Advertencia: Esta historia contendrá temas delicados de violencia física y psicológica sobre uno de nuestros protagonistas.
Capítulo 1: ¿Libertad?
No podía creer que se encontraba en esta situación, donde tuvo que asesinar a una de las personas más importantes en su vida, que esto sería el comienzo para desencadenar aquello que les advirtió a los vejetes acerca de sus costumbres y normas arcaicas. Porque sabía que a partir de hoy el detonante de su cordura fue cuando tuvo que matar a su mejor amigo y el único: Getou Suguru.
- Al fin Rika-chan fue liberada. – sus ojos se mantuvieron fijos en sus alumnos alegrándose en no haberse equivocado y estar seguro que Geto no les haría daño. – Gojou-sensei, arigatou.
Yuta se dio la vuelta para ver al peliblanco, agradeciéndole con una sincera sonrisa, Panda e Inumaki también lo hicieron y Maki bueno...ella simplemente dijo un gracias entre dientes apartando la mirada. Provocando que su sonrisa se ampliara, al darse cuenta que su camino como educador apenas estaba comenzado y al parecer estaba haciendo una gran labor, pero sus pensamientos fueron interrumpidos al sonido de su celular. Alzando las cejas vio que se trataba de Shoko, la cual junto con Nanami ha estado llamándole insistentemente.
- ¡Bueno muchachos los tengo que dejar, no me extrañen! – alzando las manos dramáticamente.
Escuchando un olvídalo de Maki y las risas estridentes de los chicos, Satoru fue a un lado más apartado del Colegio o bueno donde no se veía tanto deterioro.
- Si, ¿Qué sucede Shoko? – respondió serio, dándole una clara señal a la castaña que...- Shoko, yo...
- Fue necesario hacerlo, Satoru. – suspiro la castaña mirando al rubio frente a ella que también sintió un vacío al enterarse de la muerte de Suguru. - De eso precisamente tenemos que hablar contigo.
Gojou enarco una ceja sin comprender a lo que se refiera su amiga, así que simplemente la escucho sorprendiéndose y sin poder creer lo que su amiga estaba contándole.
- "Que mierda te paso Suguru".
- Satoru, Satoru... ¿aun estas ahí? – la voz preocupada de Ieri se escuchaba. – Satoru debemos de ir a ese lugar.
- Lo sé. – susurro apretando los puños. – Espérame en ese lugar junto con Nanami y Shoko...que nadie se entere de esto, no hasta que nosotros hayamos inspeccionado el lugar.
Su intuición rara vez fallaba y sabía que en cuanto pisaran ese lugar habría algo que seguramente era mejor que los peces gordos no se enteraran.
- Deseo morirme. – susurro abrazándose más fuerte una joven mientras esperaba en la cama la llegada de "él" como venía haciéndolo hace tiempo. - ¿Por qué siempre tengo que ser tan inútil?
Mas lagrimas comenzaron a adornar su rostro, al recordar los sucesos que comenzaron su desdicha, de cómo fue tan ciega en no darse cuenta en la falsa sonrisa del pelinegro y sobre todo de ser tan malditamente ingenua.
- Okasan...hermanos, espero que se encuentren bien. – apretó más los puños al recordar el motivo porque soportaba todo esto.
- "Si no te portas bien, tendré que eliminar a tu Okasan o...empiezo por tus hermanitos, mi niña".
Cerro los ojos y tapo desesperada sus oídos, no deseando escuchar esa voz en su cabeza. De la forma amenazantemente pasiva en que el pelinegro siempre la chantajeaba para obtener lo que quería de ella.
- Todo sería más fácil si muriera. – pensó tristemente. – Pero si hago eso... ¿que pasara con ellos? No debes de soportar Miwa. – limpiándose las lágrimas y mirando su reflejo en el espejo frente a ella, dándose cuenta que ese hombre pudo destruir en tan poco tiempo la poca autoestima que tenía.
- Así que este lugar es donde se escondía Suguru con sus "aliados". – de forma sarcástica Satoru inspecciono la fachada del lugar, portando las vendas blancas ahora. – Para ser una simple institución se ve que monetariamente les iba bien.
De reojo observo al hombre detrás de él llamado Miguel, que al sentir su mirada la mantuvo fija no deseando demostrarse intimidado por ese hombre, aunque reconocía que aquellos rumores sobre el hechicero bendecido por los seis ojos se quedaron cortos.
- Geto solía utilizar a alguno empresarios para solventar su vida y llamar más seguidores, buscando entre ellos a más chamanes. – fueron adentrándose al lugar.
Tanto Satoru, Shoko y Kento veían detallando el lugar, dándose cuenta que su examigo no había cambiado en nada. Incluso la arquitectura podía verse ostentosa pero tenía ese ligero aire de buda que desprendía el pelinegro. Llegaron hasta el final del camino donde una grande puerta se mostraba y todos miraron a Miguel para indicarles que había detrás de ella.
- Aquí el solía hacer sus reuniones con pedidos para tomar maldiciones o las negociaciones con algunos líderes. – se encogió de hombros desinteresado. – Manami era la que tenía más conocimiento acerca de los movimientos de Geto.
Recordaron los chamanes a la curvilínea mujer, teniendo todos ellos una posible idea de la relación que la unía a Suguru, excepto Satoru. Normalmente ellos nos solían hablar del tipo de mujer que les atraía o se relacionaban, pero estaba seguro que esa mujer no era el tipo ideal de su amigo.
- Muy bien terminemos con esto rápido, este lugar me está comenzando a dar escalofríos. – rompió el silencio Nanami y es que odiaba estar haciendo esto, pero algo muy dentro de él indicaba que su presencia era fundamental.
- Aww, si tienes frio puedo darte mi chaleco. Nanami. – respondió Gojou de forma coqueta logrando provocar al rubio y aligerar las cosas, pero el golpe en su hombro le indico que Kento no estaba de humor. - ¡Auch! No seas tan brusco, la verdad sigues siendo el mismo tímido que siempre.
Gojou termino de decir esas frases carcajeándose, pero se detuvo abruptamente al sentir algo con sus seis ojos que le erizo la piel.
- Vaya sin duda esto es demasiado. – Shoko encendió un cigarro viendo los monumentos de oro colocados en cada extremo del "trono" que seguro usaba Geto. – Al parecer su maldita costumbre de ser el centro de atención no cambio.
- Les dije que no encontrarían nada fuera de lo normal. – suspiro fastidiado Miguel. – Esto es un simple Templo donde Geto realizaba sus actividades y...
- ¿Qué hay detrás de esa puerta?
La voz de Gojou cambió radicalmente a ser un poco más ronca e incluso con una pizca de enojo, así que fue deslizando una parte de sus vendas para dejar visibles sus ojos. Llegando a desconcertar los presentes.
- Se convirtió hace poco en la habitación de Geto. – esas palabras captaron la atención de Satoru. – Él no solía dormir aquí, pero de un tiempo para acá proclamo ese sitio como su dormitorio privado. Una vez le cuestione a Manami sobre eso y me dijo que ahí solo se encontraban los juguetes de Geto, diciéndolo de una forma despectiva.
- Satoru, ¿Qué te sucede?
Shoko trato de acercarse al peliblanco, pero este camino demasiado rápido para abrir la puerta. Dándose cuenta que se encontraba con llave, así que sin esperar más tiempo uso un poco de su poder para romper el cerrojo. Los demás siguieron al peliblanco, que fue ingresando a la habitación sorprendiéndose al percibir el ambiente más íntimo entre pareja.
- ¿Qué demonios es esto? – soltó Shoko mirando sorprendida la habitación como los hombres incluyendo a Miguel.
En cambio Satoru ya se encontraba frente a una amplia cama, sorprendiéndose en ver a una joven aparentemente durmiendo y más que nada la apariencia de esta. El peliblanco delineo con la mirada el cuerpo delicado de la joven, pensando que era sumamente hermosa desde sus largas blancas y su pequeña cintura que se adherida a ese caminos rojo, en pocas palabras: "Preciosa"; pero lo que llamó la atención de Satoru fue ver que portaba una que otra marca de moretones y mordeduras, además de su extraño cabello cian que desbordaba una cuantiosa cantidad de energía igual que...
- No puede ser posible. – Satoru de inmediato volteo a la chica sorprendiéndose de reconocerla. – Es la chica de esa tienda.
Suavemente Gojou deslizo los mechones que ocultaban parte del rostro de la joven, sin poder creer que la chica que había conocido hace medio año se encontrara aquí, en las condiciones y probablemente sufriendo algo que ninguna mujer debería pasar.
- "Tanto llegaste a cambiar, Suguru".
Debía de salir de ahí sentía como se estaba asfixiando al ir descubriendo más cosas desagradables del azabache, pero de pronto sus ojos se conectaron con los ojos desorientados de ella. Unos mostrando un inminente vació...iguales a los de él.
- P-Por favor...- la voz de ella era lejana. – P-Por favor...sálvalos.
Y eso fue lo último que dijo ella por la fiebre que comenzaba a subirle, el cansancio extremo tanto psicológicamente y físico que ha estado sufriendo por cinco meses.
- Oye. – palmeo suavemente Satoru sin mejilla sin éxito alguno. - ¡Oye despierta!
Gojou se encontraba desesperado ante todo esto, pero demasiado consternado. Tanto que no objeto cuando Nanami lo empujo, para que Shoko se acercara a la joven o al ver que el rubio la cargaba con sumo cuidado, que Miguel estaba registrando las cámaras del lugar y es que para Gojou Satoru esto era un descubrimiento perturbador, porque frente a ellos se encontraba nada más ni nada menos que...
- Es una estudiante de preparatoria, desaparecida hace cinco meses tras haberla visto por última vez en su trabajo de medio tiempo, se supuso que falleció tras pelear con una maldición al ver evidencia que eso ameritaba y después de dos meses encontraron muertos a su familia.
La voz lejana de Shoko hacía eco en su cabeza, como si estuviera escuchando un informe de alguien que hace tiempo dieron de baja, tras pensar que ella había muerto antes de ingresar al ser recomendada por Kusakabe pero una semana antes fueron notificados de su descenso al descubrir en el lugar cercana manchas de sangre, rastro de maldiciones y la espada rota.
- Vamos Satoru hay que irnos. – la castaña sentía la misma impotencia que su amigo, más al imaginar quien era el causante de esto. – Andando ella nos necesita ahora.
Solo asintió recordando a Geto, pensando en lo estúpido que fue al decirle que él no sería capaz de lastimar a un hechicero cuando hizo algo peor, porque el día de hoy no solo descubrieron que su amigo era un raptor, un asesina a sangre fría sino que además...
- Fue capaz de lastimar a esa chica...Miwa Kasumi.
Notas de autor: ¡Hola! Se que esta historia la plasme en un Oneshot de Stories GoMi, pero ultimamente he estado escribiendo varios capitulos de este tipo de trama. La cual contendra temas delicados sobre uno de nuestros protagonistas, ademas de que esta semana estare al corriente con terminar tres de mis historias: "Mis dos pequeños problemas" (ya lo tengo terminado junto con el epilogo), "Infinita locura" y detendre un poco "Stories GoMi" para concentrarme en "Destino entrelazados", "Concubina" y "¿Cual es tu tipo ideal?" el cual tambien quedan pocos capitulos.
Mil gracias por acompañarme en mis historias sobre este extraño shipp el cual creo va creciendo el fandom, por leerme y dejar un review.
