Yuji Itadori estaba teniendo una pesadilla. En su sueño, había sido convertido en un hombre-perro, con orejas y cola, además estaba atado a una cadena.
Louise, como una cruel ama. Lo obligaba a lamerle los pies, y si incumplía alguna orden, lo azotaría con un látigo.
—¡Ahora ladra como el patético animal que eres! —Exclamó Loiuse con una sonrisa perversa en su rostro.
Yuji solo pudo tragarse su orgullo.
—¡Guau! ¡Guau!
Louise se burló de su patético intento de ladrido y se preparó para azotarlo. Sin embargo, Yuji despertó exaltado de su sueño.
—¡Dios mío! Que clase de pesadilla acabo de tener…! —Pensó Yuji, horrorizado.
Cuando por fin su mente despertó. Yuji se percató que se encontraba en la habitación de Louise. Suspiro desanimado, pensando que todo había sido un cruel sueño pero esa era su realidad… Ya no se encuentra en su mundo.
En ese momento, sintió algo en su cabeza. Llevó su mano a su cabeza y agarró una tela, cuando la vio se dio cuenta que eran las bragas de encaje que Louise le lanzó anoche.
—Esto debe ser una broma… —Murmuro Yuji, con vergüenza, por haber dormido con esa prenda en la cabeza.
Tiró las bragas junto al montón de ropa que ella le lanzó anoche. Yuji fijó su vista en la cama.
Louise seguía dormida, roncando suavemente. Su rostro dormido era simplemente angelical. Ahora parecía mucho más infantil. Ella era una chica fuerte y molesta cuando hablaba de "nobles" esto, "magos" aquello, pero mientras dormía era linda. Yuji casi deseaba que se quedara así para siempre.
Él negó con la cabeza, olvidándose de esos pensamientos y simplemente se vistió con la ropa que había traído de su mundo. Le molestaba que tuviera solamente el uniforme de béisbol y no sus prendas normales, pero se conformaba con eso.
Además, tampoco se había dado un baño y apesta a sudor…
—Cuando lave su ropa, aprovecharé para bañarme —Pensó Yuji.
Miro por la ventana. Era una mañana refrescante, la luz del sol brillaba en la habitación.
—Ahora que lo pienso. ¿Me pregunto qué clase de mundo es éste?—Pensó Yuji, con la curiosidad despertando dentro de él—. Si tan solo no fuera el familiar de una niña grosera.
—Ahh~ ese pastel de fresa está deliciosa~
Yuji suspiro y se acercó a la cama. Ella incluso babeaba mientras dormía.
—Hey, ¡Despierta! —Yuji jalo de un tirón las mantas.
—¡Kyaa! ¡¿Q-Que?! ¡¿Que está pasando!? —Grito Louise asustada y adormilada.
—Ya es de mañana, "Louise-sama"
—¿Eh? Ah… ¡¿Quién eres!? —Louise gritó con una voz tranquila.
—¿No me digas que me olvidaste? Soy Yuji ¡Itadori Yuji!
—Ah, el familiar que convoque ayer ¿no? —Loiuse se levantó y bostezo. Ella miró al pelirrosa—. Pasame mi uniforme.
—Okay…
Yuji de mala gana le arrojó el uniforme que estaba sobre una silla. Louise comenzó a desvestirse, nuevamente delante de Yuji.
—Dios, esta chica sí que es atrevida —Pensó Yuji, dándose media vuelta para no verla.
—Oye, pasame mi ropa interior.
—¡¿Qué!? ¡Buscalo tu!
—Están en el cajón de abajo en el armario.
Yuji chasqueó la lengua, fue y abrió el cajón indicado. Estaba lleno de ropa interior. Tuvo una mala experiencia relacionado a la ropa íntima, de cuando Nobara lo golpeó por haberle tomado su ropa íntima que había comprado, cosa que lo dejó traumatizado de por vida. Agarró un par al azar y lo arrojó por encima de su hombro sin mirar atrás.
Una vez que Louise se había puesto su ropa interior, ella murmuró.
—Ahora visteme.
—¿Eh? ¡Hazlo tú misma!
Yuji se oponía fuertemente hacer lo que le pedía, no haría algo tan vergonzoso como vestir a una chica. Al darse la vuelta vio a una somnolienta Louise en la cama usando nada más que la ropa interior que le había aventado. Nuevamente un fuerte sonrojo cubrió el rostro del hechicero de jujutsu.
—Mierda. O esta chica es realmente atrevida o es que no me considera como un hombre —Yuji miro el techo.
Louise se molesto por eso.
—Tú no debes saber porque eres un plebeyo, pero los nobles no deben vestirse solos si un plebeyo está disponible.
Yuji se molestó.
—¡Hazlo tú misma! ¡No pienso hacer algo tan vergonzoso!
—En ese caso, como castigo por ser un familiar irrespetuoso, no hay desayuno —Declaró Louise, levantando un dedo triunfante.
—¡Maldita sea! —Yuji tuvo que contener su ira y vergüenza. Cogió la blusa del suelo y fue hacia Louise
Finalmente, Yuji acabó de vestir a Louise, ahora estaba al borde de la cama, casi desfallecido.
—Hmm para ser tu primera vez, lo hiciste bien, plebeyo —Dijo Louise mirándose al espejo. Su uniforme era el mismo que el día anterior.
—Casi creí que iba a morir… Es la primera vez que toco a una chica —Yuji tenía el rostro rojo por la vergüenza—. Y esta mas plana que una tabl-
De repente, Yuji fue golpeado brutalmente en la cabeza por Louise.
—¡Auu! ¡¿Por qué hiciste eso!? —Pregunto Yuji, enojado y sujetando su cabeza adolorido.
—Solo tenía la sensación de que debía golpearte —Respondió Louise, más irritada que de costumbre.
—No me digas que… ¿acaso leyó mi mente? —Pensó Yuji, aterrado ante esa posibilidad.
—¡Ahora muevete que no quiero perder el desayuno!
—Hai, hai…
Yuji cogió el bate del suelo y siguió a Louise.
—¿Para qué traes esa cosa contigo?
—Es para protección, no me fio de nadie aquí.
—Hmm, okay. Haz lo que quieras.
El comedor en la Academia de Magia está en el edificio central y más alto. En el interior, hay tres mesas extremadamente largas y en paralelo. Cada una de ellas parece que fácilmente puede albergar un centenar de personas. La mesa en la que Louise y todos los de segundo año se sientan, es la mesa del centro.
—Hmm ahora que me doy cuenta… Aquí se identifican con colores…
Todos en el comedor de la izquierda se ven un poco mayores y usan mantos púrpuras; ellos deben ser del tercer año. Los de la mesa de la derecha llevan mantos de color marrón, así que son los de primer año.
También, en un nivel superior, se podía ver a los maestros disfrutar de una charla agradable.
Todas las mesas están decoradas magníficamente. Numerosas velas, ramos de flores, cestos llenos de fruta…
—Esto me recuerda mucho a Hogwarts —Pensó Yuji impresionado.
—Normalmente un plebeyo como tú, nunca pondría un pie en el interior del gran salón comedor Alvíss. Sé agradecido.
—Claro… —Murmuro Yuji, con un tic en su ojo.
—Bien, ahora ven y saca mi silla —Ordenó Louise.
Yuji chasqueó su lengua y sacó una silla para ella. Louise ni siquiera le dio las gracias mientras se sentaba. Yuji también estaba por sacar una silla para él, pero Louise lo detuvo.
—¿Qué pasa?
—¿Qué crees que haces?
—Pues sentarme para desayunar…
—Oh no, señor. Tú comerás ahí —Louise señaló el suelo, donde había un plato.
Yuji miró horrorizado y molesto.
—¡Yo no soy ningún perro para comer en el suelo!
Louise apoyó la barbilla en las manos y sonrió.
—Ya sabes, los familiares deben permanecer afuera. Sólo estás aquí porque yo lo solicite.
—Tu… ¡Después de todo lo que hice! ¡¿Esto recibo!!?
Así, Yuji se encontró sentado en el suelo, sin decir nada, mirando el plato delante de él. En él había algunos trozos de aspecto apesadumbrado de carne flotando en una sopa fina. En el borde había media barra de pan.
—Oh, Gran Fundador Brimir, y Nuestra Señora, la Reina, damos gracias por esta comida humilde que gentilmente nos has brindado esta mañana. —Sonó el sonido armonioso de una oración. Louise se unió también, cerrando los ojos.
—Itadakimasu… —Murmuro Yuji, conteniendo su enojo. Mordió la barra de pan, pero se arrepintió de hacerlo, el pan estaba más duro que una piedra…
—¡Yum~! Por mucho, el mejor desayuno es pastel de fresa recién horneado y un plato rebosante de sopa de cordero caliente con mucha carne~ —Dijo Louise, disfrutando de su desayuno.
Yuji gruño molesto mientras roía el pan.
—¡Y yo qué! ¡Tengo un pan más duro que mi cabeza y una sopa fría con migajas de carne! —Pensó Yuji muy enojado. Se tragó como pudo el pan y luego bebió la sopa de un trago. Sin embargo, eso no lo satisface—. Oye, dame algo más. No me llenaré con esto.
—Ni lo sueñes, luego te malacostumbras
—¡Pero tengo hambre…!
—¡No me importa!
Irritado por ese maltrato, intentó robarle algo de la mesa solo para ser golpeado por Louise.
—¡Auch! ¡Oye!
—¡Te he dicho que no!
—¡Tks! ¡No pienso tolerar esta opresión!
Yuji se levantó del suelo, enojado, y estaba por marcharse del salón cuando vio a un par de chicas venir hacia ellos. Se trataba de la chica que había visto el día que fue invocado, Kirche. Ella venía acompañada por alguien más.
Era una chica de pelo azul claro, ojos azules que brillaban como el océano, que escondía detrás de unas gafas. Parecía más joven que la pelirroja. Era incluso un poco más pequeña que la ya pequeña Louise, y con un cuerpo muy delgado. Llevaba consigo un libro, del cual no despegaba su vista.
También iban acompañada de una lagartija del tamaño de un tigre de color rojo oscuro. Tenía una flama en la punta de su cola, y su boca emitía chispas y brasas.
—Buenos días, Louise~ veo que sigues escandalosa como siempre~ —Saludo Kirche con una sonrisa engreída.
—Buenos días…Kirche —Dijo Louise entre dientes, viendo con envidia como Kirche acariciaba a su salamandra. Por su parte, Yuji no había dicho nada y estaba en shock—. ¿A ti que te pasa, idiota? —Pregunto, mirando a Yuji.
—¡Jojo~! Es obvio que quedó cautivado por mi belleza~ —Dijo Kirche, con una sonrisa presumida.
—¡SA… SA… SA….! —Murmuró Yuji, levantando su dedo y temblando.
—... ¿Está bien tu familiar, Louise? —Pregunto Kirche, sudando ligeramente.
—¡SALAMANDRA! ¡¿ES UNA SALAMANDRA DE VERDAD!? ¡NO ME JODAS! —Exclamo Yuji con tanta fuerza, que sorprendió a las chicas y llamó la atención de todos en el Salón.
—¡¿Por que armas un escandalo, Idiota!? —Grito Louise, furiosa. Sin embargo, Yuji no le prestó atención y salió corriendo hacia la salamandra, abriéndose paso entre ambas chicas.
A Yuji no le importaba el calor que emanaba de la salamandra, se acercó mucho a la lagartija, mirándolo con estrellas en sus ojos.
—¡¡No lo puedo creer!! ¡Se parece un montón a Chamerleon! —Exclamó Yuji, acariciando la barbilla de la salamandra, quien movía su cola, animado.
Kirche estaba asombrada.
—No puede ser… me costó mucho domar a Flame y este plebeyo… ¿Quien diablos es?
Flame lamía contento el brazo de Yuji, quien no parecía afectarle tanto que le quemara la piel.
—¡Espera un momento! ¡Voy a buscar mi teléfono! —Dijo Yuji muy animado mientras se preparaba para salir corriendo a la habitación de Louise.
Sin embargo, Louise lo derribó, pateandolo en la espalda.
—¡Deja de actuar tan tonto, idiota! —Regaño Louise, enojada.
—Pe…pe… pero es una salamandra…
—¡No me importa!
—¡Hmp!
Yuji hizo un mohín, enojado, cruzando sus brazos.
—No seas tan ruda con él, Louise~ sabe reconocer algo tan magnífico como mi Flame, ¿verdad~? —Pregunto Kirche, acercándose provocativamente al pelirrosa.
Ella esperaba que Itadori cayera rendido a sus pies, como la mayoría de los hombres… pero.
—Oye, ¿podrías alejarte un par de pasos? Invades mi espacio personal —Pidió Yuji, amablemente, alejándose un poco de ella.
Esto dejó en shock a la pelirroja y sorprendió un poco a Louise. En ese momento, la chica de pelo azul habló.
—Deberían darse prisa, las clases comenzarán pronto —Dijo la chica, sin despegar su vista del libro y bebiendo su taza de té.
—¡Ah! Es cierto —Kirche se apresuró a tomar asiento y pedir a una sirvienta que le traiga su desayuno.
Por su parte, Louise suspiro molesta con la presencia de Kirche. Se dio media vuelta y agarró a Yuji por su camisa.
—¡Hmp! Ya no tengo apetito, vamonos
—¡¿Eh!? ¡Oye! Al menos deja que tome algún bocadillo.
—¡No! ¡Ahora mueve, idiota!
—Te odio…
—Si, si. Me importa un pepino. Muévete
Ambos abandonaron el salón. Kirche sonrió mientras bebía su té.
—Hmm~ ¿Que opinas del plebeyo, Tabitha? —Pregunto Kirche.
La chica peliazul no prestaba mucha atención a su amiga, enfocada en su lectura.
—Tiene cara de idiota…
—Hmm~ opino que es guapo. Lastima que sea un plebeyo.
La Salamandra de fuego miraba por donde se habían ido Yuji y Louise, moviendo su cola. Esto llamó la atención de Kirche, pero decidió no pensar en eso.
—¡Rayos! ¡Llegaremos tarde!
Louise y Yuji iban corriendo por los pasillos de piedra del castillo hacía el salón de Louise.
—¡Y todo por tu culpa!
—¡¿Mi culpa!? ¡Fuiste tú quien olvidó sus libros en la habitación!
En ese momento, en el camino, se toparon con el profesor Colbert, quien al parecer los estuvo buscando.
—Ah ¡Señorita Vallière! —Llamó el hombre.
—¿Señor Colbert?
—Podría prestarme unos minutos de su tiempo.
—Este… bueno, estamos atrasados y-
—No se preocupe, seré rápido.
El hombre se acercó a Yuji.
—¿Podría enseñarme las runas en su mano de nuevo?
—Ah, sí claro.
Yuji le extendió su mano izquierda. Colbert miro las runas y las comenzó a dibujar en una libreta que lleva consigo.
—Desde que terminó el ritual de invocación he estado en la biblioteca, investigando sobre esas runas.
—¿Eh? ¿Por qué? —Preguntó Louise.
—Solo tengo el presentimiento que el familiar que tu convocaste, Señorita Vallière, podría ser algo mas que un simple plebeyo.
Por su parte, Yuji se alarmó por eso.
—Oh no… ¿Podría ser que él sabe que soy un hechicero? —Pensó Yuji, alarmado ante esa posibilidad.
El hombre calvo acabó de dibujar y se alejó de ellos, despidiéndose.
—¡Me asegurare de contarle todo lo que encuentre! ¡Que tengan un buen día, Señorita Vallière y su familiar!
—E-Eh… Gracias…
Una vez que el profesor se fue, Yuji miró a Louise.
—Qué profesor tan agradable… Me recuerda un poco al mío
—Hum… No estoy particularmente interesada.
—¿Eh?
—¡Oh no! ¡Las clases comenzarán! ¡Hay que darse prisa!
Y nuevamente, ambos se fueron corriendo al salón de Louise.
Las aulas de la Academia de Magia son similares a las aulas universitarias. Y como todo lo demás, era de piedra. El profesor estaba dando una conferencia en el nivel más bajo, y los asientos estaban dispuestos hacia arriba como escaleras.
Cuando Louise y Yuji entraron, todos los estudiantes en la sala simultáneamente volvieron la cabeza hacia ellos. Y entonces la risa comenzó. Kirche y Tabitha también estaban allí.
—Hmm ¿Y ahora por que se ríen? —Pensó Yuji, molestandose.
Los familiares que todos habían traído eran un grupo variado.
La salamandra de Kirche estaba acurrucada durmiendo debajo de su silla. Había estudiantes con búhos descansando sobre sus hombros. Desde una ventana, una serpiente gigante se asomaba a la clase. Un muchacho silbó, y la serpiente retiró la cabeza. Aparte de estos, también había cuervos y gatos.
A parte de estos familiares, también habían otras criaturas que eran consideradas Monstruos Míticos en su mundo. Yuji estaba muy emocionado al ver tantos animales asombrosos que nunca en su vida pensó que vería en persona.
—¡Un Basilisco, un Grifo, Incluso hay un dragón! —Pensó Yuji, con estrellas en sus ojos.
Sin embargo, entre los familiares, habían algunos que no conocía. Había un enorme globo ocular flotando en el aire. Decidio preguntarle a Louise.
—Oye, ¿Que es eso?
—Es un Bugbear
—Ohh… ¿y esa cosa con tentaculos?
—Un Skua
Yuji asintió siguiendo a Louise a su asiento. Louise se sento y Yuji se sento a su lado, entonces ella lo miro, enojada.
—¿Que?
—Solo los magos tienen permitido sentarse aquí. Los familiares no estan autorizados a sentarse aquí.
—¡¿Eh!? ¡¿Y donde me sentare!?
Louise sonrió y señalo el suelo. Nuevamente, Yuji esta sentado en el suelo.
—Realmente estoy empezando a odiar este mundo —Pensó Yuji, conteniendo su enfado.
La puerta se abrio y entro una profesora. Era una mujer de mediana edad voluminosa vestida con una túnica púrpura y con un sombrero. Tenía una cara regordeta y redonda con una expresión amable en ella.
—Hmm, definitivamente si parece una bruja. Y es fuerte —Pensó Yuji, analizando a la mujer.
La mujer miró el salón de clase y habló con una sonrisa de satisfacción.
—Bueno, todo el mundo, parece que la Invocación familiar fue un gran éxito. Yo, Chevreuse, siempre disfruto viendo los familiares nuevos que se convocan cada primavera.
Louise bajó los ojos, avergonzada.
—Vaya, vaya. Usted ha convocado a un buen... peculiar familiar, señorita Vallière — comentó ella mientras miraba a Yuji.
El comentario era bastante inocente, pero la clase estalló en carcajadas.
—¡Louise la Zero! ¡No vayas por ahí y tomes a un plebeyo al azar de la calle sólo porque no pudiste convocar cualquier cosa!
El pelo largo de color rosa de Louise se elevaba mientras se levantaba. Ella levantó la voz lindamente con ira.
—No. ¡Yo hice todo correctamente! ¡Él es todo lo que buscaba!
—¡No mientas! Apuesto a que ni siquiera pudiste hacer la invocación familiar correctamente, ¿cierto?
Los otros estudiantes se rieron entre dientes.
—Hombre, esta gente es despiadada… —Pensó Yuji, mirando a los estudiantes y a Louise, frunciendo el ceño. Aunque, se sentía ligeramente bien ver como se burlan de ella—. Es lo que ganas por no darme de desayunar
De pronto, la clase entera se paralizó y giraron tétricamente la cabeza hacia la profesora. Ella los señalaba con su varita.
—Estudiantes, no pienso tolerar este tipo de comportamiento. Abstengan de decir ese tipo de comentarios a su compañera o llenare esas bocas con arcilla —Dijo la profesora Chevreuse, con una expresión sería.
Esto bastó para ponerle fin a las burlas a Louise. Yuji rio un poco, al ver como todos los estudiantes ahora temían de la profesora.
—Ahora bien, vamos a comenzar la lección —Chevreuse tosió con fuerza y agitó su varita. Una gran roca apareció de la nada sobre el escritorio—. Mi nombre rúnico es "Arcilla roja", Chevreuse la Arcilla Roja. Este año, yo les enseñaré toda la magia del elemento tierra.
—Como todos sabrán; la magia consiste en cuatro elementos principales: Fuego, Agua, Viento y Tierra. Y combinado con el elemento ahora perdido del 'Vacío', hay cinco elementos en total. Como todo el mundo debe saber de los cinco elementos, la tierra ocupa una posición muy importante. Esto no lo digo porque la tierra es mi afinidad.
—Hmm… más o menos entiendo… ¡Debe ser algo parecido al Chakra elemental de Naruto! —Pensó Yuji, haciendo un esfuerzo de entender esa clase. Debía de estar preparado para todo y que mejor que estar en un salón de clases.
Una vez más, Chevreuse tosió fuertemente.
—La magia de la tierra es una magia muy importante que rige la creación de toda la materia. Si no fuera por la magia de tierra, no seríamos capaces de producir o procesar metales necesarios. Elevar edificios de grandes rocas y cosechar los cultivos implicaría mucho más trabajo. De esta manera, la magia del elemento tierra está íntimamente relacionada con la vida de todos. ¡Ahora una pequeña demostración!
La profesora se colocó detrás del escritorio, con su varita lista.
—Realizaré un hechizo de transmutación en esta roca en mi escritorio. Por favor observen con atención.
Chevreuse volvió su atención a la roca e hizo girar su varita mágica sobre ellos. Luego susurró un hechizo, y empezó a brillar intensamente.
Cuando el brillo se disipo, la roca se habia convertido en un trozo de metal brillante amarillo.
—¡Wooow!
—¡La roca se volvió oro!
—Sorprendente
—¿¿Es oro real!?
—No, no lo es —Dijo Tabitha, sin apartar la mirada de su libro. Kirche asintió, de acuerdo con su amiga.
—Aunque lo parezca, en realidad es latón. Una aleación de hierro y zinc —Dijo Kirche, decepcionada porque no fuera oro real.
—Es correcto. Aquellos que pueden transmutar oro pueden controlar los cuatro elementos, a estos magos le llamamos "Square". A los magos que pueden controlar tres elementos, les llamamos "Triangle", del cual yo pertenezco —Dijo Chevreuse, alardeando—. Y aquellos que pueden controlar dos elementos, son "Lines"
—Pff… Louise… mira a tu familiar… —Kirche intentando no reírse. Louise miró a Yuji.
Yuji estaba completamente en blanco, desconectado de la realidad. Fue mucha información para el pobre de Itadori.
Louise se avergonzó y molesto por el comportamiento de su familiar.
—¡Oye! Compórtate un poco, ¿Quieres?
—¡Pero no entendí nada!
—¡Eso no es mi problema!
—¡Deberían simplificarlo para que sea más fácil de entender!
—¡Callate!
La profesora notó que ambos estaban armando un escándalo.
—¡Señorita Vallière!
—¿S-si?
—Por favor, absténgase de charlar en privado durante las clases.
—Lo siento...
—Puesto que usted tiene el tiempo para charlar, quizá debería tener el tiempo para hacer una demostración ¿cierto?
—¿Eh? ¿Yo?
—Sí. Intente cambiar estas piedras de aquí en un metal de su elección.
Louise no se levantó. Ella simplemente se quedó sentada mirando inquietamente. Cosa que dejó confundido y preocupado a Yuji.
—Oye, ¿está bien?
Kirche levantó su mano, visiblemente preocupada.
—Este… profesora, no creo que sea buena idea…
—¿Y eso por qué?
—Bueno es porque ella es…-
—¿Va a decirme que es ella es "Louise la Zero", Señorita Zerbst?
—Es peligroso —respondió Kirche claramente. La mayoría de la clase asintió con la cabeza.
—¿Peligroso? ¿Por qué?
—Esta es su primera vez en la clase con Louise, ¿verdad?
—Lo es, pero he oído que es una chica trabajadora. Ahora, señorita Vallière. No te preocupes, a modo de prueba. Usted no será capaz de lograr algo si le da miedo cometer errores.
Louise apretó con fuerza su falda, Yuji noto eso y miró a Louise, preocupado.
—¡No lo hagas, Louise! —Kirche gritó con su cara pálida.
Pero Louise se puso de pie.
—Yo lo haré —Con una expresión nerviosa, se dirigió rápidamente hacia el frente del salón.
—¡Espera, Louise! Tch ¡Bien! ¡Si algo ocurre no es mi problema!
—Ehh, Oye… ¿Por qué todos le dicen "Louise la Zero" —Preguntó Yuji, con curiosidad, pues él pensando que le decían así por no tener mucho pecho.
—Bueno, es porque… Lo entenderás cuando lo veas~ —Dijo Kirche, sin perder ese tono seductor suyo—. Te sugiero que te resguardes, no quisiera que salgas herido~
Esto solo causo más confusión y curiosidad a Yuji.
Dando un lindo guiño, Louise agitó su varita. Nunca se había visto tan adorable como en ese instante cuando ella apretó los labios para empezar a cantar el hechizo. Era casi de otro mundo.
Aún a sabiendas de su verdadera personalidad, Yuji estaba momentáneamente cautivado.
En el sol de la mañana que entraba por la ventana, el cabello de Louise brillaba encantadoramente. Sus ojos color rosa se mostraba como joyas, y su piel era de un blanco impecable. Su nariz esculpida era digna de la nobleza.
—Ahh… si tan solo no tuviera esa personalidad arrogante y gruñona —Pensó Yuji, suspirando desanimado.
En ese momento, noto a los estudiantes resguardandose detrás del largo escritorio. Incluso Kirche y Tabitha se habían escondido, aunque esta última no parecía estar asustada y solo seguía leyendo.
Yuji tuvo un mal presentimiento… siguió el consejo de Kirche y se escondió trás el escritorio de Louise.
Cerrando los ojos, Louise lanzó un corto hechizo y apuntó la varita.
Las piedras sobre la mesa inmediatamente explotaron.
Louise y Chevreuse recibieron la explosión de lleno y fueron arrojadas contra la pizarra, y la gente gritaba. Los familiares atemorizados añadieron caos. La salamandra de Kirche de repente se despertó de su sueño y se levantó sobre sus patas traseras, exhalando una llamarada. Una mantícora estalló en vuelo y se estrelló contra una ventana para escapar. A través del agujero, la serpiente gigante que había estado espiando se deslizó dentro y devoró el cuervo de alguien.
El aula estaba en caos.
Kirche se puso de pie y señaló con el dedo a Louise.
—¡Es por eso que te dije que no lo hicieras!
—¡Por Dios, Vallière! ¡Sálvanos de alguna pena y simplemente deja la escuela ya!
—¡Mi Lucky fue devorado por una serpiente!
Yuji se quedó en estado de shock, que pronto se recuperó y miró preocupado hacia Louise.
La señora de Chevreuse estaba en el suelo, a juzgar por sus ocasionales contracciones, ella no estaba muerta.
Una Louise tiznada por el hollín se levantó despacio. Era un espectáculo triste para la vista. Su blusa desgarrada reveló un hombro delgado, y sus bragas se podían ver debajo de su falda rasgada.
Sin embargo, ella es una chica increíble. No parecía en absoluto perturbada por la discordia en la habitación. Sacó un pañuelo para limpiarse el hollín de su cara.
—Supongo que me equivoqué un poco.. —Dijo, en voz baja.
—¡Louise!
Antes de que alguien siguiera insultando o burlarse de Louise, Yuji había llegado corriendo hacia ella.
—¡¿Estás bien!? ¡¿No te rompiste nada!? ¿¡Te duele algo!? —Preguntó Yuji, muy preocupado, examinando a Louise.
Ella está conmocionada. Hace mucho que alguien había demostrado preocupación por ella, esto la conmovió un poco.
—No… estoy bien.
—Ahh, menos mal…
Yuji notó enseguida la falda desgarrada de Louise. Sin perder tiempo, desabotono la camisa de béisbol, dejando al descubierto su torso tonificado y marcado. Se podían ver algunas cicatrices en su abdomen y una grande en donde justamente está su corazón.
—¡Ehh! ¡¿Que crees que haces, idiota!?
—¡Hey! Agradece lo que hago
Colocó la camisa alrededor de la cintura de Louise, cubriendola.
—¡Espera aquí! ¡Iré por un cambió de ropa para ti!
—¿Eh? ¡Espera-!
Para su sorpresa, Yuji se había ido corriendo a una increíble velocidad, dejándola sorprendida.
—Ahh, ese idiota… —Louise suspiró, negando con la cabeza, después de todo podía restaurar su uniforme con magia. Aunque… se conmovió por la preocupación que demostró el hechicero de Jujutsu.
En ese momento, se dio cuenta que todo el caos que se había armado en el salón, había cesado… Miró hacia sus compañeros y noto que la mayoría de las chicas estaban sonrojadas y con una mirada de ensueño. Los chicos estaban celosos y enojados.
—¿Eh? ¿Qué les sucede? ¿No me van a insultar o algo?
Incluso los familiares estaban calmados, algo bastante increíble, considerando la magnitud de la explosión.
Kirche sonrió de forma pícara.
—Jeje~ ahora tengo un nuevo objetivo~ ¿Que dices, Tabitha?... ¿Tabitha? —Kirche busco a su amiga por el lugar, pero ya no se encontraba en ninguna parte.
Resulta que se había ido por el escandalo que se armo en el aula, ella solo quería un espacio silencioso para leer su libro.
Mientras tanto, la profesora seguía inconsciente en el pisó. Por su parte, Yuji ya se encontraba en la habitación de Louise, buscando un cambio de ropa para ella.
Había aprendido a la mala porque a Louise la llaman "Zero"
