HONNE
Los verdaderos sentimientos y deseos de una persona.
DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.
…
Capítulo 8. La ineludible y confusa verdad.
—Entonces no es tan comprensivo y sensible como ella nos lo describió.
—De cierta forma lo es, pero no hubo explicaciones que consiguieran convencerlo del todo, señor.
Kakashi había escuchado con mucha atención cada detalle que Iruka le dio respecto a su visita a Kioto y le pareció sumamente interesante como podía formarse diferentes imágenes mentales de Sasuke Uchiha dependiendo de quien lo describiera.
Mientras que, en palabras de Sakura, el muchacho era la cúspide de la caballerosidad y la perfección humana, luego de escuchar de Iruka la forma en que perdió el control y le gritó a su prometida por lo que había hecho, sin darle oportunidad de explicarse primero, a él le pareció un jovencito inmaduro, posesivo y capaz de desconfiar incluso de ella.
Lo cual trajo a su mente otros defectos que tal vez pudiera tener y que se sentía con la urgencia de saber.
—Ya me ocupare de sus inquietudes luego, pero, sé sincero Iruka... ¿Él es malo con ella de alguna otra forma?
—No diría que lo es. En realidad, parece amarla al mismo nivel que ella lo quiere a él y Sakura-chan se siente genuinamente segura y feliz de estar a su lado — la mano derecha del emperador le dio un sorbo a su té mientras rememoraba cada detalle visto de la relación de aquel par de jóvenes —. Es decir, sí, es un joven bastante hermético y frío, pero luego de esa pelea que tuvieron la trató con una dulzura y gentileza que un hombre de su tipo solo estaría dispuesto a usar con su cónyuge.
—¿Te refieres a cosas como tomarla de la mano o llamarla con algún cursi apodo?
—Más bien son gestos sutiles, como la forma en que la mira, le habla o la mantiene cerca de él — a través de su periferia, Iruka alcanzó a ver que Kakashi fruncia el ceño ligeramente —. Aunque también fue capaz de ser totalmente explicito, pues al despedirse le dio un prologando beso que haría sonrojar hasta a un demonio. En definitiva, no quería separarse de ella.
Ese último comentario lo había hecho con el propósito de conseguir una reacción mucho más expresa de su emperador y le funcionó de maravilla, pues el peliplata soltó un pesado suspiro y después se giró a ver por la ventana con la cabeza recargada en su mano.
Una acción que siempre realizaba cuando recibía noticias que le disgustaban.
—Sakura se veía muy feliz cuando regresó por lo que entonces podemos concluir que esa pequeña discusión no significó nada para ella — el soberano apuntó con un tono de voz aburrido.
—No, pero fue bastante útil para confirmar que era verdad lo que le contó acerca del extraño vínculo que la une a ese amigo de la infancia que ahora llama "prometido" — por el rabillo del ojo, Kakashi notó la forma en que su allegado se cruzaba de brazos y ponía una expresión reflexiva —. Verá señor, como usted me pidió, deje en Kioto un par de hombres para que vigilaran a Uchiha-kun y no nos habíamos alejado mucho en nuestro camino de regreso aquí cuando uno de ellos me informó que el lugar donde ese muchacho vivía se incendió misteriosamente.
—¿Misteriosamente? — remarcó la palabra con incredulidad.
—Naturalmente hice averiguaciones y, en efecto, no se encontró nada que indicara que se trató de un accidente ni tampoco que hubiera sido provocado — el vasallo hizo una pausa para que su acompañante digiriera lo que eso quería decir y tras un par de segundos continuó —. Y cuando se le preguntó a Uchiha-kun si tenía alguna teoría sobre lo sucedido él sólo dijo "hay circunstancias de las que no se puede escapar".
—Así que todo ese cuento de que pasan cosas malas cuando pelean o están disgustados es verdad — no le había creído a Sakura ni un poco que eso fuera cierto la primera vez que lo escuchó, pero ahora teniendo un ejemplo de ello comenzaba a creer en sus palabras —. ¿Y en dónde está viviendo Sasuke Uchiha en este momento?
—Inmediatamente después de enterarme mande hacer los preparativos para que le dieran un nuevo hogar. Uno más grande y con mejores servicios.
—Bien hecho ¿Sakura sabe lo que pasó?
—No señor, pero la he escuchado preguntar por Uchiha-kun, usted, su familia e incluso por mí para saber si estamos bien — Kakashi apretó los labios, ligeramente acongojado por escuchar eso.
—Seguro piensa que esa consecuencia de la que no pueden escapar está todavía por venir — a la acertada conclusión de su señor, Iruka dio un corto asentimiento.
—Ciertamente está preocupada, tal vez quiera verla en los próximos días y tranquilizarla — sugirió, creyendo que esa sería la mejor opción para calmar las crecientes inquietudes tanto de la pelirrosa como de su emperador.
—Quiero verla ahora — Kakashi hizo ademan de levantarse y emprender camino hacia el ala del palacio donde la chica se hospedaba, no obstante, fue detenido por un gesto manual de su hombre de mayor confianza.
—Lo siento señor, pero tiene una junta más tarde con el consejo y también una audiencia con los...
—Todo eso puedes posponerlo Iruka, ahora mismo voy a ver a Sakura — el soberano lo interrumpió con firmeza y comenzó a caminar considerablemente rápido.
—Pero señor...
—Ya no te oigo Iruka, estoy muy lejos — en realidad apenas estaba cruzando el umbral de la puerta, pero ya no pensaba seguir poniéndole atención.
Habiéndose quedado solo y con la palabra en la boca, al pobre vasallo no le quedó de otra más que tragarse sus protestas y regaños e ir a hacer lo que Kakashi le pidió. Así mismo, de solo pensar en lo que esos molestos ancianos le dirían por la irresponsabilidad del emperador, se sintió arrepentido y enojado consigo mismo por en primer lugar haber hecho la sugerencia de que fuera a ver a la doncella.
Por su lado, Kakashi se encontró pensando como en momentos donde quería ver a Sakura lo más rápido posible resultaba una desventaja lo lejos que quedaba el área donde se hospedaba. E inclusive le hizo plantearse la idea de buscar crear alguna especie de atajo o traerla más cerca de él, como solución.
Cuando por fin estuvo en los dominios de la chica no pudo evitar sentir como la preocupación y agobio que había sentido anteriormente se disipaban dando lugar a esa calma y calidez que solo esa peculiar joven provocaba en él.
—Kakashi-sama — ella le saludó con una reverencia y una pequeña sonrisa al verlo.
—Sakura — él se acercó hasta el lugar en el porche donde estaba sentada y observó lo que estaba haciendo —. ¿Sabes hacer figuras de papel?
—Solo algunas, en realidad no soy muy buena.
La Haruno estaba siendo modesta, en realidad la grulla de papel rojo, así como la pequeña rana azul que tenía a su lado estaban muy bien hechas.
Sin preguntarle si podía acompañarla, Kakashi se sentó a su lado y tomó una hoja de color blanco procediendo a doblarla con maestría. Esa era la única figura que sabía hacer y probablemente se debía más a la facilidad del procedimiento que al hecho de que no tenía tiempo para aprender a hacer otras.
La dama de ojos verdes observó curiosa la forma en que el emperador trabajaba y sonrió abiertamente cuando reconoció lo que estaba haciendo: un barco.
—Nunca pude aprender a hacer esos — ella comentó alegremente, tomando en sus manos el producto final cuando su acompañante se lo ofreció y analizándolo con admiración.
—¿Sabes hacer este tipo de cosas complicadas, pero no un simple barco? — el hombre sonrió divertido.
—Es que normalmente mi papá o Itachi-niisan los hacían para mí... — al mencionar a esas dos personas su voz y su mirada se tiñeron en tristeza y nostalgia. Algo que no escapó de la atención de Kakashi —. Porque ni yo, ni Sasuke-kun sabemos hacerlos.
—Me parece increíble, eres realmente inteligente y hábil con las manos. Podrías conseguir hacerlas si quisieras — el peliplata comenzó a armar otro modelo igual, esta vez de color amarillo.
—Tal vez se debe a que en el fondo no quiero aprender — esta vez decidió sonreír y mirar a la cara al hombre frente a ella mientras evocaba sus recuerdos —. Itachi-niisan siempre estaba ocupado, pero si le pedíamos que nos hiciera uno detenía cualquiera que fuese su labor para complacernos y hasta hace muy poco mi padre todavía nos los regalaba para que jugáramos juntos.
—Eso suena encantador — terminando de armar el barco, el emperador se levantó del porche y le extendió su mano a la joven para que lo acompañara —. Yo nunca pude hacer cosas como esa.
—¿Ni siquiera cuando era pequeño?
—No cariño, creo que es por eso tus historias de la infancia me parecen tan refrescantes.
Cerca de ellos en el jardín estaba una tina con agua de tamaño mediano, misma que tenía unas cuantas hojas de los árboles cercanos flotando en ella. Ambos pusieron a navegar el par de barcos, observando complacidos como el viento del otoño los ayudaba a moverse.
—Bueno, al menos su primera incursión ha salido bien, señor — ella se rió amenamente y el emperador le revolvió el cabello con suavidad, imitando su risa —. ¿Cómo se sentirá navegar por el mundo?
—Me imagino que como la mayor expresión de la libertad a la que todos aspiramos. Sin reglas, sin obligaciones, sin ataduras. Solo el infinito mar a disposición para recorrerlo.
Sakura sabía que si algo tenía ella en común con Kakashi era esa sensación de sentirse atrapado en un lugar o un sistema que para colmo te hacía sentir insuficiente, pero también era consciente de que él sentía mucho más doloroso el peso que su forma de vida le acarreaba.
Porque no podía negársele y mucha gente dependía de él.
Así que, aunque no le sorprendía escucharlo hablar de esa manera sí la hacía sentir cada vez un poco más triste por él.
—Ojalá pudiéramos, aunque sea hacer un corto viaje.
—¿Podría darles a Sasuke y a ti uno para su luna de miel? — la sola idea hizo reír a carcajadas a la joven —. ¿No te parece buena idea?
—Sería lindo, pero a mí me gustaría navegar en uno no como un viaje romántico, sino como en una auténtica aventura como las de los libros.
—Nunca dejas de sorprenderme Sakura ¡Ahora resulta que quieres ser pirata!
Como solía pasar cuando estaban juntos, los próximos minutos la conversación fluyó amenamente, haciéndolos reír y pasar un buen rato hablando de todo y de nada la vez.
Tanto que se extendió más tiempo del que Kakashi tenía planeado pasar a su lado y terminó llegando bastante tarde a sus demás deberes. Aunque lo que más le pesó una vez se fue, es que había olvidado hablarle de lo sucedido con Sasuke y cuestionarla sobre algo, aunque ya sabía la respuesta:
Si todavía estaba segura de casarse con su volátil prometido.
Tras la última visita de su prometida, las cosas para Sasuke habían estado bastante desordenadas y llenas de incertidumbre.
No solamente estaba en un punto incierto de su relación con Sakura y atormentado por el hecho de su tío siguiera con vida, sino que al perder su hogar en aquel incendio se había visto en la penosa necesidad de aceptar la generosidad del emperador cuando éste le dio otro lugar donde vivir.
Su nuevo apartamento era más amplio y con mejores servicios, además de que estaba ubicado en una zona mucho mejor en el centro de Kioto. También le habían sido proporcionadas nuevas posiciones materiales para remplazar las que había perdido a manos del fuego y le había sido concedido un descanso en su trabajo para que pudiera instalarse con tranquilidad en el nuevo lugar donde viviría.
Todas esas atenciones, a pesar de que eran convenientes y facilitaban lo que de otra forma hubiera sido casi imposible para él solo arreglar, resultaban bastante incómodas. No solo porque estaba siendo indiscreta y sospechosamente consentido ante la mirada de sus colegas y su jefe, sino porque la persona de quien provenía todo lo recibido no era ni un poco de su agrado.
De hecho, a pesar de que el odio no era un sentimiento que él experimentara con facilidad, dadas las circunstancias a las que había arrastrado a su amada, coaccionándola para conseguir sus favores a cambio, eso era exactamente lo que comenzaba a sentir por el emperador.
Así que si creía que con sus "desinteresados gestos" podría ganárselo y conseguir que estuviera de acuerdo con la farsa en la que había involucrado a su prometida estaba realmente equivocado y ni siquiera esa carta que le había enviado lo iba a cambiar.
"Querido Sasuke-kun.
He escuchado mucho de ti las últimas semanas, tanto de boca de Sakura como de la de mi más allegado siervo, Iruka, y decir que me apena lo mal que la estas pasando debido a un problema personal mío que terminó involucrándolos a tu prometida y a ti, sería poco.
Es por ello que me permito escribirte esta misiva yo mismo para poder comunicarte unas cuantas cosas que sé que te preocupan y te hacen desconfiar de mí.
Primero que nada, por la seguridad e integridad de Sakura no debes preocuparte en lo absoluto. Personalmente vigilo que todas sus necesidades estén cubiertas y no está de más decirte que también estoy procurando a tu madre y a tu suegra en el proceso. Las tres están en buenas manos y podrás comprobarlo en el momento en el que quieras verlas.
Así mismo, aunque entiendo que ver a la mujer que amas bajo la custodia de otro hombre y en circunstancias tan estresantes y ambiguas como éstas debe de ser muy difícil para ti, me temo que tengo que pedirte que seas un poco comprensivo conmigo.
Genuinamente estoy metido en este embrollo en contra de mi voluntad igual que ustedes y, en pro de salva guardar mis valores morales e intereses, me vi en la necesidad de solicitar el apoyo de Sakura. La única de las doncellas que acudieron a mi llamado en la que me sentí seguro de confiar.
No es su belleza, su elocuencia, su particularidad o su enorme encanto lo que me han hecho llegar a considerarla una amiga, sino el hecho de que tiene un corazón enorme y comprensivo. Tanto que fue capaz de captar mi soledad y lo acorralado que me siento por pura intuición.
Es una joven verdaderamente especial, pero eso tú ya lo sabes, pues creciste con ella y tuviste un enorme papel en el desarrollo de su personalidad, así como el de sus aspiraciones y sueños.
Sasuke Uchiha, por favor comprende que no todos tenemos la suerte de ser tan amados y protegidos por alguien que daría su vida por nosotros. Tú conoces el amor incondicional de una familia, de una amiga y de una mujer. Yo apenas y estoy conociendo lo que es la consideración y la amistad, así que te ruego que no intervengas en ello.
Porque soy consciente de que en el momento en que le pidas a Sakura que me deje y vuelva a tu lado, ella no dudará ni un segundo en hacerte caso.
Lo que me lleva a la segunda cosa que quería compartir contigo:
Tu prometida me ha puesto al tanto sobre tu tragedia familiar y los misterios que la envuelven y ya que es lo que me corresponde hacer como parte del trato que hice con ella, he pedido a un agente de confianza que se reúna contigo en Kioto dentro de poco para que te ayude con tu investigación.
Por mi lado y desde acá también estoy haciendo lo posible por averiguar lo que pueda y aun cuando seguro piensas que podría tratar de atrasar este asunto para retener por más tiempo a Sakura a mi lado, quiero que sepas que no lo haré.
La he llegado a apreciar mucho y ya que su más grande deseo es estar contigo y verte con la consciencia y el corazón tranquilos, habiendo obtenido justicia, entonces pondré todo de mi parte para que eso suceda pronto.
Cada uno ya tiene su papel y sus deberes a cumplir en este contrato, así que enfoquémonos en ello y dejemos atrás cualquier desconfianza, rencor o enojo que no nos permita avanzar.
Te reitero y te prometo que nunca lastimare a Sakura y que también cuidare de ti diligentemente, por lo que no debes preocuparte por nada.
Si hay acaso algo más que quieras que te aclare o si deseas hacerme algún pedido en especial, ponte en contacto con ese emisario que estoy por enviarte y pondré a tu disposición cualquier cosa que quieras.
Muchas gracias por leer esto y por mostrar comprensión y aceptación a lo que estamos pasando.
A tu completa disposición: Kakashi Hatake"
El día en que esa carta llegó a sus manos y tras releerla varias veces, Sasuke se sintió todavía más confundido de lo que ya estaba respecto a las verdaderas intenciones del emperador.
Habiendo sido criado para desconfiar de todo y de todos, más aún tomando en cuenta lo que le pasó a su familia, no podía simplemente tomar lo que su prometida le dijo y lo que acababa de leer como motivos suficientes para creer en que el trato que el emperador y ella habían hecho no podría llegar a torcerse en algún momento o que el soberano no tuviera intenciones ocultas detrás.
Después de todo, era bien sabido que no se podía confiar ciegamente en la gente que venía de un lugar de poder y oscuridad como lo era el palacio. Prueba de ello era el hecho de que su tío se encontrara allá cuando ante la ley se suponía que estaba muerto.
¿Kakashi sabía de ello? ¿Sakura ya se lo habría contado? ¿O acaso Madara habría sido tan audaz e inteligente como para ocultar su verdadera identidad?
Tenía que esclarecer esas dudas lo más pronto posible, porque tenía la sensación y casi absoluta certeza de que, si acaso su tío había tenido que ver directamente con la muerte de su padre y hermano, existía la posibilidad de que él fuera el siguiente en su lista.
O peor aún, Sakura.
Así que, suspirando pesadamente, tomó el papel y la tinta que tenía frente a él y comenzó a redactar su propia misiva para el emperador.
Unos días después de eso, Sakura se encontró sentada en el porche observando como las marchitas hojas de los árboles caían a su alrededor. Tenía la cabeza recargada en una de las columnas de éste y la mirada perdida mientras, a su lado, Kakashi le leía la carta que su prometido había enviado.
Derramando una pequeña lágrima traicionera, a la que le siguieron muchas más, cuando terminó de leer la última parte.
—¿Qué sucede Sakura? — el emperador le preguntó extrañado por su reacción, ya que la corta carta de Sasuke no pedía nada más que la mantuviera segura y le hacía un pequeño pedido que para nada le costaba cumplir.
—Él está angustiado...
—¿Y cómo llegaste a esa conclusión?
—Por lo que escribió... "No la deje desprotegida ni un solo minuto", tiene miedo de que algo pase — la doncella bajó la mirada a su regazo y su voz se quebró —. No quería preocuparlo y termine haciendo lo contrario. Además de que por mi culpa el lugar donde vivía se quemó.
—Por lo que supe fue él quien te gritó a ti cariño, Sasuke fue quien perdió los estribos.
—Lo sé, pero es que, fuera de las cosas que pasan cuando peleamos, él nunca se comporta así con nadie — sus conmovedoras lágrimas cayeron sobre sus manos entrelazadas y temblorosas —. A pesar de su aparente aceptación y lo que usted y yo le hemos dicho, él no está tranquilo con esto.
—Creo que sería demasiado fantasioso de nuestra parte que lo estuviera — con suavidad, él tomo una de sus pequeñas manos entre las suyas y comenzó a darle pequeñas palmadas a modo de consuelo —. Después de todo esa persona que tanto ama está lejos en un lugar al que no tiene acceso y ante lo que él cree un peligro inminente.
—Kakashi-sama... ¿Me equivoque al venir aquí? — ella le dio una mirada tan abatida que le apretó el corazón a su acompañante. Era la primera vez que la veía en ese estado y era simplemente demasiado insoportable.
—No lo creo cariño, es decir, fuera de lo que estás haciendo por mí, si no hubieras venido no se habrían enterado que ese tío de Sasuke esta con vida y que habita este lugar como si nada — eso era verdad, pero aun así no bastaba para calmar su creciente culpa. Ningún esfuerzo para que no se sintiera mal por afligir a su amado conseguiría funcionar por completo —. Así como tampoco tendrías el respaldo de nadie para averiguar qué hizo en el pasado y pretende ahora en el futuro... Y debo decir que yo tengo mis teorías.
—¿Qué sabe de él, Kakashi-sama? — ella decidió posponer momentáneamente su dolor para escucharlo y él no tardó nada en atender su demanda.
—Madara Ōtsutsuki llegó aquí hace poco más de cinco años, por lo visto con un apellido falso y con hambre de escalar socialmente. La primera vez que lo vi me fue presentado como un allegado a un miembro del consejo. Un anciano bastante ingenuo e inofensivo que ahora veo embaucó con engaños — el emperador hizo una pausa para rememorar aquel primer encuentro con el Uchiha y su mente trajo de regreso a su memoria la extraña sensación que sintió apenas cruzó miradas con él —. Cuando ese concejal murió, Madara tomó su puesto y realmente nunca puse demasiada atención en él debido a que no es ni remotamente igual de importante que los demás y rara vez muestra la iniciativa de expresar su opinión, a menos que se le pregunté. Sin embargo, según Iruka investigó, él fue quien hizo las invitaciones en la segunda ronda de concubinato, de modo que...
—Él quería que viniera aquí — Sakura completó la oración por él con un tono de voz desvalido y estupefacto —. Él quiere que este aquí.
—En efecto y creo que más que querer que estés conmigo, podría querer que estés lejos de Sasuke — estando ya entrados en la conversación, Kakashi no se contuvo en cuestionarla para obtener cualquier clase de información que pudiera servirles después —. Dime cariño ¿Qué recuerdos tienes de él? ¿Alguna vez viste u oíste que tuviera malas intenciones hacia su sobrino?
—No, en realidad, él se llevaba bien con Sasuke. Más que con su hermano mayor e incluso su padre. Era muy bueno con él y conmigo... — la chica se tocó la frente con la mano, comenzando a sufrir un fuerte dolor de cabeza al tratar de digerir todo lo que estaban hablando —. Recuerdo que solía hacernos regalos iguales en nuestro cumpleaños y nos compraba fuegos artificiales siempre que se los pedíamos.
—¿Algo más?
—Es que no consigo evocar algo más allá de su aparente bondad, quizá Sasuke-kun sepa algo de él que yo y que nos ayude a entenderlo.
—Bueno, pues entonces me pondré en contacto con él para que nos cuente todo lo que sabe y también le comunicare que estoy investigándolo a fondo — ella asintió a sus palabras estando completamente de acuerdo —. Aunque, para que este más tranquilo, también tendré que aclararle que pienso mantenerte lejos de Madara, por si acaso.
—¿Usted cree...? ¿Usted cree que podría querer hacerme daño? — cuando él afirmó sus preguntas con un movimiento de cabeza, la alarma en su ya de por sí tembloroso cuerpo creció aún más —. ¿Y cree que podría intentar hacerle algo a Sasuke?
—No me atrevería a descartar esa teoría, pero no te preocupes, lo tengo muy bien protegido y nadie podrá acercarse a él por más que lo intente — aun cuando Sakura sabía que estaba diciéndole la verdad, sus palabras no consiguieron aminorar su preocupación, así que Kakashi se atrevió a hacer una sugerencia de la que se arrepintió apenas ésta salió de su boca —. Pero cariño... ¿Te haría sentir más segura que lo trajera aquí con nosotros?
En el segundo que lo escuchó, la expresión de su rostro cambió abruptamente, pasando de completa aflicción y miedo a una súplica esperanzada. Aquellas palabras habían hecho una diferencia en su estado de ánimo tan evidente como el día y la noche.
—¿Usted podría hacer eso? — Sakura lo cuestionó débilmente.
—Podría, si es lo que tú quieres y si él acepta — lamentablemente esa última condición trajo de regreso el pesar al corazón de la doncella, pues sabía que eso sería lo más difícil —. Es un chico orgulloso, según entiendo acostumbrado a hacer sus cosas él solo. Así que no quiero volver a provocar su enojo obligándole a hacer algo en contra sus planes o deseos.
—Entiendo... — ella bajó la mirada con tristeza, aunque a los pocos segundos volvió a dirigirse a él recordando sus buenos modales y le hizo una profunda reverencia —. Le agradezco mucho Kakashi-sama, por todo lo que hace por nosotros. Especialmente por él.
—Levantate pequeña, no tienes nada que agradecer. Es obligación de un emperador cuidar de los suyos y más aún, mi deber como hombre es proteger a quienes considero importantes para mi — con gentileza él poso su mano sobre su rosada cabeza haciéndola sonreír levemente —. Y en este momento mi prioridad principal es que mi mejor amiga este tranquila y feliz.
—¿Soy su mejor amiga, señor? — ella se mostró asombrada y al mismo tiempo conmovida por tan importante título.
—Eres la única que tengo además de Iruka — él se sonrojó un poco dándose cuenta de que en realidad no contaba con más personas en las que confiara ciegamente.
—Muchas gracias Kakashi-sama, yo también lo considero una persona muy especial para mí.
El emperador estaba a punto de hacer un nuevo comentario respecto a la creciente amistad que estaban construyendo y sobre su deseo de que eso se mantuviera a toda costa, sin embargo, la intromisión de Iruka en el lugar interrumpió sus intenciones.
—Dame un segundo Sakura, ahora vuelvo — Hatake le pidió levantándose de su lugar para marcharse de los aposentos de la chica temporalmente y aunque no era para nada propio de él, dejó atrás unas cosas que traía consigo, siendo una en especial, la que resultaba la más intrigante:
Su libro de bolsillo color verde.
La pelirrosa siempre había sido una persona curiosa por naturaleza y no creyó que fuera a ser gran cosa el darle una hojeada rápida con el propósito de por fin saber qué era lo que su emperador leía con tanta avidez a cada momento del día.
Aunque tal vez lo mejor hubiera sido no haberlo hecho.
Teniendo cuidado de que Kakashi no fuera a regresar y la descubriera en el acto, la doncella escogió una página al azar y comenzó a leer.
"Mei tenía los ojos brillantes en expectativa y un fuego creciendo en su interior que suplicaba ser avivado por la única persona que podía provocar esas reacciones en ella: Ryo.
Así que envalentonada por su deseo e incapaz de dar marcha atrás en lo que pensaba hacer, la mujer de cabello cobrizo se inclinó hacia su amante y le ofreció sus labios para que hiciera con ellos su voluntad"
Vaya, Sakura no tenía idea de que el peliplata gustara de leer el género de romance, aunque al mismo tiempo no le pareció muy sorprendente. Él era un hombre a todas luces sensible y poseía una caballerosidad propia de los protagonistas de ese tipo de historias. Quizás era de ahí de donde lo había sacado.
Bajo esa perspectiva y aprovechando que el dueño del libro aún no hacia aparición, siguió leyendo:
"Ryo no lo dudo ni un poco antes de tomar su boca con la suya, imprimiéndole todo el deseo que venía sintiendo desde hacía años por ella y tampoco pudo contenerse en tomarla entre sus brazos para llenarse de aroma y recrearse en su presencia.
'¿Realmente podemos hacer eso?' le preguntó aún con su boca sobre la suya y a modo de respuesta, lo único que ella hizo fue comenzar a deshacerse de sus prendas bajo la atenta y sorprendida mirada de su acompañante"
¡Espera! ¡¿Qué?! Los ojos de Sakura se abrieron desmesuradamente cuando se dio cuenta de en qué dirección estaba yendo la historia, por lo que decidió mejor pasar a unas páginas más adelante con la esperanza de encontrar algo distinto.
"Decidida a conseguir complacer al hombre de la misma manera en que él había hecho con ella, procedió a posar su boca sobre su rosado, grueso y largo... "
No, no, no podía ser que eso fuera lo único que contenía aquel libro. Tenía que haber algo más.
"Ryo se tomó su tiempo al succionar, besar y lamer los pechos de la mujer y para cuando se separó de ella, ésta tenía ambos pechos hinchados y los pezones enrojecidos..."
Frenéticamente y comenzando a enrojecer conforme sus ojos iban de página en página, la pelirrosa siguió buscando algo que fuera diferente al explícito contenido sexual que con el que ya se había encontrado.
"Ella comenzó a emitir pequeños gemidos al tiempo que él seguía moviendo sus caderas enérgicamente contra ella. Llenándola con su pene hasta el fondo y complaciéndolos a ambos como tanto se merecían después de tanta espera"
Aunque no tuvo éxito y con ese último intento fallido decidió darse por vencida y poner el libro donde lo había dejado.
—¿Sakura? ¿Estas bien? — Kakashi le dijo en cuanto volvió con ella, observando con curiosidad como la chica estaba nerviosa y perdida en sus pensamientos. Además, que un intenso rubor le cubría hasta las orejas.
La Haruno hizo su mejor actuación fingiendo que todo estaba en orden e intentó sonreír como siempre para que le creyera. Al menos el emperador no fue lo suficientemente perspicaz como para darse cuenta de que en realidad estaba tremendamente avergonzada.
Y mucho menos tuvo forma de saber de la indecente humedad que se había apoderado de la intimidad de la chica por leer aquel texto prohibido.
...
NOTAS FINALES:
Yo le estoy echando todos los kilos a construir este drama de telenovela antes de que se vengan los meros putazos así que espero tengan paciencia. Les prometo que ya los siguientes caps van a andar tsssss.
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Como siempre les agradezco un montón a quienes están tomándose el tiempo de leer y todavía más a lxs que me dejan saber qué es lo que piensan de la historia. Plis no lo dejen de hacer, se los ruego. Me motivan demasiado a actualizar con rapidez y a escribir con más empeño.
Ya no tengo nada más que decir aquí asi que... Nos leemos muy pronto! bye!
