En momentos como estos, tenía que recordarse no mirar sólo a Iruka cuando hablaba.

Asintió con la cabeza en dirección a los presente en la sala, saludo cordial a los recién llegados. Iruka-sensei tomó haciendo y a su lado, Yamanaka Ema. Si su mirada se detuvo unos segundos extra en la sonrisa acogedora, y tal vez un poco nerviosa del sensei, ojalá nadie lo hubiera notado.

-Gracias por venir con tan corto aviso, sé que ambos son shinobis muy ocupados. – procedió a hablar, rascándose la mejilla distraídamente mientras evitaba la mirada mortal que Shikamaru le enviaba desde el otro extremo de la habitación.

"Te avise hace una semana de la necesidad esta reunión". Podía leer el reclamo en su inexpresiva cara.

-Rokudaime-sama, gracias por recibirme. – La shinobi Yamanaka hizo una pequeña reverencia en su dirección.

-Hokage-sama. – Iruka la imitó, si su tono era un poco jocoso, era muy bueno disimulándolo. Sabía que Kakashi no soportaba la vergüenza y empezaba agitar las manos pidiendo que dejaran la formalidad del "sama". Pero antes de que pudiera replicar, agregó: -¿Podría saber a que se debe esta reunión? Asumo que se trata de los proyectos que nos hizo traer redactado el día de hoy, pero pensé que se tratarían en Consejo durante la proxima sesión.

-Ah… directo al trabajo, eso me gusta mucho de usted Director Interino Iruka-sensei.

Fue su turno para vengarse, y ahora era el otro quien se sonrojaba al escuchar sus honoríficos. Sonrió complacido.

El carraspeo de Shikamaru lo volvieron a concentrar.

-Es cierto que estaba en la agenda del Consejo, pero hubo un cambio de planes. – Intentó mantener la neutralidad en su voz al transmitir las malas noticias.- No hay otra forma de decir esto, se decidió que sólo uno de sus proyectos fuera tratado, cuestiones de tiempo y presupuesto, no van a dar marcha a ambos.

Tanto Iruka como Ema Yamanaka, se tensaron al escuchar sus palabras. Pero mantuvieron el silencio.

-En esta desición no fui participe, se me comunicó y tengo la obligación de hacer una pre-audiencia para estudiar ambos planes y decidir cuál pasará a una sesión del Consejo y cual deberá esperar para la próxima reunión con los Daimyos.

El próximo año, con suerte. Pensó para sí, y podía notar que la misma frase pasaba por la cabeza de los demás en la sala.

-De haber sabido que era una audiciencia habría venido un poco más preparada.- Admitió la kunoichi, expresión seria enmarcada por su largo cabello rubio cobrizo en una coleta alta, típica de su clan.

-Siento lo mismo que Yamanaka-san. -Comentó Iruka, su nerviosismo solo visible en la manera que sus ojos miraban intranquilo la carpeta de hojas que había dejado en manos de Shikamaru al llegar.

-Maah…mah… no se pongan tan nerviosos.- Se quitó el sombrero de Hokage y lo tiró a un lado en el piso (ante la desaprobadora mirada de su secretario, y la resignada de Shizune que acababa de sumarse a la reunión segundos antes). – Sólo queremos escuchar con sus palabras lo que tienen en mente. Los detalles de los proyectos serán revisados con más atención en los próximos días. Ema-san, siempre ha sigo una kunoichi admirable y prolija en su trabajo, no tengo duda de que sabes de memoria todo sobre tu proyecto.

Era una mujer unos años mayor que él, pero incluso desde joven, Kakashi la recordaba severa e inefable en sus obligaciones. Su trabajo, las misiones, todo era ejecutado con detalle y presición casi obsesiva. De hecho, ahora que lo pensaba, no recordaba verla relajada y sonriendo jamás en su vida.

-Sí… Rokudaime-sama, -asintió, agradecida por sus palabras.- Mi intensión es reforzar el departamento de T&I con un programa que genere participación conjunta con el equipo médico de Konoha.- Miró en dirección a Shizune, quien parecía especialmente interesada en escucharla.- El proyecto incorpora especialistas de ambas ramas para tratar Shinobis con trastornos en su psiquis consecuencia de misiones y secuelas de la última guerra.

-Pensé que Tsunade-sama ya había iniciado ese proyecto, años atrás.- Intervino Shikamaru.

-Si, pero no con suficiente recursos y la planificación no estaba clara. Godaime-sama tuvo una guerra durante su gestión.- Les recordó Ema. –Los resabios que dejó fueron más shinobis con stres post traumático y depresión que en los últimos 20 años. El efecto que tuvo el Tsukuyomi infinito todavía esta estudiándose, pero los números de Shinobis que pasaron de activos a reserva, fueron de hasta un 30%.

Se hizo un silencio en la habitación. Los números fueron una sorpresa para todos, pero cada uno de ellos podía pensar en algún conocido o amigo directo, afectado por el jutsu o la guerra en sí.

Él mismo no había vuelto a dormir con normalidad desde terminada la cuarta guerra ninja, y que coincidiera con el tiempo que llevaba trabajando como Hokage era un extra.

-Mi objetivo,-continuó Ema Yamanaka.- es realizar un trabajo intensivo de rehabilitación mental incorporando y preparando más especialistas con colaboración de los Tokubetsu de T&I y ninjas médicos, queremos que ese porcentaje shinobi en reserva se pueda incorporar a un trabajo activo en los próximos 9 a 12 meses. Además, quisiera impulsar una iniciativa para prevención, con chequeos seriados y programas de acompañantes terapéuticos para shinobis activos con mayor riesgo. Eso incluye los cazadores ANBU, jonin con alta tasa de misiones clase S y A.

-¿Y quizás algunos Hokages?- Kakashi se señaló a si mismo, con una sonrisa divertida sólo evidente en sus ojos.

Miró en dirección a tres puntos en la habitación, donde sabía que sus ANBU estaban escondidos. Levantó una ceja, imperceptiblemente en dirección a Tenzo, escondido en la esquina derecha de la oficina. Podía sentir la duda pero curiosidad vibrar en su chakra.

La kunoichi Yamanaka hizo una pequeña reverencia en su dirección.

-En realidad, creo que es algo que todos los shinobis de la aldea deberían tener a su disposición. Siempre se habla de los que ejecutan misiones clase S, pero el estrés es algo que está presente en cada posición de trabajo y lo sufren incluso los shinobis con menos actividad en campo. Si se me permite hacer una nota personal también, Hokage-sama, tengo dos hijas de 4 años que a veces me hacen sentir que trabajar en T&I es un día de campo. No puedo imaginar lo que Iruka-sensei tiene que lidiar a diario con tantos pre-genin en su cargo. –

Ema miró a Iruka con una expresión de agradecimiento y desasosiego que Kakashi encontró de lo más divertida. El sensei se sonrojó y empezó a reír con nerviosismo cuando escuchó el comentario.

Shikamaru, que acaba de tener un bebé pocos meses atrás, asintió compartiendo la simpatía con Ema-san.

- Creo que todos somos afortunados de tener a Iruka-sensei a cargo de la Academia.

Kakashi se permitió un minuto entero para mirar al sensei sin culpa, desde que había empezado a reemplazar al Director oficial de la Academia, era habitual verlo en ocasiones vestido con una chaqueta de cuello alto azul o blanca acompañando un pantalón negro, un poco más holgado que los tácticos de un shinobi de Konoha. El cambio generaba una apariencia más seria, que contrastaba con la expresión avergonzada y el gesto inconciente de rascarse la nariz por encima de su cicatriz que tenía en en ese momento (ah... Kakashi era muy adepto a esa expresión); y sin embargo usaba como armadura en reuniones de tipo oficial con el Consejo, los Daimyos y a veces, el Hokage.

En ocasiones pensaba que si hubiera tenido un director que se viera tan bien como Iruka, en su época de la Academia, quizás no habría tenido tanto apuro de graduarse. "Ni me hubiera portado muy bien", admitió para si. Ese era un peligroso carril de pensamiento para una reunión de este tipo.

-Muchas gracias por su presentación Yamanaka-san, estoy ansiosa por leer los detalles de la misma. - Esta vez fue Shizune la que intervino, sacándolo de su burbuja donde solo exitia Iruka-sensei, él y esa ropa de director.

Shikamaru volvió a aclararse la garganta, para acelerar la reunión.

-Ah, si, muchas gracias Ema-san. - secundo Kakashi.

-Quizás ahora Iruka-sensei puede darnos una idea de su proyecto.

-Sí, eso, Shikamaru-kun tiene razón. Iruka-sensei, tienes toda la atención de la sala.-Contestó, dirigiéndose al mismo.

Iruka dio una última mirada ansiosa a su proyecto escrito, descansando en brazos de Shikamaru, como si deseara poder repasar algo de lo que había expuesto. Unos segundos de duda y finalmente asintió con expresión decidida.

- Tengo que admitir que me hubiera gustado venir más preparado, como Yamanaka-san lo dijo antes. Mi propuesta para el Consejo es la de reforzar relación entre la Academia y el orfanato general de Konoha. El principal objetivo es mejorar las instalaciones y afianzar la participación Shinobi en las funciones del único orfanato que tiene la aldea en la actualidad. En el pasado siempre tuvo una dirección civil, con cuidadores que en su mayor medida eran civiles con poca y ninguna preparación, mucho menos disposición...- exhaló, decepcionado.- El número de huérfanos tanto de familias shinobis como civiles ha aumentado como es de esperarse después de una guerra, sobre todo los primeros. El primer obstáculo es infraestructura, el edificio es viejo y pequeño para la cantidad de niños, el personal es sobrepasado por el número recomendado de menores a cargo, y como resultado muchos niños mayores deciden escaparse y vivir en las calles.

Kakashi asintió, el problema de niños viviendo en las calles de Konoha era algo que todos habían notado en crecimiento.

-El segundo problema radica en que mucho de estos niños tienen afinidad por el uso de chakra y su potencialidad para entrar a la Academia Shinobi nunca es reconocido ni reforzado por cuidadores civiles. No tengo que recordarles lo peligroso que resulta un niño... un adolescente, con uso indisciplinado de chakra. No sólo eso, la oportunidad perdida de sumar al número de futuros candidatos en una época que, como Yamanaka-san mencionó antes, tiene menos shinobis activos que hace unos años.

-Iruka-sensei, ¿recomiendas que enviemos más shinobis como cuidadores al orfanato?- Preguntó Shikamaru. Iruka respondió negando con la cabeza.

- Propongo reemplazar la gestión civil por shinobi.

Ambicioso. Pensó Kakashi, sorprendido.

- Creo que si la dirección del Orfanato es Shinobi, puede mejorar la articulación con la Academia. Los cuidadores Shinobi y Civiles deben estar equilibrados en cantidad, y ser acorde al número de niños. No pido que sean activos, como bien mencionaron, tenemos en situación de reserva a un porcentaje considerable de compañeros. El incorporar personal que sepa reconocer la afinidad por chakra y el trabajar en conjunto con la Academia, nos permitiría intervenir en los casos de niños que necesitan mayor estimulación e incluso un ingreso prematuro a la Academia.

- Iruka-sensei,-lo interrumpió Kakashi con una expresión excusadora. - Sandaime-sama instauró el régimen de edad mínima y máxima para ingreso y egreso de la Academia, ¿entiendo que estás sugiriendo bajar esa edad?

Todos conocían el motivo por el cual esos cambios habían sido necesarios. La época de niños soldados era una mancha negra en la historia de la aldea. Iruka hizo un gesto de negación.

- Creo que todos estamos de acuerdo en por qué esos límites son necesarios, no propongo cambiar la edad mínima de 12 años para egresar de la Academia. Pero reconozco, en mi limitada experiencia, que hay niños que incluso a una edad muy temprana tienen mayor manejo de chakra e incluso habilidades físicas. Kakashi-san, no tengo que ir muy lejos para buscar ejemplos, chunnin a los 6 años... para cuando llegaste a la Academia no había demasiado que tus maestros pudieran enseñarte.

La expresión que le dedicó Iruka, fue entre disculpándose por usar su caso de ejemplo y divertida (se estaría imaginando un pequeño Kakashi enmascarado causando estragos ya desde ese entonces). Era su turno para sonrojarse debajo de la máscara y rascarse la nuca. Tenía ganas de decirle que le hubiera encantado tenerlo de sensei en esa época, pero sabía que sus asistentes no apreciarían el coqueteo descarado en ese momento.

De todas formas, entendía el punto del maestro. Los niños genios, no podía evitar pensar en otros casos, Itachi, Sasuke, Neji Hyuga, casi todos sus ANBU, el mismo Shikamaru. Su asistente no apartaba la mirada de su antiguo sensei, atento a sus palabras. Estaba interesado, Kakashi podía notarlo.

- Sensei, disculpe mi intromisión - Yamanaka Ema, intervino, su tono era más tentativo que minutos antes cuando habló de su trabajo.- No puedo evitar pensar en mis hijas cuando hablas de niños tan pequeños comenzando un entrenamiento militar.- Parecía avergonzada de volver personal el asunto, pero su punto también era válido. Kakashi esperó, atento, la respuesta del sensei.

La mirada enfocada de Iruka se suavizó y le sonrió a Yamaka Ema, empatizando con su preocupación.

-Entiendo tu punto Yamanaka-san, soy uno de los mayores defensores de conservar inocencia y proteger la niñez tanto como sea posible. He tenido discusiones acaloradas con dos Hokages ya en lo que va de mi vida a causa de esto.- Su atención volvió hacia Kakashi, dándole un rápido (casi imperceptible) guiño. Su pulso se aceleró unos segundos, Iruka solía tener ese efecto en él. Estaba seguro de que al menos Tenzo ya había notado lo inquieto que lo dejó ese pequeño gesto. - Pero mira el caso de hijos de shinobis, niños que nacen en los grandes clanes, su entrenamiento no empieza el día en que ponen un pie en la academia. Muchos de ellos ya muestran entusiasmo en seguir el ejemplo de sus padres y reciben tutelaje directo de ellos, a veces de sus hermanos mayores. Esa ventaja, que no tienen los niños huérfanos o incluso los hijos de civiles que son primera generación con manejo de chakra, hacen que el grupo de ingresantes siempre sea heterogéneo. - Continuó explicando el sensei. - No voy a entrar en detalles de lo complicado que eso es para el sensei de los primeros cursos, -suspiró, probablemente pensando en su propia experiencia,- tengo claro cuales son las prioridades para la Aldea. Necesitamos más shinobis activos. Creo que esta iniciativa puede hacer aumentar el número de ingresantes en la Academia e incluso crecer el número de egresados Genin. En cuanto al entrenamiento, la destreza física y el manejo del control de chakra son dos básicos elementales para todo buen Shinobi, hay muchas formas de empezar a trabajarlo sin tener que hablar de objetivos militares. A veces pueden ser simplemente juegos, Yamanaka-san, he visto que los niños responden muy bien, puede volverse algo divertido y conservar su inocencia, mientras se desarrollan herramientas básicas valiosas.

Shizune y Yamanaka-san exhalaron sorprendidas, incluso Shikamaru asintió interesado. A este punto Kakashi sólo pensaba si era extraño sentirse excitado al escuchar a Iruka hablar tan apasionadamente de su trabajo. El siempre había sabido lo capaz que el sensei era en su área, pero le generaba un calor extra en el pecho cuando los demás también lo notaban.

- También aprecio estos tiempos de paz, y mi deseo es que duren muchos años. - Continuó hablando Iruka, en un tono cauto.- Pero sé que nunca podemos saber cuando la próxima gran guerra estallará en nuestras narices, y quiero que mis alumnos estén tan preparados para defenderse y cuidarse como sea posible. Ah... creo que es la preocupación mayor de todo padre, ¿no, Yamanaka-san?, prepararlos para sobrevivir en el caso de que uno no esté ahí para protegerlos.

La kunoichi asintió, con la mirada baja, ausente, Iruka-sensei parecía haber dado en el clavo en un punto sensible para ella. Shikamaru no lo dejó entrever en su rostro, pero el cambio de postura con los brazos cruzados sobre el pecho, le dijeron a Kakashi que la idea también había pasado por su cabeza.

- Mi propuesta, Kakashi-san, no promete resultados en meses. Me temo que a diferencia del proyecto de Yamanaka-san, pasaran años antes de que veamos resultados.- Admitió, apenado.- Estoy hablando de incrementar a mediano y largo plazo la cantidad y calidad de los shinobis en Konoha.

Cuando la presentación del sensei dio por terminada, el silencio en la habitación hablaba a volúmenes. Tanto sus asistentes como él tenían una difícil decisión que tomar en poco tiempo. Y fuera cual fuera, Kakashi sabía que era una pérdida dejar cualquiera de esas iniciativas atrás.

-Gracias a ambos, nos han dado mucho en qué pensar. Prometo que revisaremos con atención cada detalle en sus proyectos, he pedido que mi agenda se libere solo para comprometerme a esto. - Kakashi sabía que no era mucho, pero esperaba que su compromiso generara tranquilidad a los dos shinobis que tenía en frente.

- Gracias, Hokage-sama. - la kunoichi Yamanaka hizo una última reverencia antes de salir de la habitación. Iruka-sensei la imitó, todavía en silencio, se lo veía pensativo.

-Shizune, Matsuda-san y yo vamos a estar estudiando los detalles también.- Aseguró Shikamaru, mientras los acompañaba a la salida. Shizune se acercó para dejarle los proyectos escritos en la mesa y lo regañó cuando vio que todavía no habia firmado la pila de papeles que le había dejado horas antes sobre su escritorio.

Su atención sin embargo estaba en el sensei pensativo alejándose de su oficina. Yamanaka Ema intercambio unas palabras con él y Shikamaru en la salida, a lo que coronó con la frase "...un placer Iruka-sensei, ahora entiendo por qué Ino-chan y Santa hablan tan bien de usted, ambos lo admiran mucho". Eso pareció espabilar al sensei, que de pronto estaba sonriendo otra vez, avergonzado con un leve rubor en las mejillas.

Cuando se marcharon, Shizune le entregó un mensaje más por parte de Tsunade y se fue enseguida por detrás de los otros.

Se quedó quieto en su asiento, repitiendo la escena que había presenciado segundos antes una y otra vez en su cabeza.

-¿Quién es Santa? - preguntó en voz alta , a la habitación aparentemente vacía.

No hubo respuesta, pero sintió la perturbación en el chakra de los tres shinobis ocultos.

-Gemna...¿quién es Santa?- Insistió. En cuestión de segundos uno de sus ANBU, con máscara de oso ocultando una pañoleta en la cabeza, apareció de rodillas frente a su escritorio. Su aura de molestia era evidente.

-No se supone que use mi nombre oficicial, Hokage Rokudaime Bakakashi-sama.

Kakashi le sonrió, desestimando la indiscreción con ademán. Siempre era entretenido encontrar el límite de la irritación que podía generar en sus guardaespaldas. Le hizo un gesto de mano para que se acercara más hacia el escritorio. Reticente, el ANBU lo obedeció.

-Kuma-kun, todos sabemos que Shiranui Genma es el mayor chismoso de la aldea, seguido de cerca por Aoba. - murmuró en un volumen que sabía, todavía era audible para los otros dos ocultos en la habitación. - Estoy seguro de que sabe quién es Santa.

Podía percibir que los otros dos ANBU estaban divertidos, uno de ellos tenía mayor dificultad para aguantar su risa. Genma, detrás de la máscara, parecía contenerse de saltar y matarlo.

Aún así, después de unos minutos de silencio, exhaló un suspiro derrotado y habló.

-Me imagino que Ema-san se refería a Yamanaka Santa, el tokubetsu jonin tipo sensor.

Kakashi asintió enérgicamente, todavía sin tener idea de quien diablos el otro hablaba.

-Maldita sea, Kakashi...- masculló Genma.- Lo conoces. Alto, delgado, cabello rojo ridículamente largo en una coleta como todo su clan.

Kakashi intentó hacer memoria entre los Yamanaka que conocía, a todos eran muy parecidos, rubios, pelirrojos y tonos intermedios, peinado similar, ojos verdes. Le era difícil separar uno de otro en ocasiones.

-¡Estuvo en tu cuerpo!

-Ah... no recuerdo haberme acostado con un Yamanaka. - Admitió, solo para hacerlo cabrear. La batalla contra Zabusa volvió a su mente y supo de quien estaban hablando. - Pero mis años ANBY fueron muy extraños...- agregó, con guiñándole un ojo.

-Senpai...- escuchó la voz de Tenzo, oculta todavía, regañarlo.

-Maa... ya sé de quien estamos hablando. Kuma-kun, por qué Santa Yamanaka admira tanto a Iruka-sensei. - Inquirió, recuperando su seriedad de golpe.

-¿Estás seguro que utilizar el recurso de los cazadores ANBU para recolectar chismes de la aldea sea un uso apropiado? - Volvió a intervenir Tenzo.

-¡Ahh...! Creo que los chismes de la aldea son la base de una buena gestión Hokage. - Enfatizó la palabra chisme.- Kuma-Genma-kun, habla.

El shinobi suspiró profundamente, una vez más.

-Se conocen de la época en que Iruka-sensei trabaja en la sala de misiones. Sólo sé que los vieron juntos alguna veces por la aldea, almorzando o algo así.

Kakashi mantuvo la sonrisa divertida, pero por dentro empezaba a sentirse enfermo. No tenía conocimiento de nada de eso.

- ¿Recientemente?- Rogó poder mantener el tono casual en la pregunta, pero sabía que no podía engañar a Genma ni a su kohai.

Podía darse cuenta de que Genma dilató el silencio antes de responder, disfrutando la incertidumbre en el Hokage.

-No. Estoy hablando de años atrás, quizás antes de que Naruto se graduara de la academia.

El alivio relajó su cuerpo otra vez. Eso era mucho tiempo atrás, probablemente él todavía no se había incorporado como Jonin activo entonces.

-Seguramente han quedado como amigos. No conozco a nadie que se separe en otros términos de Iruka-sensei, es simplemente difícil de odiar. - Agregó Genma, empujando un poco más el límite, con tono seductor.- Y más difícil de olvidar.

Era un juego peligroso provocar al Rokudaime Hokage de Konoha en su propia oficina. Kakashi ensanchó su sonrisa, al punto que parecía más una mueca. Cualquier otro shinobi se hubiera inquietado por lo menos al sentir la estática en el ambiente, provocada por su chakra. Genma era mayor que él, llevaba años conociéndolo y disfrutaba provocarlo. Pero quizás, solo quizás, no había sido lo más sensato darle a atender que se había acostado con Iruka en el pasado al tipo con el mayor enamoramiento colegial y la menor inteligencia emocional de toda la aldea.

Kakashi sopesó la insinuación. Sabía como funcionaba el sexo entre shinobis, él mismo tenía su experiencia de encuentros casuales, muchos de ellos resultado de la necesidad de liberar stress y reafirmar la existencia después de una experiencia mortal. Los celos no tenían cabida en estas circunstancias. Diablos... él mismo se había acostado con Genma demasiados años atrás, cuando ambos estaban en ANBU, ya sin recordar los detalles del encuentro. Sin embargo, pensar en Iruka-sensei compartiendo esos momentos con alguien más, lo ponían de un humor peligroso.

-O al menos eso me han contado...- Genma retrocedió, soltando una risita nerviosa. Tenzo estaba listo para entrar en la escena e intervenir cuando sintió a Kakashi relajarse y volverse a acostar en su asiento. Había estado parado, reclinado sobre el borde, tenso unos momentos atrás. - Si Hokage-sama no tiene otra pregunta...

-No, no.- Hizo un gesto de despedida con su mano.-Ya puedes volver a tu trabajo, Kuma.

Genma desapareció en el momento que escuchó esas palabras.

En el pasillo se podía oír a Shizune y Shikamaru hablando con una tercera persona, acercándose de nuevo a la oficina. Kakashi recordó de pronto los eventos del día, volviendo su atención a las dos propuestas en su escritorio.

Todavía tenía bastante trabajo que hacer.