Hora del almuerzo, 1:00PM en Japón y 7:00AM en Grecia

Cuando su teléfono volvió a sonar, estaba en la hora del almuerzo. La escena entre Shaina e Izumi había sido reemplazada en su mente con la delicia de un sándwich frío e insensible, repleto de tomates. Con su sándwich en medio de su boca, sacó su teléfono y una vez más, inocentemente, estúpidamente lo miró sin pensar. Afortunadamente no estaba bebiendo nada esta vez, pero tenía un sándwich en la boca... con el que se atragantó rápidamente cuando vio otra foto lasciva.

Y era otra vez de la manera que nunca pensó, eran las siete en Grecia, era obvio que a esa hora o a las ocho Candy White, su querida senpai norteamericana solía despertar para hacer el desayuno y luego los quehaceres de la casa, sin duda alguna era una chica bastante hogareña, bueno, alguien que comenzó como cuidadora de niños en un orfanato, sirvienta de una familia millonaria y enfermera era una persona que sabía llevar un gran peso, no lo dijo antes, pero le tenía sana envidia.

Pero, no era Candy, porque después de cierto tiempo en casa, la chica del siglo XX se iría por el pueblo en busca de querer hacer algo productivo o querer matarse el rato trabajando en lo que quisiera (Eso acompañado de ser rápidamente una figura muy amada en el pueblito griego).

Pero su desgracia, era uno de los seres más molestos y ruidosos de haya conocido en su vida, ni siquiera Honoka o Rin eran así de idiotas y era la mamahuevos como valevergas del harén, autoproclamada como la justiciera... Miki Sayaka.

La nueva imágen era de la peliazul, posiblemente a esas horas ya estaba viendo una serie de Netflix o un programa random de algún canal, generalmente Cartoon Network o Nickelodeon o algo. La chica mágica como maestra de la espada, parecía estar usando el palo para selfies que había comprado hace un buen tiempo, diciendo que era una buena inversión.

Estaba grabándose con el palo de selfies mientras estaba sentada en la cama de su cuarto viendo la televisión y así cortando ahora a la sala donde estaba disfrutando del desayuno mientras grababa culposamente a Candy la cual estaba haciendo el aseo.

-Candy...- Canturreó captando la atención de la chica del siglo XX.

-¿Qué?- La mayor tenía un tono de desgano, sabía de las negras intenciones de la japonesa.

-Candy, hoy está haciendo mucha calorsh y tengo sed de la peligrosa.

-Sírvete tú misma el jugo- Se dio de espaldas y retornó a los quehaceres.

-Nah, amargada, no me pelas- Murmuró la chica mágica con un pequeño bufido.

Maki dibujaba una pequeña sonrisa, esa idiota prácticamente se lo merecía pero el rato bueno no le duró mucho cuando nuevamente Sayaka se tomó otra foto y esta vez la sensación fue peor.

Con lo que Maki estaba viendo, no podía negar que esa cerebro de pescado probablemente tenía razón. La proclamada heroína de la justicia estaba acostada en el sofá, completamente desnuda a excepción de un diminuto par de bragas con el escudo estampado del FC Barcelona. Para cubrir sus pezones, había decidido seguir la tortuosa ruta de burla de colocar dos rodajas de tomates sobre ellos. Peor aún, Sayaka dibujaba una sonrisa sencilla pero que gritaba seducción.

El texto debajo solo decía '

Aquí está tu sancocho de pollo, mami...

Era una exclamación, pero casi parecía una pregunta.

Y luego era otro video esta vez de la peliazul yendo sigilosamente hacia el cuarto de Rikka y con ella estaba cierta rubia pecosa de ojos verdes que se parecía a Chitoge Kirisaki. La rubia dibujó una sonrisa perversa pero cambió de ángulo dando con el cuarto de la peliazul.

-Bien Sayaka, ¿Que estás pensando con Rikkita?

-Pues... No sé si acostarme hoy o mañana ¡O cogerme a Rikka, hoy, mañana y el sábado!

En eso la peliazul decidió irse hacia la cama de la chuunibyou y en silencio se acostó en ella. El video se volvió a cortar dando a Rikka la cual estaba dormida tranquilamente mientras estaba literalmente en ropa interior de un negro azulado con algunos detalles, cosa que hizo que Maki volviera a sentir sus mejillas calientes al ver ese lado tierno de la chuunibyou.

Definitivamente no estaba sola en la sala de descanso. Otros dos médicos también estaban allí almorzando, aunque estaban sentados juntos al otro lado de ella. No podrían ver lo que había en la pantalla, y darse cuenta de eso la hizo demorar en apagar su teléfono.

Dio pausa al vídeo y miró la foto de la chuuni, frunció los labios mientras sentía que su cuerpo se calentaba. Su dedo presionó la foto, haciendo que llenara toda la pantalla. Empeoró el calor que inundaba su cuerpo, pero sus ojos simplemente no podían dejar de captar toda la belleza de Rikka.

Apagó nuevamente el celular pero al ver que sus dos compañeros estaban concentrados en hablar de sus cosas personales que en otra cosa nuevamente volvió a ver la foto de Sayaka acostada en el sofá, las rodajas de tomate sobre sus pechos, esa braguita del Barcelona, la buena vista que ofrecía Rikka mientras dormía tranquilamente aparte de su linda ropa interior.

Nunca dijo eso, pero esa niña del parche y quien se creía un poderoso ente sobrenatural era jodidamente linda, tan linda y tierna que la follaría bien fuerte a esa malparida aunque Sayaka ni se diga, la hija de puta también tenía lo suyo... Y volvimos de nuevo a la calentura.

Volver a ver a Shaina, su sensual tanga y estando en su amazónica gloria curvilínea o a Izumi estando de rodillas y haciéndole el oral a la peliverde no ayudó en nada.

Cuando levantó la vista de su teléfono, uno de los médicos la miraba divertido. Se sonrojó y oscureció su teléfono de inmediato, lo metió de nuevo en su bolsillo y volvió a su sándwich. Su atención a la comida era demasiado forzada para parecer realista, pero cuando se atrevió a mirar hacia arriba de nuevo, vio que él ya no la miraba. Había vuelto a hablar con su compañero de trabajo, lo cual fue un alivio. Con suerte, solo la estaba juzgando internamente sin hacer preguntas en el hospital. Realmente no necesitaba más charlas de su papá sobre su comportamiento.

Engulló su sándwich y salió corriendo al pasillo, que afortunadamente estaba vacío. Apoyada contra la pared, suspiró y cerró los ojos por un momento. Esto se estaba saliendo de control.

Shaina e Izumi en una escena en el baño, Sayaka tomando una nude en el sofá y Rikka durmiendo en ropa interior. Cuatro de sus once amigas le habían enviado contenido subido de tono mientras estaba en el trabajo. Realmente no se le ocurrió en ese momento que era una especie de regalo de cumpleaños. Todo lo que sabía era que sus bragas estaban mojadas y la tentación de correrse en el baño era cada vez mayor.

Sin embargo, tuvo que resistir. Era mucho más que inapropiado darse placer a sí misma en el trabajo. Probablemente no la despedirían si la atraparan ya que el hospital tenía su nombre, pero de una manera que empeoró las cosas. Había ciertas expectativas puestas en ella como hija de los dueños del hospital, y ser atrapada haciendo algo así traería una mala reputación. Ella podría resistirse. Solo estuvo de guardia durante las siguientes... ocho horas. Esto iba a ser una tortura.

Y para colmo de males, no había noticias de Yuzu... Esto era desesperante y horrible con el paso de los segundos.

(...)

9:00PM en Japón, 3:00PM en Grecia

Durante las siguientes horas, Maki tuvo dificultades para concentrarse en lo que estaba haciendo. Se suponía que ayudaría a mover los suministros al tercer piso, pero terminó colocándolos en la habitación equivocada... en el piso equivocado. Su mente estaba tan preocupada con todo lo lascivo y caliente que vio de sus amigas que la información entraba en su mente, se confundía y salía mal.

Vergonzosamente, incluso se tomó un momento en esa habitación del cuarto piso para mirar las fotos y videos nuevamente. Era tan tentador simplemente cerrar la puerta con llave y salir en ese mismo momento, pero nuevamente se resistió.

Cuando sintió que su teléfono vibraba, tuvo la sensación de que sabía quién era. Eran las nueve de la noche en su país natal pero en las tierras helenas serían eso de las tres de la tarde. Ya habían almorzado por lo que algunas ya estaban descansando (Debido a que estaban en alguna que otra universidad o terminaban sus ocupaciones laborales en Japón) u ocupadas en sus cosas personales, sobretodo Misaki quien en la tarde solía hacer sus retratos y bocetos.

Nuevamente, iba a ser alguien de sus amigas con contenido más indecente. No estaba segura de que su corazón pudiera aguantar otro, así que no sacó su teléfono al principio. Afortunadamente, estaba ocupada ayudando a otro médico a realizar una cirugía, por lo que de todos modos ni siquiera habría sido apropiado mirar su teléfono.

Ella no tenía tanta excusa una vez que terminó la cirugía. Mientras se lavaba en el baño, la tentación se hizo mayor. No fue capaz de obligarse a sí misma a olvidar el texto invisible. Sus ojos miraron su bolsillo mientras se secaba las manos, sabiendo que estaba a punto de hacer algo que no debía. Como pensó, sacó su teléfono y echó un vistazo.

Era un mensaje esta vez era de Ren y Día pero para su fortuna eran mensajes, solo esperaba que no remataban con algo nopor al final pero por ahora no había nada. Eran mensajes típicos pero a la vez terminaban en que no debía preocuparse ni dejarse llevar por la tristeza, tarde o temprano, esa gata mágica que era dueña de su corazón y de su alma vendría y para eso habría que estar pacientes. El mensaje culminó con una fotografía de las dos pelinegras que estaban en lo que parecía ser una de la calle del mercado en Rodorio.

Luego de eso, era un mensaje de Candy estando con Seika en la floristería y por supuesto unas palabras que al menos fueron de leve aliento para la joven doctora.

¡Feliz cumpleaños, Maki! Eres la persona más amable que conozco, y realmente aprecio tu amistad como la de las demás. No eres la única en preocuparte, Seika está rezando por su hermano pero sabe que él logrará salir victorioso ya que tiene una voluntad increíble. Solo ten confianza, ella también llegará sana y salva.

La joven médico no evitó sonreír ante tales palabras pero también por la clase de persona que era su senpai americana, sencilla, noble, optimista, amigable, perseverante, leal, fuerte, toda una chica de corazón de oro puro a la que tenía admiración y estima y quizás una envidia, fue de las personas que lograban lo que se proponía con esfuerzo y dedicación mientras que ella tenía todo al alcance de la mano.

Sin duda alguna, una mejor amiga, estaba agradecida de tener de compañera a alguien así.

Luego el siguiente mensaje era de Azusa Nakano, la gatita guitarrista como de las más pequeña dentro del harén. Estaba lo que parecía ser un video de ella estando en su habitación mientras tenía su instrumento entre manos y con la novedad de que tenía su diadema con orejas de gato que usó en preparatoria.

El mensaje que envió era:

Feliz cumpleaños, Maki. Estoy agradecida de que seas una gran ayuda como compositora para mi banda. No lo dije pero cuando escucho tus hermosas melodías de piano casi parece que limpias mi alma. Sé que amas esa canción a lo que decidí hacer este cover el cual a mi criterio es lo mejor que puedo dar como regalo.

Dio play al video dando con la joven estando sentada en su cama mientras hacía lo que parecía ser un cover.

Asa mega sameru to kimi ga ite

Cheese tart yaiteta sa

Sweet baby kimi wa sō sa

Amai amai...

Boku no koibito

.

Saa dekakeyo osha reshite machi ni sa

Cheese tart katate kimi wa hashaideru

Hitogomi kakiwake ikou yo ano mise

Osorino ring kyou kau yakusoku dakara

.

Amai amai amai amai

KO-I-BI-TO

Amai amai amai amai

KO-I-BI-TO

.

Kouya futari bed mou neka kana

Nante mada hayasugiru kamo

Sweet baby

Boku mo sou sa

Amai amai...

Kimi no koibito

Unas lagrimas amenazaron con salir de los ojos de la pelirroja pues no podía creer escuchar de su pequeña amiga el cover de una canción que había escuchado por casualidad en un café, de hecho, fue la canción que sonó cuando la conoció luego de un día de escuela, especialmente en último año. Un pastel de queso y en la misma mesa, estaba sentada una hermosa mujer pelimorada de rasgos latinoamericanos.

Quién diría que aquellas palabras clave, Dulce Amante, fueran las palabras que le dedicaría en una de tantas citas hasta en un dulce poema que escribió hace algún tiempo... Jamás olvidaría esa canción que marcaba un momento en su vida. Justamente en eso volvieron los anhelos de ver una vez a su amada gatita mágica la cual no se sabía nada hasta hoy.

La joven sin más preambulos decidió irse a los baños para refrescarse la cara y reanudar su trabajo hasta eso de las diez u once de la noche, puede que el inicio del día haya sido muy peculiar pero al final de éste al menos estaban lo que deberían ser sus amigas, personas que hallaban la manera de sacar una sonrisa y dar un momento de alegría.

Pero eso no quería decir que hasta ahí las fotos habían terminado, eran horas de la tarde en Gracia a lo que vendrían pero sería para verlas mañana, hoy fue un duro día y le venía bien un muy buen descanso.

(...)

A las horas de la madrugada en Japón, horas de la noche en Grecia

Eran eso de las tres de la mañana en Japón, Maki estaba durmiendo tranquilamente en su cama de la zona residencial del hospital cuando de pronto su célular sonó. Era cierto, en horas de la noche ya las chicas estaban en casa luego de haber terminado sus labores, Shaina, Candy y Misaki eran las que frecuentemente trabajaban en Rodorio, lo de Misaki era porque ella se encargaba en vender sus dibujos en la plaza del pueblo y le iba bien.

Conociendo a sus amigas, posiblemente Shaina y Candy llegaban hasta tarde mientras que las menores cocinaban la cena antes de que algunas fueran a la universidad en horas griegas de la madrugada y mañana. La pelirroja sintiendo esa pesada sensación de levantarse mientras uno de sus ojos lo estaba cerrando por el repentino momento. Era un mensaje de Misaki y otro de Homura... No solo eso, nuevamente era Candy.

¿Acaso Yuzu volvió? ¿Algo pasó en su día de trabajo? ¿O pasó un incidente en casa en estos momentos?

Ante la curiosidad dio click en los mensajes de sus dos kouhai dando con sus respectivos mensajes. Dibujó una sonrisa al ver lo que parecía ser un cuadro con play, era Homura que estaba con un piano electrico junto con Misaki. Anexos al vídeos estaban sus mensajes.

¡Feliz Cumpleaños, Maki! Recientemente he aprendido a tocar el piano aunque no se lo dije a alguien (Amenacé a la idiota de Sayaka para que no abra la boca) pero tú, Mimi y Senpai son las únicas que lo saben justamente ahora. Tu talento para el piano es muy bueno y me gusta por lo que hago el cover de una las canciones de tu grupo. Espero que te guste.

Un golpe a su corazón se hizo cuando era un cover de Ashiteru Banzai, aquella canción que le dedicó a sus senpais al graduarse de la preparatoria aunque Homura tuvo que guiarse de las notas musicales de la canción, posiblemente Misaki o alguien le confió su cuaderno de notas. Esa se la perdonaba porque dos de las chicas más serias como frías del grupo eran sus mejores amigas dentro del séquito y no estaría nada mal dar pequeñas clases a su amiga chica mágica.

El mensaje fue breve pero lo suficiente para saber lo mucho que la apreciaba la más menor del harén.

Pensé que eras sacra al principio, pero me di cuenta de lo amable que eres... Odio esto de los celulares pero no debía dejar pasar la oportunidad de decirte algo.

La pelirroja sin pensárselo dio su comentario frente a lo expresado por su amiga con el ojo de muñeca.

En estos momentos estoy descansando, estos días fueron bastantes duros así que lamento no haber llegado a casa.

Misaki, todas ustedes les agradezco todo lo que han dicho y enviado para mí, las quiero (Emoticón de corazón y una sonrisa)

Pensaba en escribir algo referente a Yuzu, quizás su paradero o su situación pero declinó ya que no sería necesario, todas estaban preocupadas por ella pero sabían afrontarlo, ¿Por qué no ella? Aunque... ¡Espera! ¡Había otro tema! ¡Era eso de lo que hicieron entre esta mañana y en la tarde! Aunque... Eso tendría que aclararlo cuando ya tendría tiempo de irse a su departamento.

El siguiente mensaje era de Matsuri donde había una foto en donde Yuzu y las mismas Maki y Matsuri estaban en un hermoso lugar parecido a una gran montaña y en ella estaba cayendo una pequeña cascada, era el Salto de Tequendama, uno de los lugares turísticos que habían en Colombia. Aquel paseo fue en las vacaciones del año pasado cuando Yuzu la invitó a ver algunos lugares fuera de Bogotá a lo que la pelirroja accedió aunque la pequeña gatita mágica también quiso ir a viajar como sus dos otras amigas (Eso por insistencia de Inazuma Candy) por lo que tuvieron que ir por todo el departamento de Cundinamarca.

No fueron las vacaciones a solas que hubiera deseado pero fue una de las experiencias más bonitas que tuvo en la vida, eso al lado de la mujer que amaba y dos personas que apreciaba mucho y entre ellas a otra gatita mágica.

La foto donde estaban las tres juntas estaba decorada con corazones y estrellas y debajo de la foto estaba el siguiente mensaje:

Feliz Cumpleaños, tía Maki.

Estar contigo, con mis amigas y con las demás me levanta los ánimos para seguir mi carrera como bruja. Eres genial en todos los sentidos y eres muy confiable al máximo. Tía Yuzu no tuvo ningún error en elegirte.

Una sonrisa se dibujó en la joven doctora quien no dudó en responder agradeciendo a su sobrina aquellas palabras y claro poner una cara de gato y un corazón anexo para finalizar el mensaje.

El siguiente mensaje era de Candy solo que ahora era otra foto, ella ya había llegado del trabajo y probablemente estaba acostada luego de preparar la cena para las demás y terminar acostándose. La pelirroja como siempre de manera inocente dio click en la imágen hasta quedar en shock, de hecho, estaba con los ojos yendo hacia atrás mientras sentía que su corazón comenzaba a bombear enloquecidamente.

Era la rubia pecosa acostada en la cama como si estuviera haciendo una pose incitadora. La más mayor del harén estaba en la cama bocarriba mientras se recostaba con los brazos arriba, miraba fijamente a la cámara como si estuviera cansada de un día de trabajo mientras estaba sin camiseta pero usando una top deportiva negra y una pantaloneta deportiva.

La pelirroja quedó sin palabras mientras veía el fornido abdomen de la americana, ella y Shaina tenían un cuerpo atlético y una belleza que quedaban muy bien en ellas, entrenaron y se ejercitaron toda la vida, era obvio pero a la vez hacía que en su interior algo dormido, sellado, salvaje y rebelde comenzaba a despertar, como si ese lado quisiera y anhelaba una búsqueda como un nuevo mundo que jamás creyó en ver y seguir.

Otra foto había llegado y esta vez era de Matsuri la cual estaba en su pequeño cuarto en el departamento de Rodorio, estando con su indumentaria de bruja, gorra clásica, la chaqueta hipermeable negra parecida a la de los bomberos, un pantalón táctico gris y botas negras, de acuerdo, la chica estaba muy bien presentable con su uniforme pero lo que le llamó la atención fue que su chaqueta estaba abierta mostrando lo que nunca se esperó.

Jamás creyó que una niña de trece años tuviera un jodido cuerpo deseable para los pajeros y ella era una pajera.

El pecho descubierto de Matsuri estaba decorado con un sostén negro que realzaba su busto el cual era grande, de hecho, le hizo recordar a Hanayo que siendo joven se le resaltaba un muy buen pero redondo busto en primer año de la prepa. Y sin olvidar ese delgado pero trabajado abdomen, posiblemente Matsuri había entrenado físicamente para ser la brujita que es ahora.

Maki se sintió morir al ver ese par de cuerpos entrenados como ejercitados mientras que una de sus manos comenzaba a tener vida propia mientras se trasladaba hacia su entrepierna mientras veía ese hermoso detalle que nunca creyó ver en esa pequeña chica de trece años.

Matsuri fue sin duda un mejor interruptor para encender sus llamas dormidas.