CAPITULO 4: LLEVARÉ A TODOS AL PASADO
En la cocina, las chicas terminaban de emplatar la lasaña y poner la mesa.
-Tsuna-san y los demás están tardando mucho…- comentaba Haru.- Quizás deberíamos haber bañado a I-pin-chan y Lambo-chan ya…- seguía diciendo, pero al voltearse vio a Kyoko completamente ausente.- ¿Kyoko-chan?
-¿Eh? ¿Qué pasa Haru-chan?
-¿Estás bien? Te veo algo distraída…
-Estoy bien.- dijo mostrando una sonrisa falsa, Haru no quiso preguntar nada más y Adrya prefirió no inmiscuirse a pesar de que era evidente que algo le pasaba a la oji-miel.
Ambas jóvenes debían tener sus mentes y sus cuerpos realmente confundidos, después de todo, un extraño aparato las había lanzado a un futuro aterrador, al que debían adaptarse sin además hacer preguntas, ya que las habían relegado por su bien a la cocina. La falta de información era uno de los mayores detonantes para el mal cuerpo y la desconfianza. Por suerte para Tsuna, ambas jóvenes confiaban ciegamente en él.
En ese momento entraron a la cocina Lambo e I-pin, quien cuando las chicas notaron que Lambo no estaba en la cocina salió en su busca.
-Algo huele bien…- empezó a decir Lambo mientras se arrastraba aparentemente agotado.- ¡Estoy hambriento!
-I-pin tiene mucha hambre.- decía la pequeña dejándose caer junto a Lambo quien se había quedado sentado en el suelo.
-¡Lambo-chan, I-pin-chan! ¿Qué os ha pasado?- preguntó preocupada de verlos así Haru.
-¡Hahi! ¿Os habéis perdido?
-Volvimos siguiendo el buen olor.- explicó I-pin.
-¿Eh?- se sorprendieron las jóvenes mientras veían la bandeja de lasaña recién hecha.
-Así que así fue, ahora mismo os ponemos un plato, lavaos las manos y sentaros en la mesa ¿vale?- dijo dulcemente Adrya mientras cogía dos platos y se disponía a cortar dos porciones de rica lasaña italiana.
-Estoy hambriento, ¡Lambo-san va a comer mucha lasaña!- decía el pequeño en brazos de Haru quien les ayudaba a lavarse las manitas e ir a la mesa.
- ¡I-pin también!- decía la niña con entusiasmo mientras ambos reían.
-¡Hai, hai!
-Aquí tenéis.- decía Kyoko sonriente mientras les ponía los platos que Adrya había servido delante de los pequeños.- Disfrutadlo.
-Nee Lambo, I-pin.- llamó la atención la rubia de los pequeños antes de que pudiesen empezar a comer.- Es la primera vez que las chicas hacen un plato italiano, así que hoy seréis los honorables jueces de cocina, ¿vale?
-¡HAAAII! ¡Itadakimaasu!- ante esto los pequeños se entusiasmaron aún más y empezaron a comer, o más bien devorar el plato.
-¡Sugooiii!- exclamó Lambo con la boca todavía llena. – Esto está muy bueno.- intentaba decir entre bocado y bocado, manchándose todo de comida.
- ¡I-pin feliz!- decía la pequeña infante mientras comía contenta, aunque algo más moderada que Lambo.
-¡Me alegra!- dijo Haru mientras les ponía a los niños un vaso de agua a cada uno.- Ha valido la pena trabajar tan duro para esto entonces.
-Hai.- respondía Kyoko entre risas.- La comida italiana es muy divertida de hacer.
-Nee chicas, ¿os gustaría ver una cosa? Acabo de encontrar algo interesante.- les comentó la rubia mayor sentada en la mesa junto a un pequeño portátil.
-¿Qué es Adrya-san?
-Haru siente curiosidad.
Decían las chicas mientras se acercaban a los lados de la joven italiana.
-Son algunas de las fotos de mi boda.- dijo la rubia sonriendo sorprendiendo a ambas chicas.
-¡Hahi!
- ¿De tu boda? ¿Podemos verlas Adrya-san? – preguntó Kyoko ansiosa por poder ver fotos de una boda.
-Hai, hai. Demo, no podréis ver las principales, si descubrís quien estaba con quien en el futuro o cosas significativas este podría alterarse, ¿vale?
-¡Haaiii!
Entonces Adrya les empezó a enseñar fotos de la recepción de la boda, y de los distintos invitados.
-¡Ese es onii-chan! – se sorprendió Kyoko mientras señalaba una de las imágenes que acaban de ver pasar.
- Pues claro, todos estabais en la boda jajaja.- decía alegre Adrya.- Mirad esta es de mis preferidas.
En ese momento apareció en la pantalla una imagen con tres jóvenes sonriendo a la cámara, dos de ellas lucían largos y delicados vestidos de roja seda italiana, de un tono rojizo muy suave que las hacía ver muy atractivas.
En medio de estás una joven rubia lucía radiante con el cabello rubio recogido adornado con pequeños detalles y un espléndido vestido blanco ajustado con una gran cola tras ella. Las tres chicas salían riendo felices mientras saludaban a la cámara.
-¡Hahi!- exclamó Haru impresionadas.
-E-Esas…- empezó a decir Kyoko.
-¡Somos nosotras!- terminó por ella la castaña.
-Hai, fuisteis mis damas de honor.- dijo con una gran sonrisa Adrya, mientras pensaba que por saber ese detalle y verse como serian de mayores no pasaría nada, no era información con la que se pudiese alterar el futuro, ¿no?
-¿Hahi?- la rubia y la oji-miel miraron a Haru, quien observaba la foto contrariada.
-¿Pasa algo Haru-chan?
-¿Haru?
-E-Etto… ¿Qu-quién es el joven que está de perfil al fondo de la foto?- preguntó la castaña.
- ¿Es guapo verdad?- decía Adrya mientras acercaba la imagen, donde más al fondo tras la Haru diez años mayor, se encontraba un joven recostado en la pared, de facciones duras y mirada rasgada, de traje de raya negro, camisa granate y corbata negra. Todo un galán.
-En la siguiente foto sale conmigo, ¿quieres verla? – le preguntó Adrya con voz picarona, no se esperaba que ciertas cosas fuesen a empezar tan pronto.
-H-Haii… Demo Tsuna-san siempre será el mejor.- decía la chica intentando ocultar el nerviosismo provocado por la mayor, mientras las otras dos se reían bajito.
-Hai, hai.
Al pasar de imagen, pudieron ver al apuesto galán, sonriente junto a la novia quién parecía haberlo cogido de improvisto y haberle sorprendido tomando la foto.
-¡N-no puede ser!- decía la castaña completamente roja para delicia de Kyoko y Adrya quienes no podían evitar reírse con la situación.
-¡Aaah! ¡Estupidera!- gritó entonces Lambo.
-¡Hahii!- se asustó entonces Haru quien cayó de culo al suelo mirando hacia todas partes todavía sonrojada.
-¡Ese!- decía Lambo señalando la foto, pues los pequeños también querían ver.
-Hai Lambo-chan.- empezó a decir Adrya.- El chico de la foto es Hayato.- tras decir eso la joven rubia miro con perspicacia a Haru, quien no sabía dónde meterse y cada vez se sonrojaba más.
Mientras tanto en la sala de entrenamiento, los chicos intentaban ayudar a Tsuna a que encendiese su llama, pero este lucía agotado.
- N-No puedo hacerlo…- decía deprimido.
-No se preocupe, usted es el Décimo, podrá hacerlo.- le animaba Gokudera.
-Escucha Tsuna.- le decía Yamamoto.- Imagina tu determinación como una "explosión" y luego di " hmph" y entonces esto saldrá como "gah".-intentaba el moreno explicarle con sus teorías de onomatopeyas y sonidos raros mientras se lo mostraba.
-¿¡Crees que él lo va a entender así, estúpido beisbolista!?
A lo lejos Reborn y Lal Mirch les observaban.
-A lo mejor el solo puede lograrlo cuando el anillo cuelga de su cuello.- meditaba Reborn.
-Él no es bueno.- decía Lal.- Y aun así es el décimo jefe Vongola.- mientras decía esto veían a Tsuna volver a intentar concentrarse y encender la llama de su anillo.- Él tiene que estar al nivel de su "yo" de diez años en el futuro.
-¿Por qué? ¿Por qué soy el único que no puede crear una llama?- se preguntaba así mismo Tsuna en voz alta.
-Sawada, ¿realmente tienes la determinación para hacer esto?- le preguntó la chica mientras se acercaba.
-La tengo.- dijo el castaño mientras miraba dudoso su anillo.- Realmente la tengo.- pensaba.- Quiero que todo el mundo regrese al pasado. Para hacer eso, tengo que ser más fuerte que Millefiore y encontrar a ese tipo llamado Irie Soichi. Así que haré todo lo que sea, ¡pasaré por cualquier tipo de entrenamiento para lograrlo!- pensaba Tsuna concentrándose todo lo que podía.- ¡No importa lo que me cueste!
Pero al igual que en las otras ocasiones, ninguna llama salió del anillo, desanimando y enfadando al joven.
-Después de todo… no soy bueno.- se deprimió.
-Tsuna/ Juudaime.- se preocuparon los chicos.
-Lo sabía, sólo soy el inútil de Tsuna.- seguía diciendo el castaño más para sí mismo que para los demás.- No entiendo que es la verdadera determinación…
-Deja de comportante así.- decía Lal Mirch quien estaba dispuesta a darle otro golpe.
Pero entonces Reborn saltó golpeando con una patada en la cabeza a Tsuna.- ¡Patético!
-¡Juudaime!
-Es mi turno, puedes regresar.- dijo Reborn mientras se acercaba a Tsuna quien se incorporaba en el suelo tras el golpe.
-Reborn…
-No trates de actuar genial, Tsuna.- empezó a decir su mentor mientras se subía a su rodilla.- Eres de los tipos que no pueden ser un héroe.
-¿Eh?
-Deseas regresar a todos al pasado.- siguió el arcobaleno.- Ten paciencia con el entrenamiento para poder golpear a un enemigo. Tu actuación no va contigo, la sensación en aquel momento era mucho más sencilla.
-En ese momento…
-La primera vez que encendiste la llama de tu anillo.- explicó Reborn.- ¿Qué es lo que querías hacer?
-¿Eh?- y en ese momento lo comprendió.- Solamente… ¡Solo quería proteger a Kyoko-chan!
-Hmp, buena respuesta.- dijo el pequeño sonriendo torcidamente.- ¿No hay alguien a quien desees proteger en este momento?
-¿Eh? Sí, por supuesto.- respondió Tsuna recordando entonces a Kyoko, Haru, Lambo, I-pin…-Quiero… proteger a todos.
Tras decir eso una increíble llama surgió del anillo de Tsuna, sorprendiendo a Lal Mirch y haciendo sonreír a los demás.
-Lo hiciste Tsuna.- le felicitó Yamamoto.
-Bien hecho Juudaime.- le animó Gokudera.
Tsuna no cabía en su gozo e impresión.
-¡Lo hice Reborn!
-Por supuesto.
-Y pensar que esto era mucho…- pensaba Lal Mirch mientras observaba unos metros más lejos del grupo de jóvenes.- Aunque la determinación de Sawada… y el entendimiento de Reborn sobre él… es realmente increíble. Lo más increíble fue… El vínculo entre ellos.- seguía observándoles.- Sawada se permitió expresar sus sentimientos hacia Reborn sin vacilación.
-No me preocupes así, dame-Tsuna.- decía Reborn mientras le retorcía el brazo tranquilamente.
-Ellos deben de haber pasado por diferentes dificultades juntos.- seguía pensando y observando la italiana. Tras dejar esas observaciones atrás la peli-azul decidió que era tiempo de seguir con el entrenamiento.- Bien, ahora es el momento de abrir esta caja.
Los chicos pusieron sus ojos de nuevo en esa misteriosa caja verde.
-Haru se siente triste, los chicos aún no han vuelto de entrenar.- decía la castaña deprimida.
-Deben estar esforzándose mucho…- comentaba pensativa Kyoko.- Será mejor que guarde en el horno que todavía está caliente la lasaña para que no se enfríe.
-Arigatou Haru, Kyoko, os estáis esforzando mucho.- dijo la rubia, quien tenía sobre ella a Lambo dormido, mientras que I-pin descansaba sobre sus piernas.
-Adrya-san, ¿no te pesa mucho Lambo? Puede ser malo para él bebe.
-Hahi, es verdad, yo puedo cogerlo o podemos ponerles algo blandito para que descansen.
-No, no, tranquilas chicas no es necesario, no me hacen daño, más bien el pelo de Lambo-chan me hace un poquito de cosquillas, pero no pasa nada.- decía Adrya entre sonrisas.
Tras haber comido los pequeños, y viendo que los chicos tardaban mucho, las chicas decidieron recoger y limpiar la cocina y comer ellas también.
Mientras veían las fotos de la boda, las que se podían, el pequeño niño vaca había dicho que el gran Lambo-san debía ser el novio, porque Adrya era una de las novias más bonitas que había visto, pero tras ver también una foto de Haru y Kyoko, dijo que el haría que ellas también fueses sus novias más bonitas, haciendo reír a todas las chicas.
Lambo e I-pin habían estando sentados sobre Adrya mientras las veían, así que mientras las jóvenes hablaban sobre los detalles de la decoración, vestidos y demás, los pequeños terminaron dormidos abrazados a la rubia.
-¿Y ya saben si es niño o niña? – preguntó Kyoko mientras se sentaba junto a Haru y Adrya y dejaba sobre la mesa tres tazas de té.
-Bueno… todavía es un poco pronto para saber el sexo del bebé pero…
Las chicas miraban expectantes a la italiana.
-El médico me ha dicho que parece ser que son dos, y no solo uno como esperábamos.- dijo finalmente Adrya con una sonrisa.
-¡Hahi! ¿Dos bebés?
-¡Eso es maravilloso Adrya-san!-exclamaron las jóvenes.
-¿Y ya han pensado nombres?- preguntó Kyoko.
-Bueno algunos si, para chica uno de los que me gusta es Alexis.
-¡Lexi-chan!- exclamó Haru- Es muy bonito.
-Demo… hay un nombre que me gusta más, porque tendría un significado especial gracias a su padre.
-¿Cuál? ¿Cuál?- preguntaron las chicas.
-Miu.
-¿Miu?- repitió Kyoko.
-¿La bella lluvia?- dijo Haru al recordar el significado del nombre.
-Hai.
-¡Hahi!
-¿Qué ocurre Haru-chan?- preguntaron Adrya y Kyoko.
-¿Por qué no le dicen si uno de los dos es chica "Miu Akane"?
-¿Miu Akane?- repitieron las otras dos dudosas.
-Hai. "La bella lluvia de la flor rubia"-explicó la castaña muy contenta por su aportación.
-Es cierto Haru-chan, Akane es flor rubia.- alegó Kyoko mirando hacia Adrya para ver qué opinaba.
-Haru… ¡Es una idea increíble!- grito la rubia haciendo gritar de alegría a las otras dos, pero rápidamente se taparon las tres la boca y miraron hacia el regazo de Adrya, esperando. Pero ninguno de los pequeños se despertó.
-¿Y nombres de chico han pensado alguno?- preguntó Haru susurrando.
-Hai, me gustan mucho Daisuke, Ryuji, Usui y Tahei.
-Son los cuatro muy bonitos.
-¿Pero no han pensado en ninguno italiano?
-Ie, me gustan los nombres en japonés, aunque Blake, Hayley y Kaine, son nombres no muy conocidos italianos, pero también me gustan bastante.
-Son todos magníficos Adrya-san.
-Oohh Haru quiere conocer a los pequeños. – decía la castaña con un puchero.
-Y lo harás Haru.- dijo la rubia alegrando a Haru.- Pero dentro de casi 11 años.
Tras decir eso y ver el nuevo puchero de Haru, Kyoko y Adrya solo pudieron reírse bajito y continuar a la espera de los chicos.
Mientras tanto en la sala de entrenamiento…
-Déjemelo a mí Juudaime, yo me encargaré a partir de ahora.- exclamó Gokduera viendo con decisión la pequeña caja verde.
-Inténtalo.- exclamó Lal Mirch mientras le pasaba la caja.
-Bien, mirad esto… ¡sal!- y tras decir esto, el peli-gris inyectó las llamas de su anillo en la caja pero… no pasó nada.- ¿Mmm? E-Esto…
-¿Gokudera-kun?
-¿Sucedió algo?- pregunta Yamamoto.
-Se ha roto, lo sé por experiencia.- acotó el italiano mientras bufaba y se le hinchaba una venita en la sien.
-¿Eh?- se asombró Tsuna al ver lo orgulloso que era su amigo.
-Déjame intentarlo a mí.- dijo Yamamoto cogiendo la caja e inyectando sus llamas azules.- No ocurre nada…- dice afligido al ver que al igual que con Gokudera, de la caja no surge nada.
-¡Oye! Está rota en realidad, ¿verdad?- exclamó Gokudera dirigiéndose a la joven entrenadora.
-No está rota.- atajó ella.- Si la caja no se puede abrir hay dos posibilidades.- empezó a explicar.- Una es que vuestra llama es muy débil, y la otra que vuestro atributo es diferente.
-¿Atributo?- repitió Tsuna con curiosidad.
-Hay siete tipos de llamas distintas que emiten los anillos.- siguió hablando la peli-azul.- Estos se dividen igual que los anillos Vongola. "Cielo, Tormenta, Trueno, Lluvia, Sol, Nube y Niebla" Las cajas también se dividen en siete atributos. Los atributos del anillo y la caja deben combinarse para que la caja pueda abrirse.
-Suena como un candado y su llave…- simplificó Yamamoto mientras miraba la caja.
-Oye, espera un momento.- interrumpió Gokudera.- Yamamoto de diez años del futuro no me dijo nada de eso. Él dijo algo sobre ondas.
-Ondas que viajan por el cuerpo humano. – confirmó Lal.- Es la energía necesaria para hacer una llama con el anillo. Por eso hay anillos y cajas, porque hay siete tipos distintos de ondas. La cantidad y el balance de la onda de energía que fluye en el cuerpo de una persona es un potencial dado desde que naces.
-Umm…bueno…e-etto… ¿Qué quiere decir eso?- preguntaba Yamamoto con pena mientras se rascaba la nuca con nerviosismo y duda.
-Me perdí por la mitad. – dice Tsuna.
-Recordad esto, la onda, el anillo y la caja, si estos tres atributos no coinciden la caja no se abrirá.- terminó de explicar la chica.
-A fin de cuentas tengo la onda de la Tormenta.- dijo Gokudera habiendo entendido todo.- Así que puedo usar el anillo Vongola de la Tormenta y la caja de la Tormenta.
-Entonces yo soy el de la lluvia.- dijo Yamamoto.
-Y yo el del cielo.- entendió Tsuna.
-Así es.- afirmó Lal Mirch.
-¿Entonces esa caja no contiene ni el atributo de la lluvia ni el de la tormenta?- pregunto Tsuna mirando la caja que estaba en manos del peli-gris.
-Mi anillo del atributo de la niebla tampoco puede abrirla.- mencionó la joven.- Ahora es tu turno Sawada.
-¿Eh? Pero… si no es del atributo del cielo…
- De entre los siete atributos, el cielo es el único… que puede abrir todas las cajas. Esa es la ventaja del cielo, el atributo del cielo es uno muy raro.
-¡Lo sabía! ¡El Décimo es especial! – vitoreaba Gokudera.
-Que suerte Tsuna. – le felicitaba Yamamoto.
-¿Eeh?
-Ahora inténtalo. – le exigió Lal Mirch.
-V-Vale… ¿así?- en ese momento Tsuna inyecto llamas del cielo en la caja verde, haciéndola brillar.
-La caja se está rompiendo.- observaba interiormente Lal.
Al romperse, en la mano de Tsuna apareció lo que parecía ser ¿un pacificador de arcobaleno quebrado?
Esto sorprendió enormemente a Lal Mirch y Reborn, quienes no se lo esperaban.
-E-Es un chupete.- dijo Tsuna mientras lo observaba.
-¿No es un arma?
Mientras los chicos lo observaban Lal estaba impactada hasta que reaccionó.
-No es este… ¿un pacificador?- empezó a decir Tsuna, pero entonces Lal Mirch se lo quitó de las manos guardándolo con ella.
-Es todo por hoy, es hora de cenar.- dio la chica por finalizado el entrenamiento.
-¡O-Oye! ¿Qué ha sido todo eso? – le gritaba Gokudera.
-Reborn, ¿ese no era un pacificador de arcobaleno? – preguntó Tsuna agachándose junto al pequeño hitman.
-Esos signos… parece haber sido extraído a la fuerza tras una batalla.-decía el niño para si mismo.
-¿Eh?
-De todos modos vamos a comer, estoy hambriento.- zanjó el tema Reborn mientras se dirigía hacia el ascensor.
Durante el camino a la cocina los chicos prefirieron no comentar nada más del entrenamiento, estaban exhaustos, demasiada informa-ción de golpe. Y además tenían mucha hambre. Pero al llegar a las puertas de la cocina y abrir algo chocó contra Gokudera haciéndolo así caer al suelo… con una chica sobre él completamente sonrojada.
-¿¡Haru!?- se oyó decir a Tsuna.
-¡HAHI!
OoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooO
