¿Por qué esta pareja? A decir verdad, fue hace varios años que supe que esta existía. Revisando una lista de los nombres de los shipping en Yu-Gi-Oh! GX estaba mirando aquellos que tuvieran a Rei/Blair y me encontré con Blindfoldshipping.

"Que rara pareja" fue lo que pensé, busqué alguna historia de esta y solo encontré dos. Luego, en combinación por mi gusto de parejas poco comunes (crack pairings) y de un poco de inspiración, hice esta corta historia.

Summary: Haou y Rei Yuki son un matrimonio joven que está a la espera de su primer bebé. Aunque Rei está emocionada por la llegada de su hijo, Haou todavía no puede creer que va ser papá ¿Será posible que alguien como él pueda criar bien a un niño? Two - shot.

Disclaimer: Los personajes del anime y manga de Yu-Gi-Oh GX pertenecen al autor Kazuki Takahashi.

Nuestro Bebé

-Patadas-

Apenas puso su mano sobre la superficie lo sintió.

Una patada.

Era la segunda patada que se atrevía a sentir de su hijo, que llevaba 6 meses y medio en el vientre de su madre.

-Creo que nuestro hijo, será un niño muy enérgico-dijo alegre su esposa posando su mano encima de la de él.

Haou se preocupó ante esa afirmación. No se angustiaba de que su esposa Rei Saotome, ahora Rei Yuki no pudiera soportar el reto de la maternidad. No, ella era una persona de gran determinación y lo que se proponía siempre lo cumplía; ahora con su hijo a pocos meses de nacer no dudaba que pondría su corazón y alma en el bebé. Su problema era, si él podría lidiar con su hijo, sangre de su sangre. Ya que él, no tenía nada de experiencia con infantes.

El día en el cual, Rei le dio la gran noticia fue cuando ambos estaban sentados a la mesa y Haou solo mostró un rostro sin expresión alguna. Él solo reflexionaba internamente, en que eventualmente las mujeres jóvenes que no se protegían antes o después de disfrutar las maravillas del sexo, tan solo era cuestión de tiempo para que salieran embarazadas.

Además, en una noche lejana, meses atrás donde sus miradas se conectaron y las palabras sobraron; las ropas desaparecieron rápido y sus cuerpos se fundieron; justo ahí se le olvidó ponerse uno de los condones que tenía y Rei no tomaba píldoras. Y aparentemente ahí, su suerte se había acabado. Haciendo memoria, solo pudo recordar un síntoma del embarazo, en aquella ocasión en la que Rei había vomitado su ramen cuando fueron a comer a su restaurante favorito. Como el evento no se había vuelto a repetir, él supuso que solo fue por algún ingrediente que le habrían agregado al platillo. Cuando pasaron varios minutos y no se pronunciaba comentario alguno, Rei comenzó a asustarse y las lágrimas se asomaron por sus ojos, Haou acercó su mano que tembló antes de entrelazarse con la de ella y solo preguntó: ¿Cuánto tiempo tienes?

Y ahora un par de meses después, la idea de tener un hijo se hacía más tangible ante él. Y de nuevo sintió otro movimiento. Miró su mano y entrecerró los ojos. Cuando dirigió su mirada a la de su esposa, se fijó en que ella estaba analizando su expresión para luego comenzar a reírse.

-¿Qué te hace gracia mujer?-preguntó, con algo de fastidio al ser la fuente de su entretenimiento.

Terminando de reír ella se dirigió a su esposo.

- Oh nada, solo no puedo creer que el gran "rey supremo" se sienta tan intimidado por su propio hijo - contestó divertida y Haou frunció el entrecejo ante esto.

El gran "rey supremo" era el apodo que obtuvo en la academia al ser el mejor pero más despiadado duelista y ocasional delincuente. Ese tiempo estaba plagado de recuerdos más amargos que agradables y si bien ella utilizaba ese viejo apodo para molestarlo de vez en cuando, que lo utilizara en la misma frase donde lo pronunciaba con su actual miedo lo hacía sentir vulnerable.

- Pero eso está bien, no te preocupes, yo también me sentí así al comienzo- dijo posando su vista en su barriga.

Eso captó su atención, ella se le notaba tan feliz y animada en el transcurso del embarazo, que la idea le parecía absurda viniendo de la futura madre. Y aunque habían discutido poco el tema, de repente Haou adoptó un rostro serio y preguntó lo siguiente con un tono de voz frío mientras ocultaba sus ojos con su flequillo.

- Rei…¿Acaso no querías tener a nuestro hijo? ¿Era algo que hubieses preferido que no pasará? -

-No, no, siendo honesta me asuste más por cómo te lo tomarías tú- y Haou solo se limitó a levantar una ceja- Todavía somos una pareja joven y... pensé que pasarían varios años antes de que esto pasara... – Apretando su mano sobre la de él y continuó. -Pero con tal de que solo estés aquí... -sonrió y lo miro a los ojos-... sé que podremos hacerlo.

El abrió un poco su boca, sorprendido por la gran confianza que Rei deposita en él. Su esposa tenía esa habilidad, de decirle esas palabras que él a veces necesitaba oír, pese a que no lo reconociera o admitiera.

Todavía con la mano posada en su barriga sintió otras dos patadas más.

Y así Haou pensó que, tal vez, su futura paternidad ya no le parecía tan aterradora como ante