CAPÍTULO I: En la oscuridad.
You tell me that you're sad and lost your way
You tell me that your tears are here to stay
But I know you're only hiding
And I just wanna see you
Anne y Gilbert se quedaron solos esa noche en su habitación, pero el ambiente no era de soledad, ni de comprensión y, por primera vez desde su boda, tampoco era de amor. Solo había tristeza. Como una gran nube de humo azul absorbiendo cada pensamiento que pudieran tener.
—Anne, nenita, dime lo que sientes. A ti te encanta hablar. Hablame hasta que me vuelva loco.
Gilbert pensaba que dependía de esto, se sentía culpable y tonto. No había detectado ninguna anormalidad durante el embarazo y no había sido capaz de dar la noticia. Anne se había dado cuenta sola, de una forma detestable.
—Me siento triste Gilbert — Anne alzó una mirada de ojos grises, apagados, pero secos. No había podido llorar, de lo profundo de su dolor, Ella se odiaba por eso y Gilbert se despreciaba a sí mismo porque él sí había llorado. Ambos estaban en tal estado de total autodesprecio que les resultaba difícil hablar con el otro.
Anne suspiró.
— Tú sabes que cualquier obstáculo es para mí siempre una curva en el camino. Nosotros ya teníamos una hermosa vida planeada. Pero ese camino ya está destruido y ahora no sé qué nuevo rumbo tomar.
Se quebró su voz у sus lágrimas por fin brotaron. Eran las primeras desde esa tarde, cuando sospechó que todo iba mal, y no serían las últimas.
—Si el camino por tierra está destruido, siempre podemos ir por mar. Pero ahora no quiero que llores Anne —Gilbert se acercó a la cama donde Anne estaba recostada. Se acomodó a su lado y le secó las lágrimas— yo hoy me abandoné a mi mismo y me puse a llorar pero eso no nos va a ayudar en nada. Por favor, ya no llores.
—Es que no lo puedo evitar. Me sentía despreciable cuando las lágrimas no salían de mis ojos, como si ni siquiera pudiera llorar por Joy, cuando ha sido el ser al que más he amado. Es mi bebe y ahora que ya dejé salir las lágrimas están aquí para quedarse.
Anne se tapó la cara con las manos, como escondiéndose. Si se hubiera cuidado mejor durante el embarazo… Gilbert yа no iba a querida. La iba a odiar, y estaba en todo su derecho cuando no podía darle un hijo sano. Y ni siquiera podía dejar de llorar cuando se
lo pedía con tanta amabilidad.
Pero no había señales de que Gilbert fuera a dejar de quererla. Se acercó aún más a ella y le quitó las manos del rostro. Besó sus mejillas con delicadeza y apoyó la cabeza en su hombro.
—Debes descansar Anne. Vamos a dormir poco. — susurró mientras acomodaba las almohadas, pero unas manos heladas lo detuvieron.
—No quiero dormir. Me da miedo cerrar los ojos y que el país de los sueños me haga olvidar lo triste que me siento, para recordarlo por la mañana, como si reviviera el golpe. Pero con todo eso, me asusta más que este sufrimiento me acompañe en sueños Cuando Matthew murió, yo casi no soñaba, o al parecer, si lo hacía no eran cosas que valieran la pena recordar por la mañana. los pocos sueños podía recordar al despertar, eran todos sobre él: que nos ayudaba con algún asunto de la granja, o que me decía que no había muerto y que dejara de sentirme mal. Pero soñar eso me dejaba destrozada, porque al final, no era real.
—Entonces no vamos a dormir Anne. Yo no tengo experiencia en perder a seres queridos. tan cercanos, pero creo que juntos podemos superarlo. Vamos a afrontarlo con la ayuda del otro, lo sé.
Gilbert esperaba que Anne continuara hablando, pero no lo hacía. Solo seguía llorando con la mirada fija en la pared. No había ninguna señal de confirmación a sus palabras y eso le quemaba por dentro.
Estuvieron un rato así, en silencio, y aunque Gilbert siempre fue un chico tranquilo, ese silencio no era amigo. Era desagradable y gris. No se podía soportar.
Anne ya no quería hablar. Se le veía en la cara que se había quedado sin palabras, y Gilbert no deseaba forzar la conversación.
Se sentía como hace años, cuando Anne no le hablaba después de su propuesta de matrimonio fallida…
Eso era. En ese periodo, Gilbert le había escrito unas "notas" para desahogarse; después le había dado el cuaderno a Anne y ella lo había guardado en su baúl que llevó a la Casa de los Sueños. Habían jurado que cuando una situación los sobrepasara iban a escribir en ese cuaderno.
Se levantó y buscó esa libreta. Cuando la tuvo en sus manos regresó con Anne y levantó su barbilla con suavidad.
-¿Recuerdas lo que dijimos de este cuaderno? Yo sé que ahora mismo te resulta difícil hablar. No obstante, creo que mientras dure nuestro periodo de duelo, podemos escribir lo que sentimos y pensamos aquí. Te prometo que no vas a estar sóla en esto. Vamos a encontrar el camino para salir de este sitio de sombras, de este amanecer, tan oscuro y amenazante. Y cada vez que la tristeza vuelva a tí, yo voy a estar aquí, para tí.
Anne había dejado de llorar y ahora miraba a Gilbert con absoluta devoción. En su mente había una culpa extraña e infundada. Estaba convencida de que ella debió cuidarse mejor para la bebé Joyce; y también, mientras Gilbert tomaba su pluma y abría el cuaderno, de que no merecía ser amada de esa manera. No podía ser tan fácil.
Aunque estaba segura de esto último, nadie detuvo a Gilbert de escribir esos versos en el viejo cuaderno.
…And I just wanna see you
La canción usada es Through The Dark de One Direction, escrita por Jamie Scott, Liam Payne, Louis Tomlinson y Toby Smith, bajo licencia de Sony/ATV Music Publishing LLC.
Esta historia es un retrato de lo que yo considero es el duelo. Si consideras que el trato que le doy a este tema es incorrecto, eres libre de comentarlo.
El cuaderno de Gilbert que menciono tiene su propia historia. Notas de Blythe es la primer historia que publiqué y para entender esta historia puedes leerla o no. Lo único relevante de esa historia es la temática del cuaderno.
Disclaimer: Los personajes presentados en esta fanfic son propiedad de Lucy Maud Mongomery.
~Mund.
