Fontaine se había vuelto un lugar un poco húmedo, las lluvias acordonaron la corte por unos días con mal tiempo y lloviznas en varias partes.

No se ha interesado que piensa el resto sobre estas recientes lluvias, ella lo encuentra como la la calma después de la tormenta.

Su vida había sido como un aguacero tormentoso sin cesar, convulso hasta que un radiante sol apareció inesperadamente en la nación.

Ese sol del que mucha gente hablaba sobre su paseo por otros lugares, no estaba en sus planes que pudiera alumbrarle el camino correcto.

Por lo menos, para ella...ese sol le devolvió la paz y sentirse mucho más relajada, quitándose peso de la mochila que sostiene al liderar Spina di Rossula después de la muerte de su padre Calas.

Muchas cosas se dijeron sobre él, injustas hasta despreciables, y le cayeron pesadamente a la organización incluida a ella.

Le costó mucho entender sus acciones, hasta que pudo encontrar el encaje perfecto a las piezas del rompecabezas del caso de las chicas desaparecidas.

Gracias a ese sol dorado, que alumbró el camino correcto para retomar las pruebas y encontrar al verdadero culpable.

Ella lo contaba como un socio, alguien quien pudiera cooperar si le apoyaba con el caso de Lyney. Pero Navia no fue consciente del valor que tenía ese brillante sol de cabello dorado y sonrisa reluciente.

Hasta se siente mal por no pensar lo que él aportaría, sin esperar nada a cambio, ayudando a quien es culpado injustamente...como a Lyney, como a su padre Calas e incluso defender la inocencia de Tartaglia ante toda Fontaine.

Después de todo la reputación del viajero, le precede al final.

Debió haberlo sabido, por eso se propuso pagar las siguientes victorias que obtendrían, sin importar si Paimon se termina devorando todos sus ahorros. Ahora ella puede levantar Spina di Rossula, limpió las acusaciones un poco tarde, pero podía empezar de nuevo y hacer que la organización vuelva a sus viejos tiempos de gloria.

— Estoy interesado en él —.

— ¡¿CÓMO ASÍ?! —. La otra persona quien estaba delante, puso las manos violentamente en la mesa con asombro en su rostro, haciendo temblar ligeramente las tazas de café.

— Solo quiero saber quién es Aether realmente, al principio solo lo consideraba un ayudante y socio más...pero es alguien bastante especial. Por eso te pedí una reunión, para que me cuentes o muestres lo que hay del viajero, Charlotte —. La mujer de cabello rubio arqueó una ceja, no entendió porque dramatizó demasiado su reacción.

— O-Oh...solo es eso, claro —. La chica pelirosa se recompuso, aclarándose la garganta y sacando una carpeta pesada de su mochila.

— Aquí tienes Navia, traje todo un archivo relacionado al viajero y su aventura por nuestro mundo, yo he seguido todos sus pasos...espero te sirva. Recuerda devolverlos a el Pájaro al Vapor cuando lo termines —. Charlotte se despidió, tomándose la bebida restante que le tocaba y se fue de la mesa donde ordenaron.

— Es enorme...eh —. Ella lo tomó, casi del tamaño de un libro lleno de páginas.

No tenía nada mejor que hacer, podía estar segura de que no la intentarían envenenar nuevamente como hicieron cuando invitó a Aether y Paimon a un pequeño banquete por la victoria en el caso de Lyney, gracias a la aparición de aquel sol podía respirar en Fontaine.

[ Mondstadt:

Aether, Caballero Honorario: el viajero se presentó por primera vez como un forastero desconocido, a medida que descubrían sus habilidades, terminó participando en una misión para purificar a Stormterror y alejar el peligro que rodeó a Mondstadt durante meses. Siendo condecorado con un puesto especial en los Caballeros de Favonius y pasando a trabajar como aventurero en el Gremio de Aventureros, además de ser un amigo de varias personas importantes, incluyendo la líder de la nación. ]

"A decir verdad, Aether tiene pinta de caballero". Navia consideraba bastante apuesto al chico, además siempre ponía reacciones memorables ya sea seriedad, tristeza, molestia o sus sonrisas.

La mujer sonrió, se encontraba apoyando la barbilla con una mano, con la mirada en el cielo y recordaba las expresiones del rubio antes de continuar con su archivo.

[ Liyue

Aether, héroe de Liyue: Como su título lo acredita, el viajero consiguió pasar de ser un perseguido enemigo acusado del asesinato de Rex Lapis en la nación de los contratos a convertirse en el héroe al pelear contra monstruos marinos que amenazaron el equilibrio de Liyue, irónico. Gracias a su intervención, adeptus y humanos mantuvieron lazos por el bien de la gente de la nación. Él solo pidió como recompensa que colocarán carteles de una persona desaparecida, con su mismo aspecto. ]

— ¡Ohh!...entonces ya sabe cómo es ser acusado, que te vean un sospechoso de asesinar a un Arconte sería incluso una condena de pena de muerte en Fontaine —. Recordó que al llegar, Furina lo había recibido inmediatamente con una acusación por una ley de objetos voladores donde incluían a Paimon.

— Me pregunto quién es la persona que está buscando —. Se preguntó curiosa mientras avanzaba a la siguiente página, buscando algo de contexto sobre la búsqueda del viajero.

[ Página especial: El Abismo y los Fatui

El mismo viajero solo tiene un objetivo, encontrar a su hermana. Viaja por cada nación con el único propósito de tener pistas sobre ella, Lumine, su hermana gemela; incluso lo ha llevado a enfrentarse a los peligros del Abismo muchas veces. Con respecto a los Fatui, Aether tiene amigos y enemigos incluso entre los Once, pero no los tolera por pérdidas importantes en la guerra de Inazuma. ]

Navia iba entendiendo todo lo que hay detrás de el viajero, relacionado a su popularidad, lo que pasaba por su vida. ¿Estaba feliz con su vida de viajero?, ella le preocupaba que hubiera personas capaces de traicionarlo para acercarse a él o que lo usaban.

[ Gremio de Aventureros

Esta información fue proporcionada ni más ni menos que por el propio Gremio, quien ha crecido en popularidad desde el despunte del viajero y su llegada como aventurero. No importa el encargo, no importa quien necesite ayuda, no importa la dificultad y no le importa el tiempo...se gana su reputación en cada nación, con el Gremio de Aventureros es mucho más evidente, además de verlo varias veces aceptando encargos y aventuras con gusto, una parte por la recompensa o los misterios que consiga en la ruta. Aether es considerado un alma bondadosa que ayudará a quien esté en su paso. ]

— Siendo eso así, ahora entiendo porque no dudó en mi propuesta.

Pero viéndolo de esa forma, no me siento muy feliz por haberlo aprovechado para que se convirtiera en mi socio...después de todo está en su camino por algo sumamente importante, su familia –. La mujer se quedó con una expresión de tristeza, distorsionando sus momentos junto a Aether y Paimon, sabiendo que todo fue para beneficiarse por algo más insignificante para ella.

La chica tuvo un momento de shock al leer el reporte de su siguiente parada en el viaje, quedando en silencio.

[ Inazuma

Según sus propias palabras, la travesía a Inazuma fue muy tortuosa y ni siquiera había entrado por el decreto de cierre de fronteras impuesto por la Shogun. Rápidamente no solo descubrió las dificultades que atravesaba la nación, sino la captura de visiones y el conflicto entre el shogunato contra el ejército de Sangonomiya. Su único deseo era tratar de evitar todos esos problemas y hablar con la Arconte de alguna manera, después de todo es un viajero...pero en pocos días había visto demasiados problemas y al final aceptó unirse a la rebelión para detener las medidas radicales, después de todo lo consideraban una pieza fundamental por sus anteriores hazañas para que la Shogun se detenga, insistieron hasta convencer a Aether de ayudarlos; al final si lograron cambiar de opinión a la Shogun, pero el viajero se enfrentó dos veces contra la mismísima Arconte a muerte, las heridas y las pérdidas no lo frenarían para encontrar a su hermana, además de traer un poco de calma a Inazuma. ]

— P-Pero eso es horrible...¡¿el viajero fue capaz de enfrentar a la Arconte y meterse en medio de la guerra civil?!, debe sentirse tan solo y desesperado por su hermana para no tener otra opción que enfrentar a los dioses y ser usado varias veces para salvar las otras naciones, recibiendo heridas...—. Sintió impotencia, porque sentía que al final había hecho exactamente lo mismo y Aether parecía acostumbrado a pasar por estas situaciones.

El viaje de Aether estaba lleno de más dificultades de los que ella hubiera imaginado antes de saberlo.

Por eso es inseparable de Paimon, solo ellos viven el día a día de la realidad en cada rincón del basto mundo de Teyvat, la única amistad honesta que tienen.

[ Sumeru

Si enfrentar a un Arconte no fue suficiente, el viajero tuvo que enfrentar en su reciente viaje a un dios mecanizado creado entre una cooperación de la Academia de Sumeru y los Fatui, quienes buscaban sustituir a la Arconte Dendro, pero formó un equipo con gente bastante apta y amigos quienes se unieron a él para sacar la verdad a la luz, ayudando a curar una mortal enfermedad de hace siglos en Sumeru. Desafortunadamente, no todo fue muy bonito, tuvo una pelea dura y las respuestas de Kussanali solo le trajeron más preguntas sobre lo que está pasando con su hermana.

Solo le queda esperar y seguir el viaje en Fontaine, para encontrar un poco de claridad con Furina. ]

— Creo que eso es todo...lo devolveré al jefe de Charlotte para que se lo dé cuando vuelva —. La mujer cargaba una voz más apagada, recogiendo todo y terminando su taza fría con un semblante recto en los labios.

En su salida del café Lucerne, iba cabizbaja sin olvidar todo el archivo de Aether y su viaje, los peligros que lleva enfrentando diariamente desde quien sabe cuánto tiempo, solo acompañado de Paimon y aventurándose por todas la naciones.

Hace unos minutos era tan feliz, se sentía afortunada de conocerlo y que estuviera de su parte...pero se dió cuenta que se convirtió como la mayoría de sus "amigos", quienes le piden ayuda y termina salvando las naciones.

Cuando se esparció el rumor de que Lyney sería sometido a un juicio, no se lo iba a perder, el abogado del mago le llamó la atención, hasta la misma Furina no dejaba de mirarlo y hablarle con cierto desparpajo.

El señor Melus fue quien le recomendó ponerle atención y tratar de convencerlo, después de todo cuando puso el primer pie, la gente ya hablaba de él y ella aún no sabía exactamente porque.

"Sabiendo porque quería tener a Aether de aliado y leído su historia...¿está bien que siga llamándolo socio?, pensé en la opción de ser amigos después de todo lo que me ayudó y siguió en el caso de Vacher, pero estoy muy equivocada y si él acepta no sería justo para ambos". No quería ser como el resto, necesitaba cortar la raíz que ella misma sembró y no dejarla crecer como una flor porque saldría marchita.

Navia fue de regreso a Poisson para descansar y preparar el escenario para enfrentar al rubio, pero antes de entrar en la habitación, escuchó a escondidas la conversación tan alegre de Silver y Melus quienes no se percataron de su llegada a la residencia.

— Bueno, el señor Calas por fin puede descansar en paz, estoy seguro que estará orgullosa de lo que ha conseguido su hija —.

— Hasta ella misma está pasando más tiempo en la corte, démosle un poco de libertad ahora para que disfrute esta victoria y después vuelva al trabajo —.

"En realidad, fuí a saber un poco más de mi querido socio al no encontrarlo". La idea original de Navia era hablar con Aether, pero ante su ausencia, se le ocurrió conocer un poco su popularidad tan hablada y Charlotte fue la única que lo conoció hace poco.

— Oye, realmente tiene un buen ojo para elegir compañeros. Aprovechó el momento perfecto para aliarse junto al famoso viajero, gracias a sus apoyos pudimos descubrir todo el caso de las chicas desaparecidas y demostrar que Calas nunca fue un asesino, hicieron el trabajo que no hizo las autoridades, eso es admirable —.

— Como se esperaba de la señorita Navia, sin la ayuda del viajero y de Paimon nada de esto habría pasado...es obvio que como todos, tenía entre ceja y ceja la aparición de Aether para encontrar el momento perfecto de hacerlo un socio —. Silver se sentía orgulloso, con un rostro nada sorprendido.

"No, no tenía idea de la importancia de él...y me siento mal por considerarlo un socio, es un amigo para mí con lo que ha hecho en el poco tiempo en nuestra nación". Navia hacía pucheros, ya que sentía que trataban a Aether como una pieza de ajedrez, cuando en realidad le tenía mucho cariño al igual que a Paimon.

— A mí me da la impresión de que ella ha cambiado ligeramente con la compañía del viajero. Lo feliz que se puso cuando le dijeron que seguirían trabajando juntos aún no se me olvida, fue gracias a él que tuvo la esperanza de encontrar muchas verdades que la señorita no conoció de su padre, sin importar el peligro de investigar a fondo y siempre a su lado —. Melus mostraba respeto por el viajero, la chica pudo sentirlo y sonreía imaginando la sonrisa de gratitud que tiene.

— Si lo pones de esa manera, ¿cómo verías si Aether...comenzara a pasar mucho tiempo junto a la señorita Navia?, algo más allá de una colaboración amistosa de socios o simple amistad —. Silver dejó incrédulo a Melus, quien hizo un gemido ahogado.

Navia se quedó en shock cuando escuchó la idea que consideraba uno de sus guardaespaldas, pero sin formar nada claro en su imaginación.

— ¡Espera, antes de que me taches de loco, quiero argumentarlo para que lo pienses bien!; Aether realmente ha sido de mucha ayuda para Navia y habla con él de cualquier cosa que le gusta, y Aether es capaz de defenderla, haciéndola sentir a gusto con su compañía.

Creo que puede hacer feliz a la señorita Navia, más de lo que ya está como socios, ya no solo necesitaría de nosotros para que pueda hablar de cualquier cosa como una persona normal —.

Había algo que impedía cualquier pensamiento nuevo a la chica de sombrero negro y cabello dorado, recordaba realmente el motivo por el cuál estaba muy decepcionada consigo misma, ella quería terminar su colaboración con Aether.

Iba a ordenar sus pensamientos y encontrar las palabras adecuadas para que su socio entendiera su decisión final, era una gran persona como para jugar con él y si siente que lo está usando, no quiere seguir con la relación de socios.

A pesar de llevar mucho tiempo sin encontrar a alguien con quién sentirse relajada y ella misma, a quien contarle sus problemas, llorar sin pena de lo que sufrió por la perdida de su padre.

Aether era más especial de lo que ella creía, incluso hasta ahora, hizo tanto en tan poco tiempo, pero si realmente agradecía su ayuda debía dejarlo ir y terminar mal.

Muchas cosas daban vueltas en la cabeza de la líder de Spina di Rossula, todas relacionadas al famoso viajero.

Pasó un tiempo hasta que pudo verlo nuevamente caminando en la corte, se sentía desesperada por tener un minuto de su tiempo y serle honesta con lo que quería de él.

— A decir verdad, es muy agradable estar contigo Navia...incluso si no entienda las leyes de Fontaine y me sea complicado entender el gusto de ustedes por los juicios, además de la existencia de organizaciones y autoridades "no oficiales" que existen aquí. Por supuesto no estoy tratando de ofender a Spina di Rossula porque me han tratado bien y me caen bien; la cuestión es, que eres la persona quien más entiendo en todo el tiempo que llevo en la nación —. Aquel chico aceptó su petición de pasear frente a la Ópera y caminar sobre la fuente de Fontaine.

Aether tenía los ojos posados sobre el escenario, ya que fue en ese entonces cuando ella y sus guardaespaldas lo salvaron al revelar el secreto del Agua primordial. Trataron de matarlo con Mecabots en el momento cuando estaba inconsciente y Navia quería darle las gracias por salvarla, habían quedado a mano, pero siguieron trabajando juntos al verse involucrados bastante en los oscuros secretos.

Escuchar los pensamientos que tiene Aether sobre ella, le hacían cuestionar si valía la pena decirle la verdad, estaba asustada de perderlo como a alguien especial en quien confiar.

No había sido un encuentro cómodo especialmente para Navia, difícil de mirar la felicidad y sonrisas que comparte Aether, él no sabía la verdad y escucharlo feliz de estar juntos le dolía al punto de tener náuseas por no llorar.

— Aether...yo, quiero decirte algo, por eso te pedí que nos viéramos aquí —. Cada vez le costaba seguir a la rubia de ojos azules la palabra, pues podía ser la última vez que él la viera con buenos ojos sin conocer la verdad detrás de su unión.

El de ojos dorados se detuvo, quedando frente a frente y mostraba un rostro de preocupación por el tono tan angustiado de la chica.

— La razón por la que yo pedí que fuéramos socios...fue por el caso de las chicas desaparecidas, además me dí cuenta que perseguíamos un mismo objetivo, pero con una visión diferente. Defendiste a Lyney y a Tartaglia porque confiaste en sus inocencias, yo en cambio perseguía la verdad desde el fatídico día de la muerte de mi padre el desarrollo de las desapariciones, sin éxito. Si no fuera porque aceptaste ayudarme, probablemente no lo hubiera hecho y me habría convertido en otra víctima más —. Navia bajó la cabeza y tapó los ojos con su sombrero para ocultar la expresión, no quería ver la reacción del viajero.

— No te pediré que me des una oportunidad, tú tienes tus objetivos marcados y tampoco me quejaré si deseas terminar nuestro pacto de socios ahora mismo, para separarte de mí —.

Navia tragó saliva y esperó con paciencia las palabras de Aether, un nudo en la garganta le hicieron soltar unas lágrimas quemándole las mejillas.

Su trabajo en Spina di Rossula le permitía tener pocas amistades, pero había alcanzado a valorar en poco tiempo el acercamiento que tuvo con Paimon y especialmente con el viajero Aether.

Hubo un largo suspiro viniendo de él que por dentro significaba lo peor, por lo menos así se mentalizó.

— No estoy sorprendido, en Inazuma me pasó algo parecido. Pero soy yo quien decido con quién juntarme... —. El chico de cabello rubio y de manos en las caderas miró a la abatida chica de largo sombrero, quien esperaba otra respuesta y se quedó inmovilizada, totalmente recta.

— Per-do-na-da —. Le dió varias palmaditas suaves a la cabeza de Navia luego de quitarle el sombrero.

— ¡¿EH?! —. El corazón de la mujer se aceleró y levantó la mirada, encontrándose con una sonrisa adorable del chico quien no mostraba pizca de decepción.

— P-Pero...A-Aether...¿por qué? —.

— Navia, no estoy molesto en absoluto, tampoco estoy decepcionado o triste. Lo veía venir cuando me contaste tu pasado. Sabiendo que solo parecías dispuesta a escuchar mi peor respuesta, no se me ocurrió nada más para que levantes la cabeza, no me gusta verte así –. Aether estaba siendo caballeroso al colocarle su sombrero cuidadosamente en la cabeza, colocando una mano en su hombro y quitarle esos pensamientos.

Navia soltó un gemido ahogado y tartamudo, sus ojos azules admiraban detenidamente a Aether frente al sol anaranjado golpeando de espaldas a él. Sentía el pecho latiendo con mucha fuerza en sus oídos, ¿pero por qué el chico le causaba todo esto?

Seguía sin comprenderlo, no podía ser demasiado bueno y fuerte para que siguiera con alguien como ella, después de todo no es perfecta y le costó tanto resolver un importante caso.

— Mírame —. Aether agarró sus mejillas usando ambas manos, como si se tratara del mineral más valioso y brillante del mundo.

Ella hizo caso, embobada y boquiabierta de la facilidad para que le preste atención. Cuando Aether estaba cerca, todos los momentos terminaban siendo especiales, únicos de alguna manera.

— Tengo toda clase de amigos, en cualquier parte. Habían muchos que escondían secretos por un motivo especial y con el tiempo los entendía, ninguno me trató de hacer daño. Tú decisión de elegirme como socio no me parece algo horrible, en todo caso fue justo porque terminamos beneficiados por nuestra asociación —. Aether se reía en medio de sus palabras, completamente tranquilo y sin dejar de mirarla.

— No quiero que esto arruine nuestra amistad, por favor sigamos trabajando juntos. Probablemente vuelva a pedirte ayuda para demostrar por completo la inocencia de Tartaglia y que la Analizadora se confundió con la resolución del veredicto —. Navia juró haber visto una cara tierna suplicando que confiara en él.

Y si eso es lo que quiere, pues ella aceptaría como un cachorro, solo le faltaba tener una cola para mostrar la emoción.

— ¡Si!, entonces estoy más tranquila...pero, ¿pasamos de ser socios a amigos? —. No pudo evitar ponerse nerviosa, no recuerda exactamente si lo hablaron o algo parecido, pero le gustaba la idea.

— Para mi, por supuesto, ¿tú también lo quieres así? —. Él se rió ante la inocencia que mostraba en la expresión tan sonriente de la chica, casi saltando a su rostro.

— Me encantaría, Aether —. Asintió con un sonrojo coloreando sus mejillas, dejando muy satisfecho a Aether quien la miró en silencio.

"No la había visto así de feliz...que el momento cuando le dije que seguiríamos en contacto para trabajar juntos". Le parecía ciertamente linda la sonrisa indiscreta cuando está feliz, justo acaba de volver a pasar.

Era en estos momentos, cuando Navia preguntaba cómo su padre se enamoró de mamá.

"¿Puedo enamorarme de alguien como Aether?, no lo sé...pero no pensaré eso ahora porque es muy pronto para imaginarlo, solo pienso en cuidar con toda mi vida esta amistad con él y ver hasta donde llega". Le resonaron las palabras de Silver en Poisson, pero desechó la idea ya que lo único que estaba es agradecida de ser parte del viaje de Aether.

Navia me ha ganado señores, estoy pensando hasta en esperar a su banner para conseguirla. Por supuesto, ya de por sí me encantó sus interacciones con el viajero y como él confió en ella, ojalá también tenga algo de relevancia en la segunda parte de la historia (que no tengo idea cuando saldrá, pero me prepararé por si aparecen los banners de los Arcontes mientras tiro por Zhongli).

No sé si podré hacer una continuación, pero de qué me gusta emparejarlos pues es la realidad, ella me sorprendió gratamente y lo agradezco.