Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son obra de Akira Toriyama.

NOTA PREVIA:

En este fic se manejará a una Mai no con tan marcadas líneas de expresión en su rostro; mi idea en este fic es que el personaje se aprecié mayor, más no "tanto" como la imagen que conocemos en DBGT. Sin embargo, se respetará el diseño del vestuario que usó al inicio de los capitulos. En tanto,Trunks, quedará igual y el resto de los personajes también junto con la ambientación que corresponden a la misma saga. Con la portada seguramente les servirá de mucho para captar ese pequeño detalle que les menciono de Mai, anexando que ésta misma solo se trata de una simple captura de pantalla de los primeros capítulos de la serie a la cual se le hizo algunos arreglos para la presentación del fic. Deseando así, que esta ligera modificación en el personaje como la imagen de portada, no sea del disgusto de nadie, les deseo a todos una feliz lectura. Recuerden que el respeto & la forma de expresarnos es nuestra mejor carta de presentación. Muchas gracias por estar aquí.

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Más allá de las letras.

Por

Kuraudea.

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Capítulo 1

El inicio

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«El amor, como ciego que es, impide a los amantes ver las divertidas tonterías que cometen—Shakespeare»

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Y la misma historia se repetía para ellos.

—¡Oiga mujer, detenga bien el letrero & voltee a la cámara!—le alzó la voz un elemento de seguridad. Así que sin más remedio solo le quedó refunfuñar ante la orden & quejarse entre dientes «Ese maldito...» El letrero tenía una secuencia de números con los que ahora la identificarían a ella & a sus dos colegas. Pues como era costumbre no habían contado con buena suerte para llevar acabo su plan. Y por eso mismo llegaron a pisar la prisión de la Capital del Oeste debido a que robaron algunos artículos de un establecimiento. Pero gracias al amparo de un abogado que rondaba por los juzgados y quien a sabiendas de que solo se trataba de un par de baterías que habían tomado y un cable cargador, se apiadó de ellos & logró sacarlos de la cárcel después de algunos días de haber prestado labores de limpieza a la comunidad.

—No sé cómo diablos lo consiguió pero logró sacarnos de aquí—se refería Mai a su defensor mientras caminaba a la par de sus colegas para dirigirse a su guarida.

—¿Y qué haremos ahora...?—preguntó Shu de repente, a lo que la fémina agregó con un semblante dudoso.

—E-Es cierto —frenaron su andar & ahora sería ella quien le preguntaría a Pilaf—¿Para qué queríamos esas baterías & cables, Su Excelencia?

El de baja estatura, escuálido & con algunas pecas en su rostro, signos claros de su edad, volteó para dirigirse hacia ellos. Y lo primero que expresó fue un:—¡TONTOS! ¡¿QUÉ ACASO NO LO COMPRENDEN?! —después de la breve chispa de histeria que lo consumió junto con el movimiento brusco de sus brazos & piernas, observó que ambos súbditos quedaron sin habla, así que no tuvo más remedio que explicarles.—En el laboratorio tenemos una computadora, le hace falta unos ajustes, ¿cierto?. Así que con estas baterías la echaremos a andar.

—P-Pero Mi Señor, ¿y eso para qué nos servirá?

—Es muy sencillo, Mai—alzó uno de sus dedos índices; con éste acompañó su explicación—Ya no somos los mismos de antes, nuestros recursos son pocos & debemos adaptarnos a la nueva tecnología cibernética. Si logramos liberar alguna red de la Corporación Cápsula, ¡tendremos internet ilimitado al alcance de nuestras manos!. Por lo tanto, nuestros planes serán mucho más sencillo de llevarlos acabo: sin exponernos & sin que nadie nos vea, ¿qué les parece, eh?

—¡Eso es excelente, Mi Señor Pilaf!—dijo, Mai, sorprendida.

—¡Sí! —agregó, Shu.

—¿Verdad que soy brillante, chicos?—preguntó con aires de soberbia—Andando, hay que ir rápido a la guarida.

»¡SÍ! —& corriendo se dirigieron al lugar.

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A la brevedad de una media hora, por fin habían llegado a su famoso escondite: su guarida. O bien: su dulce hogar. Aquel lugar deshabitado donde la imaginación se fermentaba para crear algunos inventos locos a la par de diseñar planes maquiavélicos para su "supuesta" conquista mundial. No era un lugar lujoso puesto que se trataba de un simple almacén que lucía un par de grafitis en sus paredes mientras las ventanas tenían una que otra madera clavada sobre sus marcos para prohibir el paso. Su entrada principal, en sí, era entrar o mejor dicho, escabullirse sigilosamente por un hueco sin dejar el mínimo rastro de sus sombras.

Sin embargo, pese a la precaria fachada, su interior era bastante interesante. Pues un improvisado laboratorio trabajaba de manera digna gozando de múltiples artefactos y herramientas de utilidad. Mai junto al lado de Pilaf hacían algunos ajustes en la computadora que se componía de forma austera de diversas piezas para su funcionamiento. No obstante, también configuraban un móvil que tiempo atrás se habían encontrado en un contenedor de basura a su paso; nunca estaba de sobra el ser más prácticos pues contar con un apartado pequeño para su cometido, lo haría incluso hasta más fácil.

Después de que las pantallas de ambos aparatos se pusieran negras, a los segundos se reflejaron unos comandos en colores verdes fluorescentes, señal de que la configuración iba comenzar—Mi Señor Pilaf, aquí vamos—dijo Mai, quien lucía unas gafas transparentes en conjunto de una bata blanca; ahora solo era cuestión de un "Enter" para esperar los resultados.

—Adelante, Mai. Hazlo—ordenó, el emperador.

—Bien.

Al instante de haber presionado la tecla, los aparatos se reiniciaron correctamente.—Excelente, Mi Señor Pilaf. Ahora solo falta liberar una red para el internet— Y para ello, sobre su techo, habían construido una antena hecha de latas de refresco. Así que solo bastó ir a las configuraciones para agregar unos comandos, y listo: tenían un súper aparato con internet.

—¡VIVA! ¡Lo logramos, Mi Señor!—se sentían triunfadores.

—¡Ahora podremos llevar acabo nuestro plan! ¡SÍÍÍÍ!

Sin embargo, el festejo duró poco, pues en ese instante de confetis & serpentinas, Shu, preguntó;—¿Y qué sigue de aquí, jefe?

Pilaf un poco sonrojado les mostró una revista con una editorial dedicada al género femenino—¿Ven esto...?

—S-Sí, Mi Señor ...—dijo Shu quien sobresalía de su espalda; al clavar los ojos en la página, contestó:—Es una revista.

—Sí, en efecto—Pilaf puso una expresión de ironía al ser muy obvia su respuesta, pues claro que sabía que se trataba de una simple revista. Pero algo había más en esa página—Observa la columna de un lado, leé el encabezado.

—"Bubbles...la mejor página/app para encontrar el amor"

Después de un silencio incómodo, Mai preguntó—¿Q-Qué significa eso...Su Excelencia?

—Ashh, creo que no comprenden, ¡Pues significa que nos haremos una cuenta en "Bubbles" contactaremos a gente para enamorarla & pondremos a prueba nuestra poder de convencimiento—lanzó un guiño y en él un corazoncito rosa se asomó—tendremos que buscar buenos prospectos para enamorarlos y sacarles el máximo provecho. «Cariño, me siento un poco triste, deposítame dinero»—agregó esa expresión con una voz fingida, luego volvió en sí—No digo que seremos ricos pero podríamos llevar una vida digna.

—¡¿QUÉ?! ¡¿ACASO SE A HA VUELTO LOCO, MI SEÑOR?! ¡¿QUÉ HAY SI MAS DE ALGUNO NOS PIDE UN ENCUENTRO?!

—Eso es muy sencillo, Mai. Pues iremos a esa cita, lo despojamos de sus cosas y ya, el que sigue.

—No puedo creerlo...—murmuró la mujer con expresión de fastidio. Pues tanto ella como Shu había comprobado que a conforme a los años Su Excelencia cada vez tenía planes más absurdos & locos.

—¡Andando, Mai! ¡Abre una cuenta!

Tras esbozar o más bien lamentándose, contestó—Sí, Mi Señor Pilaf.

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—¿Gustas algo de tomar?—ofreció con buena pinta en su rostro.

—Por supuesto que sí, Presidente Brief.

—Adelante, toma lo que quieras.

Goten se levantó de su asiento, se dirigió al refrigerador personal que tenía Trunks en su oficina repleto de diversas bebidas. Siendo una linda tarde, el Son aprovechó para visitar a su mejor amigo mientras que Pares estaba de compras en un centro comercial muy cerca de la empoderada empresa.

—¿Te alcanzo alguna bebida, Trunks?

—Sí, una cerveza de raíz, por favor.

—De acuerdo.

El día para el azul había sido bastante agotador, aún faltaba media jornada para poder ir a casa. Por suerte, la visita de Goten, le había caído del cielo. Pues el tener una visita familiar & por supuesto una charla que fuese fuera de los temas vinculados a la Corporación, le hacía bastante bien. Por esa misma razón, valoraba sobremanera esos instantes. Así que le había pedido a su secretaria abstenerse de labores mientras estuviese con el muchacho «Rita, ¿puedes reagendar cualquier actividad para más tarde, por favor?» «De acuerdo. Como usted, Señor Brief»

En eso, antes de que el hijo de Gokú regresara a su lugar, su teléfono sonó con una llamada entrante—¿Diga...? «Goten, cariño, después de hacer las compras podrías llevarme al salón de belleza. Ya sabes, quiero retocar mi cabello & mis uñas para lucir linda para ti» —Je, je, je, claro sí, querida Pares. Te veré en un rato más, ¿de acuerdo?.—la llamada finalizó y de inmediato fue a tomar asiento. En tanto, al empresario le arrojó la bebida—Aquí tienes, Trunks.

Éste rápido la tomó en sus manos, y justo al destapar la lata & después del sonidito efervescente de gas; agregó en tono burlesco—Vaya Goten, la "Señorita Pares" te trae corto.

—Ah, vamos, pero qué dices —soltó una carcajada, luego rascó su nuca un poco apenado—Es algo normal. Pero dime, ¿qué hay de ti? aquí en la oficina todo el día.

—Lo dices como si tuviera otra opción. Sabes lo mucho que trabajo & lo absorbente que es la Corporación, ¿lo comprendes, no?

—Entiendo. Pero aún así deberías de hacerte de un tiempo. Me haría muy feliz verte en compañía de alguien. Además, ahora en estos tiempos existen herramientas para poder conocer gente desde la comodidad de tu casa.

—¿A qué te refieres?

—¿Has escuchado de "Bubbles"?—al ver el semblante de su amigo, supo que no sabía de qué se trataba—Era de esperarse. Te explicaré. "Bubbles" es una página o bien una aplicación de citas. Contactas a alguien con algún perfil de tu interés, pláticas con ella y si te gusta, la puedes citar. Claro, siempre & cuando estés seguro.

—¿Y según tú ... debería de inténtalo?

—¡Pues claro! No pierdes nada. Puedes intentarlo un rato antes de ir a dormir. Y si no te gusta, lo dejas y ya. Aunque créeme que tener una persona especial que se acuerde de ti, es lindo.

—Supongo que sí lo es.

Después de haber charlado de diversos asuntos por buen rato: «De modo que tú gato se comió el cable de tu auriculares, ese pillo» «¿Cómo está tu familia? ¿Gohan sigue en sus investigaciones? ¿Videl qué tal? Seguramente Pan ya ha de estar enorme» «Conque el tío Vegeta sigue loco con los entrenamientos» «Ya ves cómo es papá, dura meses sin ir a casa por estar entrenando con Uub» «Ya te he platicado el cómo es de insistente la hija de presidente Yamamoto, pero no sé, creo que no es mi tipo»«¿Y tu pequeña hermana ya tiene novio?» «Bra tiene una loca obsesión con la ropa, ya sabes cómo es, ese es su único interés» Y fue así, que después de una hora, volvieron a retomar por último el tema de la famosa aplicación de citas.

—Emmm...no lo sé.

—Como quieras, hermano. Al menos piénsalo un poco más—se puso de pie el azabache—Ahora tengo que irme, iré por Pares.

—De acuerdo. Gracias por tu visita, me hizo bien.

—Oye...si lo llegas a intentar, me cuentas después, ¿sí?

Trunks esbozó una sonrisa—Seguro.

—Nos vemos después. Cuídate.

—Tú igual— el Son, salió de la oficina.

Trunks se centró en su computadora para lo que se "suponía" era para continuar labores. Aunque no negaría que la charla con el Son, le había dejado una sensación de añoranza en el pecho. Pues ciertamente si se ponía analizar, tenía ya algunos meses que no salía con alguien o mucho menos formalizaba una relación seria. Pues en efecto, su último encuentro íntimo había sido con la hija del presidente Yamamoto: Yukari. Sin embargo, la curiosidad le ganó; abrió el buscador del "Goo" & tecleó letra por letra el nombre de la aplicación mientras pronunciaba cada una de ellas «B-U-B-B-L-E-S». Al cargar la página la observó a detalle por escasos segundos, más luego su esperanza se esfumó & expresó resignado—Qué estupidez...—cerró la ventana para enfocarse en la hoja de cálculo del estado financiero que tenía que analizar.

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El camino a casa se hacía eterno para él. Tal parecía que estaba en una carrera de la fórmula uno, pues lo único que deseaba era llegar a casa lo más rápido posible, se notaba en su desespero al meter los cambios y lo impaciente de sus dedos en el volante. Tras un par de semáforos en rojo dónde apreció a los peatones cruzar el camino con sus distintos trajes & semblantes, el verde de la esperanza se mostró para continuar con su trayecto.

Al estacionar su automóvil, abordó al elevador que lo llevaría a la puerta de su departamento.

—Caray, pero qué día—esbozó mientras que con su mano masajeaba el cuello & parte de su hombro. Fue así, que colgó las llaves de su auto al entrar, y en el espejo de la consoleta se observó sin muchos ánimos pues nada había de novedoso en él, siempre se miraba igual, con el mismo semblante & el repetitivo traje amarillo de su uniforme; se sentía como una fotografía—Al fin en casa...—suspiró sentidamente.

Justo antes de dar el primer paso para ir a su recámara, un gatito negro rodeó sus piernas; éste se restregaba en él con la intención de saludarlo—Hola amigo—el muchacho inclinó medio cuerpo para saludarle con un cariño en su lomo mientras en su faz se mostraba una sonrisa—Tienes hambre, ¿no es así? «meow, meow»—Anda, vamos a la cocina.

Tras servirle un poco de su alimento especial en el platito, se despidió de él—Aquí tienes, qué los disfrute. Y fue así, que se dirigió a tomar una ducha rápida, pues realmente lo que deseaba era ponerse la pijama para descansar. Con ropas cómodas & un taza de café en su mano, se metió a la cama; permaneció sentado con las piernas extendidas mientras que un gran muro de almohadas sostenían con suavidad su espalda; tan cómodo se sintió que esbozó y cerró los ojos por un instante. Pero en eso, una videollamada entró a su celular, dejó la bebida caliente sobre el buró, y a secas contestó:—¿Qué quieres?—se dirigió sin ni siquiera fijar la mirada hacía a la cámara, pues justo buscaba algo qué ver en la televisión.

—Eres un grosero, Trunks. Yo solo quería saludarte para saber cómo estás. Y en cambio recibo un mal gesto de tu parte—la menor de los Briefs le metía drama al asunto— ¿Acaso es así como saludas a tu pequeña hermana? —se apreciaba el ceño fruncido de la joven desde el otro lado de la pantalla; como siempre ella luciendo ese atuendo rojo brillante que le encantaba.

—Ya sabes que es broma, boba.

—¿Y cómo estás? ¿Por qué no has venido a casa a visitarnos?

—He tenido mucho trabajo. Eso ya lo sabes.

—Bueno, aunque sea date un tiempo, ¿no?.

—Lo haré, lo haré. Te lo prometo—y justo había encontrado una buena película con temática espacial—Vaya, esto se ve interesante.

—¿C-Cómo dices?

Éste esbozó una sonrisa—Me refería a la película.

—Comprendo—y tras observar el rostro de su hermano, dijo:—Un día invítame a tu departamento, ¿sí?. Miremos películas & comamos sushi. ¡Como una pijama!

El joven por fin fijó la mirada a la llamada—Tenlo por seguro que sí. Solo que estos días han sido bastante extenuantes que ...deseaba tanto llegar a casa & descansar. Pero te prometo que pronto será, Bra.

—Está bien, me parece perfecto—le lanzó un guiño al tiempo que sus dedos hicieron la forma de una "Y" mostrando así estar de acuerdo con él—Ahora te dejaré descansar.

—Gracias. Me saludas mucho a todos en casa. Dile a la abuela que extraño sus postres.

—Luego te llevaré muchos de ellos. Cuídate hermanito, te quiero.

—Y yo te quiero a ti.

La videollamada se cortó.Trunks le dió un reacomodo a sus almohadas y se dispuso a mirar la película. Sin embargo, en cosa de diez minutos había caído totalmente rendido en los brazos de Morfeo; se quedó dormido con control en mano sobre su pecho mientras que el gatito se había acurrucado a un lado de sus pies. Después de una hora y media volvió en sí, siendo así las once de la noche. —Ah...diablos...—frotaba su rostro—me quedé dormido...—observó su móvil, se percató de la hora y al sentirse satisfecho con la siesta, tomó sus lentes & comenzó a revisar unos correos electrónicos de la Corporación.

En su cómoda soledad se disponía en revisar algunos pendientes del trabajo. Sin embargo, fue en ese momento que le brincó a la mente lo de "Bubbles" Meditó por un instante, y pese a tener algunas dudas, comenzó a instalar el servicio en su teléfono móvil.

—Espero que esto no sea una tontería...—dijo a media voz.

La app se descargó de forma correcta. Y al acceder le dieron la bienvenida: «Bubbles, la mejor manera de buscar pareja»«¡Inicia sesión, ahora!» «¡Regístrate!» Con el pulgar presionó la tercer opción, y de entrada, le perdieron llenar algunos datos de identificación como: correo electrónico, edad, gustos, preferencia, etc. Pero después de eso, seguía lo más importante: un nickname.

—¿Un nick...? Me pregunto qué será bueno...—pensó por un rato hasta que pronto se le ocurrió uno—Lo tengo. Será "TB-Ouji". — tecleó el "TB" que hacía referencia a su nombre completo: Trunks Brief. Y el "Ouji" por su padre quien hacia años le había mencionado que significaba "príncipe" en otro idioma—Bien, pues aquí vamos—presionó el botón para iniciar sesión.

En eso, en su pantalla se abría una sala con diversos perfiles. Había centenares de personas en espera de un "Hola". El observó todos los nombres junto con los datos de las mujeres que estaban en línea. Y justo, su mirada se clavó en una mujer llamada "Estrella roja". Como estado tenía: «La estrella roja que ha estado conmigo siempre» Entre sus características decía que vivía en la Capital del Oeste & que era una mujer adulta.

—Estrella Roja ...—no supo en sí qué tenía ese nombre, pero algo en él había llamado su atención. Así que decidió dejar los nervios a un lado & se animó a dar el primer paso, saludó:

—Hola...

Y en escasos segundos le respondieron por igual:

—Hola

Continuará...