Bueno, hace rato que no escribi nada para ningun fandom, pero aqui estoy. Esto salió porque me acorde de haber leído sobre estos tres juntos un par de veces, desgraciadamente no recuerdo los nombres de los fanfics, ni de los autores, independientemente de eso me inspiraron de alguna manera así que gracias (si alguien recuerda algún fanfic de estos tres juntos estarían muy agradecida de que me lo hicieran saber). Sin más preámbulos, la historia.


Capítulo 1: Críptico y maquiavélico.

Las bestias no eran exactamente racionales, por no decir en absoluto, eran instinto puro, actuar antes que pensar, tomar cuando se quiere sin permiso ni perdón. Si sientes que te pertenece lo hace, no importan las consecuencias. Las bestias no tenían el control absoluto del cuerpo, si lo tuvieran sería un desastre, siempre estaban en la parte de atrás de la mente del demonio, vigilantes y listos para hablar en pensamientos o saltar a tomar el control del cuerpo.

La bestia de Sesshomaru, aunque siempre alerta no estaba realmente interesado en algo más allá de la batalla, y su pequeña manada, ese sirviente molesto y la pequeña humana Rin. Pero algo se gestaba en el interior de Sesshomaru, la comprensión del instinto que había sido ignorada a favor de concentrado en las peleas con su hermano.

La sacerdotisa que viajaba con su hermano, siempre ahí en el fondo, no lo suficiente importante como para ponerle atención en esos momentos, un error grave que le costó un brazo, aunque no era un detalle tan importante ahora que lo había recuperado. Sin embargo, no fue el único error. El tiempo, tiempo perdido.

Fue impactante por decir algo cuando Sesshomaru y su bestia alinearon sus pensamientos para darse cuenta de que habían encontrado a su pareja hacía tiempo y no habían actuado en consecuencia. Inaceptable.

Sesshomaru era un demonio orgulloso, demasiado se podría decir, pero no podía enorgullecerse de su reacción, corriendo por el bosque matando demonios menores en su furia por aceptar que esa humana era su pareja, y una segunda ronda al darse cuenta que había competencia.

No era estúpido, sabía que en estos momentos su hermano era el que tenía la ventaja, tenía a la sacerdotisa viajando con él, su confianza y un enamoramiento, que debía ser destrozado rápidamente, mientras que el mismo Sesshomaru estaba en una desventaja enorme, tratar de matar a su hermano y haber atacado un par de veces a su manada no era algo que hubiera creído volvería a morderle el trasero, pero lo hizo.

Pero donde podría parecer que no había forma de que Sesshomaru pudiera conseguir a su pareja de hecho la había. Él era un estratega, el hijo del gran general perro, entendía que para ganar tiene que hacer la mejor estrategia, no solo vasta la fuerza o los recursos, tiene que ser inteligente y él lo era, mucho más que su hermano. En la guerra el enemigo de mi enemigo es mi amigo, mientras que Naraku era el enemigo más evidente de su hermano no era alguien con quien trabajaría, ese sucio mestizo, no, había alguien que se había enemistado con su hermano y justamente en el ámbito en el que Sesshomaru estaba interesado.

El demonio lobo había proclamado a la sacerdotisa como su mujer y eso era algo que su hermano no soportaba, sabía que este solía toparse con el grupo para ver a la sacerdotisa y esta nunca ha rechazado totalmente el reclamo del lobo, y esa era la pequeña grieta que Sesshomaru debe terminar de abrir.

"Jaken" llama a su sirviente. El pequeño sapo fue corriendo al encuentro con su amo. "Si amo bonito, que puedo hacer por usted" grito el sirviente emocionado. "Cuida a Rin" dijo el demonio y con eso se fue rapidamente. "Degradado a una simple niñera" sollozo desde el suelo el demonio sapo. Rin corrió rápidamente hacia el sapo riendo emocionada. "No se sienta mal señor Jaken, nos divertiremos mucho ya lo vera".

No había tomado mucho tiempo llegar a las tierras del lobo, ahora solo quedaba esperar a su encuentro. Ya había mandado su solicitud con uno de los subordinados que hacían patrullaje.

Y ahí estaba. Un pequeño tornado se acercaba a gran velocidad hacia el hasta detenerse a dos metros de él. "Lord Sesshomaru, es una sorpresa encontrarlo en mis tierras, buscando una audiencia conmigo nada menos. Le ofrezco una bienvenida, por supuesto, más me inclino a dejar de lado las formalidades y sugiero ir directo al tema que lo trajo aquí, entendiendo que podría ser importante". El lobo aparece una cara seria y una postura rígida.

Sesshomaru casi sonrió ante la diatriba del lobo, aun acorde a la cortesía su impaciencia salía a flote, y en estos momentos no hubo mejor respuesta. "Este Sesshomaru viene a usted príncipe Kouga con una situación en común y la oferta de una alianza". Decir que el lobo parecía intrigado sería un eufemismo. "A este le ha llamado la atención que usted se encuentra en una lucha continua con un hanyou. La situación es una que nos concierne a los dos. Y a nuestras bestias, por supuesto".

Sesshomaru hizo una pausa para analizar la expresión del lobo, parecía cada vez más interesado en sus palabras e impaciente si el ligero movimiento en su pie es un indicador. "Este se ha encontrado ante el descubrimiento, junto a mi bestia, que en favor de luchar con el mestizo se ha ignorado el encuentro de mi pareja". Ante estas palabras el joven lobo parecía tensarse más de ser posible. "No es propio de este andarse por las ramas así que lo diré directamente. Has reclamado una pareja, la sacerdotisa que viaja con el mestizo, aunque esta no ha rechazado tu reclamo completamente tampoco ha respondido favorablemente. Y mientras el mestizo tenga toda la ventaja no lo hará. Este Sesshomaru ha encontrado su pareja en la misma sacerdotisa. Este ha venido con la propuesta de cooperación".

La cara del lobo se contorsiono en diferentes emociones antes de marcar con dureza su mandibula. "Cooperación dice. Disculpara que no encuentre realmente sentido a esta propuesta Lord Sesshomaru. Tal vez necesito que me ilumine". Sesshomaru casi podía ver donde el contorno de sus ojos cambiaba de color. "Ninguno tiene realmente posibilidades contra el mestizo, no en esta situación, no solos ciertamente. Con cooperación este se refiere a un doble cortejo. Si bien el mestizo puede tener a la sacerdotisa con el todo el tiempo y ha creado una base para su relación ciertamente esta no es perfecta, especialmente con el jugando a dos bandos, con dos sacerdotisas diferentes. ciertamente no le está yendo muy bien últimamente. Aunque la sacerdotisa por otro lado. ¿No cree príncipe Kouga que la sacerdotisa pueda manejar dos compañeros?" Y eso era, la respuesta del príncipe decidiría si existe una posibilidad para ellos de arrebatar a la sacerdotisa de las garras del mestizo.

El príncipe seguramente se sorprendió, más allá de no esperar la visita del demonio, pero no esperaba ningún tipo de propuesta, mucho menos de esta índole. Pero Kouga no era estúpido, oh no. Podía ser impaciente, muy confiado de sí mismo, narcisista incluso pero no estúpido por algo aún era el líder.

No había razón para negar la verdad de las palabras del demonio frente a él tenía razón, podía aceptar eso y su propuesta, por más que doliera aceptarlo era muy buena y justo lo que necesitaba. No tenía que ser un genio para saber que la posibilidad para hacer a Kagome su compañera era prácticamente inexistente, pero con Sesshomaru compitiendo a su lado esa posibilidad tomaba poder y se multiplicaba.

Luchar por el amor de Kagome con el chucho era un dolor en el trasero y una pelea que sabía que eventualmente perdería, una lucha por su compañera contra Sesshomaru era una guerra segura, una donde se perderían vidas de su preciada manada pero una alianza de esta naturaleza le daría a su compañera y, aunque no lo pensó cuando la encontró, el compartir a su compañera podría no ser una mala idea. Todos ganan de hecho. Las cosas que hacemos por amor, pensó Kouga.

"Muy bien Lord Sesshomaru. Acepto su propuesta. Ciertamente mi mujer puede tener dos compañeros, se los merece siendo tan maravilloso como es. Y en cuanto al chucho, es hora de que alguien le demuestre que no es tan grande ni poderoso como cree que es". Dicho esto, los demonios se acercaron para estrecharse las manos, el trato estaba sellado.

Kagome estaba definitivamente harta de toda la situación en la que estaba metida. Viajar era cada vez más agotador y frustrante. No era realmente la búsqueda de los fragmentos la que la tenía al límite, era Inuyasha. Era difícil sentirse seguro cuando quien te cuida la espalda se va dejándote indefensa para buscar a una sacerdotisa muerta. Que dolor sintió Kagome por la culpa de Inuyasha. Entendía por supuesto que Inuyasha y Kikyo tenían una historia que estaban recuperando el tiempo perdido, sintiendo el amor que les fue arrebatado tan cruelmente hace tantos años. Pero aun así dolía, dolía amar a alguien que amaba a otra, que en un segundo te daba indicios de que te amaba, pero no dudaba en correr tras otra al siguiente. Si Inuyasha amaba tanto a Kikyo entonces debería dejar de ilusionarla.

A veces solo deseaba que Inuyasha decidiera, ya no importaba si no era a ella a la que quería, solo con terminar este maldito ciclo sería suficiente. suficiente Esa maldita palabra la había seguido durante tanto tiempo. Seria suficiente con que Inuyasha muestre un poco de comprensión. Seria suficiente si me dijera que me aprecia. Seria suficiente si no me comparara con Kikyo. Seria suficiente si no me gritara. Seria suficiente si no peleara cuando quiera ir a casa. Seria suficiente si no me dijera moza tan seguido. Sería suficiente si me viera como algo más que un maldito detector de fragmentos. Seria suficiente con lo que me dejara ir.

Era tan patética, quedándose al lado de un hombre que nunca la amara. Un hombre que nunca amara a nadie mas que a ese cadaver. Realmente fue muy estúpido de su parte el pensar que Inuyasha alguna vez la podría amar. Había días en los que incluso dudaba si la viera como una amiga, o solo como un detector de fragmentos del cual se deseará cuando ya no le sirva.

Kagome suspiro mientras se recostaba en el pasto. Le gustó encontrar lugares como estos para hundirse en su miseria, sola. Es difícil pensar cuando hay tanta gente, y claro que su grupo no es realmente grande, pero a veces era demasiado simplemente. Rodeada de ellos no podia pensar. Ellos siempre parecían saber cuando sus pensamientos eran amargos y tristes, así como ella veía la última en sus caras, después de un tiempo se puede volver molesto o humillante.

A veces en sus reflexiones, cuando Inuyasha y Kikyo se desvanecen de su mente, Kagome se encontraba viajando entre las posibilidades que su mente imagina. Como seria si se hubiera enamorado de otro, ese otro fue Hojo la primera vez, pero no pudo dedicarle mas que una fantasía, no es que algo le faltara es que le faltaba todo incluso en sus fantasías.

Pero la mayoría de las veces, sus favoritas ella podría admitir, se encontró atrapada entre las escenas de lo que pudo haber sido con Kouga. Si ella hubiera aceptado ser su mujer ese primer día. Si la hubiera robado de nuevo. Y la que mas se repetía en su mente, si en uno de los días que se topan con Kouga ella le pidiera que la lleve lejos. Había días, más allá de los escenarios inventados de su mente, que incluso se planteó seriamente en hacerlo.

Kouga la trataría bien, de eso estaba segura, la protegería con fiereza, seria dulce con ella y más importante aún, él la amaría de verdad. Nada a falso, nada a medias, nada compartido. Nunca la cambiaria por otra. Y a veces podia sentir que lo deseaba, que podria llegar a amarlo.

Y otras veces, las menos y las que la hacían sentir mas culpable, se encontraba pensando en que seria era tener con Sesshomaru. Ella sabia que el odia a los humanos, probablemente a los de su grupo mas por estar con su hermano, era frio y cruel. Y ninguna cantidad de razón dentro de sus afirmaciones la hacían dejar de pensar en algún escenario con él. Oh, tanta culpa que sentí por si quisiera atreverse a pensar en algo así, en el. Pero eso no quitaría lo que disfrutaba en su imaginación.

Donde Sesshomaru seria una presencia tranquila y calmante junto a ella. No le gritaría, no es su estilo. Tal vez la trataría bien, debe saber como tratar a una dama siendo el un noble, ¿no? Aun que no la tratara como una dama en toda regla por lo menos en sus fantasias nunca la peor usada que Inuyasha. La llevaría a vagar por sus tierras con él. No pelearía con ella cuando quisiera ir a casa. No la confundiría con su actuar y sentir, él le diría las cosas de manera directa, la quisiera o no.

Que agradecida estaba que nadie supiera lo que pasaba en su mente, no lo soportaría. Inuyasha reacciona tan violentamente. Sango, Miroku y Shippo, bueno, no estaba segura pero felices no estarían. Tal vez molestos o asqueados. No podría soportar una mirada de lastima menos una de ira o disgusto. Ni siquiera se creyó capaz de pedir perdón por sus fantasías, las disfrutaba demasiado, eran su gusto culpable y, algunas veces, eran todo lo que la hacia feliz, aunque sea por un momento.

Kouga nunca se había sentido tan bien en su vida, en todos sus siglos no había llegado a experimentar tal felicidad, por fin los dioses le sonreían. En el giro de los acontecimientos que presento a Lord Sesshomaru por fin pudo ver con claridad, sentir en sus manos la oportunidad de tener a Kagome. Por fin tengo a su mujer con él, y el chucho no podría hacer nada. Y que cierto era, cuando captó el aroma de Kagome estaba sola, sin ningún chucho cerca. Cuando Sesshomaru y el se voltearon a ver no necesitaban hablar, había que llegar rápido.

Cuando llegaron al lago donde estaba Kagome la encontramos sentada junto a este. Aunque Kouga se moría de ganas por arrodillarse a su lado sabía que no podía, no en este momento, las cosas se tienen que hacer de una forma hay que respetar eso, por ahora.

Cuando Kagome volteo para mirar a Kouga se dio cuenta que no venía solo, pero donde Kouga siempre venia junto con Ginta y Hakkaku, incluso si siempre venían muy atrás, hoy tenia un nuevo compañero inusual e inesperado. Aun cuando había estado teniendo fantasías con los dos realmente no los había imaginado, tal vez por que ni siquiera en su imaginación parecía haber una razón por la cual Sesshomaru y Kouga podrían estar juntos. Era muy raro, Inuyasha y Kouga peleaban como perros y gatos, al igual que Sesshomaru e Inuyasha, así que de alguna forma era lógico que Sesshomaru y Kouga también se llevaran así ¿no? Al parecer no.

Kagome se paro de donde estaba sentada para poder hablar con los dos de frente, al menos creía que estaban ahí para hablar con ella, si Sesshomaru estuviera solo tal vez podría pensar que la atacaría e incluso no era tan probable, claro que Sesshomaru peleaba todo el tiempo con Inuyasha, pero nunca había buscado pelear con ella o lastimarla oa cualquier otro miembro de su grupo, solo a Inuyasha. Kagome camino hacia ellos esperando por quien de los dos hablaría, y Kouga lo hizo.

"Venimos a usted Kagome sacerdotisa de la joya de Shikon con una petición de audiencia". Kouga nunca había sonado tan formal antes al menos no frente a Kagome, pero tenía que hacerse así. "¿Aceptaría usted brindarnos su tiempo este día?" pregunto Kouga al darse cuenta que Kagome no sabría que decir en respuesta a su petición, obviamente el chucho no podía enseñarle este tipo de cosas, ni nada para el caso, no había forma de que las supiera.

Aun un poco atontada por la escena en la que se había visto envuelta cuando creía que simplemente recibiría otra de las declaraciones de Kouga pudo encontrar su voz para aceptar. Kouga suprimió apenas sus ganas de sonreír, no podía arruinar las cosas.


Y eso fue el primer capítulo, no fue la gran cosa lo admito, pero mejorara lo prometido. Si les gusto o no pueden hacérmelo saber dejando un repaso, en realidad les pido que lo hagan. Me importa mucho saber si a alguien le interesa esto. Y si les interesa pronto estaré subiendo otro capítulo, de hecho, ya lo tengo escrito tuve que frenarme de subir los dos al mismo tiempo.

Y si, el título es por "Mastermind" de Taylor Swift.