Hola mis terrones de azúcar, aquí vengo a decirles, a comunicarles, a mencionarles, que hoy es el cumpleaños de nuestro querido Shaka, la parte activa de la pareja ShaMu, bueno dependiendo de como sea el rol.

Jajajajajaajaja buen, feliciten a nuestro querido rubio de pueblo, o rubia de pueblo como le decimos con mucho cariño.

Por cierto, advertencia de contenido lemon ShaMu, ya saben... Terrones menores de edad, yo no me hago responsable de traumas.

Ademas este One Shot, esta inspirado en la linea de tiempo donde Shaka le da el anillo por su cumpleaños a Mu, y bueno nuestro borreguito le da algo también.

Jajajajaja sin mas, disfrútenlo mucho.


Todo inicio con una hermosa idea, que debía ocultarla de la vista de su querido y amado novio, pues precisamente es para él.

Mu arreglo todo los preparativos para hacerle una hermosa fiesta de cumpleaños al caballero de virgo.

Primero pidiéndoles a sus amigos que por favor le ayuden.

Aioria se encargaría de sacarlo del santuario, con la excusa de tener que ayudarlo con algo en Rodorio.

Sería la tarea más titánica de todas, pero a sabiendas que el león dorado y Virgo se llevan muy bien, al menos es alguien en quien podría confiar en algo importante.

Desde luego si se hace memoria Aioria fue un gran apoyo para el rubio, cuando fue la sorpresa de cumpleaños de Mu.

Así como los demás, proporcionaron algunas cosas, como adornos, comida, bebidas tanto de consumo de a todo el público y alcohol.

La música, el ambiente.

Todo se había preparado con sumo cuidado, incluso el patriarca y el viejo maestro, prestaron su gran ayuda.

Eso por la gran dirección que se mantuvo por parte de Mu, queriendo hacer todo por su amado virgo, y por fin las cosas resultaron a pedir de boca.

Claro algunos detalles, como siempre pueden salir mal.

Como el hecho que Death término bebiendo tanto, que vomito.

Milo cayó y rodo escalera abajo, hasta topar con el templo de Leo.

Los mandamases enojados, o mejor dicho el patriarca molesto, por lo cariñoso que están ambos jóvenes enamorados, pero ¿Qué podía hacer?

Lo que preparo Aries para quien ama es asombroso.

Aunque estuviera a casi nada Shaka de quitarle los sentidos a Leo por estar impidiéndole volver a su templo, a las dos horas de haberse ido.

Y darse cuenta que el "Problema" no era nada importante.

Pero resistió, sin morir en el intento.

Sin más… Todo fue perfecto, incluso la cara de alegría que presento el rubio, por ver esta sorpresa, poco expresiva en sí, pero sonrió cuando vio a su amado Aries con ese rostro precioso e igualmente por darle esta sorpresa.

Que claro reclamo un beso de inmediato al verlo.

Toda la fiesta transcurrió bastante tranquila, divertida y curiosa.

Se llegó a terminar algo temprano, pues Shaka no es de soportar a muchas personas en su templo.

Así que… Digamos que los medio corrió cuando ya había tenido suficiente de todo, salvo por una persona que ha sido la última en quedarse.

Incluso el alumno de este se devolvió al primer templo, ya que estaba cansado, además de darle un momento a su maestro con el caballero de virgo, para platicar o poder bailar en tranquilidad, sin las miradas intrusa de los demás presentes.

Bueno hacer cualquier cosa…

Kiki obedeció, pues su maestro le había dicho que debería volver sin él, que incluso no lo esperara despierto.

Claro que el pequeño no se imaginaba nada malo, solo pensaba que querían estar más tiempo a solas y eso le parece bien, sabe que los adultos enamorados les gusta estar en privado, para conversar de su amor.

Cosa que en cierta forma es mentira entre los caballeros.

En cuanto ambos estuvieron a solas, el pelilila es quién se anima a dar el primer paso.

Un movimiento muy atrevido de su parte, pero… Lo necesita hacer…

Estando ambos de pie, lo toma rápidamente, rodeando el cuello de virgo con sus brazos, para besarlo de una forma bastante necesitada y desesperada.

Impresionando de primera vista al rubio, no le había dado oportunidad de decir nada, apenas habiendo despedido a los últimos invitados que quedaban y había planeado tal vez una conversación con su novio, pero a un beso claro que no se negaría.

Por lo cual, no dudo ni un solo segundo en rodear la cintura bien definida del Lemuriano, atrayéndolo con total fuerza a su cuerpo, para profundizar ese beso.

Los ojos de ambos cerrados, disfrutando esté conectado.

Sus bocas abiertas, permitiendo que sus lenguas luchen en la cavidad bucal del ariano, ganando el rubio, intensificando el beso.

Eran demasiado rápidos, Shaka seguía el ritmo que comenzó a marcar el pelilila.

Las mejillas de Aries están sumamente sonrojadas, sus manos tiemblan un poco, pues el sentimiento de solo un beso así, lo hace calentarse demasiado rápido.

Pues su mente tiene una idea muy importante que cumplir, lo que hace acelerar su corazón y dándole cierta pena de solo imaginar lo que hará, pero no puede echarse para atrás.

Decidió que sería de esta forma.

Solo deseaba que Shaka lo disfrutará también y deseara hacerlo, tanto como él.

Por parte de Virgo, la forma de actuar de Mu es sorprendente, pero no desagradable, al contrario, le gusta demasiado que su inocente borreguito tome esta iniciativa, de darle besos a esta magnitud de apasionados.

Si está necesitado de esta acción, claro que lo va a satisfacer a mas no poder, claro que es un deleité para el Hindú, poder ser el único que le de esta muestra de amor.

La falta de aire se presenta, molestando a ambos por tener que apartarse, dejando un hilo de saliva conectándolos, sus bocas abiertas, jadeos de parte de ambos, sus miradas chocan, inundadas con el deseo de una lujuria radiante.

Para Shaka ver esa faceta tan atrevida de su amado Mu es impresionante y hermosa, que no puede contenerse mucho más, para de nuevo apoderarse de esos rosados labios que ha adorado desde el primer momento que ha tenido estos sentimientos.

Tomando ahora él ese control, marcando un ritmo desenfrenado, no puede evitar sentir ese calor inmenso subiendo por todo su cuerpo, inundándolo con pensamientos, de tocar más de la cuenta, cosa que aún no es capaz por el enorme amor y respeto que le tiene a su pareja, sin embargo atraerlo más a su ser es lo único que puede hacer y es fascinante.

Saborear la dulce boca, la que tiene un delicioso sabor a moras, algo que no logra descifrar como su amado aires posee, pero es adictivo sin duda.

Mas el pelilila, aunque esté dispuesto a disfrutar este contactó labial, es inevitable seguir adelante en este momento.

Aun contra su propia voluntad, posa sus manos en el pecho del Hindú, tocando esas ropas típicas del rubio y parte del cabello como el sol, que le encanta rozar, pues son delicadas hebras a su parecer.

Rompe el beso algo bruscamente, apartando su rostro del alcancé del otro, sin alejarse del agarre de Virgo, pero si mostrando sus mejillas sonrojadas por el calor.

-Es… Espera… Aaaah… Shaka…- Habla entrecortado, nervioso por estos besos, que solo han logrado hacer subir la sangre en su cuerpo, lo podía sentir entre su pantalón, es por la cercanía que comparte con el Hindú, también la de este.

-Mu, ¿Te incomodo mi beso?- Pregunta firme, intentando conectar con las esmeraldas del contrario, pero es algo difícil con el cabello cubriéndole parte de ese hermoso rostro.

-No… Es… Eso…- Su tono de tartamudeo, negando rápidamente con la cabeza, avergonzado por lo que ha hecho, pero debe ser firme si desea llevar esto hasta las últimas consecuencias.

Sin más y con todo el valor que posee en su corazón y claro el amor que profesa por el rubio, vuelve a encararlo, con sus ojos brillantes en un éxtasis inocente, el rubor adorna perfectamente esa pálida piel, y claro la pequeña marca que dejo el rubio en su labio inferior lo hace lucir demasiado apetecible para su novio.

Aunque claro, se controla, pues aún no han dado ese paso, y respetara lo que decida su Lemuriano.

-Shaka…- Lo llama suave y algo bajo, jugando con sus manos por los nervios, pero manteniéndose aún en su plan –Vamos a tu habitación…-

Es lo que deja escapar Mu, como una ligera suplica, con el corazón palpitando a más no poder, y los nervios en que este paso, sería uno enorme en su vida de caballeros dorados, y claro, de humanos.

-¿Mi habitación?- Pregunta algo desconcertado, pues no se imagina que es lo que deberían hacer o buscar allí -¿Por qué?-

Claro que, si se piensa que se puede hacer en una habitación privada, dos enamorados independientemente del género, de noche, con ese gran calor y pasión desbordante que se presenta en sus cuerpos por dos simples besos.

Pero es imposible a su parecer que Mu este proponiendo algo de esa índole, ante lo zafiros, el ser más puro e inocente es su borreguito, ese que está allí con un rostro tan tierno y adorable, pero… El beso que le dio primero, le puede indicar otra cosa.

-Por favor… Shaka… Solo vamos- Las esmeraldas suplican, posa sus manos en ese pecho bien formado, aun cubierto por las prendas, pude ese desea a quien está de cumpleaños ahora.

-Está bien, pero… Mu, ¿Algo te ocurre?- Las acciones del pelilila, combinadas con su rostro y suplicas, no concuerdan en absoluto con una idea fija.

Al principio se podría creer que es porque desea hacer algo más íntimo, ahora está deseando y pidiendo el favor de la habitación.

La mente de Shaka, está malpensando mucho, se puede notar en su cuerpo, pero cree que debe tranquilizarse, y no estar con pensamientos mundanos ante quién ama, pues… Lo cree difícil de que ocurra tan pronto de haberse vuelto novios.

Sin más, Mu rompe el abrazo con el cual el rubio lo sujetaba de la cintura, para ahora ser el Lemuriano quién lo tome de la mano y conducirlo con rapidez hacia esa habitación.

Las acciones del primer guardián son torpes, nerviosas, y tímidas a la vez.

Cosa que no concuerda con su actuar durante la fiesta, calmado, tranquilo, organizando todo y sonriendo tan pacificó.

Sin duda cambio drásticamente, pero no es para menos, si lo que ha estado pensando en hacer, está a poco de culminarse, claro…

Si es que Virgo acepta esto.

Fueros unos pasos desde la sala del sexto templo, hasta la habitación de este guardián.

La mano de Mu tiembla, aquella que toma el picaporte de la puerta, pero no quiere pensarlo más, solo desea hacerlo, quiere demostrarle de todas las formas posibles a su amado Shaka, todo lo que existe en su corazón.

Abre esa puerta con cuidado, sintiendo que su corazón se acelera de solo imaginar todo lo que hará y dirá, incluso baja la cabeza, los nervios están en todo su ser, pero decide que esto continuará hasta el final.

Sujeta la mano de su rubio favorito, así él también entra, encontrándose con algo que si le sorprendió con solo apreciarlo.

Su habitación, que en si estaba adornada o más bien asimilando al estilo minimalista, solo con lo básico.

Una cama con sábanas blancas, una almohada, una mesita para él te, una silla y algo para guardar sus ropas, solo eso, incluso el hecho de que tuviera una cortina apenas si le daba una adorno extra a sus aposentos.

Pero ahora ve algo completamente diferente.

Su lecho, acondicionado por completo con sabanas rojizas, mas almohadones, y unas telas de colores lila y amarillo que adornan, para hacer un efecto de cortinas, las cuales están bien sujetas al techo.

Y sin contar que alrededor, en zonas que no alcanzara algo que se pueda incendiar, algunas velas que fueron encendidas con la ayuda de la misma telequinesis del Lemuriano, para que dieran esa atmosfera romántica y pasional que inspira.

Shaka está impresionado, su rostro lo puede dejar ver, una sola idea se le viene a la mente, y más a ver como la delicada figura de Mu, aun parece estar tensa, dándole la espalda, sin atreverse a verlo al rostro.

-Mu, ¿Qué es… Todo esto?- Le pregunta sin más, cerrando la puerta por detrás, caminando hacia su amado novio, pues la idea de este arreglo le dicta mucho significado que conoce, pero… Solo quiere confirmación de esto, para atreverse a más.

Un suspiro sale de los hermosos labios del Lemuriano, para girarse, y dejar ver su preciso rostro ruborizado, sus esmeraldas tan brillantes y una sonrisa de ternura, sus manos en el pecho, intentando calmar a su acelerado corazón en esta ocasión.

Aunque falla obviamente.

-Es… Parte de tu... Regalo…- Contesta, con una voz algo baja, respirando de forma acelerada.

-¿Mi regalo?- Se pregunta confundido, para de nuevo pronunciar palabras –Mu, tú me preparaste una fiesta sorpresa, esto…-

-Yo soy tu regalo- Habla apresurado, sin levantar la voz, pues la pena aún está en todo su cuerpo, pero intenta controlarse lo más posible.

La declaración llega de golpe a los oídos del rubio, haciendo que este abra sus ojos como platos, claro que se sorprende a mas no poder, pero cambia su gestó a una sonrisa, para dar algunos pasos hacia delante y quedar cerca del contrario.

-Mu, tú ya eres mi más valioso regalo- Toma la mano del pelilila, para darle un beso en el dorso –No tienes que hacer algo, que no desees- Entiende el juego.

Aries deseaba darse a sí mismo para el disfrute del cumpleañero, claro al ser novios bien podría darse este detalle, aunque… Siempre debe ser bien pensado, y ambos deseándolo de verdad, tomando responsabilidad de los hechos, pues es un paso importante en cada quien, no tomárselo nunca a la ligera.

Que esos zafiros lo ven intensamente, dedicándole esas dulces palabras, son un tremendo impacto en su ser, sabe que Shaka lo puede desarmar por completo, mas no desistirá de lo que desea.

-Shaka…- Lo llama con ternura y una delicadeza en sus palabras, dignas de una ninfa o algún ser que presente una belleza y voz sin igual.

Aquella mano sujetando la del Lemuriano, es captura ahora por la de él, para atraerlas a su pecho.

-Quiero que sepas que te amo con todo mí ser… Que quiero que esta noche sea muy especial para ti, como lo será para mi…- Habla lo más firme posible y sin trabarse, pero es muy difícil, que necesita tomar aliento en momentos, la mirada verde, se enfrenta a la contraria, firme, con una sonrisa impecable en eso labios –Quiero ser tuyo y que tú seas mío… Lo pensé muy bien, y quiero dar este paso, solo congio…- Tenía planeado decir mucho más pero… La maldita ansiedad y el singular miedo de ser rechazado, lo hace titubear de lo que había preparado.

Ver a Aries de esta forma, dedicándole esas palabras que siempre deseo oír, pero que jamás obligaría a que pasara, si no quería su preciado novio.

Llevaban apenas poco más de cinco meses de ser novios, desde el momento que el rubio le dio ese anillo, que Mu no se quita jamás.

Como una representación de un compromiso que ambos aceptan.

Simbolizando ese amor y dedicación, con la fidelidad que Virgo siempre tendrá para con Aries, que perdurara hasta el momento en que sus vidas se terminen.

De allí venia la idea de Mu.

Así como Shaka le dedico algo importante, algo que realizo con su propio esfuerzo, deseaba darle une equivalente, aunque en si…

Entregarse de esta forma, simbolizaría mucho más en sus vidas.

Más por el hecho de que ambos son unos completos inexpertos en esta clase de cosas en la práctica, pero en la teoría tal vez conocen un poco más de lo que se sabría por sus rostros.

-Mi corazón late cada que estoy contigo, mi cuerpo reacciona a tus besos y caricias, mi mente me trae pensamientos y deseos que solo quiero que tú conozcas, solo si tú… Aceptas hacerme tuyo… Yo te amo tanto Shaka…-

Las lágrimas del Lemuriano salen, la vergüenza está siendo demasiada para contenerse, pero es que era inevitable sentirse así de preocupado, de que la imagen que el rubio tuviera de piel, se fuera abajo, sin embargo es honesto, su sentir es ese…

Y la repuesta de quién ama es clara.

Ya no lo piensa más, se acerca al pelilila, para acortar la distancia, después de todo había estado sintiendo el latir de ese corazón, con la calidez del cuerpo contrario.

Debía darle una respuesta correcta, pero… No existen palabras para expresar la felicidad tan enorme que siente en su ser, pero si, su única acción.

Un beso, es lo que Shaka roba de los labios de su amado, uno suave, casto e inocente.

Tomándolo con cuidado de las mejillas, para que no se vaya aunque sabe que es imposible.

Desea tranquilizarlo por completó, que no temiera, que entendiera que si esto es lo que realmente desea, lo hará, pues también es una de sus mayores fantasías.

Apenas si unieron sus labios, se separan para que ahora el rubio dedique las palabras que más desea dirigir a su novio, limpiando esas lágrimas traicioneras que adornan esa carita hermosa.

-Te amo tanto Mu, te protegeré siempre- Los zafiros fijos en las esmeraldas, que se cristalizan por las hermosas demostraciones de afecto entre ambos.

Con un solo movimiento, ambos jóvenes hombres se encaminando hacia ese precioso lecho, adornado a la tradición del rubio, abrazados al pie en este lugar, para de forma cuidadosa, un beso se apodero de ambos.

Disfrutando cada instante, un beso apasionado que deja ver la necesidad de devorarse mutuamente.

Poco a poco sus cuerpos van dejándose caer en la cama, Shaka deposita con sumo cuidado a su amado Aries, el cual solo jadea de forma suave, dejando ver como sus mejillas se ruborizan y la boca ligeramente abierta, por esos besos que no dan tregua entre ambos.

Él sabe que sucederá a continuación y esta desde luego dispuesto.

El rubio sobre el pelilila, compartiendo sonrisas y un poco de incertidumbre por ambas partes, pues será la primera vez en disfrutar de esta entrega.

La ropa es lo primero que se deja a un lado, para quedar ambos en completa desnudez.

Shaka no le importa quedar así de expuesto delante de su amado Lemuriano, pero a Mu le da cierta vergüenza, lo que provoca más rubor en sus mejillas y pena.

Las delicadas manos de quien es un experto reparador de armaduras, intenta cubrirse el pecho, desviando la mirada, es imposible sentirse del todo cómodo al ser la primera vez, pero sabe que es lo que más desea en este mundo vivir con Virgo.

Esas pequeñas acciones de parte del Lemuriano, encienden de sobremanera al Hindú, se puede ver en su miembro que ya está erecto desde el primer beso, y ahora al apreciar a su amado novio, por competo desnudo, portándose tan inocente y tímido, es lo que más le gusta de él.

Esa apariencia de un tierno borreguito, sus ojos verdes brillantes con los detalles del amor y el deseo carnal.

Una combinación que solo Shaka apreciará siempre, que ese cuerpo del ariano le pertenezca a él, como él a su pelilila.

Es una entrega muy equivalente y la disfrutable.

-Mu… Eres tan hermoso- Le dedica palabras dulces, que salen de su corazón directamente para los oídos del que esta recostado debajo, con su cabello desordenado por toda la cama, su cabeza descansando en uno de esos almohadones rojos.

Ese color hace lucir mucho mejor a su Aries, todo le queda de maravilla, cualquier cosa solo adorna la belleza natural de su amado.

-Shaka…- Baja la mirada, la vergüenza en su rostro por lo que ha dicho quien ama, es difícil poder mantener esa mirada directa.

-No te escondas, por favor- Le sostiene el rostro, tocando gentilmente la barbilla para apreciarse directamente –Quiero verte en todo momento- Roba otro beso de los rosados labios, uno corto, pero con total sentimiento –Escuchar cómo te hago sentir, saber si lo disfrutas, por favor…- Le pide ese deseo cumplir, conocer cuáles serán los puntos de disfrute de su Lemuriano.

-S… Si…- Responde, algo aturdido por el delicioso beso, no se puede cansar de sentir a su rubio besarlo tan delicado y decidido, le encanta esas acciones entre ambos.

Con luz verde, saber que puede hacer lo que guste con el pálido y terso cuerpo de Mu, no lo pensara dos veces.

Deseó por tantos años, verlo así, conocerlo en la intimidad, saber que disfrutará, que quiere y que no, podía dejar rienda suelta a su imaginación, aunque también lo debía pensar bien…

No hacer cosas muy atrevidas aun, debía ser suave, dulce, delicado con Mu, es la primera vez de ambos, pero Shaka, ya desea experimentar tantas cosas, que alguna vez leyó y en su mente solo podría hacerlas con el pelilila.

Empezó repartiendo suaves besos en el cuello de piel suave y caliente, cada roce de esos labios, es un deleité extraño para Mu, antes había sentido esas acciones, pero al estar sobre esta cama, ambos desnudos, se intensifica cada sensación a más no poder.

Además que está sintiendo las manos de su novio recorrer parte de sus hombros y el cabello rubio, cayendo sobre su pecho, lo hace presenciar un cosquilleo excitante.

Es demasiado sensible, claro... Se había estado imaginando el momento desde el día que lo decidió, pero jamás creyó que sería mucho mejor de lo que pensaba.

Un beso de Shaka, cada una de las caricias de esas manos, la lengua de su novio delineando partes de su piel, es un éxtasis que jamás creyó sentir.

El camino de besos húmedos se aprecian en la pálida piel, bajando hasta su pecho, donde se notan esos pequeños botones rozados duros y erguidos…

Un deseo profano se presenta, una cosa eran los besos y suaves lamidas, deseaba dejar marcas en el cuerpo del tibetano, pero… Si era en una zona bastante visible, seria problemático y vergonzoso para quien ama.

Así que… Podría ser que esa zona, fuera mucho mejor.

Esta cada vez más caliente, escuchar esos sonoros gemidos por simples besos, quería escuchar las reacciones al intensificar la entrega.

Por lo cual, al tener el campo abierto para hacer lo que guste, ya que las manos que antes cubrían el pecho, se habían movido con cuidado para los laterales del cuerpo, flexionándose por el codo, para quedar cerca de la cabeza.

¿Cómo Aries, puede verse así de indefenso ante Virgo?

Es simplemente perfecta su suerte y no dejaría que su amado pelilila, se aleje algún día.

Su boca se posesiona de un pezón, para lamerlo con rapidez, los movimientos de su lengua son lascivos, en círculos delineando el radio de aquella zona, levantando la mirada ahora ver la expresión que Mu deja en su rostro.

Como los suaves sonidos de placer, volviéndose música para los oídos del rubio.

-Haaag… Aaaaa… Sha…Ka…- Su cuerpo tiembla y se contrae, por esa simple acción, pero es que inunda su cuerpo por completo de un placer que no creía capaz de experimentar –Eso… Se… Sien… Aaaaaah… Raro…- Su cabeza se mueve para el lado derecho, su cuerpo se vuelve a estremecer, con la ligera mordida que virgo proporciona.

Una apenas si marcada con los dientes, no para herirlo, solo un experimento para ver la reaccionar.

Notar, que hizo a Mu lanzar un sonoro gemido, fue capaz de excitarlo mucho más, encenderlo al grado de volverlo hacer unas cuantas veces más.

-Aaaaaah… Aahhhgrrrr… Espe… Ra… Aaaaaah- La voz del Lemuriano se entrecorta, es difícil lograr articular palabra alguna, cuando sus pezones son así de tocados.

Ninguno de los dos se salva, sus manos tiemblan, su boca es incapaz de hablar correctamente, de solo imaginar que esto es con besos y en una zona que no es la principal del disfrute.

Mentiría si digiera que no esta ansioso por experimentar el hecho de "Hacer el amor".

Solo que no quiere verse desesperado, por el miembro de Virgo, ligeramente un poco más grande y ancho que el suyo, su cuerpo reacciona a sus pensamientos.

-Mu, perdón… Si te deseo tanto… Pero…- Levanta ligeramente la cabeza, dirigiendo sus zafiros a las cristalinas esmeraldas, ver como "Sufre" su novio es algo que lo provoca más.

¿Puede alguien conservar ese rostro inocente de siempre, combinado con una excitación tan preciosa, que no es vulgar?

-No puedo soportarlo más…- Revela lo que su mente, cuerpo y corazón están desesperados por hacer, advirtiéndole que lo principal llegara mucho más pronto de lo que pesaban –Seré cuidadoso… Lo juro… Aaggrrr…- Dejó salir jadeos sonoros, por como su mismo pene palpita por ya estar explorando el virginal cuerpo de su borreguito.

-Mu…- Lo vuelve a llamar, como en un acto de aun mantener el control sobre sus deseos, entiende que si esto continua, claro que lastimaría al pelilila, se introduciría a una zona que se supone no debería ir para eso, pero… Es inevitable no desearlo –Si, ya no quieres continuar, dímelo ahora… Por favor… Hazlo, si tienes miedo…- El ruego de preocupación, no es acorde a su expresión de excitación latente, pero si a lo que su corazón profesa, de ese amor puro.

Esas palabras consternando al Lemuriano.

¿Por que quien ama, le dice esas coas?

¿Acaso, ya deseaba detenerse?

¿No lo desea como siempre había creído?

O ¿Fue demasiado lejos?

Las lágrimas escapan, pensando que esto había sido un error, pero… Quiere expresar que de verdad es su propia decisión, ser el regalo para quien ama, y de paso algo que igualmente ambos disfrutaran.

-Shaka, no quiero parar…- Se incorpora levemente, suficiente para alcanzar al rubio y depositar beso en esos labios que tanto disfruta, dejando que sus lágrimas corran por las mejillas.

Rompiendo ese corto beso, para mirarlo a la cara, directamente a los ojos, que entienda con esto que está dispuesto a todo con él.

-Yo te deseo, hagamos el amor… O ¿Caso… Tú no me deseas?- Pregunta con cierto miedo de saber la verdad.

Aunque si se fijara bien, la respuesta más obvia seria que en efecto el sentimiento es mutuo.

-Te deseo demasiado…- Se acerca al Lemuriano tanto, sosteniéndolo con la mano derecha para ver las esmeraldas cristalizadas –Pero, no quiero dañarte, es lo que menos deseo hacer, lastimarte, yo… No me lo perdonaría jamás…- Demuestra esa preocupación principal, su amor va para proteger a Aries, demostrarle que no lo dañara, no quiere hacerlo nunca.

Quiere igual que el pelilila, que esa noche sea mágica para ambos.

Dedica una sonrisa a estas palabras, ve la verdad en los ojos del color del cielo, reconoce cada aspecto del rubio y confirma entonces que lo que tiene es temor de lastimarlo, pero es algo que no pasara.

Mu es muy precavido, se informó sobre lo que debía hacer para que la experiencia fuera placentera para ambos, conociendo también precauciones y consecuencias de estos actos, se había preparado con anterioridad.

-Mi Shaka, sé que me dolerá, pero… Si me abrazas, si me sostienes entre tus brazos, el dolor sé que desaparecer, solo quiero que me ames, que nos amemos con todo nuestro ser- Sus palabras, suenan preciosas, y pueden a llegar a hacerse realidad, con esa hermosa acción de entrega mutua.

Sonriendo para el rubio, pidiéndole con la mirada que continúe, que en este momento, en este punto, ya no es necesario un juego previo, que era mejor ir directamente a lo que más desean.

Ambos pueden parecer los más inocentes y callados de esta orden dorada, pero… Igual que cualquier adulto sano y con una apareja que amen, desean experimentar todo lo que deseen.

Hacer el amor como coloquialmente se conoce, es perfectamente normal, siempre y cuando ambos lo deseen y estén de acuerdo.

-Quiero demostrarte cuanto te amo…- Dedica las palabras más sinceras del mundo, para besar de nuevo esos labios y antes de recostarlo nuevamente, besar la frente, el signo de protección que se tienen.

-Lo haces, al cuidarme tanto- Sonrojado de las mejillas, las lágrimas de excitación se fueron calmando, aunque pronto comenzarán de nuevo.

La mirada del rubio apenas si pudo separarse de las esmeraldas, dirigiéndose a la entrepierna de Mu, notando como el miembro del esté, esta erecto como el suyo, demostrando que esta igual de excitado y desea continuar.

Se posiciona en medio de las piernas pálida de su amado tibetano, para abrirlas ligeramente.

Mu se acomoda, levantando un poco sus caderas, no negara que desea unirse en cuerpo y alma a su virgo, una prueba de que lo hace por verdadero deseo y no compromiso.

El rubio, al ver la rosada entrada de Aries, un templo que esta por profanar, volverlo suyo, tomarlo para jamás soltarlo.

Simbolizaría que Aries de este siglo le pertenecerá por siempre y que solo debería vivir para amarlo y respetarlo por el resto de su vida es un trato completamente aceptable para el Hindú.

Su miembro colocado en la virginal entrada de Mu, rosando aquello con sumo cuidado.

-Aaaaaah…- Un gemido, un estremecimiento en todo su cuerpo, por solo sentirlo rozar su cuerpo.

-Mu… ¿Estás listo?- Le pregunta, jadeando por como su cuerpo se va sintiendo igualmente, ya no lo puede soportar mas, pero debe ser atento con quien ama, en segundos pertenecerá también al pelilila.

-Si… Se… Gentil… Por favor- Le ruega con ciudad, sonriendo, las manos a los laterales de la cabeza, sus cabellos pegándose a su cuerpo, aquellos mechones que caen en su pecho por el sudor.

Ver la aceptación de Mu, que le indica que continúe de esta forma, es suficiente y sin más, comienza a adentrarse en el cuerpo del tibetano, haciéndolo con cuidado primero despacio, sintiendo como los pliegues de esa zona lo envuelven, acoplándose a su falo.

Los jadeos secos del rubio, son provocados por como siente el interior tan estrecho del ariano, es perfecto, es espectacular poder apreciarlo por completó, demasiado bueno para ser real, pero satisfactorio.

Por su parte el Lemuriano, lanza varios gemidos de completa excitación y un tanto de dolor, su novio lo penetra con una delicadeza asombrosa, pero aun así es evidente que duela la primera vez.

Arquea su espalda, hecha su cabeza para atrás, sujeta las sabanas rojizas entre sus manos, sus piernas que quedaron en los laterales del torso de Shaka, se ve que se flexionan, y sus dedos se aprietan igual.

Ambos dejan de ser vírgenes, para entregarse al placer carnal que esperaron solo experimentar uno con el otro.

Entra por completo, su miembro está en el interior de Mu, es como si se fuera a derretir por ese calor tan intenso que lo invita a moverse, pero no lo puede hacerlo aun.

Necesita confirma que Aries está bien, que no fue demasiado para su cuerpo.

-Aaagrrrr… Mi amor… ¿Estas… Bien?- Entrecortadas sus palabras, ese sentir en su falo es intenso, para solo quedare así.

Las lágrimas caen como cascadas cristalizas, por las sonrojadas mejillas, un hilo de saliva igual de la comisura izquierda, por como siente esta penetración intensa, el hecho de volverse uno con el rubio es magnífico, que le toma tiempo recuperarse de la respiración tan rápida de su corazón.

-Si… Shaka… Aaaaah… Puedes… Aaaah… Moverte…- Le indica lo siguiente, al parecer se está acostumbrando lentamente, pero no quiere poder más tiempo.

Aun acostado, Mu alza sus brazos levemente flexionados para atraer al rubio, desea el abrazo prometido, para sentirse mejor.

Claro que entiende estas acciones, sus cuerpos están unidos y, deseaba aun así estar más cerca del Lemuriano.

Comienza el vaiveneé, con estocadas suaves, lentas, no existe la necesidad de ir rápido, deben disfrutar este encuentro, el primer de muchos con total paciencia.

Además que en este punto, se están abrazando, los brazos del rubio rodean el frágil cuerpo que le parece Mu, mientras su pelvis choca contra el cuerpo de Aires con cada penetración.

Entre gemidos, jadeos que inunda esta habitación.

El sudor de ambos combinados, sus cabellos pegándose a sus cuerpos, sus alientos chocando, por la cercanía, besos constantes se dedican.

Mientras Virgo se mueve a un ritmo que va de lento a medio y luego bajando, pues quiere ser suave para quien ama y no herirlo en ningún momento.

Sus expresiones de completa excitación.

El sonido de la piel chocando, son lascivos excitantes, sus fluidos haciendo una mayor fricción en la entrada y pene de ambos, es delirante como se habían privado de hacer esto.

Pero nunca existió necesidad de aventurarse a hacerlo, si no que ambos esperaron para cuando estuvieran listos y al fin había llegado la noche exacta.

Se mantienen conectados de esa forma por un tiempo, entre envestidas que no suben su ritmo, que es perfecto para ambos, así el Hindú no herirá al cuerpo de su Tibetano, no más de lo que esa primera penetración lo hizo.

Sus cuerpos tienen una gran resistencia, por ende, tardarían en llegar al clímax.

Por eso disfrutan cada instante, como un momento privado, mágico y único que solo puedes sentir al estar con la persona que más amas en la faz de la tierra de esta forma.

Sus ojos se miran con devoción, completó amor, las sonrisas de ambos, entre el amor, la inocencia y la lujuria impregnada en ambos.

Es su forma intensa de amarse, de demostrar que nunca existirá nadie más para ellos que el hombre delante de cada uno.

El instante del termino esta presentándose, el ritmo lento y suave, es fantástico para experimentar todo a detalle.

-Sha… Ka… Ya… No… Aaaahaaarg…- Su vos tiembla, sintiendo como en su cuerpo se va acumulando el final de aquellas acciones íntimas.

-Espera un poco…- Ruega el rubio –Terminemos juntos…- Indica que efecto, él igual, no soportará más, su cuerpo está en las últimas de esa primera ronda.

No han dejado de estar conectados de forma íntima, ni tampoco deja de abrasarse, es demasiado maravilloso para ambos, como sus cuerpos se complementan a la perfección, jamás creyeron que algo así sucedería.

Pasan unos segundos, hasta que la primera venida se presenta, Mu termina poco antes de rubio, manchando ambos abdómenes que están sumamente juntos.

Dejando ambos cuerpos pegasos, pero no es incómodo.

Escurrirá el esperma del Lemuriano por sus pieles y caerá en las sabanas rojas, pero no interesa en lo más mínimo, es obvio que se ensuciaran y está bien.

Al poco tiempo, el Hindú acaba viniéndose en el interior del pelilila, una descarga bastante grande, inundando por completo a quién más ama en esta tierra.

Sin dejar de abrasarse, dándose suaves besos, que suben hasta lo más apasionados.

No podrían solo calmarse con esto.

-Te amo Mu…- Es lo primero que atina a decir, al momento que su miembro dispara en el interior pero… Pareciera que aún no está satisfecho.

Los zafiros aun presentan esa lujuria inicial e indica que aún no puede parar.

-El Lemuriano está un tanto agotado, mas consiente aun de forma perfecta, después de sentir su mente parpadear en rosa, por como su corazón se acelero y sentir la cálida semilla de virgo en su interior.

Sin duda debe dar gracias que no puede quedar embarazado, sino esa noche les daría un bello fruto de ese amor profundo que se profesan.

-Te amo tanto Shaka…- Sonríe, de forma algo coqueta, pero sin perder su esencia de pureza.

-Gracias…- Le dedica esas palabras que su corazón siente, además que aún no sale del interior de Mu y al parecer aun no lo desea hacer –Perdóname… Pero... Quiero…- Indica de esta forma lo que su cuerpo y corazón aun desean más que nada.

El tibetano sonríe, comprende que esto no ha acabado, al fin de cuentas sus cuerpos son capaces de resistir mucho, de hecho el entregarse de esta forma, será con total amor y ternura, estarán bien.

-Yo también… Puedes continuar, te quiero todo para mí…- Suelta sus palabras con un toque seductor, que queda demasió bien con su apariencia de inocente borreguito, algo que dejara de ser por completo, pero no interesa.

Con este entendimiento entre ambos, volvió a empezar una segunda ronda de amor entre ambos, podrán disfrutar toda la noche, y las que siguen, al final de cuentas no es nada malo amarse de esta forma.

Son novios, una pareja muy hermosa.

El anillo que Shaka le dio a Mu en su cumpleaños, está en el dedo anular de su dueño, simbolizando un compromiso más que una simple relación mortal.

Tienen derecho a hacer lo que deseen, se respetan, se aman y confían uno en el otro.

Sus deseos se pueden cumplir por siempre, amándose ambos.

Tienen hasta el amanecer para seguir disfrutando el regalo que Mu le ha entregado a Shaka por su cumpleaños.


Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Aquí mamá terrón de azúcar, publicando para nuestro buen Shaka de Virgo, que este caballero es bastante serio, pero sabemos que el único capaz de hacerlo ser mas abierto en ese sentido, es Mucito... Kiaaaaaaa

Espero que disfruten mucho este One Shot, esta inspirado en la linea de tiempo donde Shaka le da el anillo en su cumpleaños a Mu.

Y aquí Mu le da un precioso regalo, y Shaka si que lo ha disfrutado demasiado.

Al grado que no puede solo una vez disfrutar de su borreguito.

Kiaaaa, sin mas, espero que lo disfrutaran mucho, de verdad son los mejores el mundo.

Cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene, y no se expongan.

Los quiero mucho.

Ammu se va.