Terminó de empacar las cosas que llevaría a la universidad.
Revisó todo a su alrededor checando en no dejar nada importante. Estando satisfecha de su escrutinio, salió de su habitación con la maleta.
Bajó por las escaleras hasta llegar a la entrada principal donde su padre y su ahora nueva madre le esperaban.
-Esa cosa se ve pesada. No se cómo no rodaste con ella-comentó burlesca la rubia
-Ventajas de cortar madera-alza la maleta como si nada en uno se sus hombros llevándola al maletero
-Podría matar a alguien con semejantes manotas-ambos mayores rieron al ver que la menor los escuchó y ahora los veía molesta con un puchero
-Déjala tranquila amor, además no te quejabas de que sus "manotas" te exprimían el pene con ganas-defendió la mujer y subió otras cosas más a la cajuela
-Bien, porque en verdad la voy a extrañar-sonríe viéndole con algo de tristeza-espero que se encuentren
-Lo mismo digo. Fue horrible la forma en la que se separaron-se abraza a si misma siendo reconfortada por su esposo
Subieron al auto y emprendieron el viaje hacia la universidad.
Por alguna razón el pelicenizo estaba ansioso de llegar antes ya que algo le decía que pasaría algo que cambiaría por completo su vida.
Aceleró su vehículo para tomar una de las áreas de departamentos más exclusiva del campus.
Varias horas de camino le mostraban ante sus ojos la ostentosa y enorme universidad en la que pasaría los próximos años.
Llegó al área administrativa y entregó todo lo necesario.
-Quiero la casa Alfa solo para dos personas-le dio un gran fajo de billetes a lo que la mujer sonríe amablemente
Le revisa la solicitud sellandola de aprobada.
-¿Quien sería la otra persona que se trasladaría ahí?
-Izuku Shimura
-Muy bien, aquí tiene su llave, su teléfono y el directorio especializado de alimentos y emergencias-le hace entrega de todo en orden-Bienvenido a la UA
-Gracias-se retira en su coche yendo directo a la casa Alfa
Condujo unos minutos más hasta llegar a su destino.
Bajó sus cosas con calma dejándolas en su enorme habitación de manera ordenada. Viendo todo en su lugar, se metió al baño a darse una larga ducha.
La peliverde llegó a recepción donde entregó toda su documentación. La mujer al revisar sus datos, los guarda y le entrega una llave.
-Casa Alfa, está a unos cuantos minutos más-le da un mapa del campus y de donde va a vivir estos años
-Muchas gracias-sonríe y va de nuevo al auto
Les indica a donde ir para retomar su camino a la casa estudiantil.
En pocos minutos arribaron a la gran casa, le ayudaron a bajar sus cosas y estando todo acomodado, se despidieron de ella y salieron de regreso a su hogar.
-Muy bien, hora de ducharse-toma una toalla y se encierra en el baño
Terminaron su baño y ya vestidos secándose el cabello, abrieron las puertas de sus habitaciones. Ambos quedaron inmóviles y sorprendidos.
-Kacchan...
-Zuzu...
Sus ojos se pusieron acuosos y sin pensarlo mucho, se abrazaron cariñosamente mientras su llanto se dejaba escuchar en esa enorme casa.
No supieron cuánto tiempo se mantuvieron en esa posición pero no les importaba.
Finalmente estaban juntos, como debió ser desde un inicio.
Se separaron un poco para verse a los ojos. La atracción en ellos era palpable y en unos pocos centímetros mas, sus labios se unieron en un beso apasionado.
-No puedo creer que al fin te deshicieras de ese par-le mira feliz estando ambos abrazados en el sillón
-Fue demasiado irritante, se la pasaban constantemente huyendo de un lugar a otro. Pero luego de varios años de perseguirlos como ratas, fueron hechos carne empaquetada-sonríe sadicamente recordando los gritos de esos bastardos
-Me hubiera encantado estar ahí para ayudarte y ver su sufrimiento-suspira derrotada-les diste una muerte muy piadosa
-¿Qué puedo decir? Soy un ser de luz-ambos se rieron por lo dicho-mi mamá se contactará con tu padre para contarle del asunto así que...¿te parece que salgamos a celebrarlo y retomar el tiempo perdido?
-Me encantaría
-Entonces a cambiarnos
Rápidamente se fueron a sus respectivas habitaciones.
