-¿IES Las Acacias? ¿Dónde coño está eso, Maite?
-Donde San Pedro perdió las llaves...- la aludida ahogó su desolación en otro trago de sangría. -En un pueblucho inmundo, a dos horas de coche de cualquier lugar civilizado, por una carretera con más curvas que Beyoncé.
Maite se recolocó el sombrero con el que cubría su melena, morena y rebelde, y se encogió de hombros. No quería pensarlo mucho más. Ya tenía los ánimos por los suelos: con todo el dolor de su corazón había decidido romper con los lazos sentimentales que la unían con París, con tal de estar más cerca de la poca familia que le quedaba, y no lo había conseguido. Frustrada, se reclinó en la tumbona, y maldijo entre dientes.
-Pero, pero,... ¿y qué vas a hacer allí todo el año?- una mujer de tez lechosa, cubierta por varias capas de crema protectora, puso cara de que la hubieran condenado a muerte, lo que encajaba con sus sentimientos.- Y lo que es peor, ¿qué voy a hacer yo sin ti?
-Pues lo de siempre, Sofía. Enseñar a los catetillos a colorear el círculo cromático y a usar la escuadra y el cartabón.
El comentario sonó desagradable, displicente, lo que no era habitual en ella; pero llevaba un día de perros y su ánimo no daba para más. La habitual sonrisa de la pintora había desaparecido al enterarse de que el próximo curso enseñaría en un instituto de un pueblo del interior, en una zona montañosa bastante inaccesible. Y ella, urbanita hasta la médula, no podía pensar en una peor forma de reincorporarse al trabajo con adolescentes tras pasar varios años en el extranjero.
-Madrina, si te vas otra vez, iremos a verte. ¡Ir a verte es divertido!
El abrazo de Mateo, el hijo pequeño de su amiga Sofía, la consoló momentáneamente. Peores problemas había superado, y no quería arruinar el día del niño estando de mal humor. Habían venido al parque acuático a disfrutar, así que se dejó arrastrar por su ahijado hacia los toboganes, decidida a seguir "celebrando" su suerte. ¡Qué demonios! Si el siguiente curso iba a pasarlo aislada en un pueblo de mala muerte, por lo menos aprovecharía el final del verano. Nada más podía ir mal en su vida...
Inicio una nueva historia basada en los personajes Maite y Camino, de la serie de RTVE y Boomerang Televisión "Acacias 38".
Está ambientada en la actualidad, y algunas de las circunstancias y rasgos de personalidad de las protagonistas y del resto de personajes no coincidirán con lo que vimos en la serie. Espero que aún así este relato sea de vuestro interés.
