Capítulo XXII:


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MIENTRAS LLORAS

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Te lo prometo, molesta.

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Sasuke; Mi amor.

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―¿De qué querías hablar? ―

Sakura se obligo a no temblar cuando Itachi fijo esos ojos negros en ella. La mesera dejó las tazas de café sobre la mesa distrayéndolos de su charla.

―¿Les traigo algo más?― Murmuro aquella castaña de ojos azules.

―¿Quieres comer, pequeña?― A Sakura se le revolvió el estómago al oír el tono en como le hablaba y negó con la cabeza ―No, gracias― Dijo dirigiéndose a la joven que no pasaría de los treinta años.

La mesera se retiro ante la negativa del chico y la mesa se volvió a sumir en ese silencio incómodo. Itachi sonrió de lado al momento de tomar la taza de café.

―Tengo el video original― Habló seria clavando sus ojos en él ―Sasori me lo dio― Dijo tomando el azucarero de encima de la mesa y sirvió cinco cucharadas completas de azúcar a su café negro.

Itachi evito demostrar algún tipo de emoción pero Sakura noto como abría levemente los ojos sorprendido, lo conocía desde que tenia cinco años de edad, hacía doce años que Sakura conocía a los hermanos Uchiha y podía distinguir sus emociones tras esas caras frías y sin expresiones qué siempre tenían.

―Sakura― Habló con pesadez retomando su semblante serio y la pelirrosa golpeo la cucharita en el borde de la taza llamando su atención.

Itachi sabía que era mentira, solo él tenía esos videos así como el grupo de WhatsApp que habían usado para planear lo que iban a hacerle a la pelirrosa. Solo él tenía las fotos, los mensajes y los videos aunque quizás, solo quizás alguno se le había escapado cuando hizo que los Akatsuki implicados eliminarán las pruebas de lo que le hicieron a Sakura aquella noche, después de todo hasta que la volvió a ver el lunes la mañana en el Colegio, Itachi estaba convencido que Sakura Haruno había muerto a orillas de aquel lago donde la abandonaron.

―¿Hasta cuando vas a seguir con eso?― Le preguntó dejando la taza donde estaba ―Estábamos ebrios y drogados y tu quisiste― La acusó ―Y todos éramos menores de edad, pequeña―

Hidan y Kisame no― Lo interrumpió e Itachi levanto los hombros despreocupado, a él poco le importaba Hidan y en cuanto a Kisame había muerto en el accidente con Obito ―Cuando mataste a Pain ya eras mayor de edad―

Itachi frunció el ceño furioso.

―Cállate la boca― Le grito golpeando la mesa con la mano derecha llamando la atención de las pocas personas que había en la cafetería a esa hora, las tazas tambalearon sobre la mesa ―No se que quieres lograr con esto pero no voy a seguirte el juego― Murmuró levantándose de su asiento decidido a irse.

―Si Deidara y Sasori confirman la versión de Rin puedes ir preso― Le dijo con calma y sonrió de lado cuando el Uchiha volvió a su asiento mirándola fijamente ―Si además confirman que me drogaron y violaron la pena aumenta― Dijo con una sonrisa tomando un nuevo sorbo de café.

―¿Y porqué esos dos se pondrían de tu lado? ― Le pregunto ya más enojado perdiendo la paciencia.

Sakura largó una risita baja acabando su taza de café, dejó la misma sobre el platillo y tomo su bolso de encima de la mesa sin despegar sus ojos verdes de él.

―¿Nunca te haz preguntado como sobreviví esa noche después que me abandonaste en el lago?― Le preguntó levantándose de la mesa, el Uchiha seguía sin emitir sonido pero tenia los dientes tan apretados que Sakura juraría que en cualquier momento se romperían―Tu pagas esto ¿Verdad?― Le preguntó burlona encaminándose a la salida.

Itachi la miro con odio cuando la vio desparecer fuera de la cafetería. Si esos hijos de perra se atrevían a traicionarlo entonces los mataría a ambos como lo hizo con Pain y Konan.

Sakura suspiro nerviosa una vez fuera de la cafetería, apresuró el paso mirando cada dos segundos hacia atrás con miedo a que Itachi la siguiera y respiro más tranquila cuando vio aquel viejo coche color rojo esperarla en la esquina. Subió de prisa y el chico acelero una vez la pelirrosa cerro la puerta del copiloto.

―¿Y? ― Pregunto impaciente.

Sakura clavo sus ojos en él.

―Ya cayó, Sasori―

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El lunes cuando Sakura regreso a clases Neji la miro furioso, tenía la mejilla morada casi negra y el labio partido, un enorme hematoma color amarillo ocupaba casi toda su mandíbula. La pelirrosa le sonrió burlona acomodándose en su asiento. Naruto ingreso a los pocos minutos, el golpe en su mejilla se veía mucho mejor que el del Hyuga, clavo sus ojos en ella y sonrió levemente pero Sakura evito devolverle la sonrisa al verlo ingresar de la mano de su novia y desvió la vista chocando con Sasuke quien la observaba en silencio desde su asiento. Su rostro no expresaba absolutamente nada pero no dejaba de verla y Sakura no paraba de recordar como la beso el viernes en el cumpleaños de Naruto, tampoco podía olvidar que el Uchiha le dijo esa noche cuanto la odiaba y lo mucho que quería olvidarla.

―¿Todo bien?― Le preguntó Ino acomodándose en el pupitre a su lado y Sakura se limitó a asentir.

―Chicas― La saludo Karin aproximándose a ellas y ambas amigas la miraron divertidas al verla tan contenta ―¿Van a la fiesta blanca el viernes?― Pregunto sentándose en el pupitre frente a la rubia.

Sakura dudo unos segundos.

―No seas aburrida, Sakura― Chillo Ino a su lado.

―Bien― Acepto, después de todo le vendría bien distraerse un poco ―Pero compren ustedes las entradas, no quiero verle la cara a Tenten― Dijo divertida ya que la castaña era la delegada del salón.

Ino largo una risita baja asintiendo al tiempo que Azuma ingresaba al salón iniciando la clase.

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―Cuídate mucho― Hablo Rin preocupada desde el sillón donde estaba sentada con Matsuri mirando una película.

―Te envío un mensaje cualquier cosa― Hablo para dejarla más tranquila y Rin suspiro rendida.

Sakura llevaba un corto y ajustado vestido blanco, un abrigo del mismo largo por encima color plata y las botas cortas de tacón a juego con el vestido. Tomó su móvil guardándolo en el pequeño bolso y escucho el claxon del coche de Ino afuera de su casa.

―Ya me voy― Anunció encaminándose a la puerta y sus hermanas corearon un saludo.

Dentro de aquel lujoso coche color azul ya la esperaban Ino y Karin, ambas vestidas de blanco prontas para la fiesta. Esa noche se realizaba aquella famosa fiesta blanca qué organizaban todos los años los del último año. Alquilaban un bar y solo podían asistir los alumnos que se graduaban ese año del Colegio. A Sakura la dejaba más tranquila saber que no tendría que cruzarse con los Akatsuki aunque aun le dolía el estómago cada vez que sabía que vería a Sasuke nuevamente.

―La vamos a pasar genial ― Chillo Ino una vez las tres amigas ingresaron al lugar.

El aroma a cigarro y alcohol las golpeo. Las luces iban y venían, el lugar era bastante pequeño pero ya estaba lleno de todos sus compañeros de clase. Las tres se encaminaron al fondo del local donde estaba la barra de bebidas y Sakura suspiro nerviosa al verlos.

Naruto estaba más alejando en una mesa junto a Hinata, llevaba aquella remera manga corta color blanca y el pantalón exageradamente color naranja. Sonrió al verla, Sakura le devolvió el gesto cosa que no paso desapercibida por Hinata, aun así la pelinegra prefirió no decir nada.

―Vamos, Sakura. No te pierdas― Murmuró Karin tomándola de la mano y encaminándola por entre la multitud a la barra de bebidas.

Sakura avanzo atravesando la pista de baile con sus amigas y clavo sus ojos en él una vez llegaron a la barra. Sasuke también clavo sus ojos en ella observándola serio, estaba recostado en la barra tomando una cerveza, tenía los ojos rojos, la piel más pálida de lo normal y las pupilas dilatas, llevaba un jean oscuro y una camisa blanca bastante desarreglada y hasta arrugada, a Sakura le sorprendió verlo así vestido más con lo pulcro y ordenado que era Sasuke. Fue el pelinegro quien rompió el contacto visual cuando Naruko se colocó frente a él, Sakura los vio intercambiar unas palabras, la rubia le dejó algo en la palma de la mano que Sasuke apretó con fuerza guardándola en el bolsillo de su jean y Naruko se aproximó más a él dándole la espalda a Sakura.

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―¿Te molesta no ser el primero?―

Sasuke negó con la cabeza observando esos ojos verdes, lo único que quería era besarla y hacerle el amor en el baño de los Uzumaki pero tampoco podían demorarse tanto era el cumpleaños número dieciséis de Naruto después de todo y de seguro el rubio andaba buscando a su novia por toda la casa.

―Soy el más impórtate― Aseguro orgulloso aunque sabía que compartía ese lugar con Naruto ―Quiero hacerte el amor― Le confesó cuando ella acaricio sus labios despacito dejando ese sabor a cereza del labial en su boca.

Sakura largó una risita apretándolo mas por los hombros, estaba sentada sobre él en aquel inodoro del baño, tenía una pierna a cada lado de la cadera del Uchiha y ya comenzaba a sentir su erección rozar su entrepierna.

―No podemos― Hablo en voz baja y él comenzó a besar su cuello mientras metía ambas manos bajo su vestido y apretaba sus nalgas restregándola contra sí para hacerla sentir lo excitado que estaba ―Sasuke― Gimió tirando su cabeza hacia atrás y dejándole más acceso a su cuello ―¿Me haces una promesa?―

―¿Y me dejas cogerte en cinco en minutos?― Hablo divertido.

Sakura mordió su labio inferior insegura cuando el Uchiha desabrocho su cinturón y bajo la cremallera de su pantalón, los golpes en la puerta la hicieron temblar nerviosa.

―¡Ocupado!― Grito el pelinegro enojado y volvió a subirse el cierre de la cremallera ―Dime― Murmuró ya rendido, no podría cogerse a la pelirrosa esa noche.

―¿Haz besado a otra que no sea yo?― Sasuke negó con la cabeza sin dejar de verla a los ojos ―¿Me prometes que no lo harás?― Susurro, Sasuke la miro divertido ―Prométemelo― Le exigió.

―Solo si prometes no acostarte con nadie más que no seamos Naruto o yo― Hablo serio.

―Lo prometo― Murmuro confundida por la promesa que Sasuke la obligo a hacer.

Sakura creía que en algún momento el Uchiha se cansaría de ese romance secreto y de tener que ocultarse y le pediría que dejara a Naruto pero en su lugar Sasuke le estaba permitiendo estar con los dos al mismo tiempo y eso la hizo inmensamente feliz. Porque los amaba, a ambos.

―Te toca, mi amor―

Sasuke sonrió de lado.

―Te lo prometo, molesta―

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Naruko estaba tan cerca de Sasuke que la pelirrosa estaba segura que solo unos centímetros más y sus bocas se rozarían. No podía verlos con claridad a causa de la poca luz y el humo que había en el lugar pero la rubia lo tenía abrazado por los hombros y Sasuke había apoyado una de sus manos en la cintura de la rubia aun así tenía los ojos fijos en Sakura.

―Traidor― Susurro dolida.

Sasuke sonrió de lado. A la pelirrosa se le revolvió el estómago al ver la forma como la miraba como burlándose de ella y desvió la vista evitando ver a esa maldita besar a Sasuke frente a ella.

―Hijos de puta― Los insulto por lo bajo.

―¿Qué? ― Le preguntó Ino a su lado una vez se ubico en la barra.

Sakura negó con la cabeza y clavo sus ojos en el bar tender.

―¿Qué les doy? ―

Las tres se miraron con una sonrisa.

―Tequila―

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―Buenas, compañeros―

Sakura largó una carcajada cuando vio a Suigetsu tomar el micrófono y subirse a la barra bastante ebrio. Serian cerca de las tres de la mañana y ya la mayoría de sus amigos apenas se podían mantener en pie.

―Es nuestro último año― Chillo emocionado y varios de sus compañeros lo corearon ―Hay que embriagarse―

―Ve a bajar a tu novio de ahí antes que se mate― Bromeó la pelirrosa dirigiéndose a Karin y esta quedó roja de vergüenza.

―No es mi novio― Chillo ―Pero voy a bajarlo antes que se caiga y se quiebre el cuello― Dijo divertida pero no llego ni avanzar dos pasos cuando vio a Sasuke subirse a la barra trastrabillando junto a Suigetsu.

Ambas amigas se miraron de reojo preocupadas por el estado del Uchiha y se hicieron paso entre la multitud rumbo a la barra que esos dos usaban como escenario. Suigetsu sonrió divertido, Sasuke estaba tan perdido que apenas distinguía donde estaba.

―Sasuke― Lo llamo el albino preocupado al verlo tambalear ―¿Estás bien? ― Le susurro acercándose al pelinegro.

El Uchiha no le contestó, todo le daba vueltas, las luces lo mareaban, la música estaba tan alta, las manos le temblaban, sudaba frío y estaba más pálido de lo normal.

―¡Sasuke!―

Entonces la vio, lo único que Sasuke pudo enfocar antes de caer desmayado desde la barra al medio de la pista de baile fueron esos ojos verdes.

Sakura corrió de prisa al verlo caer inconsciente y se agacho hasta quedar a su lado, todos sus compañeros formaron un círculo a su alrededor murmurando preocupados. Sasuke Uchiha estaba convulsionando en medio de la pista de baile.

―¿Qué le pasa? ― Grito preocupado Naruto acercándose junto a Hinata y observó el rostro pálido de su amigo ―Sakura ¿Qué tiene? ― Preguntó soltando la mano de la Hyuga y agachándose para quedar a altura de la pelirrosa.

―Llamen una ambulancia― Grito Suigetsu nervioso.

Varios tomaron sus móviles llamando a emergencias mientras se acercaban al tumulto de gente. Karin lo miro asustada y Suigetsu la abrazo atrayéndola a su pecho para calmarla. La pelirrosa se aproximó mas Sasuke apoyando su dedo índice y medio en el cuello del chico para tantear su pulso y clavo sus ojos en Naruko cuando la rubia se situó al otro lado del pelinegro arrodillada.

―¿Qué tomó? ¿Qué le diste?― Exigió enojada y la rubia le desvió la mirada sin responder ―Naruto, ayúdame― Murmuro la Haruno levantando al Uchiha levemente para recostarlo de lado.

Naruto le sostuvo la cabeza obligándolo a recostarse sobre sus piernas flexionadas y Sakura metió dos dedos en su garganta obligándolo a vomitar, lo sintió hacer una arcada y sintió el líquido tibio mojar su vientre manchando el vestido de un color morado casi rojo cuando el Uchiha le vomito encima.

―¿Qué le haces?― Chillo Naruko al verlo hacer arcadas ―Lo vas a ahogar― Grito histérica al verlo vomitar todo ese liquido alcohólico.

―Cállate― Le gritó Naruto enfadado.

Sasuke entre abrió los ojos respirando muy pausado.

―Hay que llevarlo al hospital― Murmuró la pelirrosa observando al rubio ―No podemos esperar la ambulancia―

Naruto asintió a su lado.

―Sasuke, vamos― Lo llamo intentando que se levantará del suelo ―Suigetsu, Shikamaru ayúdenme― Ordeno el rubio.

Ambos chicos lo tomaron cada uno de un brazo y lo guiaron a la salida del local, el Uchiha iba casi inconsciente. Sakura le quitó las llaves del coche del bolsillo del pantalón y los siguió junto a Naruto, Hinata y Karin. Naruko fue tras ellos llorando.

―Súbanlo atrás― Ordeno la de ojos verdes destrabando el coche.

Suigetsu y Shikamaru recostaron al chico en el asiento trasero y Naruto se subió de prisa junto a él evitando que Sasuke quedara completamente acostado y se ahogara con su propio vómito.

―Hinata― La llamo, la pelinegra se acercó a la puerta abierta del coche ―Entra. Que Neji y Tenten te lleven a tu casa― Le ordeno preocupado.

―Si― Asintió en voz baja observando al Uchiha pálido y casi sin vida sobre el pecho de su novio ―Ten cuidado, Naruto― Susurro la Hyuga depositando un casto beso en sus labios.

El rubio asintió cerrando la puerta y Sakura rodeo el coche para subir de piloto.

―Yo voy― Chillo Naruko intentando subirse de copiloto.

―Ni se te ocurra― Le dijo la pelirrosa trabando el coche por dentro ―Todo esto es tu culpa― Hablo enojada, Sakura sabía que quien le había dado las drogas a Sasuke era la Uzumaki.

―Ábreme― Grito enojada golpeando el vidrio y la pelirrosa encendió el coche para ponerlo en marcha ―Naruto― Se quejó con su hermano.

―Ahora no. Ve a casa― Le ordeno el rubio desde la ventanilla del asiento trasero.

Naruko no pudo retrucar cuando Sakura aceleró en sus narices alejándose de ellos. Sasuke se removió inquieto en el asiento trasero y Naruto lo obligo a recostarse sobre él evitando que se acostara y se ahogara en su propio vómito.

Molesta― Susurro apenas audible abriendo los ojos.

―No hables― Ordeno con la voz entrecortada la pelirrosa, le temblaban las manos y estaba segura que en cualquier momento comenzaría a llorar ―Ya vamos al hospital― Le informo acelerando.

―No― Gimió y Naruto presionó sus hombros para evitar que se levantara ―Madara no se puede enterar― Pidió en voz baja.

Sakura rechisto enojada cambiando el rumbo del vehículo.

―¿A dónde vamos? ― Preguntó el rubio al ver como su amiga cambiaba de carril.

―Al único lugar que se me ocurre― Dijo tomando su móvil y Naruto la vio textear enviando un mensaje a quien sabe quien.

Demoraron unos quince minutos en llegar que para Naruto fueron eternos sobre todo cuando su amigo volvió a desmayarse sobre su pecho. Sakura freno de golpe una vez llegaron a aquel viejo remolque. Sasori salió de prisa ayudando a Naruto a bajar al azabache para llevarlo al interior del remolque. La abuela Chiyo los hizo recostarlo en su cama y los obligo a salir a la sala mientras ella se ocupada del pelinegro, los tres adolescentes le obedecieron sumiéndose en un incómodo silencio.

―¿Qué esta pasando?― Preguntó Naruto ubicándose en uno de los sillones y Sakura y Sasori se miraron de reojo.

―Cuando tuve la sobredosis en la fiesta de fin de curso luego de― Explicó la de ojos verdes en voz baja dejando la frase inconclusa sin poder mencionar aquella palabrita ―Sasori y su abuela me salvaron la vida―

Naruto no volvió a preguntar nada mas tras oírla, por lo visto aún le faltaban muchas cosas por enterarse de lo que le había sucedido a su amiga esa noche. A los veinte minutos la anciana salió del dormitorio.

―Tu y mi nieto van a matarme un día de estos― Reclamo enojada dirigiéndose a la pelirrosa, Sakura la miro entre avergonzada y agradecida ―Esta bien. Ya pueden pasar― Anunció.

Sakura y Naruto respiraron tranquilos encaminándose al dormitorio.

―Gracias, Chiyo― Susurro con una sonrisa la Haruno al pasar al lado de la anciana.

La abuela Chiyo le acarició la mejilla con cariño. Sakura aguanto las ganas de llorar cuando ingreso al dormitorio y lo vio tendido sobre la cama. Naruto se le adelanto sentándose en el colchón junto al Uchiha y le sonrió con ternura cuando lo vio abrir los ojos despacito. Sakura se aproximó a la cama con duda ubicándose del otro lado del pelinegro y clavo sus ojos verdes en él. Sasuke se veían tan roto.

―¿Estas bien?― Rompió el silencio el Uzumaki.

Sasuke asintió sin dejar de verla. Estaba tan pálido, los ojos vidriosos, la ropa sucia.

―Sakura― La llamo con la voz rasposa y la pelirrosa sintió como se le llenaban los ojos de lágrimas cuando apoyo su mano sobre la fría del Uchiha ―Gracias― Susurro apenas audible.

Sakura gimoteo acercándose más a él y Sasuke apretó su mano entre la suya enredando sus dedos. El Uchiha clavo sus ojos en el vestido manchado de la pelirrosa.

―Hueles a vómito― Dijo divertido.

―Ay, Sasuke― Sakura largó el llanto tirándose sobre su pecho y Naruto lanzó una risita baja acariciando el cabello de la pelirrosa con cariño.

Los dos recordaron a ese pequeño niño llorón a los cinco años diciéndole lo mismo a la pelirrosa solo que esta vez el vómito era de Sasuke, no de Naruto.

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Sasuke paso todo el día del sábado en el remolque de Sasori siendo atendido por la abuela Chiyo, fue cerca de las ocho de la noche que los tres adolescentes decidieron encaminarse a casa del Uzumaki. Se habían dado una ducha y Sasori le había prestado a Sakura una sudadera holgada color roja para cubrir el vestido que apestaba a bilis y alcohol.

―Chiyo― La llamo observando a Naruto ayudar a Sasuke a subir al asiento del copiloto, el rubio le paso una frazada por encima y Sasuke se recostó sobre el vidrio del coche acurrucándose en la vieja cobija ―A Sasuke le dieron las mismas drogas que a mi ¿Verdad? ― Sonó a pregunta pero la pelirrosa lo afirmó solo necesitaba que la anciana la confirmara.

―Necesitaríamos un análisis de sangre pero― Susurró la anciana observándola de reojo, Sasori se situó a su lado ―Yo creo que si―

―Fue Naruko― Afirmó el pelirrojo.

Sakura apretó los puños, Naruto subió al asiento trasero, se estiró sobre el asiento del piloto e hizo sonar el claxon apurando a la pelirrosa para irse. Sakura le había avisado a Rin que pasaría el día con Ino, no quería mentirle pero tampoco podía decirle la verdad. Su hermana la mataría.

―Gracias, Sasori― Murmuró encaminándose al coche, el pelirrojo la detuvo sosteniendo su brazo.

―Mucho cuidado, muñequita

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―Ah, Sasuke. Estaba tan preocupada― Chillo Naruko cuando vio a Naruto y Sakura ingresar a la casa con Sasuke a cuestas.

Ambos adolescentes la ignoraron dirigiéndose al dormitorio del rubio.

―¿Qué le paso?― Preguntó Jiraiya preocupado saliendo de la cocina con un delantal color rojo de seguro haciendo la cena.

―Resaca― Hablo la pelirrosa de prisa.

―Ah, bien― Comentó volviendo a la cocina ―Les subiré la cena entonces― Anunció.

Los cuatro se dirigieron de prisa al dormitorio del rubio para poder recostar al Uchiha en la cama, aún estaba pálido y débil pero Sakura sabía que para el domingo a la tarde ya estaría recuperado.

―¿Tu se las diste? ― Naruko frunció el ceño cuando Sakura la detuvo en la puerta del dormitorio impidiéndole ingresar.

―Sasuke es un adulto― Murmuró la rubia enojada ―Ahora déjame pasar―

―No― Naruko abrió los ojos sorprendida al oír a su mellizo ―Ve a dormir. Sasuke debe descansar― Le ordeno Naruto cerrándole la puerta en las narices.

La rubia bufo furiosa por la actitud de su hermano, quiso patear la puerta e ingresar a prepo pero se abstuvo pensando en que quizás la pelirrosa ya le había contado a Naruto que había sido ella quien la drogo aquella noche para que los Akatsuki la violaran y si eso era verdad, faltaba muy poco para que Sasuke también lo supiera.

―Esa perra―

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―Yo ya me voy― Anunció la pelirrosa.

Naruto arropó que Sasuke en su cama y el pelinegro entre abrió los ojos observándola.

―Sakura― La llamo, la pelirrosa dudo unos segundos pero acabo acercándose a la cama.

―Dime― Murmuró sentándose a su lado y Naruto observo más alejado como Sasuke levantaba la mano despacito y la apoyaba en la mejilla de la pelirrosa con ternura.

―No la bese― Susurro apenas audible.

Sakura gimoteo cerrando sus ojos y varias lágrimas bajaron despacito mojando la palma de la mano del Uchiha.

―No la bese, molesta― Repitió con una sonrisa de lado.

―¿Por qué?― Pregunto abriendo los ojos pero sin romper el contacto de la mano de Sasuke con su mejilla

―Porque te lo prometí―

Ninguno dijo nada mas, Jiraiya les trajo la cena a los diez minutos y Sasuke se sentó en el colchón recostándose en el espaldar de la cama, Sakura se sentó a su lado ayudándolo a comer aquel caldo de verduras, lo arropó entre las cobijas luego de cenar y se marcho cuando lo vio dormido. Naruto la acompaño hasta su casa.

―Gracias― Susurro y el rubio deposito en un pequeño beso en su frente con cariño ―Cuídalo mucho―

Naruto asintió regresando a su casa.

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Ya tengo los videos. Voy a conseguir los mensajes.* Izumi.

Sakura apretó el móvil con fuerza contra su pecho tras recibir aquel mensaje de Izumi. Sabía que la castaña se estaba arriesgando demasiado al revisarle no solo el móvil sino también la laptop del Uchiha mayor en busca de todo tipo de pruebas que pudieran usar en contra de ese bastardo.

―¿Estas bien?― Susurro Naruto sentándose a su lado en la cama.

Sakura asintió. Habían pasado un par de días desde que Sasuke tubo aquella sobredosis y aunque el Uchiha ya no la miraba con tanta rabia seguían sin poder dirigirse la palabra. El timbre resonó por aquel pequeño remolque. Naruto la sintió temblar a su lado y apretó su mano entre las suyas para transmitirle aunque sea un poco de tranquilidad.

―Itachi― Escucharon que lo saludaba Sasori desde la sala y ambos adolescentes se pegaron a la puerta cerrada del dormitorio del pelirrojo intentando escuchar la conversación.

―¿Qué te trae por aquí?― Preguntó con burla el pelirrojo.

Itachi ingresó furioso.

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