GRANDES EVENTOS DE BANG DREAM!

Capítulo 9: El embrujo de Bandori

Inspirada en una historia verdadera, acontece una serie de suicidios que afectan a jóvenes. Anon Chihaya -se- enamora con Tomori Takamatsu, pero las cercanas de ella se oponen a la relación. ¿Podrá ella superar los obstáculos o será otra víctima más que, agobiada por la apatía y frustración tome una decisión drástica?

Nota: Este capítulo incluye el spin-off It's MyGO!, para los que no conocen la secuela los invito que lo vean.

Advertencia: Se recomienda discreción al lector por su contenido.


ANTES, 7 DE ABRIL

Kokoro: Oye, ¿qué hora es?

Guardaespaldas A: No sé, van a ser más de las doce. ¿Qué te pasa?

Kokoro: No puedo dormir.

Guardaespaldas: ¿Te preparo algo?

Kokoro: No, no es eso. Algo me pasa, siento como que alguien me viene a buscar.

Guardaespaldas: ¿Te sientes bien?

Kokoro: No quiero dormir en mi alcoba.

Guardaespaldas: Te voy a preparar un agua de hierba, me tinca que en algo tú anduviste con tus amiguitas. ¿Ah?

Kokoro: Es una sensación rara.

Guardaespaldas: Entonces acuéstate, trate de dormir Kokoro-san.

Kokoro: Oiga, ¿puedo acostar con usted hoy día? Tengo miedo.

Guardaespaldas: Ya, usted eres un hombrecito, no va a estar con los bebitos. Ya, vaya a acostarse, voy a preparar algo.

A LA MAÑANA SIGUIENTE

En la madrugada del 8 de abril, Kokoro Tsurumaki de Hello, Happy World! se suicidó sin razón aparente; "Quiero saber si Dios existe" fue su lapidaria despedida. Mientras la comunidad de BanG Dream! despedía los restos de la adolescente de 17 años, en el mismo lugar -de Tokio- otra joven también líder de una banda coincidentemente llamada como Mashiro Kurata comenzaba a vivir una historia diferente, junto con su amiga Touko Kirigaya trata de conciliar su efecto de sus últimas horas que pasarán juntas antes de ir al norte a cumplir con su servicio de internado.

Mashiro: Si alcanzo a ahorrar algo te lo mando para el pasaje.

Touko: No te hagas muchas ilusiones, no creo que mis papás me dejen ir a verte.

Mashiro: ¿Y por qué?, ¿tú no quieres ir?

Touko: Yo por mí te sigo hasta el fin del mundo, pero tú sabes que no me mando sola.

Mashiro: No entiendo por qué me mandan tan lejos.

Touko: Pero me imagino que antes de un año podrás venir.

Mashiro: Es primera vez que estamos tan lejos, ¿verdad?

Touko: Primera vez, pero te voy a escribir todas las semanas.

Mashiro: Y si no lo hace voy a creer que ya no me quiere. Prométeme que no me va a olvidar.

Touko: Y tú a mí.

Mashiro: Ya vámonos, tengo cosas que hacer.

Son instantes difíciles para estas jóvenes, si bien ambas se alían su loca intuición le advierte que un año separadas en cierto modo es un adiós definitivo. ¿Cómo revertir el sino de estos sentimientos que mueren con la distancia y el tiempo?

12 DE ABRIL

Mashiro: ¿Touko-chan? ¿Touko?

Touko: Te planché las blusas, ponlas con cuidado porque si no se van a arrugar todas.

Mashiro: No encuentro el pasaje, estaba segura que lo había guardado.

Touko: Te la guardé en la mochila, ¿a qué hora sales?

Mashiro: En el tren a las ocho, pero no sé a qué hora llega a Gunma.

Touko: Yo no sé para qué tanta ropa si al final llegando allá te la va a poner el uniforme.

Mashiro: Te voy a echar de menos.

Touko: Yo también. *Se abrazan* A lo mejor te dejan venir.

Mashiro: No creo, porque me han dicho que antes de tres meses es imposible.

Touko: No te imagino vestido de uniforme, sí me río cuando te vea así no te enojes, ¿ya?

Mashiro: No creo que pueda dormir esta noche. ¿Por qué no nos vemos más rato?

Touko: Ahí veo cómo lo hago, ¿a qué hora y dónde?

Mashiro: A las doce, en el templo.

Touko: Me voy entonces, porque mi mamá me debe estar esperando.

La cita de aquella noche tuvo ribetes mágicos y místicos, desde este conocido, pero extraño lugar para muchos el templo se aprecia toda la ciudad de Tokio. Eran las últimas horas para un adiós que según ellas tenía que ser así, solitario; solo el silencio y la oscuridad serían testigos de su promesa de amistad.

Mashiro: ¿Qué le dijiste a tus papás para salir?

Touko: Nada.

Mashiro: ¿Cómo que nada?

Touko: No saben que estoy aquí, me escapé por la ventana.

Mashiro: ¿Me vas a ir eso mañana?

Touko: No creo que pueda, por eso vine para estar contigo ahora.

Mashiro: Todavía no me odio, yo te echo de menos.

Touko: Quiero que sepas que pase lo que pase te voy a esperar.

Mashiro: Y yo quiero que sepas que pase lo que pase siempre habrá para ti un lugar en mi corazón.

Touko: Esta noche es especial para las dos.

Mashiro: Esta es nuestra última noche.

Touko: Por ahora.

Mashiro: Esta es nuestra última noche. *Se besan*

AL DÍA SIGUIENTE

Sra. Kurata: Mashiro, despierta. Ya es hora, en el baño te dejé el lavatorio con agua caliente para que te laves. Mashiro, está servido. ¡Hija, ya van a ser las siete! Ay, esta sí que va a sufrir en el internado, ahí se va acordar de la mamita. ¡Mashiro, Mashiro! *Descubre a ésta colgada en una viga ubicada en el patio* ¡Hija, hija!

En la madrugada del 12 de abril se suicidó la joven Mashiro Kurata, no hubo razones aparentes para que hubiese tomado esta drástica decisión, pero su muerte rodeó de misterio y temor a esta -gran- ciudad. Aquí nació otra joven, Anon Chihaya un 8 de septiembre; su padre la abandonó desde pequeña y se fue a Osaka dejándola sola al cuidado de su madre.

ALGUNOS AÑOS DESPUÉS

Sra Chihaya: ¡Oye!, ¿no encontraste un lugar mejor para tocar?

Anon: Ah, no sea tan alharaca, señora. Si no le va a pasar nada.

Sra Chihaya: Se nota que tú no compras las cosas.

Anon: Ya, si ya me voy también.

Sra Chihaya: ¿Y a dónde te vas?, no tienes que ayudar a cambiar el ropero.

Anon: No puedo, tengo ensayo.

Sra Chihaya: ¡Ya, está bueno que busques trabajo en vez de andar tocando esa musiquita!

Anon: ¿Y qué prefiere?, ¿qué de chupándole en la esquina?

Sra Chihaya: Preferirías que te ganes la vida porque con ese grupito no vaya a llegar a nada.

Anon: ¿Qué sabe usted de música, señora?

Sra Chihaya: Para eso sí tienes boca.

Anon: Ya, chau.

Sra Chihaya: ¡Llega temprano, ¿oíste?!

Anon, desde hace algún tiempo participa en el conjunto denominado "MyGO!", de este modo ella y sus amigas se evaden en cierto modo de los hábitos tan arraigados en la juventud como es el alcoholismo y las drogas.

Anon: Hola.

Raana: Hola, ¿y qué contáis?

Anon: Ando buscando a Rakki (Taki), ¿no está acá?

Raana: No sé, sabes que yo acabo de llegar.

Anon: ¿Y qué onda?

Raana: Vamos a hacer espiritismo, ¿no te invitaron?

Anon: No, pero yo ando en otra onda.

Raana: Oye, pero pasa si es para divertirse un poco, no tiene nada de malo.

Anon: No, gracias. Mire, si ve a Rakki dile que ando buscando, ¿ya?

Raana: Ah ya, listo.

Anon: Adiós.

Raana: Chau.

Tokio tiene alrededor de 35 millones de habitantes y a pesar de ser una megalópolis existen aquí miles de botillerías.

Sra Chihaya: ¿A qué hora llegaste anoche que no te sentí?

Anon: Temprano.

Sra. Chihaya: No debe haber sido muy temprano, yo me acosté como a las doce y tú no habías llegado todavía.

Anon: Da lo mismo, ¿cuál es el problema?

Sra. Chihaya: Tus amiguitas.

Anon: ¿Por qué tanto rodeo? Si quiere saber si andaba fumando pregúnteme.

Sra. Chihaya: ¿De cuándo acá no se te puede decir nada a ti? ¿Va a querer con leche?

Anon: No, así no más. Oiga, ¿planchó los jeans?

Sra. Chihaya: Ahí se están secando, ¿te los va a poner ahora?

Anon: No, a la tarde. Oiga, ¿vino anoche?

Sra. Chihaya: No, ahí estaba en la plaza con sus amigas.

Anon: Con las rivales será.

Sra Chihaya: Voy a comprar, si quiere más pan ahí hay en la bolsa.


EN LA PREPARATORIA HANEOKA, 3° AÑO

Tomori: Hola, ¿no sabías que ibas a venir?

Anon: Estoy esperando allá de mi casa.

Tomori: De hecho, quería hablarte, tuve un problema.

Anon: ¿Cuándo? ¿Son ellos o me equivoco?

Tomori: Sí, no te pongas así. Además, que no es culpa mía.

Anon: Claro, o sea soy la culpable.

Tomori: Tampoco dije eso.

Anon: Mira, ¿por qué me dices una vez qué está pasando?

Tomori: Bueno, te voy a contar, pero por favor no te enojes porque todo está al otro lado.

Anon: Dime, escucho.

Tomori: Es que en mi casa todos saben que estamos saliendo.

Anon: Ya, ¿y?

Tomori: Que ya no quieren que enamoremos.

Anon: Seguramente ellos piensan que eres poca cosa para ti.

Tomori: ¿Viste?, ya lo tenían que tomar por otro lado, si yo te quiero igual.

Anon: *Suspira* ¿Harás caso a ellos?, ¿no?

Tomori: No, todo lo contrario. Les dije que igual iba a seguir enamorando contigo, ¿entendiste?

EL OTRO DÍA EN LA CASA

Anon: No hay pan, tengo hambre.

Sra. Chihaya: La comida ya va a estar lista. Oye, ¿fuiste a buscar a tu compañera a la prepa?

Anon: Voy ahorita, veo tocar la campana.

Sra. Chihaya: Ah, Taki te andaba buscando.

Anon: ¿Qué quería?

Sra. Chihaya: No me dijo, pero nada raro que es para invitar a esas tonterías que hacen en su casa o para tomar en el cementerio.

Anon: Usted que es buena para sin saber, mamá. ¿Dónde hay blusa?

Sra. Chihaya: Ahí te dejé una en la silla del comedor.

Anon fue al parque a reencontrar con su amiga Tomori.

Tomori: Hola.

Anon: Hola.

Tomori: ¿Llegaste hace rato?

Anon: No recién, las ex de CRYCHIC andaban por ahí.

Tomori: Me lo imaginaba, Saki le debe haber dicho que le dijeron.

Anon: ¿Y por qué?

Tomori: ¿Cómo por qué?, por lo mismo de siempre, ¿qué te va a amargar?

Anon: Sé que no tengo una buena situación, pero tú sabes que yo ando buscando trabajo.

Tomori: Pero sí ya (lo) sé, no tienes que explicarme.

Anon: Tomori, ¿tú serías mi novia conmigo?

Tomori: Tú sabes que sí, pero acuérdate que todavía somos menores de edad, no puedo ni casarme.

Anon: Pero, ¿cuál es el problema entonces?

Tomori: ¿Cómo que cuál es el problema? Que mis papás me pueden obligar a que me quede en la casa si ellos quieren.

Anon: ¿Y si yo hablo con ellos?

Tomori: ¿Estás loca? No, mejor vámonos de aquí que ellas nos puedan ver.

UNA NOCHE CUALQUIERA...

Sra. Chihaya: ¿Estas son horas de llegar?

Anon: ¿Y qué tiene?

Sra. Chihaya: Si quieres comida ahí está, caliéntela. Yo estoy ocupada.

Anon: No, no quiero.

Sra. Chihaya: ¿Y de a dónde viene?

Anon: Estaba con Tomori.

Sra. Chihaya: ¿Y quiere que te crea a esta hora? ¿Por qué no me dices que andaba con Taki?

Anon: Usted sabe que no me gusta juntar con ellos.

Sra. Chihaya: La vecina me dijo que un grupito anda en actos satánicos. Vos fuera de ti que yo te pille en esas tonterías, mira que soy capaz de mandarte presa, ¿oíste?

Anon: Usted está cada día más loca, señora.

A LA MAÑANA SIGUIENTE...

Anon: Hola mamá.

Sra. Chihaya: Hola, ¿la hija de Ichinose está embarazada o idea mía?

Anon: Qué va a saber yo.

Sra. Chihaya: Para mí que el novio la dejó, qué casualidad. Las tres hermanas más solteras.

Anon: Oye mamá, ¿y la agujeta?

Sra. Chihaya: ¿Qué agujeta? Ah, las . Mira, ahí está en el velador. ¿Y Tomori?

Anon: No la dejan venir.

Sra. Chihaya: ¿Por qué?

Anon: Según supe los papás y las ex CRYCHIC piensan que soy poca cosa para ellos.

Sra. Chihaya: Y Tomori, ¿qué dice?

Anon: Ella en realidad quiere estar conmigo, pero su casa la molesto.

Sra. Chihaya: ¿Pero tú no vas a vivir con ella?

Anon: Lo que pasa es que ella como yo somos menores de edad.

Sra. Chihaya: ¿Y qué vas a hacer?

Anon: No sé.

Sra. Chihaya: Oye, ¿y por qué no te la llevas a Shizuoka hasta que cumplan su mayoría de edad?

Anon: ¿A Shizuoka?

Sra. Chihaya: Claro, y te la llevas a vivir a la casa de tu papá mientras tanto, total allá nadie te conoce.

Anon: No se me había ocurrido.

Sra. Chihaya: Siempre que Tomori quiera.

Anon: Faltan tres años para cumplirnos los 18. *Sonríe* Le va a gustar, yo no voy a llegar como allá.

Tomori, muy enamorada de Anon no dudó en aceptar la oferta y sin que sus padres supieran se fugó a Shizuoka.

En una ceremonia religiosa, un sacerdote comenta ante sus fieles la situación espiritista-satánica que están viviendo en un sector distrital.

Monje: Yo creo que es hora de que enfrentemos la realidad: en esta zona han muerto varios jóvenes, para muchos en forma extraña. Es cierto, la muerte tiene un halo de misterio, pero adjudicarles estas muertes a prácticas de satanismo y espiritismo es realmente, negarle la existencia de dios. He escuchado ya mucho por ahí de las prácticas de espiritismo y satanismo allá en el cementerio. ¿Será la verdadera razón me pregunto yo?, ¿o no será que hay un problema de comunicación con los hijos?, ¿o no será de que hacemos la vista gorda cuando llega con un poco de alcohol? No hacemos la vista gorda cuando vemos los ojos medio turbios y no preguntamos responsablemente cuando incluso sospechamos que hay consumo de droga. Sí, querámoslo o no, todos nosotros somos culpables que el distrito sea más conocido por la supuesta práctica satánica que por la realidad de su gente, por ustedes; este es un problema de falta de oportunidad para nuestra juventud, no es un problema del diablo.

TRES MESES DESPUÉS

Anon y Tomori, efectivamente estuvieron varios meses en Shizuoka, en cuanto cumplieron ellas su mayoría de edad ambas decidieron volver a Tokio. Si bien la madre de Anon estaba esperándolas con muchísimo entusiasmo, los familiares y amigos de Tomori no pensaban del mismo modo; la desaparición de esta joven causó mucho revuelo ya que en cierto modo Anon, literalmente se raptó a Tomori. Obviamente ella fue de mutuo propio y ahora vuelven convertidas en unas mujeres con muchas ganas de construir un hogar junto a su amada.

Por su parte Anon comprendió en su estadía en Shizuoka que Tomori debía ser su compañera para toda la vida, ya no le importaba qué pensaba sus suegros ni mucho menos sus ex amigos.

Como entre los planes de estas jóvenes estaba la posibilidad de convertirse en "matrimonio" Anon se dispuso a trabajar, por algún contacto de su madre consiguió por lo pronto un puesto de junior en las dependencias de la municipalidad. Si bien su sueldo no era bueno y los horarios de pronto eran demasiado erráticos, Anon aceptó el trabajo porque entendía que debía juntar dinero si quería casarse.

En una oficina ingresa sola Tomori mientras su pareja limpiaba.

Tomori: Hola.

Anon: Hola, ¿y tú? ¿Qué haces acá?

Tomori: ¿Por qué?, ¿te molesta?

Anon: No, lo que pasa es que como estaba sola me asusté.

Tomori: Vine a comprar por la plaza para saberte, ¿te queda mucho?

Anon: No, estoy terminando ya.

Tomori: Oye, ¿y siempre tienes que trabajar los sábados?

Anon: No, por hoy día. Lo que pasa es que el lunes hay seminario, tiene que estar todo limpio.

Tomori: ¿Te ayudo un poco?

Anon: No, anda a comprar mejor mira la hora que es.

Tomori: Bueno, adiós. ¿Te traigo para comer o va para la casa?

Anon: Voy para la casa.

Tomori: Sabes que después de almuerzo voy adonde a mis papás.

Anon: ¿Tú crees que sea buena idea?

Tomori: No sé, igual van a saber que llegué.

Anon: Y si usted para su casa te van a dejar allá.

Tomori: Bueno, voy a pensar. Adiós.

Anon: Adiós.

Como era de pensar, las ex-integrantes de CRYCHIC (actual Ave Mujica) apenas supo que habían llegado a Tokio se puso en campaña para recuperarla y llevarla nuevamente a su hogar. Las rivales de ella, supuestamente con la ley a su favor se hicieron acompañar por la policía para tratar de rescatar a Tomori y desde luego complicarle la existencia a Anon que, según ellas las tendría que pagar.

LA NOCHE SIGUIENTE

Anon: *Suspira* ¿Qué va a hacer hoy día?

Tomori: Voy a ver a mis papás, seguramente quieren hablar conmigo.

Anon: Después de lo que pasó ayer dudo que te notas muy bien.

Tomori: Si las ex de CRYCHIC las más pesadas, mi papá y mi mamá siempre me han tratado bien.

Anon: Siempre han querido separarnos.

Tomori: Pero todos los viejos son iguales, quieren que una se case con un magnate por uno menos.

Anon: Si vas para tu casa te cuidado con quedarte allá.

Tomori: ¿Pero cómo me voy a quedar allá estando contigo?

Anon: De eso quería hablarte, quedé seleccionado para estudiar musicología y tengo que irme a Londres a (hacer) unos exámenes.

Tomori: ¿Y cuánto tiempo vas a estar allá?

Anon: Unos quince días creo yo, pero por eso te digo, ten cuidado con tu familia.

Tomori: Tú eres tan posesiva, ¿qué tiene de malo que me quede unos días en mi casa si tú vas a estar en Londres?

Anon: Ah, ahora cambiaste tu opinión.

Tomori: ¿Pero qué tiene de malo?

Anon: ¡No quiero que vayas para allá, ¿me oíste?!

Sra. Chihaya: ¡Anon, tienes que levantarte! ¡Ya son las diez (de la noche)!

Anon: Ya voy.

Desde muy pequeña, Anon soñó con estudiar en la escuela de música, hace algunos meses se había inscrito y ahora era llamada para rendir los exámenes. Su viaje a Londres fue sorpresivo, pero muy gratificante ya que la posibilidad de convertirse en musicóloga estaba cada vez más cerca.

Por su parte, Tomori aprovechó la ausencia de Anon para salir en la noche y dar así rienda suelta a su necesidad de sentirse libre. Aquí, entre sus amigas se dio cuenta que Anon la tenía en cierto modo atada de brazos; su ex banda, clientes habituales del lugar no dejaron de sorprenderse por la presencia de Tomori y mucho más al enterarse que estaba ahí sin Anon. Luego de un pequeño conciliado decidieron pedirle explicaciones por lo acontecido días antes en la casa de Anon. Al fragor de una acalorada discusión sus ex integrantes intentaron convencerla para que volviera a casa de sus padres, a decir verdad Tomori ya lo había pensado y de no ser por el modo como se lo exigía sus colegas habría aceptado de inmediato, pero de igual modo ella la obligaron a salir de la disco y terminaron convenciéndola.

Dos semanas después y sin aviso previo, Anon regresó a Tokio; echaba de menos a Tomori y apenas terminó los exámenes vino en su búsqueda. Por cierto, esta joven ignoraba que su amada mujer se había ido con sus padres.

Anon: Hola mamá.

Sra Chihaya: Oh, qué sorpresa. Hijita, te estaba esperando la próxima semana, ¿cómo te fue?

Anon: Bien, bien. Los exámenes terminaron antes de lo que pensaba, era por grupo, así que me despacharon antes. ¿Y Tomori?

Sra Chihaya: Está con sus papás.

Anon: No le gusta que quede para allá, ¿a qué hora regresa?

Sra Chihaya: Yo no creo que va a volver.

Anon: ¿Cómo? ¿Qué pasa? ¿Qué estás escondiendo?

Sra Chihaya: Tomori se fue.

Anon: ¿Cómo que se fue?

Sra Chihaya: Las de CRYCHIC se la llevaron, ellas están en su casa. Dijo que no va a volver más.

El mundo se viene abajo para esta joven, así como cambia el día a la noche la oscuridad inundó el alma de Anon. Hasta hoy ha eludido los grandes problemas y ha buscado a su manera cómo ganarle a la vida, pero la ausencia paterna a la educación inconclusa, a los fracasos recurrentes; ahora se agrega un desengaño amoroso. Así, esta joven, como muchos adolescentes y adultos de su edad comienza a sumergirse en el pantano de la desesperanza.

Sra Chihaya: ¿Quiere que le sirva desayunito?

Anon: *Llorando* No lo quiero nada.

El golpe fue muy traumático para Anon, quien a partir de ahí hizo varios esfuerzos para encontrarla, recorrió todo el núcleo de amigos para saber si la habían visto o sabían de ella; las respuestas siempre fueron negativas.

Por eso que Tomori acostumbraba era velar a la disco el fin de semana y aunque no era visita frecuente del lugar decidió ir para verle y pedirle que volviera con ella. Por cierto, el lugar y la forma como Anon enfrentó a su ex pareja no fueron los más apropiados, estaba ciega y herida por amor al punto que ignoraba que esa noche también estaban allí sus rivales; no hubo necesidad de dar mayores argumentos para acalorar los ánimos, las colegas de Tomori hacían muchísimo tiempo que esperaban el momento propicio para un enfrentamiento.

Esa noche, Anon fue duramente golpeada. Unos amigos lo fueron a dejar en la puerta de su casa mediano estado de inconsciencia; recién, hasta ahora y aprovechando de que su madre fue a la feria se atrevió a mirarse el espejo. La herida era considerable y la sensación de inestabilidad lo era más aún, muchos que la conocen se atreven a asegurar que a partir de aquí la vida cambia para Anon.

Constantes mareos y vómitos fueron las primeras señales que indicaban que esta joven no estaba bien. Efectivamente las secuelas de aquella pelea en la disco se dejaron ver, Anon se desmayó producto de sus inmensos dolores de cabeza, sus amigas y compañeras del conjunto MyGO! pensaron durante aquellos minutos en lo peor; no quisieron trasladarla hasta que llegara la ambulancia.

Anon fue internada de urgencia en un hospital privado de Tokio donde se le practicaron varios exámenes para saber con certeza sobre las causas que lo tenía al borde de un colapso. Su madre presentía que algo no muy sano estaba ocurriendo en su cabeza, ella ignoraba qué había sucedido aquella anoche en la disco y si bien logró verle el tamaño de la herida jamás pensó que esta la condicionaría por el resto de su existencia.

El primer diagnóstico, a juzgar por los exámenes no eran nada de esperanzador; la doctora con la radiografía en su poder distinguió un peligroso coágulo en su cerebro, aún faltaban más exámenes para aventurar un diagnóstico definitivo, pero ya se podría advertir que a partir de ahí de esa golpiza en la disco había que esperar lo peor.

Sra. Chihaya: Oye, ¿no me digas que va a salir a esta hora?

Anon: Ay qué tiene.

Sra. Chihaya: ¿Cómo que tiene? ¿No escuchaste a la doctora?, tiene que guardar reposo.

Anon: Si estoy bien ya. Además, por estar encerrada todo el día.

Sra. Chihaya: Claro, para que es sencillo, pero yo soy la que le dé esperándote.

Anon: Ah no vigile tanto, si ya sé cuidarme sola.

Sra. Chihaya: Seguro, cuando te golpearon en la discoteca te cuidaste bien.

Anon: Sabe qué más, yo soy menor de edad y hago lo que quiero.

Sra. Chihaya: Entonces hágalo en su casa y con su dinerito, porque mientras esté aquí me vaya a salir respetando, ¿me oíste?

Anon: ¿Me está echando?

Sra. Chihaya: Tómalo como quieras, pero si vas a estar aquí será con las reglas de esta casa.

Esa noche, Anon discutió con su madre y quiso sentirse víctima. La ausencia de Tomori, su problema cerebral y ahora cuestionada en su propia casa eran situaciones incontrolables que lo disponían negativamente; Anon no era una bebedora asidua, pero ahora lo quiso hacer para olvidar. Unas amigas, sin embargo, la cobijaron afectivamente y también le ofrecieron su casa para pasar la noche, ellas ya se habían dado cuenta de que Anon estaba más allá de los tragos un tanto extraño. Ciertamente, atribuida en su comportamiento a los efectos de aquella riña por los familiares de Tomori.

Esta joven siempre guardó muchos traumas en su vida al saber que su padre la había abandonado cuando todavía era niña sufrió un duro golpe y si bien ya más adolescente lo conoció ella culpó a su madre por aquella separación, pero nunca se lo dijo. Así peleando su vida de un sinnúmero de frustraciones y carencias que no alcanzaba a comprender, ni mucho menos a solucionar; a todo esto, se agregó finalmente su reprobación definitiva en los exámenes para ingresar al mundo de la música.

A LA MAÑANA SIGUIENTE...

Soyo: ¡Oh! ¡Anon-chan!

En la madrugada del 9 de octubre, Anon Chihaya se quitó la vida.


Las razones que tuvo Anon para tomar esta decisión se ignora, aunque muchos en Japón lo atribuyeron a posibles prácticas satánicas lo cierto que esta joven presentaba los síntomas propios de los suicidas; la existencia o enfermedad mental, trastornos emocionales y un aburrimiento vital y falta de interés por la existencia. Más allá de todo juicio o condena el suicidio se transformó en los últimos años ahí en Tokio como una misteriosa alternativa, en menos de 10 meses se quitaron la vida doce personas.

Tras la muerte de Anon hubo cuatro intentos de suicidio frustrado, pero esos testimonios bastaron para entender el descubrir que quitarse la vida no es una solución, sino más bien un acto de egoísmo que propaga el dolor y acrecienta la oscuridad.

En 2022 hubo en Japón 21.881 suicidios (según datos oficiales).

En la búsqueda de Dios la muerte no es el camino.

Si estás pensando en hacerte daño o en intentar suicidarte, díselo inmediatamente a alguien que pueda ayudarte.


Nota de autor: Lamentablemente, debido a problemas personales la baja popularidad del fic y la decadencia de la franquicia, este será uno de los últimos capítulos y en consecuencia, cerraré con dos más de esta obra dándola por cancelada efectiva y definitivamente; lo consideraré como ciclo cerrado para Bandori. De este modo, quiero agradecer a quienes pudieron leer este compilado de historias adaptadas.

Continuará...