Mis terrones de azúcar, vengo aquí super rapidito, para dejar un pequeño regalo mega atrasado de cumpleaños, para mi terrón de azúcar Left-girl, que desde el año pasado te lo debo y ya mero sera tu cumpleaños de nuevo. Eso si... En este año tendrás un pequeño detalle.

Primero que nada... ¿Ya están listos para el ShaMuTober2023?

¿Quien va a participar?

No tengan miedo, háganlo.

Si desean mas información, vayan a facebook, busquen la pagina y/o grupo de la "Familia Terrón De Azúcar" Para que tengan mas datos.

Otra cosita mas terrones...

¿Ya fueron a ver el nuevo vídeo?

El capitulo 5 de Mi Único Deseo ya esta disponible en mi canal de youtube.

Aquí les dejo el link:

watch?v=x5rId1E6ZrE&list=UUsXOkmNxMv5aXgnG5lXNjjA&index=1

Les dejo el nombre también del vídeo:

Audio Fanfic Saint Seiya. Mi Único Deseo, Capítulo 5 (Atenienses) Parte 2 [ShaMu] {ShakaXMu}

Y también el nombre del canal:

AMMU TEIKOKU YUDAINA.

Por favor, vayan apoyar y participar en el ShaMuTober2023 y a ver el vídeo del día de hoy.

Se los agradecería mucho mis terrones de azúcar.

Ahora si a leer se ha dicho.


En un día bastante tranquilo en el santuario, siendo algo extraño ya que últimamente ha habido muchos desastres ocasionando por "Arreglar" algunas cuentas del pasado entre caballeros de todo rango.

Siempre siendo calmados por aquellos que tienen más paciencia, y también por orden del patriarca, qué sino, Libra les jalara las orejas a todos los revoltosos, por que están dando una pésima imagen para el santuario de Atenas, y aunque la misma Diosa no se encuentra ahora mismo con ellos, no se pueden comportar de una pésima manera.

El templo de Aries, es uno de los pocos lugares donde la paz ha estado reinando desde hace tiempo, pues con el primer guardián, nadie tiene temas que arreglar, ni tampoco él.

Después de todo, es un hombre de paz tanto externa como intenta, nada lo perturba, ni lo hace enojar.

Al contrario, ha sentido que nada puede salir o estar mal.

-Kiki, ¿Terminaste de estudiar?-

-Si, maestro- Sonriente y estando en las primeras escaleras de Aries -¿Puedo jugar con los videojuegos del celular?- Pide suplicante aquello.

Claro que el pelila preferiría que su pequeño aprendiz qué ve como a un hijo, pase el tiempo con él, sabe que a veces debe dejarle momentos de esparcimiento, y tenga sus instantes a solas, ya que no es nada malo.

Después de todo, lo tiene bien vigilado gracias a una App, qué sabrá Atena, como la pudo instalar en su celular, si apenas le sabe a lo básico. Pero gracias a ella logra cuidar todo lo que hace el menor en el aparato y protege que no vea nada indebido.

-Esta bien, pero ven rápido para la cena en una hora- Le advierte y le dedica una sonrisa, para darle unas palmadas en la cabeza al menor.

A lo cual, el pequeño Lemuriano, le dedico una pequeña sonrisa, y de forma fugaz abraza al mayor -Gracias maestro- Asiente varias veces –Si, iré rápido. Me quedaré aquí a jugar- De inmediato se sienta en las escalinatas de aires, para buscar el juego que tiene en partida.

Mu solo sonríe, niega con la cabeza, pensando sí es que lo consciente demasiado, pero al verlo tan feliz, y saber que muchos de sus compañeros también consciente un poco de más a sus alumnos, no le parce tan malo.

Pero antes de retirarse por completo, para seguir con unos pendientes que incluyen la cena, escucha algo de parte del pelirrojo.

-Maestro Mu, debería a invitar a cenar al señor Shaka- Aquella propuesta no lleva para nada malas intenciones. Kiki, ha aprendió a apreciar al sexto dorado y también admite que la agrada un poco para hacer feliz a su maestro.

A lo cual el actual Aries, solo se queda estático en su lugar, para preferir huir antes de responder algo.

Gracia a esta reacción, Kiki solo rio y sigue en su juego.

Sin duda el Lemuriano cabellos rojizos, le encantaría qué su maestro y el caballero de Virgo se hicieran pareja, ya que tener el respaldo de más dorados sería muy divertido para él. Además que, a veces Shaka, se lo ha intentado ganar dándole algunos dulces y chocolates, así que disfruta mucho el ser sobornado, pero dice que principalmente lo hace por la felicidad de su maestro.

Total, su emoción solo crece al ver que va ganando suficientes puntos para combatir un monstruo, gana experiencia y sube de nivel.

Apenas va en los primeros retos, pero ya se siente todo un pro en esto.

Kiki sonríe y ríe a carcajadas, alzando el celular cada que obtiene una estrella.

-¡SIIIIIII! ¡PASE EL ÚLTIMO NIVEL DEL PRIMER MUNDO!- No pudo evitar saltar, alzando lo más alto el celular.

Pero, por estar con los ojos cerrados, y muy emocionado, no siente el cosmos, ni la presencia de quien repentinamente le arrebata el aparato de color negro, con una carcasa de color lila con borreguitos rojos.

Esto provoca que el pequeño aprendiz de Aries, se sorprenda y se detenga en seco, para rápido toparse con el intruso qué le dice algunas palabras "Amigables".

-Vaya, nos volvemos a ver. Tapón de alberca-

Aquella voz la reconocería donde fuera. Ese sobrenombre le trae pésimos recuerdos.

-Isaac…- Kiki, pronuncia ese nombre qué sólo le trae mucho enojo. Frunce su ceño al verlo con una sonrisa burlona, mientras sostiene su celular -¿Qué estás haciendo aquí?- Pregunta refunfuñando.

-Je, je, je, solo vine a ver a mi maestro- Le devuelve el celular con un desdén algo grosero, por lo cual casi se le cae de las manos al pelirrojo.

-Ayyy… Aumm… Uffff- Al sostenerlo y tenerlo bien en sus manos se gira al otro para enfrentarlo -¡OYE! ¡TEN CUIDADO ESE TELÉFONO NO ES MÍO, ES DE MI MAESTRO!- Dispuesto a defenderse, lo guarda rápido entre sus ropas, para hacer uso de su Telequinesis en señal de que lo atacara si hace alguna tontería -Solo has venido a molestar—

La marina del Kraken, sigue con una sonrisa pero lejos de fruncir el ceño o de mostrarse de nuevo a arrogante, solo lanza un suspiro y mira al menor.

-No vine para nada de eso sino…- Rasca su cabeza ante la mirada enojada del Lemuriano -A disculparme, también… Contigo—

Esto sorprende al menor, que deja caer las rocas al suelo que ya levitaban sobre la cabeza del peliverde, simplemente no puede creer que esto esté pasando -¿Conmigo?- Se señala a si mismo incrédulo.

-Dentro Del Templo De Aries-

-Listo, ya esta todo- Suspira, admirando la hermosa mesa y cena qué ha preparado, de hecho la ha decorado de la mejor forma posible.

Sonríe ante esto, a la vez que el sonrojo se apodera de sus mejillas, ya que en efecto, hizo caso a las palabras de su alumno, e invito a una cierta persona especial.

-Espero, qué les guste— Lleva sus manos al nivel de su pecho, para lanzar un pequeño suspiro, pensando en esa maravillosa noche que van a tener.

Solo será una pequeña y linda cena, en un tipo de atmósfera familiar. Pero… Tal vez, Kiki podría irse a dormir un poco más temprano de lo usual, ya que… Quiere pasar algo de tiempo a solas con Virgo.

Pero tan solo al pensarlo, se avergüenza por siquiera a ver imaginado algunas cosas, niega con la cabeza para desaparecer cualquier pensamiento que se le cruce, y rápido mira hacia la entrada de Aries.

-Kiki, ya tardó- Observa al reloj de borreguitos que tiene en la pared –Sabe muy bien que es la hora de la cena-

Decide entonces a ir por su niño, y dedicarle un pequeño regaño, por no obedecer rápido a la hora de la cena, aunque la tardanza no fuera más que unos cuantos minutos. Fue gracias a que se acercaba que empezó a sentir ese cosmos qué no reconocía del todo. Eso claro que le extraño, pero eso aumento mucho más al escuchar de lo que hablaban.

-Perdóname por golpearte la otra vez–

-Oye, de verdad casi me matabas y me dolió mucho- Hace un pequeño puchero de indignación.

-Sé lo que hice y estoy muy avergonzado… - Sentado junto al menor en las escalinatas de Aries, el pulpo tuerto se está disculpando de la manera más sincera posible -Y más por que eras tan solo un niño, pero…- Lo mira detenidamente -Hasta eso, y no llevar armadura, resististe bastante bien- Le sonríe y a la vez que lo halaga.

Lo mira sonriente con aires de superioridad –Bueno, es que soy entrenado por el caballero dorado de Aries, el señor Mu, y soy el mejor de mi rango- Se señala a su mismo en son de presumir-

-Sí, lo eres…- Calla un instante, volviendo a pensar sobre el pasado -Y creo que me ensañe demasiado contigo…- Lanza un suspiro apenado -De verdad, lo lamento, casi te mataba y te herí demasiado…- Baja la mirada pensando en ese recuerdo -Protegías la armadura de Libra, y yo solo seguía ordenes, me pase mucho contigo y…- Es allí qué siente un cosmos casi maligno y aterrador qué le hiela la sangre.

Pues a sus espaldas, puede notar unos ojos verdes impregnados de una enorme furia, casi la silueta haciéndose de color negro por lo enfurecido que se encuentra.

-¿Qué le hiciste qué cosa a mi Kiki?- Mu, sí que se escucha aterrador.

-¿Eh?- Sus ojos se abren de par en par, hasta la pupilas se contraen por el miedo que le empieza a recorrer por todo el cuerpo.

-¿Maestro?– Kiki, se gira para ver al pelilila, pero con solo apreciarlo de esta forma retrocede unos cuantos pasos.

Isaac, rápido se levanta del suelo y se gira para ver al primer dorado. Solo puede pensar que ese cosmos tan colérico es una clara señal de peligro.

-No, no… No es lo que piensa…- Se calla unos momentos y luego niega con la cabeza -Bueno si… Pero fue por que estoy en el ejército de mi señor Poseidón, y era nuestro deber proteger los templos submarinos… Pero, yo no quería…- Cada cosa que dice la debe pensar con detenimiento, por eso su tartamudeo, pues si alguna mentira dice, podría costarle la vida.

Además con esa mirada verde que le hace sentir el mismo infierno en carne propia.

-Bueno fue mi deber, y si peleamos… Combatimos, pero…- No sabe que decir para tratar de arreglar la situación, pues cada palabra que pronuncia, solo lo condena peor.

-¡CÁLLATE!- Ahora sí que Mu está realmente furioso, porque una Marina se atreviera a tocar a su bebé.

Incluso ese tipo de voz que hace ahora, nunca antes la había escuchado el mismo Kiki, quien solo retrocede porque le aterra esa furia de su preciado maestro.

-Ca… Ca… Caba… Llero… De Aries… Por favor… Permítame… Explicarme… Yo viene aquí para discul…- Ni logra decir nada, pues el primero dorado de nuevo lo interrumpe.

-¿Así que te gusta golpear a aspirantes más pequeños y sin armadura?- El tono de voz y su rostro enfurecido, aterra peor que el mismo Hades o los Dioses gemelos de los campos Elíseos.

-Maestro… Por favor…- Kiki intenta ayudar al peliverde, pero el actual Aries no lo puede escuchar, por lo enojado qué se encuentra.

-Veamos si te gusta que alguien más grande y más poderoso qué tú, te de una paliza- Mu no parece el mismo, esta realmente fuera de sus cabales por su enorme enfado, ya que alguien se atreviera a tocar a su preciado aprendiz.

-Pero… No…- Apenas si le sale la voz al Kraken, cuando siente como el primer dorado se acerca para devolverle los golpes qué le dio a su alumno en el pasado.

-Unos Minutos Después-

Un joven hombre de cabellera dorada, se encuentra llegando a la parte trasera del templo de Aries.

-Fue muy amable de parte de Mu, invitarme a cenar…- Sonríe levente al pensar en aquel caballero -Espero poder decirle lo que…- No termina su frase, cuando alza su vista ante lo que encuentra en el interior del primer templo.

En medio de Aries, aprecia un cuadrilátero de box, en donde las luces del mismo templo se encuentran enfocadas.

Encontrándose también con al Ariano, en una curiosa vestimenta… Mientras el pelilila está lanzando unos buenos golpes a otro personaje.

Muy pocas han sido las ocasiones que ha logrado ver a Mu de esta manera y claramente esto no podría representar nada bueno.

Ambos vestidos como boxeadores, desnudos del torso, con shorts, el rojo para Aries y el azul para el Kraken, con guantes negros cubriendo sus manos y vendas en partes de sus brazos y piernas, para que ambos estén descalzos. Mu conectando algunos golpes en el pobre Isaac, qué este prefiere evitarlos y bloquear, pero esta todo aterrado de estar luchando de esta forma y más con un caballero dorado que parece querer matarlo.

Intenta hablar con el Lemuriano, para calmar este desastre.

-¡POR FAVOR, CABALLERO DE ARIES!- Bloquea con sus manos un golpe directo a su cara, pero su costado derecho es atacando con los puños del Ariano -¡YA ME DISCULPE! ¡NO QUISE LASTIMARLO!-

-¡QUERÍAS QUITARLE LA ARMADURA DE LIBRA A LA FUERZA! ¡ME DAN LO MISMO TUS RAZONES, TE VOY A HACER PAGAR CADA GOLPE Y HERIDA QUE LE HICISTE A KIKI!- Lanza un golpe de manera rápida, pero es esquivado por la Marina, esto solo provoca que el Lemuriano destruya la parte central del ring, pero esto le da igual, y sigue golpeando al maldito mocoso qué se atrevió a golpear a su niño que quiere tanto.

-¡MAESTRO, POR FAVOR! ¡DETÉNGANSE, YA SE DISCULPÓ CONMIGO NO PASA NADA!– Kiki, se encuentra vestido con ropas blancas, una playera y unos shorts, y una toalla en su hombro, como si se tratara del pequeño entrenador del pelilila, quien lo apoya y cuida por su la batalla se complica.

Quiere detener la pelea, pero Aries no lo escucha.

Además no es el único que está allí presente.

-¡MU, POR FAVOR. POR ATENA, DEJA A ISAAC!- Acuario se está desesperando por esta pelea tan injusta a su parecer, la cual quiso detener desde un inicio, pero se llevó un fuerte golpe en la mejilla izquierda y fue alejado del ring con la excusa de que esto, Aries lo va arreglar con el Kraken.

Ninguno de sus ruegos y reclamos surtieron efectivo. Mu, le está dando una paliza al peliverde.

Ante la mirada azulada, qué sólo se acerca sorprendido porque nunca imagino este lado tan agresivo del primer dorado.

-¿Qué esta pasando?- Pregunta con un tono de consternación.

Camus, de inmediato lo toma del cuello de la camisa, y desesperado, le grita en la cara -¡SHAKA, POR TODOS LOS CIELOS. DILE A MU QUÉ SE CALME, Y QUE ME DEVUELVA A MI ALUMNO!- Acuario, sí que esta desesperado.

Virgo se hace para atrás, con los ojos bien abiertos, y bastante incómodo por que invadan su espacio personal. Rápido le quita las manos al contrario de sus prendas -¿Por qué lo haría?- Mira y escucha aun la fuerte pelea entre el pelilila y el Kraken en el ring -¿Qué le hizo a Kiki?- Pregunta, porque igual le parece bastante sospechoso esto, y se siente algo molesto por conocer la verdad.

Camus se queda callado, desviando la mirada -Eso… Fue el pasado… Cuando estaba el problema con Poseidón, pero…- Lo encara con seriedad y angustia -Está arrepentido– Le dice de inmediato para defender a su alumno.

-Mmmh- Alza una ceja molesto e ignora al peliaguamarino –Entonces, arréglalo tú- Se muestra ahora bastante indiferente al décimo primer dorado. Sin embargo, sigue atento al ring, ya que desea seguir apreciando esa pelea.

-Ya lo intente, y Mu me golpeó- Le muestra el golpe de la cara –Además…- Su rostro se trasforma a uno de terror -Que no estoy loco para enfrentarme a Mu- El instinto de supervivencia es lo principal para no morir en vano. Rápido negar con la cabeza –Y todos sabemos que Mu, solo le hace caso al patriarca, a Kiki o a ti… Y como a su propio alumno está ignorando- Su preocupación solo aumenta como el miedo de que algo peor pase -¡INTENTA DECIRLE QUE PARE!— Se gira al escuchar el golpe seco en la cara de su alumno y como lo derrumba en el ring -¡¿QUÉ?! ¡MU! ¡PARA! ¡LO VAS A MATA!-

Acuario de nuevo quiere intentar detener la pelea… Pero, ni siquiera Camus, está tan loco para meterse en medio de este desastre, pues Mu, es un dorado con el cual es extremadamente peligroso meterse. Sin contar, que por ser alumno del patriarca, a veces tiene preferencias.

Tanto Camus como Kiki quieren detener la pelea, pero Mu no va a dejar ir a Isaac tan fácilmente hasta hacerle pagar cada golpe que recibió su pequeño alumno, aunque no sepa del todo el contexto de cuantos golpes recibió el pelirrojo, y como fue la pelea.

Pero, sí que tiene en claro algo, y es que no permitirá que alguien le haga daño a su niño y no reciba un castigo apropiado.

Mientras tanto, Shaka esta admirando el espectáculo de esa pelea, escuchando de fondo los gritos de protesta de parte de Acuario y Kiki, y los alaridos dolorosos del Kraken. Pero… Todo eso pasa a segundo plano, cuando los ojos azules brillan, su rostro se ilumina, admirando lo más hermoso que pudo ver alguna vez.

Un Mu bastante violento, fuerte y dejando de lado su paz tan característica.

Esta tan embobado, qué no puede ni controlar sus palabras que salen de sus labios.

-No creí que fuera posible enamorarme aún más de él- Shaka, lo dice con completa sinceridad, aunque realmente nadie lo escucho, pues Mu tiene contra las cuerdas al pobre de Isaac, mientras le da algunos buenos golpes, y tanto Kiki como Camus, lo están tomando de los brazos para evitar que siga moliéndolo a golpes.

-¡YA DÉJALO, LO VAS MATAR!-

-¡MAESTRO, POR FAVOR!-

-¡¿PARA… QUE… AY… VINE?!- El pobre Marina, ya no logra hablar correctamente.

-¡TE HARÉ PAGAR, ISAAC DE KRAKEN!-

Sin duda, Mu es un hombre muy pacífico y calmado, tratando siempre de abogar por ambas partes y deseando mantener la paz entre sus compañeros, siendo la voz de la razón. Pero… Cuando se trata de sus seres queridos, aquellos que ama más que nada en este mundo, no va a tolerar a nadie que los lastimen, incluso si debe provocar una pelea brutal para hacer pagar cada gota de sangre y lagrima, qué les hicieron derramar.


Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj?

¿Como están mis terrones de azúcar?

Espero que estén super bien, disfrutando tanto cada locurita que les dejo aquí.

Y por cierto... ¿Que tal? Mu saco la cornamenta de carnero dorado.

Pobre Isaac, le ira mejor en otra vida.

Y Shaka todo embobado en su borreguito que siempre es dulce, pero ahora para nada.

Kiki, todo preocupado y Camus casi muriéndose de terror.

Jajaja, espero que les gustara, y sorbe todo, espero que a ti Left-girl, lo disfrutaras tanto, se que te gusta mucho las cositas bizarras y loquitas.

Ahora si a cantarte la canción oficial de la familia terrón de azúcar:

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Left-girl, tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Left-girl, tu cumpleaños si que si.

Sé que pronto tu cumpleaños se acerca, así que... Espero que te guste el regalo atrasado, ay... Perdóname.

En fin, gracias por leerme, por educarme y por apoyar los nuevos eventos que se acercan, de verdad agradezco tanto como ustedes siempre me brindan su apoyo y alegría incondicional.

De verdad, se los agradezco de todo corazón.

Son los mejores terrones de azúcar del mundo mundial.

Por favor cuidense mucho, hagan caso a todas las medidas de higiene y no se expongan de mas.

Manténganse a salvo.

Los quiero mucho.

Ammu se va.