Capitulo 23- Batalla en el fondo del Abismo

El ataque del monstruo que había aparecido por encima de sus cabezas causó un gran revuelo entre todos los miembros del grupo de exploración. La destrucción del puente de tierra hizo que ambos puntos donde se apoyaba colapsaran junto con él, llevándose a cuestas a todo el grupo de avanzada que se encontraba ahí. Amy y Shuryu fueron los únicos que dieron un paso adelante y fueron a socorrer a los aventureros que estaban por caerse del borde de la grieta.

Shuryu tomó del brazo a Lynx y Hecki antes de que ambos cayeran al Abismo, Amy hizo lo propio con dos de los mercenarios que habían ido a reforzar al primer grupo de avanzada. Todos los miembros se apoyaban unos con otros para poder regresar a la superficie cuando notaron como un portal oscuro comenzaba a formarse al otro lado de la grieta. Sabiendo lo que eso significaba, Amy ordenó que todos regresaran rápidamente hacia la fortaleza a reagruparse, necesitaban comenzar a planear como afrontarían este nuevo y aún más difícil desafío. Por más que su corazón le decía que se arrojé a la grieta y corra presurosa a auxiliar a su hermana, sabía perfectamente que solo le estorbaría en su pelea. Incluso si le había prometido cubrir su espalda, lo único que podía hacer ahora era lidiar con lo que tenía enfrente y confiar en que su todopoderosa hermanita saldría victoriosa de ese duelo.


Amelia caía en caída libre hacia el fondo de la grieta junto con la criatura de aspecto rocoso que la había atacado hace unos momentos, sus ojos carmesíes observaban cada movimiento de su rival esperando cualquier ataque. Si ella lo hubiera querido, habría usado la habilidad especial de sus botas [Galope de Bicornio] para regresar a la superficie pateando el aire, pero al hacerlo pondría a su hermana mayor en una situación peligrosa, eso sin contar con los múltiples estorbos que estaban arriba. Por eso había decidido separarse del resto y dejarse caer junto con el monstruo.

Pasaron alrededor de 30 segundos antes de que pudiera visualizar el fondo de la grieta y usando la habilidad de levitación de su capa para anular su velocidad de caída, se mantuvo flotando varios metros por encima del fondo del abismo para evitar la devastación que causó la criatura al estrellarse con el suelo

A pesar de la caída, el monstruo no parecía haber sufrido daño alguno y no hizo ningún movimiento mientras Amelia descendía suavemente al suelo usando la levitación de su capa. Esto la sorprendió de sobremanera, pues hace unos instantes había sido atacada de improviso por esa criatura que ahora se mantenía inmóvil sin mostrar agresión alguna. Entonces caminó hacía él, sus sentidos totalmente alerta esperando cualquier truco - ¿Puedo preguntar cuál es tu nombre o me atacaras otra vez por sorpresa? – gritó hacia el monstruo mientras lo señalaba con su guadaña, pero no recibió respuesta alguna. Estaba a escasos metros de la criatura cuando se detuvo abruptamente, algo andaba mal, eso le decían sus instintos. Era la misma sensación que tuvo el día que enfrentó por primera vez a su señor. Retrocedió a toda velocidad, usó la habilidad de sus botas [Galope de Bicornio] para dar un salto mortal y alejarse lo más rápido posible de ese lugar, era como si una incesante voz en su cabeza le repitiera que debía esquivar lo que estaba por venir. Su preocupación se volvió realidad cuando un enorme circulo mágico de alrededor de 20 metros de radio, apareció sobre la cabeza del monstruo, haciendo caer grandes estacas de roca que devastaron todo a su alrededor.

Amelia aterrizó a salvo fuera de la zona del desastre, sus instintos le habían salvado de quedar atrapada en ese ataque de área – Al menos di algo antes de atacar, idiota… - reclamó mientras se preparaba para pelear. Cuando estaba cayendo, e incluso después de eso, Amelia se había estado debatiendo entre enfrentarse al monstruo o reportar su aparición a su maestro y dejar que él se encargue de subyugarlo, pero ahora sus dudas se habían disipado. No importaba si era regañada por destruir tan valioso activo, ella no tendría ninguna oportunidad de sobrevivir si peleaba conteniendo su fuerza.

Amelia hizo el primer movimiento, cerró la brecha entre ambos en un parpadeo y lanzó un corte intentando decapitar a la criatura. Pero antes de que su guadaña negra pudiera dar en su objetivo, se vio forzada a retroceder y usar el mango de su arma para bloquear el golpe del puño rocoso que inesperadamente había aparecido a su izquierda. Amelia relajó su cuerpo y aprovechó el impacto para ganar distancia entre ambos y analizar mejor la situación. No había notado cuándo el monstruo comenzó a moverse hasta que vio de reojo su gran puño cerca de ella. Entonces recordó como la criatura había emergido a través de una especie de rasgadura dimensional – …Acaso es una variante de la habilidad [Portal] de Shalltear Bloodfallen-sama... - esa idea recorrió su cabeza, pero no tuvo tiempo de discernir si su hipótesis era correcta debido a que la criatura levantó su brazo e hizo el ademan de atacar el aire con un poderoso golpe martillo que se desvaneció a mitad de su trayecto.

Amelia tuvo poco tiempo para pensar en lo que estaba sucediendo cuando el rocoso puño de la criatura apareció por encima de su cabeza - ¡Carajo! – a pesar de la sorpresa, Amelia usó el mango de su guadaña para protegerse, desviando el ataque para que impacte contra el suelo. Y de la misma forma que el brazo había aparecido, se desvaneció en medio de la nada – Al menos mis preguntas fueron respondidas – Amelia se incorporó y adoptó una postura defensiva con las piernas separadas una delante de la otra. Su guadaña descansaba en su hombro, lista para el intercambio de ataque que se avecinaba.

Esta vez el monstruo lanzó dos jabs hacia adelante que volvieron a desaparecer y se materializaron justo enfrente del rostro de la chica.

Amelia rechazó ambos golpes con un veloz corte de su guadaña, pero sus brazos terminaron entumecidos por el impacto y fue arrojada varios metros hacia atrás.

El monstruo volvió a moverse, esta vez lanzó cuatro golpes hacia adelante que volvieron a emerger enfrente de la princesa.

Amelia se vio forzada a usar la habilidad de sus botas para dar un gran salto hacia adelante y esquivar el ataque.

El monstruo lanzó dos golpeas más a la izquierda y derecha que se materializaron alrededor de la princesa en un ataque de pinza.

Amelia esquivó el ataque bajando su centro de gravedad y lanzó dos cortes que impactaron de lleno en ambos brazos del monstruo, pero sus ataques solo hicieron unas delgadas muescas en ellos antes de que desaparecieran en el aire. Su guadaña que podía cortar acero como si fuera un simple pergamino no había podido traspasar la enorme defensa física que tenía el monstruo de roca.

A pesar de su aspecto y su falta de comunicación, la criatura parecería tener una alta comprensión de las tácticas de guerra y una formidable experiencia de batalla. Eso era lo que había descubierto Amelia en este breve y violento intercambio de ataques. Ninguno estaba atacando enserio y ambos solo median la fuerza del otro preparándose para la verdadera batalla, pero eso estaba a punto de cambiar. Amelia dio un paso adelante y adoptó la postura felina con la que había asesinado a los dos Señores del Caos, esperando hasta que el monstruo hiciera su movimiento.

El monstruo respondió con un poderoso grito y lanzó una andanada de golpe tras golpe que traspasaban dimensiones y se materializaban justo enfrente de la princesa. Cada uno tenía el suficiente poder para abrir enormes agujeros en la pared rocosa detrás de Amelia y su impacto contra ella causo que todo el lugar comenzara a temblar.

Si alguien común fuera el objetivo de ese ataque, seguramente estaría muerto en este momento. Solo Amelia que poseía unos reflejos casi divinos podía mantener el ritmo y deslizarse a través de cada uno de los ataques. De esa manera, la princesa se acercó con rapidez al monstruo y lanzó un veloz corte ascendente de su guadaña, obligando al monstruo a defenderse usando su brazo izquierdo – Al fin te moviste – Amelia soltó una gran carcajada y giró su cuerpo para volver a atacar, lanzando cinco cortes oscilantes a una gran velocidad que casi parecían haberse hecho al mismo tiempo. Este suceso fue posible gracias a su increíble velocidad de reacción y reflejos que se acercaban infinitesimalmente al cero absoluto y al aumento de velocidad de ataque otorgado por sus [Guanteletes de Murciélago Espectral], permitiéndole lanzar cinco ataques consecutivos sin la necesidad del arte marcial [Corte Quíntuple de Luz]

Estando tan cerca, el monstruo no tuvo rango de maniobra y terminó recibiendo de lleno el ataque de Amelia, pero los ataques tan comunes como ese no podían atravesar su grueso y rocoso cuerpo haciendo que el daño que recibió de ellos sea no menos que insignificante. Aprovechando eso, el monstruo alzó ambos brazos por encima de su cabeza y comenzó a golpear el suelo con tanta fuerza que cada golpe causaba una poderosa onda de choque que destruía incluso a los escombros que eran levantados desde el suelo.

Amelia había evitado el primer golpe deslizándose hacia la derecha con gran velocidad y precisión, pero antes de que pudiera intentar contraatacar, se vio forzada a usar la habilidad de sus botas para dar un salto mortal hacia atrás y alejarse del monstruo que destruía todo a su paso.

Viéndolo desde lejos, cada una de las ondas de choque producidas por los puños del monstruo al chocar el suelo le recordaban el hechizo [Magic Shockwave] que usaba su maestro. Pero no tuvo tiempo para seguir divagando sobre ello cuando otra andanada de puños apareció enfrente de sus ojos. Amelia se volvió a deslizar entre cada uno de los golpes con suma facilidad, los ataques de tipo "punto" no funcionaban contra ella, que poseía un excelente juego de pies y una velocidad de reacción divina. Incluso cuando el monstruo no se detuvo en su primer ataque y continuó presionándola hasta con tres series de golpes consecutivos para mantenerla alejada, Amelia siguió esquivando cada uno de ellos con gran precisión y elegancia que casi parecía como si bailara en medio de ese remolino de destrucción. Si hubiera alguien que pudiera observar sus movimientos desde lejos solo podría describirlos con una sola palabra: "Angelical". La belleza de cada movimiento para esquivar cada ataque con un cada vez menor margen de distancia y derroche de energía era una habilidad que pertenecía a un plano existencial superior al de los mortales, eran movimientos que solo alguien en el rango de lo divino podría realizar.

A pesar del constante ataque del monstruo, no pasó mucho tiempo para que Amelia pudiera colocarse enfrente de él y volviera a lanzar cinco cortes simultáneos que impactaron en el torso del monstruo sin encontrar oposición. Sus ataques no causaron ningún daño visible en la criatura, pero eso era lo que menos le importaba. Cada vez que Amelia acertaba un golpe limpio en sus rivales, una de las diez gemas engarzadas en sus [Guantes de Murciélago Espectral] se tornaba de color carmesí y ahora que todas sus cargas estaban completas, podía usar la habilidad especial [Corte de Sangre] para hacer que su siguiente ataque ignore por completo todas las defensas físicas de su víctima.

El monstruo volvió a usar sus devastadores golpes martillo para forzar a la princesa a retirarse. Pero esta vez Amelia no se quedó quieta esperando el siguiente intercambio, ella tomó la iniciativa y cargó hacia adelante a gran velocidad, atravesando con gran facilidad y maestría los golpes consecutivos que lanzó el monstruo para detener su avance.

Al ver que sus intentos por detener el avance de Amelia no surtían efecto, el monstruo colocó sus gruesos brazos por sobre su cabeza para protegerse del ataque de la princesa.

Amelia sonrió, el monstruo había sido lo suficientemente listo para cubrir su cabeza, pero ese movimiento había dejado totalmente expuesto su torso – [Corte de Sangre] – usando la habilidad de sus [Guanteletes de Murciélago Espectral] atacó ese lugar con un poderoso corte oscilante que terminó abriendo una gran hendidura en el pecho rocoso de la criatura – tsss, que duro – Amelia se quejó mientras se retiraba. El ver como el monstruo no se inmutó a pesar de tener el pecho profundamente cortado hizo que una de sus sospechas se confirmará – Lo sabía, es igual al Behemoth de mi señor. No será destruido hasta que sus puntos de vida bajen a cero - Los ojos carmesíes de su [Casco de Búho Oscuro] se tornaron verde fosforescente permitiéndole a Amelia ver la barra de vitalidad de su rival, sorprendiéndose al ver que era enorme y estaba prácticamente llena, ni siquiera el Behemoth de su señor podía compararse con él. Pero eso no importaba, después podría reportar esto a sus superiores. Amelia se preparó y volvió a tomar la iniciativa, su constante asedió para cargar la habilidad de sus Guanteletes le permitió acertar dos golpes más potenciado por el [Corte de Sangre], era una estrategia buena y aunque no causaba daño significativo el punto muerto que se había instaurado le era muy favorable.

El monstruo recibió dos cortes más y decidió que era suficiente. Antes de recibir otro ataque, cargó hacia adelante y trató de embestir a Amelia con su gran cuerpo. Su ataque fue esquivado con facilidad por la albina, pero lejos de preocuparse por eso, aprovechó el impulso para sumergirse en el suelo usando una habilidad llamada [Buceo Terrestre].

Amelia se detuvo, la razón por la que se había mantenido usando su estrategia fue para forzar al monstruo a hacer un movimiento. Lo más probable era que emergiera del suelo e intentara sujetarla de los pies, así que dio un salto y usó la habilidad de su capa para levitar varios metros por encima del suelo.

Pero el ataque nunca llegó, envés de eso, diez pilares emergieron a su alrededor y empezar a atacarla sin previo aviso. Eran como tentáculos robustos hechos de roca que se abalanzaron uno tras otro hacia la albina con la única intención de atrapar y destruir a su presa.

Amelia esquivó los primeros tentáculos con facilidad, pero mientras más tiempo pasaba más era arrinconada hacia una de las paredes rocosas de la grieta forzándola a adoptar una posición defensiva. Sin importar en cuantos pedazos cortara a los tentáculos de roca, estos seguían creciendo y volvían a atacarla de manera implacable. Harta de esto, Amelia potenció cada uno de sus golpes con el arte marcial [Gran Golpe de poder] para destruir cada uno de los tentáculos hasta su raíz, esto hizo que su velocidad de regeneración se vea tremendamente reducida al punto de quedar totalmente destruidos en poco tiempo.

El ataque del monstruo no se detuvo ahí y sin darle tiempo de descansar, atacó a la princesa emergiendo desde debajo del suelo buscando aplastarla entre sus brazos. Pero la velocidad de Amelia era muy superior y lo esquivó con facilidad dando un salto mortal hacia adelante y contratacó con un veloz corte oscilante de su guadaña potenciado con las artes marciales [Gran golpe de Poder], [Golpe Pesado] y [Corte Severo] arrojándolo varios metros hacia atrás por la potencia del ataque – Como lo pensé, se ve afectado en demasía por ataques que causan daño contundente – luego de ver como los tentáculos caían destruidos con facilidad al ser golpeados con [Gran Golpe de Poder], Amelia había formulado la hipótesis de que el monstruo era débil al daño contundente, hipótesis que había comprobado al usar la habilidad de su [Casco de Búho Oscuro] para saber que tanto disminuía la barra de vitalidad de su rival y descubrir que ese último ataque había tomado 1% de su vida.

Amelia se movió hacia adelante, usó otra vez sus cinco ataques consecutivos para cargar la habilidad de sus guanteletes. Su estrategia era continuar presionando al monstruo para seguir forzándolo a mostrar todas sus cartas, pero esta vez agregó [Gran golpe de Poder], [Golpe Pesado] y [Corte Severo] para darle la bonificación de daño contundente que necesitaba su ataque [Corte de Sangre] para causar daño real en su rival.

El daño que causaba Amelia con sus ataques se fue acumulando a gran velocidad hasta lograr disminuir un 10% de la barra de vitalidad del monstruo. Si alguien normal recibiera esa gran cantidad de daño hubiera visto su vida disminuida a la mitad, incluso el Behemoth de su señor tendría su vitalidad reducida en un 25%, pero no era momento para quejarse, no cuando volvió a aparecer el gran circulo mágico encima de la cabeza del monstruo y una gran cantidad de estacas cayeron del suelo devastando todo a su paso.

Amelia retrocedió usando la habilidad de sus botas para dar un gran salto hacia atrás, su mirada carmesí se tornó azul topacio y pudo ver el estado de la barra de mana del monstruo – Tal parece que ese hechizo gasta una considerable cantidad de mana y por eso no lo usa con frecuencia. Hasta ahora ha gastado 30% de su mana – Aunque esto no era algo que pudiera considerar como información confiable, porque tal y como le había enseñado su maestra, existía la posibilidad de alterar esa información usando el hechizo [Datos Falsos]. Aun así, era algo necesario el poder hacer un seguimiento del estado de su rival.

La criatura volvió a lanzar una gran cantidad de golpes que se materializaban uno tras otro justo enfrente de la princesa, pero ella los esquivó con facilidad y se acercó rápidamente hacia él para atacarlo con sus cinco cortes consecutivos. El monstruo respondió usando sus poderosos golpes martillos que destruían todo a su alrededor en un intento por hacerla retroceder. Pero Amelia había visto muchas veces ese ataque, esta vez no retrocedió y usó su excelente juego de pies para moverse lo suficientemente alejada de las ondas de choque al mismo tiempo que se mantenía a una buena distancia de la criatura para poder contratacar con su [Corte de Sangre]

Grave error, fue justamente eso lo que esperaba el monstruo al mostrar esa clase de movimientos repetitivos y justo cuando Amelia cargó hacia él con gran velocidad, soltó un poderoso rugido que hizo volar por los aires a la princesa hasta quedar completamente empotrada en la pared rocosa del abismo. [Rugido atronador] era el nombre de esta habilidad la cual generaba una poderosa onda de choque que arrasaba con todo a su paso y con una alta probabilidad de causar [Aturdimiento] a aquellos que se encontraban en su camino.

En este momento, Amelia sufría las consecuencias de esa penalidad quedando totalmente expuesta a los devastadores golpes consecutivos de la criatura que aparecieron justo enfrente de ella. La mente de Amelia era un completo caos, su cerebro intentaba procesar todo lo que había sucedido mientras que ella intentaba desesperadamente mover su cuerpo. No importaba la velocidad a la que podía transmitir los impulsos eléctricos de su cuerpo y su velocidad de reacción seguía estando intacta, pero si su cerebro estaba totalmente enloquecido, no podía ordenar la información que recibía y actuar en consecuencia a ello. Veía como los puños se acercaban hacia ella como si se movieran en cámara lenta mientras intentaba desesperadamente moverse para evadirlos. ¡[Sobrecarga Divina]!– fue solo cuando el ataque estuvo a escasos centímetros de ella, que su mente logro ordenarse lo suficiente para para permitirle usar su hechizo que no solo le otorgaba un aumento de velocidad de ataque y movimiento bestial, sino que también le purgaba cualquier estado negativo o penalidad que estuviera afectando su cuerpo mientras el hechizo estuviera activado.

Gracias a eso, Amelia pudo responden cada uno de los ataques y salir de tan peligrosa situación sin ningún problema. Aunque el daño que había recibido por el [Rugido Atronador] obligó a la albina a poner su mano sobre su pecho y, luego de desactivar [Sobrecarga Divina], usar un hechizo de [Sanación] pararecuperarse del daño causado a su cuerpo – Eso dolió bastante, ¡Idiota! – a pesar de su queja, Amelia estaba sonriendo divertida debajo de su caso.

Era imposible para una simple humana como ella obtener tan enorme poder y habilidades de batalla sin ninguna consecuencia de por medio. A cambio de las excesivas aptitudes físicas y ofensivas que había obtenido, sus estadísticas defensivas eran muy bajas en comparación a alguien de su nivel y sin importar cuantos equipamientos o mejoras usara para aumentar su defensa, esta no se incrementaría ni siquiera un poco. El éxtasis de una batalla al filo de la muerte donde incluso el más mínimo daño podía causarle una herida significativa al mismo tiempo que cada uno de sus ataques podía cegar la vida de sus rivales con suma facilidad era lo que más le fascinaba – Es hora de subir de nivel, [Penitencia] – Amelia señaló con su mano alzada hacia la criatura y una luz dorada bañó por completo su cuerpo rocoso. Era un hechizo ineludible que reducía las defensas físicas de su objetivo a cero durante diez segundos y aumentaba el daño que este recibía en ese corto periodo de tiempo.

Amelia cerró la brecha entre ambos con gran velocidad, el monstruo intento detenerla con sus ataques que atravesaban las dimensiones, pero ella los eludió con facilidad – [Aceleración de Flujo], [Ritmo de Viento], [Gran Evasión] En un instante Amelia activó una serie de artes marciales para aumentar su velocidad y poder usar una de sus técnicas especiales – [Night Symphony]. Creada por Amelia, la técnica consistía en siete movimientos de ultra velocidad que causaban una gran cantidad de daño de tipo contundente.

Erster: Amelia lanzó dos cortes a ambos lados del torso del monstruo en un ataque de pinza devastador. Potenciados con sus artes marciales para generar daño contundente, la convergencia de ambos ataques causó un gran impacto en su oponente. Zweiter: Deslizándose a la derecha, Amelia atacó la pierna izquierda del monstruo con un poderoso corte oscilante de su guadaña haciendo que perdiera el equilibrio. Dritter: Girando su cuerpo a gran velocidad, Amelia atacó la otra pierna del monstruo para hacer que caiga de rodillas. Vierter: La espalda y ambos hombros del monstruo son atacados al mismo tiempo. Los cortes potenciados por [Gran golpe de Poder], [Golpe Pesado] y [Corte Severo] hicieron que su pesado cuerpo rocoso se moviera hacia adelante. Fünfter: un poderoso corte ascendente y circular justo en la barbilla de la criatura que elevó su cuerpo varios metros en el aire. Sechster: Amelia da un salto e intercepta al monstruo desde arriba con cinco cortes consecutivos que lo devuelven al suelo con gran violencia. Siebter: Amelia dio varios giros mientras caía para potenciar su último ataque, un poderoso corte oscilante impactó de lleno justo en el medio del pecho del monstruo que no pudo hacer nada para defenderse.

Luego de ejecutar su combo, Amelia se alejó usando la habilidad de sus botas. Esta técnica ejercía una considerable presión en su cuerpo, pero al usar su visión para sondear la barra de vitalidad del monstruo pudo comprobar la efectividad de su ataque el cual había causado un 15% de daño en el monstruo.

Amelia sonrió y volvió a acercarse a su rival a gran velocidad, no tenía la intención de permitirle recuperar la iniciativa e iniciar cualquier contrataque – [Waltz of the Dark Moon Fairy] – Amelia lanzó una poderosa patada justo en el centro del abdomen del monstruo levantando su enorme cuerpo del suelo, pero no se detuvo ahí y siguió pateándolo una y otra vez de un lado a otro elevándolo cada vez más hacia arriba, sus movimientos eran suaves y refinados como un hada jugueteando entre las flores una noche de Luna Llena. Cada una de sus patadas causaba daño de tipo contundente gracias a la habilidad de sus botas [Galope de Bicornio] y ella continuó atacándolo sin cesar hasta terminar con una patada hacha que devolvió al monstruo al suelo.

Amelia sabía lo importante que era mantenerse al 100% de sus capacidades, por eso había hecho que otorguen a su armadura [Tesoro oscuro del Dragon Blanco] la capacidad de irradiar energía sanadora que estimulaba la revitalización y proliferación de las células de su cuerpo para ayudar pasivamente a su recuperación y así mantenerse siempre en su mejor estado. Aun así, Amelia aprovecharía cualquier tiempo muerto para recuperarse, reabastecer su mana o relajar la fatiga que causaban en el cuerpo el uso de varias artes marciales apiladas una tras otra. Por eso aprovechó que estaba varios metros por encima del monstruo para usar la habilidad de su capa y quedarse levitando en el aire con las piernas cruzadas y las manos a la altura de su pecho en forma de plegaria, relajando por completo su cuerpo antes del siguiente intercambio de ataques.

El monstruo se levantó con un grito furioso, este último ataque había sido muy efectivo. No solo por el daño contundente de cada patada, sino también porque el hechizo [Penitencia] de la princesa había reducido a cero todas sus aptitudes defensivas, multiplicando exponencialmente el daño causado por el ataque. Viendo a su rival que se mantenía por encima de él sin preocupaciones, dio otro grito furioso y comenzó a cargar sin un rumbo fijo a toda velocidad. La silueta de su cuerpo comenzó a distorsionarse mientras más avanzaba hasta el punto de desaparecer en su totalidad.

Amelia, que se mantenía aun flotando en aire, usó otra de las funciones de su [Casco de Búho Oscuro] y cambiando su vista a un plateado brillante, observo todo el lugar con detenimiento – Como lo supuse, no es ninguna clase de invisibilidad. Esta debe ser la técnica con la que me atacó al comienzo… - sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando la criatura apareció por encima de su cabeza desde una grieta en el espacio.

Desactivando la habilidad de su capa, Amelia aprovechó la fuerza de gravedad que atraía su cuerpo hacia abajo para escapar del primer ataque. El monstruo no se detuvo ahí y persiguió a la princesa hasta el suelo, atacándola con sus poderosos golpes martillo que levantaron varios escombros en el aire. Amelia evitó a duras penas las ondas de choque causadas por los puños del monstruo, pero antes de que pudiera alejarse lo suficiente, dos tentáculos de roca se escabulleron por su punto ciego e intentaron atraparla por la espalda. Su increíble velocidad y tiempo de reacción le permitieron responder el ataque y girar su cuerpo para cortar ambos tentáculos antes de que pudieran cumplir su cometido. Uno a uno, el resto de los 10 tentáculos comenzaron a presionarla y rodearla hasta el punto de obligarla a usar otra de sus técnicas especiales – [Phantom Butterfly Dance] – Inspirada por la técnica [Ráfaga de Chispas] de su hermana Amy, Amelia combinó artes marciales como [Aceleración de Flujo], [Gran Evasión] y [Ritmo de Viento] con su excelente juego de pies para moverse de manera aleatoria y frenética en el campo de batalla, haciendo muy difícil determinar su posición exacta.

Amelia esquivó con precisión cada uno de los diez tentáculos de roca y usando ataques de tipo contundente fue destruyendolos uno por uno hasta que el suelo estuvo completamente lleno de escombros de tierra y roca. Pero no bajó la guardia y siguió usando [Phantom Butterfly Dance], la criatura aún se encontraba escondida bajo la tierra, esperando para atacarla en el momento que se detuviera. Para cuando el monstruo apareció bajo sus pies, Amelia ya se había movido a otro lugar gracias a los movimientos veloces de su técnica especial. Aun así, ella mantuvo sus ojos fijos en la criatura para ver si hacia algún otro movimiento, notando el enorme circulo mágico en su cabeza.

Sabiendo lo que se avecinaba, Amelia bajo su centro de gravedad y usó la técnica con la que mató a los dos Señores del Caos – [Espiral de la muerte] – para elevarse girando hacia arriba y destruir cada una de las estacas de roca que cayeron hacia ella desde el circulo mágico. A duras penas estaba manteniendo el ritmo de aparición de las estacas de roca cuando sintió como si una serpiente se deslizaba a través de su cuerpo. Sus instintos le decían desesperadamente que escapara de ahí, así que usó la habilidad de sus botas para dar una voltereta hacia atrás. Esquivando por poco los puños rocosos que se materializaron en su espalda, pero incluso eso no fue suficiente y terminó atrapada por el poderoso [Rugido Atronador] que la criatura lanzó al emerger desde una grieta dimensional a su derecha.

El cuerpo de Amelia fue arrojado varios metros entre los escombros, su mente se encontraba en total caos debido al aturdimiento causado por el ataque del monstruo. Antes de ser impactada había usado un hechizo para mitigar los estados negativos y penalidades llamado – [Protección de la Naturaleza] aun así, le fue muy difícil moverse y ponerse de pie – Tu estas lleno de muchas sorpresas… - bajo su casco, Amelia tenía una gran sonrisa insana. En este intercambio frenético de ataques combinados por parte del monstruo había aprendido una cosa. Toda la batalla había estado girando en la palma de la mano de su rival.

Desde un comienzo cada uno de los ataques de la criatura habían sido usado para instaurar un falso sentido de comodidad en ella. Cuando usó sus golpes que traspasaban dimensiones y aparecían enfrente de ella, lo había hecho de manera frontal para que ella creyera que los ataques seguían la misma dirección desde el comienzo hasta el final, pero no era así y prueba de ello fue que a pesar de que el monstruo estaba enfrente de ella los ataques habían aparecido a su espalda. Incluso había estado completamente segura que el monstruo no podía usar ningún hechizo cuando se desvanecía y abría grietas a otra dimensión para atacar lo cual fue refutado por el último ataque del monstruo.

Fue muy estúpido dejarse llevar por el flujo favorable de la batalla, su maestra la reprendería salvajemente y la sometería a un entrenamiento infernal si se enteraba que ella había cometido un error de principiante tan patético. Era importante sondear y evaluar las habilidades de sus rivales, pero la diosa de la victoria no favorecía a los cobardes.

Amelia sostuvo su guadaña extendida entre sus dos manos y hundió una de sus rodillas en el suelo – Imploro a Hécate, Dama Celeste del velo sepulcral, Guardiana Nocturna de los caminos del universo, portadora de la llave del mundo infame. Invencible Soberana que devora el alma de los condenados y recorre con parsimonia el sendero de los muertos. Escucha las súplicas de tu doncella, que se postra ante ti ofreciendo su corazón palpitante buscando tu guía a través de los sagrados misterios de la muerte eterna – Grietas de color rojo sangre comenzaron a aparecer en toda la hoja de la guadaña y una enorme aura diabólica emergió desde el cuerpo de Amelia junto a un miasma negro que corrompía todo a su alrededor, causando que incluso el suelo que estaba pisando comenzara a agrietarse y adoptar un pálido y tétrico color verde acuoso.

Se acabaron los juegos, las competencias de fuerza y presunción de poder. Esta vez, cada fibra de su ser estaba concentrada en cegar la vida del rival que tenía enfrente de ella sin ninguna misericordia

El monstruo respondió al aura amenazante que se cernía sobre Amelia con un fuerte rugido, a sus pies apareció un círculo mágico desde donde aparecieron seis monolitos de roca de diferentes colores. Incluso sin decir una sola palabra, había entendido las intenciones de Amelia y estaba de acuerdo con ella.

El enfrentamiento final estaba a punto de comenzar