Bienvenidos a la remasterización de 9 Meses para abrazarte.

Una de las versiones del Bebé de RoseMary.

Diciembre (probablemente en 2019)

St. Vladimir

Montana (USA)

Y entonces... (¿fue que?) volvió Janine a su vida (pero... ¿realmente lo haría?).

Pero con su llegada, también llegó otra mujer, y era una moroi..

No juntas.

¡No!, ¿no era obvio eso?

Nop, no lo era, en todo caso..

Porque Janine (aparentemente) no parecía interesarse en ningún sexo o raza -hombre, mujer, unicornio, etc-, y eso lo demostraba tanto con su hija, como con la gente a su alrededor.

Simplemente, parecía incapaz de sentir (cosas).

Era así, desde (muy) pequeña.

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La moroi que llegó con ella (en el mismo vuelo desde Pensilvania, por eso llegó con ella, aclaremos de una vez), se llamaba Natasha, y era una Lady Ozera de unos 30 y tantos -sip, una de ese montón de rastreros-, y era la tía (tía de sangre por ser hermana de su difunto padre) de Cristian Ozera, el noviecito -ella ya lo hizo oficial en el baile funesto, ese-, de Lissa Dragomir.

Era esa misma moroi a la que le gustaban los guardianes jóvenes.

Y no era un chisme, sino que era un hecho conocido.

Algunos maliciosos iban más lejos -incluso-, al sugerir que le enviaran a -todos-, los recién graduados, para fogearlos en su manejo de las relaciones con morois.

De lo traumados que quedarían al ser descarados por una versión más joven, quedarían mansitos mansitos... (o es lo que se esperaría, al menos).

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Y era la que había propuesto a Lord Iván Zeklos -el antiguo cargo de Dimitri, que ahora estaba muerto-, que se casara con ella, para así hacer un trío.

Con Dimitri, obvio.

Ni que decir que ambos salieron arrancando, pero en la dirección opuesta a la de ella.

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Era la anécdota que Dimitri le contó, cuando relacionó al niño que cuidó en la Corte, con el muchacho de St. Vladimir.

Para él, era un chiste.

Para Iván, algo aterrorizante (el pensar en casarse a los 19 años).

Y para Natasha... una oportunidad de tener a los dos niños lindos del momento, y (probablemente), poder escalar socialmente, todo lo que rebotó colina abajo, cuando su hermano y su cuñada se volvieron strigois.

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Ese día, Rose vio a su madre entrar en su clase, y se paró; abruptamente.

Todos parecían esperar un estallido (y se prepararon, sujetando el papel mural, y los vidrios, incluso los muebles).

Y entonces...

Caminó hacia ella, para cogerla entre sus brazos y estrujarla -haciéndola girar y todo-, hasta casi partirla en pedacitos.

Y luego la soltó, sólo porque Janine necesitaba respirar.

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¿Los guardianes, necesitan respirar?, ¿en serio?, porque los moroi no parecen creerlo, al darles turnos de más de 12 horas, a cada uno.

"¡Qué bueno que estás viva, moma!". Le dijo, sin soltarla.

"¿Por qué no lo estaría?", dudó su madre, intentando alejar sus manos trepadoras.

"Eres guardiana... y yo... ¡yo vi lo que le hicieron a Arthur!. Y a los otros, ¡a todos, incluso a los niños y a los bebés, Moma!. Se los devoraron. ¡Vivos!", gesticulaba y movía las manos con tanta angustia... que a todos les pareció ver la horrible escena.

Y más de una lágrima se derramó.

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"¡Sus rostros se desfiguraron de dolor, Moma!... probablemente, los malditos dejaron con un hilito de sangre, para que vieran acercarse a la muerte, con esos ventanales rotos y la nieve entrando a borbotones... y para romper el borde mágico, usaron una estaca, ¡mira, aquí la tengo!".

¡Y la sacó de su propia ropa!.

Y todos sus compañeros abrieron los ojos como platos.

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"¿Por qué no la entregaste?"

Y no sólo Janine -sino que todos los guardianes en la sala, y afuera de ella-, abrieron los ojos como platos voladores, cuando Rose la protegió, como enloquecida.

"No me la pueden quitar", y gruñó por lo bajo a Stan Alto, que intentó decir algo al respecto. "Sólo en la muerte. ¡Sobre mi cuerpo muerto!, incluso haré que me la inserten por el trasero ¡y bien adentro!, así que tendrán que esperar a que me pudra, para conseguirla. ¡Y Ay del strigoi que pretenda comerme, porque se envenenará con la plata!".

Y todos parecieron retroceder, ¿por qué?.

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"Ésta era una guardiana desapareció hace unos 10 años, según los registros, mira".

Y le mostró las marcas, que eran como un QR de estacas.

Janine frunció el ceño.

¿Esa en verdad era su hija?, a la que no veía desde... ah, claro; ¿14 años?, y si no le fallaba la memoria, tendría... ¿17 años ya?.

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"Ahora es la mía. Despojos de combate o algo así, supongo. Y espero que me sirva mejor que a ella, la pobre Jane Down", se encogió de hombros y volvió a ponerla en su sitio, para abrazar a su madre, a punto de boa constrictor.

"Me averguenzas, RoseMarie".

Pero no la empujó o nada.

Sólo lo dijo.

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"Lástima. A mi no. Y no es RoseMarie, mi hoja de inscripción dice Rose Mary. Dos palabras. No una. Así que Rose. No intentes cambiarme ahora, que no vas a poder. No más. Ya nop".

"¿Y cuándo lo he intentado?".

"Cuándo me botaste aquí y venías sólo a recriminarme los problemas que causabas, hasta que yano respondiste las llamadas de auxilio de la Academia, y finalmente no viniste más... ni siquiera cuando los Dragomir murieron. ¡Ni siquiera cuándo estuve a punto de morir en ese mismo accidente!.. Pero te perdono. Yo también estuve afuera. También he mirado la muerte a la cara, Moma. Y es un monstruo grande y pisa fuerte, créeme. Y me lo ocultaste, que estuviste frente a él".

"Rose...", frunció el ceño, atemorizada... ¿quién...?

"La muerte me lo dijo", se encogió de hombros. "La he visto en los ojos de muchas personas... muertas y vivas. Estuve en su pasaje, Moma. Y eso... no se olvida. Soy SK. Y eso... se vino conmigo. Tengo los días prestados. Yo ya estoy muerta... pero mientras venga, estaremos juntas, por ¡siempre y jamás!", y volvió a girarla, hasta marearla (¡y a todos con ella!).

"Vuelve a tu asiento", se rió su madre.

&

El guardián Alto sonreía.

Dimitri pareció relajarse al observar la escena.

Y en la puerta, Alberta tenía lágrimas en los ojos.

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Más tarde, Janine esperaba al Guardián Alto en la sala de los Guardianes.

Quería saber qué pasaba.

Esa no era la clase favorita de Rose.

Se la pasaban peleando.

Y esa vez... no hubo una sola pelea, discusión o intercambio de nada.

Rose simplemente se... disolvió en la sala de clases.

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Acaso... ¿alguien había amenazado a Rose?, ¿la Directora Kirova, tal vez?... ¿o alguien de poder superior, molesto por lo de ambos Dashkov?.

y Janine quería saberlo.

Lo arreglaría.

A golpes, si fuera necesario.

O usando chantajes. No se llegaba a ser BM Superior por la cara bonita.

NO en ese mundo retorcido de los morois, claro (que lo habían instituído, además).

lo llamó, cuando él entró a la sala.

"Allá vamos ahora", masculló el guardián, sentándose con Janine, y dejando su café en la mesa.

Para protegerlo de los golpes.

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"¿Cómo está Rose?, ¿qué le pasa? no me creo eso de una crisis de madurez, que es lo que todos intentan decirme. ¿A los 17 años?. ¡Siempre fue como un cachorrito que no quiere crecer! ¿y ahora?"

"Intenta ser -o verse-, normal, pero apenas lo logra", reconoció Stan, dando un sorbo a su café negro, "fue un poco ella, tras el accidente... pero algo le pasó afuera. Lo que fuera, la cambió. Se llevó a la antigua y burbujeante Rose. Y no fue para peor. Créeme, hasta yo prefiero a la anterior".

"¿Y Vasilissa Dragomir lo sabe?". Su forma (casi despectiva en pronunciar el apellido hizo a Stan levantar ambas cejas, pero Janine no se dio por enterada, claro).

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"Absolutamente no. La Princesa tiene -recién-, 17 años y actúa como tal. Es más, sigue tan infantil y egocéntrica como a los 15 años. Más Princesa y menos Princesita Disney, si me entiendes. Pero Rose... no, no le dijo; ni le dice nada. Ni lo hará. Y es lo que todos tememos".

"Y... ¿crees que si quiere hablar conmigo?, ¿con su madre?".

"No lo hizo con Alberta, al regresar, ¿por qué crees que lo va a hacer contigo?, no seas ingenua, Janine. No eres la madre del año. Y nunca lo fuiste".

"Pero puedo intentar ser el apoyo que ella necesita, y ya".

"No estarás acá más tiempo para eso. Olvídalo. No lo vayas a empeorar", y tomando su café, se levantó y se fue.

Ël y todos nosotros desconfiamos un poco de Janine Hathaway.

Quizás (o quizás no), sus razones tuvo.