Oscuridad había frente a ella, tenia el cuerpo aletargado y una sensación de vacío que no podía explicar con simplicidad se había instalado en su interior. No sabia donde estaba pero había un dolor en su mejilla que le martillaba la cabeza incesantemente.
Su mente estaba confundida, no reconocía el lugar, no había un solo rayo de luz que penetrara el lugar que la apresaba y al intentar mover su cuerpo se percato del dolor en sus hombros a causa de sus atadas manos a la espalda. Era incapaz de ver en absoluto pero sabia ahora que su cuerpo estaba magullado y sus piernas en un estado de inutilidad tal que casi no creía.
Intento calmarse para hurgar en su mente recordando solo el hecho de saberse llamada por una voz y que Inuyasha estaba junto a ella, pero luego los recuerdos eran borrosos y casi inexistentes y se lleno de frustración ante la momentánea amnesia "desde cuando tengo mal mi memoria"
Luego un gutural sonido rocoso la alerto e intento luchar para moverse en busca de refugio encontrándolo completamente inútil y sorprendiéndose ante el hilo de luz que se formaba frente a ella y que se expandía, dejándola ciega ante la cantidad de luz que golpeaba sus ojos con brusquedad y enfocando levemente una silueta acompañada de una mujer que ante su incredulidad se desvaneció como el humo, encontrando en el último vestigio de ese cuerpo algo similar a su rostro
-Kagome...Kagome ... - su suave voz masculina relajo el cuerpo femenino que al parecer buscaba enfocarlo sin éxito, entonces el tomo el rostro femenino con brusquedad - escúchame bien, mas te vale que vuelvas a dormir...
-Q-quién eres ... - jadeaba con dolor, el definitivamente no era un aliado, este volvió a zarandearla.
-Es mejor cuando te mantienes dormida, lo hace todo más simple... - sonrió con sadismo para abofetearle el rostro tumbándola ante el golpe y escuchando otro gemido de dolor - no es necesario que sepas quién soy
-¿D-donde es...toy? - gimió al intentar incorporarse sin éxito, su cabeza reventaría y sabia que había sangre en su rostro, sentía algo recorrerle la comisura del labio.
-En un lugar donde permanecerás toda la vida, y para que lo sepas - provoco con sorna Yui - Inuyasha esta junto a Kikyo ahora... es una lástima
Una parte de ella decía que no creyera en la provocación de ese hombre y la otra dudaba en que quizás seria cierto, no sabia cuanto tiempo llevaba encerrada, no sabia donde estaba y ahora estaba segura de que sus poderes espirituales no estaban funcionando, no era capaz de curar sus lesiones e Inuyasha probablemente no la salvaría. Lo último que sintió en ese momento fue la mano de ese hombre frente a ella en su rostro y luego su mente sumergiéndose de nuevo en la inconciencia.
Inuyasha
Una vez que la miko se hallaba inconsciente, él limpio parte de la sangre que brotaba de la comisura del labio femenino y acto seguido creo una nueva copia de la miko pero se enojo al verla con las heridas en manos, rostro y pies a causa de la cuerda que la ataban y de la bofetada provenida de él, ocasionando un enojo aún mayor y alertándose ante el golpe estruendoso que escuchó fuera de la cueva.
La flecha de Kikyo acertó en un determinado punto invisible que le permitiría ver a Inuyasha y a los demás el camino que debían de seguir, apresurándose detrás de la miko cuando esta se aventuro de primero a atravesar la fisura espiritual.
Una ráfaga de viento y niebla choco envolviendo los cuerpos de quienes invadían el sagrado lugar al parecer y el hanyou sintió erizar todos los vellos de su piel cuando la sangre de Kagome se instaló en su nariz divisando frente a ellos a la miko que acompañaba a su adversario en la cima de lo que parecía ser la entrada a una caverna.
-Maldito infeliz ... - gruño el hanyou intentando desenvainar su espada hasta que la fría mano de Kikyo se instalo sobre la suya mirándola sorprendido
-Cálmate - advirtió con serenidad - ella no es la persona que buscas
-Es imposible, puedo oler su sangre Kikyo - intentó soltar el agarre de ella pero se mantenía firme en su muñeca - suéltame por favor
La escena frente a Yui lo hizo sonreír burlón ante la debilidad del hanyou con la sacerdotisa, sabia que ella no estaba viva pero tenia un peligroso poder espiritual y ese poder podría destruirlo en un descuido, así que decidido avanzo un paso y en un gesto de su mano la magullada forma con apariencia de Kagome salto sobre el hanyou quien evadió el impacto velozmente.
-Muere ... - susurro Kagome persiguiendo al hanyou que escapaba de sus manos espirituales
-Abre los ojos Kagome! - grito Inuyasha esquivando una esfera de energía "¿desde cuando ella puede hacer eso?" pensó alertándose y sospechando ante lo mencionado por Kikyo
-¡Que divertido es jugar contigo Inuyasha! - grito Yui desde la cima, captando la atención de todos - la fuerza de un hanyou siendo desperdiciada, en realidad, todo tu ser es un sucio desperdicio - soltó encogiéndose de hombros
-¡Cierra la boca! - exclamo lanzando una filosa luna infernal que Yui pudo evitar con cierta gracia, luego miro a Kikyo en búsqueda de alguna respuesta y comprendió que ella miraba expectante a Yui, parecía analizar algo especial "necesita tiempo" pensó atrapando a la Kagome que se ceñía sobre el tomándola de la muñeca y esta quedo inmóvil tal cual como si de una marioneta se tratase
Al tener frente a él a Kagome con tal sujeción pudo notar algo diferente y que lo sorprendió de sobremanera, ella tenia heridas las muñecas, el rostro, se miraba magullada con el hakama manchado de lodo quizás y luego de recorrerla volvió a la mano que envolvía la muñeca femenina, tenia un calor corporal carente e impropio de la miko y no parecía incomodarse ante el agarre para nada suave de él comprendiendo que era otra marioneta, perforándola enojado hasta la punta de su plateado cabello.
-Vaya!, esta ves si que reaccionaste mucho más rápido - se lamento Yui moviendo sus manos nuevamente, e Inuyasha y los demás se posicionaron ofensivamente hacia el, ellos atacarían y por su puesto que el también - es una pena, tendré que tomar más sangre de Kag... - Una flecha paso filosamente cerca de su rostro, cortándolo al instante, era Kikyo
-¿Donde esta ella? - amenazó al apuntarlo nuevamente, Yui la miro sorprendido pero sonrió y lanzo un ataque que Inuyasha desvió con su espada inmediatamente, sus ojos estaban inyectados de sangre, el se transformaría - este es un lugar sagrado, ¿Cómo puedes estar aquí?
-No es obvio? - se encogió despreocupadamente de hombros - El poder de Kagome alimenta este lugar y me mantiene a salvo...
-Ella esta en esa cueva ¿no es así? - la intuición de Kikyo era aguda, Yui la desafió con la mirada
Inuyasha se detuvo a procesar lo ultimo pronunciado por ella. El había destruido a ese espíritu y a diferencia de la anterior, estaba notoriamente dañada comprendiendo que quizás era un reflejo de la condición actual de Kagome y eso termino de romper lo poco que quedaba de su cordura, su lado youkai había despertado mas sediento de sangre que nunca.
Sin mas cavilaciones el frenético hanyou se lanzó sobre un Yui que detuvo su ataque con una barrera que le quemaba las manos, que rasgaban su piel y que ante su falta de razón prefería no soltar. El Hiraikotsu de Sango golpeo la barrera envolviendo en veneno la protección casi impenetrable de su adversario y el hanyou cayo a tierra con las manos hecha cicatrices y fragmentos de carne asada y bañada en sangre, así que sus garras de fuego no se hicieron esperar siendo hasta ahora un salvaje e inútil intento por derrotar a su enemigo.
-Es inútil, no pueden romper esta... - su mirada se abrió ante la sorpresa de 4 pergaminos que llegaron precipitadamente y que hacían crujir su barrera al adherirse, mirando al causante, observando a Miroku y a Kikyo en lo que parecía ser un conjuro en marcha, luego al hanyou y la exterminadora "Esa miko es un dolor de cabeza" pensó alejándose unos pasos para sentarse y conjurar un mantra con sus manos, le quitaría tiempo pero le permitiría luchar contra los pergaminos sagrados que lo amenazaban.
El salvaje hanyou saltó para volver a aferrarse al resistente campo de energía dificultando el proceso del mantra de su adversario y su mundo estuvo de cabeza cuando un vestigio de luz le permitió ver hacia el fondo de la pequeña caverna encontrando el verdadero origen de la sangre que él podía olfatear. Ella estaba allí tirada como una muñeca rota, inconsciente, con moretones en su rostro, había sangre en sus labios, y sangre seca en sus atadas manos. Su furia lo cegó y Tessaiga palpito con vehemencia, tenia la respuesta que necesitaba.
