó primero lanzando algunas patadas y puñetazos, el hondureño simplemente los esquivó como pudo, aunque este la pudo tomar de unos de sus brazos para hacerla girar, no obstante, no pasó eso.

Futaba logró impulsarse desde el suelo tomándolo y haciéndolo rodar, ya cuando estaba por darle el golpe de triunfo, Ramón dio un salto hacia atrás evitando tal acto.

- Estuvo cerca – susurró Maya.

- Él es rápido y eso que Futaba-han era la mejor en Kyoto, bueno, no era rival para mí – las demás solo rodaron los ojos, de vuelta al combate, al recuperarse el hondureño, este se seguía defendiendo.

La oji morada logró conectar algunos golpes, pero eran bloqueados, esto llegó a un punto algo repetitivo en donde ya parecía que sería solo eso, así, aunque Futaba se separó un momento para tomar algo de aire.

Al hacer eso y estar recuperada, la batalla seguiría, no obstante, a esta se le ocurrió algo más, algo que ni siquiera Hikari pensó.

- Hagamos esto más interesante, usa todo tu poder, ese Power-Up que recibiste del Sol – más de alguna se quedó callada, ni que decir del chico.

- Futaba, eso no creo que sea…

- Vamos, sé que me ganarás, pero quiero ver que poder posees – la peli roja se miraba bastante confiada de eso, a pesar de que la mente de Ramón le decía que no lo hiciera, al final aceptó.

- De acuerdo, pero te lo diré Futaba, no sé cómo sean mis nuevos poderes ya que no sé si me puedo transformar de vuelta, pero por si las dudas, usaré mi cuerpo a tope – este vio a las demás – ¿seguras que quieren ver esto?

- Hazlo, quiero ver cómo es que te vuelves un superhéroe – Nana decía haciendo una pose de los Power Rangers.

- Entiendo, entonces lo haré.

- Quiero ver que se siente pelear contra alguien con poderes – la peli roja se puso en pose de combate, Ramón sintió el Sol iluminarlo un poco, era como si su cuerpo reaccionara por esto.

- Vamos – al decir esto, este se colocó en pose de combate, su cuerpo parecía brillar con la energía del Sol, incluso por unos instantes, el cinturón de transformación apareció.

- Guau, realmente es como si el Sol lo hubiera hecho como su hijo – susurró Junna sin salir de su asombro – si pudiera hacer una teoría, sería que es como un ser fotosintético que se hace fuerte con la energía del Sol.

- El Hijo del Sol – un sobrenombre algo peculiar, pero dejando eso, el combate entre ambos inició.

Futaba ahora sí no tuvo ningún chance de darle tan siquiera un golpe, Ramón esquivó todo con suma facilidad y cuando llegó hora, este la terminó derribando colocándose encima de ella.

- Supongo que gané ¿no es así? – dijo este a lo que la chica asintió.

- Me has ganado, ya no podría hacerlo – esta asintió, con eso, el entrenamiento acabó por ese día, Hikari parecía saber un poco más de eso.

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En el interior del barco, Ramón se dirigía a su cuarto en donde descansaría un momento, no sin antes darse cuenta de que Kaoruko lo venía siguiendo.

- ¿Kaoruko?

- Ramón-han, no es justo de que Hikari-han tenga esa conexión contigo – la peli azul decía mientras iba con el chico a su cuarto, estos cerraron la puerta y sin más, por sugerencia de la Butai Shoujo, fueron al baño.

Al pasar varios minutos, estos estaban bañándose en la tina, como hace tiempo pasó, la peli azul estaba acostada en el pecho del hondureño.

- Darse un baño de esta manera es relajante – Kaoruko estiraba sus brazos dejando su pecho al descubierto – no me canso de esta sensación.

- Ya te he dicho como mil veces que no te metieras a bañarte conmigo así.

- Pero solo me prestarías atención, además, ya nos hemos bañado juntos, me has visto desnuda, me has tocado los pechos, te puedo abrir las piernas si lo deseas, mi cama siempre está libre.

- Eres una pervertida.

- No lo soy, simplemente marco mi territorio – Kaoruko no dejaría ir al chico, esta vez no solo se bañarían ya que esta se dio vuelta poniéndose frente a él – y lo haremos lo quieras o no.

- Ni modo, creo que no me podré escapar – Ramón ya suspiró derrotado y se dejó llevar por Kaoruko y solo el baño sabría qué harían ahí.

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En el puente de mando…

- Iré a comer – Rafael salió de ahí hacia la cocina dejando sin nadie ahí, aunque no estuvo cuando se recibió un mensaje, la radio estaba algo defectuosa, aun así, se escuchó.

- Titanic… un iceberg… se ha desprendido… del Ártico… cuidado con él – la radio se cortó, ninguno se dio cuenta de la advertencia lanzada y que sellaba el futuro destino de la embarcación y su tripulación.

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Continuará…