Capitulo 5: Incursión en Abstergo.
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Frutos del Eden: Los Frutos del Edén, conocidos también como Manzanas del Edén, son Fragmentos del Edén creados por la Primera Civilización con el fin de controlar a los humanos, su creación y mano de obra.
Logrando perdurar tras la desaparición de los Isu, han estado presentes a lo largo de la historia, usualmente relacionados con eventos de carácter divino o sobrenatural.
(Musica: Six Months Later - Assassin's Creed 3)
El sol apenas asomaba en el horizonte cuando Issei llegó a la imponente residencia de Baraqiel. La luz de la madrugada bañaba la fachada de la casa con un tono dorado, y el silencio de la mañana creaba una atmósfera serena en el lugar. Issei tocó la puerta con decisión, sabiendo que debía hablar con su mentor sin demora.
La puerta se abrió lentamente, y Baraqiel apareció en el umbral, su presencia irradiando seriedad. El viejo miró a Issei con ojos penetrantes y habló en tono grave. -Es bueno ver que sigues recordando la existencía de este viejo-
Issei inhaló profundamente antes de hablar. -Hay una larga historia que debes saber-.
El viejo asintió y permitió que Issei entrara en la casa. Ambos se dirigieron a una sala de estar donde podrían hablar con privacidad. Mientras se acomodaban, Issei comenzó a relatar los eventos de la noche anterior, incluyendo la emboscada a Abstergo, el enfrentamiento con Freed y sus nuevos aliados en la ciudad.
-Bien, Issei, cuéntame sobre esta última misión tuya -dijo Baraqiel, mirando fijamente a su discípulo con expresión seria.
Issei comenzó a relatar los detalles de la misión en el puente y cómo habían logrado robar el cargamento de Abstergo. A medida que hablaba, notó que la expresión de su maestro se volvía más sombría.
-¿Así que eso es todo lo que hiciste? ¿Atacar un convoy y robar su carga? -preguntó Baraqiel con un tono de voz que revelaba su desaprobación.
Issei se sintió incómodo ante la mirada crítica de su maestro. Sabía que Baraqiel tenía expectativas más altas para él.
-Bueno, maestro, fue una victoria para nosotros. Hemos estado atacando a Abstergo y causándoles problemas -intentó defender su posición.
Baraqiel suspiró y negó con la cabeza. -Issei, comprendo tu deseo de luchar contra Abstergo, pero atacar un convoy y robar su carga no es suficiente. Debes profundizar en tus investigaciones y descubrir sus verdaderos planes. Esto no se trata solo de causarles problemas, se trata de descubrir lo que están haciendo de una vez por todas.
Issei se sintió molesto por la crítica de su maestro, pero sabía que tenía razón. Asintió, aceptando la importancia de una estrategia más profunda.
-Lo entiendo, maestro. A partir de ahora, seré más cauteloso y buscaré información más relevante -prometió Issei.
Baraqiel asintió, pareciendo satisfecho con la respuesta de su discípulo. -Eso es lo que quiero escuchar, Issei. No pierdas tu tiempo en enfrentamientos superficiales. Abstergo es un enemigo astuto y peligroso, y necesitamos conocer sus planes desde adentro.
Baraquiel, con un tono serio, hizo una pregunta que pesaba en su mente. -Issei, ese tal Freed... ¿lo mataste?-
Issei negó con la cabeza de inmediato. -No, no lo hice. Lo dejé lancé de un puente, pero no lo maté-.
La mirada de Baraqiel se volvió más sombría. -Debiste haberlo hecho. El peligro que representa es innegable, y obviamente va a regresar para amenazarte nuevamente. Lo haz subestimado.-
Issei entendió la preocupación de Baraqiel, pero no podía evitar sentir que había tomado la decisión correcta al no matar a Freed. -Lo mantendr bajo vigilancia. No lo subestime, pero no podía matarlo ahí enfrente de esos muchachos, ellos no deben involucrarse demasiado en mis deberes-.
El viejo asintió una vez más, aceptando la lógica de Issei. -Esperemos que estés en lo correcto, Issei. Kuoh depende de que tengamos éxito en esta lucha-.
Issei se encontraba sentado en una mesa solitaria en la bulliciosa cafetería de la escuela. A pesar de la multitud que lo rodeaba, se sentía aislado, pues tanto Kiba como Saji estaban ocupados en otro lugar. Los rumores sobre el enfrentamiento con el ex de Tsubaki y sus amigos habían corrido como la pólvora en la escuela, e Issei había ganado una popularidad inesperada entre la población femenina.
Mientras mordisqueaba su almuerzo, varias chicas de la escuela lo miraban discretamente, susurrando entre ellas y lanzándole miradas furtivas. Issei se sentía incómodo bajo la atención no deseada, pero sabía que no podía evitarlo.
Justo en ese momento, Rias hizo su entrada en la cafetería. Su presencia no pasó desapercibida, y los ojos de muchos estudiantes se posaron en ella, incluidos los de Issei. Rias se acercó con una sonrisa a la mesa de Issei y tomó asiento frente a él.
-¿Te importa si me uno?- preguntó Rias, aunque su tono indicaba que no estaba esperando una negativa.
Issei negó con la cabeza mientras intentaba ignorar las miradas curiosas que recibían de los demás estudiantes. -Por supuesto que no, Rias. Siempre es agradable tener compañía.-
Rias asintió y tomó un bocado de su comida antes de hablar en voz baja. -Ahora que la adrenalida ha pasado, es tiempo de hablar sobre lo que sucedió anoche en el puente, Issei.-
Issei asintió y mantuvo su voz en un susurro para evitar que otros escucharan. -Sí, fue una noche complicada. Abstergo se retiró, pero Freed aún está ahí afuera, y tengo la sensación de que no nos dará tregua. Por cierto gracias por proporcionar la información de empleados de abstergo, ahora sabemos quien es el y que puesto ocupa-.
-No hay problema, tengo mis contactos-. Dijo Rias sonriendo de manera encantadora, haciéndo que el corazon de Issei se acelerara.
-Aún así, Abstergo no se dentrá por esto-. Dijo Issei regresando al tema importante.
La expresión de Rias se volvió seria mientras asentía. -Tienes razón. Pero al menos conseguimos evitar que Abstergo obtuviera su cargamento. Eso nos ha ganado algo más de tiempo-.
Mientras hablaban, los demás estudiantes no podían evitar notar la proximidad entre Issei y Rias. Susurraban entre ellos, creyendo que había algo más que una simple conversación entre los dos. Los hombres miraban a Issei con envidia, mientras que las mujeres observaban a Rias con recelo y desconfianza.
Issei, al darse cuenta de la situación, no pudo evitar suspirar internamente. -Parece que hemos dado pie a algunos malentendidos, Rias. La escuela está llena de rumores.-
Rias sonrió de manera enigmática y colocó una mano en la mesa, acercándose aún más a Issei. -No te preocupes por eso, Issei. A veces, mantener un poco de misterio puede ser divertido.-
Rias se inclinó un poco más hacia Issei, haciendo que su aliento cálido rozara su rostro. Issei podía sentir el latido de su corazón acelerándose mientras luchaba por mantener la compostura.
-¿No te incomoda que los demás se hagan una idea errónea? -preguntó Issei nervioso, sus ojos encontrándose con los de Rias, centelleantes y llenos de complicidad.
Rias dejó escapar una risita suave y juguetona antes de responder. -No en este particular caso -dijo, su voz suave como la seda mientras acercaba su mano y rozaba ligeramente la mejilla de Issei con un dedo.
La mirada de Rias era traviesa, y sus ojos azules brillaban con una chispa de diversión. Issei se sintió atrapado en el juego de seducción de Rias, pero no podía evitar sentir una mezcla de emoción y nerviosismo. La tensión romántica entre los dos era palpable, y aunque sabía que no era el momento ni el lugar adecuado para profundizar en sus sentimientos, no podía evitar disfrutar del coqueteo.
-Entonces, ¿qué haremos con todos estos malentendidos? -preguntó Issei, tratando de mantener su tono ligero a pesar de la creciente atracción entre ellos. Rias sonrió con malicia antes de responder.
-Supongo que tendremos que dejar que la imaginación de los demás se descontrole un poco más. Después de todo, siempre es divertido mantener un poco de misterio, ¿verdad?-.
Issei asintió, incapaz de evitar una sonrisa cómplice mientras seguía disfrutando de la cercanía de Rias y el juego romántico que habían creado en medio de la confusión de la cafetería. Era un territorio peligroso, pero Issei estaba dispuesto a jugar con fuego mientras durara.
La oficina de Valper en el cuartel de Abstergo era un lugar oscuro y opresivo. Las paredes estaban cubiertas de paneles de metal negro, y las luces tenues arrojaban sombras ominosas en cada rincón. Valper estaba sentado detrás de su imponente escritorio de ébano, mientras que Freed permanecía de pie frente a él.
El silencio se prolongó durante un momento tenso antes de que Valper rompiera la quietud con una voz gélida y llena de furia. Sus ojos fríos y penetrantes se clavaron en Freed.
-¿Cómo te atreves a fallar en una tarea tan simple? -dijo Valper con desprecio, su voz resonando en la habitación como un látigo.
Freed se mantuvo firme, pero no pudo evitar sentir el peso abrumador de la ira de Valper. Sabía que había cometido un grave error al no eliminar a Issei en el puente, y ahora estaba enfrentando las consecuencias.
-Lo siento, Valper. El asesino resultó ser más hábil de lo que esperaba. Pero no volverá a ser un problema. Lo prometo -respondió Freed, tratando de mantener su tono lo más calmado posible.
Valper se levantó de su silla con un movimiento rápido y amenazante, acercándose a Freed con una expresión asesina en el rostro.
-Deberías temerme, Freed -dijo Valper con voz susurrante, sus ojos brillando de manera siniestra-. Deberías temerme más que a cualquier otro en este mundo. Me has decepcionado, y eso es algo que no toleraré.
Freed tragó saliva, consciente de que estaba en un terreno peligroso. Valper era conocido por su crueldad y falta de escrúpulos, y ahora estaba completamente enfocado en él.
-Valper, por favor, dame otra oportunidad. Prometo que eliminaré al asesino y recuperaré lo que hemos perdido -suplicó Freed, con un toque de desesperación en su voz.
Valper se detuvo justo frente a Freed, tan cerca que podía sentir su aliento frío en el rostro. Luego, con un movimiento brusco, Valper agarró el cuello de Freed, sujetándolo con una gran fuerza.
-Tienes una última oportunidad, Freed. No la desaproveches -dijo Valper con voz amenazante antes de arrojar a Freed al suelo con violencia.
Freed yacía en el suelo, tosiendo y jadeando mientras Valper regresaba a su escritorio con una mirada de triunfo retorcido en el rostro. La tensión en la oficina era palpable, y Freed sabía que su destino pendía de un hilo. Valper no era alguien a quien quisieras traicionar, y Freed estaba atrapado en su juego mortal.
Issei se deslizó discretamente por los pasillos de la escuela, evitando a los maestros y otros estudiantes. Había escapado de sus clases para dirigirse a la biblioteca, donde sabía que podría encontrar una computadora para revisar la memoria USB que Raynare le había entregado en Osaka. La curiosidad y la necesidad de información lo impulsaban.
Finalmente, llegó a la tranquila biblioteca de la escuela. Era un refugio silencioso lejos del bullicio del pasillo principal. Issei encontró una computadora libre en un rincón apartado y se sentó frente a ella. Sacó la memoria USB del bolsillo de su mochila y la insertó en el puerto USB de la computadora.
El sistema operativo de la escuela se inició rápidamente, y Issei comenzó a buscar el archivo en la memoria USB. Encontró el archivo que buscaba, un documento etiquetado como "Manifiesto de carga de buques Abstergo". Hizo doble clic y comenzó a revisar el contenido.
El documento estaba lleno de detalles sobre los envíos y las operaciones de carga de Abstergo. Había listas de barcos, destinos, fechas y descripciones de la carga transportada. Issei estaba impresionado por la cantidad de información que tenía frente a él. Era un vistazo a las operaciones internas de Abstergo, y podría ser valioso para su grupo en su lucha contra la corporación.
Issei se sumergió en la lectura del documento, tomando notas mentales de la información clave. Sabía que tendría que compartir esto con Rias y los demás. A medida que avanzaba en la lectura, la sensación de que estaban más cerca de descubrir los secretos de Abstergo lo llenaba de determinación.
Mientras Issei continuaba leyendo y tomando notas, la biblioteca seguía siendo un refugio tranquilo donde los estudiantes estudiaban y leían en silencio, sin darse cuenta de que en una esquina apartada, un joven con una memoria USB tenía en sus manos información que podría cambiar el rumbo de su lucha contra Abstergo.
A pesar de la riqueza de información sobre los envíos de Abstergo, no encontró ninguna pista o indicio sobre el propósito detrás de todo ese cargamento. Era como si faltara una pieza clave del rompecabezas que no podía encontrar.
Suspiró frustrado y continuó pasando las páginas del archivo en busca de algún detalle que pudiera haber pasado por alto. Pero, por desgracia, la memoria USB proporcionaba información solo hasta cierto punto y no parecía ofrecer ningún insight sobre el propósito final de Abstergo en Kuoh.
Issei sabía que esta información aún sería útil para su grupo, ya que podrían usarla para rastrear los movimientos y las actividades de Abstergo en la ciudad. Pero todavía tenía la sensación de que había algo más, algo que se les escapaba.
Mientras continuaba explorando los archivos, Issei reflexionó sobre la importancia de la información que había obtenido hasta ahora. Sabía que tenía que compartir esto con Rias y los demás para que pudieran idear un plan basado en lo que habían descubierto. Aunque el propósito de Abstergo seguía siendo un misterio, al menos tenían una ventaja en su lucha contra la corporación.
Decidió tomar notas detalladas de los datos disponibles y desconectó la memoria USB con cuidado. Guardó la información en su mochila y apagó la computadora, asegurándose de no dejar rastro de su visita a la biblioteca. Luego, se levantó de su asiento y se dirigió hacia la salida, decidido a regresar con su grupo y compartir lo que había descubierto.
Mientras caminaba por los pasillos de la escuela, Issei reflexionaba sobre el siguiente paso en su lucha contra Abstergo. Aunque aún no comprendían completamente el propósito detrás del cargamento, estaban un paso más cerca de desentrañar los secretos de la corporación y poner fin a su influencia en Kuoh.
Tsubaki se encontraba saliendo del salón del comité escolar. Su cansancio era palpable y se podía ver fácilmente reflejado en su rostro. Toda la situación con su ex y los rumores que se esparcían en la escuela la estaban afectando.
Ahora mismo llevaba en sus manos una caja con informes disciplinarios detallados de cada clase a la oficina del director, pero al estar tan distraída en sus pensamientos no notó que la puerta de un salón aledaño se abría de golpe. El impacto de la puerta hizo que perdiera el equilibrio hacia atrás, y cuando estaba a punto de caer su descenso fue interrumpido de golpe.
-¿Estás bien?-. Preguntó Kiba preocupado, quien había sido quien afortunadamente la había salvado.
-Si, estoy bien, gracias-. Dijo Tsubaki algo incómoda al recordar la conversación que tuvo con Kiba hace poco.
-De nada, fue un susto inesperado, ¿verdad?-. Comentó Kiba mientras ayudaba a Tsubaki a enderezarse.
-Sí, así fue...-. Tsubaki se sentía un poco nerviosa en presencia de Kiba, especialmente después de su conversación anterior. Aunque había dejado claro que no quería una relación, Kiba aún mostraba su interés.
Kiba sonrió amablemente y preguntó: -¿Qué te trae por aquí con esa caja tan grande de informes?-
Tsubaki suspiró y respondió: -Estos son informes disciplinarios de todas las clases. El director me pidió que los entregara. Con todo lo que está pasando en la escuela, están revisando cada detalle.-
Kiba asintió con comprensión y luego dijo: -Debe ser un trabajo agotador. Si alguna vez necesitas ayuda o alguien con quien hablar, no dudes en buscarme.-
Tsubaki apreció la oferta de Kiba y le respondió sinceramente: -Gracias, Kiba. Eres muy amable.-
Kiba sonrió nuevamente y le dijo. -No tienes que agradecer. Estoy aquí para apoyarte en lo que necesites.-
Tsubaki asintió e hizo el amago de continuar su camino hacia la oficina del director, pero se detuvo.
-Kiba quedó momentáneamente sorprendido por la pregunta directa de Tsubaki. Después de un breve silencio, respondió sinceramente:
-Bueno, Tsubaki, desde el momento en que te conocí, me di cuenta de que eras una persona increíblemente fuerte y decidida. Tu actitud valiente frente a los desafíos y tu dedicación a tus responsabilidades en el comité estudiantil me impresionaron. Además, a pesar de la frialdad que sueles demostrar, eres amable y siempre estás dispuesta a ayudar a los demás. Esos rasgos me atrajeron hacia ti, y poco a poco, me di cuenta de que estaba enamorado de la persona que eres-.
Tsubaki escuchó atentamente las palabras de Kiba, y aunque su expresión se mantuvo seria, parecía reflexionar sobre lo que él acababa de decir.
-Entiendo tus sentimientos, Kiba, y aprecio tus palabras sinceras. Pero, como te he dicho antes, no creo que sea una buena idea que estemos juntos. Mi enfoque está en mis responsabilidades y en mi trabajo en el comité estudiantil. No quiero que te ilusiones demasiado.-
-Tsubaki, no pretendo desafiarte, eres mi superior en esta escuela después de todo y te debo respeto-. Dijo Kiba bajando la mirada. -Me alegrá que lo entiendas-. Dijo Tsubaki creyendo que la conversación había acabado, pero Kiba volvió a hablar. -¿Que es lo que hay en mí que rechazas?, ¿Por que el hecho de amarte es un problema para ti?
La pregunta de Kiba hizo que Tsubaki se detuviera en seco. Miró a los ojos de Kiba, buscando alguna respuesta en ellos. Sus pensamientos se agitaron mientras intentaba encontrar una forma de expresar lo que sentía.
-Kiba, no es que rechace lo que hay en ti. Eres un buen chico. Pero la razón por la que estoy preocupada es porque sé lo complicada que puede ser una relación, especialmente con mis responsabilidades en la escuela y el comité estudiantil. No quiero que se vean afectadas si algo sale mal en una relación romántica, no otra vez.-
-Estar enamorado es un dolor en el trasero-. Dijo Kiba, el tono de sus palabras sorprendieron a Tsubaki, sin embargo siguió hablando. -Algún día Tsubaki, tu serás la que se declare, haré que te enamores de mí-.
Habiendo dicho eso Kiba se retiro, sin darle tiempo a Tsubaki de responderle.
-Kiba, eso es... una promesa audaz.- Dijo Tsubaki totalmente sorprendida.
Issei tomó asiento en la espaciosa sala de estar de la mansión de Sairaorg, donde se habían reunido Rias, Kiba, Saji, Koneko, Akeno y Sairaorg. Sostenía en sus manos una memoria USB, la misma que había obtenido de Raynare en Osaka. Había recopilado información detallada sobre el cargamento de Abstergo que estaba ingresando a Kuoh, y ahora estaba dispuesto a compartirla con el grupo.
Issei miró al grupo reunido en la sala de Sairaorg y comenzó a contar la información que había encontrado en la memoria USB.
-Bien, encontré esta memoria USB mientras Saji, Kiba y Sairaorg estaban ocupados en el puerto durante el sabotaje. Parece que contiene información detallada sobre los cargamentos de Abstergo que estaban llegando a Kuoh -dijo Issei mientras conectaba la memoria USB a una computadora y proyectaba los documentos en una pantalla-. Tenemos listas de inventario, rutas de transporte y fechas de entrega.
Todos en el grupo prestaron atención mientras Issei explicaba la información en la pantalla. Rias asintió, claramente impresionada por el hallazgo.
-Esto es valioso, Issei. Con esta información, podemos planear futuros ataques contra Abstergo de manera más efectiva -dijo Rias.
-Koneko, ¿puedes revisar si hay algún patrón o tendencia en estas entregas? -preguntó Kiba, dirigiéndose a la chica de cabello plateado.
Koneko asintió y comenzó a examinar los datos con atención, mientras Akeno observaba junto a ella. Había algo en Akeno que no dejaba de intrigar a Issei, algo en sus ojos se le hacía familiar... Pero no era momento de distraerse.
Sairaorg se cruzó de brazos, pensando en las posibilidades estratégicas que esta información podría ofrecer.
Issei se sintió satisfecho por haber contribuido de manera significativa al grupo y al mismo tiempo ocultar la verdadera fuente de la memoria USB, ya que mantener el secreto de Raynare era esencial para su propia seguridad y la de los demás.
-Issei, esto es un gran avance. Aunque aún no sabemos el propósito exacto de estos cargamentos, tener esta información nos da una ventaja -dijo Saji, elogiando el esfuerzo de su amigo.
-Eso es lo que más me molesta Saji, el hecho de seguir en oscuras acerca de lo que Abstergo busca realmente en esta ciudad-. Dijo Issei frustrado.
-Pues, claramente buscan los recursos gubernamentales que la ciudad les entregan, y a cambio de eso solo traen destrucción a este bello lugar-. Dijo Rias con evidente molestia en sus ojos.
"Así que aprecia la ciudad, ¿Ese es el motivo por el cual actúa a espaldas de su padre?, de cualquier forma Rias se equivoca. Para ellos este puede ser el motivo obvio de abstergo, pero ninguno de ellos sabe que en realidad son templarios, que por cierto cuentan con recursos ilimitados, cualquier beneficio gubernamental que puedan obtener de esto es insignificante para ellos. No, sus intenciones son mucho mas grandes que algo tan simple". Eso pensó Issei en su mente mientras observaba a sus aliados uno por uno.
-Koneko, Akeno. ¿Tienen algo?-. Pregunto Rias.
-Creo que tengo una idea-. Dijo Akeno mientras repasaba algunos detalles.
-Adelante-. Dijo Rias, ansiosa de escuchar la idea de su amiga.
-Claramente no volverán a transportar por tierra, volverán a hacerlo por agua, y con esta información detallada creo que el único curso de acción que queda es simple, robar un bote-. Dijo Akeno, sorprendiendo a todos los presentes.
-¡Que!-. Preguntó Saji sin poder creerlo.
Akeno mantuvo su mirada seria mientras explicaba su idea:
-Sé que suena arriesgado, pero si seguimos las rutas fluviales que hemos identificado en estos documentos, podríamos interceptar uno de los barcos de Abstergo en su próximo transporte. Sería un golpe importante para ellos, y podríamos obtener más información sobre sus operaciones. Además, si lo hacemos bien, podríamos hacerlo pasar como un simple accidente o robo común.
La sala quedó en silencio mientras todos procesaban la audaz sugerencia de Akeno. Kiba parecía reflexivo, Sairaorg parecía intrigado, y Rias estaba considerando las implicaciones.
-Puede ser una idea loca, pero en este punto, necesitamos hacer mov imientos audaces para desestabilizar a Abstergo -dijo Rias finalmente.
-Koneko, ¿tú qué opinas? -preguntó Akeno.
Koneko, que había estado analizando la información en silencio, asintió lentamente.
-Es arriesgado, pero si planificamos cada detalle cuidadosamente, podríamos tener éxito. Además, los riesgos son siempre parte de lo que hacemos -dijo Koneko.
Saji miró a Issei, buscando su opinión.
-Estoy de acuerdo. Si esta es la mejor manera de avanzar y obtener más información sobre Abstergo, entonces deberíamos hacerlo-. Dijo Issei, además existía la posibilidad de que dentro de los botes de abstergo pueda encontraar mejor información
La decisión estaba tomada, y el grupo comenzó a discutir más detalles sobre cómo llevar a cabo el audaz plan de robar un barco de Abstergo.
El plan era sencillo en teoría, se llego a la conclusión de que lo mejor que podrían hacer sería apoderarse de la embarcación en las afueras de la ciudad. Aprovechando la densa vegetación y el estrecho camino que toma el agua, una vez que el convoy de Abstergo se aproxime, Issei, Kiba, Saji y Sairaog deberán abordar silenciosamente la embarcación que han seleccionado como objetivo nadando sigilosamente hasta ella. Una vez abordo, Issei deberá neutralizar a los tripulantes sigilosamente, incluyendo al conductor, quien Sairaog reemplazará mientras los demás lanzan el cargamento al agua. Finalmente cuando ya se hayan deshecho de todo lo que puedan deberán abandonar la embarcación y serán recogidos por un vehículo que el grupo de Rias conducirá.
-Muy bien, ¿hay alguna duda?-. Preguntó Rias, los demás solo negaron con la cabeza. -Muy bien, vuelvan a casa y descansen, mañana en la noche volveremos aquí para prepararnos y en la madrugada saldremos-.
Todos comenzaron a retirarse, pero Rias detuvo a Issei antes de que saliera.
-¿Hay algun problema?-. Preguntó Issei mientras ambos quedaban a solas en el salón.
Rias se acercó a Issei con una sonrisa juguetona. -Issei, Eres valiente y decidido, y me preocupa que te expongas a peligros constantemente. La misión de mañana es arriesgada, y quiero asegurarme de que estarás a salvo. ¿Puedo confiar en que tomarás las precauciones necesarias?
Issei, aunque inicialmente había sentido el coqueteo de Rias, notó la preocupación genuina en sus ojos. -Por supuesto, Rias. Prometo que tomaré todas las precauciones posibles. No quiero poner en riesgo a nadie del grupo, especialmente a ti.
Rias sonrió con agradecimiento y le dio un suave toque en el brazo. -Gracias, Issei. Eres un hombre increíble, y quiero que sepas que estoy aquí para apoyarte en lo que necesites.
Issei sintió un cálido cosquilleo en el estómago ante las palabras de Rias. Aunque su relación era complicada debido a su vida como asesino, no podía negar que se sentía atraído por ella. -Gracias, Rias. Significa mucho para mí.
-Sabes, siempre recuerdo aquel día en que nos conocimos, cuando me cargaste en tus brazos salvándome del peligro-. Dijo Rias, sin embargo su sonrisa coqueta desapareció, dejando en su lugar un sonrojo y un nerviosismo evidente.
-Para ser honesto... pensé en ti muchas veces después de aquel día-. Dijo Issei con igual nerviosismo.
Rias se ruborizó aún más ante la confesión de Issei. La atmósfera se volvió aún más intensa entre ellos mientras compartían estos momentos honestos.
-¿Ah sí?, ¿a donde fuiste después de ese día?-. Dijo Rias con brillo en sus ojos.
Issei se acercó un poco más a Rias.
-Rias, creo que ambos compartimos una conexión única, y no puedo evitar sentir que aquel momento estaba destinado de alguna manera. Sin embargo, también sé que hay secretos en mi pasado que deben permanecer ocultos.
Rias asintió comprensivamente. -Lo sé, Issei. También tengo mis propios secretos y responsabilidades. Pero quiero que sepas que mientras estemos juntos, siempre puedes confiar en mí. Estoy dispuesta a apoyarte en lo que necesites..
Ambos se miraron durante un momento, compartiendo un sentimiento que iba más allá de las palabras.
-Ehem-. De pronto la voz de Sairaog, quien Issei y Rias se separaron rápidamente, como si los hubieran sorprendido haciendo algo indebido. Ambos se sonrojaron y trataron de recuperar la compostura.
Sairaorg entró al salón, todavía sonriendo ampliamente. -Lo siento si interrumpí algo importante, pero me pareció que estaban disfrutando de un momento bastante... especial.
Issei tosió incómodo, mientras que Rias miró hacia otro lado, aún sonrojada. -No, no era lo que parecía, estábamos simplemente... hablando.
Sairaorg rió entre dientes. -De acuerdo, de acuerdo, no diré nada más al respecto. Pero les recordaré que tenemos una misión importante mañana, así que es mejor que todos estemos preparados.
La tensión se disipó gradualmente mientras los tres continuaban conversando y bromeando sobre otros temas, pero Issei y Rias sabían que la conversación anterior había revelado algo que no podrían ignorar por mucho encontraba en la entrada del salon con una sonrisa, detuvo el momento que ambos jovenes compartían.
La relación entre Rias y Issei comenzó con una seducción y coqueteo muy calculados por parte de Rias. Como líder del grupo, entendía la importancia de mantener a Issei comprometido con su causa y mantenerlo cerca. Rias sabía que Issei era un elemento valioso para su equipo, no solo por su habilidad en el combate, sino también por su aparente determinación y lealtad.
Al principio, su coqueteo y seducción eran principalmente tácticas para mantener a Issei interesado y enfocado en la misión de luchar contra Abstergo. Se divertía jugando con él, provocando sonrojos y risas incómodas. A menudo, Rias encontraba una chispa traviesa en sus interacciones, y sabía que Issei también disfrutaba de la atención.
Sin embargo, a medida que compartían más momentos juntos y Rias veía a Issei lanzarse al peligro en nombre del grupo, comenzó a sentir una genuina preocupación por él. El coqueteo y el flirteo ya no eran solo tácticas; se habían convertido en una forma de expresar su aprecio y cuidado por Issei.
Las sonrisas traviesas se mezclaban cada vez más con sonrisas más suaves y genuinas. Rias comenzó a notar los pequeños detalles sobre Issei, dos veces ya se había lanzado al peligro por ellos sin pensarlo, se preocupaba por sus amigos y siempre estaba dispuesto a poner su vida en juego para protegerlos. Ahora en lugar de solo seducirlo para mantenerlo comprometido, Rias se encontraba coqueteando con él porque genuinamente disfrutaba estar cerca de él.
Rias se dio cuenta de su interés en Issei desde que la rescató en el centro comercial, y ahora había pasado de ser una táctica a ser un sentimiento real. Aunque la misión seguía siendo importante, sus emociones hacia Issei se habían vuelto auténticas. Estaba dispuesta a admitir que, además de ser su líder, también comenzaba a querer ser algo más para él. Sin embargo, sabía que debía manejar con cuidado esta transición en su relación y encontrar el momento adecuado para explorar esos sentimientos de una manera más seria.
Saji se encontraba de pie junto a la ventana de su habitación, mirando el río que fluía tranquilamente bajo la tenue luz de la mañana. El día había amanecido soleado, pero en su mente, las nubes de incertidumbre se cernían sobre él. Sabía que la noche traería consigo una misión peligrosa, una que no podía compartir con Sona de la forma en que desearía.
Mientras él contemplaba el agua, Sona permanecía recostada en la cama, observándolo en silencio. Había algo en su expresión, una mezcla de curiosidad y preocupación, que Saji notó pero no podía comprender del todo. Si bien habían establecido una relación basada en la satisfacción de sus deseos carnales, Saji había empezado a sentir que anhelaba algo más profundo, algo que trascendiera el aspecto puramente físico de su relación.
Decidió tomar la iniciativa y dar un paso adelante, romper con la rutina que habían establecido. Se volvió hacia Sona, quien ahora lo miraba directamente, y dijo con determinación: -Sona, ¿qué te parecería si saliéramos mañana en la tarde? Una cita, como una pareja normal.-
Sona lo miró con sorpresa, como si no hubiera esperado esa propuesta. Sus labios se curvaron en una leve sonrisa, pero sus ojos seguían mostrando una cautela evidente.
-Saji, ya hemos hablado de esto. Nuestra relación es principalmente física. No necesitamos complicar las cosas- respondió con su habitual seriedad.
Saji asintió, consciente de la respuesta que recibiría. -Lo sé, Sona, pero a veces siento que podría ser más que eso. Quiero conocerte mejor, compartir momentos que no estén centrados únicamente en el placer físico.-
Sona se incorporó lentamente, mirándolo fijamente. -Saji, eres un hombre increíble y atractivo, y disfruto pasar tiempo contigo. Pero la vida que llevamos no nos permite comprometernos de esa manera. Sabes que tengo responsabilidades en el comité estudiantil y en mi familia.-
Saji suspiró, sabiendo que era una conversación difícil. -Lo entiendo, Sona, pero no creo que eso signifique que no podamos tener algo más significativo. No tiene que ser público, ni complicado, solo... algo especial para nosotros dos.-
Sona lo observó en silencio durante un momento, como si estuviera sopesando sus palabras. Finalmente, suspiró y dijo: -De acuerdo, Saji, salgamos mañana en la tarde. Pero solo como amigos. No quiero que te hagas ilusiones.-
Saji asintió con gratitud, sabiendo que era un pequeño paso hacia lo que deseaba. Aunque no tenía garantía de que su relación evolucionara de la manera que anhelaba, estaba dispuesto a intentarlo. Sabía que tendría que ser paciente y respetar los límites de Sona, pero estaba decidido a demostrarle que lo que compartían podía ser algo más que un simple encuentro físico.
Issei se reunió una vez más con su maestro, Baraqiel, para informarle sobre la próxima misión que tenía planeada su grupo. Esta vez, la conversación se centraba en los botes de Abstergo que planeaban atacar en el río.
-Bien, Issei, cuéntame sobre esta nueva misión tuya -dijo Baraqiel, observando a su discípulo con interés.
Issei comenzó a explicar los detalles de la próxima misión y cómo planeaban abordar los botes de Abstergo en el río. A medida que hablaba, notó que la expresión de su maestro se volvía más seria.
-Entiendo que quieras obtener más información sobre Abstergo y sus planes -dijo Baraqiel-, pero recuerda que eres un Asesino. Tu deber es ir más allá de lo que otros están dispuestos a hacer. Si encuentras la oportunidad de obtener información valiosa, incluso si significa tomar medidas extremas, debes estar dispuesto a hacerlo.
Issei reflexionó sobre las palabras de su maestro. Sabía que Baraqiel tenía razón y que como Asesino tenía una responsabilidad especial en esta lucha.
-Tiene razón, maestro. Pero no quiero poner en peligro a las personas que irán conmigo -admitió Issei.
Baraqiel se levantó de su asiento mientras se rascaba la barba, desde que lo conoció, Issei le dió la imagen de ser alguien que siempre antepondrá la seguridad de los demás antes que la de el, eso era una gran cualidad, una que todos los asesinos deberían poseer, pero en este momento debía priorizar lo importante.
-Muchacho, si sientes que en algún momento estas poniendo en riesgo la vida de esos niños... Entonces deberás cortar lazos-. Dijo Baraqiel, provocando una mirada de tristeza en Issei.
-Supongo... Supongo que no puedo arrastrarlos tan profundamente a nuestra lucha-. Respondió Issei triste.
Baraqiel asintió, satisfecho con la respuesta de su discípulo. -Así es, Issei. No olvides que tus nuevos aliados pueden no comprender completamente tu papel como Asesino, pero debes mantener tu compromiso con la causa y hacer lo que sea necesario para detener a Abstergo.
La conversación continuó mientras Baraqiel brindaba a Issei orientación sobre cómo abordar la misión de manera efectiva, recordándole su deber como Asesino y la importancia de obtener información crucial. A pesar de las dificultades que enfrentaba, Issei sabía que debía estar dispuesto a tomar medidas extremas si eso significaba detener a Abstergo y proteger a sus nuevos aliados.
En las oscuras afueras de la ciudad, cerca del río y rodeados por un denso bosque, Issei, Sairaorg, Kiba y Saji descendieron sigilosamente de una camioneta conducida por otros miembros del grupo de Rias. La noche les brindaba la cobertura necesaria para llevar a cabo su audaz plan.
Saji recibió las últimas instrucciones de Rias mientras se encontraban escondidos tras unos arbustos cerca de la orilla del río. La tensión en el aire era palpable, y todos estaban ansiosos por comenzar.
-Rias, asegúrate de estar lista con el vehículo de escape -susurró Saji, confirmando los detalles finales del plan.
Rias asintió desde la distancia, oculta en la camioneta junto a Akeno, Koneko y los demás.
(Musica: Ghost Ship - Assassin's Creed 3)
Cuando el convoy de Abstergo finalmente se acercó, aprovecharon la oscuridad de la noche para deslizarse silenciosamente en el agua. El río se extendía ante ellos, oscuro y tranquilo. Sin hacer ruido, nadaron hacia el último bote del convoy, manteniendo la calma y siguiendo el plan al pie de la letra.
El convoy de Abstergo avanzaba por el estrecho camino a baja velocidad debido a las limitaciones del río y la noche oscura. Issei y sus compañeros aprovecharon la situación, y como sombras en la oscuridad, avanzaron silenciosamente hacia su objetivo.
Dos guardias se encontraban charlando cerca de un par de containers, a punto de encender sus cigarrillos. Issei, siendo el primero en llegar, se movió con una agilidad impresionante y los incapacitó rápidamente antes de que pudieran reaccionar. Los demás miembros del grupo lo siguieron, eliminando discretamente a cualquier otro guardia que encontraron en su camino.
Finalmente, llegaron a las afueras de la cabina de mando del bote.
La voz de Rias resonó en los oidos de Saji, quien repitio sus palabras en voz baja para darles las instrucciones necesarias.
- Escuchen, cuando lleguemos al punto indicado, deberán arrojar la carga al agua lo más rápido posible. No quiero que quede ni una caja en ese bote. Manténganse alerta y prepárense para actuar en cualquier momento. Si notan algo sospechoso o si nos descubren, avísenme de inmediato-. Dijo Saji a los demás.
-Sairaorg, asegúrate de mantenernos en la parte trasera del convoy para que no levantemos sospechas. Aprovecha cualquier distracción que se presente en el convoy principal. Recuerden, queremos salir de esta sin dejar rastro-. Dijo Issei
Sairaog, Saji y Kiba asintieron en silencio, entendiendo la importancia de la misión y la necesidad de mantenerse alerta en todo momento. Issei observó el agua que se extendía ante ellos mientras el bote continuaba avanzando hacia su objetivo.
Issei abrió sigilosamente la cabina y se movió con determinación hacia el conductor del bote, con un movimiento rápido y preciso lo incapacitó. Sairaorg tomó su lugar rápidamente, lista para asumir el control del vehículo sin levantar sospechas.
Mientras Sairaorg continuaba conduciendo el bote como si nada hubiera ocurrido, Issei dio instrucciones a Saji y Kiba. Los dos se prepararon para lanzar la carga por la borda en cuanto llegara el momento.
Mientras tanto, Issei comenzó a buscar la bitácora de viaje en la cabina de mando del bote. Sabía que esa información sería crucial para su misión, ya que podría contener pistas sobre los planes de Abstergo en Kuoh y su conexión con la ciudad. La tensión aumentaba a medida que registraba los documentos en busca de información valiosa.
Al igual que con la memoria USB, Issei no halló nada de utilidad en la bitácora. Recordó las palabras de Baraqiel en ese momento. Issei, frustrado por no encontrar ninguna información útil en la bitácora del bote, decidió cambiar de enfoque. Sabía que no podía volver con las manos vacías, no cuando Abstergo estaba al tanto de su presencia y tenía una oportunidad única para obtener información valiosa. Se acercó a Kiba y Saji, quienes acababan de arrojar la carga al agua.
-¿Nos largamos ya?-. Pregunto Sairaog
-No, aún no. Sigue conduciendo-. Dijo Issei caminando hacía afuera
-¿Que?, no puedes cambiar el plan a estas alturas-. Dijo Sairaog lo mas bajo posible a Issei. Saji y Kiba se miraron confundidos sin entender lo que estaba sucediendo.
-Esperaba encontrar algo aquí pero no hay información útil, así que quiero que sigan al convoy hasta la base de abstergo-. Dijo Issei mientras buscaba las llaves del seguro de un container en las ropas de uno de los inconcientes guardias.
-¿Quieres que vayamos ahí?, ¿estas loco?-. Pregunto Kiba tratando de detener a Issei.
-¿Que esta sucediendo allí?-. Pregunto Rias a Saji a través del comunicador.
-Tenemos un ligero problema aquí...-. Dijo Saji a Rias.
Issei abrió uno de los container y puso a los 3 guardias inconcientes dentro de el, mientras lo hacía , Saji acababa de poner al tanto a Rias de la cituación.
-¿Que va a hacer que?-. Pregunto Rias exaltada sin poder creerlo.
-Eso es exactamente lo que dijimos-. Dijo Saji rascando su cabello tratando de calmarse.
-¡Dale el comunicador y dejame hablar con el!-.
Rias, desde la distancia, estaba preocupada y exaltada al enterarse de la situación a través del comunicador. No podía creer lo que estaba escuchando. Saji hizo caso y le dio el comunicador a Issei.
-Issei, ¿qué diablos estás pensando? -exclamó Rias con frustración-. Cambiar el plan en este momento es arriesgado. No sabemos qué nos espera en la base de Abstergo.
Issei finalmente encontró las llaves y las agarró con determinación.
-Lo sé, Rias, pero no tenemos tiempo para discutir -respondió Issei en voz baja pero firme-. Si no encontramos algo valioso aquí, habremos perdido una oportunidad crucial. Sairaorg, conduce el bote de cerca convoy. Kiba, Saji, escondanse junto a Sairaog en la cabina-.
Issei cerró el container con los guardias inconscientes dentro y se dirigió hacia la salida de la cabina de mando, lista para liderar a su grupo hacia la base de Abstergo en busca de respuestas.
Issei entró en la cabina junto a los demás y repartió instrucciones.
-En cuanto lleguemos ahí saltaré del bote, quiero que ustedes se den la vuelta y se vayan de inmediato, trataran de perseguirlos así que háganlo a toda velocidad. Quiero que suban a la camioneta de Rias y se larguen-.
-¿Quieres que te dejemos ahí solo?, ¿Acaso estas loco?-. Preguntó Saji sin poder creer lo que escuchaba, lo mismo se podía decir de los demás.
-¡Issei, ni siquiera piensen en hacer eso!. ¿Me ois...- Issei no permitio a Rias terminar ya que cortó la comunicación y le regreso el aparato a Saji.
Issei miró a sus amigos con determinación, sabiendo que esta era una decisión arriesgada pero necesaria.
-Esto es lo que debo hacer -dijo Issei con firmeza-. Confío en que podré manejar la situación. Les prometo que estaré bien. Ahora, prepárense para la maniobra de abordaje, y recuerden, manténganse a salvo y mantengan a salvo la información que hemos obtenido hasta ahora.
Saji, Kiba y Sairaorg asintieron, aceptando a regañadientes el plan de Issei. Sabían que no podían cambiar su mente en este momento, y confiaban en su habilidad para enfrentar cualquier desafío que encontrara en la base de Abstergo. Miró a sus amigos una última vez antes de dar un paso fuera de la cabina de mando, listo para enfrentar lo que les esperaba.
(Musica: Refresher Course - Assassin's Creed 3)
El convoy avanzó por la ciudad, hasta que rió arriba llegaron a la base de operaciones de abstergo en Kuoh. Era un lugar enorme, construido hace apenas un año y poco mas. Estaba bien iluminado así que Issei contaba con que los focos siguieran al bote en cuanto hiciera su escape.
-Muy bien, llegó la hora. Recuerden, se largan a penas salte del bote-. Dijo Issei, saliendo de la cabina y dejando a sus amigos muy preocupados.
Issei saltó con agilidad desde el bote en movimiento hacia el agua, apenas haciendo un chapoteo que pasó desapercibido en medio de la conmoción del puerto. El convoy de Abstergo continuó su camino, ajeno a su ausencia momentánea.
Mientras los demás seguían en la embarcación, Sairaorg maniobró para alejarse del puerto, lo que provocó que los guardias de Abstergo, confundidos, comenzaran a correr en su dirección, sin entender porque se estaban alejando. La atención de todos estaba centrada en el bote que se alejaba, lo que permitió a Issei avanzar sin ser visto.
Issei nadó con rapidez hacia la orilla y emergió del agua empapado pero decidido. Miró a su alrededor y localizó una pequeña cabina de seguridad cercana al puerto. Se acercó sigilosamente y, con movimientos precisos, logró abrir la puerta y entrar en su interior.
Dentro de la cabina, Issei incapacitó al trabajador que se encontraba allí. Luego encontró el control para cerrar la reja del puerto. Sabía que esto daría más tiempo a sus amigos para escapar de los guardias de Abstergo. Con un gesto determinado, presionó el botón y observó cómo la reja comenzaba a cerrarse lentamente.
Mientras tanto, afuera, los guardias de Abstergo comenzaron a darse cuenta de que algo estaba sucediendo en el puerto. Gritaron órdenes y corrieron hacia la reja, pero ya era demasiado tarde. La puerta se cerró con un estruendo metálico, bloqueando su camino.
-¡Oye!, ¿que estas haciendo?. ¡Abre la reja de inmediato!-. Se escucho por la radio del inconciente hombre-.
Issei no se mantendría escondido en la cabina de seguridad por mucho tiempo, observando a los guardias confundidos desde la ventana. Sabía que su tiempo en la base de Abstergo sería limitado, pero había cumplido su parte del plan. Ahora dependía de su propia habilidad para descubrir la verdad detrás de Abstergo.
Issei, empapado y decidido, se movió con sigilo dentro de la pequeña cabina de seguridad mientras observaba las cámaras de seguridad de la base de Abstergo. Gracias a su vista de águila, podía ver claramente las posiciones de los guardias, sus patrullas y las áreas clave de la instalación.
Con esta ventaja, planeó cuidadosamente su infiltración. Esperó a que los guardias se alejaran lo suficiente antes de salir de la cabina. Manteniéndose en las sombras y utilizando coberturas siempre que era posible, se movió por el puerto hacia la entrada principal de la base.
A medida que avanzaba, Issei continuó monitoreando las cámaras de seguridad y las posiciones de los guardias. Sus movimientos se volvieron más fluidos y precisos, evitando hábilmente la detección de las patrullas enemigas. Aprovechó cada oportunidad para evitar el contacto directo y mantenerse en las sombras.
Finalmente, llegó a la entrada principal de la base de Abstergo. La puerta estaba custodiada por un par de guardias, pero Issei tenía un plan. Usando su conocimiento de las patrullas y la ubicación de los guardias, esperó a que estuvieran momentáneamente distraídos antes de infiltrarse en el edificio.
Una vez dentro, continuó desplazándose por pasillos oscuros y salas silenciosas, todo mientras mantenía su vista de águila activada para mantenerse al tanto de los movimientos de los guardias y evitar sorpresas desagradables.
El bote había sido abandonado, su carga se encontraba en el fondo del río, en teoría la mision había sido un exito. Pero...
-¡Issei! ¡estupido idiota! -. Rias gritó mientras sus manos temblaban de ansiedad. Su voz reflejaba no solo preocupación sino también un toque de enojo.
Rias estaba al borde de la histeria mientras observaba en la lejanía la base de abstergo Issei había entrado. La comunicación con él se había cortado bruscamente, y ahora se encontraba huyendo en la camioneta con Sairaorg, Kiba, Koneko, Akeno y Saji.
Sairaorg trató de tranquilizarla, aunque también estaba visiblemente preocupado. -Rias, debemos confiar en Issei. Él sabe lo que hace, y si cortó la comunicación, probablemente sea para evitar que rastreen nuestras señales-.
Kiba asintió en acuerdo. -Tiene razón, Rias. Issei es un luchador experimentado. Seguro tiene un plan-.
Pero Rias no podía evitar la furia que sentía por dentro. -¡No es momento para sus estúpidas decisiones! ¡el idiota me prometió que no haría algo peligroso! -Gritó con frustración mientras lagrimas salian de sus ojos que miraban desesperadamente la base que se alejaba.
La preocupación y el enojo seguían pesando en el corazón de Rias mientras sus pensamientos se centraban en el destino incierto de Issei.
Issei recorre las oficinas de abstergo en completo sigilo, tal parece que todos los empleados fueron llamados al puerto debido a la confusion. Issei vió eso como una completa ventaja y avanzó sin oposición alguna.
A medida que se acercaba a lo que parecían ser las oficinas de los altos mandos, su corazón latía con fuerza. Esta era su oportunidad de encontrar información valiosa que pudiera por fin revelar los planes reales de Abstergo.
Con la vista de águila activada, Issei podía ver las cámaras de seguridad y los puntos ciegos de los guardias que pudieran quedar en el edificio. Se deslizó por los pasillos oscuros con una agilidad felina, evitando cualquier área que pareciera estar siendo monitoreada.
Finalmente, llegó a la puerta de una lujosa oficina y se detuvo en seco, petrificado. El letrero en la puerta decía "Z. Gremory".
-Esta... es la oficina del padre de Rias-. Dijo Issei sin poder creerlo
Decidió entrar con cautela, y lo que encontró en la oficina lo dejó atónito. No había nadie presente, solo un elegante escritorio de madera y una computadora encendida en el otro extremo de la habitación. Issei se acercó a la computadora y notó que estaba en el escritorio, sin necesidad de usar contraseña. El fondo de pantalla del escritorio era una fotografia donde habían varías personas: Un hombre guapo y maduro de barba y cabello largo rojo, supuso que ese debía ser el padre de Rias. A su lado, abrazándolo del brazo, una hermosa mujer de cabello castaño, identica a Rias excepto por el color de cabello y ojos, ella debía ser su madre. Un poco a la derecha se encontraba otra pareja: Un hombre joven y atractivo de cabello rojo, bien afeitado. A su lado una bella mujer de cabello plateado vestida de sirvienta. Abajo en medio de ambos había un pequeño niño de cabello rojo sonriendo feliz. Y finalmente en medio de la fotografía estaba ella, hermosa como siempre, Rias Gremory.
Issei sabía que no era momento de distraerse y agradecio la facilidad de entrar en los archivos
-Pues o no tiene mucho sentido de la seguridad, o posiblemente la conmoción en el puerto lo sacó de su oficina, en cualquier caso será mejor que me apresure-. Dijo Issei comenzando a revisar los archivos de la computadora hasta uno que llamó su atención.
(Musica: The Foam and The Flames - Assassin's Creed 3)
El nombre del archivo era "Proyecto Teleport". La curiosidad lo llevó a abrirlo y comenzar a leer su contenido. En ese momento, Issei descubrió información crucial sobre los planes de Abstergo en Kuoh. Una búsqueda de un Fruto del Edén denominado "FdE T", que estaba relacionado con el proyecto de teleportación y que era la razón por la cual estaban cavando y destruyendo la fauna de la ciudad sin motivo aparente.
-¿Un fruto del edén capaz de teletransportar?-. Issei se apresuró a seguir leyendo,esto era exactamente lo que buscaba, pero en ese momento la puerta de la oficina se abrió.
El mismo hombre de la fotografía, Zeoticus Gremory, estaba perplejo de ver a un intruso en su oficina, hurgando en su computadora.
-No puede ser-. Dijo Zeoticus al ver al encapuchado frente a el. Asbtergo tenía una politica muy firme en contra de los sujetos con capucha, pero ahora había uno en su oficina. -Oye... ¿eres tu...-.
-¡Lo sabía!, ¡Tenias que ser tu!-. Issei observó detras de Zeoticus, una tercera persona había llegado al lugar, nada menos que Freed.
-Ay, no puede ser-. Dijo Issei, alejandose de la computadora lentamente.
-Tu y yo tenemos cuentas pendientes-. Dijo Freed, empujando a Zeoticus para que saliera de su camino, haciéndolo caer de trasero al suelo.
Issei se preparo para luchar una vez mas, pero ahora las cosas eran diferentes, sabía que ahora se encontraba en un ambiente hostil, no podía darse el lujo de luchar una vez mas con Freed como si nada, debía huir.
Freed no perdió el tiempo y se abalanzó contra Issei a toda velocidad. Issei trató de esquivarlo, pero la carga de Freed fue con tanta velocidad y fuerza que termino por golpearlo. Ambos salieron empujados hacía atras, golpeando la ventana de la oficina, fracturandola. Freed entonces comenzo a cargar con varios ataques de sus puños, todos siendo bloqueados por Issei, quien aprovecho una apertura en el flanco izquierdo de Freed para darle un poderoso gancho en sus costillas.
-¡Agh!, ¡Maldito hijo de puta!-. Dijo Freed, sacando una gran navaja desde sus ropas. Issei respondió desplegando la hoja oculta de su mano derecha para poder combatirlo. El tiempo se le acababa e Issei debía terminar con esto rapido. Aprovechando que Freed comenzaba a atacar con mas ira que precisión, tomo su brazo en uno de los tantas apuñaladas que intentaba propinar y lo lanzo contra la ventana, con la esperanza de que cayera al vacio.
El plan funcionó, pero no como Issei esperaba, ya que Freed logro sujetar con su mano el otro brazo de Issei, arrastrando a ambos hacía una aparente y larga caida al piso. Issei logró sujetar la cortina de la oficina, deteniendo su caida y de paso la de Freed quien si bien solto su brazo, ahora se habpia sujetado de su pierna. Todo esto sucedia ante los ojos de Zeoticus quien aterrado observaba la pelea. Además, para colmo de Issei, los guardias abajo notaron lo que estaba pasando y estarían allí en cualquier minuto.
-Mierda-. Dijo Issei tratando de sacudir su pie para que Freed lo soltará.
-Jajaja, ¡A donde crees que vas!-. Dijo Freed sin soltar su agarre.
Issei comenzó a desesperarse, para colmo la cortina parecía que no aguantaría mas el peso de ambos hombres, miro a su alrededor y notó que cerca de el había una escalera de emergencia que llevaba a la azotea. Trato de estirar su mano para alcanzarla, pero en ese momento la cortina se cortó un poco, haciendo que ambos hombres quedarán en una posición aún mas precaria.
Issei trato de patear a Freed repetidas veces, pero este esquivaba las patadas con facilidad, además, el movimiento de cada patada parecía debilitar aun mas la cortina. Issei comenzo a escuchar voces sobré el, los guardias llegarían pronto.
Issei sabía que no podía quedarse allí mucho tiempo. La cortina se estaba desgarrando rápidamente, y los guardias se acercaban cada vez más. Su mirada se fijó en la escalera de emergencia que estaba a unos metros de distancia. A pesar de la difícil situación en la que se encontraba, Issei reunió todas sus fuerzas y propinó un fuerte golpe en el rostro de Freed, lo suficiente como para hacerlo tambalear.
Aprovechando la oportunidad, Issei hizo un movimiento rápido y, con un esfuerzo supremo, logró que Freed soltase de la pierna y se lanzó hacia la escalera de emergencia. Escaló rápidamente mientras escuchaba los gritos y maldiciones de Freed detrás de él. Finalmente, alcanzó la azotea, dejando a Freed en la escalera de emergencia.
Issei sabía que no tenía tiempo para descansar. Respirando agitadamente, buscó una forma de escapar de la azotea antes de que Freed lo alcanzara yus opciones eran limitadas. Intento cada maldita puerta, pero todo estaba cerrado.
-¿A donde crees que vas?-. Freed una vez mas lo había alcanzado. Issei furioso respiró hondo tratando de calmarse, sabía que no podría huir hasta deshacerse de este idiota.
-Muy bien, arreglemos esto-. Dijo Issei, sacando desde sus ropas el Tomahawk, girandolo hasta ponerlo en posición de combate.
-¡Oye, eso es mío!-. Dijo Freed molesto.
-Se me ve mejor a mí-. Dijo Issei lanzandose al ataque.
El combate comenzó con un rápido intercambio de golpes y esquivas. Issei y Freed eran igualmente habilidosos en el combate cuerpo a cuerpo, y sus movimientos eran fluidos y precisos. Issei utilizaba su velocidad y superior fuerza muscular para mantenerse en pie contra el hábil asesino de Abstergo.
Freed lanzó una serie de ataques con su navaja, pero Issei logró esquivarlos con movimientos ágiles. En respuesta, Issei hizo un movimiento rápido con el tomahawk, tratando de desarmar a Freed. Sin embargo, Freed fue lo suficientemente rápido como para bloquear el ataque con su navaja y contraatacar con un golpe rápido a la cabeza de Issei.
Issei retrocedió, pero rápidamente se recuperó y contraatacó con un fuerte golpe de su tomahawk. Freed bloqueó el ataque con su brazo, pero el impacto fue lo suficientemente fuerte como para hacerlo retroceder. Issei aprovechó la oportunidad para lanzarse sobre Freed y lo tumbó al suelo.
Ambos luchadores se levantaron rápidamente y continuaron intercambiando golpes y patadas. La pelea estaba llegando a su punto culminante, y ambos estaban agotados pero determinados a ganar. Issei sabía que no podía permitir que Freed lo detuviera, no cuando había descubierto información vital sobre los planes de Abstergo.
-Ni creas que te dejare escapar un vez mas-. Dijo Freed dandole una patada giratoria los pies de Issei, haciendo que este cayera al piso. Freed no perdio tiempo y se puso sobre el. Con su navaja utilizo toda su fuerza para intentar enterrarla en el pecho de Issei, quien con sus brazos trataba de detenerlo. -Jajajaja, despues de todo, los asesinos no son la gran cosa-.
Issei tomó la muñeca de Freed y con esfuerzo logro hacerla retroceder lo suficiente para quitar su cuerpo y dejar que Freed golpeara con la navaja el piso.
Finalmente Issei, con una brecha en la defensa de Freed, alzo la hoja oculta de su brazo izquierdo y asestó un golpe certero en el costado de su oponente, Freed gritó de dolor y cayó al suelo, dejando caer su navaja.
Issei se mantuvo sobre Freed, respirando agitadamente. La pelea había terminado, y él había salido victorioso.
-Ja... La muerte es algo... que no esperaba hoy-. Dijo Freed con dificultad, Issei se giró para verlo con desdén. -Apuñala por mi... a Valper en su gordo estoma... go-.
Freed dejó caer su cabeza, la vida había abandonado su cuerpo. Issei no tuvo tiempo de celebrar su victoria ya que los guardias de abstergo habían llegado a la Azotea.
Issei entonces en desesperación pudo ver un cable de alta tensión que caía hacia el bosque, donde había una antena, presuntamente para las comunicaciones de la base. Issei entendió que esa era su única salida y corrió hacia ella. Los guardias lo persiguieron, pero al llegar al cable, Issei utilizo el tomahawk como gancho, saltando de la azotea deslizándose por el cable.
Los guardias solo pudieron observar atónitos como el misterioso encapuchado escapaba.
Al caer del otro lado, Issei no perdió tiempo y corrió alejándose de la base todo lo que pudo. Obviamente desde la base enviaron patrullas para atraparlo, pero con su vista de aguila pudo evadirlas facilmente. Había logrado escapar
Después de su escape audaz y frenético de las instalaciones de Abstergo, Issei logró llegar finalmente a la casa de Sairaog, donde el grupo de Rias se había reunido en su ausencia. Todos estaban preocupados por él, y las caras aliviadas se iluminaron cuando Issei entró al patio trasero.
Sin embargo, la reacción de Rias fue completamente diferente. Cuando Issei apareció, ella corrió hacia él con lágrimas en los ojos y lo abrazó desesperadamente.
-¡Issei, no sabes lo preocupada que estaba! ¡No puedes arriesgarte de esa manera! -Rias estaba entre lágrimas mientras lo abrazaba, preocupada y molesta a la vez.
El gesto de Rias sorprendió a todos los demás miembros del grupo. Issei también se sintió sorprendido por la intensidad de la reacción de Rias, pero comprendió su preocupación y la abrazó de vuelta.
-Prometo que estaré más cuidadoso en el futuro, Rias. No quería preocuparte tanto -dijo Issei en un intento de consolarla.
Después de un momento, Rias finalmente lo soltó y secó sus lágrimas. Aun con el ceño fruncido, suspiró con alivio al ver que Issei estaba a salvo.
Una vez que todos se calmó, Sairaog y los demás comenzaron a cuestionar a Issei sobre si había obtenido la información que buscaban. Issei sabía que no podía contarles la verdad, no cuando implicaba la muerte de Freed y el fruto del Edén, así que decidió ocultar la verdad.
-Lo siento, chicos, parece que Rias tenía razón. Abstergo solo está interesado en los recursos gubernamentales de la ciudad. No descubrí nada más importante -dijo Issei mientras trataba de mantener su expresión tranquila.
Sus amigos asintieron, aliviados de que no hubiera encontrado nada más peligroso. No tenían idea de las verdaderas implicaciones de la información que Issei había descubierto, y por ahora, él quería mantenerlos a salvo y fuera de peligro.
Rias, aunque aún preocupada, parecía aceptar la explicación de Issei. Nadie sospechaba que él estaba ocultando secretos que podrían cambiar el rumbo de su lucha contra Abstergo.
Lejos de allí, un hombre acababa de llegar a casa. Había hecho lo posible por mantener la compostura frente a su familia. Había sido ordenado completa confidencialidad, nadie debía saber lo que había sucedido aquel día. Se encontraba en uno de los tantos baños de su hermosa gran mansion, se había lavado la cara para poder relajarse un poco.
-Cariño, la cena esta servida, ¿ya vienes?-. La voz de una mujer se oyó tras la puerta.
-Si, un minuto-. Respondió el hombre, al escuchar los pasos de su esposa alejándose, devolvió la mirada hacía el espejo.
Sus cabellos rojo carmesí caian sobre sus ojos, sus manos temblaban, su corazón temía al recordar la velocidad y fuerza con la que ese encapuchado se había movido.
-Los asesinos... son reales-. Dijo Zeoticus Gremory.
