Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto.

Summary: Hinata decide que es hora de tener apodos.

SasuHina Month Día 11

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Apodos

Como todas las semanas, Hinata caminaba por las ajetreadas calles de la aldea de Konohagakure, rumbo a la florería Yamanaka para comprar las flores que sagradamente depositaba en la tumba de su querido primo.

Al entrar en la tienda, se encontró con Ino y Sakura, quienes charlaban tranquilamente. La Hyūga las saludo cortésmente y luego se dirigió a seleccionar las flores que llevaría a la tumba de Neji. Una vez terminado su ramo de flores, caminó hacia el mostrador para pagar. Ahí una anormalmente tranquila Ino la atendió.

—¿Te sucede algo, Ino-san? —Hinata preguntó al ver a la rubia tan apagada—. T-te ves un poco triste.

—No es nada, Hinata-chan —pronunció, encogiéndose de hombros para restarle importancia al asunto—. Además, te he dicho un millón de veces que no necesitas ser tan formal conmigo. Somos amigas, ¿verdad?

La ex heredera del clan Hyūga se sonrojó ante la pequeña, pero amable reprimenda.

—C-claro que somos amigas, Ino-san… —la rubia le dio una mirada de muerte, por lo que Hinata rápidamente se corrigió—. D-d-digo I-Ino.

La Yamanaka sonrió con satisfacción.

—Hinata-chan tiene razón, Cerda —comentó la chica de cabello rosa—. Desde que llegue has estado cabizbaja. Simplemente, dinos que te pasa.

—Es… Bueno… ¡Sai! —admitió—. Últimamente, él ha estado actuando extraño.

—¿Sai actuando extraño? —Sakura se burló—. Verlo actuar así debió ser toda una sorpresa.

Ino resopló con fastidio.

—¡No seas tonta, Frentona! —dijo la Yamanaka—. Sé que Sai tiene sus… ¡Peculiaridades! —explicó—. Pero conmigo nunca había actuado de esa manera.

—¡Uh-oh! —balbuceó la Hyūga sin saber como articular la pregunta—. Él… Um… Sai-san… ¿Te trato mal?

—¡Shaaaa! Te juró que, si él te dijo o hizo algo malo, lo castraré de una patada —Sakura proclamó con el puño alzado amenazadoramente.

Ino suspiró, sus amigas realmente habían entendido todo mal.

—¡No, no, no! —negó con la cabeza y las manos—. No es nada de eso. Es solo que… Sai ya no me dice "hermosa".

Las dos kunoichi se quedaron como piedra al escuchar la confesión de su amiga. Abrieron los ojos con sorpresa. De verdad, todo este alboroto se debía a un apodo, o en este caso, la falta del apodo.

—¡Oh! —Hinata comenzó— Ya veo… Um… —titubeó—. Tal vez Sai-san ha estado ocupado y no se ha dado cuenta de que no te ha dicho hermosa. D-deberías hablar con él.

Ino pareció meditar la sugerencia. Probablemente, hablar de esto con su novio solucionaría todo. Posiblemente, Hinata tenía razón y Sai estaba tan ocupado con su trabajo que simplemente había pasado por alto utilizar el apodo.

—¡Aaah! —exclamó la rubia—. Supongo que eso es verdad. Hablaré con Sai al respecto —sonrió y abrazo a la chica de cabello oscuro—. Muchas gracias por tu consejo, Hinata-chan.

—N-no hay de que, Ino —declaró con las mejillas rojas—. Y-yo creo que es muy dulce que Sai-san te tenga un apodo de pareja.

—No sé por qué tanto revuelo por no decir un simple apodo —Sakura se encogió de hombros—. Desde que salimos, Naruto nunca me ha puesto un apodo cariñoso. Y probablemente Hinata-chan tampoco tenga uno.

—¿De verdad? —Ino expresó con curiosidad—. ¡Vaya! Y yo que juraba que Naruto te decía Frenteneitor de cariño.

—¡Q-q-q-qué! —dijo una furiosa Sakura—. Ya verás Ino-cerda. Te mataré. ¡Shannaroooo!

Ino reía mientras correteaba alrededor de la tienda huyendo de Sakura. Hinata sonrió ante las payasadas de sus amigas y salió de la tienda de flores rumbo al cementerio.

Al llegar a su destino, se dirigió a la tumba de su primo, allí se dedicó a sacudir con su mano la poca tierra que había acumulado la placa y puso las flores en los recipientes. Cerro sus ojos y juntó sus manos para orar por el descanso del alma de Neji. Se quedó en el cementerio una media hora más, ya que le gustaba contarle las cosas que le habían pasado, como lo hacía cuando él aún vivía. Una vez terminado, se levantó, se sacudió el polvo de los pantalones y emprendió el camino hacia el apartamento de su novio.

Mientras caminaba por la aldea, se puso a recordar el encuentro que tuvo con Ino y Sakura, y en el tema de los apodos de pareja. Nunca se había planteado tener o poner un apoco cariñoso. Y Sasuke tampoco lo había sugerido, no es que Sasuke fuese el epítome del romanticismo, pero ellos podrían intentarlo.

—¿Cómo debería decirle? —la Hyūga iba pensando en voz alta—. ¿Sasu-kun? No, ese no —lo descarto—. ¿M-mi amor? Ese era muy empalagoso y podría incomodarlo —lo elimino de su lista mental—. Tal vez… ¿Cariño? Sí, ese podría ser el apodo para Sasuke-kun —con renovado ánimo, transitó el resto del camino.

Tocó la puerta del apartamento del Uchiha y espero a que este le abriera. Unos segundos después, el Uchiha apareció en la puerta. Al ver de quién se trataba, Sasuke simplemente se hizo a un lado para que ella pasara. Una vez dentro, se armó de valor para utilizar el apodo, era ahora o nunca.

—¡H-hola, c-c-cariño! —chilló internamente, tenía las mejillas rojas por la emoción. Lo había logrado, pudo decirle un apodo cariñoso a Sasuke sin desmayarse en el intento—. ¿Cómo te fue en el entrenamiento?

El chico de cabello negro la miró perplejo, ¿acaso ella había dicho…? No, probablemente el puñetazo que le dio Naruto durante el entrenamiento le había afectado la audición, si eso era.

—Hmp… Bien —respondió cortante.

—C-cariño —la segunda vez fue más fácil decirlo—. Estaba pensando que hoy p-podríamos cenar juntos —ella ofreció—. Podría preparar tonkatsu.

¡Bueno, mierda!, ella lo había dicho de nuevo. Algo extraño estaba pasando e iba a averiguar qué era.

—¿Cariño? —preguntó Sasuke con una ceja alzada—. ¿Qué bicho te pico para que me estés llamando así?

La Hyūga lo miró sorprendida, ella no había previsto esa reacción por parte de él.

—Um… Bueno… Yo —balbuceaba sin control—. Hoy estuve c-con Ino y Sakura, e Ino menciono que con Sai-san tenían apodos, y yo… Y-yo creí que n-nosotros también podríamos tener apodos de pareja —terminó casi en un susurro.

—Ya veo —comentó serio—. ¿Realmente vas a tomar en cuenta las boberías de Ino?

—¡! —declaró sin dudarlo—. Err… Y-yo considero que es lindo ponerle apodos a la gente que te importa.

Sasuke rodó los ojos y cruzo los brazos. Esta conversación, según él, no tenía sentido.

—Hinata, eso de apodos de pareja es ridículo —resopló—. No entiendo para qué serviría hacerlo.

—A Naruto-kun sí le pusiste apodos —ella contraatacó.

—¡Tsk! —refunfuñó—. Bien, , pero solo lo hice para cabrearlo.

—Pues, se supone que uno les pone apodos a sus seres más preciados —hizo una pausa—. Espera, acaso yo… ¿Debería preocuparme de tu relación con él? —soltó—. Digo, escuche por ahí que tú y Naruto-kun se besaron en la Academia —lo acusó, apenas conteniendo la risa al ver la expresión de horror del Uchiha.

El Uchiha abría y cerraba la boca sin saber qué responder. Nunca espero que ella sacara a relucir ese desagradable acontecimiento de su pasado. Había tendido pesadillas durante semanas gracias a ese "beso".

—Tal vez… Por eso fue que le pusiste dos apodos a él —Hinata apenas podía creer que estuviera diciendo eso, pero, debía aprovechar el valor que le recorría el cuerpo.

Sasuke suspiro pesadamente.

—¡Bien! Me rindo —levanto la mano en señal de rendición—. Tu apodo será… Tomate.

Sí, definitivamente las cosas no habían salido de la forma bonita y dulce que ella imaginó. Pero al menos ahora ella y Sasuke tenían apodos como pareja.

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Notas: Por un momento pensé que no iba a ser capaz de seguir con estos oneshots, estoy tan cansada, apenas llevo unas pocas semanas de que volví a clases, pero se siente como si llevara meses. Me van a creer que apenas en mi primer día me empezaron a pasar materia a full. Les dedico esto a las admins de la página SasuHina Nos Plagio, ellas me dieron el ánimo y la inspiración para escribir.

Naoko Ichigo