Adiós Mechamaru


Era extraño caminar en estos pasillos donde se suponía que la educación sobre la hechicería para buscar un bien y equilibrio entre el bien y el mal sería el mayor propósito, sin embargo, se dirigía donde se encontraba el filtrado que con tanto empeño estuvo buscando y por el cual solicito la ayuda de Utahime.

-"Tenías razón, el filtrado es Mechamaru". le informo Utahime por teléfono mientras se encontraba con sus alumnos. – "Pero...al parecer dejo un mensaje para ti y para alguien más".

-Me pregunto... ¿Quién será esa persona? – iba abrir la puerta, pero se detuvo al escuchar otra voz.

-Oye Mechamaru. – esa voz era de...- ¿Puedo ir a visitarte pronto? En el evento de intercambio después de jugar beisbol, todos nos llevamos bien.

-"Se trata de ella"

Pensó Gojou al imaginar a la estudiante entusiasta de Utahime, esa joven que sin proponérselo logro llamar su atención de tal forma que sin darse cuenta llevaba algunos meses mandándose mensajes más allá de alumna y sensei, claro sin llegar a cruzar las barreras que aun creía prudente.

-¿Sera cosa del oficio de Hechicero? – cerro los ojos recordando a sus amigos de adolescencia. -Antes solía mantener las distancias aun con los que consideraba mis amigos. – eso lo sabia perfecto ella hace tiempo le había dicho sus miedos. – Porque sabes que te va a doler mucho cuando esos amigos te vayan a faltar.

Ese era un punto que muchos hechiceros no tocaban, que la vida en este oficio era demasiado corta y encariñarse con alguien era el mayor error de todos.

-Sin embargo, me agrada la relación que ahora tengo con todos. Y como tu no pudiste participar en el partido de beisbol. Bueno te represento una maquina de pitcheo.

Una perceptible sonrisa apareció en Gojou al recordar como ese estudiante quedo tan dañado en su batalla con Panda que fue suplantado por una maquina provocando el disgusto de Nobara y como Mai se burlo de esta, porque tenía razón a fin de cuentas no importaba la apariencia Mechamaru seguía siendo un hechicero.

-Me gustaría pasar tiempo contigo y conocerte mejor. – aquello provoco un malestar en Satoru. – Por eso, te iré a visitar algún día, ¿esta bien?

En eso su celular comenzó a sonar, provocando que salía disparado del lugar ya que no deseaba ser descubierto.

-Si Utahime, ¿Qué sucede ya tan pronto extrañas mi voz? – soltó divertido provocando a la sensei de Kyoto, pero escucho algo que lo dejo helado.

-Muta Kokichi o mas bien Mechamaru acaba de morir asesinado.

Gojou podía percibir el dolor y sufrimiento en la voz de su colega, incluso él estaba un poco afligido por la noticia no conocía al joven, pero...

-Es necesario que vengas aquí estamos todos, estamos en el departamento de Shoko.

-De acuerdo ahí estaré. – comento no sin antes. – Utahime...realmente lo siento mucho.

Antes de colgar el hechicero escucho un llanto suponiendo que por mas muertes que presencien en este mundo nunca dejaran de doler, más tratándose de jóvenes como sus estudiantes.

-¡Oh Gojou-sensei! – escucho una voz sorprendida detrás de él. - ¿Qué hace aquí?

Satoru pudo detallar perfecto el rostro infantil y sonriente de Kasumi detrás de su venda, era notoria la inocencia y bondad que albergaba la peliceleste que incluso le enternecía y asustaba que permaneciera en este mundo.

-Hola Kasumi-chan, ¿Cómo esta mi alumna favorita de Kyoto? – las mejillas de ella se sonrojaron ante sus palabras.

-Bien, un poco apurada porque no encuentro a Utahime-sensei y necesito entregarle mi tarea junto con las de Mai y Mechamaru. – Gojou apretó los puños dentro de sus bolsillos. – Gojou-sensei, ¿esta bien?

El hechicero alzo las cejas sorprendido porque eran pocas las personas que podían entender perfecto sus expresiones o verdaderos estados de animo portando las vendas o sus lentes.

-Claro que si Kasumi-chan, ¿Qué te hace pensar lo contrario? – se fue acercando mas a ella, que nerviosa comenzó a retroceder y reír nerviosa.

-No lo sé, el día de hoy luce diferente. – respondió preocupada. – Se que a veces no soy de utilidad ayudando a los demás, pero si necesita algo... ¿Gojou-sensei?

De pronto la joven fue abrazada con fuerza por el chaman provocando que su rostro se comparara con una granada.

-Tranquila no hay nadie cerca. – dijo mientras impregnaba su nariz del olor a vainilla y caramelo que desprendía Miwa. - ¿Podríamos vernos mas tarde?

Kasumi asintió aun muerta de la vergüenza y cuando Gojou-sensei fue alejándose de su cuerpo sus rostros quedaron demasiado cerca.

-Nos vemos pronto Kasumi. – dándole un rápido beso en la frente desapareció de la vista de Kasumi.

La cual estaba tan absorta que no se percato como llegaba Mai y Momo, que al verla petrificada y sumamente roja se preguntaron, ¿Qué le sucedía?

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-Por fin llegas. – dijo Nanami mientras encendía probablemente un nuevo cigarro. – Utahime no se encuentra muy bien, Shoko-san esta en estos momentos con ella.

-¿Cómo murió? – fue directo. – Estaba en la escuela de Kyoto vi su marioneta, pero no lo escuche probablemente ya había fallecido.

Ambos se encontraban aun impactados por la noticia al fin tendrían respuestas sobre esa maldición llamada Mahito, pero desgraciadamente la única persona que podía ayudarlos estaba ahora muerto.

-Mahito lo desintegro dentro de un Mechamaru de tamaño enorme, era tan grande que posiblemente aparezca la noticia en la televisión.

Tanto Gojou como Nanami ingresaron al departamento de su amiga, lo primero que vio fue como Shoko abrazaba con fuerza a Utahime mientras esta se repetía una y otra vez que todo era su culpa.

-El dejo esto para ti. – dijo entre lágrimas Utahime extendiéndole a Gojou un aparato con el rostro del robot. – La nota decía que era extremadamente importante.

Gojou asintió tomaba ese extraño aparato y al darle click comenzaron a escuchar lo siguiente:

-"Gojou Satoru si estas escuchando este mensaje probablemente yo estoy muerto o escondiéndome para buscar tu protección". la voz que se escuchaba ya no era mecánica sino la de un joven. – "Se que en este tiempo has estado buscando a la persona que estuvo informando a la maldiciones de grado especial que aparecieron en el intercambio de escuelas y Mahito".

Nanami apretó los puños al recordar a ese sujeto.

-"Utahime-sensei". – la nombrada miro con lágrimas el mini Mechamaru. – "Muchas gracias por todo, usted siempre fue muy buena conmigo y lamento haberla decepcionado, pero... solamente quería ser alguien como ustedes, caminar a su lado y que conocieran al verdadero yo no verme a través de Mechamaru".

-Kokichi. – la pelinegra nunca imagino como se sentía su estudiante. – Lo lamento.

-"Pero también era por alguien en especifico que hice todo esto". los presentes se mantuvieron callados. – "Yo estoy enamorado de alguien, pero lamentablemente esa persona no me ama y lo entendí porque no soy yo la persona que ella desea que la proteja".

Tanto Gojo como Utahime sabían a quien se refería.

-"El 31 de Octubre en Shibuya Mahito junto a esa maldiciones y Getou Suguru". al escuchar ese nombre todos se quedaron helados. – "Trataran de sellarlo en la caja confinadora y así desequilibrar lo que conocemos dentro de la hechicería".

-¿De que demonios esta hablando? – pregunto furioso. – Esto tiene que ser una maldita broma de mal gusto, porque...

-"Se lo que está pensando, ¿Cómo es posible que Getou Suguru este vivo? Eso la verdad no lo sé, pero es cierto".

Shoko le arrebato el aparato a Satoru porque sabia que de apretarlo un poco mas este se rompería, pero entendía a su amigo ya que ella se encontraba sintiendo lo mismo en estos momentos.

-"No conozco los planes que ellos tienen, solamente se su objetivo el cual es: "Sellar a Gojou Satoru". – todos miraron al peliblanco. – "Se que esto sería mucho pedir, pero deseo que protejan a Miwa Kasumi porque, aunque muera si ella es feliz de la manera que sea mi objetivo se habrá cumplido y.… espero que esa persona sea la indicada."

Sin más la grabación se apagó indicándoles que ese fue el ultimo mensaje de Muta Kokichi.

-Esto es mas peligroso de lo que esperábamos. – Nanami acomodo sus gafas. – Incluso es algo que los estudiantes o siquiera nosotros podríamos controlar.

-Yo soy su objetivo. – se quedo pensativo. – Lo harán el 31 de octubre porque saben que las maldiciones se desatan en esa fecha y podrán desenvolverse como les plazca. – cerro los ojos imaginando a Suguru para que después la imagen mostrara a Kasumi. – Debemos mantener esto en secreto, excepto la muerte de...Muta Kokichi.

Todos observaron a Gojou como si fuera un bicho raro y vaya que en ocasiones lo hacían, pero cuando percibió sus miradas solo entrecerró los ojos y dijo.

-Supongo que es lo menos que se merece ese joven. – imagino de pronto el rostro triste de Kasumi. – Posiblemente este fue su castigo por ser un espía, pero... nunca deseo lastimar a nadie al contrario todo lo hizo fue por ustedes, ¿no es así Utahime?

-Tienes razón. – Utahime limpio las lágrimas, ya que debía ser fuerte para sus alumnos al notificarle la noticia. – A los alumnos de Kyoto y Tokyo se les notificara en las próximas horas sobre el deceso de Muta Kokichi mejor conocido como Mechamaru a manos de Mahito.

La sensei sabia que lo mejor era agilizar las cosas, porque con el mensaje de Mechamaru tenían claro algo: "La guerra había comenzado y no había tiempo que perder".

-Espero discreción de tus alumnos Gojou. – el chaman asintió. – Shoko me acompañas con el director Gakuganji y Yaga para informarles y llevar a la escuela el cuerpo de Mechamaru.

Las mujeres salieron del lugar dejando solos a Nanami, Ijichi y Gojou.

-Nanami, ¿podrías acompañarme a un lugar? – los ojos pardo del ex oficinista examinaron a su amigo. – Es algo importante, créeme.

-De acuerdo. – suspiro derrotado. – Ijichi podrías ayudarnos en guardarnos esto.

El asistente asintió, se encontraba demasiado afectado por todo lo que escucho y cuestionándose varias cosas. ¿Cómo pudo morir un chico tan joven? ¿Por qué seguía vivió Getou Suguru? Etc.

-¡Ay despreocúpate Nanami! – soltó divertido Gojou. – Ijichi guardara nuestro secreto, ya que sino lo hace lo golpeare.

El rostro del asistente se tornó a uno pálido como el papel, pero Gojou recibió un golpe en la nuca proporcionado por Nanami.

-Déjate de tonterías Gojou. – el peliblanco hizo un puchero. – Deja de asustar a Ijichi. Es momento de irnos, te dejamos el resto Ijichi.

-Hai.

Dijo de forma monótona el pelinegro, cuando Kento y Satoru iban en el elevador se sentía una tensión inminente mas por parte del rubio.

-Anda dilo de una vez. – rompió el silencio Gojou. - No crees que haya sido capaz de matar a Suguru, ¿verdad?

Nanami inspecciono cada una de las expresiones de su colega, como si buscara culparlo de lo que esta sucediendo por haber dejado con vida a alguien que significo mucho para todos ellos.

-No lo hiciste. – Kento se encontraba realmente frustrado. – Se que Getou-san significo algo importante para ti, pero aun así no hubieras dejado que continuara sumergiéndose en ese abismo al tratar de cambiar el mundo como el deseaba.

-Fui egoísta al no llevarlo con Shoko y contigo. – miro las luces nocturnas de Tokyo. – Pero simplemente creí que, si yo cargaba con ese dolor y culpa de haberlo matado, los liberaba a ustedes. – se rio burlonamente. – El amor es la peor maldición de todas y el día de hoy con la muerte de Mechamaru lo confirmo.

Sabia que el amor puede conllevar a desdicha, dolor y sufrimiento; pero también ilusión, alegría y anhelo. Era un sentimiento que podría estar atado a todos los sentimientos tanto positivos como negativos, pero ¿alguna vez lo ha sentido? ¿ha experimentado aquel sentimiento que provoca mariposas en el estómago? ¿Qué añores permanecer al lado de esa persona? ¿De protegerla?

-"¡Satoru/Gojou-sensei!" – los rostros de las personas mas importantes para él aparecieron con claridad, ambos eran personas buenas, nobles y con ese flequillo demasiado peculiar. – "Claro que lo has sentido estúpido, solo que tu orgullo no hace reconocerlo".

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por dos notificaciones que llegaron a su teléfono, uno era de Utahime notificando a todos en ambas escuelas sobre el deceso de Muta Kokichi y otro de Kasumi.

-"Podemos vernos en otro momento". – algo le indicaba que Kasumi estaba mal recordando la conversación que había escuchado con Mechamaru.

-"Por favor espérame en el lugar de siempre no tardare"- le respondió rápido.

Lo más lógico sería darle su espacio para ir asimilando el dolor de perder a alguien cercano, pero le partía el corazón de imaginarla llorando, entonces vio de reojo un rápido: "De acuerdo, pero por favor no tarde." Satoru recargo su cabeza en el espejo de la puerta, lamentablemente se aproximaría una guerra y no siempre estaría ahí para protegerla sintiendo nuevamente ese nudo en el estomago al imaginar en perder a alguien más.

-Hemos llegado, Gojou. – el nombrado dirigió su mirada enfrente del lugar donde estaba el cuerpo de Suguru. – Aquí es donde...

-Andando. – se bajo del auto no queriendo dar mas explicaciones.

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Sin embargo, en la habitación de un lujoso departamento se encontraba Miwa Kasumi sumergida en sus pensamientos acerca de su amigo Mechamaru provocando que mas lágrimas se desbordaran.

-"¿Saben para que nos citó, Utahime-sensei? – pregunto inocentemente a sus amigas recibiendo un no por parte de ellas.

Entonces miro a Kamo buscando una respuesta, pero el joven simplemente negó con la cabeza mientras le otorgaba su asiento, Kasumi le agradeció su gesto y es que por fuera Kamo Noritoshi parecía alguien frio, pero en el fondo era buena persona como los demás. En eso la puerta del lugar se abrió por un estruendo y varias gotas junto con signos de interrogación aparecieron con los presentes.

-¡Aun no llega la sensei! – grito furioso Todou mientras entraba a la habitación mirando por todo el lugar esperando encontrarse con Utahime.

-Es obvio que sino vez a Utahime-sensei, es porque no está. – dijo con sorna Mai mirándolo divertida. – Ademas no creo que tengas una cita o algo mas importante que hacer.

-¡Por supuesto que tengo una cita! – grito el hombre impresionando a sus compañeros. – Dentro de unos minutos comenzara un especial de otoño de Takada-chan.

Todos estuvieron callados al escuchar esa respuesta, pero era aun mas tonto pensar que Todou Aoi tuviera una cita imaginaria con alguien mas que Takada.

-Acaso esa tipa no tiene nada mas que hacer con su vida que especiales. – dijo Kamo en voz baja logrando que solo Miwa escuchara y provocando que riera un poco.

Pero en eso ingresaba con un semblante demasiado sombrío Utahime, su mirada miel se dirigió de uno a uno de sus alumnos y cuando se detuvo con Miwa sintió una punzada en su pecho.

-Que bueno que todos se encuentran aquí. – dijo dejándoles espacio a los hermanos Nitta para que ingresaran. – Lamento llamarlos a estas horas, pero creo que esta noticia nos concierne a todos nosotros al menos por ser de Kyoto.

-Aun falta Mechamaru. – intervino rápido Momo siendo fecundada por los demás. – Miwa ¿aun sigue dormido?

La ojiazul solo asintió y rápido se levantó comentándoles que iría rápido por él, pero Utahime tomo su mano antes de que saliera pidiéndole que por favor cerrara la puerta. Dándoles a todos una mala espina en todo esto.

-Es justamente de él de quien debo hablar. – hubo confusión con todos los estudiantes. – El día de hoy fue encontrado una máquina de forma humana, destruida. – Utahime agacho la mirada para después levantarla rápido. – Al parecer hubo una fuerte pelea en el lugar provocando la muerte del piloto...chicos.

La cara de impresión de cada estudiante era algo que quedaría grabado para siempre en Utahime.

-La persona que estaba dirigiendo a esa máquina era Muta Kokichi, mejor conocido como Mechamaru. – entonces unas lagrimas comenzaron a caer en las mejillas de la sensei. – Lo siento mucho pero el día de hoy Mechamaru acaba de morir.

Todos incluyendo a Todou se mantuvieron serios sumergidos en sus memorias junto a Mechamaru, Todou golpeo con fuerza la pared de la habitación, Mai salió corriendo al recordar a su colega y que siempre en misiones la protegía, Momo recordó al chico cuando le pedía ayuda con un tema, Kamo en sus entrenamientos y Miwa...ella simplemente se mantuvo callada.

-¡Eso no es posible! – rompió el silencio Momo mientras se acercaba a su mentora. – Mechamaru no puede estar muerto, el esta dormido en la otra habitación nosotras lo vimos.

-Alguien tan fuerte como Mechamaru murió. – la voz de Kamo sonó distinta. – Eso no puede ser posible... ¿como...

-¿Dónde está? – Kasumi solo pregunto eso, sintiendo todas las miradas en su persona. - ¿Dónde está Mechamaru?

-Esta en la morgue, tienen todo su derecho en verlo antes de velarlo. – miro uno a uno de sus estudiantes y esperaba no volver a notificar algo tan horrible al menos no pronto. – Estaré con Shoko ahí, para que se despidan. Chicos lo siento mucho.

Sin decir una palabra más Utahime salió de la habitación.

-Esto tiene que ser una broma. – decía Momo mientras lloraba. – Por dios Miwa lo siento mucho. – la rubia se acerco para abrazarla. – Y también Mai, esto tiene que ser...¡MIWA!

Grito la mayor de las hechiceras al ver como su amiga corría hacia donde se había ido Utahime, pero en los pensamientos de Miwa solo se encontraba su amigo y todas las misiones que hicieron junto con Mai. Desde aquella vez donde la salvo en el festival de los cien demonios, o cuando celebraron el cumpleaños de cada uno y por último la conversación que tuvieron esta tarde. Kasumi se detuvo en la puerta de la...morgue escuchando unos llantos detrás de esta, sin dudarlo fue abriéndola poco a poco encontrándose con Mai llorando abrazada de Utahime-sensei mientras Shoko-san estaba limpiando el rostro de un joven castaño, era mas alto que ellas, su piel un poco aperlada y tenia una cicatriz como la de Utahime-sensei solo que del lado contrario. Porque frente a sus ojos y el de sus compañeros que preocupados fueron a seguirla miraron por primera y ultima vez el rostro de Muta Kokichi.

-Mechamaru. – toco la cicatriz con delicadeza. – Al parecer nunca podre ir a visitarte junto a los demás. Gomenasai. – entonces se unió con Mai para llorar la perdida de su compañero de año y también de su mejor amigo."

-Kasumi. – un cuerpo demasiado conocido por ella la abrazo por detrás. – Lo siento Kasumi.

Cuando llego al departamento lo primero que busco fue a la chica y al encontrarla en su habitación llorando en silencio y viendo que tenia un aparato similar al que Mechamaru le entrego, entendió que también había escuchado la confesión de este. Así que no dudo en abrazarla percibiendo como el pequeño cuerpo de ella se encontraba temblando.

-¿Por qué Gojou-sensei...? – se aferro mas al cuerpo del albino mientras sus ojos se encontraban con los de él. - ¿Por qué tuvo que morir Mechamaru...porque hizo todo esto? ¿Acaso tan débil soy en no poder proteger a mis amigos?

Al escucharla era como trasportarlo cuando ocurrió lo mismo con Suguru, solamente que este había decidido el camino equivocado, así como lamentablemente Mechamaru lo hizo.

-No pequeña. – con sus pulgares fue limpiando el rastro de lágrimas. – Lo que hizo Mechamaru para muchos sería una traición, pero él solamente quería protegerlos y protegerte. – las manos de Miwa se aferraron mas fuerte a la camisa de Gojou. – Incluso entiendo perfecto porque lo hizo, ya que... yo haría lo mismo con tal de protegerte.

-Pero... yo no soy tan importante para que ustedes se sacrifiquen por mí, además yo escogí el camino de la hechicería por mi cuenta.

Gojo sabia que se estaba metiendo en terreno muy peligroso, uno que si cruzaba la línea no habría retorno, pero con la muerte de ese joven y descubrir que el cuerpo de Suguru fue profanado no existía nada que lo mantuviera cuerdo.

-Eso lo se. – fue acercando su rostro al sonrojado de Miwa. – Pero eso no significa que dejemos de lado a las personas que deseamos proteger y en mi lista así como en la de Mechamaru tu tienes el primer puesto.

Sin importarle nada Satoru fue besando a Miwa poco a poco esperando ser rechazado, pero para su sorpresa la joven fue correspondiéndole el beso. Donde ambos se estaban transmitiendo el mar de emociones que desbordaban por la perdida de sus mejores amigos, Gojou fue subiendo un poco la intensidad del besos cuando ingreso su lengua en la cavidad de Miwa y percibiendo que este era su primer beso.

-Perdona Kasumi, se que te encuentras afligida por lo de Mechamaru y...

El hombre no pudo continuar porque Kasumi poso sus labios con los de él, en un beso necesitado y por increíble que pareciera la joven fue desabrochando los dos primeros botones de su uniforme para después llegar al final de esta.

-Gojou-san. – sentía como su corazón latía con fuerza. – Por favor no quiero estar sola esta noche. – recordó de pronto el apodo que hace tiempo había designado para el peliblanco. – No creo que Mittermeyer, quiera negarme esa petición ¿verdad?

Satoru sonrió al escuchar salir de los labios de Kasumi el apodo que le había dado para poder comunicarse entre ellos, aunque aún no entendía ¿Por qué le asigno ese nombre? Sin embargo, para Kasumi ese apodo era perfecto para el chaman porque como en ese anime Gojou Satoru ha tenido que pasar por mucho incluso la traición por su mejor amigo. Los ojos del hombre observaron como Miwa iba desabrochando lentamente su camisa blanca dejando al descubierto su brasier color blanco, todo manteniendo su mirada agachada comprendiendo que debía corresponderle quitándose con la misma calma la parte de arriba de su vestimenta.

Cuando noto la joven que Gojou no portaba su playera, fue poco a poco subiendo su mirada hasta encontrarse con esa sonrisa que llego a hipnotizarla y sintió como poco a poco era recostada en la amplia cama colocándose Satoru arriba de ella. Porque ahí entregándose a las caricias del chaman mas fuerte, comenzando a sentirse mujer y egoísta por primera vez entendió que era ser hechicero; que la vida es muy corta e injusta como lo fue con Mechamaru y que debía de ser fuerte para permanecer al lado de Gojou Satoru.

-Al parecer tienes razón y Mittermeyer nunca podría negarse a las peticiones solicitadas por ti, Kasumi-chan.

Pero asi como Miwa Kasumi se determinaba en disfrutar cada momento de su vida y siendo feliz como Mechamaru hubiera deseado, Satoru estaba decidido en protegerla incluso sobre él mismo y el primer paso es detener el incidente de Shibuya.

-"Muchas gracias, Mechamaru". – pensaron ambos antes de volver a besarse.

Entregándose por completo y cumpliendo el deseo de aquel joven donde la vida fue injusta con él, que su único propósito era proteger a sus seres queridos y que sin proponérselo indico la verdadera feliz de Miwa Kasumi al lado de Gojou Satoru la persona que ella siempre deseo que la protegiera.


Notas de autor: Hola nuevamente aquí les traigo un nuevo capítulo y como habrán leído se trata del controversial capítulo 7 de la segunda temporada, la verdad pensaba subirla como una historia independiente de Stories GoMi pero al final decidí que no porque prefiero enfocarme en otros proyectos y aprovechar para terminar varias de mis historias.

Este capítulo de cierta forma es un homenaje a Mechamaru y como hubiera sido las reacciones de cada uno de sus compañeros al enterarse su muerte aquí de cierta forma lo hice más afectuoso de lo que suelen ser los de kyoto incluyendo Utahime.

Espero que les haya gustado.

Muchas gracias por todo su apoyo y perdonen por una que otra falta ortografica.

Saludos TheOtherDestiny :)