CAPÍTULO XIII
Jihoo se sentía extraño mirando la ropa de Junpyo. Era como si estuviera usurpando su casa, su familia y su ropa. Además de que la cercanía de Jandi ya no le era irritante, ahora era agradable, y a veces de emoción. Cuando ella se acercó apuntándole con el dedo para hacerle entender que no estaba mal lo que haría… no pudo evitar la reacción de su cuerpo, ante el hecho de que podía sentir prácticamente su piel sobre la suya. Con esa ropa tan delgada, pudo darse cuenta que carecía de parte de su ropa interior. Algo dentro de él despertó un deseo de besarla en ese momento. Cuando ella se separó de él para irse, no pudo evitar retenerla. La atrapó entre sus brazos y la sintió temblar. ¿Acaso estaba nerviosa? ¿Sentía lo mismo que él? Antes no podía ni mirarla y ahora… sus ojos llenos de sorpresa, lo miraban fijamente esperando su próximo movimiento.
-¿Qué estás diciendo Bombero?- le dijo ella, con claro nerviosismo. Lo que pasó a continuación, ni siquiera él se lo esperaba. Subió su mano hacia su nuca y la acercó para besarla. Ella correspondió dándole acceso a su boca. El beso se volvió húmedo e intenso. Ella subió sus manos hacia su cuello y el beso se intensificó tornándose apasionado. Estaban sumergidos en una burbuja. Había un Aura de deseo y pasión en ese pequeño pasillo. Sin embargo, Jihoo regresó su memoria al sueño reciente que había tenido, y a lo que Woobin le había advertido antes de dormir. Lentamente se separó de ella y mantuvo los ojos cerrados para controlar sus emociones.
-¿Qué sucede?- le preguntó ella con la voz agitada y aún rodeándolo por el cuello. El no quería decirle por qué de repente se detuvo. Abrió los ojos para mirarla, deseaba tanto volver a besarla. Pero sus dudas lo estaban carcomiendo por dentro.
Al ver que no respondía, intentó acercarlo y besarlo nuevamente. Sentía que ya no podía parar. Pero él se alejó para evitarlo. Ella arrugó el entrecejo y cambió su expresión. Lo soltó y se separó de él.
-Jajajajaja- Empezó a reírse falsamente, lo que hizo que Jihoo la mirara extrañado. Ella no iba a permitir que él la humillara diciéndole que se arrepentía o que había sido un error. Sobre todo, porque ella había deseado todo de él en ese momento. No se lo iba a hacer saber. Su orgullo estaba primero.
-¿Estas asustado? ¿Creíste que esto era real? le pregunto de forma irónica.
-Jajajajaja- siguió riéndose doblándose un poco.
-Oye! Fue un momento de lujuria. Creo que podemos permitírnoslo ya que estamos oficialmente casados, y entiendo que quizás no has estado con nadie en años. Pero créeme que para que algo más pase, tengo que tener muchas ganas. No eres justamente mi tipo, creo que deberías saberlo. Por algo no te elegí en el pasado. ¿Te ilusionaste bombero? Aunque debo reconocer que ¡Besas bien!- dijo pasándose un dedo por el labio inferior, como si hubiera probado algo sumamente apetitoso.
Jihoo sonrió de forma irónica. -Sé bien que no soy tu tipo y que tampoco me deseas. Te lo dije antes. Por eso rechazaba tus jueguitos de seducirme. ¿Crees que no sé que te casaste conmigo solo para salvar a Shinwa? ¿Acaso me creíste tonto? No necesitabas fingir que te interesaba -
Jandi abrió los ojos. Nuevamente estaba descifrando sus movimientos. ¡Maldita sea! Él no podía saber que desde que salió de su habitación la noche anterior, soñó con él y deseaba tenerlo en su cama para consumar el matrimonio. ¿Cómo decirle que muchas de esas veces, no estaba fingiendo?
Volvió a sonreír con suficiencia.
-Me alegra que tengas las cosas claras- Luego cambiando a una expresión seria, le dijo de forma amenazante. – No vuelvas a besarme sin mi consentimiento. Yo soy la que decide cuándo hacerlo y con quién. –
El entrecerró los ojos. – No te Preocupes Jandi. Nunca cometo un error dos veces -
No sabía por qué. Pero sus palabras le habían oprimido el pecho sintiendo un pinchazo de dolor.
- Vamos a limitarnos a lo que nos concierne - volvió a decirle. – Prometiste que vería a Doyun una vez que nos casáramos. Y te exijo que me lleves con él. Yo ya cumplí mi parte del trato, ahora te toca responder. Sabes que es lo único que me interesa de este matrimonio -
Jandi reprimió las lágrimas. Esta conversación le dolía cada vez más. ¿Volvería a ser frío e indiferente con ella? Ya se estaba acostumbrando a su amabilidad y las pequeñas sonrisas que empezaba a darle. De repente tuvo un sentimiento de desasosiego.
-De acuerdo. Te veo a las tres en tu casa. Lo llevaré contigo –
-¡Gracias!- contestó él con el mismo tono molesto y caminando hacia la salida.
- Sigues siendo la sombra de Junpyo. Eres patético – le dijo ella. Quería herirlo, hacerlo sentir el dolor que ella sentía en estos momentos. El no respondió. Y se detuvo un instante dándole la espalda.
- Tal vez- dijo y siguió su camino.
Lo vio salir y apretó la mandíbula. Una pequeña lágrima salió de uno de sus ojos. No iba a llorar, no tenía por qué. El no era nada. Él era sólo un contrato. Pero… ¿Por qué dolía? Respiró profundo y se limpió el rostro. Salió de allí no sin antes voltear hacia el armario, donde pudo sentirse viva y deseada apenas unos minutos antes.
Jihoo llegó a las oficinas del senado aún con un poco de molestia. Se reprendía a sí mismo por haber sido tan débil. Tanto que decía que no caería ante Jandi, y fue lo primero que hizo. Sabía de antemano que él no significaba nada para ella, y sin embargo, no pudo controlar sus impulsos. Al menos, dejaron las cosas claras, lo que era un alivio. Así ya no tendría que preocuparse por un acercamiento sentimental entre ambos. Vería su matrimonio como un simple negocio. Saludo a su secretaria, y se sentó en su oficina para revisar el correo electrónico. Como lo prometió, Woobin le había enviado un correo. Lo abrió para revisarlo, parecía que el idiota de Lim Woong no tenía antecedentes. Era un simple contador aburrido. Habían fotografías de gente con la que ha trabajado. De pronto, algo llamó su atención. Marcó el número de Woobin.
-¿Hola?-
-Si, Woobin. Estoy revisando el correo que me enviaste. ¿Hace cuánto fueron tomadas estas fotos que conseguiste?-
- Bueno, la mayoría son recientes. Solo unas pocas son de años atrás. ¿Por qué? ¿Encontraste algo raro?-
- Hay una fotografía de Woong con un antiguo socio de mi Padre. Mi abuelo siempre desconfió de él. Después del accidente nunca más lo volví a ver-
- Y, ¿Qué es lo que se te hace raro?-
- El socio de mi Padre, tenía nexos con la Mafia Italiana. Mi abuelo tenía miedo de que mi Padre se involucrara en esos negocios-
-¿Crees que Woong trabaje para ellos?-
- Tú conoces a los Calabressa. ¿no es cierto?-
- Los conozco. Pero no creo que esté con ellos. Lo sabríamos-
-Aun así, creo que deberías preguntar a tus contactos. Ese tipo no me da buena espina-
-Ok, hablaré con unos cuantos. Si está con ellos, no será difícil saberlo-
- Está bien. Gracias de nuevo-
-Jihoo. ¿Por qué de pronto te interesa tanto saber del esposo de Jun Hee?-
Jihoo respiro profundo.
-Ese tipo quiso abusar de Jandi-
-¿Qué?-
- Cuando te vea te explicaré todo. Pero lo traigo clavado en el Hígado. No quiero que se acerque más a ella-
-¿Te preocupa Jandi?-
-Por supuesto-
- Entiendo. Averiguaré lo que pueda. Jihoo, recuerda que no puedes confiar en nadie y… debes cuidar tus pasos y tus … emociones- Jihoo se masajeó las sienes. ¿Cómo decirle a Woobin que falló en esas dos cosas?. Esa misma mañana había olvidado todo, dejándose llevar por lo que estaba sintiendo.
-Lo sé. No te preocupes-
-Hecho. Nos vemos Bro-
-Hasta pronto-
Jihoo se echó para atrás en la silla después de colgar la llamada. Si ese tipo estaba metido en cosas turbias, tendrían que empezar a ponerle atención. Cerró los ojos, y rememoró cuando atentó contra Jandi. Le hervía la sangre de recordarlo. Aún podía visualizar el rostro de ella temeroso y vulnerable a Merced de ese malnacido. Después le vino a la mente lo vivido esa mañana. Su corazón se aceleró al recordar sus labios suaves sobre los suyos y su cuerpo pegado al de él. ¡Maldición! Ahora, olvidar eso, iba a costarle toda una vida. Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos golpes en la puerta. Abrió los ojos de inmediato, y al ver a su visita no pudo más que sonreír.
Jandi esperaba en la oficina del director del Internado. Se estaba aburriendo y necesitaba un cigarrillo, pero andaba distraída y olvidó meterlos a su bolso de mano. ¡Bombero idiota! Por su culpa tenía problemas de concentración. Después de que él se fuera, se metió a la ducha y abrió el agua helada en lugar de la tibia. No había llevado toalla y tuvo que salir mojada y desnuda al frío de su recámara. Se asustó cuando vió a uno de sus socios sentado en la sala de estar, luego recordó que ella misma lo había citado para un nuevo proyecto de negocios. El pobre individuo la había esperado por más de 40 minutos, además ya iba tarde para una reunión con inversionistas en Shinwa. Nada le había salido bien en lo que iba del día. ¡Para colmo!tenía que estar a las tres en su casa. Verlo de nuevo la ponía nerviosa otra vez. Sobre todo, porque no terminaron bien las cosas. Sonrió para sí misma. Habían tenido su primera pelea de casados, y también su primer beso. Se mojó los labios como saboreando de nuevo el momento. Pero pronto, sintió enojo de nuevo por lo que pasó después.
-¿Señora Gu?- Jandi salió de su ensoñación al ver al Director pasando una mano por su rostro llamándola. Lo que hizo que regresara a la realidad. Volteó los ojos enojada, se había distraído de nuevo. ¡Maldito imbecil!
- ¿Esta usted bien?- le preguntó de nuevo el Hombre.
- Estoy bien- Escuchar el apellido de su ex esposo ahora se sentía extraño. No quiso corregirlo, aún no se sentía lista para estar orgullosa de su nuevo nombre.
- Doyun está recogiendo su bolso, en un momento estará aquí con nosotros. Tengo entendido que saldrá con él por un día-
- ¡Así es! Lo regresaré mañana después del almuerzo-
- ¡Perfecto! ¿Puede firmar aquí? Para nuestro archivo. – Jandi firmó la papeleta.
- Le informo que la próxima semana se cumple el plazo de la estadía temporal de su hijo. Es necesario que se presente el tutor legal del Niño para que continúe sus estudios-
- El Vendrá. ¡Tráigame al Niño ahora!, tengo prisa.-
-¡Ya está aquí!- Doyun venía con la mochila en la espalda y sus ojos se veían emocionados-
- Es hora de irnos- le dijo ella
- ¡Hola Mami! - Dijo él y la abrazó. Los pequeños brazos le rodearon la cintura dándole confortabilidad y calidez. Ella tuvo ganas de corresponderle, pero no pudo. En cambio le habló duramente.
- Deja tus cursilerías. Eres un Gu. ¡Compórtate! - le dijo bajándole los brazos de su cintura. A Doyun se le humedecieron los ojos por el rechazo, pero decidió que nada haría que se sintiera mal en su único día libre. Sin siquiera despedirse salió de allí apresurada. ¿Por qué el día tenía tan pocas horas? Se preguntaba mientras llevaba casi a rastras a su hijo.
Llegaron a casa de Jihoo unos minutos después de las tres. Jandi odiaba ser impuntual, pero es que ese día, había sido caótico. Doyun estaba emocionado y ansioso. Vería de nuevo a su Tío y estaría con él todo un día. Se acercaron a la puerta y escucharon risas. La voz de Jihoo hablaba con naturalidad y alegría. Ella se quedó hipnotizada al oírlo reír. Era tan reconfortante escucharlo tan feliz, pero.. ¿Quién lo estaba haciendo reír tanto? De pronto sintió una opresión en el pecho. Con ella era todo amargura y nunca podría lograr en él esa felicidad. Sintió odio por la persona que estaba sacándole las sonrisas. Tocó el timbre para detener el festín que se llevaba a cabo dentro de la residencia de soltero de su ahora esposo. El Mayordomo de Jihoo la saludó con una reverencia.
-El Amo le estaba esperando Señora. Venga conmigo- le dijo el Señor Park. Ella lo siguió a la sala de estar llevando de la mano a Doyun.
Sintió un escalofrío recorrerle la espalda, la opresión en el pecho se volvió más intensa haciendo que su cuerpo se pusiera frío y rígido. Ahí frente a sus ojos, estaba su esposo muy cerca de otra mujer, riendo y compartiendo unas copas. Ella hablaba muy entusiasta y él ponía toda su atención en ella, al grado de que no se percataron de su presencia. No podía ver su rostro porque estaba de espaldas, pero ya sentía que la odiaba. Doyun se soltó de su mano y corrió hacia él.
-¡Tio Yiyo!- gritó el niño. Lo que hizo que él por fin los mirara. Su sonrisa se ensanchó y se puso de pie abriendo los brazos para recibirlo. Lo abrazó efusivamente haciendo que sintiera una punzada de celos, por el cariño que le profesaba a su hijo, mientras que a ella solo le manifestaba desprecio. La mujer entonces giro su cuerpo para verla directamente y Jandi pudo reconocerla. Sintió un Deja Vu. Nuevamente la misma mujer se interponía entre ella y el Hombre que quería. Ha Jae Kyung la miraba con su característica sonrisa. Sin embargo, no era como la recordaba. Su amistad estaba rota, por lo que sólo se limitó a darle un saludo carente de emociones.
- ¡Hola Jandi!-
La aludida se acercó a ella cambiando su compostura, caminando con altanería, sabiéndose ganadora en esta ocasión, así que con aires de suficiencia le contestó.
- ¡Señora Yoon, para ti!- le respondió pasando junto a ella sin saludarla, para luego irse a sentar a lado de Jihoo y Doyun, quienes la miraron con extrañeza. Doyun volteó directamente hacia Jihoo y con los ojos abiertos de la sorpresa, le preguntó.
- ¿Por qué Mamá dijo tu apellido tío?- Jihoo le sonrió, iba a responderle pero la invitada de Jihoo, Jae Kyung, habló primero.
- Creo que es momento de irme Jihoo. Veo que necesitan tiempo para hablar. ¡Por cierto!- dijo dirigiéndose al Niño y acercándose a él. – mi nombre es Ha Jae Kyung, y soy una vieja amiga de tu tío. Es un gusto al fin conocerte-
- El gusto es mío Señorita. Es usted muy bonita. Pensé que era Tu novia tío- dijo volviendo su vista a Jihoo. Él se puso nervioso y miró en dirección a Jandi.
- Ella nunca se fijaría en él Doyun. No sabes lo que dices. Tiene estándares más altos. Fue una fiel admiradora de tu Padre- dijo Jandi ácidamente. Jae Kyung volvió su vista a ella.
- Creo que ambas teníamos los mismos estándares entonces. Y no deberías subestimar a quien ahora forma parte de tu vida. Él sería el Hombre con el que cualquier mujer soñaría- Jandi empezó a reír.
- ¿Me estás diciendo que te interesa? Creo que sigues fijándote en los Hombres que se fijaron primero en Mi. Ya deberías de haber aprendido a no ser una arrastrada, y buscar en otro lado- Jihoo entonces le hablo a Jandi Furioso.
- Jandi! ¿Qué te sucede? ¿Por qué le hablas así? Deberías disculparte-
- No voy a disculparme con alguien que quiere quitarme a Mi Marido-
-¿Quieres callarte?-
- Jihoo, déjala. Ella solo se siente insegura. Te dejo. Podemos hablar después- Jihoo se acercó a Jae Kyung.
-¡Perdón! Yo… no pensé que pasaría algo así-
-¡No te preocupes!- le respondió moviendo la mano para que no le diera importancia. Luego se acercó a Doyun. – Tenemos pendiente un día divertido. Mmm espero poder ir contigo a jugar un rato. ¿Si te gustaría no?- Doyun volteó la vista hacia su Madre que permanecía impasible.
- Si… me gustaría, si me dan permiso. Es usted muy amable-
-Mira! Le dijo ella. Como sabía que te vería, pase a una tienda de Mangas y te compré la última edición de tu favorito. Tu tío me dijo que te gustaba mucho- Doyun abrió los ojos de felicidad.
-Wowww! El que quería! Muchas gracias Señorita- Y sin pensarlo la abrazó, para sorpresa de Jihoo y el enojo de Jandi.
-Dime Jae! No me gusta que me digas Señorita. Me siento una extraña. Y quiero que seamos amigos. ¿Está bien?-
- Si claro! Jae!-
- Eso! Así me gusta! Bueno, ahora si me voy. Ya no quiero importunar más-
- No lo haces! Siempre eres bienvenida en mi casa- Le replicó Jihoo. Ella le sonrió, y después mirando seria a Jandi, se despidió de ella.
- ¡Nos vemos Jandi!- Ella no contestó. Jae Kyung hizo una reverencia y se dirigió a la salida. Jihoo fue tras ella para acompañarla. En la puerta ella le sonrió para tranquilizarlo, porque se veía muy apenado.
-¡Está bien! No estoy afectada-
- ¡No, Jae Kyung! ¡No estuvo bien! No mereces que te trate así. Eres mi amiga. Ella debería ser más respetuosa-
- Solo estaba celosa- Jihoo negó con la cabeza.
-Te equivocas. Ella no siente nada por Mi. Me lo dijo. Ya lo hemos hablado-
- Me temo que te mintió- Le tomó la mejilla con la mano.
-Siempre has sido un romántico, y eso te hace ingenuo. Te es difícil darte cuenta cuando una Mujer se interesa en tí- dijo mirándolo a los ojos. Luego bajo su mano, pero Jihoo la tomó entre las suyas y se la llevó a los labios para besarla.
- ¡No te alejes por esto! Eres alguien importante para Mi-
- No lo haré -
-¿Lo Prometes?
-¡Lo Prometo! Y levantó su dedo meñique para que Jihoo entrelazara el suyo con el de ella. Ambos sonrieron y se despidieron. Una vez se fue Ja Kyung, Jihoo cerró la puerta y cerró los ojos suspirando, para tratar de controlar su enojo, pero estaba realmente furioso. Fue a la sala de estar y llamó a su Mayordomo.
-¡Señor Park! Lleve por favor a Doyun a la habitación que hemos preparado para él para que se instale-
-¡De inmediato Señor!- contestó obediente el Mayordomo. Se agachó a la altura de Doyun y sonriéndole le dijo.
- Instálate como gustes. Todo lo qué hay allí es tuyo. Yo subiré en un rato para avisarte de la cena. ¿Tienes hambre no?-
- Demasiada- Jiho río un poco.
-¡Muy bien! Entonces descansa un poco y te veo en un rato.
-¡Si, Tío!- Luego poniendose un poco serio. Fue hacía Jandi.
- ¡Nos vemos Mami!- le dijo mientras le daba un beso en la mejilla. Jandi no se inmutó. El niño torció la boca resignado y siguió al Mayordomo. Cuando se perdieron de vista. Jihoo fue hacia Jandi y la tomó del brazo con fuerza.
- ¿Qué diablos te pasa Bombero?- El no contestó y la llevó hacia uno de los jardines. Se detuvo cuando consideró que estaban lo suficientemente alejados de miradas curiosas.
- ¿Qué demonios fue eso que hiciste allá adentro? ¿Por qué te comportaste de esa manera con ella?- Jandi ensanchó una sonrisa y se cruzó de brazos.
- ¿Por qué? ¿Eche a perder tu cita?- Hizo cara de asustada y se llevó una mano a la boca para taparla. ¡Oh! Perdóname no sabía-
- No seas Hipócrita. Sabías perfectamente lo que hacías. Querías humillarla. ¿Con qué fin? ¿Aun estás resentida con ella por ese episodio con Junpyo? Ella se rindió y además siempre te consideró su Mejor amiga-
- ¿Amiga? Claro! Una Amiga que sólo se fija en mis Hombres-
Jihoo la miro fijamente. – Yo no soy tu Hombre, Jandi- descruzo los brazos y lo miro directamente.
-Eres MI Esposo, quieras o no. Y al menos debes respetarme y no andarte exhibiendo con otras mujeres-
- Ahhh es eso. No quieres que se burlen de ti. Debemos aparentar- El sonrió irónicamente. Levantó las cejas y con seriedad le dijo.
- No me ando exhibiendo. Y Jae Kyung es mi amiga desde hace muchos años. Desde el día de la boda fallida con Junpyo para ser exactos. Así que te prohíbo que vuelvas a tratarla así-
- La voy a tratar como se me de la gana. ¿Crees que no me di cuenta que se muere por Ti?- Jihoo entrecerró los ojos.
- ¿Estas celosa? ¿Crees que puedo enamorarme de ella?- Jandi se puso nerviosa ante la pregunta. ¡Maldita sea! Una vez más esos nervios. Pero, ¿Eran celos? Es que le hervía la sangre al verlo tan feliz con ella.
-No te sientas importante Bombero- trato de disuadirlo. Pero El se había acercado demasiado y la tenía acorralada contra la pared del Jardín.
La miro de arriba abajo y le tomó el rostro por la barbilla.
-Entonces, ¿por qué tiemblas ante mi cercanía? Tu dices una cosa, pero tu cuerpo dice otra. Estás mintiendo… Nutria-
Jandi sintió que las piernas no le respondían. Él había usado el apodo que con cariño usaba con ella cuando eran amigos. La forma en que la estaba mirando le estaba nublando la mente y los sentidos, haciendo que casi colapsara de los nervios. Su corazón comenzó a latir desbocado y su respiración empezó a entrecortarse. ¡Maldicion! ¿Qué poder estaba ejerciendo sobre ella? Esto no estaba bien. Ella no podría continuar con su objetivo si seguía así. Es que… ¿se estaba enamorando de él? Imposible. Ella no debía enamorarse y menos de él. Pero él estaba tan cerca, su mente quería alejarlo, pero su corazón quería mantenerlo así. Deseaba acortar la distancia, besarlo y terminar enredados en las sábanas de su recámara. Jihoo le Soltó la barbilla y la miraba intensamente. Ninguno de los dos quería romper el contacto visual para no perder el momento cargado de emociones. La voz del Mayordomo los interrumpió.
-¡Disculpe Señor! Usted me dijo que apenas estuviera la cena le avisara –
El momento se perdió, pero aún mantenían el contacto visual.
-Avísale a Doyun que baje. Voy enseguida. Gracias por avisar-
-¿La señora se queda a cenar?- preguntó el Mayordomo.
-La Señora se queda a cenar y también esta noche. Prepárale una recámara- Jandi arrugo el entrecejo. ¿Ahora él decidía por ella?
-¡Como usted diga, Señor!- Jandi entonces reaccionó e intentó hablar al hombre.
-¡Oiga, Señor Park!, espere. Yo no…
Pero Jihoo la tomó del brazo para detenerla de ir tras el Mayordomo.
-Eres Mi esposa ahora. Y como tal, también debes considerarme. Fuiste capaz de imponerte frente a Jae Kyung reclamando tu lugar como Señora Yoon, entonces, debes empezar a asumir las consecuencias de eso. Y como tu esposo te digo, que Hoy te quedas aquí- Le dijo con determinación, dejándola sin derecho de réplica. Ahora él estaba dominando la situación.
