Como las parodias de Sam y Cat fueron bien recibidas, quería hacer algo parecido. ¿Recuerdan en VCP que hice parodias de capítulos de TLH con los nietos de las Tortugas Ninja (nietos que yo inventé)?
Pos ahora haré capítulos de la serie parodiando con sus nietos n.n
Acá los haré como si fueran todos (las Tortugas incluídos) humanos, como en TNTT. Hoy empiezo con el episodio "Resfriado en la Casa Loud", hoy titulado "Resfriado en la Casa Jones" uwu
Haré las descripciones rápidas:
Cuatrillizos: Los cuatro tienen la piel tostada, los ojos marrones oscuros y el cabello del mismo color. Heather lo lleva suelto, Garreth corto, Lahyla en dos trenzas y Morgan en una cola de caballo. Lahyla tiene lentes. Tienen quince años.
Gemelos Wayne y Tyler: Misma complexión que sus primos, ojos marrones oscuros y cabello negro, Wayne corto con un paliacate en la frente y Tyler largo hasta las orejas. Tienen quince años.
Gemelas Gabby y Riley: Misma complexión que sus hermanos, cabello largo y moreno, Riley lacio y Gabby ondulado. Y Riley tiene lentes. Tienen trece años.
Scott: Misma complexión, ojos marrones y cabello negro rapado de ambos costados y el resto largo hasta el cuello. Tiene doce años.
Ethan: Misma complexión, cabello corto marrón, ojos marrones y una gorra azul con la visera para atrás. Tiene diez años.
Noah: Idéntico a Ethan, solo que más pequeño. Tiene siete años.
Bianca: Misma complexión y color de cabello que Scott, es una bebé. Tiene un año y medio.
Ahora sí, comencemos B3
Casa de los Abuelos Jones
Scott dormía plácidamente en su cuarto, cuando despertó con un bostezo. Sonrió, pues está vez no había despertado por un alboroto o algo peor. Miró a la cámara.
-Uff, el dulce sonido del silencio. -llevó sus manos tras su cabeza- Eso nunca pasa un sábado. -miró el reloj de pared- Debo ser el primero en desper... un momento, ¿diez de la mañana? ¿Cómo puede estar tan callado tan tarde? -se preguntó asustado. Luego vio la litera de Ethan y Noah, estaba vacía- ¿Y dónde están Ethan y Noah?
Poco después de cambiarse, abrió la puerta de su cuarto, viendo que afuera todo estaba desolado, las luces del pasillo estaban apagadas, varios juguetes y ropa tirados, y en la pared estaba escrito con lápiz labial la palabra "huyan". Scott salió cautelosamente de su cuarto y miró alrededor, buscando indicios de vida.
-Ahh, ¿hola?
Desde el cuarto de en frente escuchó unos gemidos, viendo las siluetas de Riley y Gabby dentro del cuarto.
-Oh, hola, chicas, ¿saben qué ocurre?
Desde dentro del cuarto, salieron las gemelas, pero no lucían para nada bien. Estaban pálidas, con los ojos irritados y les escurría moco de la nariz. Scott se hizo para atrás nervioso, pero chocó con alguien. Volteó y vio a Heather.
-Heather, creo que algo está mal con las... -vio su rostro, que se veía igual de demacrada que las gemelas- ¡Aahh!
Pronto el chico se vio acorralado por Heather, las gemelas y Morgan, quien también se veía infectada como las demás. Scott terminó chocando de espaldas contra la puerta del cuarto de en frente al suyo, e intentó girar la perilla para abrir la puerta, pero estaba trabada. De repente alguien la abrió un poco, tomó a Scott del tobillo y lo metió al cuarto.
Quien quiera que lo metió le apuntó a la cara con una linterna, inspeccionándolo.
-Se ve bien. -él que apagó la linterna era Garreth, acompañado por Noah, Ethan, los gemelos y Lahyla- Pero hay que revisarlo.
Tyler acercó una máquina para detectar la fiebre en una persona a la frente de Scott, quién cerró los ojos por miedo. El escáner lo revisó y mostró una luz verde.
-Treinta y seis grados de temperatura. ¡Está bien, suéltenlo!
Los demás dejaron libre a Scott y este se sentó, viendo a su familia.
-¡¿Quieren decirme qué rayos sucede?!
-¿No te has enterado? -preguntó Noah, sirviendo algún brebaje raro en un bidón de agua- Esta mañana nuestra casa quedó infestada con un agudo virus febril y contagioso. O, como se le conoce en las calles: la gripe. -terminó con un tono aterrador.
Scott miró a la cámara de nuevo.
-Con catorce Jones apiñados en ciento doce metros cuadrados, cuando alguien se enferma, se extiende como una plaga. -explicó Scott- No solo hablamos de la gripe, hablamos de un ¡apocalipsis zombi!
-Él primer virus estaba en la habitación de Heather. -interrumpió Noah.
Flashback
Con el mismo aparato que usaron para medir la temperatura de Scott, Venus abuela revisó a Heather. Su temperatura no era buena.
-Tienes fiebre, cariño. Es necesario que vuelvas a la cama.
Heather estornudó y los gérmenes salpicaron en una pelota de básquet que iba botando por el pasillo. Morgan la tomó y la giró en su dedo, pero las bacterias salpicaron a su rostro, contagiándola. Morgan estornudó y, ya infectada, caminó escaleras abajo a buscar algo de beber. Tomó un jugo de naranja directamente de la caja que estaba en la cocina y lo dejó de nuevo en la mesa. Riley se acercó, sin notar el estado demacrado de Morgan.
-Buenos días. -saludó, sirviéndose jugo en un vaso. Las bacterias de Morgan terminaron en el jugo y Riley los bebió, infectándose también. Eructó y, ya infectada, soltó el vaso que se rompió en el suelo y volvió a tomar jugo de la caja. Gabby llegó a la cocina y vio a su hermana con repulsión.
-¡Abue, Riley está bebiendo del envase!
Riley pasó junto a ella y le estornudó en la cara.
-¡Y estornudó sobre mí! -al poco tiempo, Gabby también se infectó.
Fin del flashback
-Muy bien, los únicos sobrevivientes somos tú, Tyler, Wayne, Lahyla, Ethan, Garreth y yo. -explicó Noah.
-¡Esperen, Lahyla está infectada! -señaló Scott.
-Incorrecto, yo siempre me veo así. -dijo Lahyla con molestia, pues sus ojeras, palidez y cara demacrada era cosa cotidiana, pues el pasársela leyendo libros, escribiendo y posponiendo su sueño la hacían ver así.
-Si queremos vivir para ver otro día, sugiero que iniciemos el protocolo de escape lo antes posible. -propuso Noah determinado.
-Cuenten conmigo. -aceptó Scott, sacando su walkie-talkie. Buscó la señal más cercana, la cual era la de Bruno, y llamó.
(Nota de autora: Bruno es el segundo hijo de Ayana de Descendientes Ninja 2.0)
-Jones Sano a Davies a Salvo, tenemos un brote nivel cuatro.
Bruno, escuchando el mensaje mientras comía cereal, escupió su comida asustado.
-¡¿La gripe?! Scott, dime la verdad... ¿Heather está a salvo?
Scott suspiró con pesadumbre.
-Negativo.
Bruno jadeó desesperado.
-¡¿Por qué, por qué, por qué?! -lloró el niño, mientras los Jones estaban algo... insultados, por decir lo menos, de que Bruno priorizara su preocupación sobre Heather y no los demás. Se sorbió la nariz por las inminentes lágrimas - Lo siento, sé que no podemos darnos el lujo de llorar ahora. -recuperó la compostura- Tendré todo listo: cárteles, suplementos médicos y los alimentos sanadores patentados. ¿Cuántos sobrevivientes?
-Siete. -respondió Scott, pero Ethan estornudó- Que sean seis.
-¡Chicos, no, piedad! -Ethan no alcanzó a suplicar más por clemencia, pues al poco tiempo también se infectó.
-¡Está infectado! ¡Sáquenlo ya!
Poco después, sacaron a Ethan del cuarto, empujándolo con un carrito rojo al pasillo.
-Oigan, chicos, ¿no deberíamos quedarnos a cuidar a los enfermos? Después de todo son nuestra familia. -preguntó Tyler inseguro.
-Olvídalo, Ty. -se negó Garreth- Ya es tarde para ellos, pero no para nosotros.
-¡Todo el mundo salga de la casa! ¡En marcha! -decretó Scott, pero Noah lo detuvo.
-Esperen. -se acercó a su armario con un control- No podemos salir sin cargar con nuestras proverbiales armas. -presionó un botón, las puertas se abrieron, la ropa se hizo a un lado y en la pared habían colgadas cinco pistolas de agua. Noah sacó una de las pistolas de agua, rellenó el contenedor con el brebaje del bidón y se acercó a su familia- En caso de ataque, este brebaje detendrá a los infectados.
Disparó un poco a la cara de Scott y este se limpió el brebaje con la lengua. Estaba algo caliente y sabía a pollo.
-Sabe a caldo de pollo.
-Es porque es caldo de pollo. -y le dio a Scott la pistola.
Garreth, Wayne, Lahyla y Noah tomaron las otras cuatro pistolas, las llenaron del caldo y Noah se puso una bandana roja en la frente. Los cinco con las pistolas hicieron poses épicas y Tyler estaba tras ellos, no muy seguro de si era buena idea.
-Oigan, no creo que-
-¡A la carga, equipo! -ordenó Noah.
Scott sacó ligeramente su cabeza por la puerta y no vio a nadie en el pasillo. Hizo seña con dos dedos de que podían pasar y, con movimientos de ninjas, salieron del cuarto, pegando sus espaldas contra la pared.
-Atentos, pueden estar donde sea.
Siguieron avanzando, llegando a la mitad del pasillo, cuando oyeron unas ruedas. Eran de una patineta que vino rodando desde uno de los cuartos de la segunda mitad del pasillo. Todos apuntaron con sus armas a la patineta que terminó chocando con un zapato en el suelo, cuando Scott vio algo.
-¡Garreth, tres en punto!
Por la derecha de Garreth estaba viniendo Ethan infectado. Con un grito de guerra, Garreth disparó algo de sopa que cayó en la boca de Ethan. Él cayó al suelo como si le hubieran dado un golpe en la cabeza y lo hubieran noqueado. Scott vio algo detrás de Noah.
-¡Noah, seis en punto!
Gabby estaba viniendo con patines con rueditas, patinando muy torpemente hacia ellos. Noah le apuntó y disparó.
-¡Come sopa caliente!
La sopa cayó en boca de Gabby y ella pasó de largo a los demás, chocando con algo del otro lado del pasillo. Los demás se acercaron a las escaleras, y Scott vio a alguien acercarse a Tyler, quién estaba en frente de una puerta y Heather desde adentro se estaba acercando.
-¡Tyler, nueve en punto!
-Oye, Scott, decídete, ¿qué hora es?
-¡No, a tu izquierda!
Tyler notó a Heather y jadeó preocupado, sacando un pañuelo de su riñonera.
-¿Quieres un pañuelo?
Scott corrió y con su peso tacleó a Heather dentro del cuarto, cerrando la puerta. Tyler miró mal a Scott.
-¡Scott, ¿no tienes corazón?!
-¡¿Y tú no tienes cerebro?! ¡Tratamos de mantenernos vivos!
-¡Chicos, ayuda! -gritó Wayne, escudándose junto a Garreth, quiénes perdieron sus armas y ahora estaban acorralados por Gabby e Ethan. Scott disparó sopa a diestra y siniestra, pero no logró evitar que Wayne y Garreth fueran infectados por Gabby e Ethan. Scott miró a los sobrevivientes.
-¡Evacuen!
Quisieron correr a las escaleras, pero Riley estaba subiendo por las mismas, Garreth, Wayne, Ethan y Gabby se acercaban por el lado derecho, Morgan por el izquierdo y estaban acorralados. Scott pensó.
-Vamos, Jones, haz visto muchas películas de zombis, ¿qué hacemos ahora?
De repente se le prendió un bombillo y, fingiendo una cara enferma, empezó a caminar lento cual zombi. Los demás vieron a Scott preocupados.
-Wow, Scott se infectó. -dijo Lahyla sorprendida.
-En ese caso. -Noah le apuntó.
-No dispares, trato de mezclarme. -susurró Scott- Vamos, es nuestro pase a la libertad.
Los otros tres obedecieron y empezaron a caminar como zombis, para confundir a los infectados, cosa que de milagro funcionó. Scott se acercó a las escaleras que llevaban al piso de abajo, a lo que Lahyla, Noah y Tyler lo siguieron. El último sacó un paquete de pastillas para la tos de su riñonera.
-Pobrecitos, ¿quieren pastillas para la tos?
Scott lo tomó de la muñeca y lo llevó escaleras abajo, y Tyler soltó las pastillas. Una vez abajo, Scott quiso darle una reprimenda.
-Tyler, pones al escuadrón en riesgo y no lo permitiré. -decretó Scott, pero luego notó la ausencia de alguien- ¡Esperen, ¿dónde está Lahyla?!
Miró arriba y vio a los enfermos comiéndose algo. Ahí Scott dedujo que Lahyla fue la pobre víctima.
-¡Rayos, perdimos a otra! Era tan joven... -se lamentó Scott. Sacó su walkie-talkie- Jones Sano a Davies a Salvo, solo somos tres sobrevivientes.
-Siento oír eso, Jones Sano. Todo está listo aquí. Oye, tengo una pregunta sobre la comida sana: ¿a todos les gusta el guacamole? -preguntó Bruno con el walkie-talkie en su oreja sostenido con su hombro y mezclando algo en un tazón.
-Afirmativo. Y oye, Davies a Salvo, gracias. -Scott guardó su walkie-talkie y fue a la puerta- Probaremos la libertad en tres, dos... -abrió la puerta, pero lo que encontró fue a las mascotas de la familia también engripadas- ¡Aaahhh, el virus atacó a otras especies! -cerró de un golpe la puerta.
-¡Aún podemos huir por la puerta de atrás! -sugirió Noah.
-Pero Scott... -Tyler quiso llamar a su primo sin éxito.
-Al cruzar la puerta, mantengan la formación. -dictaminó Scott, pero frente a ellos aparecieron Morgan y Gabby infectadas- ¡Retrocedan, retrocedan!
Todos volvieron al vestíbulo y Noah vio una puerta tras el sillón.
-¡A la morada gran parental!
Scott y Tyler vieron raro a Noah y él suspiró.
-La habitación de los abuelos.
-Ahh.
Los tres corrieron dentro y cerraron la puerta, viendo la silueta de su abuelo Casey sentado en la cama.
-Abuelo, la casa está infestada, tenemos que salir por tu ventana.
Casey volteó lentamente a ver a sus nietos, y los chicos vieron cómo Casey también ya estaba enfermo.
-¡Tenemos a un hostil! -exclamó Scott, y quisieron salir por donde vinieron, pero encontraron a Venus entrando por la puerta, también enferma, con su cabello cubriendo sus ojos, cubierta por una manta y con un termómetro en la boca, temblando como gelatina.
-Aww, la abuela no se siente bien, necesita un abrazo. -sonrió Tyler, acercándose a su abuela.
-Tyler, quieto. -advirtió Scott, apuntando con la pistola de agua- Abuela, odio hacer esto, pero... -quiero disparar, pero los fideos del caldo se atascaron en el cañón del arma- ¡Agh, fideos atascados! -miró a Noah- ¡¿Por qué lo hiciste tan sustancioso?!
-¡Es más sano!
Justo cuando Tyler iba a abrazar a Venus, alguien abrió la puerta, aplastando a la pobre Venus contra la pared. La que abrió la puerta era Lahyla.
-¡Aahh, Lahyla está infectada!
Lahyla hizo un puchero enojado.
-De nuevo, siempre me veo así. Y de nada por rescatarte. -se quejó Lahyla.
Casey se puso de pie y se acercó con lentitud a sus nietos. Los cuatro sobrevivientes salieron y con una cuerda para saltar atada al picaporte y a la pata del sillón, cerraron la puerta.
-Eso los detendrá.
Los demás infectados se estaban acercando a los otros cuatro, y Tyler vio una caja de pañuelos en el pisa brazos del sofá.
-Aww, pobrecitos, necesitan pañuelos. -tomó la caja, pero Scott se la arrebató.
-¡Buena idea! -lanzó la caja al otro extremo de la sala y los infectados se acercaron a buscar pañuelos.
-Scott, pudiste solo dárselos.
-¡Vamos, hay que irnos!
-¿Pero qué hay de los- ?
Scott no dejó a su primo terminar su frase y tomó su muñeca, todos corriendo al comedor. El walkie-talkie de Scott sonó, Bruno quería comunicarse.
-Jones Sano, cambio.
-Davies a salvo, aquí Jones Sano, estamos listos para salir e ir a tu ubicación.
-Por eso te llamo, temo que hay una pequeña crisis aquí. -Bruno estaba a punto de decirle lo que ocurría, pero el walkie-talkie empezó a andar mal.
-¿Cómo, Bruno? ¡Dilo de nuevo!
-Dije que... asuntos de salud... posibles bajas... a menos que... -y justo en ese momento, la radio murió.
-¡¿A menos que qué?! ¡Bruno! -agitó y golpeó el walkie-talkie, pero no volvió a funcionar- ¡El radio está muerto! ¡No podemos salir de aquí sin saber qué Davies a Salvo sí está a salvo!
-Hay baterías en la habitación de las gemelas.
-Tendremos que correr el riesgo. -decretó nuevamente Scott- Jones, hazte cargo.
-Amm, todos somos Jones.
Scott frunció el ceño ante el comentario de Lahyla.
-Sólo síganme.
Una vez arriba de nuevo, entraron al cuarto de las gemelas con cuidado de que los infectados no los vieran. Noah empezó a buscar en los cajones del cuarto de las gemelas.
-A ver, lápiz labial... lentes extras... scrunchies... aquí están. -Noah tomó las baterías de la mesa de luz de las gemelas- Dos baterías doble A.
Escucharon unos sonidos de bebé a sus izquierdas y vieron algo que los dejó paralizados a los cuatro: Bianca, la bebé de la familia, sentada en el piso, también enferma.
-No hagan un solo movimiento. -advirtió Scott, tensando los dientes.
Bianca rio un poco y luego estornudó, soltando mocos.
-Aww, pobre bebé. -se lamentó Tyler, viendo a su primita enferma.
Una burbuja de moco se infló en la nariz de Bianca y ella estornudó, mandando a volar la burbuja hacia sus primos sanos.
-¡Proyectil! ¡Al suelo! -Scott hizo a todos agacharse y la burbuja salió flotando por la ventana. Scott se paró de nuevo y le apuntó con la pistola cargada de caldo a su hermanita con tristeza- Perdóname, Bianca.
-¡No! -Tyler apartó el cañón del arma.
-¡¿Qué pasa contigo?!
-¡Nuestra familia será un montón de asquerosos enfermos, pero tú te estás convirtiendo en un monstruo!
-¡Trato de salvarnos! -objetó Scott- ¡Y estoy harto de que te comportes como el papa Francisco!
-¡Ya veo cuánto sabes, mi papa se llama Cody!
Noah, aburrido, tomó un biberón del armario, lo llenó de caldo y lo lanzó a una esquina.
-¡Sopa en el hoyo!
Bianca se acercó al biberón gateando y lo tomó, bebiendo la sopa calentita. Noah empezó a caminar a la salida de la habitación.
-Si ustedes dos terminaron de gritarse, quisiera ir a probar el guacamole.
Los cuatro salieron con sigilo y volvieron a las escaleras. Scott rápidamente puso las baterías en el radio y llamó a Bruno.
-Jones Sano a Davies a Salvo, volvimos. ¿Cuál es la crisis de la que hablaste?
-Hice una salsa de maní para los Rollos Santa Fe, pero luego se me ocurrió que alguien podría ser alérgico. -explicó Bruno, revolviendo la salsa en un cuenco de su casa. A Scott le tembló un ojo.
-¡¿Esa es la crisis?! ¡Peleamos por nuestras vidas, Bruno! ¡Nadie tiene alergia a la comida!
-Qué bueno, porque esta salsa de veras realza el platillo. Davies a Salvo fuera. -y Bruno cortó la comunicación. Scott bufó y los cuatro bajaron las escaleras con rapidez, corriendo a la cocina, que tenía la puerta que llevaba a la parte de atrás.
Scott se acercó a la puerta.
-Probaremos al libertad en tres, dos...
-¡Oigan, la burbuja volvió! -llamó Tyler.
Por la ventana entró la burbuja y reventó contra la cara de Lahyla.
-Muy bien, ahora sí estoy infectada. ¿Ven la diferencia?
-... No. -dijeron Scott y Noah a la vez. Lahyla estornudó y sus mocos aterrizaron en el picaporte.
-¡Agh, ahora el picaporte está infectado! -se asqueó Scott, pero Noah lo tomó de la ropa.
-¡No entres en pánico! ¡Hallaremos la forma de salir! -justo cuando el menor dijo eso, Noah recibió un estornudo de Lahyla en la cara- Rayos...
El niño cerró los ojos y luego los volvió a abrir, su rostro palideció y sus ojos se pusieron rojos de la irritación. Scott guió a Tyler tras la mesa de la cocina, donde había una canasta con fruta, mientras que los dos infectados se acercaban a ellos.
-Tyler, ayúdame con la mesa.
-¿Al fin vas a ser bueno y les ofrecerás algo de comer?
-No exactamente. -él chico empujó la mesa contra la puerta, empujando a Noah y Lahyla fuera de la cocina. Los demás infectados se acercaron y empezaron a empujarse, queriendo entrar a la cocina.
-Este es el fin, Tyler. No hay forma de salir de la casa. -se lamentó Scott.
-Lástima que no somos perros, podríamos usar la puerta de Tobey. -señaló Tyler, apuntando a la puerta de perro de la casa. Scott sonrió.
-¡Eso es! -el chico quiso ir, pero Tyler no lo siguió.
-Tú ve, yo me quedaré a cuidar a los enfermos.
-No seas tonto. Tenemos que iniciar un nuevo mundo sin ellos. -Scott apretó su puño con determinación- Ellos lo querrían así.
-Pero no puedo dejarlos... no puedo dejar a Wayne. -Tyler miró abajo triste- Pero descuida. Si uso mascarilla y tengo cuidado, estaré bien.
Scott suspiró.
-No siempre estoy de acuerdo contigo, Jones, pero te respeto. -hizo seña militar y Tyler lo imitó- Buena suerte.
Scott corrió a la puerta del perro y Tyler se puso de pie, buscando mascarillas en su riñonera. Sacó una rosa- Iugh, rosa. -la tiró y siguió buscando, sacando una rota- ¿Por qué tengo una rota? -la tiró y tomó una tercera mascarilla- Perfecta. Y aparte tiene una calavera. -estaba a punto de ponerse la mascarilla, pero no notó a Wayne detrás suyo, a punto de toser.
Scott no pudo meter la cabeza por la puerta del perro y vio a Wayne detrás de Tyler.
-¡Tyler, abajo! -corrió a socorrerlo. Tyler se dio vuelta ilusamente y, cuando Wayne tosió, Scott corrió y bloqueó los gérmenes, recibiendo él la infección. Cayó al suelo y Tyler se agachó a ver cómo estaba.
-¡Scott, me salvaste! ¿Por qué?
-Porque tienes buen corazón. Y mereces sobrevivir más que yo. -Tyler sonrió, pero Scott estornudó en la cara de su primo- Rayos.
Los dos se pusieron de pie, ya con los ojos infectados y las narices chorreando.
Horas más tarde
Bruno estaba en la cocina con la comida ya preparada. Miró a la cámara.
-Bueno, la misión de escape fracasó. -dijo Bruno resignado- Pero que los Jones estén enfermos no significa que no sean personas. Además, odio desperdiciar tanta buena comida.
Con un traje de control de infecciones, Bruno se puso un casco amarillo y tomó una bandeja de comida, que llevó a la sala, donde estaba la familia enferma. Dejó la bandeja en la mesa ratona.
-¿Quién quiere Rollos de Huevo Santa Fe? -preguntó Bruno feliz, apartándose para dejar a la familia comer. Todos se acercaron con cansancio a la comida y cada uno tomó un rollo de huevo para comer, pareciendo zombis comiéndose a una persona- Prueben la salsa de maní, está para morirse. -sonrió Bruno, pero luego se dio cuenta de lo que dijo y rio nervioso- Mala elección de palabras.
