Disclaimer: Los personajes pertenecen a JK Rowling .

Este fic pertenece al Reto #71 "La noche anterior" del Foro " Hogwarts a través de los años"


En el condado de Witlshire una enorme mansión corona una colina. Las estrellas en el cielo nocturno alumbran los grandes jardines antaño llenos de flores, ahora descuidados y asalvajados. En el interior de la vivienda se respira el silencio, pero no uno tranquilo, es un silencio amargo, el que dejan las personas que viven aterradas por su suerte. Los habitantes de la casa duermen, sueñan intranquilos, tienen miedo de lo que su señor pueda hacerles si no cumplen con sus expectativas. El Lord que tiene en vela a toda la comunidad mágica británica, ha convertido la mansión Malfoy en su cuartel general, para desgracia de sus dueños. Pero no todos duermen. En una de las habitaciones, Draco, de dieciséis años solloza.

La habitación en la que se encuentra es espaciosa, decorada de verde y plata, en el centro de ella se haya una cama con cortinas de seda. En ella se acurruca el joven. Lleva puesto un pijama de color negro que contrasta con su piel blanca, su cabello rubio y sus ojos grises enrojecidos por el llanto.

-¿Por qué la marca? ¿Por qué yo? Se pregunta Draco. Sabe que no tiene opción. El Señor Tenebroso quiere que encomendarle una misión por ser el único que puede ir a Hogwarts, pero también es para darle una lección a sus padres. Al parecer no han actuado como el Lord deseaba y han supuesto una mancha en su apellido, o eso dicen. Mañana por la mañana Draco será marcado de por vida para servir a un maniático sangrepurista, que ni siquiera es sangre pura. Draco aprovecha la oscuridad y la soledad de la noche para lamentar sus suerte. Mañana por la mañana no mostrará signo alguno de llanto, aparecerá con la cabeza en alto, con dignidad y mostrará placer al unírseles por fín, digno heredero del apellido Malfoy. Hasta entonces, duerme.