Uf, ha pasado un tiempo, más precisamente 3 meses y medio desde la última actualización. Y bueno, de verdad que lo siento para los que leen esto las molestias generadas por mi decisión de cambiar mi cuenta. Es un pequeño capricho que tengo, pero prometo que de verdad es la primera y última vez que sucederá esto.

También lo hago porque de cierta forma quiero ser más activo para escribir, esto y otras historias que tengo en mente. Ademas, ya hay un indicio sobre eso, y es que ahora mismo estoy empezando a crear un fic de Naruto con overwatch, y aunque no sé mucho de Overwatch, ya saben, me compran las chicas y vaya que tienen material para poder inspirarse.

Cuando suba el primer capítulo de la historia verán de qué se trata, y es emparejamiento único.

Es: Naruto x ? :

Ahora respecto a este capítulo es largo: 18k. El mayor capítulo escrito hasta ahora para esta historia y está cargado de muchas cosas.

Espero lo disfruten, y lo siento por la ausencia para los que siguen este fic.


Capitulo 6. ¡Sorpresa!


-Territorio Bael-

Sentado en su grandioso estudio, Zekram Bael reflexionaba sobre las noticias que el líder del clan Agares le había compartido días atrás. Noticias sobre sus nuevos aliados en la futura guerra.

Aunque algo realmente curioso, más allá de la decisión de los clanes de unirse a su causa, lo que le pareció aún más intrigante fue el "quién" y el "cómo" del individuo que hizo el trabajo de persuadirlos de tal manera, asegurando su lealtad a su lado. Este individuo entendía los deseos de los demonios y los aprovechó de manera magistral para ganarse su apoyo, demostrando una elocuencia que normalmente solo se ve en demonios muy experimentados.

Y no era para menos, Marbasius le comentó que el encargado de esas reuniones había sido su hijo, el heredero del clan Agares: Naruto Agares. Marbasius se vio obligado a revelarle esta información, ya que habían establecido ciertos acuerdos sobre cómo convencer a los clanes de unirse a su causa, y la propuesta presentada se desviaba de lo pactado.

Algo muy irresponsable desde su punto vista. ¡Un demonio tan joven no debería de llevar ese tipo de reuniones todavía! Aun así, el joven demonio había cumplido con su deber y había cumplido la tarea exitosamente.

Había tenido una pequeña charla con Marbasius, cuando le informo que cosas prometió para que los clanes extra para que se unieran a su lado. No estaba contento al inicio, pero después cedió ante las promesas que se hicieron. Si quería ganar una guerra contra sus actuales gobernantes, tendría que ofrecerles cosas a sus aliados.

Pero nunca pensó, en llevar a los clanes extra a un estatus igual que el de los 72 pilares. Una idea novedosa desde un punto de vista político, pero que funcionaba para tentarlos lo suficiente y asegurar la lealtad de los clanes extra hacia ellos.

Aun así, fueron buenas noticias. Esto aseguraba nuevos aliados que se unían a su lucha, y eso siempre fue bueno.

Pero, por otro lado, esto levantaba una alarma en él sobre el heredero del clan Agares. Aunque conocido al chico hace un tiempo, no parecía especial en ese tiempo. Sin embargo, escuchar sobre ese demonio tan joven con tales grandes talentos le hacía levantar sospechas y considerar la posible influencia que podría tener en los eventos venideros. Él siempre pensaba a futuro y no era alguien que tomara las cosas a la ligera. Él no era como los herederos de los Maou.

Por ahora tendría que dejar que las cosas siguieran su rumbo y seguir con sus planes de derrocar a los clanes de los Maou y sus herederos, ya que esto le aseguraría que su clan gobernara el inframundo en el futuro.

Su línea de pensamientos proto fue interrumpida por dos golpes en la puerta de su oficina. Con un breve 'siga' se realizó la entrada. Era una criada que con diligencia y sumo respeto le hablo. "Mi Lord, sus invitados han llegado, y actualmente se están reuniendo con lord Bael. Mi lord Bael solicita su presencia.".

Él no respondió, solo despidió la criada.

Con un breve suspiro, se levantó de su cómodo sillón y se dirigió al lugar de la reunión.

Vestido con una impecable indumentaria que mezclaba elegancia y poder, Zekram era el epítome de la clase alta demoníaca. El emblema de su clan adornaba con orgullo su pecho, recordando a todos su linaje noble y su influencia en el inframundo. Cada paso suyo resonaba en los pasillos, como si su presencia misma demandara atención.

A medida que avanzaba, algunos demonios se inclinaban respetuosamente en su dirección, mientras que otros desviaban la mirada, temerosos de cruzarla. Aunque su expresión parecía serena, había una chispa de autoridad en sus ojos que dejaba en claro que estaba acostumbrado a liderar y a ser obedecido.

Sin su influencia, nunca podría haber visto a los demás clanes levantarse en contra de los clanes de los Maou y sus herederos. Incluso su descendiente actual, lord Bael, no podría haber tenido la iniciativa de poner en marcha este plan. Todo con el fin de poner a su clan en la cima de la cadena alimenticia del inframundo.

Caminando por los pasillos de su castillo, llegó a una amplia sala de reuniones. Sus invitados ya se encontraban allí, acomodados en los lujosos sofás dispuestos en el espacio. Varias figuras destacadas de distintos clanes estaban reunidas, conversando animadamente con su descendiente, Lord Bael. Entre ellos se encontraban los líderes del clan Gremory, Venelana Bael, una descendiente de su propio clan, y un miembro del clan Gremory, Zeoticus. También estaban presentes el líder del clan Sitri y el líder del clan Astaroth.

Claramente hizo notar su presencia, ya que todos se levantaron cuando lo vieron. Él sonrió y con un gesto de la mano les indicó que se sentaran. "Espero que su llegada a mi castillo les haya sido de su agrado", expresó con amabilidad.

"Lo ha sido, Lord Zekram… y es bueno verlo de nuevo", habló el líder de la Casa Astaroth con cortesía. El que hablo tenía un aire de distinción en su presencia, su cabello de un llamativo color verde claro añadía un toque inusual a su apariencia.

Él asintió y rápidamente se acomodó en un sillón, mientras que los demás lo saludaban rápidamente. Todos estaban aquí por los avances sobre la situación política del inframundo, y sobre los aliados que han estado reuniendo.

Lord Bael tomando la iniciativa hablo. "Para comenzar esta reunión, creo que deberíamos hablar primero sobre los movimientos que hicieron recientemente los descendientes de los Maou sobre las casas extra." El hizo una pausa y miro a Zekram. "A nuestros invitados les vendría bien saber esto, y las intenciones de nuestros gobernantes".

Zekram asintió.

"En un intento por consolidar la lealtad de las casas extra, los descendientes de los Maou optaron por ofrecer territorios de clanes extintos a los clanes externos. Puede que esta decisión se deba a que no cuentan con la plena confianza de todos los clanes. Además, dado que aún no han sido oficialmente proclamados Maou, están buscando acumular el poder de casas más pequeñas para asegurar su apoyo."

"Ya veo, un movimiento inteligente, pero problemático para nosotros." Hablo Zeoticus, llevándose una mano a la barbilla. "pero dado que sabemos este movimiento, puedo inferir que el clan Agares ya hizo algo al respecto ¿no?".

"En efecto." Lord Bael asintió y función el ceño levemente. "En un movimiento bastante arriesgado, el clan Agares logro llevar ese apoyo a nuestro lado. No sin antes prometerles algunas cosas después de que ganáramos la guerra."

"Por su expresión Lord Bael, al parecer eso no fue barato". Hablo con una pequeña sonrisa el líder del clan Astaroth.

"No lo fue de ninguna manera, pero el clan Agares cumplido con su cometido y ahora tenemos de aliados a los clanes extra... Belphegor, Abbadon y Pheles. Y esto suma un buen apoyo a nuestra causa."

"Indudablemente son buenas noticias, pero también debemos ser cautelosos ante estos movimientos que nuestros líderes están llevando a cabo. Ellos no se están quedando de brazos cruzados. Saben que no todos los clanes del inframundo no están de acuerdo con sus políticas", expresó el líder del clan Sitri, un demonio de cabello negro azabache y mirada penetrante.

Lord Bael asintió "Así es, otra cosa que podrían saber es que hubo otro clan de los 72 pilares que se unió a nuestra causa oficialmente. Yo personalmente me ocupe de eso y desde ahora el clan Malfas apoya la idea de derrocar a los herederos de los Maou."

Zekram concluyó la información y luego abordó un tema pendiente. "Esto nos da un total de 13 clanes de nuestro lado. Sin duda, vamos por el camino correcto, pero debemos continuar esforzándonos para convencer a más clanes que se unan a nuestra causa". Luego giró hacia Zeoticus. "¿Cómo van las negociaciones con el clan Phenex?"

Zeoticus asintió ante la pregunta, "Hemos estado charlando con los líderes del clan Phenex respecto a la administración de los herederos, y creo que las charlas van por buen rumbo con ellos."

Lord Bael levanto una ceja ante eso "¿Así que no se ha llegado a nada concreto con ellos todavía?"

Zeoticus frunció el ceño. "Es complicado", explicó, "El clan Phenex es uno de los principales aliados de la familia Maou. Ellos proveen al inframundo con las lágrimas Phenex, además de que su factor regenerativo es muy útil en la batalla, y los herederos lo saben. Hasta ahora, es uno de los pocos clanes que no se ha visto afectado por las políticas de los herederos de los Maou, ya sean económicas o de cualquier otro tipo."

Zekram sonrió tranquilamente. Él sabía de esta particularidad que gozaba el clan Phenex. "Si dices que las conversaciones están avanzando positivamente, entonces puedo suponer que, con el tiempo, podrán convencerlos", afirmó.

Zeoticus sonrió con tranquilidad también y miro a Zekram, "Así es, con el tiempo podemos convencerlos de que se nos unan, pero tomara tiempo."

Venelana hablo al ver a su marido, tratando de respaldarlo en su argumento. "Yo he estado hablando con Layla sobre esto también, y ella sabe que no todos los clanes del inframundo disfrutan de sus mismos privilegios. Ella sabe que estas políticas que le están aplicando a los demás clanes pueden llegar a afectarlos también a ellos a la larga." Ella hizo una pausa y luego termino. "Así que si, con el tiempo ellos se unirán a nosotros de alguna forma u otra."

Lord Bael sonrió cuando escucho lo que dijo su hermana. "Como se esperaba de ti hermana." Luego miro a Zeoticus "Espero que cumplan con esta importante tarea exitosamente. La alianza del clan Phenex es esencial para nosotros. Las lágrimas Phenex y su capacidad regenerativa son recursos valiosos que preferimos tener de nuestro lado. Tienen que hacer lo que sea necesario para que se unan a nosotros."

Venelana evito fruncir el ceño ante las palabras de su hermano mayor y fingió una pequeña sonrisa. "Lo que sea necesario". Como odiaba esa oración.

Zeoticus por el contrario sonrió y asintió, tratando de asumir la responsabilidad que les habían asignado a ellos como líderes del clan Gremory.

Lord Bael entendió que era hora de pasar al siguiente tema que les convenia a todos. "Ahora que hemos finalizado con un recuento sobre nuestros aliados. Me gustaría saber, ¿Cómo están nuestros jóvenes demonios de esta generación?".

"Ajuka por ahora no está muy interesado en la política, pero su poder sigue creciendo día tras día. Cuando llegue el momento, el estará al frente para enfrentarse a los herederos". Respondió lord Astaroth sin ninguna emoción en su voz.

Lord bale sonrió complaciente ante eso, luego miro a Lord Sitri y a los líderes del clan Gremory "Y ustedes, ¿qué hay de Serafall y Sirzechs?"

EL que respondió a continuación fue lord Sitri. "Serafall en cambio ella si ha estado un poco más interesada a la política gracias a la influencia de mi mujer y yo mismo. Ella si muestra un disgusto hacia los clanes de los Maou y sus herederos. Y estoy seguro también que cuando llegue el momento ella luchara al frente en la futura guerra civil."

Zeoticus fue el que siguió. "Sirzechs también cree que el rumbo que están tomando los herederos de los Maou es peligrosa." Luego hizo una pequeña pausa y frunció levemente el ceño, algo que no paso desapercebido por los demás. "pero a él no le agrada mucho la idea del conflicto, pero creo que cuando llegue el momento el estará dispuesto también a luchar."

Zekram no dejo que sus emociones negativas salieran a flote. Como un gran Lord del inframundo mantuvo la compostura. De todas las cosas que podría pasar, resulta que el demonio con mayor talento demoniaco en el poder de la destrucción en la historia no había nacido en su familia, si no dé en cruce de un Bael y un Gremory. Y ahora resulta que el chico por influencia del clan Gremory, resultaba ser un blandengue que no le gusta el conflicto. Pero contrario a eso, los Gremory estaban casi completamente a su merced, gracias al matrimonio de Venelana con Zeoticus.

Así que era simple, cuando estallara esta guerra Sirzechs estaría obligado a luchar, ya sea por su causa o para proteger el clan Gremory.

Lord Sitri decidido tomar la palabra a continuación. "Esta generación de jóvenes resulto ser de las mejores que se han visto en muchos años. También he hablado con el líder del clan Glasya-Labolas, somos bastante cercanos también y el me hablo del increíble talento que tiene su heredero, Falbium. Esto nos llevaría a tener cuatro demonios que podrían hacerles frente a los cuatro herederos de los Maou cuando llegue el momento."

Lord Bael asintió. "Esa es la idea, independientemente de todo, los herederos llevan la sangre de los cuatro demonios que lideraron la lucha en la gran guerra contra nuestros enemigos en el cielo. Un demonio normal no podría hacerles frente, así que ustedes también tienen una gran responsabilidad en instruir a sus hijos para que luchen con ellos."

Venelana otra vez reprimió un ceño fruncido ante las palabras de su hermano. Ella solo trato de autoconvencerse que esto era por el bien de todos. Y además de eso también trato de instruir a su hijo para que se fortaleciera día con día, para que no resultara muerto cuando este conflicto estallara. Ese era su deber como madre.

Lord Bael siguió hablando con un tono dulce y algo manipulador en el fondo. "Y si todo sale bien al final, entonces, ellos serán nuestros nuevos líderes"

Los líderes de las casas no evitaron sonreír ante esas últimas palabras.

Zekram solo sonrió y pensó en el futuro. Él era un soñador, un visionario. Era un experto en la política y se enorgullecía de ello. Al reconocer los talentos de estos jóvenes demonios, comprendió que encajaban perfectamente en su plan. Estaba convencido de que, una vez que este conflicto llegara a su fin, su clan estaría en la cima del inframundo si todo salía bien.

Si los herederos caían con sus clanes, esto dejaría un hueco en el poder del inframundo que no sentaría bien ni para ellos, ni para las demás facciones bíblicas. Era esencial que alguien ocupara esos tronos cuando todo esto terminara. Y tener a una generación de jóvenes demonios con mucho potencial le caía como anillo al dedo. Jóvenes demonios que no tenían la misma habilidad que él en la política. Y teniendo la mayoría de los clanes a su favor, el dominio del clan del Bael estaría asegurado. De esta manera, su poder en el inframundo estaría garantizado.

Pero a todo esto se añadió cierta nueva variable con la que no contaba en el clan Agares. Algo molesto, pero que era mejor que sus aliados supieran. Ya había mantenido esta información confidencial por suficiente tiempo para sí mismo y su predecesor, y era mejor que supieran de ello.

Zekram tomo la palabra y hablo como lo haría un demonio tan experimentado como él. con un tono comprensivo y suave hablo. "Es alentador escuchar esto de todos ustedes, y entiendo que, como padres, esto puede ser un desafío. Enviar a su hijo al frente de batalla no es una decisión fácil para nadie. No obstante, es una medida necesaria en estos tiempos críticos que enfrenta nuestra sociedad. Por encima de todo, aprecio el sacrificio que están dispuestos a hacer en nombre del futuro de los demonios."

Los demás demonios en la habitación sonrieron y algunos se llegaron a conmover por las palabras del demonio más viejo. Los líderes de los clanes, pensaron que, en algún punto, además de que cada uno tuviera sus intereses personales con todo esto. Pensaron que esto era algo inevitable que tenía que hacerse por el bien del futuro de todos.

Incluso Venelana se llegó a conmover por las palabras de un demonio que era conocido por ella misma como un manipulador y adicto al poder. Sabía que no había muchas opciones. Era luchar ahora contra sus líderes, o muy posiblemente en un futuro lejano llegar a morir en una guerra contra sus enemigos. Por eso estaba aquí, para buscar un futuro alejado del conflicto para su familia.

Zekram siguió captando la atención de los demás. "Además de eso como aliados íntimos, es esencial que también sepan que tenemos otro demonio de la generación de sus hijos con gran talento."

Esto capto la atención de los lideres inmediatamente, y les surgieron preguntas a varios, pero mejor se las guardaron y dejaron continuar a Zekram.

"Y sé que ahora tienen curiosidad, de quien es, pero es algo reciente que incluso yo mismo me entere. Marbasius el líder del clan Agares, también tiene un heredero. Él me comento que su hijo también nació con un poder demoniaco extraordinario que supera con creces a la media del demonio noble."

Lord Sitri frunció el ceño ante esa información. "Curioso, muy curioso que esto se halla mantenido en secreto incluso para usted lord Zekram, solo me pregunto, ¿Por qué el líder del clan Agares mantuvo esta información confidencial de todos sus aliados y hasta ahora haya decidido revelarla?"

"También me pregunto eso. Mantener ese tipo de información oculta de sus aliados es algo que puede hacer llegar dudar de la fiabilidad del clan Agares con nuestra causa" menciono Lord Astaroth con un tono despectivo en su voz.

Zekram cuando se enteró de eso llego a tener pensamientos similares sobre el clan Agares, pero en algún punto no podía dudar de su aliado más esencial para que todo esto funcionara, así que dejo pasar lo que hizo Marbasius al mantener esta información confidencial de él.

"También lo pensé, pero puedo asegurar que el clan Agares se mantiene firme con nuestra causa. Aunque desconozco de los motivos del líder del clan Agares de ocultar el poder de su hijo de sus aliados. Ellos indudablemente aseguraron la lealtad recientemente de los clanes extra hacia nosotros, así que sus acciones respaldan su lealtad por ahora."

Los demás demonios no dijeron nada más respecto a eso. Esas eran palabras del demonio que lideraba toda esta operación detrás de escena, palabras que de cierto modo los llenaban de tranquilidad.

Lord Bael no dijo nada ante la decisión de su antecesor de revelar esa información. Supuso que dar votos de confianza revelando información haría que no haya dudas en la cabeza de ningún líder de los clanes que los apoyaban. Algo que los beneficiaba tanto a los demás clanes, como a ellos mismo que lideraban esta futura revuelta.

"Esto nos da nuevas opciones", comenzó a hablar lord Sitri, "Conocí al joven Naruto hace un tiempo cuando visité el castillo del clan Agares, pero no mostro ningún signo de ser superior al promedio en cuanto a poder demoniaco, parecía un demonio de clase alta común y corriente."

Venelana no pudo evitar reír tal y como lo haría una dama de clase alta, se llevó una mano a la boca "Na-ru-to… que nombre tan extraño. Ahora que lo pienso, cada vez que hablaba con Dalia, ella nunca mencionaba a su hijo. Puedo pensar que el clan Agares al estar bastante cerca de los herederos y sus clanes, talvez querrían protegerlo de la influencia de nuestros gobernantes. Puede ser que los líderes del clan Agares sobreprotejan a su hijo y por eso no mencionaron nada de su poder a lord Zekram y ninguno de los demás clanes."

Lord Bael frunció el ceño, "¿Sobreprotección? Una razón bastante simple"

Venelana sonrió tranquilamente mientras miraba a Lord Bael "No todos tienen un gran plan detrás de sus acciones. A veces son razones bastante simples lo que nos mueven a hacer lo que hacemos, hermano." Lo último lo dijo con un tono algo despectivo. Haciendo que su hermano frunciera el ceño ante su comentario.

Lord Sitri viendo ese breve intercambio, que parecía algo tenso, decidido seguir con el tema. "Como decía, esto es una buena noticia, ese joven puede que también ayude a cambiar el ritmo de la batalla a nuestro favor."

Lord Astaroth estuvo de acuerdo. "Esta noticia es favorable para nosotros en varios aspectos. Además de reducir la carga sobre nuestros hijos en batalla, también puede prevenir la posibilidad de que mueran en enfrentamientos con los herederos. Contar con otro demonio de esta categoría en nuestras filas es un gran beneficio en este punto."

Zekram sonrió con gusto. Una reacción bastante favorable que aumentaba la moral de sus aliados, y no hacerlos dudar de estas decisiones que podrían ser "difíciles" para ellos.

"Ahora, Lord Zekram, permítame preguntarle, ¿Cuál es la opinión del heredero de la Casa Agares sobre todo esto? Supongo que el joven ya está al tanto de este asunto, ¿Verdad?", habló Lord Astaroth de nuevo.

"Él joven sabe de esta revuelta, y por lo que me dijo Marbasius, el chico está consciente del problema que traen los clanes de los Maou y sus herederos. Él también está dispuesto a luchar, así que no hay de qué preocuparse." Respondió Zekram simplemente y sin inmutarse.

Los demás líderes asintieron en aceptación ante esta nueva información.

Sugirió Lord Sitri "Ahora pasemos a un tema que nos conviene a todos, y es de cómo está la situación con los clanes de los Maou."

"Sigue sin cambios", comenzó Lord Bael. "La mayor parte de las decisiones son tomadas por el clan Belcebú con respaldo de los clanes Leviatán y Asmodeus. Y por otro lado tenemos al clan Lucifuge que es el representante del lucifer, ellos también tienen un gran poder en la toma de decisiones que involucran al inframundo, aunque no ejercen el mismo poder que los clanes de los Maou"

Lord Bael continuo. Todo esto se da porque, en definitiva, Rizevim no tiene interés en liderar el Inframundo y se niega a tomar decisiones de cualquier tipo. Eso nos deja en la situación actual."

"Aunque, por lo que sabemos de Rizevim, si él fuera quien liderar nuestra facción, podríamos estar en una situación aún más precaria si él nos estuviera liderando. Ese tipo es despiadado por lo que me han informado, es vicioso y brutal con cualquiera que tenga debajo suyo." Menciono Zeoticus con leve disgusto. Dejando salir a flote un poco el rasgo 'amable' que lleva el clan Gremory en su sangre.

Zekram evito sonreír ante el comentario de Zeoticus, no dejo que sus emociones salieran a flote ante los demás líderes. Era cierto lo que decía de Rizevim, pero la forma de humanizar las cosas los Gremory a veces le producía asco y a veces diversión. Era divertido ver toda esa hipocresía acumulada en ese clan jactándose de su amabilidad con sus sirvientes, mientras que detrás de escena, también eran bastante depravados con ellos.

Lord Sitri asintió ante las palabras Zeoticus "Y por esa razón es que no podemos dejar las cosas como están. No podemos dejar que las ideas erradas de los herederos de los Maou nos lleven a la ruina."

Lord Bael tomo esta oportunidad para hablar. "Ahora con todo esto dicho, todos estamos en la misma página en estos momentos. Lo que sigue es simple, seguiremos tratando de entablar reuniones con clanes que todavía tengan su lealtad hacia los clanes de los Maou y los trataremos de convencer para que se una a nosotros."

Lord Bael luego miro a Zeoticus y a Venelana, "Ustedes seguirán con lo acordado y trataran de convencer y persuadir al clan Phenex de que se unan a nuestra causa." dijo, a lo que los Gremory asintieron. Luego miro a los lideres del clan Sitri y Astaroth. "Ustedes también tendrá que ayudarnos a convencer a más clanes que se nos unan. Por lo que se el clan Sitri también es bastante cercano al clan Balam, así que por ese medio están encargados de convencerlos para que se unan a nuestra fuerza."

Lord Sitri asintió ante la tarea que le encomendaron.

"Y usted líder del clan Astaroth también estará encargado de convencer al clan Naberius. Se que ambos clanes son bastantes cercanos por los negocios que tienen, así que es su responsabilidad a partir de ahora persuadirlos."

El líder del clan Astaroth también asintió ante su nueva tarea.

Y con eso dicho, los líderes de los clanes se retiraron dejando solos a Lord Bael y Zekram.

Lord Bael fue el que rompió el silencio. "No les mencionaste de quien fue el encargado de persuadir a los clanes extra"

Mirando de reojo a su predecesor, habló con completa tranquilidad. "No había necesidad de mencionar detalles innecesarios. Esto podría haberlos hecho dudar del futuro de sus hijos en los puestos políticos que les prometimos." Él hizo una pequeña pausa. "Solo piénsalo por un momento, un joven con gran poder demoníaco y con habilidades innatas para la política, además de ser el próximo heredero del clan Agares podría verse como un obstáculo para los intereses políticos de los clanes a los que ya les hemos prometido los puestos de los Maou."

Lord Bael solo asintió en comprensión ante el razonamiento de su antecesor y dejo sus pensamientos para después sobre este tema en particular. Y con eso dicho se dio por terminada la reunión informativa que tenían para el día.

- Un mes después, Castillo Belphegor -

Los primeros rayos de luz de la mañana se filtraban suavemente a través de las cortinas de seda en la habitación de Roygun, tiñendo el lugar con una luz violeta y cálida que era característica del inframundo.

Roygun yacía cómodamente en su amplia cama, mientras las mantas le proporcionaban un calor tan cómodo y reconfortante que la sola idea de levantarse le parecía bastante molesta en este momento. Pero tenía que hacerlo ya que hoy tenía un compromiso en su agenda que no solía tener muy seguido.

Con un bostezo suave y un estiramiento perezoso, Roygun se desentumeció en la cama, estirando sus miembros antes de incorporarse lentamente. Sus ojos, aún adormilados, exploraron la habitación con una expresión de tranquilidad. Con paso calmado, se dirigió hacia la ventana y abrió las cortinas por completo, permitiendo que la luz del día llenara la habitación. El paisaje exterior, con su paisaje demoniaco y el cielo morado brillante, le recordaba al mundo demoníaco que pertenecía.

Sin más preámbulos se dirigió al baño privado que tenía su habitación para tomar una ducha y quitar todo signo de cansancio y sueño que todavía tenía. El agua caliente caía sobre su piel, relajando sus músculos y despejando su mente. Después de unos minutos bajo el agua, Roygun se sintió renovada y lista para enfrentar el día. Salió de la ducha, se secó con una toalla suave y comenzó a vestirse con ropa cómoda y elegante.

Y tenía que estar muy elegante, ya que hoy había planeado en su agenda visitar a Naruto y conocer su hogar, el castillo Agares. Una visita sorpresa por parte de ella.

Era extraño para ella todo esto, haciendo este tipo de cosas… suponía que relacionarse con alguien bastante agradable y que podía hablar sobre muchas cosas, podría llegarla a cambiar un poco. Incluso si era un príncipe de una casa prestigiosa como la Agares.

Tomarse un descanso y mejorar sus habilidades sociales era esencial. Aunque ya tenía sus momentos de relajación en la comodidad de su hogar, a veces experimentaba un agotamiento mental que solo se daba cuenta cuando los dolores de cabeza se apoderaban de ella.

Fue en esos momentos cuando descubrió lo importante que era interactuar con los demás. Aunque no se consideraba alguien incapaz de entablar una conversación normal, reconocía que a veces necesitaba romper su propia rutina para mantener un equilibrio mental saludable.

A veces era difícil encontrar a alguien, incluso dentro de su propio clan, que compartiera su forma de pensar y con quien pudiera formar una amistad. No era que se considerara exigente; por el contrario, cuanto más conocías sobre el mundo y muchas otras cosas, más selectivo te volvías en tus amistades. Esto a menudo la llevaba a sentirse aislada.

Siendo una princesa de un clan del inframundo, hacer amistades normales resultaba complicado, a menos que compartieran su mismo estatus. Los demonios de clase baja y media la miraban con respeto, mientras que los miembros nobles de su clan solían tener intenciones egoístas: los hombres querían meterse en sus pantalones o aprovecharse de ella de alguna manera, y las mujeres a menudo eran hipócritas, anhelando su posición como heredera, lo cual le parecía ridículo, dado todo lo que una heredera tenía que soportar.

Pero por cosas del destino, había encontrado a un demonio bastante interesante que se alineaba con su forma de pensar. Alguien que no la miraba como un objeto de interés de por medio, si no que la valoraba por quien era.

Naruto ahora era un demonio a quien podía llamar amigo.

Era una sensación extraña la que tenía últimamente, pero era reconfortante, saber que había alguien en quien confiar y con quien podría compartir sus pensamientos sin temor a sentirse juzgada.

Cada vez que Naruto venía a su hogar a hacer negocios con sus padres, ellos siempre iban a donde estaba ella a saludar. Y hace un tiempo, comenzó a tener ese sentimiento de emoción cada vez que venían. Las charlas con Naruto siempre eran interesantes. Hablaban de muchas cosas; política, cultura y a veces sus hobbies. Él era agradable.

Pero como toda amistad entre príncipe y princesa de casas demoniacas, surgieron cosas dentro de su familia, algo obvio. Sus padres no se lo han mencionado aún, pero podía notar las miradas que su madre le daba cada vez que Naruto venía a hablar con ella. Ella estaba complacida, y no era difícil entender por qué.

La amistad con Naruto, perteneciente a la casa Agares, y ella, de la casa Belphegor, podría ser muy beneficiosa para su clan. Un posible matrimonio entre las dos casas sería una gran oportunidad para fortalecer su posición en el inframundo y la de su clan.

Era algo básico para ella ver esas situaciones. Estaba de cierto modo traumada con ese tema.

Pero dejó ese pensamiento a un lado. Naruto la miraba como una amiga, sin ninguna intención maliciosa, y ella no lo miraba de esa manera… todavía. Por ahora, ella lo veía como un muy buen amigo, nada más. Alguien agradable con quien pasar el rato y distraerse de su rutina.

Roygun se miró en el espejo, admirando su apariencia impecable para la ocasión. Llevaba unos pantalones vaqueros ajustados hasta la cintura, sujetados por una correa elegante. Combinaba esto con una blusa elegante en la parte superior y una chaqueta ligera que completaba su atuendo con estilo. En sus pies, calzaba unos zapatos negros ligeros y cómodos que le permitirían moverse con facilidad. Un collar delicado adornaba su cuello, añadiendo un toque de elegancia a su conjunto. Su cabello estaba arreglado en una elegante trenza que caía con gracia sobre su hombro izquierdo, dándole un aire sofisticado y encantador.

Ella se contempló con una sonrisa satisfecha. Sabía que era hermosa y apreciaba su apariencia.

Con una sonrisa salió de su habitación y se dirigió a su destino.

-Cambio de escena, Castillo Agares-

'Es un castillo grande', pensó Roygun mirando con cierta admiración el castillo y su arquitectura mientras avanzaba hacia la entrada. Claro, tenía que ser así, siendo uno de los clanes más prestigiosos del inframundo sus propiedades ostentaban el estatus al que pertenecían.

Sentía que ahora su hogar era modesto en comparación con esta grandiosa estructura ante ella.

Antes de entrar fue interceptada por dos guardias exigiéndole que se identificara, y preguntándole los motivos de su visita. Ella solo menciono que venía a visitar al heredero del clan Agares. Los guardias por alguna razón se sintieron bastante animados por eso y la dejaron pasar mientras un guardia la guiaba hacia el ala principal para visitantes.

Después de recorrer unos momentos los lujosos pasillos del castillo, ella fue llevada hasta una sala de espera donde había lujosos sofás donde se sentó cómodamente. Como su visita era 'sorpresa', entonces estaba obligada a esperar hasta que un guardia notificar su llegada.

Y pasaron veinte minutos hasta que miro entrar una figura conocida venir a recibirla. Era lady Agares.

"¡Oh, Roygun! ¡que sorpresa tenerte por aquí! ¡no esperaba verte por aquí! El clan Belphegor no menciono nada de esto", comento Dalia con una sonrisa amable.

Ella sonrió devuelta. "No lo hizo, ya que de cierto modo es una visita sorpresa My Lady, aunque siendo sincera, vine a visitar a Naruto".

Dalia se animó ante su respuesta. "Ya veo, supongo que se han vuelto buenos amigos. Aunque si buscabas a Naruto, el en este momento no está en el castillo." Su anfitriona pudo ver el ceño fruncido que se formó en su cara ante eso, pero rápidamente Dalia continuo. "Aunque me refiero, a que el esta entrenado en estos momentos con Eula fuera del castillo, así que si quieres darle una sorpresa te sugiero que vayas a donde ellos están."

"¡Entrenando! bueno no era lo que esperaba, pero supongo que no tengo opción." Murmuro Roygun ante esa respuesta.

Dalia rio llevándose un mano a la boca. "Tranquila, De todos modos, estoy segura de que Naruto estará encantado de verte, incluso si está en medio de su entrenamiento habitual."

Ahora Roygun se arrepentía un poco de esta idea, pero ya no había vuelta atrás en este punto.

Dalia parecido ver la incomodidad de la joven ante ella, y le parecía divertida la situación. En el fondo estaba muy alegre que la heredera del clan Belphegor viniera especialmente a visitar a su hijo. Así que para no hacer sentir incomoda a la joven la ayudo.

"Ven, te indicare donde están, además no es muy lejos de aquí." Dalia avanzo mientras Roygun la seguía de cerca.

Mientras caminaban hacia la salida del castillo, Dalia continuó hablando. "Naruto ha estado entrenando muy duro desde joven. Incluso yo me sorprendo de lo activo que es en ese sentido, a veces le digo que no debería sobre esforzarse. Pero él siempre hace oídos sordos a todo lo que le digo y sigue haciéndolo diariamente sin descanso"

Roygun asintió ante la perorata de Lady Agares. Pudo notar que todo lo que decía, lo decía con cariño infundado. Parecía que en el fondo ella era feliz de que su hijo se centrara en adquirir poder. Había hablado de eso con Naruto una vez, y él también le había comentado que le gustaba ejercitarse, así que esto, no era sorpresa para ella. Ahora se preguntaba qué tipo de entrenamiento está llevando a cabo con Eula.

"Como heredero del clan Agares también debe tener cierto sentido de compromiso," comentó Roygun de forma calmada. "Aunque por lo que he podido conversar con él, no está del todo feliz de aceptar ese cargo en un futuro, pero sabe lo importante que es el cargo. Así que esto puede ser una forma de demostrar su responsabilidad con su clan."

"Así que ya hablaron de eso," comentó Dalia con un tono juguetón, haciendo que se incomodara un poco. "Él también nos lo ha comentado, no quiere el cargo, pero es el único heredero que tiene el clan Agares por el momento, así que a regañadientes dice que lo aceptará. Parece que ya descubrió qué tan molesto puede llegar a ser el papeleo y las largas jornadas de trabajo."

No solo eso, Naruto le había comentado lo difícil que podría ser tratar diariamente con demonios nobles de todo tipo, tanto jóvenes como viejos. Y siendo el clan encima de la pirámide encargado de supervisar a los demás clanes, lo podría llegar a entender de estar tan molesto de que le delegaran el puesto. Ser el Gran Archiduque no era tarea fácil.

"Los demonios de clase alta también la tenemos difícil my lady, también tenemos nuestras responsabilidades por cumplir," comentó con tono un poco amargo, recordando sus mismas responsabilidades.

"Así es Roygun, veo que ya lo comprendes a la perfección," murmuró Dalia con un tono comprensivo mientras la miraba de reojo.

Roygun notó que Dalia estaba empatizando con ella. Las responsabilidades de las mujeres en el inframundo siempre habían sido significativas, y parecía que Dalia Agares ya había enfrentado los desafíos que una mujer noble solía experimentar dada su posición. Contrariamente a lo que Roygun pensaba, su anfitriona ya había atravesado esas luchas y las había aceptado con su posición. Y desde su punto de vista, Dalia parecía bastante satisfecha con eso.

Pero ella misma no había llegado a ese punto todavía. No hasta que lograra su objetivo.

Recorrieron los pasillos hasta llegar hasta la entrada del castillo. Ambas miraron el bonito jardín que adornaba la entrada.

"Sabes Roygun, Naruto no tiene muchos amigos," comenzó Dalia.

Ella miró a Dalia con atención, tomando el tono suave con el que se expresaba. Esto era algo íntimo de la familia Agares.

"Y a pesar de que su actitud demuestra mucha confianza en sí mismo, él se ha rehusado a tener amigos jóvenes como él. Así que verte hoy aquí, en este tipo de visita me alegra mucho. Eso ya me dice mucho que se llevan muy bien y me alegro por eso."

Roygun no pudo evitar sonrojarse levemente por esas palabras. No parecía dada la actitud de Naruto al expresarse, él parecía del tipo al que todo el mundo le caía bien y era bastante social; había notado cierto carisma cuando él se expresaba. Así que escuchar esto era raro.

"Sí, nos llevamos bien," dijo, era una declaración de parte de ella. Luego continuó: "Y es nuevo escuchar esto My lady, voy a hacer mi mejor esfuerzo para cuidar nuestra amistad."

"Me alegra escuchar eso," Dalia dijo con una sonrisa notable en su cara. Ella se volteó, indicándole que mirara donde ella miraba. "Ahora, si los quieres encontrar ellos están en esa dirección a tres kilómetros de aquí"

"Gracias My lady, la vere más tarde"

"Ve con cuidado, y dile también a Naruto que debería tomar un descanso por hoy".

Roygun asintió ante las palabras. Dalia estaba siendo amable con ella y no pudo evitar sonreír ante eso. Sin más espera, extendió sus alas negras y voló con calma hacia el lugar que le indicaron.

Extendiendo sus sentidos para detectar el poder demoníaco, ella voló en la dirección que lady Agares le había indicado. Y los encontró fácilmente, y por "fácilmente" se refería a la gran cantidad de poder demoníaco que se estaba concentrando en un punto específico en una parte del paisaje. Y ya podía ver a lo lejos los hechizos elementales volar aquí y allá mientras destruían partes del bosque.

Estaban peleando. Y no era lo que ella esperaba con entrenamiento, ya que parecía que estaban luchando de forma muy intensa.

Roygun se acercó a una distancia segura de donde se llevaba el combate, y se quedó levitando en el aire, mientras miraba a Naruto y Eula luchar. Ellos al parecer la notaron, ya que detuvieron su entrenamiento. Ella miro atentamente como ambos se acercaban volando. Por su apariencia podía decir que su entrenamiento era intenso, los dos estaban sudando y sus ropas estaban desgastadas por el combate.

Naruto sonrió al verla y la saludó con la mano. "¡Ah, Roygun! Es bueno verte", exclamó.

Ella respondió con una sonrisa. "¡Sorpresa! Aunque cuando pensé en venir, no esperaba que estuvieran haciendo un entrenamiento tan intenso. Veo que han estado ocupados", dijo mientras observaba a Eula, quien parecía bastante agitada.

"Hola Roygun", comenzó Eula con más calma. "Me sorprende verte aquí. No pensé que fueras de ese tipo de chicas que hiciera este tipo de cosas".

Roygun no pudo evitar sonrojarse un poco, pero controló sus nervios. "Quería distraerme un poco de mi rutina, y como son los únicos a los que puedo llamar amigos ahora, supuse que venir y cambiar el ritmo me sentaría bien. También, no sé, a ustedes también, aunque los interrumpí en medio de su entrenamiento".

Naruto sonrió con tranquilidad, haciendo Roygun que se relajara un poco. "No te preocupes por eso, aprecio que hallas venido hasta aquí, y supongo viniste sola ¿cierto?"

Ella asintió "Si, vine sola. Mis padres están ocupados, además esto no es una visita oficial de parte de mi clan"

"Entonces no hay problema, estamos a punto de tomar un descanso con Eula, así que ven y acompañarnos mientras tanto" dijo Naruto mientas indicaba que la siguiera.

'Ciertamente sabe cómo hacer sentir cómodo a alguien', pensó Roygun mientras los seguía de cerca. Finalmente, llegaron a un pequeño claro donde Naruto se sentó en un tronco de un árbol que yacía en el suelo, él le indico que se sentara a su lado y ella acepto. En ese momento, Eula buscó entre las cosas que habían traído para entrenar y sacó botellas de agua. Se acercó y le ofreció una a ella y otra a Naruto.

"Lo siento, es lo único que tenemos aquí para ofrecerte "dijo Eula con breve tono de disculpa, mientras tomaba de su botella y se sentaba a su lado. Roygun noto también que se estaba secando el sudor de su cara con una toallita húmeda.

"¡Ah! Gracias. No te preocupes, yo soy la que incomodo viniendo hasta aquí solo para verlos". Dijo un poco incomoda mirando la botella de agua. Ella la destapo y tomo un pequeño sorbo. "Además veo que están entrenando de forma muy intensa."

"Lo habitual, aunque tú también lo haces ¿no? Cada vez que vamos a tu hogar te encontramos en la biblioteca, luchando con esos libros en la biblioteca" Naruto bromeo con una pequeña sonrisa.

Ella no pudo evitar sonreír ante la burla y siguió un poco el juego. "Lucho con ellos para mejorar, aunque si hablamos de combate como tal, no soy muy experta, aunque siento que podría defenderme en una lucha real"

"¿No has tenido tutores de combate?" Pregunto Naruto con curiosidad ahora.

"Los he tenido, pero nunca hemos tenido una lucha tan intensa como la que ustedes estaban teniendo hace un momento. Ya sabes, demasiado arriesgado para que lastimen a la única heredera del clan."

Naruto asintió ante esa respuesta, y dijo con ceño fruncido. "Entiendo, la sobreprotección es una cosa molesta y limitante."

Claro que la entendía. Naruto como heredero del clan Agares también tuvo que pasar por varias cosas con su educación. "Pero contrario a mí, tu al parecer entrenas libremente con Eula"

Naruto sonrió algo incomodo. "Bueno… es complicado… o, mejor dicho, fue complicado para llegar a este punto."

Roygun levanto una ceja con curiosidad. "¿Complicado?"

Eula fue la que respondió con una leve sonrisa, atrayendo su atención. "El joven aquí, ha tenido muchos problemas con la mayoría de sus tutores. Lord y Lady Agares, al notar que Naruto no estaba cooperando, decidieron eliminar gran parte de su formación sobre cómo ser un noble de clase alta. Los pocos tutores que dejaron para instruirlo en el poder demoníaco, él los derrotó y se 'liberó', argumentando que ya no podían enseñarle nada más".

Roygun miró sorprendida al escuchar la explicación de Eula. "¿De verdad te liberaste de todos ellos así? ¡Wow! Qué tipo más arrogante tenemos aquí, seguro que ahora te conozco más, Naruto", dijo con un tono burlón Roygun, pero ella estaba algo celosa de Naruto. Él se pudo liberar de la influencia de la educación que le impartían por capricho y con poder puro. Pero al ver eso, también la fortaleció mentalmente, creyendo que se podía lograr hacer cosas con cualquier tipo de poder.

Naruto estaba incómodo de verdad. "¡Vamos Eula! ¡No es tan así y lo sabes! ¡Estás dañando mi imagen!", dijo algo indignado. A lo que Eula respondió mirando hacia la dirección contraria.

Roygun soltó una pequeña risita llevándose una amano a la boca, notó que la peli azul lo estaba disfrutando profundamente.

Eula volvió su mirada hacia Roygun, ignorando momentáneamente a Naruto. "Además, hizo todo eso en el transcurso de una semana. Parecía una especie de revolución en contra de la 'libertad de expresión'", concluyó Eula con una sonrisa traviesa, mientras se enjugaba una pequeña lágrima que corría por su mejilla. Fue como si hubiera narrando una emocionante telenovela.

Naruto suspiro ante esa reacción inclino la cabeza y miro a la peli azul. Y dijo en tono desconcertado: "¡Quién eres tú! ¡¿y qué has hecho con Eula?¡"

"Sigo aquí joven amo, solo hablo y digo nada más que la verdad" Eula respondió en broma. Aunque ahora su sonrisa indicaba que ahora habla en serio "Es broma Roygun, bueno es verdad lo que dije, pero es más complicado que eso"

Roygun sonrió divertida ante la interacción de ambos. Con las visitas frecuentes de ambos a su hogar, Eula también se abrió un poco más con ella, y también la consideraba una amiga. Al punto que podían tener charlas sobre cosas de mujeres. Pero ahora su atención se centró en el tema.

"¿Con complicado te refieres a qué?" preguntó con curiosidad.

"Adoctrinamiento, tú también lo has vivido, ¿no?" dijo Naruto, mirando a Roygun de reojo. Eso fue más una afirmación que una pregunta.

Ella asintió, comprendiendo ahora a donde se dirigía.

"Aunque creo no solo se aplica a mí, la mayoría de los herederos y nobles del inframundo por las leyes de sus clanes están bajo una tutela de maestros, para fórmalos como nobles y lideres de sus clanes. Pero resumiéndolo, no me gustaba lo que me enseñaban, me trataban de inculcar sus 'ideales' y como se debería comportar un demonio noble ante los demás. Así que me negué a seguir aceptando esa educación, y el resto ya te lo dijo Eula." Explico Naruto, y bebió más agua para hidratar su garganta.

Roygun entendió y bueno, ella esperaba algo así. Ya habían tenido buenas charlas con Naruto sobre muchas cosas, y llegó a conocer esa parte de él que cuestionaba mucho las reglas de su sociedad tal y como es ahora. Y de nuevo le llegaba ese pensamiento. Él definitivamente no era un demonio común y corriente. Ver a alguien, incluso con su alto estatus, ir en contra de las reglas de su sociedad era algo muy raro. Incluso ella, siendo tan joven para un demonio, supo que había pocos demonios con ese tipo de mentalidad tan liberal.

Aun así, a Roygun no le cuadraba del todo esto. "¿Pero te dejaron, así como así? Digo, eres el próximo Archiduque del inframundo, no puedes negar ese tipo de educación, ¿o sí?" Le preguntó con curiosidad.

Naruto rio entre dientes. "No, no puedo. Básicamente, ahora hago horas sociales para suplementar mi educación como noble y heredero. Esa fue la opción que me dieron mis padres, además de que eso complace a los otros miembros del clan Agares", explicó y tomó una pausa. "Y con horas sociales me refiero a estar al lado de mis padres ayudándolos con cosas de su trabajo, además de que también cuenta el trabajo que tengo con tus padres para supervisar los negocios de ambos clanes".

"Ya veo. ¿Y cómo te sientes con este cambio? ¿Es mejor o es más complicado estar involucrado en asuntos políticos?" Le preguntó Roygun con interés.

Naruto frunció el ceño. "Es tan horrible como lo pensé. La política es un pozo pestilente que te hará querer salir huyendo cuando estés en medio de todo eso, te lo aseguro."

¡No esperaba una respuesta tan honesta! Tomando un sorbo de agua, ella habló con una pequeña sonrisa. "Así que lo odias. Supongo que tratar con las dobles intenciones y los deseos de los demonios más antiguos no es tarea fácil." Comentó con comprensión.

Ahora la expresión de Naruto se volvió más suave. "Ni te lo imaginas… pero es más sostenible eso que estar todos los días en adoctrinamiento repetitivo." Dijo con alivio.

Roygun entendió el punto. Realmente la política en el inframundo podía llegar a ser un completo asco. Los demonios ocultaban sus deseos y querían aprovechar cada oportunidad para favorecerse a ellos mismos y a sus clanes. No podía imaginarse tratar con eso todos los días, eso sería una fuente de estrés muy molesta.

"Ahora volviendo al tema inicial, veo que entrenabas con Eula. No me contaron cómo fue que terminaron juntos haciendo esta rutina." Le preguntó Roygun con curiosidad.

Eula fue la que respondió. "Eso ocurrió hace un mes más o menos. Mi cargo fue cambiado para ser la guardaespaldas de Naruto. Él entrenaba solo y, siendo ahora su guardaespaldas, me ofrecí para ayudarlo con su entrenamiento. Una semana después sucedió el altercado con los tutores que le enseñaban sobre poder demoniaco. Y desde entonces fui delegada como su acompañante oficial para entrenar, además de ser su guardaespaldas." Explicó.

Queriendo bromear, Roygun golpeó suavemente a Eula en el costado con su codo, mientras se llevaba una mano a la boca. "Así que entrenaban juntos a escondidas de la familia. ¡Qué atrevidos!" Dijo Roygun con una sonrisa pícara.

Eula se sonrojó y su reacción fue inmediata. "Solo fue una semana, y…" Las palabras quedaron atascadas en su garganta, ya que no podía argumentar nada más en su defensa.

Naruto, por el contrario, se sintió un poco incómodo ante la insinuación de Roygun.

Roygun no pudo evitar reír ante la reacción de Eula. "Tranquila, solo bromeaba. Pero su forma de entrenar es muy diferente a la mía. Cuando los miré pensé honestamente que alguno de ustedes podría morir." Comentó Roygun con asombro.

"Tenemos reglas en los combates para que ninguno de los dos salga herido. Aunque esto lo hacemos de vez en cuando. También solemos hacer otras cosas, como entrenar nuestro físico, mejorar en el control de poder demoniaco o practicar algún hechizo." Explicó Eula.

Roygun asintió ante la respuesta, pero no respondió.

"Ahora, ya que estamos hablando de entrenamiento, Roygun, tengo curiosidad sobre la habilidad que posee tu clan: 'crack'. Si no estoy mal es su nombre. ¿Podrías decirme algo de eso?", dijo Naruto, atrayendo su atención.

Ella sonrió ante la pregunta. "Sí, así se llama: 'crack'. Y es el poder insignia de mi clan. Aunque ya que estamos aquí, sería más fácil mostrarte cómo funciona." Dejando la botella en el suelo, se levantó del tronco y caminó unos pasos hacia adelante. Luego señaló un árbol. "Miren justo allí." Levantando su mano derecha convocó un círculo mágico y no salió nada disparado de él. En cambio, el árbol al que estaba apuntando fue cortado limpiamente por la mitad.

Naruto lo supo al instante cuando miró ese ataque. Había visto algo muy parecido ser ejecutado en su vida anterior. Esa habilidad era muy parecida al Kamui de Obito, pero esto parecía estar más inclinado a ser la versión ofensiva del Kamui. Era una técnica muy potente que podría llegar a ser muy letal para cualquiera.

"Estás controlando el espacio-tiempo, ¿cierto?" Preguntó Naruto ahora muy interesado.

Roygun estaba gratamente sorprendida por la pregunta. Naruto con una sola mirada comprendió cómo funcionaba la técnica de su clan. "Así es. ¿Cómo lo supiste?"

Calmando los nervios crecientes ante la pregunta, Naruto respondió mientras se levantaba del tronco y se acercaba a Roygun. "Había leído sobre la habilidad de tu clan una vez, pero decía algo de crear una lágrima y no lo entendí muy bien. Pero ahora que miro a alguien ejecutar la técnica, puedo ver que estás manipulando el espacio-tiempo para hacer ese corte tan limpio."

Roygun asintió. "Exacto. La habilidad 'Crack' de mi clan nos permite crear una lágrima en el espacio-tiempo, podemos manipularla y darle la forma que deseemos, aunque esto también depende del usuario y su habilidad para controlarla."

Naruto estaba notablemente muy interesado por su habilidad. "Es una habilidad muy interesante. ¿Me dejarías verla de cerca?"

"¡Claro!" Ella convocó de nuevo la lágrima, pero esta vez estaba justo encima del círculo mágico. Era algo de lo que ella se enorgullecía. Sabía cuán letal podría ser esto, y escuchar a Naruto admitir que su habilidad era muy interesante, la llenaba de orgullo. Ella pudo ver cómo Naruto se acercó y miró de cerca la pequeña lágrima con mucha atención.

Naruto se inclinó un poco y observó la pequeña lágrima. "¡Vaya! Puedo sentir de cerca que esta cosita tiene mucho poder." Luego miró a Roygun a la cara. "Te costó mucho controlarlo, ¿verdad?"

"Sí, no soy excepcionalmente un demonio con mucho talento natural, pero con todo el trabajo que he puesto en esto, he podido llegar a controlarla hasta este punto." Comentó Roygun con una sonrisa suave.

"El trabajo duro definitivamente da sus frutos." Comentó Naruto con una sonrisa haciéndola sentirse feliz. Luego continuó. "Aunque tengo curiosidad de qué más puede hacer, además de manipularla y extenderla en formas. Mh, ¿se puede hacer más grande?"

Roygun asintió. "Por supuesto, este tamaño es el que suelo utilizar cuando entreno." Añadiendo más de su poder en la lágrima, aumentó su tamaño unos 40 centímetros su diámetro.

Naruto la observó fascinado. El color de la lágrima era azul oscuro, y parecía que estuviera mirando el vacío. "Parece un pequeño portal a otra dimensión."

Ella solo sonrió ante el comentario. "A simple vista, podría parecer eso, pero en realidad es diferente. Es un desgarro dimensional. Manipulo el espacio-tiempo para crearlos y les doy varios usos, por ejemplo, lo que más se suele hacer es dispersar ataques de un oponente, y también puedo alterar directamente la resistencia si lo aplico directamente a alguien."

'Es sutilmente diferente, pero es muy parecido al Kamui' Pensó Naruto, pero notando las similitudes también le surgieron preguntas. "¿Como haces eso ultimo?"

Roygun lo miró por un momento, considerando cómo demostrar su otro uso. "Podría hacerlo, pero necesito un sujeto de prueba. ¿Te animas?" inquirió con una pequeña sonrisa

"Si, pero no seas demasiado dura conmigo" respondió con una sonrisa. Él se apartó un poco de ella, anticipando cualquier efecto que podría tener en su cuerpo la habilidad de Roygun.

Ella sonrió tranquilamente. "Relájate, reduciré su efecto para que no sufras daño alguno". Con un gesto, canceló su lágrima dimensional y luego la invocó nuevamente, esta vez utilizando su otro uso en Naruto.

Naruto lo sintió al instante, sintió como si le hubieran puesto una carga sobre su cuerpo. Pero también sintió algo adicional a eso, su poder demoniaco estaba siendo tirado hacia afuera de su cuerpo y estaba haciendo que se dispersara a su alrededor. Le estaba drenando su energía lentamente. Ahora solo podía pensar en lo peculiares y útiles que podían llegar a ser las técnicas de los clanes del inframundo.

Naruto apretó su puño varias veces mientras sentía que su poder demoniaco estaba disminuyendo lentamente. "Así que este es su otro uso, esto puede resultar muy útil en combate y…", pero su dialogo fuer cortado al ver la cara que puso Roygun mientras ejecutaba el hechizo. Parecía sorprendida y algo paralizada. "¿Qué pasa? ¿estas bien?"

Roygun estaba sorprendida. Aunque le había contado varias cosas sobre el poder distintivo de su clan a Naruto, no le había contado todo respecto a la aplicación de la lágrima en un sujeto y cómo podía medir las reservas de poder de su enemigo. Y cuando se lo aplicó a él, sintió la absurda cantidad de poder demoníaco que tenía él en su cuerpo, algo que la dejó algo paralizada y demasiado sorprendida. En su corta vida, nunca había sentido una cantidad tan grande de energía.

Recomponiéndose y desactivando el hechizo sobre Naruto, se recuperó y pudo poner una sonrisa tranquilizadora. "No es nada, solo que ya me siento algo cansada". Ni siquiera sabía porque, o si fue por la impresión, pero no le menciono nada más a Naruto.

Por otro lado, Naruto sospecho algo, pero no dijo nada.

Eula que se había quedado sentada encima del tronco mirando la escena y la breve interacción de Naruto y Roygun, solo podía pensar en lo bien que se llevaban esos dos y… la dejo con un pequeño malestar en el estómago. Aun así, mirando el estado leve de inquietud de Roygun, dejo sus sentimientos aun lado, tomo la botella que había dejado Roygun en el suelo y se acercó y se la ofreció.

"Bebe un poco de agua", ofreció Eula.

"Gracias." Roygun sonrió, la tomo y bebió. Tratando de que se calmaran sus nervios.

Eula que estaba un poco ajena a lo que estaba sintiendo los otros dos, ella hablo mientras cruzaba los brazos bajo su pecho. "Por lo que ahora entiendo sobre la habilidad crack del clan Belphegor, parece que es una técnica que sirve mejor como apoyo. ¿O me equivoco?"

Roygun asintió un poco más tranquila. "Así es. Si consideramos que nivel ofensivo solo sirve en objetos inanimados, mi habilidad 'crack' es más útil si la utilizo como apoyo" Algo que en cierto punto la dejaba un poco decepcionada, ya que no era tan ofensivo como le gustaría que fuera.

"Es muy útil. Dispersar ataques y debilitar a tu oponente, me parece que es algo tremendamente útil en combate." Dijo Naruto, trayendo sus pensamientos a la conversación. "Incluso si peleas sola, puedes en el flujo de la pelea combinar la habilidad de tu clan con hechizos ofensivos normales y tener mucha ventaja. Aunque, supongo que ya pensaste en una situación así ¿no?"

"Si, al ser una habilidad inclinada más a debilitar y dispersar ataque. Tenemos que también reforzar esa falencia. Incluso mi clan lo sabe y tiene varios instructores enfocados en hechizos ofensivos" Explico ella, cruzando los brazos bajo su pecho.

"Y ¿qué tal eres en combate cuerpo a cuerpo?" pregunto Eula con leve interés tratando de involucrarse en la conversación. Ella tenía un estilo de pelea combinado y sabía que su fuerte estaba más en el combate cuerpo a cuerpo, le surgieron dudas sobre la habilidad de Roygun en ese campo. Y es que una gran mayoría de los demonios nobles, estaban más enfocados en tener un estilo de combate a distancia y parecía que Roygun caía también en esa categoría.

Roygun frunció el ceño un poco, pero con media sonrisa respondió. "Mala, siendo honesta apenas puedo esquivar ataques y retroceder, y se también que tengo mejorar en ese aspecto."

Y a Naruto se le ocurrió algo. "¿Te gustaría venir a acompañarnos?"

"¿Que?"

Naruto sonrió. "A entrenar por supuesto, con Eula y conmigo."

"¿Podría?" respondió Roygun sorprendida.

Eula en ese momento se arrepintió un poco de la pregunta anterior. Y suspiro con leve cansancio.

Roygun estaba un poco sorprendida por la sugerencia, ella vino hasta aquí solo para hablar un rato y ahora sucedía esto. Ella respondió todo sabiendo que eran sus amigos, y no había necesidad de esconder algo particularmente privado acerca de sus habilidades. Además, las bibliotecas de cada clan, tenían información sobre los hechizos insignia de cada clan del inframundo.

"¡Claro! Si quieres hacerte más fuerte podrías venir y entrenar con nosotros. Esto también nos ayudaría a mejorar si tenemos a alguien como tu con habilidades diferentes y estilo de combate diferente. Además, con Eula solemos entrenar mucho combate cuerpo a cuerpo y eso seguro te ayudara a mejorar en ese aspecto." Comento Naruto con una sonrisa.

'Qué situación tan extraña'. Pensó Roygun, Naruto hablaba como una amabilidad tan genuina que todavía le parecía raro, encontrar alguien así… entre los demonios de clase alta. Pero, ahora le planteaban algo, una oportunidad para crecer, para ser más fuerte y adquirir más poder. Pero ella… había tantas cosas para hacer algo así.

Naruto pareció ver la inseguridad en su cara. "Además no te preocupes por cualquier protocolo, puedo hablar con mis padres para que no haya ningún problema con esto. Y bueno, tu tendrías que hablar con los tuyos para que te concedan el permiso"

"Podría funcionar…" respondió simplemente, suspiro y dibujo una leve sonrisa en su rostro. Podía imaginar que sus padres no serían un problema, siempre era bueno a los ojos de ellos que ella se acercara a un heredero de un clan tan prominente.

Ver la cara de Naruto, le decía todo. Él no la miraba de esa manera, la miraba como una amiga nada más. O si él estaba mirándola de otra manera, sabia fingir muy bien, demasiado bien… pero eso ultimo no parecía el caso. La forma en que se comunicaban ambos, le daba la idea de que el no parecía interesando en ella de esa manera. Algo que le produjo una leve molestia en el pecho, ¿que era esto? Dejando esa creciente sensación en el pecho aun lado miro a Naruto.

Naruto con buenas intenciones tratando de convencerla aún más, hablo. "Ve el lado positivo, no seguirás luchando con esos libros en tu biblioteca y podrás salir más seguido de tu zona de confort" bromeo con una sonrisa.

Roygun hizo un puchero. "Está bien, hablare con mis padres y tratare de convencerlos, aunque lo más probable es que no se opongan.", luego ella miro a Eula. "¿Y tú qué opinas de esto Eula?"

"Eres bienvenida, y como dice Naruto, podemos mejorar todos si entrenamos juntos." Respondió Eula con cortesía.

Roygun suspiro, esto era definitivamente nuevo para ella.

Eula noto que su cuerpo ahora estaba frio, sus músculos se habían relajado demasiado, ella miro a Naruto. "Sera mejor volver al castillo y terminar con el enteramiento por hoy"

"Estoy de acuerdo, por hoy fue suficiente, además deberíamos ir a comer algo". Naruto convoco al instante un círculo mágico, invitado a que las chicas entraran.

Eula fue por las cosas que habían traído para entrenar y entro en el circulo junto con Roygun y Naruto. Hoy iba a ser un día largo.

Con un destello de luz verde los tres desaparecieron. Y al instante siguiente estaban los tres parados en el recinto principal del castillo Agares.

"Antes de ir a comer algo, deberíamos limpiarnos" dijo Eula, mas como una orden que una sugerencia.

Naruto asintió ante su razonamiento.

"Entonces, los esperaré mientras..." dijo Roygun, pero su voz se extinguió al ser interrumpida por la peli azul.

Eula negó con la cabeza. "No, tú vienes conmigo. Somos chicas, así que espero que esto no te incomode. Puedes esperar en mi habitación hasta que esté lista, y más tarde nos reuniremos con Naruto."

La decisión de Eula sonó más como una orden. Roygun no tuvo otra opción cuando fue arrastrada repentinamente por Eula hacia su habitación.

"Nos reuniremos en el comedor, Naruto. Por ahora, ve y arréglate", dijo Eula mientras se dirigía a su habitación con Roygun. Esta última solo miró a Naruto con una expresión de disculpa y levantó la mano en señal de despedida.

Naruto respondió levantando la mano en correspondencia. Sin poder hacer nada mas.

Roygun que iba caminando calmadamente detrás de Eula, sonrió cuando miro a la peli azul dirigir toda la situación anterior con autoridad. ¿Cómo podían cambiar las cosas tanto en un solo mes? Estaba ahora en el castillo Agares congeniando con su heredero y su guardaespaldas. Era refrescante, ahora su mente no estaba enfocada completamente en su objetivo, aunque claro, estaba allí, no desistiría. Pero este cambio de ritmo definitivamente le sentó bien y le dio un respiro que no sabía que necesitaba.

-Cambio de Escena-

En otra parte del inframundo, en uno de los territorios más prestigiosos de los demonios, se extendía por las grandes llanuras un gran bosque verdoso, y en el corazón de este bosque, como un centinela antiguo, se alzaba un colosal y majestuoso palacio. Sus murallas de piedra negra se erguían majestuosamente entre los árboles retorcidos, y sus altas torres perforaban el cielo con ambición.

En una de las grandes habitaciones del palacio, una figura femenina se observaba en un gran espejo. La mujer se miró detenidamente, examinando cada detalle en su reflejo en busca de cualquier imperfección en su atuendo. Cada pliegue de la tela, cada joya y cada mechón de cabello fuera de lugar fueron sometidos a su escrutinio minucioso mientras se preparaba para salir.

Ella se observó con detenimiento. Su cabello plateado formaba una cola alta que se extendía en cascada hasta su cintura, un bonito flequillo cubría parte de su frente, mientras que dos trenzas plateadas descendían de su cabeza hasta sus hombros, enmarcando su rostro con gracia.

Para la ocasión, lucía una camisa marfil con un sutil bordeado que realzaba su figura y se ajustaba a su generoso pecho. Combinó la camisa con pantalones elegantes que realzaban su figura sin exagerar. En sus pies, llevaba tacones bajos que añadían sofisticación sin sacrificar comodidad. Y para completar su elegante atuendo, portaba un bonito collar con una gema azul alrededor de su delicado cuello y un reloj pequeño pero lujoso en muñeca izquierda.

Asintiendo con aprobación, se aplicó con delicadeza dos toques de perfume, el aroma embriagador se mezcló con su esencia, envolviéndola en una fragancia cautivadora. Sus ojos plateados parpadearon, encontraron finalmente la satisfacción en su imagen reflejada.

Como descendiente directa del clan Lucifer, y siendo ella la heredera directa del clan Lucifuge, se esperaba que Grayfia estuviera presentable para cualquier encuentro, ya sean los clanes de los Maou y sus herederos, o como también, demonios nobles de los 72 pilares.

Y no era para menos, sabía la carga que tenía sobre sus hombros incluso desde una edad temprana siendo la heredera de uno de los clanes más importantes del inframundo. Pero esta carga aumentó aún más cuando el heredero del difunto lucifer, Rizevim Lucifer, no acepto liderar el clan Lucifer y el inframundo.

Esta decisión por parte heredero los dejo en una posición bastante complicada, ya que como su clan que estaba siempre al servicio del lucifer, ahora estaba obligado a tomar gran parte de las decisiones que se llevaban en el inframundo. Y también por extensión, esta elección aumentó su propia responsabilidad, ya que como heredera del clan Lucifuge, ahora compartía el peso de las decisiones políticas que recaían sobre su linaje.

Su formación como heredera había terminado a sus 19 años, y ahora, a sus 20, era un demonio noble activo de su clan, que esperaba asumir el liderazgo de su clan cuando su padre así lo solicitara. Pero ella no se quedó de brazos cruzados mientras esperaba que ese momento llegara; al contrario, debido a su posición como la próxima heredera de su clan, se comprometió en ayudar a su padre, Lord Lucifuge, en su labor como líder del clan. Y esto no fue solo un deber, sino también una forma de honrar la memoria de su madre, quien había perdido la vida en la Gran Guerra.

Y hoy tenía un compromiso con uno de los clanes más importantes de los 72 pilares, por eso se arregló y se vistió como una gran dama.

Mientras se cercioraba una última vez que todo estaba en su lugar, escucho la puerta de su habitación ser golpeada. Y se miró una última vez, para luego ir a abrir la puerta. Era su hermano Euclid Lucifuge de 15 años de edad.

"¡Hermana! ¡Buenos días! Hasta ahora me he liberado de mis estudios y he venido a saludarte"

Grayfia fue sorprendida por un repentino abrazo de su hermando dado con mucho entusiasmo, dejándola algo sorprendida. Ella se lo correspondió un momento después. Su hermano era muy afectuoso con ella.

"¡Vaya! ¡estas bastante enérgico hoy! espero que seas igual de enérgico con tus estudios Euclid" comento ella con un tono un poco acusador. Ella lo miro desde arriba ya que era una cabeza más alta que él, y él la miro.

"¡Lo soy solo porque tú lo pediste! y me he desempeñado bastante bien, ¡hoy mi instructor de magia de alago por mi destreza con varios hechizos demoniacos!"

"Me alegra escuchar eso, ahora" ella tomo los brazos de su hermano, y los retiro suavemente de su cintura. "necesito que te portes bien, mientras estoy fuera"

Euclid soltó a su hermana. Y miro de arriba abajo a su hermana, se veía hermosa, muy hermosa. "Lo hare, pero, ¡tienes que prometer que pasaras tiempo conmigo una vez que vuelvas!"

Grayfia suspiro ante el pedido, pero asintió. "Lo prometo, pero también recuera que tengo responsabilidades que cumplir fuera de casa."

Euclid asintió, pero ahora su cara tomo una expresión de curiosidad. "Y… ¿con que clan te vas a reunir hoy?"

"Uno de los 72 pilares, el clan..." Grayfia para a instante de hablar cuando noto el creciente ceño fruncido en la cara de su hermano. "¿Qué pasa?"

"No me agrada la idea de que te reúnas con esos demonios inferiores." expreso con desaprobación Euclid.

Grayfia frunció el ceño. "¿porque hablas así?"

"¿Así como?" respondió de forma inocente el joven.

Grayfia frunció el ceño con firmeza. "Euclid, no deberías hablar de los demonios nobles de los 72 pilares de esa manera. Ellos merecen respeto y consideración, independientemente de sus clanes. No somos superiores a ellos solo por pertenecer al clan Lucifuge."

Euclid frunció el ceño, claramente no convencido. "¡Pero ellos son inferiores a nosotros!"

Grayfia negó con la cabeza. "No, no lo son. Todos los demonios tienen su lugar en nuestra sociedad y cada uno tiene un papel importante que desempeñar. No deberíamos menospreciar a nadie solo por su origen o posición."

"¡Pero hermana! Ellos deberían sentirse afortunados de estar en la presencia de alguien de nuestro clan, y aún más afortunados si eres tú quien se presenta ante ellos." La voz de Euclid resonó con un toque de arrogancia y orgullo.

'¡Problemas en el paraíso?' pensó Grayfia mientras miraba a su hermano. Tendría que hablar de nuevo con su padre sobre la educación que le estaban impartiendo a su hermano pequeño. Él nunca fue grosero con ella, no, él fue sobreprotector con ella y parecía que la quería mucho. Pero con demonios que no fueran de su clan o miembros de las familias reales, tendía a despreciarlos.

Grayfia se llevó una mano a la frente, pero luego adoptó un tono más comprensivo. "Euclid, entiendo que nuestra educación y posición pueden influir en nuestra perspectiva hacia los demás. Sin embargo, eso no nos otorga el derecho de referirnos de manera despectiva hacia otros demonios del inframundo. ¡Así que cambia esa actitud!"

Euclid abrió la boca como si quisiera responder, pero se quedó en silencio bajo la mirada firme de su hermana.

Con ceño fruncido Grayfia paso por el lado de su hermano. Ya estaba estresada y aún no había comenzado a trabajar. "Tengo que irme, hablaremos de esto más tarde" expreso ella ahora con visible molestia. No estaba contenta con esa actitud.

Sin más palabras, Grayfia se dirigió a la oficina de su padre para hablar como abordaría el trabajo de hoy. Respiro profundamente calmando la creciente ira que le produjo su hermano.

Hoy sería un día largo.


-Euclid miro como su hermana desaparecía por el pasillo. Ella estaría molesta con él ahora mismo, pero se le pasaría, y luego ella seguiría siendo la misma. Además, nada de lo que había dicho era mentira. Su clan por derecho de nacimiento era muy superior a cualquier clan de los 72 pilares.

Y hoy, los demonios con los que se reuniría su hermana deberían estar sumamente agradecidos de estar en su presencia, además debería agachar su cabeza y conocer su lugar. ¡Ella era la mujer más grandiosa del inframundo! ¡Y era el ser más precioso que tenía en su vida!

Solo pensar, que hoy ella iba a interactuar con demonios asquerosos he inferiores, lo lleno de ira.

Euclid calmó su ira y ahora estaba de mejor humor. Su hermana ya no estaba, así que esta era una oportunidad perfecta. Entró en la habitación de su hermana y escaneó la lujosa habitación en busca de algo. Visualizó los grandes muebles, el tocador, el gran armario, el lujoso espejo, la pequeña mesa frente a una gran ventana y, ¡ah! ¡La gran cama donde ella descansaba!

Cosas que él apreciaba mucho y valoraba, ya que este era el lugar privado de su hermana. Esto era como un santuario para él.

Euclid visualizo el armario como si quisiera abrirlo, pero desistió, parecía tentador en este momento, pero mejor se concentró en algo mejor. Luego volteo su mirada hacia un lugar un particular de la habitación, no parecía nada especial, pero ahí estaba su objetivo.

Solo había una simple cesta con tapa. Pero el sonrío con satisfacción.

Euclid se acercó a la cesta algo ahora nervioso, y no eran nervios de miedo ni nada por el estilo, eran nervios de emoción. Su respiración se había acelerado al igual que su corazón. Cuando estuvo en frente de la cesta, quito la tapa con sumo cuidado y revelo su premio.

Encontró satisfactoriamente la ropa sucia de su hermana.

Agradeció rápidamente al lucifer, por encontrar ropa todavía allí. Ninguno de los sirvientes había venido a recogerla todavía ¡tenía mucha suerte! Él se arrodillo en frente de la cesta y con sumo cuidado tomo una prenda de la cesta. El la saco y la miro. Era una blusa que había utilizado su hermana con anterioridad. ¡Definitivamente era un demonio con mucha suerte!

Euclid se llevó la blusa usada a su cara y la inhalo, tomando el olor que su hermana había dejado en ella. ¡Y como olía! ¡Este era el olor de su hermana!¡Lo quería tanto! ¡Era un olor que amaba desde lo más profundo de su corazón! ¡Al igual que amaba tanto a su preciosa hermana!

Se desprendió un momento de la prenda y la miro de nuevo con cariño.

Desde pequeño lo supo… él amaba a su hermana. Ella siempre cuido de él, y él siempre estuvo feliz por eso. La deseaba tanto… que sentía… que era doloroso. Pero había un problema, ella no lo miraba igual, le tenía cariño, pero ella no lo miraba como un demonio con el que pudiera estar a su lado.

Eso era un problema.

Le dolía la cabeza de solo pensar de que otro demonio llegara a tomarla y llevársela. ¡Él no lo permitiría! ¡Primero lo mataría antes de que eso llegara a suceder! ¡Nadie se llevaría a su preciosa hermana! ¡Ella seria de él y él sería de ella! ¡Como debería ser!

Por ahora, el disfruto de este pequeño placer.

Dejando a un lado la blusa, busco más. Y encontró algo aún mejor en la cesta. El tomo la prenda con cuidad y la miro. Era la ropa interior de su hermana. Unas bragas de encaje negro. Que precioso tesoro había encontrado.

No se pudo controlar. Las llevo a su cara y las inhalo como si se tratara de una droga.

"Que olor más dulce y…"

Euclid estaba excitado.

Inhalo, inhalo, inhalo*

"Harmonioso…"

Inhalo la prenda como si su vida dependiera de ello. Se puso de pie y se apoyó contra una pared. Sentía que se iba a desmayar de la emoción.

Inhalo, inhalo, inhalo*

"… Es mi felicidad… ¡estos es incluso mejor que tener sexo con esas putas sirvientas!"

Euclid exhalo aire tratando de calmar su respiración. Sentía que su corazón estaba muy acelerado, y una capa de sudor lo cubría.

"¡oh hermana! Como te deseo…" Euclid quería llorar.

¡Se llevaría esta prenda! ¡Hoy lo haría!

Euclid al tener un objetivo en mente llego a una resolución de cómo lograrlo. Había hecho esto antes, pero no se atrevió a llevarse nada, debido a su cercanía con su preciosa hermana, podría ella sospechar si su ropa desaparecería de un momento a otro. Por eso no lo hizo, sabia cuan meticulosa era su hermana con sus cosas así que no se atrevió hacerlo hasta hoy.

¡hoy sería el día!

Tomaría esta prenda y se la llevaría con él. Solo sería una. Y si llegaba a decirle algo respecto, culparía al sirviente encargado de llevar su ropa a lavar. Así él estaría libre de culpa.

Un plan simple, pero efectivo.

Inhalo la prenda dos veces más, y con nueva determinación la puso en un bolsillo interno de su saco.

Euclid miro la cesta con un creciente deseo, pero lo suprimió ahora que estaba más calmado. Tenía algo mejor en su saco ahora. Además, ya había estado demasiado tiempo en la habitación de su hermana y no quería que llegara ella o algún sirviente y lo descubriera.

Aunque primero mataría al sirviente si llegara a descubrirlo… ¡Tenían suerte de no venir cada vez que el pasaba por la habitación de su hermana!

Rápidamente dejo como estaba la cesta, y salió de la habitación. Aunque, primero se cercioro que no hubiera nadie en el pasillo. Y al ver que no había nadie, se dirigió a su habitación con un poco de prisa. Y con anhelo llevo su mano sobre la superficie de su saco y palpo la prenda.

Euclid era un demonio Feliz.

-Cambio de escena, 20 minutos más tarde-

Grayfia se sentía más tranquila. Había hablado con su padre, lo cual la reconforto. Lord Lucifuge, dado su cargo y circunstancias en el clan, era un demonio de gran honor y prestigio. Cuando hablo con él le comento brevemente sobre la actitud de su hermano, y el tampoco parecía estar a gusto, así que prometió que hablaría con él y con sus instructores.

Eso la tranquilizo y la dejo en paz para hacer su trabajo, a veces su hermano parecía simplemente un…

Grayfia negó con la cabeza negándose a terminar eso, era su hermano, y trataría de guiarlo por el mejor camino.

Ella dejo esos pensamientos aun lado, y se concentró en el presente, en su tarea que le había encomendado su padre.

Su padre con todo su ingenio y posición, era alguien recursivo al hacer política. Fue algo que comprendido apenas termino sus estudios como heredera. La forma de ejecutar las cosas siempre fue ¡improvisado! Y a ella le toco adaptarse a esas órdenes y cumplir.

Y hoy tenía una orden recursiva. Lo habitual para tener una reunión con otro clan, era tener algo de comunicación y acordar el día y la hora. ¡Pero su padre no hizo eso! Dada la posición que ocupaban, podían ir directamente a un clan y entrar literalmente sin avisar. Y siendo el clan que daba ordenes en nombre del lucifer, ningún clan de los 72 pilares no podía negarse a su llegada.

Su padre también le había comentado el razonamiento detrás de esta estrategia. La idea no era simplemente usar su poder para imponerse, sino más bien mantener a los clanes alerta, recordándoles que cualquiera de ellos podría presentarse en cualquier momento. Esta táctica Les recordaba la influencia tanto de su clan como de los clanes de los Maou.

Además, que tenían muy presente de que había clanes en el inframundo, que estaban disconformes con la forma en que se llevaban en este nuevo régimen, donde no estaban los difuntos Maou.

Por eso su padre hacia este tipo de cosas, quería que el inframundo continuara funcionando independientemente de las decisiones erróneas tomadas por los clanes de los Maou y sus herederos.

Y su deber era apoyarlo con esta tarea.

Grayfia estaba en el ala principal del palacio en el que vivía, se dirigía directamente al clan que su padre le había ordenado.

Ella invoco un círculo mágico y al instante se teletransporto.


-Unos momentos después, Grayfia llegó a la entrada del castillo principal que debía visitar por sorpresa.

Ella observo el castillo sin inmutarse. Era un castillo enorme, que ostentaba mucho estatus. Era la primera vez que estaba aquí. Pero dejo eso aun lado. Venía a trabajar. Los guardias apostados en la puerta la miraron y, al reconocer el símbolo familiar de su clan, uno de ellos se acercó rápidamente e inclinó una rodilla en señal de absoluto respeto. El otro guardia se adentró apresuradamente en el castillo para notificar su llegada

"¡Mi Lady! Disculpe mi intromisión, pero… ¿qué la trae aquí? No teníamos conocimiento de que alguien de su estatus vendría hoy. ¡Si hubiéramos sido informados, habríamos preparado el castillo para darle una bienvenida más apropiada!", expresó el guardia con evidente alarma.

Grayfia suspiró ante el comportamiento del guardia. Esta era la forma de operar de su padre. "No hay necesidad de disculparse, guardia. Mi visita es una sorpresa y no se esperaba que fueran informados. No necesito una bienvenida especial, solo estoy aquí para trabajar", respondió con calma. Luego, hizo una pausa antes de continuar, "¿Está el amo del castillo presente en este momento?".

'¿Visita sorpresa? ¿qué es esto? ¿Un Déjà vu?' Pensó el guardia alarmado por la particular respuesta. Pero luego se concentró en la pregunta y miro hacia la cara de la gran señora. "Sí, lo está. Lady Agares está trabajando en su oficina en este momento, ¡mi compañero está notificando su llegada! ¡Podrán reunirse lo más pronto posible!" Grayfia asintió satisfecha con la respuesta.

"Por favor sígame mi Lady, en un momento estará con ella." Continuo el guardia sugiriéndole que la siguiera.

Ella avanzó sin prisa, observando la decoración del castillo principal del Clan Agares. Momentos después de recorrer los pasillos del lujoso castillo, divisó una figura que se acercaba. Ya había conocido en el pasado a Lady Agares, así que ella también la reconoció al instante. Y se acercaron mutuamente.

"Lady Agares, es un placer volver a verla. Le agradezco por recibirme tan repentinamente." Saludó Grayfia con un tono cordial, extendiendo su mano.

Dalia ocultó su sorpresa con una sonrisa amable. "Grayfia Lucifuge, no esperaba una visita tan inesperada el día de hoy. Sin embargo, siempre es un honor recibir a un miembro de tu clan en nuestro castillo. Además, puedes llamarme por mi nombre, Dalia nada más." Le dijo, extendiendo su mano.

"Así es, mi padre envió su saludo y estoy aquí con el motivo de discutir negocios importantes." Grayfia dijo eso con cordialidad, pero interiormente estaba algo avergonzada por una situación tan improvisada. Esto también se reflejó en el comportamiento de su anfitriona, que frunció ligeramente el ceño.

"Ya veo, no es un problema por favor sígueme." Dalia respuesta con cordialidad. Definitivamente no se podía negar a la petición de alguien del clan Lucifuge, y más aún si venia por orden del lord de ese clan. Así que, ella se calmó y controlo la situación. Solo eran negocios.

Finalmente, ambas llegaron a la oficina y Grayfia tomó asiento frente a Dalia, quien estaba sentada en un lujoso sillón detrás de la mesa.

"Así que… ¿De qué negocios vienes a hablar?" preguntó Dalia con tranquilidad.

Grayfia tomó un respiro. "Negocios que involucran a los clanes de los Maou y al inframundo, por supuesto." Hizo una pequeña pausa antes de continuar. "Y sé que esto es repentino, Dalia, pero me gustaría saber cómo terminó el último trámite de las tierras que se les otorgaron a los clanes extra."

Dalia frunció levemente el ceño. "Creía que mi esposo ya había notificado al príncipe Belcebú sobre ese tema."

Grayfia asintió y no dejó escapar ninguna emoción. "Lo hizo, pero no lo notificó a nuestro clan y eso es un problema." Ella se explicó

"Verás, Dalia, el tema con los clanes de los Maou es complicado. Ellos están impartiendo órdenes que involucran demasiado al inframundo y el estatus en el que todos vivimos. Pero esas cosas no están siendo notificadas a nosotros, que somos los representantes del clan del Lucifer, y cuando llega la información de las acciones que toman ellos, llega tarde." Explicó Grayfia, su voz pausada y reflexiva.

Dalia asintió, mostrando su comprensión. "¿Pero acaso esto no es un problema de comunicación entre ustedes? Quiero decir, los clanes de los Maou y ustedes son los que están tomando las decisiones en este momento."

Grayfia reflexionó por un momento antes de responder. "No es tan simple como eso, la situación es mucho más compleja de lo que parece. Y bien… creo que el Clan Agares tiene todo el derecho de estar al tanto." Respondió ella.

Dalia arqueó una ceja ante la respuesta.

"Desde que el heredero del Lucifer decidió no tomar la dirección del inframundo, nuestro clan actúa como su representante. Sin embargo, los clanes de los Maou han estado tomando decisiones sin consultarnos. Han optado por ignorarnos a sabiendas de que representamos al Clan Lucifer, y eso es un problema", concluyó Grayfia, su tono firme y seguro.

Ahora, Dalia entendía la gravedad de la situación. "Comprendo... qué situación tan complicada. Estoy dispuesta a colaborar, pero necesito garantías de que el Clan Agares no sufrirá represalias de los clanes de los Maou si procedemos de esta manera. Ya que parece, discúlpame Grayfia, que tu clan y los de los Maou no se están llevando bien."

Grayfia respondió sin titubear. "Entiendo su preocupación, Lady Agares, pero pueden estar seguros de que el Clan Lucifuge asumirá cualquier responsabilidad que surja de esto. Ya hemos tenido conversaciones con los clanes de los Maou y son conscientes de que no pueden tomar decisiones a nuestras espaldas, ni a las del Lucifer. Su falta de comunicación es un problema que debe ser abordado". Afirmo con voz serena y confiada.

Ahora el clan Agares entendía toda la situación.

Grayfia entendió que esta acción era necesaria cuando su padre se la informó. Representar al Lucifer en estos tiempos colocaba a su clan en una posición comprometida. Y a pesar de que los clanes de los Maou eran conscientes de su rol, no los consideraban iguales. De ninguna manera iban a considerar un clan extra como iguales, incluso si eran descendientes del mismo Lucifer.

Además, que mucha de esa discordia que se produjo por parte de ellos hacia su clan se debía a ella, o eso había escuchado decir a su padre. La odiaban por el gran poder con el que había nacido y el peligro que podría representarles. Algo ridículo teniendo en cuenta que estaban del mismo lado, pero al parecer ellos no lo miraron de la misma manera. Ella era una amenaza hacia el dominio que ejercían.

Y todo esto llevo a que dificultaran mucho el trabajo de su clan, o más bien el de su padre…

Su padre. Él se hallaba en una situación delicada como líder del clan Lucifuge, y era plenamente consciente de los esfuerzos que realizaba para asegurarse de que su clan cumpliera con sus responsabilidades. Entendía todo lo que él hacía y porque lo hacía, y por eso lo apoyaba lo que más podía, incluso si eso implicaba adaptarse a su estilo de hacer política poco ortodoxa.

Y ahora que el clan Agares estaba al tanto de la situación, bueno, deberían facilitarle un poco la forma de operar de su clan, aunque a los clanes de los Maou no les gustara.

Posteriormente puso suma atención a toda la información que le solicitó a Dalia, y bueno, resultó que era peculiar toda la situación. Los clanes de los Maou habían regalado en forma de ayuda tierras de clanes extintos a los clanes extra Esto obviamente era una forma de mantener a esos clanes leales y contentos. Mientras que, por otro lado, explotaban a los clanes de los 72 pilares más ricos con sus peculiares demandas.

Esto pintaba mal y ella lo sabía.

Malas noticias que serían transmitidas a su padre. Debían pensar en cómo abordarían a los clanes de los Maou sobre las acciones que estaban cometiendo contra los clanes de los 72 pilares. Debían hacerlos reconsiderar que esta no era la forma de ejercer su poder.

Tendrían que hacer el intento…

"Y… eso es todo Grayfia, ya te conté sobre todas las ordenes que nos han dado. Si quieres puedo hacerte un informe para que tengas toda la información de manera detallada." Dijo Dalia con cordialidad en su voz.

Con esas palabras, su trabajo en el clan Agares estaba hecho.

Ella respondió con una sonrisa amable, a pesar de que todavía en el fondo se sentía avergonzada por ser tan descortés. "Ese informe sería muy útil lady Agares, y aprecio el tiempo que dispuso para atenderme, creo que ya hemos terminado por hoy"

Ella miró el pequeño reloj en su muñeca por reflejo. Era la hora del almuerzo. Dalia reaccionó a su acción e hizo lo mismo instintivamente.

"Parece que es la hora del almuerzo. ¿Por qué no te quedas y nos acompañas?" Le ofreció Dalia con amabilidad, mostrando una sonrisa.

Grayfia sabía que, con las molestias que provocó, sería de mala educación rechazar la oferta. "Me encantaría quedarme, Lady Agares. Gracias por la invitación."

Dalia, que ahora estaba más relajada, habló mientras se levantaba de su silla y le indicaba a Grayfia que la siguiera. "Y, por cierto, es una sorpresa verte por aquí, Grayfia. No pensé que Lord Lucifuge enviara a su propia hija a tan temprana edad a hacer este tipo de deberes, pero puedo suponer que es una forma de prepararte para tu futuro cargo, ¿cierto?"

"Así es, apoyo a mi padre en sus deberes y esto también me ayuda a adquirir cierta experiencia lidiando con otros líderes de otros clanes." Dijo Grayfia amablemente, mientras seguía al mismo paso a Dalia. Luego, sonrió. "Y… ¿cómo me fue?"

Dalia no pudo evitar sonreír. "¿Es tu primera vez haciendo esto formalmente?" Le preguntó con curiosidad.

Ella asintió.

"Excelente. Definitivamente tienes los dotes de una dama de clase alta y la forma ideal para expresarte en este mundo en el que vivimos." Le dijo Dalia sinceramente, admirando su talento.

Grayfia sintió que esas palabras la llenaban de orgullo, y le acariciaban el ego, pero de buena manera. Y tratando de ser cordial trato de seguir la conversación.

"Él está afuera, está en una provincia de nuestro territorio atendiendo algunos negocios y, él está bien, goza de buena salud..." Le respondió Dalia con tranquilidad.

"Es bueno escuchar eso…" Comentó Grayfia con interés.

"Ahora que lo pienso, ya que vamos a almorzar sería bueno que te presentara a mi hijo. Él tiene casi tu edad, creo. ¿Cuántos años tienes, Grayfia?" Le preguntó Dalia con curiosidad, mientras caminaban por los pasillos hacia el comedor.

Grayfia se sorprendió por la pregunta. No sabía que Dalia tenía un hijo, ni que fuera tan joven. Se preguntó cómo sería él, si se parecería a su madre o a su padre, si tendría algún interés en común con ella.

"Tengo veinte años." Le contestó Grayfia con una sonrisa educada. "¿Y tu hijo? ¿Qué edad tiene? ¿Qué le gusta hacer?" Le devolvió la pregunta Grayfia con cortesía, tratando de mostrar su interés por el hijo de Dalia.

Ella noto que Dalia, adquirido una pequeña expresión pensativa

"Él tiene, diecisiete años, es un joven enérgico y…" Dalia se tomó un momento para terminar de responder. "es… bastante responsable…" Respondió con algo de confusión en su voz.

Una respuesta extraña, muy extraña. No sabía por qué le había dado ese tipo de respuesta. Pero era como si no conociera a su propio hijo. Ahora tenía curiosidad sobre el joven heredero del clan Agares.

Dalia notó el desliz, y paró su caminata por el pasillo, a lo que ella también hizo. "¿Hay algo mal?" Le preguntó confundida.

"No, es solo que ahora recuerdo que mi hijo está con una amiga de otro clan, y estaría bien que los llamara para que nos acompañaran." Explicó Dalia, para luego apartarse de ella e invocar un pequeño círculo mágico de comunicación. Lo iba a llamar ella misma.

Grayfia escuchó la conversación que tuvo Dalia con su hijo, y básicamente le demandó sin reparos, que tenían una visita importante en el almuerzo y tendría que volver de donde sea que estuviera, a lo que su hijo tuvo que obedecer rápidamente. Ella no pudo evitar la incomodidad que surgió ante esa pequeña conversación.

Sintió un poco de vergüenza, al ver la escena de dalia discutiendo con su hijo y la importancia de que estuviera aquí por ella. ¿Esto era el peso de su creciente prestigio como miembro fundamental del clan lucifuge? Ella suspiro, definitivamente lo era.

Además, ¿Amiga de otro clan? Por su mente pasaron varios pensamientos ante tal declaración. Pero no hizo prejuicios todavía acerca de eso, tendría que conocerlos primero.

Dalia volteo y la miro. "Ahora todo está arreglado, ellos se unirán con nosotros en el comedor en un momento"

Grayfia solo asintió con una sonrisa débil.

-Unos momentos más tarde llegaron al lujoso comedor, donde ambas se sentaron y charlaron unos momentos mientras esperaban la llegada del hijo de Dalia, para poder comenzar con el almuerzo.

Y no la hicieron esperar mucho, ya que, con las órdenes estrictas de Dalia a su hijo, este vino bastante pronto acompañado de dos figuras femeninas bastante atractivas, si lo decía ella misma. Una a cada lado de este. Tuvo un pequeño pensamiento sobre eso, pero se lo guardo. El heredero del clan Agares tenía… buena apariencia.

"Veo que ya están aquí" comentó Naruto mientras entraba en el comedor.

Dalia sonrió mientras se paraba. "Así es, y menos mal que no nos hicieron esperar demasiado."

Grayfia también se paró para saludar.

"Ahora, déjenme presentarles a alguien muy importante, ella es Grayfia Lucifuge, próxima heredera del clan Lucifuge. Grayfia, te presento a mi hijo, Naruto Agares" dijo señalando con su mano al demonio de cabello rubio. Luego señaló a la joven de cabello azul. "Ella es Eula, su guardaespaldas personal". Después señaló con una mano a la hermosa chica peligrosa con cuernos en su cabeza. "Y ella es Roygun Belphegor, la próxima heredera del clan Belphegor".

"Es un placer conocerlos a todos", dijo Grayfia con un pequeño asentimiento de cabeza en forma de saludo. Además, no perdió la reacción en la cara de sorpresa de los tres demonios cuando escucharon su nombre y apellido.

Naruto se recompuso ante la sorpresa que tuvo. "¡Vaya! Definitivamente es alguien importante... es… un placer conocerla también."

"Mucho gusto." dijo Roygun inclinándose en forma de respeto.

"My lady." dijo Eula inclinándose de igual manera.

Dalia notó rápidamente cómo Eula y Roygun se pusieron algo rígidas al estar en presencia de Grayfia y aligeró las cosas. "Bueno, creo que ya nos presentamos y todos tenemos hambre, deberíamos sentarnos." Ella volteó y miró a una sirvienta e hizo una señal con la cabeza, indicándole que procediera a traer la comida.

Todos hicieron caso y rápidamente se sentaron. Dalia se sentó en un extremo del comedor, mientras que Grayfia estaba a su lado izquierdo. Naruto se sentó al lado derecho de su madre, acompañado seguidamente de Eula y después Roygun al final.

Grayfia pudo notar que Roygun y Eula estaban algo tensas ante su presencia, y bueno, no las podía culpar. Ella misma sabia el estatus que tenía desde nacimiento, y que demonios nobles del común se comportaran así ante ella era natural, pero para ella también era algo molesto recibir ese tipo de atención en todo momento.

Ahora, el que no parecía afectado por su presencia era el heredero del clan Agares. Era completamente lo contrario a sus amigas, estaba completamente relajado y la observo con una pequeña sonrisa. Curioso.

Naruto sonrió mirando a su madre. "No sabía que teníamos una visita así de importante el día de hoy. Si lo hubiera sabido, me hubiera arreglado mejor."

La vergüenza interna de Grayfia surgió de nuevo como un torrente, pero mantuvo una cara neutral.

Dalia rio entre dientes ante la broma. "Fue algo inesperado… pero, tuvimos una reunión, y ya era la hora del almuerzo así que sería descortés no invitar a Grayfia a acompañarnos. Además, aproveche para presentarte, ya que en un futuro tendrás que trabajar con ella."

"Entiendo..." Dijo Naruto, luego la miro con curiosidad. "¿Y cómo te sientes con eso?"

"¿Disculpa?"

"Lo siento, me refiero a ¿cómo te sientes para ser la futura líder del clan Lucifuge? Esa es una gran responsabilidad, y que estes aquí teniendo reuniones importantes quiere decir que ya estas comprometida con el cargo" comento Naruto en un tono amistoso.

Grayfia estaba un poco sorprendida ante lo directo que era, pero parecía que él lo decía con buena intención. "Bueno es una gran responsabilidad como dices, pero me he preparado para ese rol desde hace tiempo, así que no me resulta un problema ayudar a mi clan trabajando desde ahora."

Naruto asintió con entendimiento, pero su mirada reveló una chispa de curiosidad. "Supongo que para los de nuestra clase, eso es lo que se espera, ¿verdad?"

El comentario de Naruto provocó una sutil sonrisa en Grayfia, quien compartió su perspectiva sobre el asunto. "Cierto. La carga de la responsabilidad es algo que aprendemos a llevar desde jóvenes."

Mientras tanto, Roygun y Eula intercambiaron miradas fugaces, como si compartieran un entendimiento silencioso. Grayfia notó el gesto, la cual la hizo preguntarse si había algún matiz que no estaba percibiendo. Aunque antes de que siguiera con esa línea de pensamiento, fueron interrumpidos por los sirvientes, que comenzaron a servir la comida.

La mesa estaba repleta de exquisiteces dignas de un gran clan del inframundo. Grayfia observó a los presentes, deteniéndose en la heredera del clan extra Belphegor, quien disfrutaba su comida en silencio. Era una belleza deslumbrante, incluso para los estándares del inframundo, y definitivamente tenía clase. Luego, sus ojos se posaron en el heredero del clan Agares, una combinación inusual pero no imposible. La curiosidad la invadió.

"Roygun, ¿cierto?" comenzó Grayfia con una sonrisa amable, captando la atención de Roygun. "¿Qué te trae al castillo del clan Agares, si puedo saber? ¿Negocios también? ¿O algo más informal?"

Roygun que estaba comiendo, tomó una servilleta y se limpió la boca con cuidado antes de responder. "Lo último… solo vine a visitar a Naruto" respondido con sinceridad.

Grayfia arqueo una ceja

"Ella es mi amiga, solo vino a pasar el rato conmigo. Además, fue una visita sorpresa, como la tuya. Hoy parece que es el día de las sorpresas." dijo Naruto con una sonrisa, provocando varias reacciones en los demás.

Grayfia y Roygun sintieron un leve rubor en sus rostros, avergonzados por el comentario. Mientras tanto, Dalia sonrió ampliamente, divertida por la situación. Eula también sonrió y rodó los ojos, notando cómo Naruto había suavizado el ambiente inicial.

Grayfia se recompuso y se aclaró la garganta. "Que interesante que lo digas..." Dijo, tratando de parecer tranquila. Luego tomó un sorbo de su bebida y preguntó. "¿Y cómo se conocieron?"

Roygun miró a Naruto con una sonrisa cómplice. "Nos conocimos hace un tiempo, cuando él visitó mi hogar por negocios. Nos hicimos amigos eventualmente y desde hace un tiempo nos mantenemos en contacto."

"¿En serio?" preguntó Grayfia con genuina curiosidad. Naruto parecía más joven que ella, ¿y ya estaba haciendo negocios con otro clan? "¿Qué tipo de negocios tenía Naruto con el clan Belphegor?"

"Esos negocios, Grayfia, sobre los que hablamos hoy. Y aunque sabemos que es un poco joven para hacer esas cosas, le delegamos con mi marido esa simple tarea, fue y la cumplido. Es una forma de prepararlo para su cargo también" respondió Dalia con naturalidad.

"Ya veo…" dijo Grayfia ante la inesperada respuesta de Dalia. Luego miro a Naruto, y entendió por que dijo lo del inicio.

Naruto se mantuvo neutral mientras comía. Luego sonrió de manera amigable. "Y bueno… nos conocimos desde ese día y hemos sido cercanos."

Grayfia asintió en comprensión.

Luego el rubio añadió. "¡Aunque tú también eres bienvenida aquí! Podemos ser amigos también, si no es problema, por supuesto." dijo Naruto con una pequeña risa.

'Qué directo…'. Pensó Grayfia, mientras miraba a Naruto. No pudo evitar sonreír ante el comentario tan sincero y… ¿cursi? Pero no tenía muchos amigos si era sincera, ser de la realeza te daba ciertas limitaciones y él la trataba como si fuera alguien normal. Esto podría considerarse irrespetuoso para alguien de su estatus. Pero ella encontró esto extrañamente reconfortante. "Sí… no hay problema, me gustaría ser tu amiga, Naruto." Respondió con suavidad.

"¡Eso es genial!" exclamó Naruto con entusiasmo. Luego tomó un sorbo de su bebida y dijo: "Además, si vienes más seguido, podrías conocer mejor a ellas dos también, ¿y por qué no?, también ser sus amigas. A los de nuestra clase también nos viene bien tener buenas amistades." Dijo señalando con la cabeza a Eula y Roygun.

Eula y Roygun solo pudieron sonreír con un poco de incomodidad, pero aun así mostrando una cara amable.

"¿Te consideras bueno?" pregunto Grayfia con una sonrisa.

Naruto sonrió ante la pregunta de Grayfia "¿Bueno? depende de lo que entiendas por bueno. Si te refieres a bueno como demonio, supongo que sí, aunque eso sería contradictorio ¿no? O si te refieres a bueno como amigo, diría que sí, también, o al menos espero serlo." Dijo Naruto con una mirada traviesa, bromeando un poco.

Grayfia se sorprendió por la respuesta de Naruto y sintió un calor en sus mejillas. No sabía si él estaba hablando en serio o solo estaba jugando con ella. Pero tenía que admitir que le gustaba su actitud despreocupada y divertida. Era algo diferente a lo que estaba acostumbrada.

Dalia sonrió, pero estaba algo perpleja de como su hijo interactuaba con la heredera del clan lucifuge como si fuera lo más natural del mundo. Miro a las tres chicas, y miro a Naruto. Descubrió algo nuevo de su hijo. Cuando se comprometía, podía ser amigo de cualquiera.

Grayfia sonrió, ahora mirando a Roygun. "Tú que dices Roygun. ¿Es buen amigo?"

Roygun se quedó pensativa por unos segundos, antes de responder. "Pues… sí, supongo que sí. Naruto es un buen amigo, es alguien en quien puedo confiar plenamente." Dijo con una leve sonrisa, pero reprimiendo un sonrojo que iluminaria todo su rostro.

'Por lucifer, que respuesta…'Pensó Grayfia, algo incomoda ahora por la respuesta. ¿Qué clase de charla era esta? Ella no era de las que hablaban así. Nunca. Era una dama de la mas alta clase. Y sin embargo estaba teniendo una charla tan ¿inusual y divertida? No pudo evitar soltar una pequeña risa cuando miro al culpable de esto, estaba algo sonrojado y avergonzado. Parecía que tampoco espera esa respuesta.

"Vaya… tendré que comprobarlo yo misma para dar mi opinión al respecto. Aunque eso ya debe ser una buena señal" Grayfia deslizó su comentario con una chispa de diversión, esperando ver cómo él reaccionaría ante la insinuación.

Naruto se rascó la nuca, un poco incómodo ante la insinuación de Grayfia. "¡Bueno, supongo que eso sería algo que tendrías que determinar por ti misma! Aunque ten en cuenta que soy bastante fácil de llevar en términos de amistad."

"Ahora no puedo dudar de eso…". Murmuro Eula por lo bajo, mientras tomaba de su bebida. Aunque su comentario solo fue percibido por Roygun, que solo la miro de reojo con una mirada confundida.

"Bueno dejando eso ya aun lado" comenzó Naruto. "¿Cómo es el territorio de tu clan? He escuchado mucho sobre el clan Lucifuge por la política del inframundo, pero ¿hay algo más a que se dediquen aparte de representar al Lucifer en estos momentos?"

Grayfia asintió mientras se limpiaba la boca con una servilleta. "El territorio de mi Clan es un lugar diverso. No solo servimos como representantes, sino que también poseemos un territorio rico en recursos. Aunque si hay algo para destacar es la minería de piedras preciosas y los artesanos que las moldean." Tomando instintivamente un pensamiento sobre eso, se llevó una mano a su collar. "Mira, esta piedra es un zafiro, extraído y trabajado por los artesanos de nuestro territorio."

Naruto observó el collar con curiosidad desde su posición. Era una pieza de gran belleza y valor, digna de una heredera como Grayfia. También era una muestra del talento y la riqueza de su clan. Ahora podía hacerse una idea de lo absurdamente ricos que podían ser. A muchos demonios les encantaban esas cosas.

"Es una gran joya" dijo Dalia, sonriendo con sinceridad. "Tu clan posee talentosos artesanos. Me encantaría visitar tu territorio pronto para conocer más sobre sus habilidades y lo que tienen para ofrecer."

'Hablando del Diablo' pensó Naruto, mirando ahora a su madre. Luego miro de reojo a Roygun y a Eula, y ellas al contrario parecían indiferentes. Que complicado.

"Sería un honor recibirla Lady Agares." Respondió Grayfia.

"Por lo que veo, la calidad de su trabajo habla por sí misma. Es evidente que se toma su oficio muy en serio. Deben tener un gran negocio en el inframundo con eso, ¿cierto?" comento Naruto.

Grayfia asintió con una sonrisa serena. "Sí, aunque si soy sincera, tienen un valor considerable. Solo algunos clanes pueden permitirse adquirirlas. Es un mercado selecto, pero bastante beneficioso para nosotros."

Naruto asintió en comprensión. "Un mercado exclusivo." Luego sonrió. "No esperaba menos de uno de los clanes más influyentes del inframundo."

Grayfia asintió y tomo el comentario como un elogio y una muestra de respeto hacia su clan.

Dalia escucho la conversación con interés. No había imaginado que Grayfia fuera tan abierta, considerando su origen. El clan Lucifuge siempre se caracterizó por su rigidez y extrema lealtad a Lucifer. Sin embargo, los jóvenes seguirían siendo jóvenes, y Grayfia demostraba eso. Claro está que esta dinámica no se habría presentado si las travesuras de su hijo no hubieran salido a la luz, y de cierta manera, eso la alegraba. Eran jóvenes y merecían disfrutar de la vida.

'Una comida agradable'. Grayfia lo sintió así, pero bueno, todo lo bueno tiene que llegar a su fin. Todos en este punto habían terminado de comer. "Fue una buena comida, gracias Lady Agares por invitarme, pero tengo que volver a informar a mi padre."

"Me alegra que te haya gustado, déjame acompañarte a la salida" respondió Dalia atentamente mientras se paraba de su silla.

Grayfia también se paró y miro a los otros tres demonios que permanecieron sentados. "Los vere de nuevo en otra ocasión. Fue un gusto conocerlos a todos." Con esas palabras ella se retiró junto con Dalia.


-"Naruto soltó un suspiro que no sabía que tenía contenido, después de que Grayfia se retiró. Él se inclinó sobre la mesa, apoyando sus manos en su boca. Eso había sido un almuerzo bastante movido.

"¿Amiga?"

Él volteo su mirada a Roygun que lo estaba mirando con una sonrisa completa en su rostro. Ella fue la que dijo eso. Y el por el tono, se estaba burlando de él.

"No esperaba que pidieras su amistad tan directamente, Naruto. ¡Y también ofreciste la nuestra! ¡Eso fue audaz, ¿verdad Eula?" Roygun se inclinó en la mesa mientras apoyaba su cara en su mano, mirando a Naruto y a Eula.

Eula también suspiro, mientras que ella se recargaba en su silla mirándolo ahora. "¿En que estabas pensando?"

Naruto sonrió con picardía. "Bueno… Es especial para mí. Quería acercarme a ella porque quede cautivado por su belleza, y quede flechado al instante. Por eso lo hice. Quiero casarme con ella."

"…"

"…"

Él levanto las manos en forma de rendición ante las miradas de odio que estaba recibiendo de las dos chicas. "¡Está bien, me rindo! Aunque la verdad nada en especial, y lo siento por ser atrevido con ustedes dos. Pero, tener a alguien como Grayfia como amiga nos beneficiara mucho." Eula noto la mirada y ella entendió, ella cerro los ojos con cansancio aceptando la respuesta. La que no entendió nada fue Roygun.

"¿En qué nos beneficiaria? ¿De que estas hablando?"

"Es… complicado Roygun" respondido Eula.

Roygun ahora frunció el ceño. Eula parecía saber a qué se refería Naruto. "¿Hay algo que deba saber?" pregunto con voz calmada mirándolos a ambos.

Naruto miro a Eula tratando de apoyarse en ella. Y pensó por un momento la situación. Tendría que hablar con Lord y Lady Belphegor, y disculpares. Bueno a veces las cosas no salían como se planeaban y por eso era importante adaptarse al cambio.

"Si, pero este no es el lugar para discutirlo. Creo que mi habitación sería un mejor lugar para charlar."

Roygun se mostró visiblemente incómoda por varias razones. Se recargó en su silla y cruzó los brazos bajo su generoso pecho. "Está bien, parece importante. Charlaremos en tu habitación. Aunque no era el lugar que tenía en mente al llegar aquí..."

Naruto río entre dientes ante el comentario. "¿Por qué dices eso? ¿Acaso no dijiste hace un rato que yo era alguien en quien podías confiar plenamente? ¿Ya cambiaste de opinión? Eso me hiere, mi querida Roygun."

La reacción no se hizo esperar. Roygun entrecerró los ojos y lo miró con recelo. "¿Lo disfrutas?"

"Lo hago, querida" respondió Naruto, ahora con una visible satisfacción.

"No creo que eso no sería prudente Naruto, deberíamos mejor ir a la mía. No quiero que se formen chismes incensarios si alguien mira a Roygun entrar a tu habitación. Ella tiene una reputación que mantener." Expreso Eula con calma.

Naruto y Roygun se quedaron callados ante esas palabras, pero entendieron a que se refería.

"Eso es un buen punto. Será mejor utilizar la tuya, vamos", asintió Naruto. Sabía que los sirvientes a veces tenían malas costumbres de comentar cosas que no debían, y eso obviamente no sería bueno ni para Roygun ni para él.

Sin decir una palabra más los tres se dirigieron a la habitación de Eula.


Y ya, muchas cosas pasaron. Un capítulo que en su mayoría transcurre en un solo día.

Ahí está la presentación de Grayfia y la primera interacción entre las chicas principales.

Grayfia, como se dice en el mismo capítulo, es joven. Ella no es la misma del canon, y todavía no es tan rígida, ¿leal?, fría y en algún punto algo aburrida como es en el canon, que la siento así: siendo la sirviente que atiende todas las necesidades de su maestro y que tiene un fuerte apego emocional hacia el mismo, y que se considera ella misma una gran sirvienta y aaaaaaaa es Grayfia.

Esta es Grayfia sin un fuerte apego emocional a alguien que tiene que darle órdenes en cada momento y sin tanta la necesidad de estar bajo el servicio de alguien superior a ella.

Y bueno, también interacciones de Naruto con Roygun y Eula. Esperar a ver cómo se desarrolla eso o lo desarrollo jajaja.

Y bueno, un punto algo importante es el hermano de Grayfia, Euclid, y su comportamiento turbio hacia ella en secreto. La personalidad de él es así también en el canon, y espero haberle hecho justicia al personaje.

Eso es todo por ahora. Voy a tratar de seguir escribiendo y subir capítulos más seguido. Trato, pero la vida real se pone algo oscura y es difícil sentarme a hacer esto. Y cuando escribo, me tardo mucho en escribir cada cosa; mi mayor defecto es el perfeccionismo y lo admito.

Hasta la próxima y espero lo hayan disfrutado, mis queridos lectores.