-o0o-

Los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi, la historia es completamente mía

-o0o-

Naraku observaba a la miko, la cual se encontraba sentada en una silla, con su mirada perdida, más allá de la fortaleza.

Con varias capas sobre ella qué la protegían del clima, Naraku en algún punto lejos de ella en el techo no se perdió como la miko tarareba una canción, una dulce melodia, qué estaba bañada de amor, pero que también arrastraba notas de nostalgia, el hanyo sello sus párpados, perdiéndose en la respiración y la música que lograban captar sus oídos aun a la distancia.

"Enserio te interesa la miko... " dijo una voz burlona.

Había sentido la desagradable presencia tras de él hace un tiempo, pero había decidido ignorarla.

Naraku simplemente rodo los ojos con molestia, parecía que esta demonio estaba empeñada en irritarlo.

"Si te he dicho que no tienes ninguna oportunidad, cierto?" terminó la demonesa con su abanico cubriendo parte de su rostro y la sonrisa al notar la postura del hanyou frente a ella tensa.

Naraku chasqueo la lengua, eso era algo que había escuchado toda su vida. Y aquí estaba.

Poniendose de pie, Naraku se dirigió a la dama de los vientos con una sonrisa, lo suficientemente terrorífica, como para sorprender y hacer que un demonio completo retroceda.

Un brillo de diversión y locura fue notado por la demonesa en los ojos rubies del mitad demonio.

"Ya veremos." fue su decir en un último suspiró silenciado por la nostálgica melodía de fondo, antes de pasar al lado de la mujer demonio con una pequeña risa resonando en sus oidos.

-o0o-