DGM no me pertenece.

Similares

Se odiaban, al principio definitivamente se odiaban terriblemente. Aunque Allen en realidad no sabía bien por qué. Kanda era una persona bastante solitaria que no permitía que nadie se acercara y él no pensaba ni en intentarlo. Estaba muy bien así a la distancia.

Pero, curiosamente eran similares.

Ambos ocultaban un gran dolor, Kanda fue un segundo exorcista, lo trajeron de regreso a la vida por la Orden Oscura, pero todo eso le había costado mucho. Su amigo, Alma. Su primer y único amor. Esa mujer con quien había mantenido una promesa. Promesa que lo ataba a ese lugar, promesa que lo ataba a la vida.

Solo por eso vivía allí, solo por eso seguía con vida aún, tenía la esperanza de encontrarla.

Allen también tenía una promesa que cumplir. ¨Nunca te detengas, sigue caminando¨. Y eso es lo que Allen debía hacer. Caminar, caminar y nunca detenerse. Esa era su forma de vida. Tomar el camino de un exorcista y continuar derrotando akumas para la salvación de sus almas.

Pero ¿qué pasaba cuando esa promesa se rompía?

Alma estaba muerto. Y Allen ya no podía permanecer en la Orden. ¿Cómo seguir su camino cuando todo lo que tenían ha desaparecido? Simplemente buscando un nuevo propósito.

Kanda necesitaba ayudar al estúpido brote de habas para pagar su deuda con él, después de todo fue gracias a él que pudo huir con Alma.

Allen necesitaba encontrar respuestas, necesitaba llegar a aquella mansión, necesitaba saber la verdad sobre Neah, pero sobre todo necesitaba saber quién era realmente él.

Por eso seguían de pie, por eso seguían caminando y por más que se odiaran, necesitaban dejar eso de lado y dar el siguiente paso.

En verdad lo eran, habían sufrido demasiado, pero estaban dispuestos a seguir su camino.