Inserte Digimon Adventure OST #1 - Butter-Fly (TV Size)
Inserte Digimon Adventure OST #2 – Avant
Flashback
Sora rebuscaba entre la hierba luego de despertar casi al mediodía, después de recuperar el sueño arrebatado por la pelea contra Seadramon. La niña buscaba nerviosa un objeto que ella recordaba haber tenido en sus manos antes de quedarse dormida. Siendo los únicos despiertos dos de los niños, la chica decidió pedirle ayuda a su mejor amigo de la infancia.
Sora: Taichi… ¿has visto el cuaderno de Izuku-kun? - le preguntó la niña a Taichi, mirando al pequeño peliverde todavía dormido abrazando a Terriermon.
Taichi: Si. Aquí está. – dijo el niño, regresándole el cuaderno a la niña.
Sora: ¡¿Lo viste sin el permiso de él?! – regañó esta al niño, enojada.
Taichi: Es que me dio curiosidad saber por qué había tanto alboroto anoche en el tren. – dijo el niño, llevando una mano detrás de su nuca.
Sora: Ahh... – exhaló la niña, cansada de esa actitud despreocupada del niño. - Izuku tiene el pasatiempo de tomar notas de lo que ve. – dijo ella, abriendo la libreta mientras pasaba las páginas de ella y Biyomon. – Es un niño muy curioso. Debiste esperar a que él te lo mostrara también. – terminó de decir ella, antes de mostrarle a Taichi la propia página de él.
Taichi: Mmmh... anoche él les dijo que tomaba notas de héroes que él veía, ¿no? – preguntó el niño, recibiendo confirmación de la niña con la cabeza. – Porque hay algo que me resulta extraño. Nunca he oído de los héroes en el principio de la libreta. Se ve que tiene mucha imaginación. – respondió Taichi, lavándose la cara con el agua del lago.
Sora: ¿Por qué dices eso? – cuestionó ella a su amigo de la infancia.
Taichi: Revisa la primera página. – le pidió Taichi a la niña.
Taichi vio a la niña mirar la libreta en la página que este le solicitó, mirando como la expresión de ella cambiaba a una de confusión total.
La niña pelirroja leía el perfil de un hombre, con flamas dibujadas alrededor de todo el cuerpo de este, el cual no se parecía al mismo con el que Taichi la había fastidiado durante años luego de que este viera una caricatura americana por la televisión.
Fin de flashback.
Inserte Digimon Adventure OST #3 – Subtitle
CAPITULO 04. BIRDRAMON
El niño peliverde, de nombre Izuku Midoriya, únicamente veía árboles frente a él mientras caminaba a través de la espesa jungla de este extraño lugar: la Isla File. El grupo con el que caminaba le era familiar en cierto sentido, con una mezcla entre humanos comunes y corrientes, y criaturas con poderes similares a los dones. La ventaja para el niño de haber nacido en una sociedad basada en los dones era que esto hacía que, desde pequeños, los niños se acostumbraran a lo extraordinario, lo cual paradójicamente convertía eso en "lo normal".
A su lado, el niño veía las orejas del digimon que se presentó ante él como "Terriermon", moviéndose de un lado al otro debido a su andar peculiar.
Justo en ese momento, todos escucharon un ruido extraño, el cual el niño pequeño solo podía relacionar con alguna herramienta de apoyo del héroe Power Loader.
Taichi: ¿Qué fue ese ruido? – preguntó el niño, mirando hacia el cielo al igual que todos, a pesar de las enormes cortezas que les impedían una vista clara.
Izuku: Una máquina… - murmuró el niño, lo suficientemente alto para ser escuchado por todos.
Yamato: Eso se escuchó como un gran engrane. – dijo el niño de playera verde.
Sora: ¿No habrán sido platillos voladores? – preguntó la niña sugiriendo algo que ella relacionaba a ese sonido.
Mimi: ¿No habrán sido meteoritos en forma de engranes? – sugirió la niña, recordando su última experiencia con objetos caídos del cielo.
Jo: Bueno, digan lo que digan. Ese sonido no es nada agradable… - dijo el niño más grande del grupo.
Izuku entonces comenzó a escuchar el sonido de madera quebrandose lentamente. Al mirar junto a él pudo ver a Takeru parado justo al borde de una de las enormes ramas de un árbol… mientras que él mismo estaba parado sobre la rama en sí.
El niño peliverde sintió como el suelo bajo de él se desfondó, haciéndolo tropezar y golpeándose uno de los brazos, amortiguando el golpe en su espalda con la mochila que llevaba a cuestas.
Izuku: Ay… - se quejaba el niño del dolor en el brazo que se había raspado ligeramente.
De repente, sintió que alguien lo cargaba de sus hombros, encontrándose al niño de cabello alborotado mirándolo preocupado.
Taichi: ¿Te encuentras bien, Izuku? – preguntó Taichi al niño.
Izuku: Me dolió… pero estoy bien. Puedo soportarlo. – decía el niño en un intento de soportar el dolor que le provocó aquella caída en sus heridas de su último encuentro con Kacchan.
Sora: No es necesario soportarlo. Si te duele, tienes todo el derecho de decirlo. – le dijo la niña de gorro azul a Izuku, mirando preocupada el rastro de la ligera raspadura en el brazo del niño.
El niño se quedó viendo a la niña mayor, quien de inmediato sacó su kit de emergencias y comenzó a limpiarle la herida muy rápidamente al no ser tan grave.
Izuku: S-sí. La verdad es que me duele… un poco. – dijo el niño, todavía con algo de timidez por la atención que recibía de otros niños.
Terriermon: Izuku, ¿estás bien, no te pasó nada malo? Esa caída pareció fuerte. – dijo el digimon, sobando ligeramente el brazo del niño con sus diminutos dedos.
Tentomon: ¿No crees que ya es demasiado tarde? – preguntó el digimon insecto, desatando la risa del resto del grupo y haciendo que Terriermon cruzase los brazos en un puchero.
Sora: Bueno, es hora de marcharnos. – dijo la niña, terminando de poner cinta en la pequeña gasa del brazo de Izuku e incorporándose de nuevo.
Yamato: Así es. No arreglarás nada si te pones a llorar. – dijo el rubio al resto.
Taichi: Ya sé que debemos irnos, pero nadie sabe cuál es la dirección correcta. ¿Cómo vamos a decidirlo? – preguntó el niño, con una sonrisa traviesa.
Sora: En eso tienes razón, pero... – decía ella, antes de sentir que alguien restregaba la cabeza en su pierna y abdomen, sobándose contra ella.
Inserte Digimon Adventure OST #5 - Straight From The Heart ~Sora no Theme~
Biyomon: ¡Mientras Sora esté a mi lado, yo siempre me sentiré segura! – exclamó la digimon ave con la felicidad de un niño pequeño.
Sora: No digas eso. No es bueno que confíes en mí al cien por cien. Podrías estar en un grave error y no tomaría tanta responsabilidad. – decía la niña apenándose, volteando a ver hacia el cielo y rascándose la cabeza con un dedo enguantado.
Biyomon: ¿"Cien por cien"? – preguntó confundida Biyomon.
Sora: ¡No, mejor olvídalo! – dijo la niña riéndose nerviosa y cerrando los ojos.
Biyomon: ¿"Tomar responsabilidad"? – preguntó de nuevo la digimon ave.
Sora: ¡Sí, está bien!, ¡Te dije que mejor lo olvides! – siguió diciendo ella a Sora.
Biyomon: ¡Yo tengo muchos deseos de saber todas las frases que mencionas! ¡Anda, dime! – decía con emoción la digimon ave a la niña.
Sora: No es necesario que las sepas. – le decía la niña a Biyomon, desesperándose esta por cada pregunta que el digimon le hacía.
La niña en ese momento dirigió su mirada al niño peliverde, quien estaba parado junto a ella con el digimon perro. Incluso el niño pequeño pudo notar que ella luchó contra la incomodidad de preguntarle algo a este por unos momentos.
Sora: Izuku-kun, yo… - comenzaba a hablar la niña antes de ser interrumpida.
Yamato: Dejen de estar perdiendo el tiempo. – les dijo el niño rubio a ambos humanos y digimons, habiéndose retirado algunos metros luego de que el resto del grupo avanzó, dejándolos atrás.
Taichi: ¡Ya, vámonos! – le gritó Taichi a su amiga.
Sora: Ah. ¡No estoy perdiendo el tiempo porque quiero! – le dijo molesta ella a ambos, comenzando a moverse para seguir a los demás.
Izuku: Sora-san… ¿Querías decir algo? – le preguntó el niño a esta, reanudando el camino junto a ella.
Sora: N-nada. Descuida, Izuku-kun. – mintió la niña, antes de sentir a Biyomon volver a restregársele en la pierna.
Terriermon: Biyomon es un Digimon bastante persistente. – dijo el digimon perro, caminando junto al curado Izuku, quien observaba la gasa en su brazo.
Koushiro: Ya veo. A la clase de Digimon que pertenece depende mucho el carácter. - dijo el niño pelirrojo ante lo compartido por Terriermon.
Izuku podía escuchar detrás de él a Biyomon, diciendo el nombre de Sora una y otra vez como un niño con su mamá. Esa actitud le hacía recordar una vez más a su madre, lo cual lo volvió a poner triste al ya llevar más de un día lejos de su casa.
De repente, el niño peliverde escuchó a Yamato exclamar sorprendido mientras el grupo se detenía donde él lo había hecho.
Yamato: ¡Ya vamos a salir del bosque! – dijo el niño a los demás.
Izuku podía ver a lo lejos los árboles con señalamientos de tráfico más adelante hasta cierto punto. Pero cuando el niño enfocó su mirada más allá, podía ver un escenario con postes de electricidad como en una zona desértica, al igual que en las caricaturas.
El grupo entonces decidió adentrarse en el nuevo terreno, caminando bajo el sol con la esperanza de cruzar este desértico lugar lo más pronto posible. Luego de un rato de caminar, el niño peliverde comenzó a sentir mucho más el sol que dentro de la jungla, recordando entonces que en su mochila llevaba una gorra para esta clase de clima, por lo que este buscó rápidamente la prenda y se la colocó en la cabeza.
Inserte Digimon Adventure OST #62 – Kanshou
Koushiro: Esto se parece a la sabana de África que vi en la televisión. – dijo el niño observando los alrededores.
Taichi: ¿Eh? ¿Entonces crees que salgan leones o jirafas salvajes? – preguntó el niño de lentes de aviador, con una mezcla de emoción y temor.
Justo después de eso, se escuchó la hierba del lugar agitarse fuertemente, provocando que Izuku se aferrase asustado a las piernas de quien iba junto a él… la cual resultó ser Mimi.
Yamato: Bueno, sería preferible ver que salieran esa clase de animales ordinarios... - dijo el chico mayor viendo la hierba moverse, y después a Izuku soltar el vestido de Mimi, avergonzado mientras este se disculpaba suavemente.
Gabumon: En este mundo no hay ese tipo de animales. - dijo de nueva cuenta el digimon a todos.
Tentomon: ¡Exactamente! En este lugar solamente habitamos los Digimon. – repitió una vez más el digimon insecto.
Taichi: ¿Solo los Digimon? – repetía con duda de decepción el niño.
Yamato: Oye, Koushiro, ¿En la sabana que hablas, también hay postes de luz? – preguntó Yamato, mirando los mencionados objetos a su alrededor.
Koushiro: No, por supuesto que no había. – dijo el niño pelirrojo decepcionado.
Jo: Seguramente debe haber humanos viviendo aquí cerca. ¡Sí, no hay otra explicación! – volvió una vez más el niño peliazul a argumentar su punto.
Izuku: Pero… encontramos teléfonos a la orilla del mar.… y un tren nuevo. No había nadie allí. - replicó el niño peliverde al niño mayor.
Jo: ¡No! ¡Estás mal! Sin duda alguna debe haber humanos habitando estos alrededores. – enfatizó el niño mayor, refutando lo dicho por el niño pequeño.
Luego de aquella declaración, el grupo completo quedó en silencio, poniéndose más de parte del niño peliverde que de Jo-senpai.
Tentomon: ¡Koushiro-han! ¡Koushiro-han! – gritó casi susurrando el digimon insecto al niño pelirrojo, llamándolo para que se agachase y no hablar fuerte.
Koushiro: ¿Qué? – preguntó el niño pelirrojo agachándose.
Tentomon: Por eso les repetimos que aquí solo habitan los Digimon. – le dijo el insecto al niño.
Izuku vio que Mimi se paseaba hacia el centro del grupo, con una sonrisa de superioridad, con las manos detrás de su espalda.
Mimi: ¿Ustedes saben en qué lugar nos encontramos? – dijo la niña, revelando el objeto que tenía oculto detrás de ella en su mano. - ¡Tachán! – expresó, mostrándoles la brújula que todos habían visto en la playa.
Izuku: ¡Esa cosa! Era una... una... – repetía el niño, inseguro de saber cuál era el nombre del objeto que la niña había dicho el día anterior.
Koushiro: Es la brújula que traías en tu mochila, Mimi-san. – dijo el niño pelirrojo, para responder la duda de Izuku.
Inserte Digimon Adventure OST #13 - Iya na Yokan
Todos se agacharon junto a la niña de vestido rosa, mientras colocaba la brújula en la posición correcta. De inmediato, la flecha que apuntaba al Norte comenzó a moverse… y continuó girando como si fuera un reloj, cada vez más rápido.
Mimi: ¡¿Qué le pasa a esto?! – exclamó la niña, con su ya habitual tono de queja.
El niño pelirrojo miró al suelo debajo de ellos, y tomó un puñado de tierra en su mano, observándolo mientras este lo comparaba con los alrededores.
Koushiro: ¡A simple vista esto parece arena, pero si lo observas, es acero en polvo!, ¡Como si la brújula estuviera pegada a un imán! – respondió el niño de la laptop al resto.
Sora: Al ver todo esto, ahora me doy cuenta que hemos llegado a un terrible lugar. – dijo la niña, levantándose para ver el cielo, poniendo las manos en sus caderas.
Koushiro: Y también está haciendo mucho calor. Lo mejor será ir por un poco de agua. – sugirió el niño pelirrojo, soltando la tierra que había tomado en la mano.
Taichi: Mmh…Sí. – dijo el niño de gran cabellera, mirando al cielo como los otros.
Izuku se limpió el poco sudor que comenzaba a formarse en su frente, mirando a los niños mayores pensar su siguiente movimiento en silencio. Terriermon por su parte intentaba hacerse sombra a si mismo con las orejas, resultando en un bulto encima de su cabeza. Así permaneció todo hasta que un grito sorprendió al niño, haciéndolo saltar ligeramente.
Mimi: ¡Ah! ¡¿Qué clase de lugar es este?! – gritó la niña hacia el cielo, cerrando los puños en señal de frustración.
Taichi: ¡Ah! ¡Qué calor! – se quejó el niño de gran cabellera, caminando todavía por aquel lugar desértico.
Jo: Sí, nos hubiéramos quedado en el bosque. Allá estaba más fresco... – dijo el niño mayor, con cierta queja en la última parte.
Yamato: Si seguimos, todos moriremos en este calor tan infernal. – dijo el rubio a todos, reafirmando los hechos mientras todos avanzaban.
Izuku, a pesar de llevar la gorra puesta, también era víctima del tiempo bajo el sol, por lo que este intentó entretenerse con lo mejor que sabía hacer: observar.
El niño pudo escuchar a Jo preguntarle a Gomamon si este tenía calor y al digimon foca suplicar por hielo o agua. Al voltear a ver a Palmon, el niño vio que la digimon flor se esforzaba para dar el siguiente paso, siendo auxiliada por la niña de vestido rojo que le prestó a esta su gran sombrero rosado. Justo después, Izuku escuchó a Sora intentar decirle algo a Mimi con respecto a lo que esta acababa de hacer, reprimiéndose a sí misma en clara señal de agotamiento.
Izuku: Terriermon… ¿tú estás bien? – le preguntó el niño a su digimon, quien comenzaba a jadear con la lengua de fuera.
Terriermon: Si… no te preocupes. Mis orejas me protegen del sol… pero estoy cansado de tanto caminar. – dijo este, continuando con el jadeo para refrescarse.
Izuku entonces oyó que la niña pelirroja no tenía tiempo de descansar al ser "hostigada" de nuevo por la digimon ave, la cual volvía a repetir el nombre de ella varias veces, alentándola a seguir con la marcha.
Sora: Tú sí tienes muchas energías... – se quejó la niña de las energías del ave.
Biyomon: ¡Sora! ¡Sora! – repetía Biyomon una y otra vez el nombre de esta.
Y finalmente… la niña explotó.
Sora: ¡Ay, ya! ¡Compórtate, quieres! ¿Sabes algo? Me estoy muriendo de sed. Estoy cansada, ya no puedo dar ni un paso más. No tengo humor para estar escuchando tus comentarios, ¡haces que me sienta peor! – dijo la niña conteniéndose para controlar su fastidio.
El propio Izuku se sobresaltó por el repentino arrebato de Sora, contrastando con lo gentil que ella había sido con él la noche anterior.
Biyomon: Estás muy cansada… Perdón. Biyomon promete estar callada. – dijo la digimon ave, decaída en su ánimo por las molestias a Sora.
La niña de inmediato notó el daño que había hecho con su actitud, por lo que extendió sus manos en el aire, por encima de sus costillas, indicando que se daba por vencida.
Sora: Ay… de acuerdo, de acuerdo. Caminemos las dos juntas, ¿sí? – dijo ella fingiendo un tono alegre, y de broma.
Biyomon: ¡Qué feliz me siento, Sora! ¡Me simpatizas mucho! – dijo la digimon ave, corriendo para abrazar a la niña de la pierna, y volver a sobar su cabeza en ella.
Yamato vio esto con una sonrisa en su rostro antes de hablar.
Yamato: Por más que caminamos, no logramos ver nada más que estos postes. Pienso que lo mejor será regresar al bosque. Allí estaremos mejor. – dijo Yamato, manteniendo sus manos en los bolsillos.
El niño peliverde miró a Terriermon continuando con el jadeo, y al niño mayor peliazul asentir con la cabeza y un murmuro… muchas veces. Mirando hacia dónde veía Yamato, Izuku entrecerró un poco los ojos a un punto a lo lejos.
Izuku: Hay algo allá. – dijo el niño, colocando su mano en la frente para poder ver mejor, a pesar de llevar la gorra puesta.
Taichi: Espera un momento. – dijo el niño, sacando su monocular y apuntando en la dirección que el niño peliverde había señalado. - ¡Ah!, ¡Es una aldea! – exclamó emocionado el niño de pelo castaño.
Sora: ¿Qué? – preguntó ella, incrédula al igual que el resto.
Jo: ¡Ven!, ¡Yo se los dije! ¡Hay una aldea! ¡Eso quiere decir que hay humanos viviendo aquí! – gritó el niño de felicidad por creer que siempre tuvo la razón.
Koushiro: Puede que nos beneficie el investigar en ese lugar. – dijo el niño pelirrojo.
Mimi: Tenemos mucha sed, ¿verdad? – le preguntó la niña a Palmon, la cual asintió feliz.
Takeru: ¡Me estoy muriendo de hambre! – dijo el niño, sosteniendo su estómago.
Patamon: ¡Lo mismo digo yo! – dijo el digimon, volando sobre Takeru.
Taichi: ¡Muy bien hecho, Izuku! – le dijo el niño mayor al pequeño, sobándole la cabeza al niño peliverde. - ¡Perfecto! ¡Vayamos a esa aldea! – dijo al resto del grupo con emoción.
En medio de toda aquella alegría, Izuku volvió a oír el sonido que habían escuchado en el bosque hace poco, esta vez viniendo de una enorme montaña que parecía una versión realista del juguete para apilar piezas de la guardería.
Inserte Digimon Adventure OST #11 - Bokutachi, Digimon!
Yokomons: ¡Yoko! – decía cada uno de los Yokomons, mirando asombrados a los humanos recién llegados a su aldea… los cuales no devolvían la misma expresión que los pequeños digimons.
Taichi: Es la aldea de Yokomons. – dijo el niño lo más evidente.
Biyomon: ¡Yokomons! ¡Todos son amigos de Biyomon! – dijo emocionada la digimon ave, mirando ahora con mayor altura a sus compañeros digimons.
Yokomon 1: ¡Oye, oye! ¡¿Qué clase de Digimon eres?! – preguntó uno de los pequeños digimons a Sora desde el fondo.
Sora: ¿Me preguntas a mí? – preguntó ella sorprendida, señalándose con el dedo.
Biyomon: ¡No te equivoques! ¡Estás mal! ¡Ellos no son Digimons como nosotros! ¡Se llaman "seres humanos"! Todos son buenos. – les informó Biyomon a los Yokomons.
En medio de la conmoción generada por la información dada por Biyomon, Izuku se agachaba para quedar al mismo nivel que un grupo de Yokomons, quedándole estos por encima de su cabeza y sacando su libreta de apuntes.
Jo: ¡Yo pensé que íbamos a encontrar humanos aquí! – se quejó el niño de manera lastimera, habiéndose equivocado una vez más.
Taichi: Todo este lugar está hecho a la medida de los Yokomon. – dijo el niño, inclinándose para mirar mejor las diminutas casas de los digimons.
Mimi: Al ver esto, me hizo recordar el cuento que me leía mi mamá. Se llamaba Los Viajes de Gulliver. – dijo la niña, sujetándose las manos y levantándolas a su pecho, emocionada.
Yamato: Si todo sale a la perfección, podemos quedarnos aquí una noche, pero no se va a poder. – dijo el niño, mirando toda la aldea gracias a su "gran" altura.
Koushiro: Las casas son muy pequeñas y no podremos entrar. – dijo el niño pelirrojo, analizando la situación.
Patamon: ¡Ese no sería un problema para nosotros! – exclamó contento el digimon, volando.
Jo: ¡Para nosotros los humanos, sí! – exclamó Jo, todavía con los ánimos derrotados.
Yokomon 2: Oye Biyomon, ¿cómo le hiciste para digievolucionar? – le preguntó el digimon con la forma anterior del ave rosada.
Biyomon: Permanecí al lado de Sora y digievolucioné. ¡¿Cómo ven esa?! – expresó la digimon ave, levantando uno de sus brazos para enfatizar su explicación.
Yokomon 3: ¿"Cómo ven esa"? ¿Qué quisiste decir con eso? ¿Esa es tu manera de hablar? – preguntó confundido el Yokomon por el "extraño" lenguaje.
Mientras el niño escribía todo aquello que los Yokomons le respondían a las preguntas que este les hacía, Izuku veía a la niña pelirroja sentarse apoyada en una de las casas de los Yokomons, dándole la espalda a la ronda de preguntas de la aldea a Biyomon, notando él una expresión de fastidio y vergüenza en ella.
Biyomon: No se equivoquen, amigos. Esta clase de frases las utiliza Sora al hablar. ¡Al estar al lado de ella, puedo aprender distintas frases y muchas cosas más! – contó ella emocionada su experiencia con los humanos.
Yokomon 3: ¡Oh! Con que eso es lo que sucede. – respondió el Yokomon que preguntó.
Yokomon 2: Oye, quiero saber cómo digievolucionaste. ¿Simplemente al estar con un ser humano puedes lograrlo? – preguntaba ahora más emocionado este Yokomon.
Biyomon: ¡Eso me pasó por tratar de proteger a Sora! – dijo con plena confianza el digimon ave.
Sora: ¿Por protegerme? – preguntó ella pensando que eso no podía ser cierto, escuchando el resto de la conversación entre digimons. - Qué disparate se está diciendo! Solo quiere que la consienta. – dijo la niña, negándose a creer lo que Biyomon estaba contando.
Yokomon 4: Oye, ¿por qué tienes esa cosa en tu brazo? – preguntó un Yokomon que estaba mirando a Izuku, quien todavía permanecía agachado.
Izuku: Y-yo… me caí antes de llegar aquí y me lastimé. Sora-san me lo puso después de curarme. – le dijo el niño al Yokomon.
Todos los Yokomons exclamaron sorprendidos ante ello. A su vez, el niño veía a Terriermon con las orejas extendidas girando sobre su propio eje, jugando con un par de Yokomons que se habían aferrado a sus orejas.
Yokomon 5: Entonces sí es cierto que Biyomon digievolucionó solo por estar con ella. – exclamó un Yokomon a otro.
Yokomon 6: ¡Los humanos si son increíbles! – dijo este Yokomon, haciendo al niño sonreír contento ante aquel comentario.
Sora: ¡No es posible! – exclamó levemente la niña, cerrando los ojos y riendo como si estuviese apenada de alguna idea que acababa de pensar para sí misma.
Izuku escuchó esto último y giró de nuevo su cara para ver a Biyomon picarle la mejilla a Sora con una de sus garras, llamando su atención.
Biyomon: Sooraa, los Yokomons me dijeron que nos harán un graaan banquete. – le dijo la digimon ave a la niña humana.
Sora: ¿En serio? – preguntó emocionada la niña.
Todos los niños gritaron de alegría ante aquella noticia. Izuku escuchó al niño peliazul agradecerle a los digimons, a la niña de sombrero rosa decir que tenía hambre, y a Taichi diciendo que este comería hasta tener el estómago lleno. A su vez el niño comenzaba a imaginarse la comida que les ofrecerían, proyectando en su mente un plato de su comida favorita: el katsudon. Él siguió perdido en sus sueños hasta que la voz de Takeru lo trajo de vuelta al presente.
Takeru: ¡Agua! ¡Aquí hay agua! ¡Agua! – decía el niño rubio, corriendo hacia lo que Izuku identificó como una fuente en el centro de la aldea.
Yokomon 7: Esta agua viene del manantial que hay en la montaña Miharashi que está cerca de aquí. Tiene agradable sabor. – dijo el digimon, saltando para quedar sobre la orilla de la fuente.
Tentomon: ¡Qué bien! ¡Esta agua viene del famoso manantial de la montaña Miharashi! – repitió aquello el digimon insecto.
Terriermon: ¿No es lo mismo que acaban de decir los Yokomons? – preguntó el digimon perro a la distancia, sintiendo una gota de sudor caer de su frente.
El niño peliverde fue el primero en alcanzar a Takeru para mirar la famosa fuente, llegando poco a poco el resto de digimons y humanos visitantes.
Izuku / Takeru: ¿La montaña Miharashi? – preguntaron ambos aquel nombre.
Los Yokomons enseguida giraron sus cuerpos hacia aquella montaña con forma peculiar que Izuku había visto antes. Luego de observar por unos momentos más la fuente de aquella refrescante agua para los digimons, Izuku escuchó junto a los demás el cómo el sonido del agua se detenía, obligando al niño a voltear hacia dicha fuente y ver que no había más agua.
El niño asomó su cabeza con cuidado para no caer en el profundo hueco vacío de la fuente, luego de que esta se secara. Repentinamente, en vez de salir agua fue una columna de fuego la que casi golpea al niño, si este no se hubiera hecho para atrás por reflejo al igual que todos.
Takeru: ¡Yo quería beber de esa agua! – gritó el niño en reclamo, todavía en shock por el repentino estallido de llamas.
Mimi: ¡No bebimos ni una gota! – se quejó la niña de cuarto año.
Taichi preguntaba al aire qué significaba esta columna de fuego saliendo de la fuente, mientras que algunos Yokomons se preguntaban lo mismo que el niño.
Yokomon 2: ¡No se preocupen amigos!, ¡Hay un lago en aquella dirección! – dijo el pequeño digimon, señalando con su cara dicho lugar.
Taichi: ¡Vayamos a ver! – dijo el niño de inmediato, incorporándose del suelo luego de caer por la aparición de la columna de fuego.
Izuku y el resto corrieron tras el niño de playera azul, encontrándose todos que en el mencionado sitio solo había un hueco gigante, en el cual había lo que parecía un barco hundido en un mar de arena.
Yokomon 3: ¡El pozo! Quizá todavía quede algo de agua en él. – sugirió el digimon a un lado del niño peliverde.
Yamato: ¡Revisemos allí de prisa! – dijo el hermano mayor de Takeru, haciendo a todos trasladarse de nuevo a la aldea.
Los Yokomons le pasaron a Taichi la cubeta con la que sacaban agua del pozo, el cual la arrojó en el enorme agujero, tan seco al igual que la fuente.
Izuku veía como la cuerda vibraba sin parar mientras el sonido de la cubeta cayendo al vacío no cesaba, haciendo que el niño perdiese las esperanzas de que el pozo tuviese agua.
Yamato: Intenta subir la cubeta. – le dijo el niño rubio a Taichi, quien estaba parado junto a este alrededor del pozo.
Taichi: Está bien. – le respondió este a Yamato, comenzando a jalar la cuerda de la cubeta lo más rápido que podía.
Taichi y el resto quedaron impactados cuando el niño sostuvo en su mano el otro extremo de la cuerda… sin cubeta y completamente carbonizado.
Inmediatamente, otra columna de fuego emergió como un geiser desde el pozo, haciendo retroceder a Yamato y Taichi, este último saltando de un pie a otro de una manera cómica por el estallido repentino. Todo esto resultaba muy extraño para el pequeño infante, pero a su vez esto hacía que él recordase haber visto fuego de esa potencia recientemente… mientras veía por televisión las hazañas del héroe de fuego, Endeavor.
Yokomon 9: ¡Yo vi algo caer en la montaña Miharashi hace un momento! – gritó el digimon, quien estaba igual de alterado que el niño humano.
Izuku: ¿Eh? ¡Yo escuché algo viniendo de la montaña Miharashi cuando llegamos! – gritó el niño, recordando aquel sonido que solo él percibió.
Yamato se giró hacia los Yokomons primero y luego hacia el niño peliverde.
Yamato: ¿No es lo que vimos nosotros también? – preguntó tanto a Izuku como a los demás.
Koushiro: Sí, son esos engranes, ¿verdad? – preguntó el niño pelirrojo, poniendo una mano en su barbilla pensativamente.
Sora: ¿Pero por qué esos objetos habrán caído en la montaña Miharashi? ¿Hay alguna explicación? – preguntó la niña, mirando la columna de fuego del pozo.
Jo: Algo raro está sucediendo. – dijo el niño peliazul, juntando sus manos, preocupado.
Los Yokomons les dijeron a los niños que todos los ríos y lagos venían de la montaña Miharashi, y si algo extraño pasase toda esa agua se evaporaría. Koushiro escuchaba atento la explicación de los Yokomons, mientras Taichi sacaba su monocular y comenzaba a jugar con él, lanzándolo en su mano.
El niño peliverde giró una vez más hacia la mencionada montaña, entrecerrando un poco los ojos al ver algo brillante bajando de la cima.
Terriermon: ¿Eh? ¿Izuku, tienes sueño? – preguntó el digimon perro, extrañado de ver al niño con los ojos de esa manera.
Izuku: No, yo… - dijo el niño, abriendo los ojos normalmente mientras la mirada del resto se posaba sobre él.
Sora: ¿Qué ocurre, Izuku-kun? – preguntó la niña a Izuku.
Izuku: Y-yo acabo de ver una luz en la cima de la montaña. – respondió el niño, señalando el cuerpo de tierra a los demás.
Taichi: Echémosle un vistazo. – dijo el niño de gran cabellera, poniendo su ojo en el monocular para observar. – Veo un incendio en la cima, y también… - dijo Taichi, enfocando más el lente. - ¡Vaya!, ¡¿Qué es eso que viene bajando?! – preguntó repentinamente este.
Inserte Digimon Adventure OST #21 - Aku no Shutsugen
Los Yokomons de inmediato se inquietaron y comenzaron a decir atropellándose entre ellos: "Meramon está bajando". Todos oyeron que aquel "Meramon" decía algo, pero debido a la distancia que todavía los separaba, ninguno era capaz de captar que era lo que él les estaba diciendo, pero todos podían intuir que no podía ser algo bueno.
Taichi / Izuku: ¡¿Ese es...?! / ¿Meramon? – preguntaron ellos en conjunto.
Una vez más, se escuchó a Meramon decir algo, cada vez acercándose más a la aldea, pero nadie era capaz de oír claramente la voz del digimon de fuego… excepto Izuku.
Sora: ¡Él está diciendo algo! – dijo la niña, con algo de temor en su voz, siendo apoyada por Yamato quien confirmaba que se oía a Meramon decir algo.
Takeru: ¿Eh? ¿Izuku-kun? – llamaba este al niño peliverde, al verlo sujetar sus manos cerradas contra las correas de su mochila, con clara señal de miedo.
Izuku: "Qu-quemarlo todo"… eso dice Meramon. – respondió el niño, superando su miedo.
Koushiro / Taichi: ¡¿Qué dices?! / ¿Tú alcanzas a oírlo? – le preguntaron ambos niños con incredulidad.
Una vez más, un fuerte grito energizado de Meramon retumbó por toda la aldea, confirmando lo que Izuku había dicho.
Inserte Digimon Adventure OST #18 – Eyecatch
El paisaje que los humanos y digimons veían era el de la cima de la montaña Miharashi ardiendo, mientras que detrás de ellos, la fuente de agua y el pozo del pueblo proyectaban columnas de fuego al cielo. Así permanecieron las cosas hasta que todos vieron un anillo de fuego creándose a través del bosque, siendo esto la marca del avance de Meramon hacia la aldea de los Yokomons.
Inserte Digimon Adventure OST #17 - Kuroi Inbou
Meramon: ¡EN ESTOS MOMENTOS ESTOY MÁS FERVIENTE QUE NUNCA! – se oyó ahora con más claridad la voz del digimon de fuego.
Los humanos permanecían con la boca abierta de la impresión, con excepción del de cabello verde, el cual se ocultaba detrás de su digimon acompañante de grandes orejas.
Meramon: ¡QUÉ FERVOR! ¡TODO MI CUERPO ESTÁ LLENO DE FERVOR! – gritó una vez más Meramon.
Taichi: ¡Chicos! – volteó el niño de cabello castaño a mirar tanto a los humanos con digimons compañeros como a los propios nativos de la aldea. - ¡Huyan! – gritó este, para que inmediatamente comenzara una estampida de Yokomons.
Insertar Digimon Adventure OST #16 - Kyoufu no Ashiato (x 1.5)
Todos comenzaron a correr sin parar y para cierto momento, los humanos habían salido de la línea tupida de Yokomons. Taichi y Sora habían sido los encargados de liderar el escape, y optaron por que todos se ocultasen dentro de aquel barco que habían visto hace poco en el fondo del lago. Cada una de las criaturas rosas con hojas azules se introducía dentro del barco, seguidos poco a poco por el resto de humanos como Jo, Mimi o Yamato.
Taichi: ¡Refúgiense en este lugar! – indicó el niño a los Yokomons.
Sora: ¡Rápido, dense prisa! – enfatizó la niña al mar de digimons.
En la cima de la proa del barco, la niña pelirroja podía escuchar a Yamato indicar a todos que pisaran con cuidado, seguido de la voz de Jo-senpai preguntando si todos estaban bien, enfatizando este que la situación no le agradaba para nada.
Taichi: ¡Takeru! ¡Apresúrate! – le dijo Taichi al niño de gorra verde, quien llegó a la entrada junto a su digimon, Koushiro y Tentomon.
Sora en ese momento se quedó en blanco, recordando que todavía faltaba alguien más por llegar, o más específicamente… faltaban 3 más por llegar .
Sora: ¡T-Taichi! ¡¿Dónde está Izuku-kun?! – preguntó la niña con pánico, ante la realización de no haberlo visto cruzar.
Taichi: ¿Eh? ¡¿Él todavía no entra?! – preguntó el niño, repasando en su mente si dicho suceso en realidad había ocurrido.
Izuku: ¡Sora-san! – gritó el niño llegando a la entrada junto a Taichi y la niña.
Sora: ¡Izuku-kun! – exclamó la niña aliviada en principio al ver al niño peliverde con Terriermon colgándole de la espalda, pero de inmediato la preocupación de ella volvió cuando vio que el tercer ausente todavía faltaba. - ¡¿Y Biyomon?! – preguntó ahora la niña con urgencia.
Terriermon: Ella insistió en asegurarse que todos salieran de la aldea. – dijo el digimon, aferrado de alguna manera a la mochila del peliverde y señalando a la cima de la colina, la antigua orilla del lago de la aldea.
Los 3 humanos y digimon miraron a un ave rosada, guiando a la cascada de Yokomons cayendo por la colina.
Sora: Es una tonta… está ayudando a todos. ¡Biyomon! – gritó repentinamente la niña mientras salía corriendo hacia su digimon acompañante.
Jo: ¡Sora! ¡¿Qué sucede?! – preguntó el niño de lentes desde la proa del barco.
Yamato: ¡Sora, regresa! – le gritó este a la niña al verla regresar a la aldea.
Izuku podía ver a la niña de gorro azul alejarse cada vez más, mientras los Yokomons terminaban de bajar al fondo del lago, dejando a una solitaria Biyomon que saludaba contenta a la humana al verla acercarse. Enseguida, el niño peliverde vio con temor como Meramon quedaba a espaldas de Biyomon.
Sora: ¡Biyomon, detrás de ti! – gritó la niña, oyéndose a lo largo de todo el lago.
Pero la advertencia llegó tarde. Cuando Biyomon volteó detrás de sí, esta vio a Meramon levantando un brazo. De inmediato la digimon ave comenzó a volar, pero el largo brazo del digimon de fuego la golpeó, haciéndola caer para rodar cuesta abajo sin poderse detener.
Niños: ¡Biyomon! – gritaron todos al ver caer al digimon ave, con peligro de desnucarse al caer al fondo rocoso del lago.
En el último segundo, Sora saltó hacia Biyomon y esta la atrapó en sus brazos, cayendo ambas al suelo.
Terriermon: ¡Ella la atrapó! – dijo este, todavía en shock por el momento cardiaco.
Todos vieron a Biyomon hablando con la niña humana, antes de que la niña la levantase abrazada, sonriendo.
Pero entonces, el niño peliverde volvió su atención a Meramon, quien encendió una bola de fuego en su palma... igual que cierto héroe profesional.
Izuku: ¡Sora-san, cuidado! – gritó el niño, alertando a los que permanecían absortos en el abrazo entre Biyomon y Sora.
Ante la advertencia de Izuku, Biyomon vio a Meramon listo para lanzar su ataque. Todos miraron a la digimon ave zafarse de los brazos de Sora y elevarse para enfrentarse al digimon de fuego.
Inserte Digimon Adventure OST #24 - Shuugeki! Soshite...
Biyomon: ¡ESPIRAL MÁGICO! – invocó ella su ataque especial.
Pero aquel ataque de color verde, solo fue absorbido por el pecho de Meramon. Ante la imposibilidad de enfrentar al digimon de fuego de otro modo, Biyomon repitió el ataque múltiples veces.
Taichi: ¡Biyomon jamás podrá derrotarlo a él sin ayuda! – dijo Taichi, sin apartar los ojos de los dos digimons peleando.
Terriermon: ¡Entonces vamos! – dijo el digimon perro, antes de bajar de la mochila de Izuku y correr hacia la batalla, seguido del resto de digimons acompañantes.
Izuku, Taichi y Koushiro siguieron a los digimons ante la preocupación por su amiga de gorro azul y el digimon ave. En el camino, el niño peliverde vio que Meramon parecía ser mucho más grande que antes de que empezara la pelea.
Meramon: ¡Bola de fuego! – lanzó este el ataque hacia Biyomon, quien fue derribada de nuevo hacia el fondo del lago.
Sora: ¡Biyomon! – gritó preocupada Sora, siendo alcanzada en ese momento por Terriermon, Tentomon, Agumon, Gabumon y Patamon.
Sora: ¡Biyomon! ¿Qué hiciste? – decía la niña, cayendo de rodillas al suelo, sonando derrotada.
Izuku: Sora-san… - llamó el niño a la niña mayor, triste de verla triste.
Taichi: ¡Hay que ayudarla antes de que suceda algo malo! – gritó Taichi, llegando junto a Koushiro.
Koushiro: ¡Ve por él, Tentomon! – le pidió el niño pelirrojo al digimon insecto.
Agumon / Tentomon: ¡FLAMA BEBÉ! / ¡SUPERTRUENO! – atacaron los digimons.
Gabumon: ¡FUEGO AZUL! – lanzó el digimon lobo su flama azulada.
Patamon / Terriermon: ¡BURBUJA DE AIRE! / ¡MINITORNADO! – atacaron ellos.
Los ataques de todos los digimons impactaron en algun lugar del cuerpo de Meramon, pero estos no tuvieron el efecto esperado. Izuku vio como luego de absorber los ataques, el digimon de fuego creció de tamaño.
Yamato: ¡No se den por vencidos! – gritó el niño en apoyo a los digimons desde la proa del barco.
Meramon: ¡ME SIENTO MÁS FERVIENTE QUE NUNCA! – gritó Meramon, en el cual ahora Izuku podía distinguir unos ojos completamente blancos.
Taichi: ¡A Meramon no le hacen daño los ataques con fuego! – gritó Taichi el nuevo hecho de la batalla.
Koushiro: ¡Ese Digimon está absorbiendo la energía de todos! – concluyó el niño de la laptop.
Meramon: ¡ARDAN TODOS! – dijo el ahora inmenso digimon, deslizándose por la colina hasta el fondo del lago.
Biyomon: ¡Sora! – escuchó Izuku al digimon ave levantarse, mirando a la decaída Sora todavía arrodillada en el suelo con la cabeza gacha. - Sora se encuentra en peligro. ¡No puedo quedarme con los brazos cruzados! – dijo enfáticamente la digimon rosa, plantando cara hacia el digimon de fuego y extendiendo sus alas en un esfuerzo por interponerse entre Meramon y sus amigos.
Inserte Digimon Adventure OST #25 - Brave Heart (TV Size)
Secuencia de evolución.
En medio de un vacío la pantalla del extraño aparato comienza a acumular barras horizontales, las cuales salen despedidas del dispositivo una vez que alcanzan su límite. Estas se arremolinan en un cilindro rodeadas de extrañas formas de escritura, reuniéndose todo en un punto que explota en rayos de luz.
Koushiro e Izuku percibieron la misma extraña luz de la digievolución en el rabillo de sus ojos, girando ambos en dirección de dónde esta venía, descubriendo que ahora era el aparato en la cintura de Sora el que se iluminaba esta vez.
Biyomon gira en sentido contrario al reloj sobre una plataforma circular hecha de luz, con su nombre escrito en varios idiomas humanos y siendo rodeada por el nombre BIRDRAMON en forma de cilindro.
BIYOMON DIGIVOLS A….
El cuerpo de Biyomon se vuelve hecho completamente de luz, y casi de inmediato, adquiere la forma de una gigantesca ave, con filosos dientes sobresaliendo de su pico, un plumaje color naranja casi dorado, y dos tiras de plumas en la cabeza.
BIRDRAMON.
Fin de evolución.
Izuku: ¡Sora-san! ¡Biyomon está…! - intentó decir Izuku hasta que la niña levantó la cabeza de inmediato, esperando encontrarse con la digimon rosa muerta o herida, pero en cambio, todos miraron a la imponente ave resplandeciente haciéndole frente a Meramon. - ¡Esas plumas…! – se dijo mentalmente el niño, recordando los mechones dorados de su héroe favorito.
Birdramon cargaba con su cuerpo al enorme Meramon, sin que sus plumas se quemasen en lo absoluto. El digimon de fuego forcejeó lo suficiente como para soltarse del agarre del ave, cayendo de nuevo en la orilla original del lago. El impacto de la caída hizo retumbar el suelo debajo de todos.
Sora: ¡Biyomon!, ¡Digievolucionó a Birdramon! – dijo sorprendida la niña, escuchando todos soltar al ave un chillido de águila, pero mucho más fuerte.
Meramon: ¡QUÉ FERVOR!... ¡QUÉ FERVOR SIENTO POR TODO MI CUERPO! – volvió a gritar a todo pulmón el digimon de fuego, preparando otro ataque en su mano de inmediato. - ¡BOLA DE FUEGO! – lanzó la esfera hacia Birdramon, impactando a esta por la espalda.
Sora: ¡Birdramon! – gritó preocupada la niña por su digimon, la cual se repuso de inmediato y se lanzó a embestir a Meramon.
Meramon: ¡ME SIENTO…ME SIENTO… ME SIENTO CON MUCHO FERVOR! ¡CON MUCHO FERVOR! ¡CON MUCHO FERVOR! ¡CON MUCHO FERVOR! – gritaba Meramon una y otra vez, mientras contenía a Birdramon con un brazo y la golpeaba con el otro repetidamente.
Sora: ¡Birdramon! ¡No te des por vencida! – le gritó la niña apoyando al digimon alado, la cual tomó distancia a más altura del digimon de fuego.
Birdramon: ¡METEOROS FUGACES! – invocó el digimon ave su técnica especial, abrazándose a sí misma con sus alas, para después extenderlas y que pequeños puntos luminosos aparecieran a lo largo de ellas, siendo disparados cada uno como una lluvia de fuego.
Por un momento, todos temieron que el ataque de Birdramon fuese a tener el mismo efecto que los anteriores, pero luego de que estos se concentraron en el abdomen de Meramon, este se retorcía de dolor, abrazándose a sí mismo.
Izuku, junto al resto vieron un objeto negro salir disparado de la espalda de Meramon hacia el cielo, desintegrándose en partículas muy pequeñas en un instante, comenzando Meramon a disminuir su tamaño poco a poco.
Koushiro: ¡Eso es…un engrane negro! – dijo el niño de la laptop, asombrado al igual que los demás.
Taichi: Sí. – confirmó el niño castaño, sin poder decir más.
Izuku: ¡Eso fue lo que oí antes! – dijo el niño casi de inmediato.
Koushiro: Ya veo. Eso permanecía dentro del cuerpo de Meramon. ¿Habrá sido por eso que...? – dijo el niño pelirrojo, llevándose la mano de nuevo a la barbilla.
Takeru: ¡Birdramon fue el ganador! – se escuchó la voz de Takeru retumbar por todo el lugar.
Enseguida, todos miraron nuevamente al digimon evolucionado encogerse a su forma más pequeña, volando este de regreso con su humano acompañante.
Sora: Biyomon digievolucionó a Birdramon, y ella lo hizo para salvarme la vida. – dijo la niña sus pensamientos en voz alta sin saberlo.
Inserte Digimon Adventure OST #28 - Tomodachi ~Tatakai no Theme~
De inmediato, la humana y digimon se llamaron mutuamente para terminar fundidas en un abrazo.
Sora: ¡Biyomon! ¡Biyomon! ¡Muchas gracias por haberme salvado! – le agradecía la niña con felicidad.
Biyomon: ¡Biyomon solamente cumplió con su deber, y también porque te quiero muuucho, Sora! – respondió el digimon los agradecimientos de la niña.
Izuku sonreía ante la escena que veía, distrayéndose cuando escuchó que las columnas de fuego e incendios en la aldea se comenzaban a apagar.
Poco a poco, el agua del lago comenzó a regresar, lo que hizo a todos volver a reunirse en el barco con los Yokomons y los demás humanos. Ninguno de ellos se movió cuando el barco comenzó a elevarse, quedándose quietos para no perder el equilibrio. Gracias a la ayuda de Gomamon con su "MARCHA DE PECES", poco a poco se fue evacuando a tierra a los Yokomons y a los niños.
Para cuando Izuku y Terriermon volvieron a tocar el suelo de la aldea, el curioso atardecer granulado ya comenzaba a asomarse a lo lejos.
Junto al lago, todos los niños veían a Meramon desmayado. Los niños mayores y los digimons se mantuvieron en circulo sobre el digimon de fuego, siendo superados poco a poco por los Yokomons, quienes todavía confiaban en el guardián de la montaña, Meramon.
Izuku: ¡Es-Está despertándose! – les dijo el niño a todos, viendo al digimon de fuego retorcerse y sentarse sosteniéndose la cabeza con una mano.
Yokomon 4: ¡Meramon! ¡Ya recobraste el conocimiento! – dijo tranquilo el digimon.
Meramon: ¿Qué es lo que me ha pasado? – preguntó el digimon de fuego, mirando a los niños dirigirle miradas cautelosas y alertas.
Yokomon 3: ¡Qué bueno que Meramon está bien! – dijo el Yokomon con alivio.
Yokomon 5: ¿Por qué hiciste tanto alboroto? ¿Qué fue lo que te sucedió? – preguntó el Yokomon con premura.
Meramon: Un engrane negro gigantesco cayó del cielo y después... – comenzó a relatar el digimon lo ocurrido, deteniéndose al no recordar más.
Yokomon 6: ¿Ya no supiste lo que pasó? – preguntó con inocencia el digimon.
Yokomon 4: ¡Meramon!, ¡Queremos que vigiles la montaña Miharashi como siempre! – le dijo el digimon pequeño con autoridad.
Poco a poco, el digimon de fuego se incorporó mientras se disculpaba una y otra vez por su comportamiento, aceptando su misión de resguardar la fuente de agua de la aldea como lo había hecho hasta ahora.
Taichi: ¡Ya no regreses a ser un Digimon malo! – le gritó Taichi al digimon.
Terriermon: ¡Adioooós! – decía el digimon perro, haciendo el gesto de despedida con su corta mano.
Yokomon 2: ¡Protege la montaña Miharashi de nuevo! – volvió a pedirle el digimon a Meramon.
Repentinamente, el sonido de un estómago gruñendo, el cual había sido el de Terriermon, rompió la emotividad, siendo secundado por el de Biyomon, quien estaba cargada en los brazos de Sora.
Biyomon: Es cierto, ¡los Yokomons nos prometieron hacer un gran banquete!, ¿Lo recuerdas? – preguntó la alegre ave rosa a Sora y al resto.
Takeru: ¡Me estoy muriendo de hambre! ¡Ya no puedo más! – dijo el niño rubio sosteniendo su estómago.
Terriermon: ¡Comida! – decía el digimon exageradamente lento, cayendo frente al niño peliverde, fingiendo un desmayo.
Los Yokomons comenzaron a hablar atropelladamente, impidiendo escucharse con claridad lo que decían. Fue hasta que los niños y digimons vieron a estos pasarse en cadena uno a uno platos de comida ondulados, que todos se emocionaron por finalmente poder comer desde que agotaron las raciones que sobraban de la comida de emergencia aquella mañana.
Izuku recibió con agua en la boca el plato de mano de un Yokomon, dándose prisa en agradecer la comida y meter la mano en el plato sin antes comprobar su contenido. La forma granulosa y el aroma a alpiste que sentía en su boca, hicieron a Izuku detenerse y mirar el contenido por primera vez.
Inserte Digimon Adventure OST #29 - Happy End
El niño peliverde miró a su alrededor y vio a los Yokomons comer gustosos, así como a Palmon, Biyomon y el resto de digimons comer tranquilamente. Incluso Terriermon metía su boca completa al plato, revoloteando las orejas en el aire... al igual que un perro.
Taichi: ¿Este es el banquete que nos prometieron? – preguntó con algo de reticencia a la comida.
Biyomon: Sora, ¿qué sucede? ¿Por qué no comes? ¡Sabe delicioso! – preguntó la digimon ave a la niña humana.
Palmon: ¡Exquisito, Mimi! ¡Deberías probarlo!
Sora: Nosotros los humanos no comemos estas cosas. – dijo la niña, fallando en ocultar su cara de remilgosa ante el alpiste.
Takeru: Pero... – dijo el niño antes de escuchar su propio estómago gruñir. - ¡Me lo comeré! – dijo el niño, para de inmediato comenzar a tomar bocados con la mano, sorprendiendo a Izuku, quien tragó inconscientemente lo que ya había masticado.
Yamato: Aquí no podemos ser exigentes. – dijo el niño mayor, imitando a su hermano.
Taichi: ¡Vamos a comérnoslo! – dijo el niño, imitando al resto.
Sora: ¡¿Están hablando en serio?! – exclamó incrédula la niña.
Jo: Sí, si lo masticas bien, no tendrás ningún problema. – le dijo el niño peliazul a Sora antes de tomar otro bocado y masticarlo.
Mimi: ¡No! Mejor quiero regresar a mi casa. – se quejó nuevamente la niña de vestido rosa.
Aquel comentario desató la risa de digimons y humanos viajeros, alegrando el ambiente mientras Izuku volvía a comer otro bocado, esta vez asegurándose de seguir el consejo de Jo-senpai.
Inserte Digimon Adventure OST #30 - I Wish (TV Size)
FECHA DE ÚLTIMA EDICIÓN: 18 AGO 2023
FECHA DE PUBLICACIÓN : 08 SEP 2023
Inserte Digimon Adventure OST #31 – Yokoku
HOLA A TODOS DE NUEVO. AQUÍ EL CAPÍTULO 4 DE LAS AVENTURAS DIGITALES DE DEKU.
PODRÍA PARECER QUE IZUKU SE DA CUENTA DE COSAS COMO SI TUVIERA SUPERPODERES O ALGO ASÍ (GUIÑO GUIÑO), PERO SIMPLEMENTE, Él ES MUY BUEN OBSERVADOR, COMO SE DEMUESTRA EN EL FUTURO.
PARA EL FINAL DE ESTE CAPITULO APENAS LLEVAN 2 DÍAS EN EL DIGIMUNDO, ES CONSIDERABLE PENSAR QUE PASEN ALGUNOS DÍAS MÁS ANTES DE QUE ALGUNAS COSAS COMIENCEN A PARECERLES EXTRAÑAS TANTO A LOS NIÑOS ELEGIDOS COMO A IZUKU. EL MUNDO AL QUE LLEGARON PARECE DE POR SÍ UN SINSENTIDO, LO QUE HACE QUE PEQUEÑOS DETALLES SE LES PASEN POR ALTO A TODOS.
HAGAN LO QUE HACÍA TODOS ANTES EN INTERNET: DENLE LIKE, COMPARTAN Y SUSCRÍBANSE (TAMBIEN DENLE UNA MIRADA A MIS OTROS FICS, ALGUNOS ESTAN BAJO REVISIÓN GRAMATICAL).
ESTE FIC SE PUBLICA EN SIMULTÁNEO EN FANFICTION, WATTPAD Y AO3. EN LOS ÚLTIMOS DOS PUEDEN ENCONTRAR FANEDITS DE LOS CAPÍTULOS. LOS COMENTARIOS SON BIENVENIDOS, ASÍ COMO PM'S DE LAS TRES PLATAFORMAS, Y SI YA LOS MANDARON, ENVIEN UN RECORDATORIO... EL ANIME DISTRAE MUCHO. ESO... Y ACABÉ LA PRIMERA TEMPORADA DE ONE PIECE… EL LIVE ACTION, CON EL ANIMADO YA ACABÉ LA SEGUNDA TEMPORADA.
