Fanfiction Glee
Lo que paso después
Puck regreso al cuarto y se quedo contemplando a la belleza rubia que dormía en su cama, en realidad era de ella, porque estaban en su casa.
Quinn no se daba cuenta de lo que él hacía y a Puck no le importaba en lo más mínimo, solo disfrutaba verla dormir allí, con medio cuerpo cubierto por las sabanas, su cabello esparcido en la almohada y la expresión de serenidad en su angelical rostro.
El comenzó a recordar lo que sucedió en esa habitación la noche anterior. Ellos subían las escaleras besándose con pasión desesperada, devorándose a besos, ella lo guió hasta su cuarto abrió la puerta y él la cerro detrás suyo. La tomo entre sus brazos para continuar besándola, apretando su cuerpo menudo al de él haciéndole sentir su fuerza y la necesidad de poseerla como hacía tiempo en aquella misma habitación fue suya por primera vez, el le había quitado la virginidad en esa misma cama. Se separaron un instante y la contemplo, "Dios es hermosa" pensó.
Volvió a besarla, beso sus labios tan dulces, saboreo la piel de su cuello que desprendía un aroma hermoso floral que lo envolvía por completo y no lo dejaba pensar. Le bajo el cierre del vestido y este cayó al suelo, ella con un movimiento rápido con su pie lo aparto lejos, sin darse cuenta ella con sus delicadas manos ya le había quitado el saco la corbata y le estaba desabotonando la camisa. Puck se quito los zapatos y los calcetines y se desabotono el pantalón, arrojo todo a un lado y volvió a poner su atención en la rubia y en sus ojos verdes que ardían de lujuria que lo devoraba con su boca y le repetía un y otra vez
— Te amo. – declaro.
El reía y le correspondía con las mismas palabras. Acariciaba su tersa, blanca y suave piel, la recorría por completo con sus manos y la mirada. Llegado el momento ella le pedía con ansias que la penetrara y el cumplió su petición y se enterró en ella
— Ah... amor... estas tan estrecha y caliente.
—Mmm... Puck.
Ella gemía y repetía su nombre mientras él se movía en su interior
— No pares... Puck... así
Tenía el cerebro nublado, la rubia le pedía más y más y su cuerpo entero respondía a sus deseos. Ella lo aprisiono entre sus piernas y se giro para quedar sobre él, Puck puso sus manos en sus caderas para acompañar sus movimientos. Siempre mantuvo el contacto visual con ella y de vez en cuando ella se reclinaba para besarlo y gemía en su boca cuando él le apretaba el trasero y movía sus caderas arriba y abajo y su miembro duro entraba y salía de ella. Volvió a girarla y comenzó a penetrarla más rápido hasta que al fin llego al orgasmo, quería eyacular fuera de ella pero Quinn lo retuvo y dejo salir su semilla caliente dentó de suyo y se quedo un momento mas así con ella hasta que se dejo caer a su lado.
— ¿Qué pasa si la historia se repite?
— Sinceramente no me importa, ya hicimos un bebe perfecto, que importa si quedo embarazada hoy o mañana. Yo solo quiero que sean tuyos.
— Ibas a tenerlo con el chico manzanas hasta hace un par de horas.
— Que bueno que me di cuenta a tiempo.
— Si, no soportaría verte con otro que no sea yo, tal vez con Sam, pero te quiero para mí – él la apretó contra su cuerpo – en esta habitación te hice mía por primera vez y hoy soy tuyo nuevamente. Solo te digo una cosa no juegues con mi corazón, yo solo lo abrí para ti Quinn. Te amo.
— Y yo a ti. No quiero con nadie más, te amo solo a ti y eres con el único que quiero pasar el resto de mi vida, estoy enamorada de ti Puck.
Puck volvió a acostarse a su lado y la envolvió entre sus musculosos brazos, Quinn abrió los ojos y se giro para quedar frente a frente
— Hola.
— Hola.
— Que bien se siente despertar así.
— Lo mismo digo.
