Los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi. Participa en la #RankaneWeek2023 #1000_y_1_palabras_de_amor #1000_y_1_trazos_de_amor #por_amor_al_fandom #MFFIYR. Esta historia está inspirada en la serie Wait, my Youth y es sin fines de lucro. Espero les guste. Nos leemos abajo.
Se recomienda haber leído antes los siguientes fics en este orden:
Espera, Emociones y sentimientos
Espera, Momentos mágicos
Espera, Cita romántica
Espera, Beso ideal
Espera, Pasatiempo para dos
Espera, Noche a solas
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Espera, Consecuencias de nuestro amor
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Ranma
Me despierto en una habitación de hospital, me duele el estómago y me pesa todo el cuerpo, la máquina que está monitoreando mi pulso suena de manera molesta. Intento levantarme de la cama cuando un peso sobre mi mano me lo impide.
Es Akane.
Esta dormida al costado de mi cama de hospital, con sus manos sobre las mías.
No puedo evitar sentir todo el cariño del mundo hacia ella, esa posición no debe ser para nada cómoda y aún así se ha quedado toda la noche conmigo, la muevo lentamente para que despierte, por mucho que me encante tenerla a mi lado necesita ir a descansar ahora que ya he despertado.
Akane se despereza y abre los ojos lentamente antes de enfocar su soñolienta mirada en mí, intento sonreírle para expresarle mi gratitud, pero su respuesta no es la que esperaba; Akane arruga el ceño y rompe el contacto de nuestras manos, se coloca bien recta y me mira como si quisiera matarme, hace tiempo no veía esa mirada tan decidida.
— La doctora dijo que tenías varias úlceras estomacales, que tu ya sabías este diagnostico y que no has estado siguiendo el tratamiento ni comiendo a tus horas – declara seria.
— No es nada Akane, sabes que mi cuerpo es más fuerte que el promedio y yo…
— ¡Idiota! ¡Has podido tener una perforación gastrointestinal! ¡Estúpido! ¡Ranma, eres un…!
Akane me comienza a gritar su indignación e insultarme en distintos niveles; yo me he quedado sin habla, esta es la Akane que conozco bien, no la copia educada y formal con la que he estado trabajando estos últimos meses, debo ser un maldito masoquista.
Cuando termina su discurso de lo descuidado e irresponsable que soy parece que se ha quedado sin adjetivos que decirme, pero en realidad está luchando consigo misma y las lágrimas comienzan a aglomerarse en sus ojos castaños.
— 'Kane… – Por favor no llores, Akane, no llores por mi.
— ¿Cómo viviste todos estos años, Ranma? – pregunta en un susurro.
La miro y no la miro al mismo tiempo; he amado a esta mujer desde los dieciséis años y, aún después de todo lo que hemos pasado, la sigo amando. No voy a dejar que se aleje de mi de nuevo y con eso en mente solo puedo responderle con una cosa: la verdad.
— No fueron buenos los días en que te extrañaba, sentía una opresión constante en el pecho que creía que me explotaría en cualquier momento.
— ¿Y los días que no me extrañabas? – pregunta reteniendo las lágrimas.
Intento esbozar una sonrisa recordando todo el tiempo que estuvimos separados.
— No hubieron tales días, 'Kane.
Ella no lo soporta más y veo como sus bonitas mejillas se llenan de surcos salados, la atraigo hacia mi para consolarla, pero eso parece imposible.
— Me separé de ti porque quería que te vaya mejor – dice entre hipos y sollozos – lo siento mucho Ranma… yo no… nunca quise… tu…no se suponía…
Le limpio las mejillas y atraigo su rostro hacia el mío, voy a recuperar todo el tiempo que estuvimos separados y, viendo como tintinean sus preciosos ojos, la beso de lleno en la boca.
Cuando ella me corresponde, ya no me importa que estemos en un hospital, estoy a punto de profundizar el beso y saborearla como siempre debí hacerlo, pero la puerta se abre de repente y una enfermera entra haciendo desvanecer el momento.
Akane está tímida, así que le cojo de la mano mientras ambos escuchamos las indicaciones médicas.
No pienso soltarla nunca más.
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Los días pasan y me dan de alta del hospital y en todos ellos Akane se ha mantenido a mi lado.
El trabajo fluye y nuestra relación también, sí, relación.
Ambos cometimos muchos errores en el pasado, nos hemos sincerado sobre nuestra separación y la verdad es muy tonta, ambos nos queríamos tanto que decidimos no tomar contacto con el otro con miedo a lastimarlo, a retenerlo; y tuvimos que vivir separados extrañándonos y queriéndonos todo este tiempo, fueron consecuencias que tuvimos que asumir, consecuencias de querernos tanto, consecuencias de nuestro amor.
Así que decidí no perder más el tiempo y ser directo con Akane, ella acepto encantada y aunque estuvo un poco resistente en hacerlo público en el trabajo la convencí de que ya no estamos en Japón, aquí las personas son más abiertas y menos restrictivas a estos temas y no hay nada dentro de la empresa que lo impida.
Así que, sí. Estos seis meses han sido como un sueño.
Alquilo un auto y llevo a Akane a todos los lugares que siempre quise mostrarle, trabajamos juntos, almorzamos juntos, cenamos juntos, son los mejores días de mi vida, lejos de todo y de todos, lejos de las locuras y familiares entrometidos.
Solo ella y yo.
Ojalá este proyecto nunca acabe.
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— ¿Sabes que el mes que viene se cumplen siete años que dejamos Nerima?
Estamos caminando rumbo al departamento de Akane, el proyecto fue un éxito y ya está a casi nada de terminar. Ha llegado el momento de regresar a Japón.
Akane desde hace unas semanas quiere regresar al dojo, antes de que el tío Soun lo venda, y creo que este es el momento correcto.
Si supiera.
— Quiero desenterrar nuestra cápsula del tiempo. – continúa contenta.
— Me parece muy buena idea regre…, ¡espera! ¿cápsula del tiempo?
— La cápsula del tiempo ¡Ranma! ¡la tarea de Miss Hinako! Los vídeos para nosotros del futuro…
Definitivamente Akane nunca deja de sorprenderme ¿Cómo se acuerda de estas cosas? Ahora que lo menciona, recuerdo vagamente cómo llego agitada y algo sudada a la estación de tren el día que dejamos Nerima, hermosa.
Ambos acordamos en regresar, apenas termine el proyecto, para desenterrar la cápsula del tiempo y de paso visitar el dojo (el cual ahora nadie habita, ya que Soun se fue a vivir con Kasumi para estar con sus nietos y sus hijas menores viven en otra ciudad).
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Nerima.
Hace siete años que no estoy aquí
¿Siempre fue tan pequeña?
El canal que atraviesa la ciudad parece menos caudaloso y la reja que lo rodea más pequeña de lo que recordaba. Algunos de los edificios se han mantenido en el tiempo, es increíble pensar todas las cosas que ocurrieron en esta ciudad y aún así conserve su esencia. Me gusta. Siento que he regresado a casa.
Akane trae un vestido sencillo de oficina pegado al cuerpo que deja ver sus sutiles curvas, atrás quedó la niña con grandes vestidos abombados y largos y en su lugar tengo a esta preciosa mujer con medias de nylon a juego.
— Mira Ranma…– Akane me saca de mis ensoñaciones de contemplarla y señala a un par de estudiantes que van corriendo con el uniforme del Instituto Furinkan ¡vaya tiempos!
Le sostengo de la mano en señal de complicidad, sé que ella está recordando lo mismo.
— Te admiro Ranma – dice de pronto – Todavía no puedo creer que hayas tenido el valor de renunciar a tu trabajo para volver dedicarte a las artes marciales. Me alegro mucho, siempre ha sido tu sueño.
— Gracias 'Kane – con ella a mi lado siento que puedo con todo.
— Sabes, mi sueño es regresar y abrir mi propia escuela para los niños más necesitados de Nerima. – dice muy decidida.
La tomo por los hombros mientras sonrío.
— Trabajaremos duro para que puedas lograrlo – le digo dándole confianza – Vamos por esa cápsula del tiempo.
Ambos asentimos y caminamos juntos redescubriendo estos caminos ya conocidos.
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— ¿Es en serio Akane? – pregunto mientras descendemos por este pasillo antiguo.
— Era el único lugar donde Nabiki ni nadie podría encontrarlo – dice riéndose de su travesura.
— ¿Pero el sótano de Kogane? – ella solo ríe más fuerte.
La fantasma hace su aparición y charla con Akane como viejas amigas, a mi aún me encrespa un poco su presencia; después de un momento Akane le pide amablemente que le entregue la cápsula del tiempo que escondió hace siete años y que Kogane ha resguardado "con su vida" todo este tiempo. Después nos trae un antiguo reproductor de DVD, un televisor del siglo pasado y se retira para darnos espacio.
— Ojalá que esta reliquia todavía funcione – digo mientras desempolvo el artefacto mientras Akane limpia lo mejor que puede los CD's.
Ella está muy emocionada y cuando su imagen siete años más joven aparece en pantalla se aferra más fuerte a mi brazo.
"Mi nombre es Aka… ¡Kyaaa!"
Se ve como el maestro Happosai salió de la nada directo hacía sus pechos, veo como la puerta se abre en cuestión de segundos y el Ranma de esa época entra a sacar al maestro de un solo golpe.
— Mira Ranma, tu camisa china – dice Akane muy emocionada – nunca salías de casa sin ella.
— Amaba esa camisa, nunca supe cómo desapareció antes de ir a la universidad.
La Akane de dieciocho años saca a todos de su cuarto y vuelve a ponerse delante de la cámara.
"Mi nombre es Akane Tendo, y en siete años espero trabajar en lo que me apasione, tener un sueño propio y (Akane se acerca bromista a la cámara y susurra) poder estar con la persona que amo"
Termina haciendo un gesto de victoria muy alegre.
— Felicitaciones 'Kane, tus sueños se hicieron realidad – ella se sonroja y me abraza intentando ocultar su gran sonrisa.
— Creído – dice sin soltarme – Ahora veamos el tuyo.
Pone mi vídeo y el Ranma de aquella época aparece en pantalla, todo rojo y sudado, seguramente había acabado de entrenar o salido de alguna persecución, sinceramente ya no recuerdo.
La imagen de aquel muchacho se proyecta unos segundos más antes de desaparecer por completo, sin una palabra, sin ningún gesto. A esto me refería hace siete años con qué sabía que no habían revisado los vídeos, no había forma que pasara de año con una tarea tan pobre.
— ¿Ranma? ¿por qué no grabaste nada? – me pregunta triste al ver que no dije mis sueños.
Le doy un beso en la frente y me separo un poco de ella para tomarle ambas manos.
— No te preocupes 'Kane solo hay un sueño que no se ha hecho realidad.
Ella me mira expectante y en su mirada veo toda nuestra historia.
En ese entonces yo tenía la resolución de aceptar mis sentimientos… mis emociones; sin embargo, pasaron muchas desde entonces: momentos mágicos, citas románticas, besos ideales, pasatiempos para dos y muchas noches a solas. Estar separados fue la consecuencia de nuestro amor. Ambos queríamos lo mejor para el otro y nos tocó vivir a la distancia. Pero ahora solo hay un deseo que me falta cumplir.
Llegó el momento.
Le suelto las manos, hinco una rodilla ante ella y le muestro la caja con el anillo que traía en el bolsillo, ella abre sus bonitos ojos y sus labios en sorpresa.
— Akane Tendo… 'Kane… mi sueño es estar siempre contigo. Te pido que a partir de hoy no te alejes de mi lado.
Dos lágrimas se abren paso por sus mejillas mientras asiente con la cabeza haciéndome la persona más feliz del universo. Le coloco el anillo y la cargo dándole miles de vueltas en el aire y secándole las lágrimas con mis besos.
— Nunca pensé que estaría comprometida dos veces con la misma persona – dice alegre.
— Yo nunca pensé que te haría mi propuesta en el viejo sótano de la escuela.
Ella ríe, yo río. Kogane aparece llorando de felicidad.
Sí, quizá no haya sido perfecto o en el lugar ideal, pero si estas son las consecuencias de estar siempre con Akane, me parece un verdadero regalo. Desde ahora estaremos juntos y afrontaremos el futuro de la mano, tomaremos nuestras decisiones y asumiremos las consecuencias de ellas, consecuencias de nuestro amor.
No podía pedir nada más.
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Fin
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Extra:
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Akane
Llegamos al dojo y cuando nos quitamos los zapatos estoy más feliz que en toda en mi vida, está tarde ha sido tan maravillosa que no me he detenido en pensar en cuánto me dolían los pies.
— No debería haberte dejado caminar tanto con estos tacones. Te deben de doler los pies. – Obviamente para mi prometido este detalle no ha pasado desapercibido.
— Estoy bien, no siento mis pies solo siento mucha felicidad.
Ranma me toma en brazos repentinamente y me sube a mi antigua habitación, me deposita suavemente sobre la cama y se inclina para comenzar a masajear mis pies lentamente, recorriendo el arco plantar con el pulgar, un movimiento inocente, destinado a relajarme, pero que me excita al mismo tiempo.
Se me escapa un sonido de placer y me ruborizo automáticamente. Un escalofrío me recorre la espalda, las manos de Ranma sobre mi cuerpo son muy agradables me pregunto si su pulgar me haría sentir el mismo placer en otras partes del cuerpo ¡Por Kami, Akane, ya pareces una pervertida!
Ranma se detiene ¿Habrá adivinado lo que estoy pensando? ¡Qué vergüenza!
—Estás temblando. Puedo detenerme si quieres. – Hay algo en su mirada que me indica que no quiere detenerse y sinceramente, yo tampoco. Creo que hemos esperado el tiempo suficiente y hemos sufrido las consecuencias de ello.
—Son temblores agradables —murmuro sonriéndole.
Él sigue masajeándome los pies durante un rato antes de pasar a las pantorrillas y detenerse en la parte posterior de las rodillas. Cuando sus dedos mágicos me acarician esa zona erógena oculta estoy a punto de gritar. La respiración se me acelera y no puedo mantener los ojos abiertos.
Como si pudiera leerme la mente, Ranma asciende hasta mis muslos, apretándolos y separándolos un poco para poder recorrerlos con sus pulgares arriba y abajo, deteniéndose al llegar al final de mis medias. Se lo está tomando con calma, asegurándose de no saltarse ningún paso, de que yo disfrute de cada movimiento. ¡Y vaya que lo hago!
Necesito parar un momento antes de que me evapore por combustión espontánea.
—Dame un minuto. En seguida vuelvo —digo mientras voy corriendo a mi empolvado ropero para sacar un paquete bien guardado.
Se lo entrego a Ranma y aunque al comienzo no sabe lo que es, su rostro esboza una enorme sonrisa al reconocer la prenda.
— Mi camisa china – dice, yo le explicó que cuando él estaba en el extranjero y antes que sus padres se mudaran, tía Nodoka la encontró en la subasta de cosas del Neko Haten, el cual cerró después de que Shampoo y su abuela regresarán a su aldea.
— No te preocupes, la desinfectamos y nos aseguramos de que no contenga ninguna maldición – le afirmo – siempre quise saber cómo me quedaría – admito tímida.
Ranma se sonroja e intenta ponérmela por encima, pero yo le doy la espalda e intento desabrocharme sola el vestido. Espero haya entendido lo que intento decirle.
—Permíteme —me pide, con voz ronca y yo tiemblo en antelación.
Me baja la cremallera lentamente y siento su mirada clavada a mi espalda. Luego me desliza el vestido de seda por los hombros hasta que cae al suelo. Al hacerlo, produce un sonido que me recuerda un suspiro ¿o es que acaso fui yo?
Me quedo vestida con mi ropa interior de color marfil, que deja al descubierto las ligas que sujetan mis medias negras. Ranma ahoga una exclamación al verme.
— Pareces un ángel, 'Kane. Un ángel de ojos castaños.
Ranma alarga la mano para tocarme una de las ligas con un dedo.
—Esto sí que no me lo esperaba.
Me ruborizó en el acto, pero no dejo que mis nervios me detengan. Ya hemos esperado bastante.
Me acercó a él y le recorro el pecho con las manos antes de tirarle de la camisa que lleva puesta. Mientras lo beso apasionadamente, intento deshacerle cada uno de los botones y se la quitó sin muchas ceremonias, igual que la camiseta que lleva debajo. Ranma permanece quieto ante mí, medio desnudo, mientras le beso el torso y le rodeo la espalda con los brazos.
—Siento tu corazón latir. – le digo despacio.
—Por ti —replica, con sus ardientes ojos azules.
Sonrío mientras le acaricio los abdominales y la cintura. Ranma tiene la piel cálida, mucho más cálida que la mía, y muy tentadora. Me pongo un poco nerviosa mientras le desabrocho el cinturón y los pantalones. Ranma lo nota y cubre mis manos con las suyas para ayudarme. Él mismo se libra de sus calcetines y se queda de pie en frente de mí, vestido sólo con los bóxers. Tengo que contener el aliento. Y cuando se desliza los calzoncillos hacia abajo siento que mi corazón se ha perdido al menos dos latidos, tengo que dar un paso atrás para admirarlo.
Me paso la lengua por los labios y sonrió. Realmente sonrío. Ranma es espléndido.
Probablemente fuese un don de los dioses o la genética de la tía Nodoka, o una combinación de ambas cosas ayudada por una buena dieta y por el intenso ejercicio. Pero mientras mis ojos vagan sobre su cuerpo musculoso y sus abdominales bien definidos, algo en mi interior se calienta hasta fundirse. Siento una oleada de calor en el vientre y más abajo, especialmente al fijarme en el músculo en forma de uve que le comienza en sus caderas.
Respira Akane, respira.
—¿Puedo? —Ranma me pregunta, seguramente adivinando mi renovado nerviosismo.
Asiento con la cabeza, Ranma se acerca y me acaricia el cuello antes de que sus dedos se encuentren con los tirantes de mi brasier. Los retira a lado y lado y la prenda termina de caer cuando la desabrocha camino hacia mi espalda dándome besos sobre los hombros.
Empiezo a respirar más rápido estoy hiperventilando aún en contra de mi voluntad. Ranma me atrae hacia él y me besa hasta que poco a poco siento como se relajan mis hombros.
—'Kane – susurra – me gustaría verte, por entero, sin obstáculos.
Asiento, casi hipnotizada por el momento, él se toma su tiempo quitándome las medias y enrollándolas para bajarlas, aprovecha para hacer una breve pausa en la parte de atrás de mis rodillas que sabe me sacaron un suspiro cuando las masajeó hace poco. Mi respiración se entrecorta y mi zona íntima aumenta su calor.
Ranma se coloca a mi espalda y me abraza desde su posición, me sostiene los pechos desnudos con sus grandes manos. Me acaricia con delicadeza, rozándome los pezones con los pulgares mientras me besa detrás de la oreja. Luego me acaricia las costillas antes de meter los pulgares por dentro de las braguitas de encaje. Sin dejar de excitarme y lamiendo la piel de detrás de mi oreja, las baja.
Estoy desnuda delante de él.
Creo que podría morir ahora mismo de tanto calor.
Ranma me agarra por la cintura, me voltea hasta que estamos frente a frente. Desnudos. Él me mira abiertamente de la cabeza a los pies y otra vez hasta la cabeza para que no me quede duda de su admiración.
— Lamento haberte dicho todos esos insultos cuando vivíamos aquí, no eran verdad. Nunca fueron verdad. Eres una diosa, Akane.
— Ranma…
—Cuando sea un anciano y ya no recuerde nada más, seguiré recordando este momento. La primera vez que mis ojos vieron a un ángel de carne y hueso. Recordaré tu cuerpo y tus ojos, tu preciosa cara y tus pechos, tus curvas y esto.
Me rodea el ombligo con los dedos, antes de bajarlos hasta la línea donde empiezan mis rizos.
—Recordaré tu aroma, tu piel y las sensaciones al hacerte el amor. Pero, sobre todo, recordaré lo que es contemplar la auténtica belleza, por dentro y por fuera. Porque eres hermosa, 'Kane, en cuerpo y alma. Generosa en espíritu y de corazón. Nunca volveré a ver nada a este lado del cielo más hermoso que tú.
Lo abrazo y lo beso repetidamente, con besos suaves que tratan de comunicarle sin palabras lo mucho que lo amo. No me creo capaz de poder decirle algo que le haga justicia a este instante.
—Tras verte desnuda, debería exigirte no lleves nada en mi presencia. Todo sobra.
¡Kami! ¿en qué momento Ranma se volvió tan locuaz y excitante con las palabras?
Le doy un beso rápido en los labios antes de tumbarme en la cama y mirarlo con timidez. Lo invito a que se acueste a mi lado.
—Me quitas el aliento, 'Kane.
Se tumba a mi lado y me recorre la columna con un dedo, deteniéndose al ver que me estremezco, y empieza a acariciarme una nalga con la mano.
Siento que estoy flotando en una nube.
Mientras me acaricia el cuerpo con una mano, me da besos suaves por el cuello y las clavículas. Me encanta sentir cómo mis pechos rozan su torso y mi abdomen sus duros abdominales.
Desliza una mano bajo mi trasero, me atrae a sus caderas.
—No sabes cuánto te deseo... —murmura contra mi cuello—. No sabes lo increíblemente sexy que eres.
Le acarició la base del cuello con la nariz y luego con la lengua.
Ranma me hace abrir las piernas y con suavidad me penetra con un dedo cautelosamente, luego añade un segundo y los dobla hacia arriba mientras me acaricia con el pulgar, trazando pequeños círculos. No deja de mirarme a los ojos en ningún momento.
Se agacha y lame uno de mis pezones con su lengua y cuando lo succiona, este se endurece en su boca; Ranma aumenta la velocidad de su dedo y encuentra un punto sensible, me retuerzo sin previo aviso, siento una corriente eléctrica que me hace arquear mi espalda y gemir de placer, Llego al orgasmo con un grito desgarrado.
— ¿Estas bien, Akane? – pregunta retirando sus dedos, orgulloso, pero sin dejar de acariciarme los pechos.
— Gracias, Ranma. Eres el primero que me da un orgasmo… eres el primero en todo. – estoy hablando sin pensar.
Él se pone más serio de pronto, antes de colocarse sobre mí.
— Quiero ser el único, 'Kane.
Poco a poco Ranma me separa las piernas y se coloca entre ellas, me sujeta las caderas y se aprieta contra ellas. Lo siento deslizándose arriba y abajo a lo largo de mi cavidad.
Gimo, olvidándome de todo lo anterior, solo concentrada en el momento.
—Respira hondo, 'Kane —susurra.
Mientras lo hago, Ranma me penetra un poco. Cierro los ojos, disfrutando de la sensación. Él permanece quieto, apoyándose en sus codos, lamiendo y succionando mis pechos.
Ahora que he tenido una pequeña muestra de lo que es estar conectada a él, quiero más; mucho más. Lo quiero todo.
—'Kane…Mírame a los ojos. —Me pide, parpadeó un par de veces antes de conectarme con sus ojos azules.—. Te lo doy todo. Mi cuerpo. Mi alma. Tómalos. Tómalo todo.
Sigue mirándome fijamente mientras me penetra un poco más, empujando lentamente.
Abro mucho los ojos y ahogo un grito cuando él se abre camino en mi interior.
Ranma se detiene inmediatamente, sujetándome la cadera con una mano para impedir que ninguno de los dos nos movamos.
Duele.
—Lo siento, 'Kane —me consuela, acariciándome la cara buscando lágrimas—. Esto ha sido lo peor, te lo prometo. ¿Estás bien?
Pero no estoy llorando. Duele, sí, y no es que sea... cómodo, pero la sensación de tenerlo en mi interior, las emociones que veo reflejadas en su rostro, me distraen de lo demás. Es todo muy intenso.
Y quiero más. Más de él, más de esto, de los dos juntos... Quiero verlo cuando alcance el éxtasis y saber que lo hemos conseguido juntos. Sonrío para animarlo a seguir.
Él, sin dejar de mirarme, empieza a entrar y salir de mi cuerpo con lentitud. Parpadeo rápidamente al notarlo dentro una vez más. Deslizo mis manos por los músculos en tensión de su espalda y le acaricio las nalgas, sintiendo sus curvas y el ritmo de sus embestidas.
Ranma se apoya en un brazo y traza dibujos con su dedo, desde mis costillas hasta mis hombros. Me susurra palabras en el oído: sobre mi cabello, mis ojos y mi boca; yo gimo con cada palabra y con cada embestida.
Él desliza una mano debajo de mi culo, guiándome y moviéndome, manteniendo aún un ritmo suave. Llevamos tanto tiempo esperando... Veo cómo Ranma frunce un poco el cejo y que se muerde el labio inferior. Nos movemos sin cesar, no muy de prisa, pero con determinación, con la sincronización de dos amantes que siempre estuvieron destinados el uno al otro.
En este momento puedo leer tantas emociones en él: amor, preocupación, pasión, adoración, afecto, deseo erótico... Me mira como si fuera la única mujer sobre la Tierra, como si no existiera nada más en su universo privado que nosotros y los sonidos que salen de nuestras bocas.
Gimo y jadeo, pero estoy demasiado excitada como para sentirme avergonzada al oír los sonidos que escapaban sin control de mi garganta.
Creo que a Ranma también le gusta oírlos porqué aumentó la velocidad de sus embestidas y, al mismo tiempo, metió una mano entre los dos y me acarició íntimamente. Le demuestro mí su placer apretándole el trasero con más fuerza, y luchando por mantener los ojos abiertos.
—Mírame. Quiero verte los ojos cuando te corras. —La intensidad de la voz de Ranma corresponde a la de su mirada.
Abro más los ojos cuando él acelera la velocidad de sus dedos. Siento que mi cuerpo se tensa como un nudo demasiado apretado para luego, súbitamente, estallar y relajarme.
Murmullos eróticos y murmullos de adoración me llenan los oídos.
—Te amo, te amo, te amo —repite sobre mi, al ritmo con sus movimientos.
Estoy experimentando una sensación de plenitud intensa y sin precedentes. Antes de recuperarme del orgasmo, siento que Ranma me penetra profundamente, gritando mi nombre.
Tiene cuidado de apoyarse en sus brazos y se derrumba sobre mi mientras las emociones y sensaciones del poderoso orgasmo lo sacuden de arriba abajo. Me abraza, manteniéndome pegada a su cuerpo, mientras me susurra palabras de amor al oído.
Ha sido perfecto.
Ha sido mágico.
Lo ha sido todo.
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— Ranma ¿quieres saber un secreto?
Él solo asiente mientras deja un camino de besos desde mi nuca hasta mis hombros. Estamos en la cama recuperando el aliento de todo lo que ha pasado. Yo con su camisa china y él no se ha molestado en taparse en lo absoluto.
— Siempre soñé con estar contigo en mi habitación – le confieso comenzando a jugar con sus dedos – me alegra haberlo cumplido antes de que papá venda el dojo. Me da un poco de tristeza que no podamos casarnos aquí.
La verdad es que siempre imagine mi boda con Ranma en este lugar, no me imagino ningún otro.
— Entonces tendrás que ser buena con el nuevo dueño para que te deje casarte aquí. – dice riendo pícaramente.
— ¡Ranma! ¡Estoy hablando en serio!
— Yo también – responde agrandando su sonrisa. – tendrás que ser muy muy buena con el nuevo dueño.
— ¿Acaso conoces al nuevo dueño?
Él asiente aún más feliz que antes.
— Y tú también, 'Kane. Lo conoces muy bien.
Arrugo el ceño ante su comentario, pero antes de que pueda verbalizar mi pregunta, él parece leer mi mente y se señala así mismo.
¿Ah?
¿Por qué Ranma se está señalando así mismo?
— Yo soy el nuevo dueño 'Kane – declara, me ha dejado boquiabierta ya perdí de cuántas veces lo ha hecho gen el día. – Cuando decidí volver a competir, necesitaba un dojo para impulsar mi carrera ¿y qué mejor que el dojo de la familia de mi prometida?
— Pero ¿cómo? Es decir ¿Cuándo? – un montón de preguntas se amontonan en mi cabeza, Ranma solo me toma de la mano y me besa los nudillos con infinita ternura, creo que podría morir de amor en este instante.
— Hable con el tío Soun antes de regresar a Japón, mi madre me ayudo a realizar la compra y a que la transacción se realice de manera confidencial; tus hermanas y mi padre todavía no saben nada.
— Ranma…
— Lo único bueno haber trabajado en el extranjero durante tantos años fue que pude capitalizarme para poder seguir nuestros sueños– su sonrisa es más grande que la mía – Es nuestra casa ahora 'Kane. Nos casaremos aquí, viviremos aquí como siempre soñamos, reabriré el dojo y representaré el estilo libre; y tu podrás abrir tu escuela.
Lo abrazo con todas mis fuerzas y él me devuelve el gesto aún más fuerte. Le amo tanto y él me ama a mí. Todos estos años, todo este tiempo separados hemos regresado al lugar donde siempre estuvimos destinados.
Hoy empezamos nuevamente nuestra historia en Nerima; pero esta vez a nuestra manera.
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¡Hola a todos!
Paso lento pero seguro.
Se cumplió el reto. Primera Rankane week concluida (a destiempo, pero concluida)
Es la primera vez que me siento tan bien después de terminar un fic, tenía muchas ganas de que salga a luz pero los retos de la vida y el trabajo no me daban el tiempo.
Muchas gracias a todos los que siguen la historia desde el comienzo, muchas gracias a los que dejaron su review a través de los capítulos, gracias a los administradores de la página #MFFIYR.
Nos vemos en la siguiente aventura, díganme que les pareció el final ¿muy picante? Espero no haber perdido el toque dulce que tanto amo. Es la primera vez que escribo lemmon (o al menos lo intente), así que apelare a su comprensión y cariño.
Los invito a darle click a mi perfil donde encontraran más historias de nuestra pareja favorita.
Gracias a todos por tanto y perdón por tan poco.
Los quiero mil.
JustNita
08/09/2023
