Nunca amaré otra vez

(I will never love again- Lady gaga)

El Instituto San Kentigern fue establecido especialmente para los magos y brujas que sufrieron de alguna pérdida y se encuentran en recuperación. Este recibe a la famosa Hermione Granger tras la muerte de su prometido Oliver Wood y a Draco Malfoy tras la muerte de su esposa Astoria Greengrass. ¿con sus métodos logrará ayudarles a salir del duelo?

...

¡Holaaa! Orgullosamente puedo decir que este es mi primer fic dramionero. Tras años de leerlos y ser parte del grupo en Facebook "Yo también estoy esperando otro capítulo de muérdagos y mortífagos" finalmente logré completar una historia Dramione en mi mente. Espero se vea igual en la parte escrita, XD.

Resulta que estoy muy estresada intentando terminar mi tesis de posgrado en tiempo récord y que surge esta idea. :D

Me inspiró: algunas escenas del "Dr. House" cuando está en el psiquiátrico, incluso veremos algunas semejantes; escenas que vi hace años de "Verónica decide morir" y la patológica obsesión que tengo de que de alguna manera Hermione en algún momento tenga algo con Oliver Wood (no me malentiendan, amo el dramione pero hay algo que no me deja en paz con respecto a este muchacho), aunque como veremos, no termina bien. También me inspiró la película de Lady gaga "nace una estrella" y su hermosa canción "I'll never love again" al punto que decidí ponerle ese nombre. Escúchenla, que cosa más linda y triste al mismo tiempo.

En fin, sin más les dejo con ustedes el capítulo 1 de al parecer 10 capítulos cortos de "Nunca amaré otra vez"

Disclaimer: El mundo de Harry Potter le pertenece y es obra de J.K Rowling, yo solo hago esto con el fin de entretener sin ninguna esperanza de obtener ningún beneficio económico. Solamente espero muchos reviews :D

Capítulo 1: Draco Malfoy en San Kentigern se encuentra con Hermione Granger

San Kentigern era un instituto ubicado en Irlanda del Norte que atiende a magos y brujas que se encuentran en recuperación tras una terrible pérdida. Fue donado por un mago para ayudar a quienes requerían de esta ayuda y se sabía era el mejor del reino unido. Se trataba de un edifico elegante, grande y de tres plantas rodeado de jardines.

Draco Malfoy no pensaba lo mismo cuando el director en persona en su oficina le daba la bienvenida. En realidad le parecía un edificio simplón y gris que contaba con objetos y detalles elegantes, pero demasiado viejas para su gusto.

Miraba alrededor ignorando lo que le decía el medimago, para entonces sus padres se habían marchado ya. Y por supuesto con su apellido y sus cuentas bancarias por delante, toda la institución se había puesto a sus pies.

-Patético- Pensó

-Estamos muy contentos de tenerlo aquí, Sr. Malfoy -Dijo el medimago sonriendo amablemente. Era un hombre alto de tes morena, con algunos kilos de más que se veía bonachón y tenía un currículum enorme, que los innumerables diplomas tras de él certificaban -Puede usted considerar San Kentigern su propia casa.

-En realidad espero irme en breve -Respondió él con mala cara -La idea de venir aquí fue de mis padres, no mía.

-Pues esperemos que su estadía sea lo más agradable posible -Respondió el director sin perder la sonrisa.

-Casi suena como un hotel, que pena que en realidad sea un loquero -Anotó el rubio sin perder el gesto agrio.

-En realidad este lugar es una casa de retiro, ya usted mismo se percatará de la diferencia -Terminó el director -La medimago White le acompañará en su recorrido.

Indicó que entrara una mujer delgada, rubia, bonita y con la misma sonrisa amable del director. Se presentó a sí misma como "la medimago Mandy White".

Ella lo guio por los pasillos del edificio mientras explicaba sobre las habitaciones y diferentes actividades.

-De este lado tenemos la biblioteca donde comúnmente tomamos la terapia grupal -Explicaba ella mientras Draco miraba a todos lados ignorando su aburrida muy charla -En el segundo piso se encuentran las habitaciones de los "huéspedes", al final del recorrido te mostraré la tuya. Y aquí afuera -Dijo saliendo al patio trasero del edificio -se encuentra el jardín en donde todos salen a jugar o pasear cuando tienen horas libres.

Draco, que se había perdido de más de la mitad de la explicación mientras divagaba, finalmente la miró.

-¿Horas libres? -Preguntó sin comprender

-Así es, tenemos horarios muy establecidos para las diversas actividades a realizar que ya te he explicado – Explicó ella pacientemente y sonriendo.

Draco se quedó mudo de la impresión. ¿Cuándo había regresado a la jodida escuela?

-Aquí se encuentran tus compañeros, ven a saludarlos -Indicó la medimago entusiasta.

Un grupo de personas se le acercó, todos vestidos con ropa deportiva blanca. Un grupo de mujeres lo trataron con arrobo y los hombres, intentando hacer amistad. Sin embargo, él siempre los miró con la expresión precisa para que se alejaran de él, de absoluto repudio.

Entonces sucedió, en el fondo, sentada en una banca, la vio. Por un momento pensó que era su imaginación, pero luego volvió a mirar y ahí estaba. Cabello castaño y alborotado, delgada y con la nariz metida en un libro como siempre. La misma Hermione Granger.

-Hermione, ven a saludar a nuestro nuevo compañero -La llamó la medimago cuando se dio cuenta que él la miraba -Creo que se conocen de la escuela, ¿no? Pueden ser amigos.

La castaña levantó la mirada del libro y se quedó igual que sorprendida que él de ver a su enemigo de la escuela frente a ella.

-¿No es maravilloso que se vuelvan a encontrar después de todo este tiempo? -Preguntó la medimaga sonriendo con entusiasmo.

Ambos estaban tan asombrados que no podían articular palabra.

-Vamos, Hermione, no seas tímida, salúdalo -Le indicó la medimago.

Ella se levantó, se acercó sin quitar la expresión de sorpresa y extendió su mano hacia él. El rubio miró la mano extendida pero no la estrechó.

-¿Puedo ir a mi habitación? Estoy cansado -Le dijo a la medimago.

-Si, claro -Respondió ella sorprendida de que no estrechara la mano de Hermione.

Él se dio la vuelta y regresó al edificio seguido de la medimago. Ella le mostró donde era su habitación y lo dejó para que se cambiara y descansara un rato.

Más tarde, mientras Draco miraba el techo intentando no pensar en nada y principalmente intentando no odiar a sus padres por traerlo a ese horrible lugar, sonó una campana. Una enfermera fue a avisarle que era la hora de la comida, así que él bajó a regañadientes. Su padre le dijo que ellos tenían métodos para hacerlo obedecer y que entre mas obedeciera más pronto saldría de ahí.

Cuando entró al comedor ya con su espantosa ropa de deporte blanca, encontró diversas mesas co sillas para sentarse. Las chicas que lo saludaron en el jardín lo llamaron a ir con ellas, los hombres (que estaban sentados en otra mesa) hicieron lo mismo, pero él caminó lejos de ellos. En otro lado del comedor se encontraban varias personas sentadas a solas, pero Granger, a quien buscó con la mirada, no estaba en ningún lado.

Él se sentó solo y cuando su comida apareció procedió a comer en silencio. Luchaba por comer al menos la mitad de su plato, pero desde que Astoria… ya no estaba, se le dificultaba enormemente comer. Había perdido mucho peso y si quería salir pronto debía hacer un esfuerzo por comer.

El sonido de una silla chirriando frente a él lo hizo levantar la cabeza. La misma Hermione Granger estaba frente a él tomando asiento en SU mesa.

-Hola -Le dijo ella sentándose y tomando sus cubiertos de la mesa para comenzar a comer.

-¿Qué haces? -Preguntó él

-Se le dice sentarse -Respondió ella sin levantar la mirada de su plato.

-Yo no te invité a sentarte conmigo -Replicó el rubio furioso.

-Lo sé -Anotó ella sin importancia.

-Vete de mi mesa -Advirtió él haciéndola levantar la mirada hacia él -Sangre sucia

-¿Cómo me dijiste? -Preguntó ella con advertencia en su tono.

-Me oíste muy bien, sangre sucia inmun…-Siguió él pero fue interrumpido cuando la sopa de la castaña le cayó en la cara y pecho. Hermione regresó el plato vacío a la mesa mientras todos estaban en silencio.

Él la miraba fúrico.

-Se me olvidó preguntarte si podía sentarme contigo -Dijo ella con mucho sarcasmo en su tono y levantándose -Perdón

Y luego le vació el jugo por encima del cabello bañándolo por completo

-¡Eres una asquerosa…! -Comenzó a gritar él pero el director y la medimago llegaron corriendo a separarlos.

Todo el comedor cuchicheaba mirándolos mientras los encargados intentaban calmar a Draco y Hermione que estaba furiosos e intentaban lanzarse el uno contra el otro.

-Es suficiente, pasaran el resto del día en las celdas de castigo -Dijo el director usando su varita como micrófono -Enfermeros y enfermeras, llévenlos por favor.

-¿Porqué yo? Si ella me tiró la sopa y el jugo -Vociferó enojado el rubio

-Las palabras que usted usó contra la señorita Granger están prohibidas en este lugar, señor Malfoy -Explicó el director -Es por eso que debe ir a pensar en sus acciones ya que de aquí en adelante tiene terminantemente prohibido llamar de esa manera a cualquier persona de este instituto o fuera de él.

-Pero…-intentó protestar, no obstante, fue silenciado. Él intentó gritar furioso mientras se ponía rojo pero nadie pudo escuchar nada.

Absolutamente molesto fue llevado hasta una habitación de esponjas blancas en donde estuvo el resto del día pensando en cuanto odiaba a una larga lista de personas: su padre, a su madre, a Voldemort, a Bellatrix y ahora también a Hermione Granger.

Seguido de él, llevaron a Hermione a una habitación de castigo diferente. Ella no protestó y aceptó su castigo explicando que sabía merecerlo. Sentada en las esponjas respiró profundo y se preguntó cuando había dejado de ser tranquila y controlada para volverse en alguien que lanzaba comida a otras personas. Grosero o no, ella no hacía cosas así en el pasado. Pero es que después de la muerte de su muy amado Oliver se había encontrado haciendo cosas que de otra manera nunca habría hecho. Lo peor era que estaba seguro que Oliver abría reído abiertamente y le hubiera guiñado un ojo si hubiese visto lo que le hizo a Malfoy, por lo que ella también sonrió.

...

Paciencia, paciencia. Que este arroz se cocina a fuego lento.

Un pequeño avance del siguiente capítulo:

En una de esas vueltas vio algo a través del cristal de la puerta. Se acercó más a ver y se dio cuenta que era Granger caminando fuera de su habitación, en el pasillo. Tocó el cristal con fuerza, ella se sobresaltó y lo vio. Draco se dio cuenta que se veía asustada y tenía la expresión de que había sido atrapada haciendo algo malo. ¿Qué haces? Le preguntó, pero ella salió corriendo como intentando no ser atrapada. No obstante, había algo en su expresión, algo que él había visto antes y cuando lo reconoció comenzó a tocar con fuerza el cristal. Nadie vino. Idiotas, pensó, tenían que venir pronto o Granger haría una locura. Sabía que no llegarían a tiempo así que tenía que salir pronto él mismo para impedirlo.