Un cielo verdoso, criaturas extrañas volando alrededor de los cielos, en un páramo que se observaba completamente, logró observar algunas figuras que parecían ser chicas enfrentando a esas criaturas, sacando unos poderes fantásticos.
- (¿Qué es esto?) – Se preguntó él, no sabía cómo es que llegó ahí, pero aquellas chicas combatían contra las criaturas para evitar algún tipo de desastre, así llegó a observar a una chica de cabello rojizo atado a una coleta golpear a uno de esos. – (Esa chica…)
"Ellas están en peligro…"
- ¿Qué fue esa voz? – Preguntó, volteó a ver a todos lados pero no encontraba la fuente de la voz misteriosa. - ¿Quién eres?
"El sistema de héroes está equivocado… ellas no deben pelear… por favor… ayúdalas…"
- ¿A qué te refieres? ¿Cómo que ayudarlas? – Se preguntó él.
"Shinju está mal… por favor, sálvalas…"
- Dime quién eres. – A pesar de sus preguntas, no había respuesta de parte de la voz. En aquel momento todo se puso oscuro y entonces sintió que empezó a caer. - ¡Wuah!
Abrió los ojos de repente, no estaba en aquel lugar extraño sino que en su cama, fue solo un sueño, entonces se calmó.
- Que sueño más extraño… - Revisó su reloj. – Será mejor que me levante para ir a la escuela. – El joven de cabello negro salió de su cama y de su habitación para descender a desayunar, su madre estaba ahí. – Buen día mamá.
- Takuto, buen día, el desayuno estará listo pronto así que ve a cambiarte.
- Claro. – Fue al baño para lavarse los dientes y luego cambiarse a su uniforme, llevando lo que era un blazer de un color azul pavo con un pantalón del mismo color y una corbata roja, ya una vez se vistió, bajó al comedor, ahí estaba el desayuno puesto.
- Vamos a comer, pero antes agradezcamos a Shinju-sama. – Los dos juntaron sus manos y cerraron los ojos. – Shinju-sama, gracias por estos alimentos y por otro día di protección. – Ya al terminar de rezar, empezaron a comer, Takuto se despidió de ella y fue en dirección a la preparatoria.
- (Es el año 2018… han sido tres años desde que llegaron esas extrañas criaturas a este mundo el cual mató a varias personas alrededor del país, el gobierno los llamó Vertex y han representado una amenaza… casi al instante que estas criaturas aparecieron, un grupo religioso que adora a un dios llamado Shinju-sama salió y hablaron de ofrecer protección a la gente, actualmente este grupo ha obtenido mayor fuerza y realmente nos ha protegido de los Vertex, debería ser una vida normal… pero siento que algo no está bien.)
Llegó a la escuela, ahí se encontraban varios estudiantes que vivían sus vidas normales, a pesar de lo ocurrido hace años con los Vertex, estos se divertían, hablaban y estudiaban con completa normalidad. Takuto llegó entonces hasta su salón y se sentó en su asiento, mirando a la ventana.
- ¡Buenos días! – Llegó una chica con una actitud bastante animada, de cabello rojizo largo y ojos del mismo color.
- Buenos días Yuuna-chan. – Saludó otra chica a esta aunque él no le prestó demasiada atención pero sabía de ella. Takashima Yuuna es una de sus tantas compañeras de clase y es alguien bastante conocida por el hecho de ser alguien muy enérgica y amigable con todos, cosa contraria a él que simplemente prefiere realizar cosas a solas.
- (Simplemente puedo ignorarla.)
"No lo hagas…"
- (¿Eh?) – Creyó escuchar una voz que le habló directamente, la cual no pertenecía a nadie del salón. – (Debe de ser mi imaginación… pero por alguna razón, se me hace conocida…)
En ese momento entró el profesor a lo que todos fueron a sus respectivos asientos, así este se puso al frente.
- Como deben de saber, hoy vivimos otro día gracias a la protección del árbol divino Shinju-sama, sin él y el hecho de que el Taisha nos ayuda a todos, no podríamos estar en este sitio, levántense para orar a Shinju-sama. – Se levantaron para rezarle al árbol, Takuto igual lo hizo aunque en sí no le veía la razón para hacerlo. – Ahora regresemos con nuestras clases normales.
Las clases fueron como siempre, Takuto lo ignoraba o respondía cuando debía, en sí su día a día no tenía nada de emocionante, ya entonces llegó el almuerzo, este salió rápidamente debido a una situación.
- ¡Quiero el pan de yakisoba!
- ¡Deme el pan de carne! – La cafetería era un campo de batalla donde solo los más rápidos y aguerridos estudiantes podían alcanzar los mejores panes y actualmente él estaba en esa posición.
- Agh, abran paso. – Intentaba meterse entre todo el mar de estudiantes ansiosos por obtener lo mejor de lo mejor. – Ah… quiero el pan… ¡wuah! – Sin embargo, para él se vio totalmente superado por la situación, lo que ocasionó que fuera expulsado hacia atrás, cayendo de rostro, al final todo terminó, quedando solo los restos, fue a ver, solo había pan de melón. – Era lo que pensaba… - Soltó un suspiro.
- Parece que no alcancé… - Escuchó una voz adicional, levantó la vista, ahí estaba Takashima Yuuna. – Bueno, me gusta el pan de melón y… - Ella se dio cuenta de la presencia de Takuto. – Oh, hola ¿igual viniste a comprar pan?
- Esto, sí, pero como siempre, solo quedaron las sobras, el pan de melón no llena realmente.
- A mí me encanta. – Exclamó ella con una sonrisa. – Así que no me molesta que solo quede ese pan ¿vas a comprarlo?
- No es que tenga de otra. – Los dos entonces fueron a comprar los panes, la pelirroja se veía feliz con lo que tenía. – Es bastante dulce, como me gusta.
- Bueno, yo debo de irme a comer, nos vemos.
- Claro. – Se despidió de ella, él no era alguien que realmente hablara con otras personas, podía decirse que era más del tipo solitario o que prefiere tener el tiempo para sí mismo, eso incluía el almuerzo, así es que fue a los terrenos de la escuela y se sentó cerca de un árbol a comer su pan.
- Ciertamente… es dulce… pero ligero. – Él esperaba haber alcanzado los mejores panes pero era cosa de todos los días el pelear por ello, en aquel momento miró al cielo. – Pensar que esto es recreado por Shinju-sama…
Tal y como avisaron por las noticias, el Taisha se había encargado de todo, gracias a la protección de Shinju-sama, se encuentran en un terreno alejado del peligro creado por los vertex, una especie de barrera que logra protegerlos, debido a ello se les tiene prohibido cruzar esa barrera, solamente un cierto grupo de personas puede salir y combatir contra esas criaturas.
- Los héroes… - Héroes, así es como llaman a aquel grupo que repentinamente se presentó ante los medios, un grupo de chicas que, usando poderes obtenidos por el propio Shinju-sama, salen a combatir contra los vertex que amenazan con cruzar la barrera para destruir el árbol sagrado, el hecho de que ese grupo de chicas proviene de su misma escuela e incluso habló con una de ellas, Yuuna es una heroína, es una razón por la cual son populares y completamente reconocidas, caso contrario a él que es un solitario. – Obviamente nunca estaré a su altura, igual prefiero mi vida actual. – Siguió comiendo.
"Ven…"
- ¿Eh? - De repente una voz lo sorprendió, miró a ver a todos lados. - ¿De dónde vino eso?
"Por aquí… en el bosque…"
- ¿Quién me llama? – A pesar de preguntar, no recibía respuestas, miró a ver en lo profundo del bosque donde creía que esa voz le estaba llamando. - … Soy un estúpido por hacer esto, pero debo llegar al fondo del asunto.
Ya entonces se adentró al bosque, no sabía muy bien por qué pero tenía un presentimiento de que sus preguntas serían respondidas una vez, entró al bosque cada vez más, notando un cambio, fue entonces que pudo ver lo que era un templo el cual parecía estar abandonado.
- ¿Acaso había un templo en este bosque de la escuela? – Entró en aquel momento, ya entonces al entrar observó el altar, encontrando una figura de un hombre rezando. – Esto es solo una tontería, debería volver.
Justo cuando se iba a dar la vuelta, todo cambió, el cielo se pintó de rosa y todo su alrededor ahora parecía limpio.
- ¡¿Qué rayos!?
"Has venido…"
De nuevo era esa voz, ahora se escuchaba más cercana, Takuto empezó a buscar de dónde venía aunque sin éxito alguno.
"Marui Takuto…"
- Ya, dime quién eres.
"Aquí"
En ese momento vio al frente, aquella estatua estaba brillando, sorprendiendo al joven.
"Finalmente nos encontramos Marui Takuto, me llamo Emir, soy un dios menor…"
- Un dios… menor…
"Así es, he estado llamándote durante un tiempo, incluso apareciendo en tus sueños"
- ¿En mis sueños? Entonces… aquel sueño que tuve…
"Fue mi mensaje, quiero pedirte algo, ya que nadie más tiene una conexión profunda hacia mi leyenda como lo es tu familia"
- … Espera ahí un momento ¿Cómo que conexión con mi familia? Es mejor que lo expliques a fondo.
"Los Marui han sido unos fieles completamente dedicados a mí, la prueba se encuentra en que este templo sirvió a tus antepasados, pero con el paso del tiempo se fue olvidando, al final dejaron de visitarme y quedé relegado a ser una divinidad menor cuando Shinju acabó tomando fuerza, debido a que solamente los Marui profesaron profundamente mi fe, son los únicos con los que puedo comunicarme de modo profundo"
- … Ok, supongo que lo entiendo, pero eso no quiere decir sobre la razón que estoy aquí.
"Te he llamado por una razón… Marui Takuto, quiero que te conviertas en mi emisario y evites la desgracia que Shinju está poniendo sobre un grupo de chicas"
- ¿Presión sobre un grupo de chicas? ¿Por qué Shinju-sama haría eso?
"El árbol divino usa la mayor parte de su fuerza extendiendo la barrera sobre este mundo para evitar que los vertex entren, sin embargo eso lo deja desprotegido, por eso ha creado un modo de prestar su poder por medio de artefactos que se los dan a chicas para combatir, protegiendo el árbol… ustedes los llaman héroes"
- ¿Héroes? Entonces ellas… - Se le vino a la mente el rostro de Yuuna. - ¿Están en peligro?
"Ese ha sido el mayor error que Shinju ha cometido y del cual no estoy de acuerdo, el prestar poderes a un grupo de personas cuyos cuerpos y mentes no han sido totalmente desarrollados es contraproducente, él y ese grupo llamado Taisha están sobreponiendo una carga muy pesada sobre ellas, algo lo cual no podrán soportar y tarde o temprano se acabarán rompiendo… temo que este ciclo de desgracias se extienda a años en el futuro y más chicas sufran, no es algo que un dios deba de hacer, uno que es protector más que nada"
- Sí ellas se acabarán rompiendo… ¿pueden morir?
"Solo puedo decir que sus destinos serán mucho más dolorosos que la muerte, Shinju no pensó bien cuando tomó la decisión de prestar sus poderes a estas chicas, intenté comunicarme con él pero, al ser un dios menor, mis llamados no lo alcanzan y además está debilitado erigiendo la barrera, así que mis opciones son muy limitadas. Marui Takuto, te lo pido de nuevo, se mi emisario y salva a esas chicas, como dios protector que soy, debo velar por todas las vidas"
- Yo… - Él no sabía en qué pensar, todo eso era demasiado increíble para ser verdad, además el grupo de heroínas eran fuertes, pelear contra vertex no debería ser problema alguno, pero al ver como el dios Emir estaba bastante impaciente al respecto, debía saber algo… que el futuro de todas ellas se encontraría lleno de desesperación, al ver a alguien tan alegre como Yuuna sufrir no era algo que le gustara, apretó el puño con fuerza. - ¿Realmente podré ayudarlas?
"Puede que mis poderes como dios menor sean completamente débiles a comparación de los poderes de los héroes, pero proporcionará el apoyo necesario para que puedas estar a su lado"
En aquel momento Takuto tomó una decisión, ya incluso lo había sentido cuando vio la presentación de las heroínas en televisión, puede que el público las aclame como las salvadoras de Japón, aquellas que las protegerán de los vertex e incluso sean seres invencibles, pero sabe que no es así, en el fondo son simplemente chicas normales que se vieron arrastradas en todo eso, arriesgando sus vidas combatiendo contra criaturas peligrosas, sin saber si podrán regresar al día siguiente, miró a la estatua de Emir.
- … Lo haré, voy a salvar a las heroínas.
"Con eso, el contrato ha sido sellado"
En aquel momento una luz comenzó a rodear a Takuto, sintió como estaba flotando y entonces algo comenzó a cambiar en él, podía sentir una especie de poder recorriendo sus venas, algo completamente distinto a lo que conocía, fue una cuestión de segundos hasta que volvió a la normalidad
"Te he legado parte de mis poderes, es un poder parecido al que Shinju le prestó a su grupo de heroínas pero es débil en menor medida, igual servirá para que cumplas tu objetivo"
- … Entendido, aunque… ¿eso implica que igual me transformaré de algún modo?
"No ocurrirá nada de eso, mi poder no permite cambiar demasiado tu fisiología, solo has ganado mayor fuerza, resistencia y agilidad, así como el uso de ciertos poderes mágicos, tengo la fe en que harás buen uso de ellos"
- Claro que lo haré, esto será para protegerlas a ellas.
"Ya es momento de que nos despidamos aquí, seguro volveremos a hablar en otro momento"
- Claro, así será. – En aquel momento el mundo volvió a cambiar, había regresado al bosque, ya entonces Takuto miró a ver la estatua por última vez. – Voy a cumplir esta misión, no… esta promesa de rescatarlas, nos vemos.
Regresando a su salón, Takuto seguía pensando en lo que debía de hacer con el nuevo poder que recién había adquirido, por lo que el dios le instruyó, tenía que ayudar a las heroínas, pero a su haber él creía que no era algo necesario, ellas son fuertes de por sí, tanto como para pelear de tú a tú contra los vertex, pero según este decía que no hay fuerza para siempre y que ellas son simples personas a las que les pusieron una carga demasiado grande, su preocupación es que sus vidas sean arruinadas por el deber de ayudar a la gente.
- Señor Marui. – Fue despertado de sus pensamientos en aquel momento. – Pase a la pizarra a resolver el siguiente problema.
- S-Sí… - Ya tuvo que pasar y luego ser regañado por no prestar atención. Así pasó el tiempo hasta que llegó el final de las clases y salieron de la escuela, en el caso del pelinegro, quería hacer una prueba de sus poderes, así es que fue directo al bosque donde nadie se molestaría en observarlo, una vez se adentró, dejó su mochila a un lado. – Veamos, primero, de los cambios que sentí, es que ahora me siento más ligero.
Decidió probar su velocidad, en aquel momento se puso en posición y entonces empezó a correr, quedó asombrado con su aceleración inicial la cual fue bastante veloz, se encontraba corriendo a una gran velocidad.
- ¡Wow, esto es genial! – Exclamó con emoción, podía decir que era tan veloz como lo es un automóvil a unos ciento y veinte kilómetros por hora, se encontraba divirtiéndose corriendo pero en un bosque con tantos árboles, eso resulta en algo problemático y no tardó en saberlo, chocando contra un árbol. - ¡Aaaah eso duele!
Se sujetó el rostro, pensando que a tal velocidad tendría secuelas graves, pero al poco tiempo este desapareció, no sintió sangre ni nada, estaba bien.
- … Parece que igual tengo una resistencia a los golpes, así que tengo velocidad y resistencia, ahora… - Decidió probar con saltos, tomó un impulso, así fue que se agachó y entonces dio un salto, no pensó que llegaría más allá de las copas de los árboles, viendo la ciudad. – Es demasiado alto lo que salté… - Y entonces aterrizó, apenas y logró caer de forma equilibrada, aún le faltaba entrenar más en el aterrizaje.
Durante el resto del tiempo continuó probando un poco más sus nuevas habilidades físicas, también descubrió su aumento de fuerza, logrando golpear árboles y hacerlos temblar pero no al grado de derribarlos, quizás y era algo que podría hacer crecer con entrenamiento, en general se sentía como un super soldado que tenía un cuerpo totalmente mejorado respecto a otras personas, una vez terminó, caminó de regreso a su casa.
- (Mis nuevas habilidades están lejos de las de un humano normal pero aún debo fortalecerlas, un entrenamiento capaz y me permita aprender a desempeñarme cuando llegue el momento, así podré ayudar a las heroínas cuando sea el momento adecuado.) – Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta de un grupo de chicas que iba a un costado, entonces una de ellas le reconoció.
- ¡Ey, Marui-kun! – La repentina llamada lo sacó de sus pensamientos, mirando a ver a aquel grupo de chicas y a la pelirroja.
- ¿Takashima-san? – La vio acercarse.
- ¿Qué haces tan tarde? ¿Acaso no serás uno de esos que va a lugares prohibidos de noche? – Preguntó ella con una sonrisa pícara, el pelinegro lo negó rápidamente.
- N-No soy de esas personas, no bromees con algo así. – Ella soltó una risa.
- Lo sé, no pareces alguien así. – Al poco tiempo llegó el resto de sus amigas.
- Oh Yuuna-chan ¿conoces a este chico? – Preguntó una chica de cabello castaño rebelde corto, llevaba una sudadera encima de su uniforme.
- Sí, es Marui-kun, uno de mis compañeros de clase. – Presentó ella.
- Yuuna, espero no lo estés molestando. – Expresó otra de ellas, cabello castaño claro, casi teniendo una coloración verdosa, atado a una cola de caballo.
- Así que un chico ¿eh? – Otra de ellas, de cabello negro medio largo, con un mechón cubriendo parcialmente uno de sus ojos, miraba peligrosamente al chico. - ¿Qué relación tienes con él Yuuna-san? – Takuto sentía mala vibra de esa chica.
- Solo es un compañero. – Respondió esta, totalmente ingenua de las verdaderas intenciones de su amiga.
- Siempre es bueno conocer a más amigos, espero que no seamos molestia. – Otra chica de cabello purpura oscuro se veía amable con él, al final quedó otra de cabello rubio palido, muy cercana a la castaña oscura.
- Tamako-senpai… ¿crees que pueda hablarle? – Preguntó ella en un tono casi inentendible.
- Claro, puedes hacerlo. – Al animarla, esta tomó un fuerte respiro.
- E-Esto, me llamo Iyojima Anzu, un gushto… - Y se mordió la lengua. – Otra vez me sucedió… - Tenía lagrimones en los ojos.
- Claro que las conozco, son del grupo de heroínas después de todo. – Respondió Takuto, no había nadie en toda la ciudad que no conociera de ellas.
- Es demasiado tarde y no parece que vengas de algún club. – Expresó Tamako, el pelinegro no podía decir que hacía realmente así que necesitaba una excusa.
- Estaba a punto de realizar las compras, eso es todo. – Respondió el de regreso.
- Que sorpresa, yo igual estaba por hacerlas. – Respondió Yuuna, la castaña clara asintió.
- Supongo que así podrás acompañarla, nosotras tenemos que irnos.
- E-Espera Nogi-san, yo… - A pesar de los esfuerzos de la pelinegra, ya estaba siendo sujetada por Tamako y la pelipurpura. - ¡S-Suéltenme, acompañaré a Yuuna-san!
- Bueno Yuuna-chan, nos vemos~ - Se despidieron de ella y se fueron rápidamente, a pesar de las quejas de aquella chica, Takuto tenía un gotón en la frente.
- Son un grupo muy particular… - Yuuna soltó una pequeña risa.
- Eso las hace muy divertidas, son buenas amigas, vamos entonces. – Así los dos comenzaron a caminar. Takuto no pensó que tendría un contacto cercano con el grupo de heroínas pero eso le facilitaría el poder ayudarlas, aquel grupo, presentado ante la ciudad por medio del Taisha, se encargaban de proteger la ciudad de la amenaza de los vertex que van tras el árbol divino que mantiene la barrera. Nogi Wakaba, Iyojima Anzu, Doi Tamako, Koori Chikage, Uesato Hinata y por último, Takashima Yuuna, un grupo de chicas con poderes capaces de derrotar a esas criaturas y él tenía que protegerlas de algún modo.
Acabó acompañando a la pelirroja a ir de compras al mercado, los dos entraron en aquel momento, sujetando sus cestas.
- Muy bien Marui-kun, empecemos a comprar. – Expresó ella con una sonrisa, el pelinegro solo asintió, no esperaba poder comprar junto a ella, siendo alguien bastante extrovertida al contrario que él, siendo más reservado. – Yo pienso comprar aceitunas, parece que hacen falta.
- Entonces yo compraré tomates. – Los dos comenzaron a agarrar los productos que comprarían, apoyándose al decir que producto es mejor o cual tiene mejor precio, se lograron complementar bastante bien en las compras. Una vez obtuvieron todo lo que buscaban, fueron a pagarlo y entonces salieron con las bolsas.
- Sabes bastante de precios. – Expresó Yuuna.
- Normalmente soy quien hago las compras en casa, por eso es que sé todo esto. – Respondió él con algo de pena, ya que normalmente los chicos no se preocupan por los precios y ese tipo de cosas.
- ¡Es asombroso! – Los ojos de la pelirroja comenzaron a brillar. – Yo igual hago las compras a menudo pero no sé tanto como tú, eso me emociona.
- Ya veo… - Takuto se sentí algo feliz por ello, Yuuna realmente era alguien que no discriminaba. – Parece que tardamos un poco, ya es de noche.
- Es verdad jeje… - Ella sonrió.
- Déjame acompañarte a tu casa, no es seguro que una chica camine sola de noche. – Ofreció el pelinegro, eso sorprendió a Yuuna.
- Claro… me gustaría.
La acompañó, caminando juntos por las calles, la ciudad era bastante silenciosa en ese tramo por el cual caminaban los dos, no había realmente mucho tráfico de noche en la ciudad, más que nada al caminar cerca de la costa, ninguno de los dos hablaba pero no fue un ambiente incomodo el que tenían, sino que se sentía como algo calmado, terapéutico para ambos. Antes de darse cuenta, ya estaban frente a la casa de Yuuna.
- Aquí es donde vivo, gracias por acompañarme Marui-kun.
- No es nada, quizás no fue necesario porque las calles estaban vacías.
- Aun así lo aprecio. – Ella se dio la vuelta. – Nos vemos mañana en clases. – Se despidió con la mano.
- Claro, nos vemos… - Él hizo lo mismo, cuando ella entró a su casa, fue en camino a la suya, realmente no esperaba que una situación así se diera. – (Takashima-san es alguien bastante amable con todos… incluso conmigo que prefiero estar solo… la verdad, no se sintió nada mal…) – Con esos pensamientos, regresó a su casa para descansar.
Al siguiente día, las clases fueron normales como siempre, llegando la hora del almuerzo, fue a la dura batalla por panes y una vez más perdió, obteniendo solo dos panes de melón, al tenerlos en mano, soltó un suspiro.
- Que más puede hacerse…
- Ey, Marui-kun. – Escuchó la voz de Yuuna, la vio venir por el pasillo. - ¿Vas a comer?
- Sí, aunque solo obtuvo pan de melón otra vez… - Respondió con tres rayas de pesimismo en su frente.
- Sí, es bastante duro obtener los mejores panes… - En ese momento a ella se le ocurrió algo. – Marui-kun ¿no quieres venir a almorzar conmigo? Me reuniré con las demás en la sala del club de héroes.
- ¿Eh? – Eso lo acabó por sorprender. - ¿Almorzar con las heroínas? No puedo, es mejor si yo…
- Vamos, somos amigos ¿no? - ¿Desde cuándo son amigos? Fue lo que él pensó, lo cierto es que Yuuna se toma demasiada confianza con la gente. – No me hagas esperar más y vayamos al salón.
- Ya dije que… - Sus objeciones fueron en vano, ella lo arrastró al salón de héroes, ya entonces estaba frente a la puerta sin hacer nada, la pelirroja la abrió.
- Ya regresé y traje a Marui-kun conmigo.
- Vaya~ parece que nuestra Yuuna-san está creciendo. – Tamako tenía esa sonrisa burlona en su cara, Takuto deseaba irse de ahí, más que nada por el aura oscura que le observaba con fiereza, siendo Chikage la responsable de eso.
- Espero no sea molestia que almuerce con nosotras. – Declaró al resto.
- Claro que no, lo cierto es que hice té. – Respondió Hinata. - ¿Quieres Marui-san?
- B-Bueno… no sería molestia.
- Prepararé una taza. – Y así fue a buscarla. Ya no había forma de escapar, así que entró al salón para sentarse, Chikage mantenía su mirada de halcón sobre él, lo cual lo puso nervioso.
- (No te robarás a Yuuna-san) – Fue lo que la pelinegra pensó mientras echaba maldiciones mentales al pelinegro.
- Lamento que te veas involucrado en esto. – Se disculpó Wakaba, Takuto negó con la cabeza.
- No me molestia realmente, Takashima-san me invitó y no quería rechazar su invitación.
- Sí eso dices… - Wakaba era la persona más responsable del grupo por lo menos, Takuto sentía que ella era la más normal lo cual agradecía. Ta entonces Hinata dejó las tazas para todos en el club.
- Entonces Marui ¿Qué relación tienes con Yuuna-san? – Preguntó Tamako.
- Solo somos compañeros de clase, es todo. – Respondió este, pero la sonrisa de la castaña decía que no se iba a quedar con esa respuesta.
- ¿En serio? ¿No hay nada más ahí? Quizás… una relación… - Susurró, poniendo rojo a este, por su parte Yuuna no entendía que pasaba.
- ¿De qué hablan? – Preguntó, Tamako volteó a verla.
- No es nada~
- Yuuna-san, no les hagas caso. – Expresó Chikage. – El día de hoy traje ohagi ¿quieres?
- ¡Claro, me encanta lo que cocinas! – Yuuna se emocionó al escucharlo, lo cual alegró igual a la pelinegra, abriendo su bento con el ohagi dentro, ella lo tomó, comiéndolo. - ¡Que rico~!
- Me alegra. – Chikage se veía muy alegre de que Yuuna aprecie su comida, en ese momento volvió a ver a Takuto. – (Yo soy quien hace más feliz a Yuuna-san, no hay espacio para otro.) – Y entonces él sintió escalofríos.
- Tamako-senpai… esto es divertido. – Comentó Anzu, la castaña asintió.
- Nunca hay aburrimiento cuando se trata de nuestro grupo. – El ambiente fue realmente ameno entre todos, Takuto no esperaba que pudiera relacionarse de esa manera con las heroínas, a decir verdad sentía una calidez en ese momento que nunca antes había vivido en el pasado.
- (Así que esto es almorzar con otros… con amigos…) – Sonrió de forma suave en ese momento.
- ¿Qué tal está la sala de nuestro club Marui-kun? – Preguntó Yuuna.
- Es divertido, realmente se ve como todas son amigas. – Respondió, lo cual alegró a todas, en ese momento comenzó a sonar una alarma, lo cual hizo que las chicas se sorprendieran, Wakaba se levantó con rostro serio.
- Es la alarma, hay que ir. – Las demás asintieron y se levantaron para salir, Yuuna miró a ver al pelinegro.
- Nos vamos Marui-kun, ponte en un lugar seguro. – Le advirtió para luego irse, él sabía muy bien lo que significaba esa alarma, un ataque vertex estaba por llevarse a cabo.
- (Ellas van a pelear… se supone que lo hacen para proteger a la ciudad, pero sí lo que dijo Emir-sama es cierto, ellas terminarán sufriendo…) – No quería ver como un grupo de amigas como ellas acaben en la desesperación por proteger la ciudad, apretó su puño. – (Me dio estos poderes para este momento… y es hora de que lo aplique, voy a iniciar mi misión.) – Ya entonces salió corriendo del salón igualmente.
Las chicas del club de héroes salieron de la escuela, justo en ese momento todo el mundo cambió, ahora era un mundo vacío, de un cielo totalmente amarillo, el suelo se conformaba de ramas de un árbol que se extendían por todo el lugar, ellas entonces corrieron hasta ver unas criaturas de color blanco y aspecto aterrador, de grandes dientes.
- Ahí están, hay que transformarse. – Avisó Wakaba, las cinco chicas tomaron lo que son sus accesorios que contienen piedras y en aquel momento comenzaron a brillar, entonces comenzaron a transformarse.
Wakaba comenzó a cambiar su vestimenta, pasando del uniforme escolar a un ropaje de color azul, el traje dejaba al descubierto sus hombros, dejando una tela larga por detrás, medias largas del mismo color y zapatillas blancas, obteniendo una espada en su mano.
Chikage cambió a un kimono de un color rojo oscuro, con una tela blanca cubriendo su cabeza, medias negras largas y tacones de un color blanco, sus ojos cambian a un color rojo profundo mientras sostiene sus armas.
Tamako posee un traje de color naranja con toques en blanco y negro, lleva guantes de ambos colores, los moños en su cabello llevan una forma de flor, posee en su brazo un escudo.
Anzu posee un traje de color blanco con toques de un color lavanda, su cabello se hace un poco más largo hasta llegarle a los muslos, apareciendo un moño con forma de flor en el lado izquierdo, posee una ballesta en su brazo izquierdo.
El traje de Yuuna es de un color rosado con toques blancos, llevando guantes del mismo color con protecciones en el antebrazo, su cabello crece y se encuentra atado en una coleta con un moño del mismo color rosado, llevando medias blancas y tacones.
- Buena suerte chicas. – Informó Hinata, siendo la única que no se transforma al ser una miko, su poder de escuchar las voces de los dioses le ha permitido ayudarlas cuando un ataque está cerca, Wakaba sonrió.
- Vamos. – Las cinco heroínas saltaron directamente al ataque contra aquellos vertex.
- Anzu, necesitamos una estrategia. – Señaló Tamako, la rubia asintió.
- Parece ser que hay unos cinco vertex, Wakaba-san, encárgate de aquel que se encuentra al noroeste, Yuuna-san, ve junto a Chikage-san por los dos del norte, Tamako-senpai y yo nos encargaremos de los restantes. – Todas asintieron, acotando el plan de ella y moviéndose a las diferentes direcciones.
No muy lejos de ahí, se encontraba Takuto, él también acabó en aquel mundo, siendo la primera vez que algo así le sucede.
- Esto realmente es increíble, que algo así pase… - En ese momento escuchó rugidos, vio a lo lejos a esas criaturas blancas que volaban por los cielos. – (Deben ser los vertex… ahora mismo las chicas deben estar peleando, pero… como lo hago, tengo las habilidades, pero no puedo simplemente salir de esta forma…)
"Tienes un modo de transformación, solo concéntrate y verás la luz"
Esa voz, la cual reconoció como el dios Emir le habló directamente en su mente, eso lo dejó pensando.
- (¿Realmente puedo transformarme? Dice que tengo que concentrarme…) – Cerró los ojos, buscando la concentración. – (Transformarme… transformarme… debo hacerlo…) – Él realmente no quería que las chicas sean lastimadas, más que nada… Takashima, quiere salvarla, en ese momento una luz apareció frente a sus ojos. – Eso es, transformación.
En aquel momento apareció un brazalete el cual lo tomó, teniendo una joya amarilla, fue entonces que su apariencia comenzó a cambiar, un traje el cual consiste de una playera blanca con toques amarillos y capucha lo adornó, seguido de un pantalón del mismo color, zapatos blancos con medias cortas, fue entonces que apareció una espada en su mano, la cual se manifestó del brazalete, de igual modo el color de su cabello cambió, pasando a un amarillo palido.
- … Wow, así que esto pasa… y esta arma.
"Es la espada Watahame, un arma pasada de generación en generación de la familia Marui, fue una vez el arma que empuñé en el pasado… ahora te servirá para pelear"
- … Entiendo. – La movió y sentía como si de toda la vida supiera usarla, Takuto sonrió. – Es el momento de luchar. – Se puso la capucha y empezó a dar grandes saltos en dirección a la batalla.
- ¡Aaaaaah! – Yuuna golpeó a uno de los vertex en aquel momento, causando que este se esfumara en humo blanco. - ¿Cuántos más quedan?
- No tengo idea, pero esto no parece terminarse pronto. – Avisó Anzu, Wakaba apretó los dientes.
- No debemos permitir que pasen de aquí y dañen al árbol divino, Koori. – La pelinegra respondió al llamado de Wakaba, esta saltó y en aquel momento hizo un ataque de larga distancia, acabando con al menos unos tres vertex, Tamako no se quedó atrás y saltó de frente, lanzando fuertes ataques contra estos.
- ¡Yuuna! – La pelirroja saltó y entonces lanzó un fuerte golpe al vertex que tenía de frente, acabando con él.
- Bien.
- ¡Yuuna-san, cuidado! – Escuchó la advertencia de Chikage pero fue tarde, un vertex estaba por atacarla, teniendo sus mandíbulas muy de cerca, ella no tenía forma de esquivarlo, sus ojos se abrieron totalmente, parecía ser su final.
- Humph. – En ese momento una espada cortó al vertex a la mitad, ella no entendía que fue lo que pasó al igual que las demás, en ese momento ella vio al responsable, esa figura de traje blanco y amarillo con una capucha que cubría su cabeza, ella quedó completamente asombrada.
- ¿Quién es esa persona? – Preguntó Wakaba con asombro igual que el resto.
- No hay registros de otro héroe que el taisha haya avisado. – Señaló Anzu, ya entonces los dos aterrizaron a salvo en el suelo, Yuuna se acercó a su salvador.
- Esto… gracias, por ayudarme ahí.
- … Je. – En ese momento se quitó la capucha y tanto Yuuna como las demás quedaron boquiabiertas al ver de quien se trataba. – Estabas en peligro Takashima-san, así que tuve que hacer algo.
- … ¿Marui-kun? – Ella tenía demasiadas preguntas en aquel momento ¿Cómo es que Takuto podía usar habilidades de un héroe? ¿De donde las obtuvo? Tanto ella como las demás querían respuestas pero en ese momento otro grupo de vertex se aproximó.
- Hay que encargarnos de esos vertex, dejemos la conversación para después. – El joven saltó en aquel momento para ir al ataque, las demás se acercaron a la pelirroja.
- Yuuna-san, ese chico… es el que trajiste a la sala. – Comentó Wakaba. - ¿Por qué es un héroe?
- ¿Sabes algo de esto Uesato-san? – Preguntó Anzu a la miko, esta negó con la cabeza.
- En la historia que lleva el taisha, no he visto nada igual… puede que sea algo externo o quizás no nos han dicho.
- Por ahora es más importante acabar con los vertex, no podemos quedarnos atrás. – Tamako veía al ahora rubio y sentía como su espíritu competitivo aumentaba.
- Es verdad, debemos seguir luchando, vamos. – Señaló Wakaba. Las chicas fueron a unirse a la batalla la cual Takuto estaba librando, este movía su espada, cortando a un vertex que iba hacia él, se concentraba en luchar en ese momento., sintió que uno iba a su costado, pero entonces lo vio desaparecer, Yuuna lo golpeó con fuerza, ella sonrió.
- Yo te cubriré las espaldas, Marui-kun.
- … Gracias Takashima-san. – Podía confiar en ella. Los dos pelearon codo a codo, enfrentando a los vertex al igual que las demás heroínas, ahí vieron a un grupo que se formaba en un remolino, listo para ir con todo.
- Eso se ve peligroso. – Señaló Anzu, Yuuna se concentró en aquel momento, aumentando su fuerza.
- Hay que detenerlo. – En ese momento Takuto igual se puso en posición, apuntando su espada al frente.
- Voy a cortarlo a la mitad… - El remolino de vertex fue directo hacia ellos, los dos se mantenían uno al lado del otro, mientras el remolino se fue acercando, fue en ese momento, Yuuna lanzó un fuerte golpe al centro del remolino, deteniéndolo en aquel momento.
- ¡Ahora Marui-kun!
- ¡Sí! – El rubio abrió sus ojos y en ese momento hizo un corte, a primera vista se vio fino, pero entonces lanzó una fuerte ráfaga, lo cual causó que todos los vertex atrapados en el remolino acabaran muertos, entonces todo volvió a estar en calma.
- ¡Lo hicimos! – Celebró Tamako mientras Anzu se veía relajada, Wakaba soltó un suspiro.
- Sí que lo hicimos… - Fijó su vista en Takuto, ahí vio como Yuuna empezó a sujetarlo y celebrar felizmente con él que estaba algo asombrado. – (Marui Takuto… como es que obtuviste poderes de héroe sin que el Taisha lo sepa… es extraño, pero… fuiste de ayuda.)
- Marui-kun, eso fue asombroso, eres fuerte. – Exclamó Yuuna con alegría, el rubio se sentía algo avergonzado.
- No lo soy tanto, no como tú, tu detuviste ese remolino lo cual hizo más fácil que pudiera acabar con este.
- Aun así fue genial, saber que eres un héroe puede decir que seguiremos peleando juntos ¿sí? – Preguntó ella, Takuto recordó bien las palabras del dios Emir, esas chicas seguirán sufriendo si siguen batallando, él tiene esos poderes para defenderlas y eso hará.
- … Claro, pelearé con ustedes. – Afirmó, fue la decisión que tomó desde un inicio, al aceptar esa fuerza y revelarse, lo daría todo.
Al regresar a la normalidad, estaban en el tejado de la escuela y habían vuelto a sus ropas normales.
- Yuuna-san, deberías soltarlo… - Chikage vio a Yuuna con un tic en su ojo, ella seguía sosteniendo de la mano a Takuto.
- Ups, lo siento. – Y lo soltó.
- Marui Takuto, aprecio la ayuda que nos diste, y te agradezco por salvar a Yuuna-san. – Wakaba hizo una reverencia.
- No fue nada, tengo este poder así que igual debo de usarlo.
- Pero realmente es impresionante, nadie nos dijo nada sobre un héroe chico. – Exclamó Tamako, siendo que normalmente son chicas.
- Ahí hay un error, no soy un héroe, soy un emisario. – Corrigió Takuto, las chicas se confundieron.
- ¿Emisario? ¿De qué? – Preguntó Yuuna, Takuto hizo un gesto de silencio.
- No puedo revelar más, es una misión que se me otorgó, así que apreciaría si no le dicen nada al Taisha. – Eso dejó un poco en conflicto a ellas.
- Hinata ¿Qué piensas? – Preguntó Wakaba a su amiga, esta se llevó la mano al mentón, al ser una sacerdotisa, estaba más en contacto con el culto al árbol divino y reportaba las actividades del grupo de heroínas.
- Ciertamente no puedo mentir sobre mis reportes… pero nada dice que puedo obviar ciertos detalles. – Ella sonrió, eso calmó al pelinegro.
- Gracias.
- Entonces Marui-kun, ahora eres parte del grupo con nosotras. – Señaló Yuuna, sujetando la mano de Takuto. – Estaremos contando contigo.
- … Claro. – Él sonrió. Ahora estaba en confianza, junto a ellas seguiría luchando contra los vertex y evitaría que sufran, como emisario del dios Emir, que le otorgó esa misión, la llevaría a cabo y no fracasaría, cueste lo que cueste.
Aquí vengo, trayendo otra nueva historia, ya es la última del nuevo bache de historias nuevas que he sacado y esta vez lo hago dedicado a Yuuki Yuuna, recuerdo de hace tiempo que vi el primer anime en emisión y realmente me pareció impresionante, ya la franquicia creció bastante y me ha gustado, este fic será una adaptación libre de la franquicia, empezando desde Nogi Wakaba, ya tengo cosas pensadas, nos vemos en el próximo cap. Saludos.
