Antes de leer Naruto no me pertenece.
La historia es completamente mía.
Advertencia: Lemon y lenguaje vulgar.
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Tokio- Japón
—¡Malditos cobardes!...¡Par de infelices!...!No crean que la señora Chiyo está sola! Cuando los encuentre les daré la paliza de sus vidas par de vagos —Gritó una joven saliendo de su casa justo a tiempo cuando dos chicos arrojaban basura y desechos en el jardín de su vecina.
—¡Ya es la cuarta vez en la semana que se me escapan!—dijo la joven corriendo a la casa de Chiyo. La anciana abrió la puerta cuando la chica comenzó a recoger toda la basura y los desechos, dejando el jardín igual que antes.
—¡Sakura!... Pequeña no te ensucies —dijo una mujer pasada de edad con arrugas en su rostro y el cuerpo envejecido.
—¡Esos desgraciados!...Creen que porque la ven sola no tiene a nadie que la defienda, pero para eso estoy Yo, Sakura Haruno...no olvidarán mi nombre cuando les termine de dar su merecido —dijo la pelirrosa con enfado.
—Sakura hija...Ven, entra... Cálmate, esos jóvenes no valen la pena —dijo Chiyo aún desde la puerta.
—Mmmm... Créame que a mí no me importa rebajarme a su posición, además no aprenderán hasta que les dé una gran lección —Dijo Sakura dirigiéndose a la casa de la señora, dónde se ubicó en el sofá de la sala a disfrutar de un delicioso té.
—Sakura cómo se que eres demasiado testaruda te diré que debés de cuidarte, no vale la pena involucrarse porque esos jóvenes no se detendrán solo porque eres una chica, solo es vandalismo, cuando se cansen de molestar se irán a otro vecindario —dijo la anciana.
—Es que me molesta que se aprovechen de alguien indefenso. Créame que me se defender muy bien, esos idiotas no resistirían un golpe que yo les dé —dijo Sakura con seguridad.
La joven pelirrosa en varías ocasiones demostró su habilidad en defensa personal, sabía cómo actuar ante sus agresores además de que poseía una gran fuerza descomunal a pesar de ser mujer. Sakura apenas contaba con 18 años de edad, era delgada, de 1.70 cm de altura, piel blanca, cabello sedoso de un inusual color rosado.
—Esta chica...¿No sé te hace tarde para la universidad?...No te ocupes de los problemas de una anciana —dijo Chiyo sonriendo.
Chiyo demostraba ser una gran mujer, amable, cariñosa y muy bondadosa. Tenía muchos años viviendo en la ciudad, en ese pequeño vecindario tranquilo y cálido, a pesar de que algunas veces esos jóvenes intentarán molestarla nunca lograban nada, ella disfrutaba de su hogar y de la compañía de su carismatica vecina Sakura.
—Hoy no iré a la universidad. Tengo que ir al banco central —reveló sakura mirándola con curiosidad. Desde hace unos meses que se había mudado en ese lugar nunca había visto a ningún familiar venir a visitar a la anciana.
—¿problemas con el banco?—Dijo Chiyo preocupada.
—Voy a solicitar un préstamo, para pagar la universidad. Mis padres en el pueblo están pasando una situación económica difícil y no pueden ayudarme en éstos meses —dijo sakura desanimada.
—oh que mal...¿te puedo ayudar en algo?...—dijo la anciana más preocupada.
—Eh no...no se preocupe. ¿Puedo preguntarle algo?—dijo Sakura a la anciana.
—adelante—
—¿de verdad no tiene ningún familiar?—le preguntó con interés. Le entristecía saber que la pobre no tuviera a nadie que la ayudara ni se preocupara por ella.
—Tengo parientes...Tuve un hijo Sakura, era lo mejor que la vida me dió, pero cuando no lo esperaba me lo arrebató de la manera más cruel posible... Murió en un accidente hace más de 26 años, él y su esposa murieron...Sus gemelos sobrevivieron, me hice cargo de ellos hasta que cumplieron los 15 años de edad y un pariente lejano de su madre se los llevó al extranjero —dijo Chiyo recordando con tristeza.
—Entiendo... Chiyo... tengo otra pregunta —le dijo Sakura conmovida.
—¿cuál es querida?—dijo Chiyo.
—¿quisieras ser mi abuelita?—le dijo con una sonrisa. La mujer abrió los ojos y de inmediato se llenaron de lágrimas. Abrazó a la joven y le respondió.
—Sabes... tienes un carácter parecido al mío cuando estaba de tú edad...por supuesto que quiero que seas mí nieta —le dijo con felicidad.
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Se encontraba sakura caminando junto a su amiga Ino por las calles de la ciudad. Su amiga era de espíritu alegre, divertida, explosiva y alocada(espontánea ) a veces.
—¿Estás segura que te darán el préstamo?—le dijo ino curiosa.
—Primero es la entrevista Ino... Trataré se ser lo más conveniente posible —dijo con seguridad.
Ya a dentro del banco Sakura e ino entraron en el lugar realmente sorprendidas, un espacio precioso y lujoso. La pelirrosa se planchó la falda con las manos y acomodó su camisa mangas largas. Se ubicó en el asiento a esperar ser llamada.
—Señorita Haruno, adelante...—dijo la recepcionista. La joven entró en la oficina donde la esperaba una mujer de cabello castaño y de ojos chocolate.
—Un gusto, soy tenten ama gerente del banco—Dijo la mujer.
—Sakura haruno —Dijo la chica sentandose.
—Tengo entendido que solicita un préstamo por una considerable cantidad de dinero —Dijo la mujer observando la planilla.
—Es para pagar mis estudios. Entiendo que deben cobrar intereses y demás, por lo que me comprometo a pagar en un plazo aproximado de 8 meses—dijo la joven.
—Sin embargo, tratándose de dinero necesitamos un respaldo que utilicemos cómo Seguro. Para poder garantizar el pago, en este caso debemos proceder a solicitar un inmueble como garantía de pago, una casa, auto, terreno...—dijo tenten seria.
—Pero...¿no hay otra opción?...Yo no tengo ninguna propiedad a mi nombre, la casa donde vivo es rentada—dijo sakura preocupada.
—Lamentablemente esas son las condiciones—dijo la castaña.
—¿podría hablar con el dueño?—dijo sakura decidida.
—Me temo que el señor Uchiha no se encuentra, además debe concretar una cita previa. Fue un placer recibirla, cierre la puerta al salir —dijo tenten olvidandose de su presencia por completo.
Sakura salió del lugar con su amiga Ino a su lado, estaba furiosa, desanimada, preocupada...
—Lo siento tanto amiga... sabes que puedes contar conmigo —le dijo la rubia.
—No es el único banco, hay muchos más —dijo sakura más animada.
—Es verdad...me tengo que ir al trabajo, llámame luego —dijo ino dándole un abrazo.
Sakura decidió caminar para pensar en su próximo paso a seguir, estaba a fuera de una cafetería lujosa y observó cómo un hombre de impactante aspecto salía del lugar un poco distraído, tan distraído que no se fijó que un sujeto le arrancó su maletín y corrió para escapar de su delito.
La joven de inmediato reconoció al jóven quién era uno de los que molestaba a la señora Chiyo, el sujeto corrió en su dirección y sin pensarlo dos veces le lanzó una patada en el estómago que logró derribarlo justo cuando intentaba huir a un callejón.
—Mmm ya decía yo que nos volveríamos a ver —dijo la pelirrosa cruzandose de brazos.
—¡Maldita mocosa!—dijo el hombre incapaz de levantarse.
—¡Oye!...Desde ahora cuida muy bien lo que dices —le dijo sakura frunciendo el ceño.
El hombre de traje había observado todo desde su posición y le sorprendió la facilidad con que esa pequeña mujer derribó a ese sujeto más grande.
—¿Es su maletín?—le dijo Sakura llegando a su lado.
—Hump...—dijo el hombre serio.
—Descuide, no se levantará —dijo Sakura divertida. Refiriéndose al vándalo.
El hombre revisó su maletín y un gran alivio lo invadió. Tenía en su poder unos importantes documentos que ni por la muerte podía perder.
—Bueno...me voy —dijo sakura despidiéndose.
—¡Espera!...¿Cómo te llamas?—le dijo el pelinegro.
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Sakura no podía creer que frente a sus ojos estaba el dueño del más importante banco de la cuidad, un pelinegro alto, blanco, de hombros anchos, mirada intensa y un aroma varonil que sorprendería a cualquiera.
—Sasuke Uchiha, ese es mí nombre—reveló. Estaba serio.
—Esto debe ser una gran casualidad. Yo, deseaba verlo... —dijo Sakura con franqueza.
—¿Cómo?—dijo Sasuke frunciendo el ceño.
—No me mal interprete señor. Es que fui a su banco y me negaron el préstamo —dijo Sakura decaída.
—Uhmm ya veo—Dijo hombre de manera pensativa.
—Me lo negaron porque no tengo con que respaldar el préstamo, sin embargo yo estoy segura que dentro de unos meses podré conseguir el dinero para reembolsarlo—Dijo la pelirrosa.
—¿Se puede saber para que lo necesita?—le dijo sasuke de manera curiosa.
—Es para mis estudios. Necesito pagar pronto—dijo sakura un poco apenada.
—Uhm...Sabe, creo que puedo ayudarte, déjame encuentro una solución. Estoy seguro que la encontraré... Llámame a este número dentro de dos días —le dijo él hombre entregandole una tarjeta dorada.
Sakura apreció la belleza de la tarjeta y a su vez la belleza del hombre, muy fina y elegante.
—¡De verdad!... Ésto es maravilloso...¡No puedo creerlo!—dijo sakura impactada.
—Es una joven muy peculiar. Nos veremos después —Dijo retirándose en un auto lujoso. Sakura aún sorprendida no dejaba de observar aquella tarjeta.
Ya en casa se dispuso a preparar la cena y a meditar sobre lo ocurrido del día de hoy.
—Realmente estoy agradecida con el señor Uchiha. Si consigo ese préstamo mis padres podrán estar más tranquilos—Sus ojos adquirieron un brillo muy intenso, soltó un suspiro y sus mejillas se sonrojaron.
—Tengo que admitir que nunca había visto un hombre así... Parecía casi irreal —Dijo cayendo en su cama como si fuera un montón de nubes flotando. Sus ojos se cerraron y ella pudo descansar y soñar cosas lindas.
En un abrir y cerrar de ojos los dos días pasaron, Sakura se encontraba en su habitación con la tarjeta en la mano, muy emocionada y nerviosa.
—Vamos...¡Atrévete!...—se dijo marcando al número.
—¿si?—dijo una voz ronca.
—Buenos días señor Uchiha, habla Sakura Haruno, tal vez no me recuerde pero hace unos días nos conocimos...Eh... Cómo decirlo, bueno, me dijo que podría ayudarme con mi préstamo universitario—Dijo Sakura con su corazón acelerado.
—Hump...Así es... Necesito que me diga su dirección, un chófer pasará por usted y la traerá a mi mansión. Necesito hablar personalmente —dijo Sasuke neutral.
—¿Mi dirección?—dijo sakura un poco incómoda.
—Asi es...¿tiene inconveniente?—
—No.. claro que no. ¿A qué hora pasará por mí ese chófer?—dijo Sakura indecisa.
—En unos 15 minutos, envié la dirección por mensaje, la espero —dijo cortando.
Sakura miró horrorizada su vestimenta y salió corriendo después de enviar la dirección, se bañó a la velocidad de la luz y se colocó un vestido rosado opaco y zapatos bajos, peinó su cabello y arregló su rostro con maquillaje. Cuando tomó su bolso la puerta de su casa fue tocada y ella supo que habían venido por ella.
—Puntual—dijo al ver al chófer.
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Sus ojos Jades no dejaban de sorprenderse cada vez que daba un paso, era el lugar más lujoso que jamás creyó ver. Una inmensa mansión, con una gran piscina, un precioso jardín, una gran sala amueblada, infinidades de habitaciones y una elegante cocina.
—Sigueme por favor —le dijo una joven con vestimenta de sirvienta.
—Claro...—Dijo Sakura. Al llegar a su destino, el despacho del señor uchiha sakura entró y lo primero que vió fueron los ojos intensos de el hombre observandola.
—Tome asiento por favor —Dijo el hombre con seriedad. Sakura así lo hizo y pronto un documento fue colocado en frente de ella.
—Puede leerlo...son los términos para solicitar su préstamo —dijo el pelinegro sentado en frente de ella.
Sakura abrió los ojos y comenzó a leer aquel documento redactado. Al poco tiempo frunció el ceño y su boca se deformó.
—Esto no parece un documento del banco es un ...—dijo Sakura confundida.
—Un contrato personal...Yo le doy el dinero señorita haruno y usted se compromete a ser mi dama de compañía —le dijo con descaro.
Sakura enrojeció y sus manos quedaron empuñadas, poco a poco su garganta se secó y le fue difícil articular(pronunciar ) palabras.
—¡No!...¿que tiene eso que ver?... Esto no es profesional—le dijo sakura.
—No lo es...En éstos momentos no está hablando con el gerente del banco, está hablando con un hombre común y corriente que necesita de sus servicios de dama de compañía —le dijo serio.
Sakura enfureció y arrojó los documentos al suelo.
—¡Yo no soy ninguna prostituta!...—le gritó con fuerza.
—Hump...No dije eso. Dama de compañía es un término que puede prestarse para la mal interpretación. Escucha, solo necesito que estés conmigo en algunos eventos, que seas mi acompañante solamente, eso es todo —dijo Sasuke sonriendo de lado.
—¿Por qué?...¿por qué me escoje a mí?...Se está aprovechando de mi situación —le dijo sakura empuñando su mano.
—Digamos que tú me ayudas y yo te ayudo. No le veo nada de malo, además, puedes disfrutar de otros beneficios —dijo sasuke sin cambiar su sonrisa.
—¿que beneficios?—le dijo sakura.
—En el contrato dice que te comprometes a estár conmigo por ocho meses, en los cuales pagás tu deuda...sin embargo eso no quiere decir que no pueda ayudarte con más dinero, o con cualquier otra cosa que este a mi alcance —dijo sasuke.
—¿Solo para acompañarlo a los eventos sociales?—dijo desconfiada.
—Digamos que tendrás que apoyarme en lo que te solicite, nada descabellado así que quita eso rostro niña —le dijo divertido.
—Aun Así...—dijo Sakura confundida.
—piensalo...me das la respuesta mañana —le dijo sasuke.
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Sakura no dejaba de caminar de un lado para otro, hace unas horas que había dejado aquella mansión y no sabía que debía hacer. De pronto la llamada de su madre la sacó de sus pensamientos y la devolvió a la realidad.
—Hola mamá...¿cómo estás?—dijo La chica.
—Hija...es tu padre se cayó de un caballo y está convaleciente, me temo que las cosas están empeorando no tengo como ayudarte y tampoco como ayudarme—dijo la mujer envuelta en llanto.
—¿papá estará bien?—dijo Sakura con un hueco en su corazón.
—Esta delicado hija—dijo la madre.
—Mamá no te preocupes, yo acabo de recibir un préstamo y puedo ayudarlos...es un gran dinero —dijo Sakura suspirando.
—¿de verdad hija? esa es una maravillosa noticia —
—No te preocupes, mañana te enviaré la mitad del dinero —dijo Sakura decidida.
A la mañana siguiente Sakura fué a la mansión del hombre, firmó el contrato y con eso también su sentencia.
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—No me dijiste que te habían dado el préstamo —dijo ino curiosa.
—Si pero luego de unos días me llamaron y lo consideraron, ya sabes es prácticamente un milagro —dijo sakura un poco triste por mentirle a su amiga.
—Oh...me alegro de verdad, es increíble —dijo ino.
Después de platicar con su amiga Ino, Sakura corrió a casa de Chiyo a visitar a su nueva abuelita.
—¿por qué esa sonrisa abuelita?—dijo Sakura sentandose a su lado.
—Recibi una carta de mi nieto Sakura, muy pronto vendrá a visitarme—dijo la anciana con lágrimas.
—Que increíble...¿Cuando vendrá?—dijo sakura.
—No lo sé, pero de solo pensarlo me alegro —dijo Chiyo.
Sakura suspiró, se detuvo a pensar que tal vez podría ser una broma, no quería que su abuelita sufriera una desilución. De pronto una llamada la alertó y descubrió que era sasuke, haciendo que su corazón se detuviera.
—diga—
—Un paquete acaba de llegar a tu casa, a las ocho pasará el chófer a recogerte—dijo y corto la llamada.
—¿que?... Sería bueno una información más detallada—dijo ella frunciendo el ceño. Ese convenio no le estába agrando tanto.
—¿quién era sakura?—dijo Chiyo.
—Era ino...es que quiere que la acompañe a un lugar más tarde, es muy insistente —dijo apenada. No quería que Chiyo se enterará de lo que hacía.
—Ten cuidado sakura, esas salidas pueden ser peligrosas—
—Si...ya me tengo que ir—dijo Sakura despidiéndose.
Ya eran las 5 de la tarde, la chica llegó a su casa y encontró el dichoso paquete en la puerta, lo tomó con delicadeza y entró en la vivienda. Ya en su habitación abrió la caja y se sorprendió ante lo que encontró. Un elegante vestido largo con incrustaciones de diamantes, con una abertura en la pierna y un escote en la espalda.
—Wao...¡ésto es!..—dijo sakura.
También habían unos zapatos de tacón plateados y un elegante monedero de mano.
—Diablos...—dijo sakura.
A las ocho de la noche Sakura escuchó la puerta de su casa, salió y caminó directo al auto pero nunca imaginó que sasuke estába dentro de el.
—Sabia que era de tu talla —dijo el pelinegro examinado su cuerpo.
Sakura se sonrojó al sentir la penetrante mirada del hombre en ella, también lo observó y estaba apuesto en un traje negro con una camisa plateada. Su oscuro cabello estaba perfectamente peinado además de que su perfume era demasiado irresistible.
—Vamos—dijo al chófer.
Sakura miró como aquel auto se estacionó en un edificio, era como un club nocturno de apuestas.
—¿que debo hacer?—dijo sakura temerosa.
—Pondrías empezar por bajar del auto —dijo Sasuke saliendo de vehículo.
—Que chistoso —le dijo Sakura con el ceño fruncido.
—Y respondiendo a tú pregunta, pon tu brazo entre el mío, enteraremos juntos como pareja—dijo con firmeza.
Sakura se sonrojó al verse envuelta en la situación, camino con él a su lado sintiendose pequeña, al ingresar al lugar pudo apreciar lo amplio que era, con muchas personas y algunas mesas de billar.
—Sasuke Uchiha... Puntual —dijo un hombre castaño de cuerpo musculoso.
—Kiba Inozuka...Te presento a mi acompañante, Sakura haruno—dijo con seriedad.
—Un placer, es una dama muy hermosa —le dijo sonriendo.
—El placer es mío, señor Inozuka —dijo Sakura con incomodidad.
Después de unos minutos en los que Sakura pudo apreciar su entorno se dió cuenta de la realidad, aquel era un sitio clandestino, un lugar para personas importantes que deseaban encontrarse para realizar negocios...¿pero de que tipo?
—¿que significa esto Sasuke?—dijo Sakura tuteandolo.
—Es sola una reunión de negocios, uno de mis socios ha venido al país, necesito reunirme con él —dijo Sasuke con frialdad.
—Que peculiar lugar para reunirse —dijo sakura.
—Hump...Te equivocas, es perfecto —le dijo con malicia.
Sakura frunció el ceño, de pronto en el salón ingresaron dos personas, una mujer y un hombre. La mujer era hermosa, con un vestido rojo que revelaba un gran escote de sus blancos senos, el cabello rojizo y unos lentes de armazón delgado cubrían sus ojos también rojos. El hombre era alto, con cuerpo musculoso, piel blanca, cabello rojizo, ojos miel y un rostro semejante a un ángel, vestía un elegante traje vinotinto que hacía juego con su cabello.
—Hump...—
Sakura observó cómo ambas figuras caminaron hacia ellos.
—Hola Sasuke, hace mucho que no te veo —dijo la mujer coqueta.
—He estado ocupado Karin, negocios —dijo Sasuke demasiado educado.
—Por supuesto, los negocios —dijo el pelirrojo. Sakura escuchó su voz y se le hizo de lo más irresistible, era ronca pero con un toque sensual.
—¿Quién es tu acompañante?—dijo la pelirroja alzando una ceja, sakura miró en la dirección que apuntaban los ojos de la mujer y observó que sasuke la había tomado de la cintura de una manera Muy íntima.
—Es mi acompañante, Sakura Haruno, ellos son Karin y Sasori Akasuna No—dijo Sasuke en modo de presentación.
—Es un placer —dijo sakura haciendo una reverencia.
Al levantar la vista Sakura pudo apreciar que no solo la mirada de la mujer estába puesta en ella, sino también la del hombre, quién la detallaba con intensidad, apreciando cada parte de ella.
—Hump...¿una bebida?—dijo sasuke sonriendo de lado.
—Si..por supuesto —dijo el hombre sin despegar los ojos de Sakura. Mientras qué ella solo trago grueso, su corazón empezó a palpitar con fuerza acelerando su respiración. Sentía que sus piernas comenzaron a temblar ligeramente.
—Sakura, ve por unas bebidas al bar—le ordenó sasuke. Los hombres caminaron hasta una habitación custodiada por unos guardaespaldas del pelirrojo, allí se sentaron uno frente al otro dispuestos a conversar.
Sakura literal corrió para alejarse de esos hombres, de inmediato una mano la sujetó con fuerza haciendo que se detuviera.
—Niña...no creas que porque eres la amante de una noche de Sasuke se quedará contigo —le dijo la pelirroja.
—No se de qué demonios hablas pero suéltame—le dijo Sakura frunciendo el ceño.
—¿No sabes quién soy verdad?...Mira niña imbécil, cuando yo quiero algo lo consigo, así que olvídate de Sasuke porque es mío —dijo sin soltarla.
—Ahora escúchame tu a mí —dijo Sakura tomando su otra mano libre y sujetándola del brazo, tan fuerte que sus dedos se marcaron en la piel de la pelirroja.
—No me importa quien eres, que quieres...Me vale, no te metas conmigo porque no te gustará —dijo sakura haciendo que la mujer se quejara por la fuerza del agarre.
La pelirroja la miraba desafiante pero Sakura no retiró la mano aún cuando la mujer se quejó audiblemente.
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—Has dejado a mi hermana desilucionada, ha estado pendiente de ti desde que te conoció —dijo sasori con frialdad.
—Lamento ser el portador de ese sentimiento, no fue mi intención —dijo Sasuke con seriedad.
—Eso quiere decir que esa jovencita no es una amante de turno...¿o sí?—dijo sasori con interés.
—No estoy comprometido pero tampoco libre...—dijo Sasuke con un juego de palabras.
—Ya veo, supongo que Karin quedará devastada...—dijo sasori mirándolo fríamente—Hablemos de negocios, hace unos días se cumplió el plazo que te dí...¿Ya Tienes mi dinero?—dijo sasori impaciente.
—Esperaba que me concedieras unos meses más...he tenido grandes perdidas—dijo Sasuke inquieto.
—¿Acaso ese es mi problema?... Debiste pensarlo cuando me pediste semejante cantidad —le dijo el pelirrojo divertido.
—Pero confiaba que podías darme más tiempo, somos socios —dijo sasuke reteniendo su molestia.
—Sasuke, ese negocio no me conviene...Te puedo dar dos meses pero te aumentaría el porcentaje de intereses al 80%—dijo sasori ahora con semblante serio.
—¡80%!...Eso es demasiado, no puedo...—dijo Sasuke apretando sus manos.
—Lo lamento. Te advertí que en este negocio o ganas o pierdes...Y yo no voy a perder...—dijo sasori con una mirada gélida que lo hizo retroceder.
El pelinegro suspiró y trató de encontrar una solución, frente a sus ojos se encontraba el hombre más peligroso que había conocido. Hace unos meses atrás cuando el banco comenzó a tener muchos perdidas financieras tuvo que recurrir a uno de los prestamistas más solicitados, sasori se especializaba en financiar grandes, inmensas cantidades de dinero a diversos clientes, entre ellos mafiosos y delincuentes, personajes importantes de la sociedad, estrellas y demás.
Pero lo que lo hacía temible era su manera de proceder, siempre conseguía obtener su dinero de vuelta, ya sea con extorsión, alguno que otro robo o manipulación.
—Te concedo una semana más sasuke, solo una—dijo sasori con firmeza. En modo de sentencia.
Sasuke tragó grueso, él lo había sentenciado y definitivamente estába en peligro.
Sakura llegó hasta ellos con un caminar muy torpe, le había sido difícil alejarse de aquella escandalosa pelirroja...colocó un ron en las rocas a cada uno y se mantuvo al lado de Sasuke cómo una estatua, esperando que hacer.
Sasori tomó la bebida y la llevó a sus labios de una manera muy tentativa, sus labios eran gruesos y de un color semejante al durazno. Sus misteriosos ojos miel la miraban con interés, haciendo que la joven se encogiera ante la magnitud de su potente mirada.
Sasuke quién se mantenía serio pudo descifrar aquella mirada en su compañero y momentáneamente...sus ojos oscuros brillaron.
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Sakura había regresado a casa sana y salva, la noche había sido muy intensa para ella, sobretodo porque ese pelirrojo no dejaba de observarla. Prácticamente desvestirla con la mirada, sentía su corazón enfermo de tantas emociones, lo único que deseaba era que todo aquello terminara y continuar con su vida simple y monótona.
A la mañana siguiente Sakura se encontraba con la señora Chiyo en su casa, ella estaba preparando unas galletas mientras la mujer dormía, debía descansar por lo que Sakura no la despertaría hasta que no estuvieran listas las galletas.
De pronto un auto lujoso con los vidrios polarizados se estacionó en la casa, unos hombres armados descendieron del vehículo con una actitud demasiado sospechosa, Sakura se aterró. Pensó que podían ser unos delicuentes que querían entrar en la casa, tomó el rodillo de las galletas y lo sostuvo cómo un arma para protegerse.
—Quién sea que entre por esa puerta lo golpeare con todas mis fuerzas —dijo Sakura ocultándose al lado de la puerta.
Cuando la puerta se abrió sin pensarlo dos veces arremetió (atacó) a la figura masculina, dejándolo realmente inconsciente. Sakura abrió sus ojos al ver al hombre inerte en el suelo.
—¿Quién eres?—dijo la chica solo observando su espalda. El hombre vestía una camisa blanca y unos pantalones negros, además de que su cabello era Muy llamativo.
De pronto dos figuras la interceptaron, sujetándola con fuerza de ambos manos, un hombre desconocido tomó al sujeto en el suelo y lo colocó en el sofá.
—¡Señor Akasuna No!...¡dígame algo!—dijo el guardaespaldas.
El hombre frunció el ceño y un hilo de sangre salió de su frente llegando a sus gruesos labios. Abrió sus ojos y enfocó la vista en el otro hombre.
—¿que me pasó?—dijo desconcertado el pelirrojo.
—Lo golpearon —dijo el hombre tragando grueso. Conocía a su jefe y como reaccionaba.
—¡Y lo dices asi de tranquilo!...¿dónde demonios estaban ustedes que no cumplían con su trabajo?—dijo de una manera servera, su tono de voz era calmado pero no le quitaba lo atemorizante.
—¡Lo siento mucho señor!...Todo sucedió muy rápido...la señorita lo atacó de prisa —dijo el hombre temblando como gelatina.
—¿Señorita?...¿quieres decir que una mujer me ha golpeado?—dijo sasori sin creerlo, estaba impactado.
—Es ella... dígame señor...¿que quiere que hagamos con ella?—le dijo él guardaespaldas señalando a Sakura.
Sasori desvío la mirada y la enfocó en la pelirrosa, quién parecía sorprendida y angustiada. Se levantó y se colocó enfrente de ella, analizando su aspecto y su rostro.
—Yo...no sabía... ustedes...Además entraron armados y no supe como actuar—dijo Sakura comenzando a sentir la potente mirada de él en ella.
—Niña...Dame una razón para no arrancarte esa linda sonrisa del rostro —le dijo el pelirrojo tomando con fuerza su mentón.
—¡SUÉLTAME!...No tienes ningún derecho a mantenerme presa, dile a tus gorillas que me suelten de una vez...¿No eres lo suficientemente hombre como para dejarme libre?...—dijo sakura enfurecida, comenzando a patalear. Sasori la miró sorprendido, pensaba que la chica iba a inmutarse pero hizo todo lo contrario, desafiarlo.
—No creas que porque le abres las piernas a Uchiha vas a lograr que tenga consideración contigo —dijo sasori haciendo una seña para que los sujetos la soltaran, cayendo como muñeca de trapo al piso.
—¿QUÉ?...¡No seas imbécil!...Yo no tengo porque darte ninguna disculpa, ustedes están entrando en una propiedad PRIVADA, y yo tengo TODO el derecho a DEFENDERME —Dijo poniéndose de pie rápidamente.
Sasori frunció el ceño y la tomó con fuerza de los hombros, acercándola más a su cuerpo, pero como sakura era un poco más pequeña a penas y le llegaba al cuello.
—¡SUÉLTAME!—le dijo ella sujetándolo de los brazos, haciendo presión para alejarlo.
—Uh... eres un poco fuerte, ya entiendo porque me dolió tanto ese golpe—Dijo sasori saboreando los restos de su sangre con la punta de su lengua.
—Asi es...Y tampoco te tengo miedo—dijo ella sin creerselo, en su posición tenía mucha desventaja, además de que su cercanía hacia que su corazón golpeará con fuerza su pecho.
—Pequeña...Se me ocurren infinidades de ideas para hacerte pagar —dijo en tono sensual, con mucha malicia.
Sakura tragó grueso, sus palabras habían tenido un gran efecto porque sus piernas comenzaron a temblar.
—¿Sasori?—dijo la voz proveniente de Chiyo, quién se asomaba por la sala con el rostro lleno de sorpresa.
—¿Abuela?—dijo el pelirrojo. Con tanto alboroto se había olvidado de su abuela.
—¿Su abuela?...¿su nieto?—dijo sakura impactada, aún entre los brazos del hombre.
—Ya veo que conociste a la dulce sakura...ella es mi otra nieta sasori —dijo la anciana con alegría.
El hombre alzó una ceja y miró de nuevo a la chica, frunció el ceño soltandola sin querer hacerlo.
—Hola... Abuela —dijo sasori cambiando sus semblante a uno más calmado.
—Sientate hijo...¿que te pasó en el rostro?...estás sangrando —dijo Chiyo preocupada.
—Hun, no es nada de lo que no puedo cobrarme —dijo sasori con seriedad.
—¿qué?—dijo Sakura aún confundida.
—Sakura ve por el botiquín en la cocina por favor —dijo Chiyo examinando a su nieto.
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Sakura podía sentir como el hombre la miraba en varias ocasiones, saber que ese pelirrojo era el nieto de Chiyo la dejaba confundida.
—¿Y por qué su majestad no había venido a ver a su abuela?—dijo Sakura con rudeza.
Sasori alzó una ceja y la miró expectante.
—Es que él no vive aquí en el país sakura...—dijo Chiyo un poco confundida.
—Además...no tengo porque darle explicaciones a una niña—dijo el hombre con disgusto.
—¡Ja!...Yo no soy sólo una niña, soy la verdadera nieta de Chiyo que siempre se ha preocupado por ella—dijo sakura sin remordimiento.
—¿que te sucede sakura?—dijo Chiyo.
—Vendre otro día a verte... Cuando estés sola—dijo sasori levantandose del asiento.
—Eso no va hacer posible, yo siempre estoy con ella—dijo sakura desafiante.
Sasori mostró su enfadado en su ojos claros, estaba demasiado furioso por los ataques de esa niña, en otro momento esa chiquilla ya estuviera en el pasado pero su abuela la protegía y no podía hacerle nada... bueno, nada grave pensó.
—Adios abuela —dijo sasori marchandose.
Al salir por la puerta sus guardaespaldas lo custodiaron al vehículo y él pudo irse tranquilo, mientras viajaba una idea cruzó por su mente.
—¿Uchiha?...¿Podemos vernos dentro de dos horas?—le dijo al teléfono.
En un restaurante muy alejado, sasori estaba de frente al pelinegro quién lo miraba expectante.
—¿Haz decidido quitarme los días que me diste para pagarte?—dijo sasuke directo.
—Al contrario. Es todo lo contrario —dijo sasori mostrando su sonrisa siniestra.
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