N/A: Este es más corto porque es de los últimos.
ADVERTENCIA: En este capítulo hay un intento de violación. Si no quieres leerlo, hay un resumen al final en las notas. Para quien no quiera leerlo, la primera parte antes de la separación es segura.
Gracias a Katherine.
La versión en inglés también se sube hoy.
– Hola, mamá. Sé que no es tu aniversario. Sabes que no me veo capaz de venir ese día.
No vengo aquí porque cada vez que veo la tumba siento como si me arrancaran el corazón y lo hicieran trizas.
Una agonía apabullante que viene desde el estómago y me deja sin respiración.
Pensar en ella sólo me dan ganas de llorar hasta caer rendida. Dormirme y no despertarme para no pensar nunca más.
Desearía poder volver al pasado y avisarla e impedir su muerte. Pero no puedo.
¿Y por qué vengo si me voy a poner así? Porque me lo merezco.
– He venido a contarte lo último que ha pasado. ¿Recuerdas al flipado ese? Sigue haciendo de las suyas. Es muy molesto. No me deja tener una vida en paz.
Me quedo en silencio. Sé que no me va a responder.
– Lo último que ha hecho ha sido hacer como si te levantara de entre los muertos. Es una putada, ¿verdad? Y lo siento, he tenido que cambiar la información de tu muerte.
Intento contener el llanto, pero no puedo.
No he dormido en una semana. Cada vez que cierro los ojos veo esa cosa que hizo Lepidóptero. Ni siquiera se podía reconocer a mi madre en eso.
Unos pasos de acercan. No sé quién puede ser, he venido sola. Ni mi padre ni mi hermano me han acompañado. A ellos también les ha tocado mucho el haber visto eso.
– Hola.
Es la voz de Kim. No lo puedo ver bien, todo está demasiado borroso por las lágrimas.
– Hola. – saludo. No me sale con tanta energía como es habitual.
– ¿Has venido a ver a tu madre?
¿Qué clase de pregunta es esa? No es momento para estupideces. ¿O es que él no ha venido a ver a alguien?
Asiento. Realmente no tengo ganas.
– ¿Es por lo de Lepidóptero?
¿Eh? ¿Sabe que yo soy Bunnyx? No, eso no puede ser. La única manera es que se lo hubiera contado Max, pero no creo que lo haya hecho.
– Quiero decir, que te ha podido recordar a tu madre. A mí me han dado ganas de ver a mi abuelo, por lo menos asegurarme de que sigue ahí.
No sé si es un chiste, pero no tiene ninguna gracia.
– Lepidóptero es muy cruel. No sé cómo debe estar sintiéndose Bunnyx.
Yo sí lo sé. Horrible, me siento horrible. He llegado a pensar cosas que no son para nada como yo por su culpa.
Se me escapa un sollozo.
– Yo tampoco.
Cierro los ojos y aparto la cara. No quiero que la vea.
De repente siento unos brazos a mi alrededor que me aprietan contra su pecho. No sé por qué, pero me hace sentir mejor.
– Bien. Si quieres ayudarme, puedes ir en esa dirección. – indico a Kagami. – Nos veremos aquí en una hora.
Ahora mismo estamos en nuestra versión Triple Súper. Hoy toca patrulla.
No me ha preguntado por mi madre, creo que porque ella no querría que yo lo hiciera si fuera al revés. Pero sí estoy segura de que se ha ofrecido a ayudarme en mi patrulla de hoy por ese motivo.
Son las siete de la tarde del miércoles, un poco pronto para la patrulla, pero ya es de noche y, de todas maneras, prefiero hacerla desde ahora y distraerme hasta que ya esté tan cansada que caiga dormida al llegar a casa. No quiero pensar.
Me paseo por la zona norte de París, a Kagami le he dado la sur. No sé cuánto tiempo ha pasado hasta que oigo a alguien pedir ayuda desde un callejón. Es un hombre y su voz me resulta familiar, como si la hubiera escuchado antes.
No sé si ha sido un akuma, o está en peligro por causas no mágicas, pero no podría perder nada por ayudarle, ¿verdad?
Aterrizo en el callejón, porque sí, estaba moviéndome por los tejados. Lo veo tirado en el suelo y me acerco.
– ¿Estás bien?
Si lo ayudo podría ser hasta una buena publicidad para Bunnyx.
Se remueve en el suelo. Es el señor Martin. No me gusta este hombre, no me gustan sus clases en las que aprovecha cualquier oportunidad que tiene para sobarme y cualquiera de mis compañeras. Dudo qué hacer.
Lo malo es que ya me ha visto y si no lo ayudo, sería muy mala publicidad para Triple Súper. Tengo que salvarlo.
Extiendo el brazo para ayudarlo a levantarse. Si tiene alguna herida, se la veré mejor así.
En un movimiento rápido, me da con su sello de tinta, dejando una impresión y haciendo que me quede paralizada.
El hombre se levanta tranquilamente del suelo y se sacude el polvo de la ropa.
– Vaya. No pensé que fueras a caer. No eres muy lista, ¿verdad?
Se ríe un poco.
No lo esperaba. Lleva un chándal como siempre, no tiene la piel un color raro ni un peinado estrambótico. No había pensado que podría ser un akuma, que pueden tener aspecto normal.
Ahora he caído en una trampa de un akuma que copia el poder de Queen Bee.
– ¿Dónde estaba el prodigio? – dice en voz baja, para sí mismo.
Me incorpora y me baja el brazo. ¿Puede moverme? Entonces no es como el de Queen Bee.
Me mira de arriba a abajo. Va a quedarse mi prodigio. ¿Qué puedo hacer?
Estoy paralizada, no puedo hacer nada. Entonces tendría que venir mi yo del futuro, salvarme a mí misma. Pero no aparece.
No. Puedo estar tranquila. No va a pasar nada. Soy la única que puede detransformarme y mientras esté transformada puedo entrar a la madriguera. Puedo solucionarlo.
Mete la mano en el bolsillo, muy lentamente, tocándome el abdomen. Sonríe.
– Lo tengo. – dice en voz alta.
Una mariposa aparece en su cara. No le servirá. No mientras yo siga transformada.
– Te lo llevaré después. Ahora me toca a mí. – dice sin dejar de sonreír. ¿Qué quiere decir?
Me mira fijamente. Es distinto a antes. No me gusta, es más, me aterra.
– Bien. No voy a hacer la pantomima. – ¿De qué...? – "Eres muy madura para tu edad." "Estoy muy enamorado." "Me gustas tanto." – No. No. No puede ser. – Ambos sabemos que no es verdad, que no te voy a engañar. Y no me importa. Eres Bunnyx, no puedes denunciarme. Si lo haces, sabré quien eres. Es muy jodido para ti, pero perfecto para mí.
No. ¡No! No puede estar pasando esto. Sabía que él tenía algo así, pero no pensé que llegara tan lejos. No pensé que sería yo.
Extiende un brazo hacia mí y se para. Le tiembla la mano, ha aparecido una mariposa en su cara.
¿Es por eso que no vengo a rescatarme a mí misma? ¿Lepidóptero me salva?
– ¿Qué estás haciendo?
Silencio. Yo no puedo oírlo.
– Hicimos un trato. Yo te conseguía el prodigio y tú me dabas poder para hacer lo que yo quisiera. Tengo tu prodigio. ¿Lo quieres o no lo quieres?
Otro silencio más. Este es más largo. La mariposa se va. ¿En serio? ¿Va a dejar que me violen? ¿Tan mala persona es? Y su hijo quería salir conmigo.
– Eso decía yo.
Intento moverme. No puedo, ni un milímetro, ni siquiera los ojos, que se me están secando.
Martin tira de mi traje. No puede quitármelo.
Gracias. Gracias Fluff.
– ¿Por qué...? Te he visto hacerlo, para matar akumas. – Se calla un momento. – Sólo puedes hacerlo tú, ¿verdad?
Deja de sonreír. ¿Estoy salvada? Y sonríe otra vez. No lo estoy.
Empiezo a ver borroso, por los ojos secos.
Me pone la mano en la mejilla y me acaricia la boca con el pulgar. Me da náuseas.
– Aún tienes esto.
Quiero vomitar. Quiero matarlo. Quiero morirme. ¿Por qué sigue pasando?
Me arrodilla. Se coloca delante mía. Me abre la boca. No veo bien lo que hace, pero oigo su cinturón. Quiero llorar.
Rojo. Un montón de rojo. Me cae en la boca. Sangre.
El sonido de algo que cae. Su cuerpo cae, de rodillas y de lado. No tiene cabeza.
Ahora me puedo mover. Me pongo en pie Parpadeo. Me lagrimean los ojos y me los froto. Ya veo bien.
No tiene cabeza. Alguien se la ha cortado y ésta ha rodado un poco. Miro frente a mí.
Ryuko.
N/A: Me he sentido muy asqueada escribiendo esto, pero tenía que mostraros lo muy repugnante que es ese tío. Es muy importante que sea la peor clase de persona que existe sobre la Tierra, un pederasta, para mostrar qué tan bajo puede caer Lepidóptero.
Para las personas que no lo hayan leído, aquí va el resumen:
Bunnyx y Ryuko están de patrulla, se dividen la ciudad y Bunnyx se encuentra con el profesor Martin, que pide ayuda. Él tiene aspecto normal, pero en realidad es un akuma que la paraliza. Le quita el prodigio y dice que va a violarla. Lepidóptero está a punto de pararlo pero no lo hace. Intenta violarla y entonces llega Kagami y le corta la cabeza.
