En la antigüedad de Equestria se sabe que todas las razas estuvieron en guerra, desde unicornios, pegasos y ponis terrestres. Podrían decir que fue el egoísmo, la arrogancia o incluso la envidia, pero una cosa era cierta, se necesitaban para sobrevivir… Sin embargo, cuando la princesa Platinum, gobernante de Unicornia supo que su país se encontraba al borde del abismo, y la comida escaseaba, su hermana la princesa Amore, se había ofrecido a encontrar un nuevo lugar para asentarse, ambas dirigiéndose a diferentes puntos, Platinum iría al sur, y Amore se dirigiría al Norte.
Muchos se oponían a que Amore se fuera de la ciudad capital, esto por el hecho de que era la hermana a la que todos querían y respetaban, tanto por su amor hacia todos los unicornios, como la benévola y sabia unicornio que podía guiar a todos en estos momentos de crisis… Sin embargo, Platinum, era quien decidía el camino a tomar de toda Unicornia, y era por eso que Amore, aun con la idea de ayudar a su pueblo, solo tomo un pequeño sequito de guardias que eran leales a ella, y partieron hacia el norte.
Su sequito estaba limitado con la comida, esto debido a que habían almacenado los alimentos, aun así, Amore tenía la intención de encontrar una tierra fértil y sobre todo en la que pudiera vivir su pueblo alejado del problema de los windigos y las guerras que se encontraban en el centro y sur del continente.
Conforme mas se acercaba al norte, la ventisca de esa zona comenzó a ser cada vez mas y mas fuerte, todo su sequito de guardias le advirtieron que no era factible seguir mas al norte, sin embargo, en medio de la tormentosa noche y sin ningún lugar en el cual quedarse, la princesa Amore logro divisar algo junto a su capitán en guardia. Las montañas a lo lejos tenían algunas pequeñas cuevas que podían servir para resguardarse hasta que la tormenta pasara o irse en la mañana con la ayuda del sol.
—Princesa, venga entre. — Expreso el capitán luego de que la indicación con una mano alzada permitió que el resto del sequito entrara a la cueva.
Habían pasado varias semanas desde su partida y sus guardias habían estado muy exhaustos por caminar tanto, no eran ponis terrestres como para caminar enormes distancias y apenas sudar, como tal, los unicornios, aunque podían considerarse mágicamente invencibles, físicamente no contaban con la fuerza y durabilidad de un poni terrestre.
La princesa Amore tomo asiento sobre una de las muchas rocas del lugar, observando como los guardias colocaban algunas de las cajas y bolsas que llevaban con ellos para sobrevivir el viaje por estos lares, e incluso así, viendo que las provisiones cada vez eran menos, la princesa solo frunció el ceño ligeramente mientras su capitán en guardia reviso las cajas.
—Princesa…— Un unicornio de aspecto maduro alto y fuerte, de complexión musculosa y armadura cubierta por ropajes para el frio, hablo, su crin ligeramente tenida de rojo y con algunos copos de nieve debido a la tormenta, ojos cafés y pelaje negro, el vio con desdén los suministros en las cajas. —Aun si limitáramos la comida, solo nos queda comida para una semana más, si regresamos ahora, tal vez podremos llegar al Noreste en las costas y conseguir algo de comida. —
Amore, siendo una unicornio de pelaje claro, ojos dorados y crin y cola de colores rosas, llevaba al igual que todo su sequito altas ropas para abrigarse del frio, e incluso así, ella sabia que el frio en esa Zona era casi insoportable, solo la magia que podía ella canalizar en determinado momento servía para mitigar el frio en una buena medida, pero no para eliminarlo por completo.
—Aun podríamos llegar con los Yaks y pedirles que nos ayuden. — Dijo la princesa Amore luego de tomar el mapa que el capitán había colocado en el suelo, los propios unicornios usaron su magia para iluminar el lugar, y crear una barrera en la entrada de la cueva, para así evitar que el frio entrase por ahí. —Si regresamos ahora, todo el viaje habría sido en vano…—
—Princesa, entiendo que quiera buscar un lugar que no este siendo azotado por los Wendigo princesa, pero aquí en el norte, no encontraremos nada en esta tundra helada. Y solo su tuviéramos suerte, no lograríamos cruzar esta tormenta antes de que nos mate el frio o la comida se nos acabe. —
La princesa observo las cajas por unos instantes, y si bien quedaba suficiente comida para seguir adelante, su capitán tenía razón, seguir adelante con la esperanza de lograr llegar con los yaks era un riesgo para sus ponis, que, si bien habían decidido ir con ella debido a su lealtad, Amore no quería poner en riesgo a nadie, pero tampoco ella quería irse con las manos vacías. De hacerlo solo regresaría con falsas esperanzas, y con la decepción de que su propia hermana Platinum tendría de ella, por el hecho de no haber logrado nada… Como siempre.
—Además ¿quién nos asegura que podrían habernos ayudado los yaks? — Expreso uno de los unicornios.
—Es cierto, son una raza que reacciona a la fuerza, si llegamos cansados y casi muertos de frio y hambre, estoy seguro que no nos ayudaran. —
Eso era cierto, Amore lo reconsidero, los yaks siempre fueron conocidos por ser criaturas extraordinariamente fuertes y que servían y reaccionaban a la fuerza que sus "oponentes" podían tener, también se consideraban criaturas de honor, sin embargo… A pesar de eso, el viaje aún era muy largo, y había varias montañas las cuales cruzar, e incluso con la comida que les quedaba, no podrían ir a la mitad del camino para llegar con los Yaks.
—Princesa…—
—Regresaremos, Crimson… Apenas la tormenta se valla, partiremos a las costas del noreste. Con suerte lograremos llegar antes de que se nos acabe la comida. —
El capitán asintió nuevamente hacia la princesa mientras sacaban algunas mantas para poder descansar. Amore realmente no deseaba irse con las manos vacías, ella fue ahí con la esperanza de buscar un lugar en el cual poder volver a comenzar, y asentarse… Pero viendo hacia la salida de la cueva, la tormenta solamente no cesaba sin parar.
Amore no tuvo otra opción que descansar, después de todo necesitaría la fuerza para volver a caminar un gran tramo hasta las costas más cercanas.
Pero incluso en medio de la noche, y con la tormenta azotando el muro mágico, Amore solamente estaba despierta sin poder conciliar el sueño, incluso por un momento ella creyó haber visto algo afuera de la cueva, fue una luz parecida a la de una antorcha, pero solo fue por unos breves segundos, pero luego esa misma luz regreso, y Amore se puso de pie, sus guardias aún estaban dormidos debido a lo cansados que estaban. Tomando una manta más para cubrirse del frio y sobre todo a pesar de todos sus abrigos, Amore sabía que el exterior de la cueva seguía siendo muy peligroso.
Al acercarse hasta la entrada de la cueva, Amore observo que esa luz se alejaba hasta más adentro de la tundra. Una fuerte corazonada hizo que Amore decidiera cruzar el hechizo protector y seguir la luz de aquella antorcha, por alguna extraña razón, esa luz parecida al fuego no parecía extinguirse aun a pesar de los fuertes vientos.
—¡Oye espera! —
La voz de Amore fue firme y fuerte para que su voz pudiera ser escuchada, sin embargo, debido a la fuerte ventisca y el viento soplando con fuerza, no era posible que aquel con la antorcha pudiera escuchar a la princesa. Por lo cual ella apresuro su paso e iluminando su cuerno con magia para guiarse entre la espesa neblina del frio y la ventisca, ella trato de alcanzar aquel que se movía delante de ella con la luz del fuego.
—¡Por favor espera! ¡necesitamos ayuda! —
Por un momento, una oscuridad impidió que Amore pudiera ver más delante de ella, era como si unas sombras comenzaran a rodearla y en el mismo trayecto, esas sombras parecieran las de espectros de caballos deformados de ojos azules muy brillantes y casi fantasmales. Estas sombras se movían alrededor de Amore como un tiburón rodeando a su presa.
Estas criaturas desprendían una vibra muy malvada y un frio que parecía llegarle hasta los huesos a Amore. Una de estas sombras rodeo Amore mientras una extraña pero maléfica sonrisa apareció en lo que debería ser la boca de ese espectro equino.
No muy alejado de donde Amore se encontraba, había una especie de agujero en el cual se desprendían todas esas sombras oscuras. Pero al mismo tiempo había algo mas que comenzó a inquietar a la joven princesa, quien solo dio unos pasos atrás cuando voces muy extrañas y macabras comenzaron a escucharse por su entorno. No eran voces que ella pudiera reconocer, pero lo que si le decía esto, era que no inspiraban ningún tipo de confianza.
"Acércate" "Podemos ayudarte." "Ayúdanos primero" "Entra aquí" "Todo estará bien" "¿quieres ayudar a tu pueblo no es así?" "Si, entra y podremos brindarte de un lugar para tu pueblo." "Solo entra"
Incluso con el miedo latente dentro de ella, por unos instantes Amore realmente estaba a punto de aceptar y entrar en ese agujero, ya había hecho todo lo que estaba a su alcance para poder ayudar a su pueblo, y estar tan cerca de algo le decía que confiara, dar un salto de fe a lo que podría ser el fin del sufrimiento de sus amigos y familiares.
"Si, solo ven, te prometemos… La paz…" "Si, ¡Tu paz!"
Una de esas sombras se abalanzo sobre Amore, quien por miedo cayo de espaldas contra la nieve, mientras un peso muerto estaba sobre ella casi como si un semental adulto estuviera sobre ella inmovilizándola. Amore grito por el miedo mientras otras de esas esencias oscuras se materializaron y una de ellas tomo a Amore de sus patas y comenzó a tirar de ella hacia el agujero.
"¡Al fin comida!" "¡Es nuestra!"
—¡Aléjense de mí! — Grito Amore en un fuerte grito que provoco además un estallido mágico departe de su cuerno, una fuerte luz y una onda expansiva alejo a los espectros que habían cobrado casi forma física y al mismo tiempo desintegro a dos de las criaturas que la habían tocado al estar muy cercas de la magia de Amore.
Logrando recuperarse, Amore se puso de pie a trompicones tratando de alejarse de aquel agujero, el cual rápidamente comenzó a emanar una onda oscura muy notoria, y mas de aquellos espectros comenzaron a salir por decenas.
Con los ojos llenos de miedo y pavor, Amore solo fue dando pasos hacia atrás al ver como los ojos de aquellos espectros solo la vieron mientras fueron volando hacia ella a gran velocidad. Amore no era un unicornio débil, al contrario, se consideraba así misma una de los unicornios más capaces en toda Equestria, al mismo nivel que su propia hermana Platinum. Sin embargo, días solamente comiendo tan poco como para poder pasar un día medianamente bien, le paso factura a la efectividad de sus hechizos.
Pero lo que si ella pudo hacer fue un escudo, que pudo repeler a sus primeros atacantes, pero en vez de destruirlos, solo los pudo repeler, esto le dio a Amore la indicación de que en este momento ella no era lo suficientemente fuerte mágicamente para hacerles frente, mucho menos ella sola. Tomando la oportunidad creada por su escodo, comenzó a correr para alejarse lo mas posible de aquellos espectros oscuros.
"¡No te escaparas de nosotros!"
La voz de todas las voces fue aterradora, hablando al unisonó como si miles de voces hablaran con ira y sadismo. Amore tuvo muy poca suerte, pues apenas cuando faltaban unos cuantos metros para llegar a la cueva en la que estaban sus guardias varias de estas criaturas la tomaron de las piernas y los brazos.
—¡Guardias! ¡Ayu—La voz de Amore había sido callada súbitamente por lo que parecía ser una mano esquelética aun no del todo física, pero si lo suficiente como para poder taparle la boca Amore. Ella solo vio con horror como el rostro de un equino deforme comenzaba a hacerse cada vez más físico al lado de su rostro.
Amore chillo de miedo al ver como la piel demacrada y oscura de la criatura tomaba forma física.
"No te preocupes intentaremos ser lo más rápidos al alimentarnos" "La oscuridad será parte de ti, así como lo es con nosotros"
Amore intento usar su magia de forma desesperada para volver a crear una luz potente para alejar a estas criaturas, pero le fue imposible, cada vez que usaba su magia, era cada vez más y más débil. Y eso no había sido todo. La criatura que estaba al lado de Amore, comenzó a morder fuertemente su cuerno como si intentara arrancárselo con los escasos dientes que aun le quedaban a esa putrefacta criatura.
Con cada mordida, Amore lloro mientras los dientes de la criatura comenzaban a agrietar el cuerno y la grande comenzaba a brotar de esa zona, hasta que luego de varias mordidas, logro romper el cuerno de Amore, quien dio un grito ahogado y silenciado por la mano esquelética que tapaba su boca. La lagrimas ya corrían por su rostro, y sus esperanzas se fueron cuando las criaturas solo acercaron Amore cada vez mas cerca de aquel agujero que anteriormente Amore trato de escapar.
"Bienvenida a tu nuevo hogar… Por toda la eternidad" "Tu sabor lo recordare, eres el primer unicornio que pruebo en siglos."
Llorando y con sus lagrimas congelándose por el frio, Amore solo se resigno a su cruel destino cuando las criaturas comenzaron a entrar nuevamente el en agujero, al mismo tiempo que aquel repugnante ser seguía devorando cada vez mas del cuerno de Amore.
Para este punto toda la frente de Amore estaba manchada con sangre, mientras esa misma sangre recorría por su rostro. Solo se lamento de haber fallado y se arrepintió de haber cometido el enorme error de haber salido de la cueva, del mismo modo se arrepintió de no haberle hecho caso a su hermana sobre quedarse en el castillo en vez de buscar tierras inexistentes que estuvieran protegidas por el frio. Su único error fue pensar que había esperanza para todos.
Luego de que la criatura diera otra mordida al cuerno de Amore, y ya habiéndole devorado casi la mitad del cuerno de Amore, una leve luz capto la atención de Amore, los espectros se detuvieron abruptamente cuando una criatura encapuchada y bien abrigada se planto frente a todos los espectros, cargando no una antorcha, sino lo que aprecia ser fuego, un fuego que se formaba en la palma de su mano y levitaba muy cercas del ser encapuchado.
"Mas comida para nosotros"
Fue todo lo que pudo decir una de las criaturas luego de que el fuego se agrandara y permitiera dar una luz mas potente y dar así mas visibilidad de lo que ocurría y de esta manera poder observar lo que ocurría. Al ver como estos espectros parecían cargar a un unicornio mal herido, el encapuchado dirigió su mirada hacia todos los espectros, y con un conjunto de movimiento de sus manos, un círculo mágico apareció rápidamente a los pies del encapuchado.
Amore reconoció muy apenas algunas de las runas, pero, había algo extraño, no eran runas que fueran utilizadas para hechizos ofensivos, o al menos eso pensaba ella. Pero no fue lo más extraño, había letras y números que ella no reconocía del Equestre, no era la lengua dragón y tampoco de los perros diamante o grifos. No, era un idioma diferente y ni siquiera era la numerología a la que ella estaba acostumbrada.
Al ver la amenaza, los espectros se lanzaron hacia el encapuchado, quien luego de un movimiento suave de sus manos, el fuego se convirtió en algo muy parecido a un dragón de fuego pero muy alargado, el cual se movió para devorar los espectros. Sin embargo al devorar a los espectros, estos gritaron de dolor y agonía mientras que la feroz llama cobraba más y más vida haciéndose más grande.
Amore sintió que la criatura se apresuro a escapar del encapuchado, pues comenzó a llevar a Amore hacia el agujero entre la nueve. Amore con pánico trato de zafarse, viendo esto una oportunidad de salir viva de esta situación. Forcejeando con el espectro, Amore logro apenas quitarle la mano del espectro de su boca.
—¡Por favor ayúdame! ¡No dejes que estas cosas me lleven! —
El encapuchado miro a Amore y comenzó a correr hacia ella, mientras la criatura se acercaba mas al agujero, el gran dragón de fuego seguía devorando a cada alma que estuviera cercas del encapuchado. Amore observo como la criatura movió sus manos y crenado diferentes movimientos con ellas, el dragón que lo protegía exploto en cientos de flechas de fuego que golpearon a todos y cada uno de los espectros cercanos a Amore, entre ellos aquel espectro que la había capturado.
Amore cayo al suelo mientras el frio seguía haciendo efecto, pero debido al calor del fuego que había creado aquel encapuchado, mucha de esa nieve se había derretido, pero a la vez, al ver su alrededor y al cielo, noto que el fuego creo un paramo libre de nieve, incluso arriba en el cielo, no había nubes de tormenta.
Amore pudo respirar tranquila, pero aun temblaba tanto por el frio como por el miedo de lo ocurrido. Sus piernas le temblaban y no podía levantarse. Ella estiro su mano hacia su salvador tratando de pedir ayuda, pero de su boca no salia nada.
Amore escucho a la criatura hablar, pero no era un idioma que ella conociera, solo pudo sentir como la criatura la tomaba en brazos para levantarla, y esta criatura seguía hablándole, pero Amore sin poder entender correctamente, solo dijo.
—N-No quiero morir aquí…—
Fue lo único que alcanzo a decir Amore antes de que sus ojos se cerraran, y su cuerpo quedara completamente inmóvil en medio de aquella tundra helada.
Fin del cap
N/A; Si se preguntan por esta historia, es una recapitulación para mi canon y para la nueva historia de Lyandros.
Quiero dejar en claro que esta historia es CANON oficial para mis historias. Con la excepción de Lyandros y todo lo relacionado a él, no abarca nada y no tiene nada que ver en mis otras historias. Sin embargo, en cuanto Amore, Platinum y todo lo demás, será parte de la historia para mis fic´s. Pues si bien no hay mucha información acerca de Amore y Platunum, es un personaje que yo honestamente le tengo mucho cariño a pesar de no verlo tanto.
Dicho esto, lamento si no he actualizado mis otras historias, estaré en ello, enserio. Por el momento disfruten esto.
