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La segunda vez en la noche que Giyū llamó a Sabito, se enteró de tres cosas bastante graves:
1.- La organización criminal llamada "Armas del Diablo", al parecer, era un conjunto de pequeños grupos bien organizados de personas peligrosas dedicadas a bastantes giros ilegales; los usureros, se informaba, eran tan solo un escaño bajo en su jerarquía. Dicha organización tenía origen extranjero (aún no confirmado, pero se especulaba que habían llegado desde Taiwán), que operaba en diversas ciudades del país, y donde los hermanos Tomioka estaban ahora mismo, era sobre la que más control tenían. Además de que sí, todos eran muy peligrosos, además de numerosos.
2.- Llamar a la policía sería inútil, ya que Sabito también le informó a Giyū que ese grupo tenía gente infiltrada en "la ley" para cometer sus crímenes con total impunidad; eso sin contar a los "abogados" que también trabajaban para ellos con tal de no dejar un solo cabo suelto. Y aunque algún agente de la ley quisiera hacer su trabajo en su contra, de nada serviría.
3.- Giyū tendría que resignarse a darles 3 millones de yenes sin rechistar, ya que este grupo criminal podría tener represalias contra Tsutako o él mismo ya que tenían sus identidades.
Y lo peor, es que Giyū debía olvidarse de cualquier plan sobre "cobrar venganza". Debía darles el dinero y desaparecer de su foco de visión. Punto.
Si algo Oyakata-sama exigía a sus "cobradores" era ser completamente anónimos. Gente "normal" que pudiese pasar inadvertida hasta que llegase la hora de trabajar.
—En pocas palabras, si algún día quieres vengarte de lo que tu estúpido cuñado hizo, vas a tener que hacerlo cuando ya no trabajes para Oyakata-sama —le dijo Sabito, igual de decepcionado—. Él no quiere a nadie de ese grupo persiguiéndote, y por ende, persiguiéndonos a nosotros. No te lo he dicho, pero ya tenemos a suficientes bastardos haciendo eso y no necesitamos a esos infelices también.
Eso había sido duro de oír, pero no había otro camino.
—A mí también me habría gustado darles su merecido, pero esas son las órdenes de Oyakata-sama y debemos respetarlas.
Giyū mentiría si dijese que eso no le produjo mucha indignación, pero entendía el punto de su nuevo jefe y Sabito.
Él prontamente se haría de enemigos peligrosos; hacerse con unos antes de su primer trabajo era bastante estúpido desde una vista estratégica. Pero a Giyū le enfadaba muchísimo no poder devolverles a esos muertos de hambre siquiera un 10% del sufrimiento de Tsutako.
Pero sabía que lo mejor era darles de una puta vez ese dinero, y comenzar a trabajar para pagarlo algún día. Además de alejar a Tsutako de ellos.
—Sabito… yo… no sé cómo agradecerte… es decir, apareciste en el momento más…
—Oyakata-sama dice que las coincidencias no existen, pero si te soy honesto, no esperaba verlos a ustedes en una situación así cuando pensé en ti para este trabajo. Sea como sea, en un par de días tendré el dinero en efectivo, yo te acompañaré a hacer el intercambio y… por dios… aleja a tu hermana de ese parásito.
—Sí, ya le dije que eso haríamos —dijo seguro de que así sería.
—Bien, nos mantendremos en contacto.
—Sí. Sabito, gracias, de nuevo.
—No me des las gracias. Ya te lo dije: no vas a ir por el camino fácil. Vas a tener que ganarte cada yen. Lo jodido es que los tres primeros millones ni siquiera los vas a disfrutar tú —se rio solo ya que Giyū no pudo verle lo gracioso a eso—, ya te llamaré yo cuando sea la hora. Tú cuida de Tsutako.
Entonces la llamada entre ellos finalizó.
Giyū se aseguró de que la puerta del apartamento de su hermana estuviese bien cerrada. Tratando de ser cuidadoso, en medio de la oscuridad, miró por la ventana, haciendo ligeramente a un lado la cortina andrajosa; notó a varios autos estacionados en la calle, pero ninguno parecía sospechoso. Inseguro de todo a su alrededor, él fue a dormir al sofá mientras ella lo hacía en su propia cama.
A la mañana siguiente, él aprovechó que Tsutako se encontraba tan cansada que durmió varias horas más posteriores al amanecer, para buscar una maleta donde pudiese guardar su ropa.
Sí, se sintió muy incómodo manipulando la ropa interior de Tsutako, pero trató de no pensar mucho en eso sino en lo que debía hacer para mantenerla a salvo. Prosiguió con buscar sus papeles importantes, actas, documentos y cualquier cosa que llevase su nombre. Incluso encontró el acta de matrimonio de ella y Sora. Encontró álbumes de fotos, las que Giyū había dejado atrás donde incluso él salía junto a su padre, cuando era un niño. Varias de Tsutako y él.
Guardó todo lo que pudo en la maleta, cuando ya no hubo espacio, buscó bolsas de plástico.
Encontró collares de "oro", un reloj de "plata" (él no sabía identificar si eran eso o metal falso) y algunos aretes, varios sin pares. Todo fue a las bolsas de plástico.
La ropa de Sora, artículos de aseo, ropa vieja y revistas con mujeres desnudas… todo se qued…
De una de esas revistas cayó una hoja doblada en 4 partes, parecía arrugada.
Pensando que seguro era algo que pertenecía a Tsutako, Giyū la desdobló, leyendo su contenido, sólo por curiosidad. Frunció el ceño.
—¿Pero qué demonios? —susurró después de leer, quedando pasmado—. Esto debe ser una jodida… broma…
Sintiéndose mareado, y hasta mal del estómago, no pudo evitar guardarse rápidamente ese papel en uno de los bolsillos de su pantalón, y luego echarle un vistazo a su hermana, quien seguía durmiendo.
Su querida hermana.
Su querida Tsutako.
—Maldito desgraciado. Perro… miserable —gruñó apretando sus dientes y sus puños.
Nunca en su vida se había sentido así de furioso.
Ahora más que nunca, quiso romperle él mismo el cuello a Sora Takahashi.
—Continuará—
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Sé que el capítulo estuvo algo corto. No estoy muy bien de inspiración en estos días y he estado actualizando otros fanfics. Espero me disculpen jeje.
Como podemos ver, la injusticia para los hermanos Tomioka no ha terminado, y Giyū encontró algo que le ha hecho odiar realmente a Sora; lo peor, va a tener que salvarle el cuello. ¿Lo terminará haciendo o lo dejará tirado por ahí? Hagan sus apuestas XD.
Ya me encuentro trabajando en la continuación; muchas gracias por el apoyo y saluditos.
¡Gracias por leer y comentar a...!
Nocturnals y sofit11.
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