Varios días después regresó nuevamente a su sesión de terapia, donde al entrar, observó cómo la mujer que lo atiende tanto de manera psicológica como sexual vestía de manera formal y discreta lo cual le hizo alzar una ceja en señal de confusión.
-Siéntate Katsuki-señala el sillón mientras le mira con seriedad
Al verlo sentado, soltó un pesado suspiro y fijó su mirada hacia la del menor.
-Voy a darte el alta médica y además dejaré de complacerte sexualmente-soltó de pronto viendo como el chico frente suyo bosteza sin tener ni un ápice de interés por lo dicho
-Déjame adivinar: encontraste a un idiota iluso que estaba enamorado de ti desde hace tiempo y decidiste darle una oportunidad porque sabes que en realidad jamás voy a verte como mi mujer ya que sólo eres mi puta personal-la mencionada le mira de mala forma-Y lo haces para según tú recuperar la poca dignidad y amor propio los cuales en realidad nunca tuviste desde que aceptaste ser mi perra-saca un cigarrillo de su bolsa delantera de la playera y lo enciende-déjate de estupideces y compláceme. Luego puedes largarte con tu príncipe azul a vivir tu cuento de hadas falso
Penetraba salvajemente a la mujer bajo suyo quien se deshacía en gemidos y caricias rudas otorgadas por el cenizo.
Le jaló de cabello pegándose más a ella profundizando las embestidas.
Minutos de largo placer y un ambiente caldeado, ambos terminaron por correrse.
-Si llegas a quedar embarazada, embárracelo a tu querido príncipe-sale bruscamente de ella para comenzar a vestirse-sólo dame el alta para no volver a ver tu cara jamás
Con molestia señala la carpeta con su alta.
Revisó que el contenido estuviera en orden y sin decir nada, salió sin siquiera mirarle.
-Estúpido niño de mierda-siseó furiosa la mujer
Debería estar feliz de no volver a ver a ese mocoso insufrible, pero algo en ella le decía que nadie la complacería como ese maldito bastardo.
Al llegar a casa vio que estaba muy silenciosa a lo que llegó a la conclusión de que estaría solo un buen rato.
Suspiró pesadamente yendo a la cocina a hacerse algo de comer.
Revisó su teléfono y buscó en sus contactos a Hagakure. Sonrió de lado, ella era la única que no andaba de dramática y de posesiva con él.
Marcó el número esperando contestación.
-¿Diga?
-Soy Katsuki, hace tiempo que no cogemos y tengo las bolas llenas
-Típico de ti- soltó una risita-me encantaría rellenar mi vagina como pavo de navidad contigo peeeero, ya no puedo- aunque no lo viera, sabía que el pelicenizo tendría el ceño fruncido-verás, mi rica panocha ya tiene quien la llene cual dulces dentro de la piñata. ¿Te acuerdas de ese lindo y tímido chico llamado Sato? Al fin cayó a mis encantos. Oh si nene- ambos rieron ya que Katsuki sabía que ella estaba detrás del pobre chico que no dejaba de acosar desde hace tiempo-nunca creí decir esto, pero el grandote sabe cómo moverse y te ha superado con creces
-Aghh, no me cuentas tu vida cerda bastarda
-Ni modo, soy la única persona que te tolera y que toleras. Así que te aguantas-regaña falsamente-en fin, ya no podremos divertirnos como antes, pero podemos vernos para conversar con más calma
-Así que no estás ocupada-sonríe con malicia ante las palabras de la chica
-ESPERA, NO TE ATREVAS AHORA
-Pues te aguantas porque tengo algo que decirte
-Como te decía, soy toda oídos-sabía que su amiga amaba más el chisme que otra cosa
Le relata lo ocurrido durante estos días.
Luego de ver que ahora su amiga ya estaría bastante ocupada, respiró profundamente y se relajó por completo.
Preparó algunas cosas en una maleta y dejó una nota en la mesa con los detalles de su viaje a su madre.
Era hora de relajarse lejos de toda ese gente de mierda y haría su deporte favorito: ir a hacerle la vida imposible a ese par de mierdas.
Vivían en un lugar remoto donde no había señales de un pueblo o ciudad cercanos a kilómetros.
La pareja se encontraba sentada en el sillón observando la pobre señal de televisión que se mostraba frente suyo. La tensión en ambos era demasiado palpable ya que en cualquier momento esa persona podría encontrarlos en cualquier momento.
-Estoy harta de esto Masaru-le mira con furia y miedo-esta es la décima vez que debemos movernos porque ese maldito demente desconocido nos ha estado atormentando desde hace años
-Inko, ya te lo dije. Se emitió la alerta a nivel internacional sobre el sujeto-le toma de los hombros-ya debieron de capturarlo porque tenemos tiempo sin saber de él
-No puedo estar tranquila. Sé que sigue afuera libre-se retira del tacto del hombre-no hicimos nada malo para que nos esté siguiendo sin razón
-Exacto, quizás ha estado tras otras personas. No somos los únicos a los que seguramente estará atormentando
Sin embargo, muy en el fondo sabían que ese tipo solo los perseguía por algo que ellos muy bien sabían que era.
Vieron el sol caer poco a poco y procedieron a cerrar todo sin dejar nada al descubierto.
Sin darse cuenta que alguien los veía desde afuera entre las sombras.
La madrugada se hacía sentir con una brisa fría y penetrante dentro de la habitación de la pareja a la cual hizo removerse para pegarse al otro en busca de calor.
Pero esa sensación de frialdad les hizo despertar de golpe y con horror vieron la ventana abierta de par en par junto con la puerta del cuarto. Con velocidad pasmosa se vistieron como pudieron para salir del lugar. Su carrera se detuvo al ver la puerta principal abierta y sobre el pie de la escalera estaba aquel sujeto enmascado quien les observaba fijamente con un hacha en manos.
La pareja regresó sus pasos y se encerró a cal y canto dentro del cuarto.
Amarraron varias cobijas en una de las patas de la cama para bajar por la ventana con la mayor rapidez posible mientras escuchaban al sujeto subir con pies de plomo las escaleras.
-Rápido Masaru, necesitamos salir de aquí-fue aventando las sábanas amarradas por su única vía de escape
-Eso hago, deberías de ayudar para que sea mas efectivo-terminó de amarrar la última sábana y procedieron a bajar
El lugar era demasiado alto y la parte del suelo estaba en una horrible penumbra por lo que tendrían que bajar a ciegas y esperar tocar piso firme.
El sujeto golpeó con fuerza la puerta con su hacha destruyéndola poco a poco.
Bajaron con mayor velocidad sintiendo que la bajada al piso era eterna.
Logró dar un último hachazo e ingresó. Observó a la pareja mirarle con horror creyendo que subiría la cuerda de sábanas pero en vez de eso procedió a cortarla lentamente con la hacha en una mano y con la otra sacar un control en el cual presionó un botón.
Bajo ellos escucharon un extraño ruido que no supieron descifrar hasta que al ver cortada la sábana y caer, en esos segundos de vida se dieron cuenta que estaban siendo triturados por una procesadora de carne industrial cual acalló sus gritos en cuestión de nada.
El sujeto se retiró la máscara dejando ver la sonrisa de satisfacción del pelicenizo quien realizó una llamada de manera tranquila mientras observaba la máquina seguir funcionando.
-Hola mamá, he recuperado la propiedad de las montañas que compartimos con los Shimura. Si, es la última. Nah, fueron muy accesibles en devolvernos esto al igual que lo demás-apaga la máquina dejando de asomarse para adentrarse al cuarto-Ok, volveré pronto para enviar la papelería a la universidad. Igual yo-cuelga
Se recuesta en la cama para después dejarse llevar por los brazos de Morfeo.
Al día siguiente el personal de la familia realizó una limpieza exhaustiva y actualizaciones dentro y fuera de la propiedad dejándola en óptimas condiciones.
Se deshicieron de la máquina procesadora sin dejar rastro alguno de esas personas.
-Al fin es un hogar bastante acogedor-sonrió con orgullo viendo el sitio nuevamente en pie
Dejó todo listo y partió de regreso a casa junto con el resto de sus ayudantes.
