Malik era una imagen dolorosa a la vista, tambaleándose, de pie solo por su fuerza de voluntad o gracias al odio que sentía por Altair; herido, agotado y empapado en sangre.
Su brazo izquierdo colgaba inútil, sangre seca y un aterrador color en la piel visible.
—Aún estoy vivo —los ojos inyectados estaban clavados en Altair quien pudo ver los dientes manchado en sangre y como su respiración se entrecortaba por sus esfuerzos.
Kadar muerto y el dedo de Malik señalándolo como si de un espíritu del más allá clamando venganza se tratara. Y la excusa de Altair sonó insuficiente para sus oídos.
—¡Porque no hiciste caso a mi advertencia! —Y era impresionante como el hombre herido aún tenía energía— Todo esto podría haberse evitado. Y mi hermano… Mi hermano aún estaría vivo. Tu arrogancia por poco nos cuesta hoy la victoria.
—¿Por poco? —notó como Al Mualim preguntaba, pero no fue capaz de apartar la mirada del gesto de Malik, quien mostró un sonrisa salvaje dirigida a Altair.
—Tengo lo que vuestro favorito no consiguió encontrar.
Lo vio meter la mano a la bolsa que colgaba a la altura de su cadera y, entonces, algo sucedió. El gesto de odio y burla desapareció, dando paso a clara sorpresa y miedo, miraba a Altair no como si no lo conociera sino como si no pudiera creer que era real, lo notó tambalearse, como si apenas fuera consciente de su cansancio y el peso de sus heridas; lo vio voltear con Al Mualim, quien no había prestado atención a la turbación del asesino, incapaz de apartar sus ojos de la mano en la bolsa, pero para Altair no pasó desapercibido como el odio que momentos antes había sido dirigido a él se volcaba en el hombre mayor, antes de recomponer su mirada en un gesto neutro para ya no mirar a Altair de nuevo.
Vio su mano temblar al sacar una caja redonda, en extremo adornada cuyo peso casi venció su mano, el tesoro que Al Mualin tanto anhelaba se encontraba ojo bueno del hombre se abrió y brilló. Tenía los labios separados y asomó su lengua. Estaba embelesado por la caja y la idea de lo que había en ella que no notó el suave click que hizo cuando la ofreció.
—Me temo que he vuelto con algo más que su tesoro —y había diversión en el gesto de dolor de Malik.
Se oyó un alboroto fuera. Gritos. Unos pies que corrían. El sonido inconfundible del acero chocando. Dos asesino se presentaron, uno tomó el botín de la mano de Malik, ante el gesto de Al Mualim lo colocó en la mesa; mientras que el otro venía con noticias.
—Maestro, nos atacan. Robert de Sablé ha sitiado el pueblo de Masyaf.
—Así que busca pelea, ¿no? Muy bien. No se la negaré. Informa a los demás. La fortaleza debe estar preparada.
Volvió su atención a Altaïr y sus ojos ardieron cuando dijo:
—En cuanto a ti, Altaïr, nuestra discusión tendrá que esperar. Debes dirigirte al pueblo. Destruye a esos invasores. Échalos de nuestro hogar.
—Así se hará —respondió Altaïr, que no pudo evitar sentirse aliviado por el repentino giro de los acontecimientos.
Dio una última mirada a Malik que no parecía querer percatarse de su presencia, el hombre herido dio un paso atrás, golpeando con la columna de piedra, usándola de apoyo, el asesino que había tomado el tesoro ofreció su ayuda pero solo fue rechazado por un gesto que pertenecía a un mentor y no al simple asesino que era Malik.
…
Cuando volvió después de la derrota de De Sablé el cuartel estaba en caos, Altair encontró a Al Mualin frente a su mesa donde la caja que guardaba el tesoro se encontraba abierta y vacía, mientras gritaba órdenes a un grupo de asesinos que momentos antes habían estado en la batalla con él.
No entendía como los templarios habían accedido al interior hasta que Al Mualim dejó de repartir las órdenes y cerraba con una sentencia final.
—Malik Al-Sayf ha robado el tesoro de los templarios y huido oculto gracias a la batalla.
Altair miró la columna en la que se había apoyado, aún manchada con su sangre.
—El hombre estaba casi muerto, no pudo ir tan lejos —se sorprendió al darse cuenta que fue el quien lo había dicho.
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Tenía toda una vida queriendo escribir un fic de AC de Malik y Altair, no puedo explicar por qué a pesar de que hay relaciones LGTB canónicas en la saga estos dos siguen siendo mi OTP.
La idea va de: ¿Y si los Frutos del Edén guardaran todos los recuerdos de las personas que los han tocado y se pudiera acceder no solo a los recuerdos del pasado sino también a los del futuro?
Ahora Malik gana un brazo, pero aún pierde a su hermano, mis disculpas Kadar.
Para esta historia además del videojuego me estoy apoyando en fragmentos de la adaptación a novela que hizo Oliver Bowden del juego, porque no tengo tan fresco el juego como quisiera y mi reciente obsesión con el Ashen no me deja rejugarlo actualmente.
(Publicado también en Ao3)
