Capitulo 4. Objetivos de un demonio
En una de las grandes oficinas del Castillo Agares, una mujer estaba sentada detrás de un gran escritorio. Era hermosa y parecía estar ocupada en sus tareas.
Ella era una mujer de apariencia impresionante, con cabello rubio que cae suavemente sobre sus hombros y ojos que oscilan entre un intenso azul y un tono verdoso. Lucía un hermoso vestido de seda negro adornado con detalles dorados. El corte del vestido realzaba sus curvas, mientras que la falda larga y fluida caía justo por encima de sus rodillas, otorgándole una elegancia innata.
Pero a pesar de su hermosa belleza, se podía ver en su cara un ceño fruncido. Dalia Agares estaba cansada, mentalmente cansada. Era tarde ya, había terminado una laboriosa jornada laboral.
Cuando era más joven pensaba que ser la Lady de una casa de los 72 Pilares era una tarea sencilla. Contrario a eso, se dio de cuenta como era de erróneo ese pensamiento cuando llego a dicho puesto.
Tal vez si hubiera nacido en una casa de menor posición, y estuviera en la misma posición, su trabajo no sería así de cargado como lo era ahora. Pero ser la líder del clan Agares junto a su marido no disminuyó la enorme carga que tenía. Tal vez podría echarles la culpa a los actuales descendientes de los Maou por sus ridículas peticiones hacia los pilares demoniacos.
Moderar esas peticiones hacia los pilares restantes después de la guerra había sido bastante molesto. Sabía de propia mano que muchos de los líderes de los pilares restantes no se tomaban bien esas peticiones dictatoriales.
Justamente el día de hoy había estado reunida con dos jefes de los Pilares restantes, siendo los líderes de los clanes Samigina y Paimon, recibiendo quejas sobre las últimas órdenes impartidas a dichos clanes. Ya que siendo clanes que tenían gran riqueza en el inframundo, tenían que aumentar su tasa de impuesto hacia los clanes de los Maou.
Los líderes alegaban que era absurdo que el 45% de las ganancias de sus empresas fueran reclamadas y repartidas dentro de los clanes de los Maou como ofrendas. Siendo ella una gran intermediaria y haciendo uso de su poder como Archiduquesa, les habló de la forma más civilizada posible y les ordenó que acataran las órdenes de nuestros gobernantes. Y que si se negaban habría grandes repercusiones hacia sus respectivos clanes.
Una tarea molesta, y había podido notar la gran disconformidad de esos líderes. Pero hallándose en la situación actual con su marido, de querer hacer un golpe de estado junto a los Bael, tenía que tener en cuenta desde ahora esos dos líderes para futuras charlas revolucionarias.
Ella frunció el ceño cuando recordó el siguiente acontecimiento. Después tuvo una charla no muy buena con su querido esposo. Sin su consentimiento, su marido mandó a su hijo primogénito a negociar con tres líderes de clanes extra, con el fin de añadirlos a las filas de los clanes que están en contra de los clanes de los Maou. Ella claramente no estuvo de acuerdo cuando supo la noticia.
Pero al parecer su esposo no pensaba igual, y este era un comportamiento que no miraba mucho en él. Su esposo tendía a ser un diplomático hábil que podía arreglar de manera rápida cualquier desacuerdo político y que siempre era sensato en sus decisiones. Pero mandar a su hijo a tal tarea tan delicada era algo inaudito.
No es que no confiara en su hijo, que a pesar de que ha tenido problemas con sus profesores de estudios, ha demostrado ser un chico bastante hábil en muchos ámbitos. Pero ella creía que era bastante joven para involucrarse en un tema así de delicado, y era mejor que ellos como sus padres trataran con este gran problema que se veía en la distancia.
Ella suspiró. Escuchó que tocaban dos veces la puerta de su oficina. Era una criada. Reacomodándose en su silla, mandó seguir a su sirviente.
"Mi lady, el joven amo ha llegado con la señorita Eula, y ya se reunieron con mi Lord Marbasius. Ellos desean su presencia en la oficina", informó la criada.
"Está bien, voy para allá", con eso, despidió a la criada y con un poco de cansancio se levantó de su sillón y tomó rumbo a la oficina de su marido.
Después de recorrer unos breves minutos los pasillos del castillo Agares, llegó a la entrada de la oficina de su marido. Y efectivamente podía sentir las firmas mágicas de su esposo e hijo y además estaba Eula.
Curioso también que su marido haya accedido a que Eula supiera con mayor detalle qué estaba pasando con toda esta situación. Aunque podía suponer que también su hijo tenía que ver en esa acción.
Golpeando dos veces la puerta, ella informó su llegada y entró a la oficina. Al entrar, se encontró con la mirada de su marido sentado detrás de su escritorio y la de su hijo y Eula, que estaban sentados frente a él.
"Estoy aquí, ¿cómo fue todo?", preguntó Dalia mientras se acomodaba en la silla que habían preparado para ella al lado de su esposo.
"Todo salió bien, pero quisimos esperar a que estuvieras aquí para comentar los detalles", respondió Naruto, dando inicio a la conversación.
"Empecemos entonces", dijo Marbasius, dispuesto a escuchar todo lo que habían logrado en las reuniones.
Naruto se sentó recto en su silla y tomó una respiración profunda antes de hablar. "Pero antes de comenzar, me gustaría asegurarme de que esta sala esté completamente sellada. No podemos permitirnos el lujo de que alguien nos escuche." Sabía que sonaba paranoico, pero era mejor así. Convocó el círculo mágico en su mano y realizó un hechizo de bloqueo de sonido.
Dalia miró a su hijo con una sonrisa. "Siempre tan precavido cuando se trata de cosas importantes."
Naruto sonrió, "Creo que esta charla es lo suficientemente importante como para que nadie se entere lo que se va a hablar además de nosotros."
"Supongo que por tu sonrisa y la de Eula puedo inferir que todo salió bien", comentó Dalia.
"Así es, madre. Además de completar la tarea que nos encomendaron los herederos de los Maou, logramos persuadir a los tres clanes para que se unieran a nuestra causa" Naruto dejó que sus padres asimilaran sus palabras.
"Bueno, al menos todo salió bien", comentó Dalia mientras miraba a su marido de reojo con un pequeño ceño fruncido, y él solo la ignoró.
Marbasius ignoró la mirada de su esposa y habló. "Pero eso no salió gratis, al final, ¿qué les prometiste?"
"Sí, tuve que hacerles una promesa lo suficientemente tentadora como para obtener su apoyo, evitando así el riesgo de que se nieguen y se unan a la causa de los herederos de los Maou de reiniciar la gran guerra." Haciendo una breve pausa, Naruto continuó.
"Además de las tierras que se le proporcionaron, les prometí más tierras en un futuro. También les prometí que esos clanes extra se van integrar a los 72 pilares, pero no a remplazar ninguno existente, si no a tener el mismo estatus. Básicamente se crearía una nueva rama con el mismo estatus que los 72 pilares y serian llamados Clan de los pilares demoniacos" Termino Naruto explicando, que hizo para hacer tal hazaña.
Ambos demonios mayores, guardaron silencio, mientras pensaban sobre las palabras de su hijo.
Bueno, Dalia nunca hubiera pensado en tal propuesta si fuera sincera, pero al parecer, su hijo había pensado en todo y había logrado hacer que funcionara. También estaba impresionada por su habilidad para negociar con los clanes extra, y convencerlos de unirse a su causa.
Pero en el fondo ella sintió algo con este acontecimiento. Felicidad con una mescla de orgullo por su hijo.
Estaba contenta, y le alegraba que Naruto estuviera tomando un papel tan activo en los asuntos del clan y también estaba ansiosa por ver qué más podría lograr en el futuro. Ella miro de reojo a su marido, él también estaba pensando sobre esa promesa que hizo su hijo.
"Veo que te tomaste tus libertades tal y como dijiste" comento Marbasius con seriedad.
Naruto esbozó una leve sonrisa y miró a sus padres con cierta satisfacción. "¿Qué opinan?" preguntó, consciente del peso de su promesa y de la importancia de su decisión.
"Ya has hecho esa promesa, hijo. Y una promesa es una promesa", respondió Dalia con una mezcla de orgullo y preocupación en su voz.
Marbasius asintió en silencio, reflexionando sobre las consecuencias de las acciones de su hijo. "Como dice Dalia, no podemos hacer nada al respecto, es algo que ahora se tiene que cumplir"
"Pensé que no sería malo darles un poco más de importancia a los clanes extra si tenemos en cuenta la situación de los 72 pilares actualmente, donde hay más de la mitad extintos. Esto podría refrescar al inframundo a futuro con nuevas políticas." Explico Naruto su punto para hacer tal promesa.
Marbasius suspiró y frunció el ceño ligeramente. "Entiendo tu punto de vista, Naruto, pero debes tener cuidado al hacer promesas como estas. Nuestro lado no está completamente informado sobre algo así"
Naruto frunció el ceño "Te refieres al clan Bael"
"Así es, ya sabes cómo son y también sabes cómo es Zekram Bael" respondió Marbasius.
"Si no hacen lo contrario a lo que están haciendo nuestros actuales gobernantes, entonces no los veo ganando esta lucha, o tal vez la ganen con sus grandiosos ases, pero a la larga el inframundo quedara estancado políticamente si siguen aferrándose a viejas políticas y a viejos mecanismos. Es hora de un cambio y estoy proponiendo uno" Naruto explico su punto de vista con calma y convicción.
Eula que había estado callada toda la reunión no puedo evitar que se le formara una sonrisa en el rostro, parecía cautivada por la forma en la que hablaba su hijo.
Dalia sonrió divertida ante la escena.
Quien iba a pensar que su pequeño niño de cabello rubio que crio, se había convertido tan prematuramente en un hombre que ya hablaba sobre cambios políticos para el inframundo, y cambios que el creían que serían buenos para todos en general.
Pero ahora, al escucharlo hablar con tanta madurez y conocimiento, ella también sintió que había perdido algo. Él era su primer hijo y verlo madurar tan rápido la llenaba de orgullo, pero también de cierta melancolía.
Ciertamente había criado a un hombre valiente y determinado, y no pudo evitar verlo con cariño y admiración. Ella haría lo que cualquier madre decente haría por su hijo, apoyarlo.
"Déjalo, creo que su idea es buena y no importan los Bael, nuestra alianza es de igual a igual. Entonces nosotros también tenemos el poder de hacer cualquier cosa para que las cosas se vuelvan a nuestro favor, y eso incluye hacer una propuesta de ese tipo a los clanes extra" Comento Dalia con un tono firme, pero con una sonrisa en su cara.
Marbasius suspiro ante las palabras de su esposa. "Aun así Tendré que hablar con Zekram para informar sobre este nuevo desarrollo" el hizo una pausa, pensando, después pregunto "¿No hablaron de algo más? ¿Se acordaron más cosas?"
Naruto volteo su rostro y miro a Eula para que ella respondiera, a lo que ella obedeció.
"Si se refiera a más cosas para que se unieran en la futura guerra, no. Solo lord Mephisto Pheles pidió que se hiciera un contrato de promesa, donde se debe de incluir todo lo acordado por la casa Agares y el Clan Bael." informo Eula de manera clara y concisa.
"Así que… básicamente quiere que todo esto sea legal" Murmuro Marbasius.
Dalia se llevó una mano al mentón, pensando sobre la información "Un poco problemático, pero supongo que es lo mínimo que tendríamos que hacer para ganar su confianza, y hacerles entender que vamos enserio"
"Por lógica, tendríamos que hacer el mismo contratos promesas para los otros clanes, y que también estén seguros de la decisión que están tomando uniéndose a nuestra causa" señalo Naruto.
"Además de eso, Mephisto Pheles solicitó que uno de ustedes, mis señores, hablara más a fondo sobre esto y formalizara esta alianza", concluyó Eula, informando los puntos más relevantes discutidos en la reunión.
"Bueno, esto se tenía que hacer formal de una u otra forma, tendremos que programar reuniones para cada clan extra. Esto también implica un compromiso serio de nuestra parte" Dijo Marbasius en un tono serio, pero luego dejo que una media sonrisa torciera su cara "pero también una fuerza que se nos une a nuestro lado a tener en cuenta"
Dalia sonrió complaciente, recargándose en su silla mientras cruzaba una pierna "Para ser tu primera reunión formal, no te fue nada mal hijo mío"
Ella sonrió un poco más cuando observo que su hijo se ruborizaba. Sabía que ella tenía efecto en él cuando lo felicitaba. Pensó erróneamente que, con este nuevo lado de él, se iría este otro que ella tenía con él, pero al parecer no fue así. En el fondo, se alegró por eso.
"Madre…" dijo Naruto algo avergonzado llevándose una mano a la nuca.
Ese tic. Definitivamente el seguía siendo su pequeño niño.
Dalia se río suavemente ante la reacción de su hijo. "Lo siento, Naruto, no pude resistirme", dijo con una sonrisa juguetona en su rostro. "Pero en serio, estoy muy orgullosa de ti. Demostraste un gran liderazgo y habilidad para negociar con los clanes extra"
Naruto se sintió un poco más relajado al escuchar las palabras de su madre. "Gracias, madre", dijo con una sonrisa. "Todavía tengo mucho que aprender".
Dalia asintió con aprobación. "Eso es seguro, pero lo has hecho bastante bien hasta el momento. Además, siempre estaré aquí para apoyarte en lo que necesites".
"Bueno, si es así" Empezó Naruto mirando a sus padres directamente. Sabía que tenía una oportunidad para pedir algo fuera de lo común "Me gustaría que me quitaran a cualquiera profesor de enseñanza que me tienen asignado"
Marbasius y Dalia no pudieron evitar fruncir el ceño ante esa petición de su hijo.
Dalia de alguna manera podía saber que su hijo iba pedir algo así en algún momento. Ya que era bien sabido que Naruto no se llevaba muy bien con sus profesores de enseñanza, más que todo con los profesores que le enseñaban sobre la política que se manejaba en el inframundo.
Naruto capto el ceño en las caras de sus padres ante su petición y continuo "Veo que no les agrada la idea".
"Claro que no, y no es tan simple como crees. Sigues siendo muy joven, y es necesario que sigas aprendiendo sobre todo lo relacionado con el inframundo. Sus políticas y mecanismos" Respondió Marbasius con seriedad.
"Pero, ¿no demuestro con suficiente claridad lo que puedo hacer con lo que ya sé? Convencí a tres líderes de clanes extra para que se unieran a nuestra causa en una futura guerra. Creo que ya he aprendido todo lo que necesitaba de ellos". Respondió Naruto devuelta, pero un poco más molesto.
Marbasius suspiró y respondió con calma: "Entiendo que te sientas así, Naruto. Pero la política y la estrategia son aspectos importantes en el mundo demoníaco. Aunque hayas demostrado habilidades excepcionales, todavía hay mucho que aprender. No podemos darte un trato especial solo porque eres nuestro hijo".
"Además sabes que eres el heredero no menos que del Clan Agares, no podemos cortar tus enseñas solo porque lo pides. La educación es una responsabilidad que debes asumir como futuro líder de nuestro clan" Añadió Dalia con suavidad.
Eula estaba un poco incomoda con esta pequeña discusión. Ella volteo la mirada y se cruzó de brazos, así evitando miradas y tratando de estar al margen de la conversación.
Naruto frunció el ceño ante las respuestas de sus padres, pensó por un momento y respondió "Bueno, tal vez es un pedido demasiado grande si pido que me quiten a todos los profesores, pero al menos pido que me quiten a dos o tres que son bastante molestos y son lo que enseñan sobre política y enseñanzas de clases sociales. Son bastante molestos con algunos temas allí, puedo seguir aprendiendo de los que me enseñan magia, etiqueta y demás cosas sin problema" Termino, tratando de dar su punto de vista.
Dalia suspiro ante las palabras de su hijo. Ya sabía de este tema que se venía presentando con su hijo y con ciertos profesores que le enseñaban sobre cosas del inframundo. Siempre eran temas delicados que a Naruto no le gustaba tratar con esos profesores en específico.
Ella miro a su esposo y ella le devolvió la mirada.
"Supongo que siempre te incomodaron esos temas" Dijo Dalia con un tono suave tratando de llegar a un acuerdo.
"Así es, puedo decir con seguridad que ya entiendo esos temas más que cualquier otro demonio, y reitero, ya fui capaz de manejar una negociación con tres lideres de clanes, se cómo funciona el inframundo, así que no le veo sentido que esos profesores me sigan enseñando" Naruto también traro de ser lo más razonable posible, aunque él también sabía que esto sonaba algo arrogante.
Marbasius suspiro, y se recargo contra su silla "Supongo que podríamos hacerlo, pero esa clase de estudios tienen que hacerse de alguna manera, los miembros del clan Agares no estarán contentos de que tú como heredero dejes estudios importantes, en un tiempo incluso comenzarán a dudar de ti como futuro líder de nuestro clan"
Dalia pensó en algo que menciono su marido, ella se cruzó de brazos y dijo "Tal vez podrías hacer algo más practico ya que no quieres recibir esos estudios, podríamos dejarlo que aprenda de nosotros mismos. Eso haría callar cualquiera del clan Agares". Ella miro a su esposo, y él enarco una ceja.
"Esa sería una idea más sostenible, y evitaría la creación de rumores" termino Marbasius.
Naruto asintió y considero la propuesta de su madre "Estaría dispuesto a poner de mi parte si me proponen algo así. Además, que tendría más tiempo para entrenar mis poderes a partir de ahora"
Sabiendo que se pudo llegar a un acuerdo, Dalia estaba feliz de que su hijo la acompañara más en su día a día. Y como madre sentía que él desde pequeño estuvo más apegada a ella que a Marbasius, el habla más en su día a día con ella que con su esposo. Aunque al parecer a su esposo no le importaba.
"Entonces, ya que tu fuiste el primero en iniciar las negociaciones con los clanes extra, entonces estarías dispuesto a seguir con ese proceso conmigo. Estaremos visitando a cada líder para terminar de forma legal la orden que nos dieron los herederos de los Maou y el asunto de las promesas con esos clanes" dijo Dalia con una suabe sonrisa.
Naruto se encogió de hombros "Si, No tendría ningún problema con eso"
"Bueno, si no hay nada más que hablar, entonces retírense a descansar hoy fue un largo día para todos" dijo Dalia, a lo que Naruto y Eula se retiraron de la oficina.
Ella escuchó cómo tenían una breve conversación en el pasillo antes de que se marcharan. Volvió la mirada hacia su esposo y dijo: "Fue una apuesta arriesgada la que hiciste, pero al menos todo salió bien".
Marbasius asintió sabiendo a lo que su esposa se refería "Si, fue arriesgado, muy arriesgado si te soy sincero, pero aun así tenía ese presentimiento de que todo saldría bien si Naruto era el que llevara esas conversaciones a cabo." dijo, luego suspiro como si una carga fuera levantada de él "Al final gane esa apuesta"
Cuando escucho esas palabras de su esposo un hombre que por lo general siempre ha sido bastante sensato y tranquilo en la toma de decisiones, podía decir con seguridad que le albergaba mucha confianza a su hijo. Al parecer ser padre lo había cambiado. Aunque sabía que, si su hijo no hubiera demostrado ser así, su esposo no hubiera hecho tal cosa.
Su hijo Naruto parecía ser un chico especial, que albergaba talentos que ha venido demostrado a través de todo su crecimiento. Talentos con los que cualquier demonio del inframundo podría soñar.
Siempre mostro mucha seguridad en sus palabras y en sus acciones. Además, que disponía de un talento innato en la manipulación del poder demoniaco y en el control del poder del tiempo y la gravedad del clan Agares. Pero nunca se jacto de ello en frente de ninguno de ellos ni de nadie.
"Al final, no creo haber podido pedir un mejor hijo" reflexiono ella interiormente, después miro a su marido, que había sacado un cigarrillo y había comenzado a fumar. "¿Querías ponerlo a prueba también?"
"Si, y con esto supongo que la ha pasado satisfactoriamente, demostrándome que tiene dotes de liderazgo y elocuencia para persuadir a los demás. En el futuro podrá dirigir al clan Agares sin problemas. Ahora nuestra responsabilidad es guiarlo para que siga ese camino"
Dalia se levantó de su silla y se acomodó en las piernas de su esposo. Él pasó un brazo por detrás de su cintura, asegurándose de que estuviera cómoda, "Supongo que lo estamos haciendo bien, aunque para la próxima que llegues a hacer algo así, avísame primero por favor" susurro mientras se inclinaba más cerca.
Marbasius sonrió con satisfacción ante las caricias de su bella esposa "Lo tendré en cuenta la próxima ves cariño"
Dalia sonrió con picardía mientras tocaba con su dedo índice el pecho de su esposo. "Ahora que hemos terminado con todo el trabajo y los asuntos importantes, ¿por qué no nos relajamos un poco?", sugirió, con la intención de aliviar el estrés.
Marbasius dejo su cigarrillo a un lado y se inclinó y unió sus labios con su esposa en un apasionante beso.
Después de un momento se separaron y dalia miro a su esposo con una sonrisa "Sigamos esto en la habitación" ella susurro. Y fue como un interruptor que encendió en su marido, ya que pronto se fueron rápidamente a continuar con su actividad física.
-Mas tarde esa misma noche-
La noche había caído ya, y era bastante tarde para irse a dormir.
Eula estaba cansada. Hoy fue un día muy largo, asistiendo a todas esas reuniones junto a Naruto y luego regresando al castillo para informar a Lord y Lady Agares sobre todo lo que había ocurrido. Esto había hecho que saliera de trabajar bastante tarde. Después de despedirse de Naruto, ella se dirigió a su habitación para irse a descansar.
Rápidamente recorrido los pasillos y llego a su habitación, sacando la llave, ella la puso en la cerradura y con un clic, abrió como siempre. Rápidamente entro y encendió la luz de la habitación
Se encontró con su habitación, tal y como la dejo.
Su habitación era bastante moderna y espaciosa, tenía una cama tamaña King en el centro y una mesa de noche al lado. Las paredes eran de un color beige claro. En una esquina de la habitación, había una pequeña mesa de café con un sofá y una ventana grande que ofrecía una vista al jardín del castillo. En el otro extremo de la habitación había un armario empotrado y una puerta que conducía al baño privado. Solo podía decir una cosa de su habitación. Bonita y elegante.
Decidida a dejar atrás el estrés del día, ella se dirigió rápidamente al baño. Se despojó de su uniforme de secretaria y se sumergió en una ducha revitalizante. El agua caliente relajó su cuerpo tenso, liberando las tensiones acumuladas. Una vez terminada la ducha, se envolvió en una toalla y se secó con cuidado.
De vuelta en su habitación, Eula abrió el armario y tomó su pijama favorito.
Era una prenda bastante sencilla. Era un vestido blanco que le llegaba hasta encima de sus muslos, sin mangas y con delicados tirantes en sus hombros, se ajustaba también a su generoso pecho de forma correcta. Era suave al tacto y muy cómodo de usar.
Se lo puso rápidamente y se dirigió a su cama, donde se acostó y cubrió con sus mantas. Se relajo por un momento y apago la luz de la habitación.
Ella se quedó acostada en su cama mirando hacia el techo, dejando que sus músculos se relajaran mientras pensaba en lo que había sucedido el día de hoy.
Sin embargo, sus pensamientos no se centraban en el progreso de la marcha revolucionaria del clan Bael y el clan Agares, ni en los aliados que estaban logrando para la futura guerra civil. No, en realidad, estaba pensando en Naruto.
Desde hace algún tiempo, había estado sintiendo cosas cuando estaba cerca de él. Se mordió el labio mientras reflexionaba sobre esos sentimientos y sabía muy bien a qué se debían.
Ella estaba enamorada.
Solo pensar en ello hacía que su rostro se ruborizara. Eula se giró hacia un lado de la cama y se acurrucó, buscando más calor bajo las mantas mientras continuaba inmersa en sus pensamientos.
Era irónico que ella sintiera esto por el chico a quien había ayudado a criar como futuro heredero del Clan Agares y verlo crecer y convertirse en un joven tan admirable a tan corta edad.
Era ya un tema incontrolable para ella, aunque pudiera ocultar sus sentimientos de él y continuar hablándole como siempre lo hacía. Con cada día que pasaba, se sentía más y más atraída hacia él.
Su carisma, su personalidad juguetona, su amabilidad y su valentía para mantenerse firme en sus convicciones. Eula pensaba en todas esas cualidades que lo hacían especial y no podía evitar enamorarse.
Reconocía lo cliché de su situación: una sirvienta de una casa del inframundo enamorada del heredero. Pero sentía que Naruto no era como los demás herederos de los demás clanes, él era único y ella lo quería.
Eula recordó la conversación que había tenido hoy con él y parecía que la consideraba una persona importante. Supuso que, después de todo el tiempo que habían compartido, él la veía como parte de su familia.
Sin embargo, sabia, que él no la miraba de la misma manera. Era lógico, tal vez él la veía como una hermana mayor o algo por el estilo.
Pero ella lo quería a él, ansiaba estar juntos...
Eula era consciente de la situación en la que se encontraba Naruto. Tarde o temprano, él tendría que encontrar una esposa con quien liderar el clan Agares. Lamentablemente, ella no podría ser esa mujer afortunada, ya que ella era un demonio de clase media sin apellido.
A pesar de eso, ella sabía que era alguien importante para él...
Eula suspiró mientras se giraba hacia el otro lado de la cama, su mente llena de pensamientos que le revolvían el estómago.
Pero ella quería tomar medidas al respecto, independientemente de la situación. Deseaba tener al menos una parte de él. Su raza era muy libertina en ese sentido, muchos demonios tenían múltiples parejas. Pero también veía un problema con eso dada la personalidad de Naruto, y ella lo conocía de cierta forma. No sabía a ciencia cierta si él llegara a aceptar tener múltiples amantes en un futuro lejano.
Ella cerro los ojos con frustración ante el pensamiento. Pero ella lo deseaba...
En este momento ese lado oscuro de su raza salía relucir. Ese deseo oscuro de a pesar de toda su situación quería tenerlo, independientemente de lo que él pensara.
Aun así, sentía que tenía ventaja sobre cualquier otra chica del inframundo. Era simple: ella lo conocía, ya tenían una relación, aunque fuera familiar.
Sabía que tendría que trabajar para cambiar la forma en que él la mira. Y si en el futuro él se comprometiera con otra mujer, al menos tendría un lugar seguro a su lado como una amante.
Bueno, primero tendría que convencerlo de tener una pareja adicional en caso de que él se niegue a ello.
Eula sonrió y se ruborizó ante ese pensamiento.
Con una idea clara en mente, llegó a una conclusión para lograr ese objetivo.
Con la meta ahora fijada en su cabeza, Eula se volteó en la cama, tratando de conciliar el sueño y descansar después de un día tan agotador.
-Dia siguiente, Castillo Agares-
Recorriendo un poco tarde en la mañana los pasillos del castillo Agares. Eula se cercioro que todo estuviera en orden.
Llevaba su habitual vestido de sirvienta.
Eran alrededor de las 11 de la mañana.
Ya había designado al personal para que hicieras sus respectivos trabajos, y había revisado el inventario de cosas que se necesitaban para el mantenimiento interno del castillo Agares. Había cosas que faltaban y ella solicito a un de los empleados que gestionara los implementos para abastecer las bodegas.
Cumpliendo su habitual trabajo de la mañana, ella se desvió hacia la oficina de Lady Agares, ya que quería hacerle una solicitud. Y claramente tenía que ver con Naruto. Ella ya tenía un objetivo en mente y tendría que cumplirlo.
Rápidamente llego a las puertas de la oficina de lady Agares y golpeo la puerta dos veces. Con un breve 'siga' del otro lado ella entro en la oficina.
Dalia que estaba revisando unos papeles en su escritorio levanto la mirada y la miro, ella le sonrió. "Oh, buenos días Eula, ¿que se te ofrece esta mañana?"
Eula miro a su jefa con respeto, al parecer estaba de bueno humor. Esa sonrisa que le dio le decía todo eso "Buenos días mi lady, ¿tienes algo de tiempo?" ella vacilo un poco, pero continuo "Para hablar sobre un asunto importante"
Dalia agares con una sonrisa en su cara la invito a seguir. "Sí, claro, por favor siéntate. Así podrás distraerme un poco de este tedioso papeleo.", ella señalo con amabilidad la silla frente a su escritorio.
Eula rápidamente siguió y se sentó.
"Ahora, ¿qué es este asunto tan importante del que quieres hablar? Tienes mi atención" Dijo Dalia, dejando su papeleo a un lado. Ella se recargo en su sillón y puso sus manos sobre sus piernas.
"Bueno" comenzó Eula tratando de organizar sus pensamientos, y tratando de hallar una forma de abordar el tema "Desde hace mucho tiempo ya llevo trabajando para el clan Agares como jefa de los sirvientes y como guardaespaldas del joven amo, y me gustaría hablar sobre mi trabajo actual"
"¿Quieres un aumento?" Pregunto Dalia con curiosidad.
Eula negó levemente con la cabeza. "No de ninguna manera", dijo. Luego entrelazo sus manos y las puso sobre sus piernas, "Solo quería mencionar que, dado los hechos actuales, he estado pensando en un cambio de cargo".
Dalia frunció el ceño ante la petición, pero decidió dejarla hablar.
"He estado trabajando en estas dos tareas desde que ingresé al clan Agares, pero siento que ya no puedo ser tan útil como la guardiana del joven amo", explicó, "Como bien sabes, él ha crecido en poder hasta el punto en el que ya me superó y si sigo en ese rol, me quedaré obsoleta. Por eso, he estado pensando en cómo puedo contribuir mejor al clan Agares y proteger al joven amo de manera más efectiva".
Dalia asintió, interesada en saber más.
"Quiero ofrecerme como su guardaespaldas a tiempo completo", continuó Eula con firmeza. "Además, me gustaría ser su asistente en todo lo que él necesite. Creo que trabajar de esta manera no solo me ayudará a crecer como demonio y fortalecerme para protegerlo mejor, sino que también permitirá que el joven amo tenga a alguien en quien pueda confiar completamente".
Dalia no pudo evitar sonreír ante la petición. Esa mirada en la cara de Eula, era la de una chica que deseaba algo con pasión. Y era divertido. Ella al parecer lo quiere si no se equivocaba. Ella se llevó una mano al mentón en señal de pensamiento.
"Veo que tu estas decidida con esto" Murmuro Dalia.
"Así es, siento que puedo servirle mejor si estoy completamente a su disposición, y en cualquier caso lo protegería mejor" Eula respondió con firmeza.
"Supongo que no habría ningún problema", comenzó Dalia. "Recuerdo que Marbasius te contrató inicialmente para servir como guardiana de Naruto, aunque también se te asignaron tareas relacionadas con el mantenimiento del castillo Agares. Pero, en efecto, tienes razón", agregó mientras se inclinaba hacia su escritorio y apoyaba un brazo en él. "Con la situación actual, es importante que mi hijo cuente con una protección adicional. Aunque es muy poderoso, necesitamos asegurarnos de que siempre haya alguien a su lado para protegerlo y servirlo".
Eula se sintió aliviada al escuchar la respuesta de Dalia. "Muchas gracias por su comprensión, My lady", dijo Eula con gratitud. "Haré todo lo posible para cumplir con mis nuevas responsabilidades y proteger al joven amo en todo momento".
Dalia sonrió con complicidad. "Y sé que lo harás, y mucho más…"
Eula se puso nerviosa ante eso último, pero se recompuso.
Dalia continuo. "Selecciona un sirviente que sea lo suficiente capaz para que haga el trabajo que estás haciendo en el castillo Agares. También encárgate de avisarle a Naruto sobre tu nuevo cargo". Era una cosa que debía hacer ella misma, si lo pensaba mejor, pero mejor dejo que su criada que estaba tan empeñada en tener ese papel de guardaespaldas, notificara eso a su hijo. Aunque claro, ella misma tendría que hablar con su esposo de esto.
Eula asintió con aceptación a las palabras de su señora. "Si, ya tengo en mente uno o dos sirvientes que son lo suficiente competentes para que ocupen mi cargo. Terminare de hacer mis deberes, mientras delego mi cargo. Y también le avisare al joven amo sobre mi nueva posición a su lado"
'Siempre una chica tan recta y profesional', Pensó Dalia, mientras miraba a Eula. Y tenía esa mirada. A Dalia siempre le agrado Eula, ella siempre fue muy competente en su trabajo, ya sea siendo sirviente o cuidando a su hijo. Le agradaba hasta el punto en querer apoyarla. Bueno. si no se equivocaba en esa mirada que tenía.
Dalia sonrió con aprecio hacia su criada, quería expresarle algo para que se sintiera más en confianza. "Eula", dijo en un tono suave, captando la atención de su criada. "Quiero que sepas que eres una parte importante de nuestra familia y hemos confiado en ti durante años. Espero que te sientas cómoda aquí y que nos veas a todos como amigos cercanos, incluyendo a mi hijo Naruto. Sabemos que has sido respetuosa y formal en todo momento, pero queremos que sepas que eres más que una simple sirvienta para nosotros".
Eula se sorprendió por las palabras de su Ama, se sentía cierto grado de incomodidad ante esa declaración, aunque también se sintió feliz de escuchar aquello. Ella sonrió tímidamente. "Gracias Mi lady, Significa mucho para mi escuchar esas palabras. Siempre he estado tratando de hacer lo mejor en mi trabajo y estar a la altura de las expectativas, pero no esperaba sentirme tan apreciada"
Luego, hizo una pausa y miró a Dalia directamente a los ojos. "Estoy dispuesta a seguir trabajando duro para servir a su familia de la mejor manera posible, pero también prometo tratarlos a todos con más cercanía y confianza, como lo sugirió. Gracias por darme esta oportunidad", agregó con determinación.
Dalia sonrió ante la respuesta, sentía que era momento de mostrar algo de holgura con su criada, ante toda la dedicación que ha puesto en hacer su trabajo bien todos estos años. "Me alegro que lo entiendas y espero que con este cambio en tu cargo sigas ayudando a mi familia como lo has venido haciendo"
Eula asintió. "Y lo hare" hizo una pequeña pausa mientras se levantaba de su silla "Ahora creo que ya va siendo hora que me vaya, no quiero seguir interrumpiendo su trabajo".
"Si, puedes retirarte, yo también tengo que seguir con esto" respondió Dalia mirando sus papeles.
Eula rápidamente se retiró de la oficina con una sonrisa en la cara, no sin antes darle las gracias a su ama por la aceptación a la solicitud que le había hecho.
Camino por los pasillos sin prisa mientras reorganizaba sus pensamientos de nuevo ante este desarrollo. Ciertamente no esperaba esas palabras de su ama, y fue el plus de todo esto. Aunque claro, ella ya tenía cierta confianza con la familia de Naruto, escuchar eso directamente de lady Agares, era bastante satisfactorio.
Con este progreso en su plan, ella estaba más cerca de lograr su objetivo de ser vista por Naruto como una mujer con la que pueda tener una relación, y no alguien que era como su hermana mayor.
Con una sonrisa en su cara ella siguió haciendo su trabajo por el resto del día, y comenzaba a pensar a quien elegir para su cargo, como jefe de los sirvientes.
-Al siguiente día, en un campo alejado del castillo Agares-
Naruto salió temprano rumbo a un lugar alejado del castillo que solía utilizar como lugar de entrenamiento personal. Aunque para hacer esto, siempre tenía que informar a sus padres de antemano, cosa que hizo más temprano.
Hoy decidió volar hasta el lugar.
Una cosa interesante que experimentó ahora como demonio, fue el crecimiento de un par de alas negras similares a las de un murciélago que le permitían volar. No era ajeno a esta sensación, ya que con anterioridad había adquirido la habilidad de volar gracias al chakra que le había otorgado el viejo sabio de los seis caminos en su anterior vida.
Aunque no era ajeno a esto, la sensación de volar siempre resultaba relajante.
A lo lejos, divisó el lugar donde solía entrenar su cuerpo y sus habilidades. Después de un momento, aterrizó suavemente y observó el lugar, un campo abierto rodeado por un espeso bosque, era bastante similar a los campos de entrenamiento en Konoha.
Por supuesto, cuando venía a entrenar no vestía de forma formal como lo hacía en el castillo.
Llevaba una camiseta negra sin mangas con cuello en V, que dejaba ver su clavícula. Combinaba esto con unas bandas naranjas en las muñecas y una pantaloneta blanca que llegaba por encima de sus rodillas. En sus pies, llevaba un par de zapatillas blancas.
Como en los viejos tiempos, comenzó con un calentamiento sencillo. Pero antes de eso, aplicó una serie de hechizos de gravedad en su cuerpo para aumentar la carga que su cuerpo debía soportar en brazos, tronco y piernas. Esto siempre ayudaba a aumentar la eficiencia de su entrenamiento.
Empezó con una sesión de estiramientos que abarcaba todos los músculos del cuerpo. Luego, corrió en círculos alrededor del claro para calentar su cuerpo antes de continuar con una variedad de flexiones, que ayudarían a ejercitar su cuerpo de manera más efectiva.
Duro aproximadamente una hora siguiendo esa rutina antes de comenzar con su entrenamiento de energías.
Como siempre, practicaba tanto el control de su poder demoniaco como el de su chakra. Además, quería hacer pruebas con un viejo ejercicio que había hecho alguna vez en su mundo con Asuma. Siempre le gustaba experimentar con su poder demoníaco para ver qué más podría hacer y si era similar a su chakra.
Se arrodilló en medio del claro y deslizó la banda de su mano izquierda hacia arriba para mostrar un sello de Fūinjutsu. Luego, formó un sello con la otra mano, uniendo los dedos medio e índice. Llevó esos dedos a su muñeca, donde estaba el sello, y con un pequeño pulso de chakra activó el Jutsu.
En una nube de humo, apareció una caja en el suelo. Rápidamente, Naruto quitó la tapa para revelar una serie de cuchillos con una longitud de no más de 25 cm, ordenados con las puntas hacia abajo. Sacó uno y lo examinó. Tenían un diseño simple, similar a una espada de doble filo, con un pequeño protector en la empuñadura.
Se puso de pie y lo observó durante un momento antes de impregnarlo con su poder demoníaco y luego lanzarlo hacia un árbol al fondo del claro. El cuchillo lo atravesó con eficacia, aunque no estaba utilizando el mismo método que usaba con su chakra viento, donde el chakra se rozaba entre sí. En cambio, lo imbuyó con su poder puro y aumentó considerablemente la carga de energía en el arma para lograr ese efecto destructivo.
Había estado practicando con diferentes frecuencias de su poder demoniaco, y probando los diferentes efectos al lanzarlo mientras lo combinaba con un hechizo elemental. Funcionaba de manera similar a cuando realizaba este mismo ejercicio con su chakra.
El fuego resultaba fatal para esto, consumía mucho poder crear una hoja que penetrara en el árbol, así que lo descarto. Los hechizos tierra en este caso no servían para eso.
Por el contrario, Agua, viento y rayo, eran muy destructivos y atravesaban limpiamente todo lo que estuviera enfrente del ataque. Decidió solo entrenar con estos últimos tres, y variar la frecuencia de su poder para refinar aún más su control demoniaco.
Un buen ejercicio.
Después de lanzar unos cuantos cuchillos más hacia una serie de árboles, sintió un pico de energía demoniaca a sus espaldas que lo saco de sus pensamientos. Aunque rápidamente bajo la guardia al sentir esa energía demoniaca familiar.
Su cerebro se quedó un blanco al ver a su criada Eula salir del sello, aunque de repente se sintió un poco incomodo, y sentía que se le aumentaban las pulsaciones de su corazón en señal de ¿emoción?, y sabia porque aumentaba su ritmo cardiaco. Malditas hormonas…
Eula interrumpió el entrenamiento de Naruto con una sonrisa y le dijo: "Hola Naruto, necesito informarte algo". Vestía ropa de entrenamiento ajustada que resaltaba sus curvas: un top negro sin mangas y una pantaloneta negra corta que destacaba sus piernas esbeltas y tonificadas. También llevaba zapatillas cómodas en sus pies.
Él se recompuso y la miró a los ojos con una sonrisa traviesa. "Hola", dijo. "Supongo que por la forma en que estas vestida, tiene algo que ver con lo que me tienes que informar, ¿verdad?".
Eula hizo un puchero, y volteo la cara hacia un lado mientras cruzaba los brazos debajo de su pecho. Él había dado en el clavo. "Si, tiene que ver con eso también, aunque podría decir que ya no soy la jefa de los sirvientes del Clan Agares"
Naruto arqueó una ceja ante la afirmación. "Entonces, ¿cuál es tu trabajo en este momento?"
"Ser tu guardaespaldas y sirviente personal para todo lo que necesites" Respondió Eula un poco avergonzada. Ella lo miro de nuevo "Y como ahora ese es mi trabajo, entonces es mi deber estar a tu lado en todo momento y por eso estoy aquí".
Naruto proceso la información. Después de unos segundos, levantó una ceja y dijo: "Así que ahora estás cumpliendo con ese rol por completo. Entiendo…"
Eula asintió. "Si, delegue mi otro cargo a otro sirviente, y es mejor así, porque tu como el Heredero del clan Agares deberías tener a alguien siempre ahí que te proteja de cualquier cosa"
"Bueno… supongo que no se puede evitar" respondió Naruto con una suave sonrisa. "Anqué veo que estas preparada para ayudarme también" finalizo con una sonrisa más juguetona.
Eula se sonrojó. "Me vestí así porque quiero entrenar contigo y hacerme más fuerte."
Naruto no dejo de sonreír. "Si es así, esto hace las cosas más interesantes." El tomo una de los cuchillos con los que estaba entrenando y salto hacia atrás unos metros y se para enfrente de Eula en posición de combate. "Supongo que podríamos comenzar con un breve combate, quiero ver de qué es capaz mi nueva guardaespaldas a tiempo completo"
Eula no dijo nada y sonrió ante el desafío. Rápidamente convoco una espada con su magia. Era una espada de doble filo, con algunos buenos acabados, aunque era bastante básica. Ella aparte de que tenía buen potencial mágico, también tenía mucho talento con la esgrima.
Eula desapareció en estallido de velocidad, y Naruto la sintió e igualo su velocidad en un momento. Ambos chocaron con sus armas en el centro del claro, mientras generaba una onda de choque que se esparció hacia afuera creando una ráfaga de viento.
Entraron en un baile mortal. Ambos se movían con gran velocidad mientras trataban de infligir daño en el otro. Eula combatía con gran destreza, el por el contrario peleaba como siempre lo hacía, ajustándose a la situación y aprovechaba cada oportunidad que tuviera para entrar en su guardia y hacer daño.
Chispas volaban ante el choque de las armas. Eula en un intento de sorprenderlo mientras chocaban, convoco su poder demoniaco, he hizo que saliera un bloque de hielo en punta desde su punto siego.
Respondiendo ante la situación, añadió más poder a su ataque, la obligo a retroceder con fuerza bruta, y rodo hacia un lado esquivando el ataque que amenazaba con empalarlo. Pero en ese instante también, Eula volvió sobre él y estaba encima suyo, con su espada lista para acabarlo. Él no la dejo.
Bloqueo su espada con su cuchillo, y con su mano derecha la intento agarrar. Ella tampoco lo dejo, ella bloqueo con su mano izquierda y le garra el brazo a él. Con ese agarre ella rápidamente convoco su poder demoniaco y le congelo la el brazo entero. Eso lo tomo un poco por sorpresa, aun así, respondió con una patada que iba dirigida hacia el abdomen de Eula, ella no dejo que sucediera y retrocedió.
Naruto le sonrió a Eula, tenía su brazo congelado, él miro el daño. "Veo que no te contienes"
"No podría faltarte al respeto de tal manera" dijo Eula mientras se enderezaba. "Se que ya me superaste en poder y no podría contenerme contra alguien más fuerte que yo, incluso si eres tú a quien debo proteger".
"Me alagas, pero entiendo ahora porque mi padre te contrato para mi protección, eres fuerte tampoco seas mala contigo misma" Respondió Naruto con ceño fruncido.
Eula negó con la cabeza. Estaba siendo considero con ella. "Lo sé, pero por eso pedí esta posición, también quiero hacerme más fuerte, y al menos llegar a hacer mi trabajo como es debido"
"Si eso es así, entonces sería malo de mi parte contenerme contigo y no podrías progresar." Respondió de vuelta. Con un pulso de poder demoniaco, hizo pedazos el hielo que restringía su brazo y se lanzó hacia Eula con la intención de derribarla.
-La adrenalina corría por su cuerpo como un torrente.
Eula salto hacia atrás y luego voló hacia el cielo con sus alas, evitando una patada en guillotina que la pudo haber lastimado con gravedad. El suelo fue el que pago el precio, agrietándose y dejando una gran fisura en la tierra de gran magnitud. Ciertamente Naruto no se estaba conteniendo tanto con ella.
Aunque también sabía que él tenía el autocontrol necesario para detenerse antes de lastimarla.
Respondiendo a su ataque, convoco un gran bloque de hielo, y lo lanzo hacia él, que había quedado en medio del cráter. Naruto le respondió de igual manera, y convoco un círculo mágico con su mano, donde convoco y disparo una gran bola de fuego que choco contra su ataque. El efecto fue inmediato, el área se llenó de neblina.
Expandiendo sus sentidos con ayuda de su poder demoniaco, ella lo rastreo en la espesa neblina. Encima suyo. Levantando su espada bloque el cuchillo de Naruto, pero su ataque era fuerte. La mando a volar hacia el suelo a gran velocidad, y esta vez no podría parar. Su espalda golpeo contra el suelo y definitivamente eso dolió.
Ella abrió los ojos y alcanzo a mirar el ataque entrante que se acercaba desde arriba, con un impulso extra ella puso sus manos al lado de su cabeza e hizo un giro y un salto hacia atrás mientras esquivaba el ataque. Mas escombros salían a volar, luego de que su Naruto destruyera el suelo en el que estaba hace un momento.
Ciertamente, Naruto tenía una gran potencia en sus golpes, demasiado. Además, no había utilizado el poder del clan Agres, que es versado en la gravedad y el tiempo. A pesar de todo, se estaba conteniendo al no utilizar el poder de su familia en el que ya era muy talentoso.
Aun así, ella no se iba a rendir. Llevando poder demoniaco a sus músculos del cuerpo, aumento la potencia y velocidad de su ataque, se lanzó hacia él. También imbuyo con magia de hielo su arma para poder lograr un mayor daño.
Él le respondió de nuevo con eficacia, soportando cada golpe. Ella también sabia patear, rompiendo su guardia por un momento y aprovechando la oportunidad, le dio una pata en las costillas. Lo alcanzo escuchar gruñir, pero no se veía lastimado. Siguiendo con la intención de crear un combo, salto de nuevo hacia el tratando de agarrarlo de su camisa, pero no la dejo.
Naruto la agarro con su mano, mientras que con la otra sus armas chocaban en un forcejeo. De nuevo Eula aprovecho esto, y creo un pequeño circulo mágico al lado de su cara, donde apareció una pequeña daga de hielo, que se lanzó al instante hacia la mano que la tenía agarrada, y obtuvo lo que quería. El la soltó. Dándole la oportunidad de darle otra patada en el plexo solar.
Lo hizo retroceder otra vez, pero de nuevo no parecía muy afectado. Naruto la sorprendió apareciendo en un estallido de velocidad en frente suyo, ella intento golpearlo con su arma, pero lo bloqueo mientras golpeaba su muñeca, el dolor recorrió todo su brazo, y soltó su arma. De nuevo, agarro su brazo dolorido.
Ella bloque el ataque del cuchillo de la otra mano de Naruto que iba hacia su cuerpo, esquivando y acercándose a él encerró el brazo de que la amenazaba con su cuerpo y su brazo libre. Apretó fuerte, y trato desarmarlo también. No quería soltar el arma. No quería hacer esto, y al parecer esto si lo tomo por sorpresa, le dio un cabezazo con toda su fuerza, y el efecto fue inmediato. Aturdió a Naruto.
Naruto soltó su arma, y estaba aturdido, no espero que ella de verdad le diera un cabezazo. Sintió la sangre en su nariz, le había roto la nariz. Lo hizo retroceder, y soltó el brazo que le tenía restringido a Eula. No debió hacer eso.
En una muestra de habilidad y experiencia Eula, tomo esta oportunidad para dejar a Naruto fuera de combate.
Eula ahora con su brazo derecho ahora libre, rápidamente llevó su mano a la nuca de Naruto. Saltó sobre él y enganchó su pierna derecha en su cintura, mientras que con la otra pierna la llevo hacia la nuca de donde lo tenía agarrado. Con un rápido movimiento, lo hizo perder el equilibrio y lo tumbó al suelo. Aprovechando la oportunidad, le aplicó una llave de brazo con maestría.
Naruto sintió dolor en su brazo, pero también estaba cubierto por una suavidad inigualable. Las piernas de Eula eran basten suaves, y su mano en el extremo estaba en medio de su pecho. ¡Joder! ¡no debería de estar pensando en eso en estos momentos!
Eula sabía que él podría soltarse si no aplicaba suficiente presión, reforzando su cuerpo con energía demoniaca, y apretando sus dientes hizo toda la presión posible en el brazo de Naruto para que se rindiera.
Naruto se rindió.
Con su mano libre le dio palmaditas en la pierna varias veces en señal de rendición.
Eula lo acepto y lo soltó.
Ambos se sentaron en medio de su campo de batalla
Naruto se sentó dónde estaba mientras estiraba su brazo dolorido. El rio divertido. "Puede ser letal de cerca, no me esperaba ese cabezazo" menciono, mientras se llevaba su mano sana hacia su nariz, el sangrado ya había parado.
Eula se sonrojo ante el cumplido, pero también se sintió culpable ante el daño que le hizo. Rápidamente se arrodillo al lado de él mientras convocaba un pañuelo blanco. Tomo la cara de Naruto, obligándolo a mirarla, ella procedió a limpiar la sangre de su rostro.
"Lo siento" al final solo dijo eso.
"No te preocupes, para eso hacemos esto, para mejorar, además me gusta ese estilo tuyo para pelear" él la consoló con una sonrisa mientras ella le seguía limpiando la cara. Le hablaba como si fuera una niña, que descarado.
Terminó de limpiarle la cara y se quedó a su lado en silencio por un momento, pensando en lo sucedido. Luego levantó la vista hacia él y le preguntó con preocupación: "¿Estás bien?".
Naruto asintió con la cabeza y se puso en pie, probando su brazo para comprobar que había recuperado la movilidad. "Estoy bien, gracias por preocuparte. Ahora, ¿qué te parece si seguimos entrenando?", propuso con una sonrisa animada.
Eula asintió, levantándose también y sacudiéndose un poco la ropa. "Por supuesto. Aunque creo que esta vez deberíamos ir un poco más despacio", bromeó, recordando el incidente anterior.
Naruto negó con la cabeza. "No, deberíamos parar aquí con eso, mejor hagamos algunos ejercicios con el poder demoniaco. Siento que debo mejorar más en ese aspecto, y tú también podrías mejorar de igual manera".
Eula asintió con aceptación ante esas palabras. No se iba a quejar, en lo que ella respectaba estaba haciendo lo que quería. Estaba cerca de Naruto tal como lo deseaba, y de aquí a que completara su plan, era un proceso lento.
Aunque también sabía que debía ser paciente y trabajar con inteligencia para lograr su objetivo. Pero estar cerca de Naruto era ya una gran recompensa para ella.
Por ahora todo iba de acuerdo al plan.
Y lo sintió, su mirada sobre ella. Le gustaba eso. Él se sentía atraído físicamente por ella en algún punto y eso era fantástico.
Ella sonrió con una sensación de triunfo mezclada con una pizca de travesura, sintiéndose halagada por la atención que le prestaba. Sabía que no era algo maligno, pero de alguna manera le gustaba saber que podía tener ese efecto en él.
Él hablaba mientras ella lo escuchaba atentamente, sintiendo que la felicidad crecía en su interior por cada momento que pasaba junto a Naruto.
"Este ejercicio me ha permitido mejorar mi control del poder demoníaco en general. Además, estoy trabajando en afinar una técnica específica que me permita lanzar objetos con más precisión y potencia. Si te interesa, podrías aprender esta técnica y agregarla a tu conjunto de habilidades", concluyó Naruto mientras miraba a Eula con una sonrisa en su rostro.
Naruto por otra parte, quería abrirse hacia ella, y no le veía nada de malo. Así que, sin entrar en detalles de su chakra, le explico lo que estaba tratando de hacer con los cuchillos y el poder demoniaco. Esto también podría ayudarla a mejorar si era lo que ella quería.
Ambos habían caminado de nuevo hacia el centro del claro donde estaban los cuchillos que Naruto había estado entrenando.
Eula se llevó una mano al mentón mientras procesaba la información que le había dado Naruto sobre su entrenamiento, ¿autodidacta?
Eula además de ver una cosa tan peculiar, se sorprendió que Naruto pudiera lanzar cuchillos como si lo hubiera hecho toda la vida. ¿Qué tipo de ejercicios a estado haciendo a escondidas para lograr algo así?
Además de que era la primera vez que escuchaba de un uso así para el poder demoniaco, imbuir un arma en poder y lanzarla para lograr daño de perforación. Esto literalmente podría atravesar a cualquier enemigo que estuviera en el camino de tal ataque.
Muy letal, pensó.
Ella también quería intentarlo. "Um… déjame ver qué puedo hacer" tomo un cuchillo he hizo lo mismo que Naruto estaba intentado. Imbuyo el arma con su poder demoniaco, y aunque no tenía mucha experiencia lanzando armas así, logro que la punta encajara contra el árbol y ¡sorpresa! ¡llego hasta la mitad del tronco!
"Nada mal, aunque primero debería enseñarte como se lanza un cuchillo" dijo Naruto, mirando el efecto que ella había logrado.
Eula levantó una ceja y miró fijamente a Naruto. "Aunque me gustaría saber primero, ¿dónde aprendiste tal cosa? Sé que has tenido algún que otro maestro sobre magia, pero nadie te ha enseñado algo así. ¿Puedes explicarme con más detalle como aprendiste esto?" inclinó la cabeza y lo observó de manera sospechosa.
Naruto no se inmuto ante sus preguntas, solo le sonrió con travesura. "Si supieras la cantidad de información que existe en la biblioteca sobre muchas cosas, entonces entenderías que saque de allí la información. Eso y un poco de practica".
Con eso dicho. Naruto en forma de prueba lanzo otro cuchillo con habilidad letal, el cuchillo voló por el claro hasta impactar en el primer árbol y atravesarlo limpiamente, el cuchillo no se detuvo y atravesó tres arboles más hasta quedar ensartado en el quinto.
Eula quedó impresionada por la habilidad de Naruto al lanzar el arma. "Bueno, parece que la biblioteca es un lugar muy interesante, debería visitarla más a menudo", comentó con una sonrisa.
Al final, ella lo dejo pasar…
Y no estaba mal, una técnica de combate que podría ser muy letal, y en el proceso también la ayudaría a mejorar su control demoniaco aún más.
"Entonces no me opondré, estaré a tu disposición, maestro" bromeo con una ligera sonrisa.
Naruto rio ante el comentario y decidido seguirle el juego. Y se paró enfrente de ella y puso sus manos sobre sus hombros "Está bien, mi noble estudiante, necesito que pongas sumo cuidado a todo lo que te voy a enseñar porque será de gran ayuda en tu crecimiento".
Eula solo rio ante la imitación barata de un demonio más viejo, que hacía Naruto. Se suponía que ella era la mayor de los dos y era la que debería de estar ayudándolo, no al revés.
Pero no se quejó, porque ella era feliz con estos momentos.
-Castillo Belphegor-
Durante los últimos días, Roygun había percibido un ambiente inusualmente pesado en el castillo. Desde la partida de los delegados de los clanes de los Mou hace dos días, una sensación de incertidumbre impregnaba el aire, como si la tensión estuviera suspendida, esperando que algo ocurriera.
Sabía que algo había pasado en la reunión con el heredero del clan Agares, y sus padres estaban preocupados por ello. Sin embargo, cuando les preguntó directamente a sus padres, solo le dieron una respuesta ambigua y le pidieron que se enfocara en su crecimiento y en desarrollar su poder, ya sería muy necesario en el futuro.
Estas preguntas dejaron a Roygun con más incógnitas rondando en su cabeza. ¿Qué información tan delicada se habría discutido en la reunión? Y, lo que era aún más intrigante, ¿por qué habían enviado al joven heredero del clan Agares, para tratar ese asunto? Parecía tener una influencia significativa, considerando que era tan joven para atender asuntos así de importantes.
Aunque recordó la conversación en el pasillo en la que su madre invitó a Naruto a visitarlos más a menudo.
Resultaba extraño que hicieran una invitación de ese tipo al heredero del clan Agares. Era muy extraño, tanto que paranoicamente pensó que se estaba arreglando algo que la involucraba a ella. ¿Acaso sería un contrato matrimonial? Pero no podía ser, si pensaba de nuevo en esa respuesta que le habían dado sus padres.
Y eso la llevaba otra vez al punto de inicio de todo esto ¿Qué podría ser tan importante para que sus padres actuaran así? Ella frunció el ceño. Le faltaba información.
Roygun camino por los pasillos mientras estaba sumida en sus pensamientos. Aunque también recordó que su madre le había dicho que Naruto había aceptado su invitación a tomar té en una futura ocasión. Ella podría aprovechar esa oportunidad y tratar de sacarle algo de información de eso tan importante que tenía tan nerviosos a sus padres.
Después de un momento llego a las puertas de la gran biblioteca que tiene el castillo.
Ella suspiro mientras miraba las puertas. "Supongo que no puedo hacer nada por ahora, tendré que seguir con mis cosas como lo he venido planeando". Murmuro para sí misma.
Se adentro y camino por los pasillos de la gran biblioteca, buscando información respecto a los poderes de su clan y cualquier otro hechizo útil que pudiera añadir a su arsenal de habilidades.
Camino hasta llegar a un pasillo donde estaba todo lo relacionado con poder demoniaco y todo tipo de hechizos, en esta zona también se guardaban todos los libros relacionados con los poderes de su clan. Busco en la sección y después de unos momentos encontró el libro que buscaba. Era un libro para perfeccionar el uso de la habilidad icónica y hereditaria del clan Belphegor.
Después fue y se sentó en una mesa para poder leer el libro con más detenimiento.
Leyó sobre la habilidad de su clan: el Crack. Era una técnica heredada de su clan, capaz de crear una fisura en el espacio-tiempo que podía neutralizar técnicas enemigas e incluso causar daño directo al enemigo.
Había pasado años entrenando su habilidad, perfeccionando su control y potencia. Pero ahora, mientras hojeaba libros antiguos en busca de nuevos conocimientos, se preguntaba: ¿cuál era el verdadero alcance de su habilidad? ¿Qué más podía hacer con ella?
Tenía que adquirir mucho poder, para lograr su meta de poder decidir sobre su propia vida.
Nacer como heredera de un clan del inframundo tenía sus ventajas.
Afortunadamente, nació con reservas de poder demoníaco decentes, lo que le permitió competir por el liderazgo del clan. Sabía que, si no hubiera sido así podría haber sido relegada a un segundo plano y reemplazada por un miembro más fuerte de la familia. Además del poder demoníaco, ser heredera conllevaba beneficios básicos, como tener siempre comida en la mesa, acceso a una buena educación y si el clan era rico, a su fortuna.
Pero también tenía sus responsabilidades y cosas por cumplir.
Como heredera del clan, se esperaba que ella se comprometiera matrimonialmente con un demonio de clase alta que fuera fuerte y capaz de engendrar descendencia.
La presión para tener hijos era alta debido a la crisis de natalidad que siempre ha tenido su raza, y aún más por todas las pérdidas que sufrieron en la gran guerra.
Se esperaba que cuando se comprometía con un demonio de otro clan, ambas partes se beneficiaran del matrimonio. Y si no se llegara concretar algún acuerdo matrimonial con otro clan, entonces tendría que casarse con miembro de su clan.
Tal era el camino de la aristocracia.
Ella no quería eso, nunca. Eso la llevo a pensar en opciones para poder liberarse de eso y llego a una solución bastante sencilla.
Su raza era peculiar respecto a una cosa que valoraba mucho y era el poder. El poder les fascinaba como ninguna otra cosa y ahí es donde encontró su salida para salir de ese destino premeditado como heredera.
Ella quería gobernar su clan en un futuro, le agradaba la idea. Sin embargo, compartir ese deseo con alguien con quien la habían obligado a casarse le resultaba nefasto. Eso si su 'esposo', perteneciese a una rama segundaria de otro clan.
También estaba la posibilidad de que se convirtiera en la esposa de algún príncipe de una casa prestigiosa y fuera llevada a gobernar la misma.
En lo personal a ella le gustaba mucho su clan, incluso sabiendo que no pertenecía a los 72 pilares. Era solo un clan extra, pero tenía su orgullo e independientemente de todo ella quería a sus padres, y no quería ser alejada de ellos.
Además, que no podía culpar a sus padres si ellos estaban dispuestos a arreglar un matrimonio con otro clan, o obligarla a casarse con un miembro de su propio clan. Ellos estaban atados por la ley y la tradición de esta sociedad. No culpaba a nadie. Contrario a eso, en ves de perder el tiempo buscando culpables de su situación, se concentró en hallar la forma de salir de un matrimonio arreglado por ella misma.
Y la encontró, su salida era el poder. Si ella demostraba ser más fuerte que cualquier otro demonio ella tendría la posibilidad de decidir sobre ella misma, y no solo ser obligada por las leyes a casarse con otro demonio.
Esa era su meta.
Por eso estudió y entrenó como ningún otro heredero lo haría. Todo con el fin de decidir sobre ella misma. Aun así, si no llegaba a hacerlo posible, si era obligada a casarse, se preparó en mente y cuerpo para cualquier tipo de hombre. Siempre tenía que tener en mente el peor de los casos y prepararse para ello.
Aunque en el fondo, deseaba tener a alguien para ella. Cuando era niña, había leído cuentos de hadas escritos por humanos, historias de príncipes dispuestos a hacer lo imposible por su princesa. Anhelaba encontrar a alguien que fuera así con ella. Pero sabía que en el inframundo las cosas eran muy diferentes a eso, y que su futuro esposo no sería necesariamente seria alguien que la amara o que fuera bueno con ella.
Había casos de buenos demonios, pero eran pocos, la mayoría tendían a tener egos muy grandes, eran egoístas y envidiosos. También estaban obsesionados y más interesado con el linaje y el status, valoraban más el poder que las buenas intenciones o algo así como la bondad.
No se querría ni imaginar a ella siendo puesta en matrimonio con algún heredero de alguna casa con mayor estatus que la suya. A las cosas que sería sometida.
Un escalofrió paso por su columna ante tal pensamiento.
Así que ella se concentró en su meta de adquirir mucho poder y zafarse de ese destino y tal vez en un futuro encontrar a alguien que la quisiera de verdad sin ninguna especie de interés de por medio.
"Creo que esto sirve". Concluyo mientras leía el libro y encontró algo útil respecto a la habilidad de su clan.
Se levanto con determinación de su asiento y ajusto su ropa con confianza, tomo el libro y se lo llevo decidida a continuar con su entrenamiento y estudios para alcanzar su objetivo.
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